CONCLUSIONES I. Diseño del Programa

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CONCLUSIONES
I.
Diseño del Programa
1. Es un programa que ha demostrado un buen esquema al grado que
grandes productores y diversos municipios siguen su metodología en
relación a la promoción social.
2. La problemática que da origen al programa y la población potencial y
objetivo es insuficiente.
3. Existe un elemento importantísimo que el programa toca de manera muy
marginal: los bajísimos salarios de los jornaleros agrícolas y la constante
violación a sus derechos laborales. El soslayar esta problemática explica
el porque no se destacan acciones específicas de coordinación con la
Secretaría
del
internacionales
Trabajo
que
se
y
Previsión
han
Social
pronunciado
al
o
con
respecto
organismos
como
la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
4. La determinación de la población potencial es, en general correcta, ya
que no existe unanimidad en la cantidad de jornaleros existente en el
país ni en la forma de cuantificarlos, de tal forma que la cifra manejada
por el programa se ubica dentro de los límites razonables de estimación
que señalan otros trabajos.
5. Una notable característica general de los jornaleros agrícolas es que
estos son locales y, por lo menos un millón, son migrantes. Estos últimos
trabajan en muy distintas partes del país y con diferentes productores, su
gran movilidad dificulta su organización y la aplicación de distintos
programas. El PAJA correctamente plantea estas características de la
población objetivo.
6. Si bien en general la población potencial está bien definida, la población
objetivo está deficientemente determinada en términos geográficos; no
así en lo que se refiere a seleccionar al grupo de jornaleros agrícolas a
atender dentro de una unidad de trabajo, la que está bien determinada.
232
7. Todavía queda pendiente de definir cuánta población se consideraría
para definir una unidad de trabajo donde exista población jornalera como
“concentrada”.
8. El otro elemento para seleccionar las unidades de trabajo es, “que el
Programa disponga de capacidad operativa y financiera para su
atención”. Aquí falta el elemento de prioridad.
9. En las zonas de atracción, albergues y campamentos, la población
objetivo está bien definida al nivel de unidad de trabajo y dependiendo de
la disposición del productor.
10. El programa de atención a Jornaleros Agrícolas requiere de un enfoque
de género que se exprese en acciones específicamente dirigidas a las
mujeres y que tiendan a disminuir su desigualdad.
11. El diagnóstico del programa no considera como el problema que se
identifica afecta diferenciadamente a hombres y mujeres, es decir, las
notables diferencias que existen entre las y los jornaleros agrícolas
12. En el programa no existe el enfoque, perspectiva o consideraciones de
género traducido o expresado en políticas específicas hacia las mujeres.
13. Para la definición de la población potencial y objetivo no se tomó en
cuenta las diferentas entre hombres y mujeres y, por tanto, no existen
acciones diferenciadas que brinden mayor protección y tiendan a sacar a
las mujeres de su atraso, opresión, acoso y todavía mayor marginación
con relación a los jornaleros varones.
14. Las reglas de operación y el marco lógico del programa se hace
referencia a los jornaleros y las jornaleras, los trabajadores y las
trabajadoras los beneficiarios y las beneficiarias, los niños y las niñas, sin
caracterizar claramente ¿Quienes son?; ¿Quiénes participan? ¿Mujeres,
hombres, ambos?; ¿Cuáles son los obstáculos para la participación de
mujeres y hombres?
15. Las ROP del PAJA en el punto 7. Indicadores de Resultados, plantea un
indicador de “Equidad de Género”, con la fórmula: mujeres beneficiadas
por el programa X 100 / población jornalera total beneficiada. Este
233
indicador así formulado es inservible para medir la equidad de género, ya
que sólo determina la cantidad de mujeres atendidas por el programa.
