Reforzamiento Lector Para niños con bajo nivel de lectura en escuelas subvencionadas de la región de La Araucanía. Dada la importancia central de la lectura en la vida de las personas, el Programa de Reforzamiento Lector de la FAA ayuda a niños con déficit lector a ser competentes en esta destreza y así participar de un universo de posibilidades significativas para sus vidas. El programa utiliza un esquema de trabajo personalizado, realizado por “profesoras de apoyo” (profesionales jubiladas), que fue probado durante el año 2006, en 350 niños de 4º Básico de 8 comunas de La Araucanía. El esquema es el siguiente: Los niños a reforzar son seleccionados previa evaluación del equipo de AraucaníAprende, para descartar causas físicas o psicológicas que podrían afectar los aprendizajes de éstos y para determinar su nivel lector. Para la atención, los niños seleccionados acuden a una sala de la escuela, en horarios de clases, en grupos de hasta cuatro para recibir apoyo en sus destrezas lectoras. La profesora de apoyo establece primero una relación de confianza con cada niño, para detectar sus intereses y expectativas, y para escoger material de lectura relevante para ellos. Luego realiza entre 2 y 4 sesiones semanales con cada grupo, combinando ejercicios de lectura con conversaciones en torno a ella, las cuales buscan desarrollar la comprensión lectora, el gusto por leer y, además, realizar una contención afectiva de los niños, que suelen demostrar grandes carencias en este plano. Este proceso dura entre 3 y 5 semanas, y cuando la profesora de apoyo estima que el niño ha alcanzado el nivel lector correspondiente a lo esperado para su nivel de escolaridad, éste es evaluado por la FAA, es “egresado” del refuerzo y se le hace un seguimiento durante el semestre por si necesita un reforzamiento adicional. En forma complementaria, la FAA obsequia libros a los niños que aprenden a leer, interactúa con sus familias para incorporarlos en el apoyo de sus hijos, y organiza algunos talleres y concursos literarios para desarrollar el gusto por la lectura. El programa de reforzamiento lector es evaluado por una institución externa sobre una muestra de niños. Motivación Como resultado de los diagnósticos de lectura realizados por la FAA a más de 1.000 alumnos de 4° Año Básico de escuelas subvencionadas de La Araucanía, se detectó que un grupo importante de niños y niñas (cerca de un 10%) presentan un nivel lector equivalente a 1º Básico o simplemente no leen; y otro 50% tiene un nivel lector equivalente a 2° ó 3º Básicos, lo que limita seriamente su capacidad de comprender un texto adecuado a su nivel escolar. Estos resultados motivaron a la FAA a iniciar el programa de reforzamiento lector que se describe en este documento. La importancia de este programa radica en que la lectura es la habilidad más importante que adquiere un niño o niña en la escuela, impacta en su mundo cognoscitivo, afectivo, estético, social y cultural, y es la base para la mayoría de los otros aprendizajes. Además, la eficiencia en la lectura se relaciona estrechamente con el éxito en el rendimiento escolar. Un lector competente posee un instrumento clave para penetrar en el mundo de los contenidos escolares. Así, estos alumnos tienen limitado su potencial de aprender cualquier asignatura. Los niños con los mayores atrasos no entienden instrucciones escritas, no pueden escribir sus tareas y no son capaces de comprender textos simples. Ellos no participan activamente en clases y muchos presentan una baja autoestima producto que se reconocen como "malos" lectores. En sectores de menores recursos, una de las probables consecuencias de esto es que abandonen la escuela o, al menos, aprendan muy poco en ella. Dada la importancia central de la lectura en la vida de las personas, el programa de Reforzamiento Lector de la Fundación AraucaníAprende busca ayudarle a los niños con déficit lector a apropiarse de esta poderosa herramienta para participar de un universo de posibilidades significativas para sus vidas. Aprender a leer es entonces un primer paso muy básico pero fundamental que nuestra región debe garantizarle a todos sus niños; de ahí en adelante, el desafío es leer para aprender. La Estrategia. Los niños que en 3º ó 4º Año Básicos (las edades fluctúan entre 