Evaluación de los Centros de Desarrollo Comunitario apoyados por el Programa Hábitat

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Evaluación de los Centros de Desarrollo
Comunitario apoyados por el
Programa Hábitat
(Síntesis ejecutiva)
Boris Graizbord
Coordinador
Evaluación de los Centros de Desarrollo
Comunitario apoyados por el Programa Hábitat
(Síntesis ejecutiva)
Boris Graizbord
Coordinador
La evaluación de la operación y los servicios ofrecidos en los Centros de
Desarrollo Comunitario (CDC) apoyados por el Programa Hábitat, se realizó por
un equipo dirigido por el coordinador del Programa LEAD-México, adscrito al
Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México.
Los CDC son espacios físicos que se constituyen de una o más aulas, así como de
espacios para la recreación y/o esparcimiento. A través de estos centros, se ofrecen
diversos servicios a la población. Los CDC son espacios de encuentro y convivencia
social, que permiten promover el fortalecimiento del desarrollo comunitario.
Hábitat propone la operación de los CDC como estrategia para ofrecer servicios
integrales a la población e instrumentar acciones de beneficio social acordes con la
condición y necesidades de las localidades urbanas, con la participación
corresponsable de los gobiernos federal, estatal y municipal, en colaboración con la
población beneficiaria.
El objetivo general de esta evaluación es analizar los procesos de gestión y
operación de los centros de desarrollo comunitario con al menos un año de
intervención del Programa Hábitat, para verificar cómo y en qué medida éstos y los
servicios sociales que ofrecen inciden en el desarrollo comunitario.
Los objetivos específicos son:
1.
Analizar los procesos de gestión y operación de los CDC;
2.
Realizar un análisis financiero;
3.
Elaborar un diagnóstico del estado físico de inmuebles y equipamiento;
1
4.
Analizar los servicios sociales ofrecidos;
5.
Estudiar la percepción de actores clave en la operación de los CDC; y
6.
Analizar e identificar fortalezas y debilidades de los CDC.
A fin de alcanzar los objetivos de la evaluación se utilizó una muestra aleatoria
representativa de 220 CDC seleccionada de un universo muestral de 521; se
diseñaron instrumentos para el trabajo en campo y se siguió un enfoque de análisis
cuantitativo y cualitativo que corresponde a 5 líneas de investigación, una por cada
objetivo específico.
Para facilitar la consulta del documento, en este resumen destacamos los puntos
sustantivos que consideramos más relevantes, divididos de acuerdo a la estructura
del informe de resultados.
Resultados de la evaluación
a) Análisis de los procesos de gestión y operación de los CDC
En el análisis de los procesos de operación y gestión de los CDC encontramos que
son espacios físicos y sociales de confluencia de múltiples actores públicos, sociales
y en menor proporción privados. El actor con mayor presencia en la operación y
gestión de los centros es el gobierno municipal (con 86% de participación), que
define en gran medida la estructura y dinámica de los centros, en correspondencia
con el papel de ejecutor de los recursos. Las Organizaciones de la Sociedad Civil
(OSC) y la población colaboran en casi 40% de los CDC en las actividades de
operación, pero sólo en 14% forman parte de la administración.
Al analizar las modalidades de administración y desempeño de los centros
encontramos que el hecho de que el CDC sea administrado por un actor del
gobierno o de la sociedad civil no implica diferencias significativas en la operación
(en términos de la cantidad de servicios ofrecidos, la poca o mucha respuesta de los
2
usuarios y las condiciones de la estructura física de los espacios). Concluimos que
la modalidad de administración que prevalece en cada uno de los centros no es el
único factor que incide en los procesos de gestión y operación.
Los mecanismos a través de los cuales colaboran los actores involucrados en la
gestión y operación de los CDC son básicamente las reuniones esporádicas para
resolver asuntos coyunturales y visitas de supervisión no programadas. En otros
casos la coordinación se establece por medio de consejos, comités y asambleas en
los que se discute la planeación y programación de las actividades de los centros.