16. En congruencia con el Programa Nacional de Desarrollo Social 20012006, el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas debe tener como
Fin: Contribuir a superar la pobreza extrema y la marginación de los
jornaleros agrícolas de México. En lugar del que actualmente se presenta
que es más bien parte del propósito: Contribuir al mejoramiento de las
condiciones de vida y de trabajo de hombres y mujeres que conforman la
población jornalera agrícola.
17. Por lo que se refiere a la relación o correspondencia entre el Programa
Nacional de Desarrollo Social y el Programa de Atención a Jornaleros
Agrícolas se nota, en general, una correcta vinculación. Solamente en
dos aspectos el PAJA podría ajustar su diseño para hacerlo congruente
con el PNDS: en lo referente a ser más específico con relación a la
participación de las mujeres y con relación a tratar de manera especial
la problemática de los jornaleros indígenas.
18. La problemática jornalera identificada son las deplorables condiciones de
vida y trabajo, no sólo de hombres y mujeres, sino de las familias de
jornaleros agrícolas, por lo cual el Propósito del Programa de Atención a
Jornaleros Agrícolas (PAJA), debiera formularse de la siguiente manera
“Mejoradas las condiciones de vida y de trabajo de las familias rurales
jornaleras agrícolas.”
19. En congruencia con este enfoque de desarrollo, el problema identificado:
“Las deplorables condiciones de vida y trabajo de las familias de
jornaleros agrícolas” debe ser solucionado atacando las causas que lo
generan. Para ello los bienes y servicios (Productos) que el Programa
debe entregar durante su ejecución deben estar orientados al desarrollo
de capacidades, a la generación de oportunidades, a la generación de
patrimonio, a brindar seguridad y que propicien la equidad, para proveer
de capital tanto físico como humano y social indispensable para que las
234
personas puedan generar y/o elevar sus ingresos y así salir de la
pobreza y la marginación en la que se encuentran.
20. El programa se refiera casi en “abstracto” a los derechos de los jornaleros o
se haga un planteamiento muy general de la defensa de sus derechos
humanos: El programa debe ser mucho más concreto y, sí precisamente
una de las causas del problema son los bajos salarios y la constante
violación a los derechos laborales de los jornaleros con claridad deberá de
plantearse la defensa de estos derechos. Por lo demás, dada la lógica de
operación del programa, debería existir una estrecha relación con la
Secretaría de Trabajo y Previsión Social y en algunos aspectos
relacionados con los derechos agrarios de los jornaleros con la
Procuraduría Agraria.
21. En la organización de la apertura programática 2006 no están identificadas
las acciones para la generación de patrimonio, el desarrollo de condiciones
de seguridad y equidad, aún cuando las organiza en otras vertientes.
Asimismo, solamente identifican las acciones para la generación de capital
físico y no así para capital humano y social.
22. Por otro lado, en la programación de metas para el 2006 están
contempladas por líneas de acción sin identificarlas en las vertientes de
desarrollo correspondientes. Dicha situación lleva a no poder identificar los
logros correspondientes por cada una de las vertientes y por activo de
generación de ingresos. Reflejándose en lo que se identifica como
Productos dentro de la MML del Programa.
23. En general las actividades presentadas en la MML para producir los
componentes (productos) del PAJA no son del todo las suficientes y
necesarias.
235
24. El PAJA en la práctica impulsa la organización social y la participación de
los jornaleros, es decir, acciones que apuntan al incremento del llamado
capital social.
25. Análisis del resultado (propósito) del Programa: En general se
cumple adecuadamente con esta parte, aunque falta incluir lo referente al
incremento del capital físico para los jornaleros y sus familias; también lo
que corresponde a mejorar la seguridad de los jornaleros y sus familias; y
la precisión de que se trata del desarrollo de capacidades y la generación
de oportunidades de empleo y de ingreso.
26. Las Actividades señaladas junto con los Supuestos en este nivel son
insuficientes para lograr los Productos: “Proyectos de Capacidades y
Oportunidades Ejecutados” y “Proyectos de Capital Físico Ejecutados”,
para lo cual se requiere agregar las actividades mencionadas y los
supuestos sugeridos.
