Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social Calle Juárez 86 Col. Tlalpan México, D.F. C.P. 14000 Apdo. Postal 22-048 Tels: (55) 56 55 97 18/56 55 97 38 Fax: 56 55 55 76. E-mail: [email protected] Licitación Pública No. SRMS022-02 Partida IV EVALUACIÓN DE LOS PROGRAMAS DEL INI BIENESTAR SOCIAL INFORME FINAL DE RESULTADOS DE LA MUESTRA REPRESENTATIVA EN CAMPO EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA Investigador Responsable: CLAUDIA MOLINARI Encuestadores: Elizabeth Sotelo Paz Clara Descree Bonar del Chaparro Erendira Ibeth Ramírez Figueroa Angel Ulises Velazquez Valdez Natasha Montes Hernández Orlik Trockenbroch Marzo 2003 1 • INTRODUCCION GENERAL Las condiciones geográficas de la Sierra Tarahumara son particulares. Altas cumbres boscosas (el bosque de coníferas más grande del país con cuatro millones de hectáreas arboladas) y depresiones de cuatroscientos metros sobre el nivel del mar (barrancos) donde se encuentra vegetación semi tropical así como cactáceas y el cause más profundo de todos los ríos que surcan la Tarahumara. Parte de la Sierra Madre Occidental, la Sierra Tarahumara atraviesa el estado de Chihuahua limitando con el estado de Sonora al oeste. Es esta región donde habitan la mayor parte de los indígenas nativos : cien mil HLI, Tarahumaras, Tepehuanos, Pimas y Huarojíos (todos del tronco lingüístico yuto-náhuatl). En términos absolutos, el estado de Chihuahua, aun siendo el que concentra el mayor número de indígenas en todo el norte del país, no tiene una densidad de población de origen precolombino tan grande como Oaxaca o Chiapas. El trabajo de campo se llevó a cabo sin contra tiempo alguno. Del 12 de noviembre al 12 de diciembre del año en curso. Únicamente un día fue imposible realizar entrevistas debido al intenso frío y la lluvia constante. El grupo de trabajo estuvo formado por un investigador responsable (Claudia Molinari) y seis asistentes, alumnos de la licenciatura de Etnología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. (Sotelo Paz Clara Elizabeth,, Bonardel Chaparro Desiree, Ramírez Figueroa Eréndira Iveth, Velázquez Valdez Angel Ulises, Montes Hernández Natasha y Trockenbroch Orlik). En cada una de las seis comunidades visitadas se contó con el apoyo de jóvenes o maestros bilingües que colaboraron en algunas entrevistas en lengua ralamuli. En algunos casos este apoyo no fue necesario porque el investigador responsable tiene conocimiento del idioma indígena. Se elaboraron traducciones de algunos de los instrumentos de evaluación (preguntas de los cuestionarios) como forma de apoyo al encuestador. Se formaron tres equipos de trabajo integrados por dos alumnos cada uno. El investigador responsable llevó a cada equipo a su comunidad de trabajo, los instaló en los albergues escolares y realizó la capacitación previa de todos los estudiantes que fungieron como encuestadores. El investigador visitó todas las comunidades y habló con todos los jefes de albergue así como con distintas personas integrantes de cada una de las poblaciones visitadas. Se visitaron para la evaluación de los cuatro programas seis comunidades o pueblos tarahumaras (Mesa de la Yerbabuena, Munérachi, Kírare, Samachique, Guaguachique y Panalachi), en tres municipios distintos: Batopilas, Guachochi y Bocoyna, y dos regiones geográficas contrastantes cumbre y barranco, en el estado de Chihuahua. En cada una de estas localidades permanecimos de tres a cuatro días. 2 LOCALIDAD COMUNIDADES TRABAJADAS PARA LA EVALUACION MUNICIPIO LENGUA HABLADA Mesa de la Yerbabuena Munérchi Kírare Samachique Guaguachique Panalachi Batopilas Batopilas Batopilas Guachochi Guachochi Bocoyna Ralamuli Ralamuli Ralamuli Ralamuli Ralamuli Ralamuli Las seis comunidades seleccionadas representan casi toda la gama de comunidades posibles en la Sierra Tarahumara (sólo faltó una comunidad de tipo “gentil”, es decir, aquellas que no aceptan la presencia de ninguna institución externa, sea federal, religiosa o ejidal). Desde la más aislada 3 (cinco horas de caminata) sin acceso por carretera como Munérachi en el municipio de Batopilas, hasta la más comunicada e “intervenida” (por empresas madereras, misiones protestantes, narcotráfico, instituciones indigenistas o de Derechos Humanos) como es Samachique en el municipio de Guachochi. La selección de las comunidades estuvo basada también en: • La existencia de una escuela-albergue asistida por el INI • La presencia sistemática del INI con uno o más programas • La sugerencia del personal del INI en Chihuahua y Guachochi • Ubicación dentro de alguna micro región establecida por SEDESOL Además, se realizó una visita a la cabecera municipal de Guachochi donde se encuentran las instalaciones del CCI que atiende a la población tarahumara con el fin de entrevistar a los funcionarios del INI e informarles sobre los propósitos de nuestra evaluación. Lo mismo que a la ciudad de Chihuahua para contactar y entrevistar al delegado estatal del Instituto y a los diversos funcionarios responsables de los programas en evaluación. Se efectuó una visita corta a la comunidad de Sojahuachi, municipio de Bocoyna como parte de los trabajos de evaluación del programa de medicina tradicional. La disposición para ser entrevistados y la colaboración del personal del INI fue muy buena. Desde la delegada estatal hasta los promotores en el CCI y todos los jefes de albergue. Los responsables de Capacitación, Albergues y Salud ofrecieron documentación, permitieron el libre acceso a sus registros de trabajo. El responsable del programa de Bienestar Social en la ciudad de Chihuahua, llevó incluso a la Coordinadora de la