El estudio de las características de los coordinadores de los CDC reveló que la
mayoría son mujeres con experiencia y trayectoria en actividades relacionadas con
su cargo actual, dedicadas de tiempo completo a laborar en los centros.
Identificamos que solo 17% de los centros cuentan con el conjunto completo de
instrumentos administrativos que señala el Modelo para la Operación de los CDC
(SEDESOL, 2005): Programa Anual de Trabajo, Manuales de organización y
procedimientos, Reglamento de Uso de Instalaciones y Registros Contables.
Existen centros que manejan un solo instrumento (9%), así como centros que no
manejan registros contables (64%). Las evaluaciones de las acciones de los centros
están basadas en parámetros sencillos (exposiciones y eventos de cierre de cursos,
monitoreo del número de usuarios y visitas esporádicas a los centros).
El análisis de la inclusión de los CDC en los planes y proyectos de desarrollo
comunitario dejó ver que, no obstante que las autoridades municipales declararon
que efectivamente 95% de los CDC están considerados como insertos dentro de
algún plan de desarrollo (municipal, social, urbano, etc.), solo la mitad identifica en
cuál.
Finalmente, encontramos que la continuidad en la operación de un subconjunto de
CDC a lo largo del año depende de la temporalidad de los recursos del Programa
Hábitat.
3
b) Análisis financiero de los CDC
Cómo ya se mencionó, solamente 36% de los CDC cuenta con registros contables.
En este mismo sentido, únicamente 62% reportó información financiera confiable
para la evaluación. Esto implica que no existe la información que permita
determinar los costos operativos ni realizar un análisis de costo-efectividad.
De acuerdo con la información aportada, los recursos totales provenientes de las
fuentes de financiamiento para 144 centros en la muestra sumaron un total de 254
millones de pesos. Estos recursos se canalizaron en un mayor porcentaje a las
acciones de construcción (casi 65% del total), y en segundo lugar al funcionamiento
de los centros (12.4%). El total de ingresos propios es menor a 1% ya que en pocos
casos se establece un costo por los servicios ofrecidos y, cuando lo hay, las cuotas
de recuperación que se cobran por los servicios ofrecidos a los usuarios resultan
mínimas.
A partir de un ejercicio de estimación que considera únicamente un subconjunto de
los centros en la muestra que aportaron información completa, se pudo determinar
que el costo promedio anual por usuario aproximado es de 239 pesos. Esta cifra fue
calculada para un estimado de 1 millón de usuarios al año y un promedio de 21 605
usuarios por centro. Es decir, esta aproximación no es generalizable para la
totalidad de los centros de la muestra original, y mucho menos para el total de los
centros en el nivel nacional.
Cuadro 1. Resumen de recursos financieros y su aplicación y costos de operación
Concepto
Fuentes de
financiamiento
Construcción
Ampliación, habilitación,
etc.
Montos
Totales (pesos)
Porcentaje del total
163 167 474.90
64.17
28 375 860.00
11.16
Equipamiento
31 153 279.00
12.25
Funcionamiento
31 568 056.00
12.42
254 264 669.90
100.00
TOTAL
4
Costos de operación
Mínimo
Máximo
Promedio
Total
Costos fijos
$2 000
$14.5 millones
$1.8 millones
$219 millones
Costos variables
$3 600
$5.2 millones
$800 000
$77.5 millones
$5
$1 553
$239
NA
Costos totales
$3 600
$10.8 millones
$1.8 millones
$241 millones
Ingresos propios totales
$1 120
$369 000
$56 000
$1.9 millones
Costo por usuario
Fuente: Elaborado con base en la Cédula de Información Financiera y Operación.
Por otra parte, dado que no se contó con información detallada para realizar un
cálculo más preciso, es pertinente recomendar que cada centro vea la utilidad de
llevar buenos registros administrativos que le permitan conocer su desempeño para
mejorar la dirección y gestión de recursos para su futura operación.