27. Con relación al Fin del programa (impactos) los indicadores presentados
son inadecuados para medir el desempeño del programa a mediano y
largo plazo.
28. Los medios de verificación para el fin o impactos no son adecuados,
por lo que se propone la utilización de los siguientes instrumentos:
a) Encuesta Nacional de
Empleo
b) ENJO
c) Cierres presupuestales
d) Índice de Marginalidad
e) Encuesta de evaluadores externos
29. La lógica horizontal y la vertical presentan imprecisiones que deberán de
ser corregidas.
236
II.
Cobertura
1. El Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas atiende año con año
a un número considerable de jornaleros. Conforme a los cálculos
realizados en este trabajo la cobertura durante el año 2006 ha
alcanzado a cerca de 12 % de la población jornalera existente en
México, 1 lo que de acuerdo con el presupuesto otorgado es
satisfactorio pues hay que considerar que además de los apoyos que
otorga, tiene que mantener su estructura operativa en los diversos
estados de la República en donde opera.
2. Si el objetivo es mejorar las condiciones materiales de vida de la
población jornalera, en lo referente al apoyo nutricional y el
mejoramiento de vivienda, son dos rubros que efectivamente
funcionan como agentes de mejoramiento.
3. Sin embargo, es preciso dar seguimiento a cada uno de los
proyectos
instaurados
así
como
a
las
personas
que
son
beneficiadas. No obstante, en el lapso a evaluar, las entidades
siguen siendo prácticamente las mismas y se han dejado de lado
estados que tienen un número considerable de jornaleros.
4. Las entidades federativas que concentran por lo menos un tercio de
su
Población
Económicamente
Activa
en
labores
agrícolas
empleándose como jornaleros o peones son: Sinaloa, Sonora, Baja
California, Veracruz, Tabasco, Morelos, Nayarit, Colima, Tamaulipas,
San Luis Potosí, Aguascalientes, Coahuila, Hidalgo, Puebla,
Michoacán, Querétaro, Guanajuato, y Baja California Sur.
5. Hay estados que actualmente son cubiertos por el programa pero no
alcanzan el porcentaje suficiente para ser considerados potenciales
expulsores de mano de obra jornalera: Chihuahua (20.4 %), Durango
(20.3 %), Jalisco (24.4 %) y Oaxaca (19 %); también hay entidades
no consideradas por el programa pero que tienen un porcentaje
1
De acuerdo con los cálculos manejados en la evaluación de cobertura y focalización.
237
importante de población económicamente activa empleándose como
jornaleros: Tabasco (45 %), Aguascalientes (38.3 %), Coahuila (37.8
%), Querétaro (34.9 %), Guanajuato (34.4 %), estado de México
(31.3 %), Tlaxcala (29.6 %) y Campeche (25.9 %).
6. Las entidades que tienen un porcentaje por arriba de 45 % de sus
municipios con elevados grados de marginación son: Baja California
Sur, Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Puebla, Veracruz, San Luis Potosí,
Querétaro, Campeche y Guerrero. Por otro lado, las estados con
mayor porcentaje de sus localidades con alto y muy alto grado de
marginación son: Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Tabasco,
estado de México, Michoacán, San Luis Potosí, Querétaro, Veracruz,
Guanajuato y Chiapas.
7. De acuerdo con esto, se puede afirmar que los estados de la
República que presentan elevados índices de marginación tanto en
sus municipios como en sus localidades tienden a ser expulsores de
mano de obra campesina, pues ante la falta de empleo agrícola, así
como de otro tipo de trabajos en los que difícilmente pueden
encontrar acomodo, y debido a la precariedad en la que se
encuentran sus pobladores, éstos tienen que emplearse como
jornaleros en donde exista la posibilidad de ser contratados. Este
fenómeno tiende a ser más agudo en el nivel localidad pues,
mientras algunos municipios no presentan alto y muy alto grado de
marginación, algunas de sus localidades se ubican entre las más
marginadas, lo que es evidencia de que la dinámica económica en
las cabeceras municipales obedece a criterios que tienen que ver
con el desarrollo industrial y del sector servicios, por lo que las
condiciones materiales de vida generalmente son mejores pero los
centros urbanos de las regiones expulsoras no tienen capacidad
para absorber mano de obra campesina, dado que los empleos que
se ofrecen no son agrícolas.