9 y 10 años) muestran un importante déficit lector sin tener causas físicas o mentales (siendo niños normales) para ello, generalmente traen aparejado un déficit en el plano afectivo (baja autoestima principalmente), y a veces también en el plano formativo (hogares con débiles modelos parentales). Muchos de estos niños tienen un contexto de vida complejo, marcado por la adversidad y la falta de modelos positivos. En algunos casos se ha evidenciado la recurrencia de situaciones de maltrato, violencia intrafamiliar y callejera, drogas y abandono de padres biológicos. El programa de reforzamiento lector reconoce estas situaciones y las incorpora como variables en el trato con cada niño, pero sin pretender resolver su enorme dimensión social y psicológica. Los planos afectivo y formativo están íntimamente ligados al plano cognitivo en el proceso de leer: el niño lee, piensa y siente al mismo tiempo. Hay dos dimensiones en este plano: en la dimensión afectiva, las profesoras de apoyo invierten una parte importante del tiempo en reafirmar la autoestima de los niños, con refuerzos positivos y con un trato amable, cariñoso y de contacto físico. En el testimonio de las profesoras de apoyo, esta variable es la que más necesita reforzamiento. En la dimensión formativa se trabaja en torno a lecturas que incluyen mensajes constructivos que son comentados con los niños. En este plano también se les demuestra un gran respeto hacia sus creencias y experiencias, que a la vez sirven de base para la selección de lecturas de interés para los niños. El hacer explícitas estas variables y preparar a las profesoras de apoyo para abordarlos, tiene también como propósito conocer mejor al niño en cuanto a sus intereses, motivaciones, aprehensiones y expectativas en la vida. Esta información es clave para abordar el proceso de aprendizaje de la lectura desde la realidad de la persona que aprende, seleccionando los temas a leer, los ritmos y las conversaciones en torno a ellos. Así, se intenta que el aprendizaje de la lectura se transforme en una acto altamente significativo para el niño, tanto en el plano cognitivo como afectivo y valórico. Hay tres tipos de actores que participan en la recuperación lectora de un niño: la profesora de aula, la profesora de apoyo y los apoderados en sus hogares. La profesora de aula La profesora de aula entrega valiosa información sobre los niños a reforzar y mantiene una atención especial sobre la participación del niño en el aula, cuidando de estimularlo y no inhibirlo en su progreso lector, en especial frente a sus compañeros de curso y sus padres. Complementariamente, a la profesora de aula se le sugiere, si corresponde, algunas estrategias de reforzamiento lector en su aula. Por ejemplo: mantener un Diario mural con los nombres de los niños y textos con sus progresos o creaciones, o colocar afiches y otros materiales decorativos con diversos textos en el aula. La Profesora de Apoyo El reforzamiento propiamente tal lo realizan profesoras de apoyo que son mayoritariamente profesoras jubiladas, muchas de las cuales ejercieron en la misma escuela o comuna donde ahora apoyan, lo que les permite establecer una rápida relación de confianza con la comunidad escolar. Estas profesoras refuerzan y practican la lectura en forma personalizada de 1 a 4 niños a la vez, en una sala privada, en la misma escuela en horario de clases (por razones de seguridad, transporte y autorización de apoderados). Previo al proceso de reforzamiento, los niños son evaluados en su velocidad y comprensión de lectura, producto de lo cual se les asigna un puntaje de lectura. Además, la profesora de apoyo recibe comentarios acerca del niño en términos cognoscitivos, conductuales y afectivos. La profesora realiza una primera sesión de conocimiento mutuo con el niño para lograr su confianza, hacer su propia evaluación y conocer sus gustos personales para determinar la mejor estrategia y el énfasis en los temas, y el tipo de materiales de lectura a usar; esta sesión finaliza con un compromiso de trabajo conjunto. A partir de entonces se inicia el proceso de reforzamiento sobre la base de lecturas, incentivos, conversaciones y preguntas sobre las lecturas para desarrollar la comprensión, tareas para la casa y una dosis de contención