Asimismo, es necesario priorizar la capacitación del personal a nivel municipal en
labores de gestión y administración de recursos para garantizar no sólo el
funcionamiento de los centros sino, también, una mejor rendición de cuentas y un
aporte de información administrativa, contable y financiera que coadyuve a los
procesos de planeación.
c) Diagnóstico del estado físico de los CDC
A través de inspecciones físicas in situ se detectó que existe una gran
heterogeneidad física entre los CDC. La antigüedad del inmueble permite clasificar
los centros inspeccionados en dos tipos: los construidos ex profeso por el Programa
Hábitat (más recientes) y los que operan en inmuebles utilizados anteriormente
para otros fines adaptados para funcionar como CDC. Estos últimos con una mayor
propensión a la insuficiencia o desaprovechamiento de espacios. Constatamos que
del total de los CDC de la muestra existen 29 casos que rebasan los 11 años de
antigüedad y 144 centros que tienen menos de 10 años de haber sido construidos.
Los CDC visitados, construidos ex profeso, cuentan con una extensión considerable
(55 centros cuentan con terrenos por arriba de 1 000 m2, de los cuales 20 CDC
cuentan con un terreno mayor a media hectárea).
5
En cuanto a la infraestructura básica en el área circundante de los CDC, se observa
que en promedio cerca de 90% de los centros dispone de servicios como agua,
drenaje, electricidad, alumbrado público y pavimentación; en este último rubro
solo 70% de los CDC dispone en sus alrededores de calles pavimentadas.
En lo que respecta a elementos externos de los inmuebles (fachada, pintura, puerta
principal, etc.) en general los CDC obtuvieron una calificación aceptable, no
obstante 10% requiere de mantenimiento externo a causa del graffiti. Por otro
lado, una cuarta parte de los centros ha sufrido algún tipo de robo o vandalismo. La
situación de vulnerabilidad de los CDC en términos de seguridad de las
instalaciones está relacionada, entre otros factores, con la falta de elementos de
seguridad y resguardo del inmueble como casetas de vigilancia, bardas, rejas o
malla ciclónica.
De acuerdo a la apreciación de los inspectores, en poco más de la mitad de los CDC
(51%) el espacio es adecuado para las actividades que ahí se realizan, mientras que
en el resto los espacios no son apropiados para la actividad a la que se destinan. La
razón principal es el espacio reducido que impide instalar y usar equipo o
herramientas necesarias para los cursos o talleres. Esto en buena medida tiene que
ver con la disponibilidad de espacio y el diseño de las instalaciones. Por esta razón,
consideramos que faltan lineamientos de diseño que permitan una funcionalidad
adecuada de las actividades y el aprovechamiento eficiente de los espacios
disponibles.
El equipamiento y el mobiliario varían entre los centros dependiendo de los
servicios que cada uno brinda. No obstante, en opinión tanto de los coordinadores
de centro como de los inspectores, la falta de mobiliario y equipo es considerable.
Por ejemplo, el servicio de salud es uno de los más demandados por la comunidad y
en este sentido de los 186 CDC considerados sólo 44% cuenta con consultorios
médicos en sus instalaciones, de ellos 80% dispone de mobiliario y equipo
adecuando para brindar consultas de medicina general. Otro ejemplo son las
computadoras para cursos, pues únicamente 63% de los centros dispone de
equipos de cómputo.