238
8. Se considera que la cobertura del programa, aún respondiendo a los
criterios de marginalidad, no alcanza sectores de población
potencialmente jornalera, dejando fuera de su radio de atención
entidades
que
presentan
características
particulares
como
municipios con bajos niveles de marginación pero con localidades
altamente marginadas, tal es el caso del estado de México y
Tabasco; o viceversa; mientras algunas entidades no presentan
porcentajes importantes de localidades con alta y muy alta
marginación, en el ámbito municipal cuentan con porcentajes que las
hacen ver como muy marginadas: Chiapas, Guanajuato, Querétaro y
Campeche.
9. Guanajuato y Querétaro presentan porcentajes importantes en
localidades y municipios con elevado grado de marginación y
actualmente no forman parte de la cobertura del programa.
10. Si al examen anterior se añade lo relativo a la fuerza de trabajo
agrícola de peones y jornaleros existente en las distintas entidades
del país, se concluye que Tabasco, Querétaro, Guanajuato, estado
de México, Chiapas y Campeche, deben ser consideradas para
integrarse al Programa.
11. Por otro lado, estados que tienen poca presencia de jornaleros, así
como porcentajes menores de municipios y localidades con alto y
muy alto grado de marginación, pueden ser considerados como
receptores de jornaleros: Chihuahua, Durango, Jalisco, Nuevo León,
Zacatecas, Durango, Baja California, Baja California Sur, Coahuila,
Sonora, Colima, Campeche, Tamaulipas, Nayarit, Jalisco y Sinaloa.
12. Los estados expulsores, de manera inversa, son aquellos que tienen
mayor número de población jornalera, con porcentajes elevados de
marginación tanto en el nivel municipal como de sus localidades:
Chiapas, Guanajuato, Oaxaca, Yucatán, Puebla, Veracruz, San Luis
Potosí, Querétaro, Campeche, Guerrero, Tabasco, estado de
México, Aguascalientes y Tlaxcala.
239
13. El Programa opera acertadamente tanto en zonas de atracción
como de expulsión, ofreciendo alternativas de desarrollo tanto a
jornaleros migrantes como locales. En este sentido, a pesar del poco
recurso económico con el que cuenta el PAJA, la cobertura es
adecuada pero se requiere ampliar la capacidad operativa y
presupuestal del Programa, pues según lo indican la experiencia de
campo y la programación de metas por ámbito de acción, gran parte
de los recursos se destinan a vivienda y saneamiento ambiental por
carecer de personal suficiente que domine, por ejemplo, la
formulación de proyectos de empleo, capacitación o procuración de
justicia.
14. Al analizar la cobertura del Programa con relación a las
Microrregiones, se aprecia que son las zonas de expulsión en donde
se han agrupado mayoritariamente los esfuerzos mediante la
atención de población no considerada por otros programas.
15. Sin embargo, no se pone suficiente énfasis en la atención de la
población local de los estados receptores, quienes, a pesar de no
emigrar en busca de trabajo, requieren de apoyos semejantes a los
otorgados a los habitantes de localidades pertenecientes a entidades
expulsoras de mano de obra jornalera. Incluso se puede afirmar que
la política en este sentido está mal orientada, pues los proyectos
desarrollados en entidades expulsoras pone en evidencia que una
parte importante de los proyectos de capital físico no son llevados a
cabo en forma adecuada pues los beneficiarios, al no ver resultados
inmediatos, salen a trabajar dejando los proyectos bajo la
responsabilidad de familiares, a veces de algunos miembros de sus
comunidades o de plano abandonados.