afectiva. Cuando la profesora de apoyo estima que el niño alcanzó el nivel lector promedio de su grupo de referencia, se evalúa nuevamente. Si el niño logra el nivel lector correspondiente a su nivel, “egresa” del proceso de reforzamiento y es apoyado por la profesora de aula en el regreso a su curso. Este proceso tarda entre 3 y 5 semanas en completarse. Aquellos niños que no logran avanzar luego de 5 semanas son evaluados en torno a variables psicológicas, para detectar posibles trastornos del aprendizaje de nivel profundo. Posteriormente, si la profesora de aula así lo sugiere, luego de algunos meses de finalizado el proceso de reforzamiento, el niño vuelve por algunas semanas a reforzamiento hasta consolidar su nivel lector. Los Apoderados en el hogar Los padres y apoderados de los niños que requieren reforzamiento lector, normalmente (aunque no siempre) disponen de una bajo capital cultural. En sus hogares no suelen haber libros ni revistas y sólo ocasionalmente hay diarios; muchas veces los padres no saben leer o tienen un nivel lector básico. Es frecuente también encontrar en estos hogares y en sus barrios, situaciones complejas como violencia y drogadicción, ausencia de alguno de los padres biológicos, pobreza y pocas redes sociales de apoyo. Este contexto en que vive el niño es conocido en la escuela a que asiste el niño y la profesora de apoyo se informa al respecto para comprender mejor a la persona que pretende enseñar. A los padres y apoderados, aunque principalmente a las madres, se les sugiere una serie de pautas y conductas para estimular en sus niños el amor e interés genuino por la lectura. Sin embargo, estas pautas dependen del capital cultural que exista en el hogar del niño y de su nivel de pobreza. Por ejemplo: hojear, leer y comentar juntos revistas y diarios (algunos proporcionados por la FAA); tenerles a disposición una variedad de materiales de lectura que les sean interesantes: aventuras, ciencias, cuentos, etc. (en la medida de lo posible); leerles cuentos en voz alta, con buena entonación y entusiasmo. Pueden ser cuentos que a los padres les gustaban de niños; consultar un diccionario o enciclopedia ante preguntas de sus niños; participar en juegos lingüísticos con ellos: adivinanzas, trabalenguas, rimas y asociarlos a textos en que aparecen; leer en presencia de ellos, como modelo de conducta e interés por la lectura; valorar a las personas que les gusta leer. Junto a estas pautas, se entrega a los apoderados algunos materiales para usarlos en el hogar, se hacen algunas reuniones semestrales con ellos para incentivarlos a preocuparse de la lectura de sus niños, y se comentan y resuelven aspectos conductuales de los niños ante la lectura. Resultados Las evaluaciones realizadas antes y después del reforzamiento miden la velocidad lectora, la calidad de la lectura oral, la comprensión lectora y la autoestima. En cuanto a la velocidad lectora, en la medición inicial se determinó que los estudiantes ingresados al plan de reforzamiento leían 68 palabras por minuto en promedio, y los estudiantes no ingresados al plan leían en promedio 84 palabras por minuto. Al finalizar el año escolar, el grupo de alumnos no reforzados finalizó con un promedio de 103 palabras por minuto y el grupo de estudiantes reforzados terminó con 96 palabras por minuto. En la tabla N° 1 se aprecia los rangos de velocidad lectora 1[1] esperados para cada nivel educacional. De acuerdo a esto, los resultados obtenidos indican que los alumnos reforzados alcanzaron una velocidad lectora media para su grupo escolar. Esto contrasta con la velocidad inicial, la que correspondía al nivel medio de tercer año básico. Tabla: Rangos de velocidad lectora según nivel educacional En cuanto a la calidad de la lectura oral se puede apreciar una evolución importante de los alumnos. Se destaca el incremento en un 15% de estudiantes que leen de forma fluida y una disminución de un 12% de lectores palabra a palabra. La evaluación de la calidad de la lectura oral permite identificar la adquisición, por parte de los estudiantes, de aprendizajes respecto del respeto por la puntuación, entonación y pronunciación. Esto es un factor relevante, puesto que este plan no sólo apunta a que los alumnos lean más rápido (medida cuantitativa), sino