6
Por último, la imagen del edificio y del conjunto representa un aspecto importante
para atraer a la población que habita en las zonas aledañas. Escasos edificios
brindan una imagen específica de su función dentro de la colonia donde están
ubicados. Esto se refiere al rol de los centros cuya identidad permitiría reconocerlos
como “hitos urbanos” que sirvan incluso para acompañar esfuerzos de
revitalización urbana o barrial. Es necesario crear un sentimiento de apropiación
de los espacios entre los usuarios y vecinos de los centros, que redunde en un
mayor interés para el cuidado, mantenimiento y funcionamiento de los CDC.
d) Diagnóstico de los servicios sociales ofrecidos en los CDC
Se detectó que existe una gran variedad y heterogeneidad en el tipo de servicios que
se ofrecen en los CDC. A partir de una nueva clasificación de los CDC con base en el
número de actividades registradas, encontramos que poco menos de 20% de los
centros registran entre 1 y 5 actividades, 37.4% de 6 a 10, 19.7% de 11 a 15, 15% de
16 a 20 y 8.2% de los centros registran más de 20 actividades. Al agrupar los dos
primeros rangos obtenemos que 57% de los centros registran menos de 10
actividades.
Aproximadamente una cuarta parte de las actividades ofrecidas y registradas son
oficios. En este grupo se registran cursos como belleza, corte y confección,
panadería y carpintería, entre otros. Al interior de este grupo, los cursos de belleza
y corte y confección constituyen 27%. Los servicios relacionados con el cuidado de
la salud representan casi 13% ofreciendo principalmente consultas de medicina
general, odontológicas, psicología y diferentes tipos de terapias (siendo las de
rehabilitación física las de mayor presencia). Las actividades de índole deportivo
alcanzan poco más de 11% destacando las artes marciales, ejercicios aeróbicos,
fútbol y yoga. Las manualidades concentran 11% con talleres como decoración con
globos, velas aromáticas, tejido, tallado en madera etc. Finalmente, los cursos de
computación son una actividad apreciada como importante en los centros aunque
registran 7% del total de actividades contabilizadas.
7
Aún cuando existe una gran variedad en el tipo de servicios que se ofrecen en los
CDC, más de la mitad de la demanda se concentra en solo cuatro tipos de cursos: 1)
manualidades 16.3%, 2) belleza 14.3%, 3) computación 12.9% y 4) corte y
confección 12.5%.
Las actividades en los CDC se llevan a cabo semanalmente (98%), de estas más de
la mitad se realizan entre una y tres veces por semana, mientras que una tercera
parte se efectúa 5 días a la semana. Del total de actividades registradas en menos de
una tercera parte (29%) se cobra una cuota de recuperación por los servicios,
cursos o talleres. El monto promedio de la cuota por usuario se ubica en 11 pesos
por cada clase o consulta. Así, las cuotas de recuperación que se solicitan en
algunos casos no son un obstáculo para acceder a los cursos o servicios que se
ofrecen.
Del total de usuarios encuestados, 88% resultó del sexo femenino y 12% masculino
-esta proporción no implica necesariamente que los CDC sean utilizados
preferentemente por mujeres, sino que fueron estas las personas disponibles en los
centros para contestar el cuestionario.
Figura 1. Porcentaje de usuarios por grupo de edad y sexo
30.0
23.8
25.0
20.0
19.5
Porcentaje
20.0
15.0
11.6
10.6
10.0
5.0
3.1
3.8
2.2
1.3
1.2
0.0
De 10 a 20
De 21 a 30
Hombres
De 31 a 40
De 41 a 50
De 51 y más
Mujeres
Fuente: Elaborado con base en la Encuesta a usuarios de los CDC.
8
Asimismo, de los encuestados 14.5% declaró estar estudiando, mientras que 21%
dijo trabajar y el 64.5% restante dedicarse a quehaceres del hogar u otras
actividades.
El ingreso promedio de la población ocupada fue de 4 029 pesos, es decir 224 pesos
menos que el promedio de la población ocupada en las áreas más urbanizadas del
país. En el decil más bajo de ingresos se ubicó la población con una remuneración
mensual de 100 a 1 200 pesos. Por lo que respecta a las características
ocupacionales de los jefes de hogar 5.8% realizaba actividades en el sector
primario, 26.7% en el secundario y en el terciario 67.5%. El sesgo hacia las
actividades terciarias se explica por el hecho de que los encuestados residen en
zonas urbanas.