16. En este sentido, las zonas que se priorizan en la atención por el
Programa son aquellas que cuentan con una población migrante en
zonas de expulsión. Por otro lado, se destaca la participación del
programa en las zonas de atracción en la atención de jornaleros
240
migrantes; mientras que la población local en sitios de atracción es
atendida prioritariamente por sobre la población migrante en zonas
de expulsión.
17. No obstante, la forma de operación del Programa en cuanto a la
atención a zonas altamente marginadas resulta un acierto, pues los
apoyos que otorga son recibidos por población que recibe escasos o
nulos recursos de otros programas. En este sentido se considera
que, si bien la distinción entre zonas expulsoras y receptoras de
mano de obra jornalera es adecuada, es importante mantener el
apoyo
focalizado
en
dichas
regiones
aunque
orientado
fundamentalmente a fortalecer el tránsito migratorio. Además, debe
considerarse la posibilidad de ampliar la cobertura hacia otros
estados, según el grado de marginación que presenten sus
municipios y localidades, en los que existe un número considerable
de población campesina con las características señaladas en esta
evaluación.
18. Existen diversos cultivos en los que se ocupa la población local y
migrante, actualmente hay proyectos en 440 localidades con algún
cultivo, lo que indica que se trata de proyectos de capital físico,
mientras que en 915 localidades son proyectos de promoción social.
19. De acuerdo con los criterios empleados para ubicar las zonas de
expulsión y atracción de jornaleros, es posible definir con mayor
precisión la focalización del Programa.
20. Del total de localidades consideradas por el PAJA, 70.4 % se ubican
en estados de expulsión de jornaleros y 29.5 % en entidades de
atracción de mano de obra jornalera.
21. De la población total a la que están orientadas las acciones
emprendidas en cada uno de los ámbitos de acción, 79.6 %
pertenece a estados expulsores, mientras que 20.3 % son de
entidades consideradas como receptoras de jornaleros.
241
III.
Focalización
1. Las reglas de operación 2006, establecen que el Programa está
dirigido a la población jornalera en zonas de atracción en las que es
obvio pensar que existe una fuerte demanda de mano de obra
jornalera, sin embargo, la mayor parte de los recursos están
focalizados hacia zonas de expulsión, por lo que, o no existe
concordancia entre las reglas de operación y la operación real del
programa, o resultan insuficientes los criterios de las reglas de
operación.
2. Se pudo observar que en los datos proporcionados por el PAJA
entre los años 2002 y 2005, en las Unidades de Trabajo no se
efectúo ninguna acción en los campamentos, la cifra que se presenta
en lo que va de los 5 años es de 50, lo que evidencia la nula
capacidad del Programa para exigir a los empresarios agrícolas la
instalación de campamentos cercanos a los lugares de trabajo para
facilitar la llegada de los jornaleros hasta ellos. Aunque es de
destacar que en 2006 se crearon 13 campamentos.
3. Por lo que se refiere a la población más vulnerable, se observó que
las mujeres y los niños han sido el objetivo sobre el cual se han
enfocado principalmente los proyectos del programa. Sin embargo se
catalogan variables que nada tienen que ver con un enfoque de
género como los niños, el tránsito migratorio y la construcción del
piso básico en vivienda, salud y abasto. En este rubro la focalización
no es adecuada, deben crearse otros enfoques en los que se
incluyan las variables antes descritas y dejar en éste sólo lo relativo
al género femenino o especificar si la capacitación, los proyectos
productivos y los relacionados con el ámbito familiar, han sido
instaurados exclusivamente con mujeres.
4. De acuerdo con la experiencia pragmática, aunada a los testimonios
de funcionarios de campo y beneficiarios del programa, cada vez hay
242
menos promotores y, por tanto, se emplean los recursos para la
compra de materiales de construcción que pueden ser utilizados
directamente por los beneficiarios. Así, cada vez menos se destinan
a talleres de capacitación o a otras acciones.
