Documento 3441589

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Revista Facultad de Medicina 2013, Vol. 13, N°1
ISSN online 1669-8606
EDITORIAL
¿Qué es una “UTOPÍA”?
Es una descripción de un orden social que muestra cómo reconciliar los intereses privados y los públicos en
un ideal de convivencia.
La utopı́a, no existe en la prá ctica pero deberı́a existir. Es un avance ante los muros, una conquista, un logro de objetivos generales, a veces designios concretos sobre algo que no funciona en las sociedades.El “Estado ideal” de PLATÓN
Plató n pretende construir un Estado en el que encuentren la felicidad todos los ciudadanos. Para ello divide la sociedad
en tres clases sociales: trabajadores, guerreros y gobernantes. A cada una de estas le corresponde una virtud:
Los trabajadores será n moderados –impulso concupiscible o apetitiva-,
Los guerreros valientes –impulso irascibleLos gobernantes sabios –impulso racional-.
Cada uno se encontrará en el lugar que le corresponde dependiendo de sus cualidades, esto es, que cumpla con la funció n para la que está má s capacitado. Cada cual debe cumplir lo mejor posible su rol en el momento que le toque desempeñ arlo
¿Cómo detectar las aptitudes de cada uno?
Si el mejor funcionamiento de la sociedad nace del mejor uso que las personas puedan hacer de sus aptitudes naturales. Tenemos que desarrollar un sistema educativo que detecte lo antes posible las aptitudes de los jó venes; y los prepare
para desempeñ arse en aquello para lo que se encuentren má s aptos.
Para la armonı́a, debemos aceptar el compromiso de desempeñ ar el trabajo para el que mejor estamos cuali icados,
aquello en lo que uno es má s competente. Y deberemos aceptar la organizació n racional que los gobernantes propongan.
La educació n del gobernante es fundamental puesto que de ella dependerá el futuro del Estado que é l gobierne.
Thomas More en el siglo XVI, escribe su obra Utopía
El proyecto de More es una especie de ciencia-ϐicción, que podrı́a llamarse ciencia-polı́tica. Un proyecto imaginario e
indeterminado un paquete de ideas generales, de lo que é l llamo “una repú blica feliz” en la que detallaba el conjunto de
funcionamiento de esa repú blica, explicaba có mo funcionaba su economı́a… có mo funcionaba su urbanismo… có mo gestionaba la justicia… qué tipo de condiciones debı́an tener los ciudadanos
La palabra Utopı́a es asociada a una idea irrealizable. ¿Có mo si fuese un sueñ o que no se alcanzará jamá s?
Quizá la utopı́a sea inalcanzable, pero la bú squeda de ese horizonte, ese camino nos permite transformar, cambiar,
construir una realidad distinta.
La idea de lo inalcanzable, se transforma al echar la vista atrá s, y darnos cuenta que muchas cosas fueron consideradas
imposibles de alcanzar porque vivimos una realidad tan natural, tan normal, que creemos que estas cosas no podı́an cambiarse.
Si hablamos de lo macro, de proyectos, maquetas a escala de uno, a escala de un estado. Esencialmente el siglo XX, ha
sido productor de grandes utopı́as, la mayorı́a de las cuales ha desencadenado tragedias.
La utopı́a de Hitler partía de la construcción de una sociedad “pura” en términos raciales, creando la peor crueldad en la
historia de la polı́tica. La construcció n de una sociedad de iguales en el comunismo estalinista creó una monstruosidad; el
ré gimen de Los Talibanes hasta el 2003, el neoliberalismo en base a su má xime de que solo el capital hace grande al individuo, llevo a la mayor opresió n econó mica mundial y a innumerables guerras, elaborado en base a la traducció n de la
realidad de una teorı́a puramente abstracta.
Animé monos a soñ ar con una Universidad mejor. Al servicio de la comunidad, de los má s necesitados, que no sea concebida como una isla ni como un botı́n partidario, que tenga alto vuelo cientı́ ico, acadé mico, de investigació n e inserció n
social preponderante.
Es uno de los deberes de nuestra institució n, imaginar un norte, diseñ ar un futuro de igualdad de oportunidades, de
equidad educativa y de superació n acadé mica de todos sus integrantes, y ademá s compartida por los mismos para poder
enfrentar las distintas circunstancias que se avecinan.
Sin esta Utopı́a Acadé mica…. nos serı́a difı́cil seguir creciendo
Prof. Dr. Francisco H. Mingolla
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