El promedio de usuarios atendidos en los CDC es de 30 personas al día. Igualmente
el promedio de asistencia regular a los cursos y talleres es de 30 personas.
Los usuarios manifestaron en 90% que la calidad de los cursos y servicios
proporcionados por el CDC es buena o muy buena, en tanto que 6.2% respondió
regular y 3.8% mala o muy mala. Para prácticamente la totalidad (97.9%) de los
encuestados el curso o servicio tomado ha sido útil.
Por último, aplicamos 52 cuestionarios a población no beneficiaria en 9 centros
distintos1, para conocer las razones por las que no asisten a los centros, ni utilizan
sus servicios. De los entrevistados, únicamente 4% dijo no conocerlo. La principal
respuesta por la que no asisten a los centros fue la falta de tiempo y de ahí se
derivan otras respuestas como el cuidado de hijos y nietos, por trabajo o estudio o
bien porque se considera lejos de su lugar de residencia.
1
Campeche, Chetumal, Chalco, Mérida, León, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Zamora.
9
e) Análisis de la percepción de actores clave con respecto a los beneficios de los
CDC
Los beneficios de los CDC percibidos con respecto a la creación de capital humano
y social no son aún del todo significativos. Los y las usuarias perciben que se han
obtenido más beneficios psicológicos (elevación de la autoestima, la modificación
de conductas), y de tipo recreativo en comparación con beneficios económicos,
derivados de un aumento en sus capacidades laborales. Estos beneficios tienen que
ver con cuestiones que no están directamente relacionadas con la creación y
fortalecimiento del capital humano y social, sin embargo, pueden ayudar a la
consecución de ambos.
En cuanto a la creación de capital humano, la incidencia de los CDC en este ámbito
se encuentra en una primera etapa, dado que sí se reportan mejoras en la situación
económica, pero no se reportan aumentos importantes en los ingresos que
permitan elevar el nivel de vida de la población beneficiaria. En relación con la
creación de capital social, este proceso se encuentra en una fase inicial
caracterizada por el fortalecimiento de los vínculos sociales (amistad o
compañerismo).
En el mismo sentido, las y los líderes comunitarios entrevistados perciben que los
centros estimulan los vínculos sociales entre los habitantes de la comunidad que
asisten a los cursos y talleres de los CDC.
La percepción de los prestadores de servicios que participaron en los grupos focales
da cuenta no solamente de que se están creando redes informales entre los usuarios
de cursos y talleres, sino que los servicios, como la atención psicológica, también
contribuyen a mejorar las relaciones entre éstos. Se han logrado detectar casos de
violencia intrafamiliar para ser canalizados a las instancias correspondientes.
10
f) Evaluación del desempeño de los CDC
Un índice global promedio cuyo valor numérico resultó de 7.6 puede considerarse
una calificación que de manera agregada, a los ojos de los inspectores y según la
opinión de coordinadores y usuarios, obtuvieron efectivamente los CDC incluidos
en la muestra y visitados en el trabajo de campo realizado.
Con el propósito de obtener una tipología general de los CDC que reflejara un
comportamiento diferenciado de acuerdo con ciertas características (variables o
dimensiones) se realizó un análisis de conglomerados (cluster analysis). Este
método permite la conformación de grupos de unidades u observaciones (en este
caso CDC) que comparten características semejantes. El resultado muestra, en
principio, cuatro grupos que tienden a una frecuencia uniforme (que va de 30 a 21
casos en cada grupo). Cabe destacar la nitidez de los grupos según califican por
variable. En particular, resalta el caso del grupo 4 que concentra CDC que cuentan
con una oferta de servicios múltiple, respuesta de usuarios intensa, estructura física
adecuada, perfil homogéneo de usuarios, alta intensidad de uso, origen
concentrado de recursos y oferta no especializada. Podría decirse que en términos
generales los centros que pertenecen a este grupo son los más eficientes y eficaces.