5. De acuerdo con el análisis documental, la población migrante en
zonas de expulsión es la que ha recibido mayor atención del
programa, seguida de la población local en localidades de atracción
y, por último, la población migrante en albergue o campamento. Esto
es un acierto del Programa pues con esto se logra, en cierta medida,
mejorar las condiciones de vida de la población jornalera.
6. En lo referente al ejercicio presupuestal 2004, el apoyo otorgado se
distribuyó
diferenciadamente
respondiendo
a
criterios
de
marginalidad en los distintos estados en donde actúa el Programa;
sin embargo, se perciben diferencias notables entre una entidad y
otra en cuanto al número de proyectos apoyados y los presupuestos
autorizados y ejercidos. Las diferencias más notables se encuentran
entre Baja California y Veracruz, en donde a la primera le
correspondieron apoyos económicos muy por encima de los
otorgados a la entidad veracruzana pero únicamente para atender
dos municipios, mientras que en Veracruz se atendieron 42
municipios en total. Fuera de estos casos, los demás estados
reciben los recursos de manera más equilibrada.
7. En 2005, la situación en torno de la inversión autorizada y ejercida
en el ámbito de acciones de promoción social fue como se señala a
continuación. El presupuesto total autorizado ascendió a 14 millones
360 mil 494 pesos, de los que se ejercieron 14 millones 352 mil 841
pesos para atender una población programada de 596 mil 815
jornaleros, rebasándose esta cantidad en 3.8 %, por haberse
atendido 619 mil 873 personas.
8. De manera semejante a lo acontecido en 2004, la distribución
presupuestal respondió a criterios de marginalidad, así se atendió a
243
una mayor cantidad de municipios en las entidades de Oaxaca,
Veracruz, San Luis Potosí, Morelos y Puebla, caracterizados como
estados expulsores, mientras que la mayor cantidad de recursos se
focalizaron en un número reducido de municipios en entidades con
poca presencia de jornaleros: Baja California y Sonora. A diferencia
de 2004, en este año la distribución presupuestal entre lo autorizado
y lo ejercido se aplicó más equitativamente, aunque en el caso de
Baja California el presupuesto autorizado (930 mil pesos) para
atender un número reducido de municipios (2) fue mayor al que se
autorizó para Puebla (900 mil), Morelos (727 mil 991), Hidalgo (890
mil 262) y Michoacán (707 mil 100) en los que se programaron 21,
23, 18 y 14 municipios respectivamente y en los que la población
jornalera a atender es mayoría.
9. Al igual que en 2004 y 2005, durante 2006 la tendencia ha sido a
mantener el apoyo focalizado en municipios de alta y muy alta
marginación, pero las cantidades autorizadas para entidades
expulsoras se ha conservado o ha disminuido (aunque de manera
poco significativa), a diferencia del periodo 2004 – 2005 que
aumentó notablemente.
10. En términos generales es posible decir que la focalización de los
recursos ha ido orientándose de tal manera que se priorizan
entidades expulsoras con fuerte presencia de población jornalera. En
el transcurso de tres años, de acuerdo con los datos que se han
analizado, estados que recibían recursos importantes, han visto
disminuir los presupuestos autorizados, mientras que la población
que atienden no aumenta; por el contrario, entidades con población
jornalera migrante y elevados índices de marginalidad, duplicaron o
triplicaron los recursos autorizados en un lapso de dos años; ejemplo
de esto son Puebla, Oaxaca y Veracruz.