que hay un mejoramiento en la calidad del proceso lector (efecto cualitativo). En cuanto a la comprensión lectora, todos los estudiantes incrementaron su nivel de comprensión lectora entre la evaluación inicial y final. Sin embargo, si bien el avance del grupo de reforzamiento es mayor al grupo normal, su nivel de comprensión lectora final sigue siendo inferior. Este hallazgo es consistente con las evaluaciones anteriores realizadas. Desde la teoría se señala que la velocidad lectora es una variable que se asocia positivamente con la comprensión, sin embargo esta relación no expresa causalidad, dicho de otro modo, la velocidad lectora facilita la comprensión, pero no la causa. Seguimiento y evolución de estudiantes reforzados Con el propósito de conocer la evolución en la habilidad lectora de los estudiantes atendidos en comparación con su curso, se realizó una evaluación de seguimiento, a una muestra del 15% de los estudiantes reforzados y a sus respectivos compañeros de curso, 5 meses después de la última evaluación. En esta evaluación se pudo observar que los niños y niñas reforzados, una vez superadas las 100 palabras por minuto, presentan un desempeño equivalente a sus compañeros de 5° años básico. Gestión, Desafío y Costos. En La Araucanía hay cerca de 30.000 (treinta mil) alumnos en 3º y 4º Básicos en escuelas subvencionadas. De acuerdo a las evaluaciones efectuadas por la FAA en una muestra de cerca de 1.000 niños, se estima que unos 3.000 (tres mil) tienen déficit graves en lectura y otros 15.000 tienen atrasos significativos; la inmensa mayoría de estos niños tiene un potencial lector intacto y es recuperable a través del reforzamiento personalizado. El proceso de recuperación es fundamentalmente un tema de recursos cuya gestión es abordable en nuestra región sobre la base de un equipo técnico que coordine el trabajo de profesoras jubiladas en todas las comunas, que efectúe las evaluaciones de los niños, realice un seguimiento a cada niño y reitere los refuerzos cuando sea necesario. Como proceso individual es simple, cuantificable y con resultados visibles en el corto plazo. Si bien el refuerzo propiamente tal del niño con la profesora toma entre 3 y 5 cinco semanas, el proceso de evaluación previa y final, el seguimiento del niño en su reintegración en el aula y una eventual reiteración del reforzamiento, debiera darse dentro del lapso de un año. Costo. A la fecha, el proceso completo de reforzar a un niño o niña cuesta del orden de $100.000 (cien mil pesos) por niño. El estado invierte, sólo en subvención escolar, del orden de $360.000 pesos al año por niño. Al terminar su educación básica, el estado habrá invertido cerca de 3.000.000 (tres millones de pesos) en ellos, y si el niño no aprendió a leer efectivamente, será prácticamente dinero perdido. El costo del reforzamiento representa una fracción de esta cifra. El costo de reforzar un niño incluye el pago a la profesora de apoyo y su movilización a la escuela, honorarios y traslado de los evaluadores, financiamiento de la evaluación externa, algunos textos de trabajo de la profesora, libros de regalo para cada niño y la administración de la FAA que incluye concursos, talleres literarios y una ceremonia de premiación y “egreso” a los niños reforzados, con sus familiares, profesores e instituciones auspiciadoras. La Meta 2007. Dadas las limitaciones de recursos y la gran dificultad de obtenerlos en La Araucanía, la meta de la FAA para el 2007 es recuperar a 500 alumnos de 4º Básico. Para lograrlo, se requieren $50.000.000 (cincuenta millones de pesos). Cabe mencionar que la FAA es una fundación educativa y por ello aplica la Ley de Donaciones, la cual es completamente tramitada por expertos de la FAA. Se espera reforzar niños sobre la base de dos tipos de contribuciones: El primer tipo de contribución es a través de instituciones donantes vía Ley de Donaciones, que asuman grupos de 100 niños (por un total de $10.000.000, diez millones de pesos). El costo real para estas instituciones será menos de la mitad del valor de la donación: menos de $5.000.000 (cinco millones de pesos). El segundo tipo de contribución es individual, a través de un pago mensual vía PAC en la cuenta corriente de la FAA.
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