Los resultados del análisis de los índices de desempeño por grupo muestran en
primer término que el índice promedio global que va de 7.0 (grupo 2) a 7.8 (grupo
4) resulta similar al valor ya indicado del conjunto de CDC. Sin embargo, puede
apreciarse una cierta diferenciación acorde con la clasificación de los grupos. Los
CDC del grupo 4 son los que parecen tener una mejor operación, los del 3 y luego
los del 1 un desempeño no optimo y deja mucho que desear la operación de los CDC
del grupo 2. Puede decirse también que hay correspondencia entre el criterio de
clasificación a partir de las dimensiones o variables utilizadas en el análisis de
conglomerados y los valores de los índices promedio totales.
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La lista que ofrecemos a continuación debe considerarse como un resumen de los
resultados obtenidos en este apartado.
1. El tener una oferta de servicios múltiple o diversificada en los centros no
necesariamente asegura obtener una alta demanda por parte de los usuarios.
2. La oferta de servicios no corresponde, en general, a la estructura de los
centros, es decir, espacios adecuados y una oferta múltiple de servicios.
Algunos, contrariamente a lo esperado, son inadecuados en estructura y con
una oferta de servicios amplia, o bien adecuados con una oferta reducida.
3. En principio, el nivel de satisfacción que pueda manifestar el usuario no
depende de la capacitación del personal. Esta observación resulta de un
análisis de respuesta indirecta, pues en lo general y de manera directa 98%
de los usuarios considera que la capacitación del personal es excelente.
4. Los apoyos dados por una mayor cantidad de organismos no garantizan una
mayor intensidad de uso en los CDC.
5. El nivel de satisfacción de los usuarios es más alto en los grupos con
estructura física adecuada, especialización y alta intensidad de uso en el caso
del grupo 3 pero con oferta de servicios reducida, perfil de usuarios
homogéneo y respuesta débil, además de contar con el apoyo de un
organismo único.
6. La capacidad de generar tejido social, a pesar de ser muy débil, es más alta
en los centros del grupo 4 con oferta múltiple de servicios, respuesta intensa,
estructura física adecuada, intensidad de uso alta, etcétera.
7. Al parecer, un aumento en el número de actividades especializadas en los
centros asegura un incremento en la captación de grupos homogéneos de
población usuaria.
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Principales fortalezas y debilidades de los CDC
A partir del análisis global de los resultados obtenidos en el estudio, encontramos
una serie de fortalezas y debilidades de los Centros de Desarrollo Comunitario
apoyados por el Programa Hábitat de la SEDESOL. Éstas no son generalizables
para todos los CDC, pero predominan en ellos.
A continuación presentamos las más importantes.
Fortalezas:
En los CDC se concentran recursos financieros de varias fuentes en beneficio de la
población usuaria, lo que permite ampliar las posibilidades de asociación entre el
sector público y la iniciativa privada.
Los centros son geográficamente accesibles para la población beneficiaria dada la
cercanía a la población objetivo (88% de los CDC se ubica dentro de los polígonos
de pobreza identificados por la SEDESOL).
La gratuidad o los bajos costos de las cuotas de los servicios, cursos y talleres,
permite que la población asista a los CDC sin que se afecte la economía familiar.
El compromiso y vocación de servicio de los coordinadores de CDC y prestadores
de servicio como profesores, instructores, médicos, etc. representa un valor
agregado que potencializa las acciones emprendidas en los centros. La gran
mayoría de los usuarios encuestados (97 %) los evaluó favorablemente.
Los CDC funcionan como espacios de convivencia y recreación para los usuarios, en
los que se fortalecen vínculos sociales como la amistad y el compañerismo, además
de los propios vínculos familiares. Sin embargo, no pudimos apreciar en este
estudio una mejora económica en la comunidad a la que pertenecen los usuarios, ni
logramos identificar la creación de capital social entre los beneficiarios.