11. De acuerdo con la estructura de la Base de Datos de la Cobertura
del Programa con datos hasta el 27 de julio de 2006 se puede
244
observar que la atención del programa enfoca sus esfuerzos
principalmente hacia la atención de localidades que tienen mayor
presencia de población hablante de lengua indígena (HLI): en 7.9 %
de los municipios de actual atención del Programa existe una
población HLI que fluctúa entre el cuarenta y sesenta y nueve por
ciento; en 27.2 % la presencia de HLI está por encima del setenta
por ciento; los que tienen una población indígena dispersa
representan 43.2 %, aquellos con menos de 40 % de población HLI
representan 21.1 % y los que no tienen presencia indígena apenas
0.4 %. Cabe destacar que en las fuentes consultadas, los datos
relativos a la población hablante de lengua indígena no se desglosan
como ocurre en este año, por lo que no fue posible hacer un
comparativo.
12. Del total de localidades consideradas por el PAJA, 70.4 % se ubican
en estados de expulsión de jornaleros y 29.5 % en entidades de
atracción de mano de obra jornalera.
13. De la población total a la que están orientadas las acciones
emprendidas en cada uno de los ámbitos de acción 79.6 %
pertenece a estados expulsores, mientras que 20.3 % son de
entidades consideradas como receptoras de jornaleros.
14. Existe contradicción entre la focalización y la cobertura, pues
mientras la cobertura busca centrar sus esfuerzos en estados con
población mayoritariamente jornalera, catalogados como expulsores
(que emigra hacia zonas receptoras de mano de obra rural), las
cantidades más importantes de recursos económicos, se orientan a
entidades receptoras, con lo que podría esperarse que las
condiciones laborales y de seguridad social de los jornaleros
migrantes mejoren. La experiencia empírica demuestra que esto no
ocurre así.
245
IV.
Operación
1. En los principales procesos identificados, la evaluación verificó el
cumplimiento de las ROP y el adecuado funcionamiento y
sistematización de los procesos.
2. Las acciones de contraloría social son aspectos que evidencian la
transparencia y certidumbre a la marcha del Programa de Atención a
Jornaleros Agrícolas.
3. La ejecución de las obras y acciones son consistentes con los
lineamientos que establecen las ROP, se respetan los montos de
apoyos estipulados en ellas, ya que de no ser así el SIPSO
rechazaría las gestiones hechas por los estados.
4. El Programa tiene un instrumento estratégico que es la coordinación
institucional que depende de cada estado, en algunos ya se
desarrolla como parte de una cultura de atención a jornaleros. Se
relacionan y coordinan con instituciones como: SSA, STy PS, SEP,
CONAFE, DICONSA, LICONSA, CDI, instancias de
Gobiernos
Estatales, Secretaria de Economía del Estado y Consejo para la
Atención a Jornaleros Agrícolas, entre otros.
V.
Resultados
1. Es un programa que potencia y multiplica el presupuesto que se le
destina, ya que su línea de acción consiste en procurar recursos por
parte de otras instancias del gobierno federal, de los gobiernos
estatales y de los municipales; además de los productores agrícolas
y sus organizaciones, de organismos no gubernamentales y de
fundaciones internacionales.
2. Los proyectos productivos apoyados por el PAJA en 2004 no son
sostenibles financiera y físicamente; siendo las principales limitantes
246
para la sostenibilidad de dichos proyectos que la mayoría de ellos son
agropecuarios, dirigidos a población migrante, en las peores zonas
agrícolas del país y con productores carentes del medio de producción
principal: la tierra.
3. El Programa ha impactado de manera significativa a la población
jornalera en las áreas siguientes: Resultados e impactos positivos en
el bienestar de las familias jornaleras, mejoramiento de las condiciones
de vivienda, combate de la pobreza patrimonial, mejor nivel nutricional,
capacitación, vivienda, e incluso salud y educación.
4. Para mejorar la cobertura y operación del PAJA se requiere que los
recursos humanos de las redes de promoción social se transformen
de personal de honorarios a trabajadores de estructura; se requiere
mayor difusión del Programa, faltan recursos materiales: vehículos,
computadoras; escasea el personal de oficinas centrales; asimismo
se requieren acciones de capacitación de recursos humanos, para
incorporar personal con el perfil que requiere el Programa;
optimizando los mecanismos de reclutamiento para asegurar que el
personal cubra los niveles técnicos, de sensibilidad social y
de
capacidad académica, para garantizar que los funcionarios y
trabajadores que atienden el Programa asuman un alto compromiso
con los objetivos del mismo. También es indispensable una mayor
participación de los gobiernos estatales y municipales en las
acciones del PAJA.
5. Es
necesario
acrecentar
las
acciones
de
concertación
interinstitucional para mejorar las condiciones de vivienda, salud y
educación de la población jornalera en zonas de atracción y de
expulsión de parte de los delegados estatales de SEDESOL,
representantes estatales y supervisores regionales.
6. Se requiere intensificar las acciones de concertación con los
productores para incrementar su aportación en capital humano en los
247
albergues de jornaleros, por parte de los representantes estatales,
supervisores regionales, y promotores.
VI. Percepción
1.
Sedesol a través del PAJA y especialmente los proyectos de inversión
de capital físico iniciados en el año 2004, constituyen un eje para la
atención a los sujetos más vulnerables del país. En ese tenor, su ejercicio
ha tenido un desempeño favorable, además en términos operativos se ha
desarrollado con eficiencia y eficacia en estos últimos años, a pesar de
haber visto reducido su presupuesto y por ende el número de Promotores
Sociales ha disminuido considerablemente. Existe pues, una adecuada
acción coordinada que ha generando un proceso comunicacional efectivo,
cubriendo acciones imprescindibles para la satisfacción de las necesidades
para quienes se ha conformado los planes de acción.
2.
A pesar de tener un menor número de promotores, su desempeño es
sobresaliente según la percepción que tienen los beneficiarios y los
Representantes de los Proyectos. Junto a todo esto, los promotores (as)
tienen una alto nivel de legitimidad y, mejor aún, de confianza por parte de
los jornaleros, en suma, han tenido pues una acción social adecuada que
propugna orientarse al éxito, o mejor aún, una acción consensual que
garantiza mayoritariamente el entendimiento entre quienes proponen o
aplican las políticas, en este caso las designadas desde Sedesol. En
términos generales existe un nutrido vínculo y acción comunicativa por
parte de los promotores que garantiza su accionar. Motivo por el cual se
debe considerar que el trabajo que desempeñan los Promotores Sociales
es importante y trascendental para el funcionamiento y operatividad del
programa y los apoyos otorgados. Como recomendación, es necesario
proponer un mayor número de Promotores, para que el Programa sea más
eficiente y eficaz, ya que gracias a ellos el Programa cubre con la postura
248
de acción consensual y comunicativa, que le da mayor legitimidad al
Programa.
3.
La atención por parte del Programa ha sido favorable e incluso
sobresaliente. No obstante, con respecto al tramite y entrega
de los
apoyos, existe cierta preocupación por parte de los beneficiarios, dado
que ocasionalmente los proyectos tienden a funcionar meses después de
lo planeado; aunque esto no sucede en la mayoría de los casos, es
necesario tomar en cuenta que es ineludible una amplia coordinación con
respecto a la toma de decisiones y políticas, todo esto procurando tener
mayores acuerdos normativos, para cubrir con mayor eficiencia y eficacia
los
objetivos planteados por el Programa. Así pues, es apremiante
garantizar que los apoyos lleguen a tiempo y se les dé un seguimiento más
detallado.
4. A grosso modo, el PAJA se ha desempeñado adecuadamente, los apoyos
obtenidos han sido canalizados mayoritariamente de forma adecuada,
aunque los beneficiarios piden mayor apoyo y seguimiento. Respecto a la
cuestión de
transparencia y rendición de
cuentas, la percepción que
tienen los jornaleros con respecto a los funcionarios es aceptable. Cabe
reiterar que quienes se llevan el crédito son los Promotores Sociales,
cuyo trabajo se destaca por su honestidad y excelente funcionamiento.
249
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