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Debilidades:
La responsabilidad que adquieren los gobiernos municipales para mantener las
actividades de gestión y operación de los centros condiciona la estrategia de los
mismos a las capacidades institucionales, de gestión, y recursos económicos de los
propios gobiernos locales. El municipio está presente en 86% de los CDC y, como
sabemos, sus recursos son generalmente limitados.
La consolidación de la autogestión de los CDC es incipiente. En aquellos en donde
participa la población beneficiada ésta no toma decisiones de gestión e influye
medianamente en aspectos de operación cotidiana de los centros.
La ausencia de sistemas administrativos para la planeación de la operación de los
CDC, les resta efectividad y eficiencia. Únicamente 17% de los CDC cuentan con los
instrumentos administrativos sugeridos en el Modelo de Operación.
Faltan lineamientos de diseño para permitir una funcionalidad adecuada de las
actividades y el aprovechamiento eficiente de los espacios disponibles. En 43% de
los CDC los espacios no corresponden a las funciones para las que fueron
diseñados.
La falta de mobiliario y equipo, principalmente en los salones y talleres, pero
también en algunos consultorios, reduce la eficacia de los servicios que se ofrecen.
La vinculación entre la oferta de servicios y las necesidades del mercado laboral
local es reducida.
Los CDC han influido débilmente en la organización social comunitaria y el
fortalecimiento del tejido social: 64% de los usuarios opina que la organización de
la colonia sigue igual.
A partir de estas fortalezas y debilidades aquí identificadas se sugiere, en una
respuesta de corto plazo identificar una lista de prioridades que atienda aspectos de
la operación cotidiana de los centros, tanto en lo que respecta a su funcionamiento
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como en la atención a los usuarios. Los recursos de apoyo que se destinan a
mejorar la operación de los centros existentes con inversión en habilitación,
adecuación, rehabilitación, equipamiento y mantenimiento de las instalaciones
deben tomar en cuenta un mínimo de criterios de diseño y calidad.
A mediano plazo, se propone cubrir los faltantes de equipo y mobiliario, atender las
necesidades de crecimiento de los centros que así lo requieran, e implementar
mecanismos e instrumentos de administración que faciliten la operación directa de
los centros y permitan de manera rápida y fácil la planeación y la gestión
centralizada del conjunto. También reconocemos que existen centros que cumplen
criterios de eficacia, eficiencia y equidad y con capacidad de planificación. Por tal
motivo sería aceptable en el mediano plazo se creara un sistema de incentivos
adecuado para que el apoyo se canalice primordialmente a proyectos estructurados,
bien planeados, sustentables, con objetivos bien delimitados y claramente
coincidentes con los de la política de desarrollo social federal.
En una visión integral a futuro, el equipo evaluador esta convencido de la
conveniencia de dotar con un CDC aquellos polígonos urbanos que cumplan con
determinados criterios en términos de las características de su población y que,
bajo los parámetros existentes, se dictaminen en condiciones de pobreza
patrimonial. Esta meta por supuesto está condicionada a que se resuelvan en el
corto y mediano plazos las deficiencias operativas que hemos detectado en el
estudio. Se reconoce que a pesar de que por diferentes motivos no todos los centros
han cumplido su objetivo de formar capital social, estos se han convertido en sitios
que alejan a los beneficiarios de un aislamiento social y refuerzan sus vínculos
familiares y de cooperación entre vecinos.
Desde luego, es necesario ampliar los alcances de futuras evaluaciones, pero si en el
corto plazo se aprende de la experiencia de esta evaluación, se enfrentan los retos,
se aprovechan las fortalezas y las oportunidades, en el mediano plazo se mejorarán
las condiciones de los centros existentes y se obtendrán los beneficios potenciales
que aún no se han consolidado, logrando derramas positivas más allá de la
población objetivo y del ámbito local en el que operan los CDC.
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