evaluación a este programa y a la investigadora responsable en este estado a la comunidad tarahumara de Sojahuachi (Mpio. Bocoyna) con el fin de conocer las instalaciones (aun en construcción) de una sala para curaciones y un laboratorio de medicina botánica tradicional a cargo del Instituto y de un médico “hierbero”, impulsor de la organización de médicos tradicionales “Napawika Nochama Owiruame”, a quien se logró entrevistar en la cabecera municipal de Bocoyna (también gracias a la intermediación de dicho funcionario). Otra entrevista con una curandera en Guachochi pudo ser realizada gracias a la colaboración del médico responsable del programa de Bienestar Social en el CCI de Guachochi. • METODOLOGIA Ya en comunidad, la estrategia de observación y análisis consistió en dormir y vivir en los albergues escolares (SEP-INI). Con el fin de comprender la situación escolar y aun comunitaria desde dentro del propio plantel educativo. En las comunidades donde opera una Unidad Médica Rural IMSS- Oportunidades (Mesa de la Yerbabuena, Samachique y Panalachi) se entrevistó al médico responsable para obtener información sobre la atención médica a los niños dentro de los albergues así como sobre 4 potenciales pacientes que pudiesen haber sido beneficiados con algún programa del INI relativo a Bienestar Social. En los tres casos la respuesta de los médicos fue favorable y de colaboración. En todos los casos se sostuvo una entrevista con la autoridad del pueblo y con la población en general a quienes se les aplicó alguna de las encuestas y entrevistas libres dirigidas a conocer el impacto y el funcionamiento del INI. Se logró también una entrevista con tres médicos tradicionales owiruame. En general, la respuesta de los pobladores fue favorable para los fines de la evaluación. En ello contribuyó el conocimiento previo del área y en muchos casos de la población misma y del idioma tarahumara. Para obtener los datos básicos se aplicaron encuestas y entrevistas previamente elaboradas por el área coordinadora de la evaluación. Una encuesta para madres de familia (6), una para pacientes canalizados a hospitales de tercer nivel (6); una entrevista para funcionarios del INI (4), una para organizaciones de médicos tradicionales (2); otra para médicos tradicionales sin organización (2). El tipo de preguntas planteadas permitió al evaluador conocer el proceso general de trabajo de los funcionarios del INI, sus problemáticas y su área de influencia. CENTROS COORDINADORES INDÍGENAS VISITADOS En el estado de Chihuahua se visitó solamente uno de los cuatro CCI que existen: el de Guachochi. Esto se decidió así por dos razones. Una, es el único de los cuatro que atiende preferentemente a población tarahumara que es el objetivo de la evaluación (El de Turuachi atiende a tepehuanos, el de San Rafael a Pimas y el de Carichí a Huarojíos), y dos, la distancia tan grande a la que se encuentran uno de otro que, con sólo 25 días de trabajo de campo y una agenda de trabajo completa, hubiera sido imposible abarcar los cuatro centros. Por otra parte, el municipio de Guachochi es el único de los 67 que integran el estado de Chihuahua, cuya población hablante de lengua indígena (HLI) es mayoritaria a la población que únicamente habla el español. Centros Coordinadores Indigenistas en Chihuahua CCI Guachochi Turuachi San Rafael Carichí Municipio Guachochi Guadalupe y Calvo Urique Carichí Población indígena atendida Tarahumara Tepehuana y Tarahumara Pima y Tarahumara Huarojía y Tarahumara El CCI de Guachochi fue el segundo de estos centro fundado en todo el país (1952) y uno de los primeros en importancia a nivel nacional. Sus instalaciones abarcan un predio muy grande 5 cercado con malla ciclónica, a un costado del Centro de Integración Social “Eréndira” (la escuela primaria-internado más grande en toda la Tarahumara). La primera impresión es la de que “todo tiempo pasado fue mejor”. Actualmente se encuentran abandonadas o convertidas en bodega, lo que alguna vez fueran las clínicas, talleres, invernaderos. Se encuentran en funcionamiento las áreas de oficinas, equipadas con lo mínimo necesario para el trabajo rutinario (escritorios, máquinas de escribir, mesas, sillas y “calentones”), así como las casas habitación para los trabajadores (director, administrador y jefes de programas). Hay una cancha de básquetbol que concentra, para la práctica de este deporte, a jóvenes de la localidad. Para la visita a las comunidades cuentan con seis vehículos (camionetas), la más reciente modelo 1995. En el predio se encuentra también la radiodifusora XETAR La Voz de la Sierra Tarahuamara, dependiente del INI. Es la mejor instalada en un sentido técnico y la que sin duda, mejor trabajo realiza. Cuenta con cabina de grabación, transmisión, equipo suficiente, fonoteca, una biblioteca en formación, computadora y conexión a internet. Transmite en los cuatro idiomas étnicos locales tarahumara, tepehuano, pima y huarojío más español. Su señal abarca casi toda la región y es la radiodifusora más escuchada por la población indígena. Funciona como un medio de comunicación interno (transmite avisos, saludos) y es el vehículo más eficaz para informar a los radioescuchas sobre programas de acción institucional. El ritmo de trabajo en el CCI es completamente burocrático, obedece a un horario preestablecido y sigue una inercia propia de todas las oficinas gubernamentales en el país. El sueldo de los trabajadores es tan bajo como su ímpetu para romper la rutina. El trabajo requiere para su buena realización, de la aprobación administrativa y los planes sólo pueden ejecutarse si están ceñidos al esquema de comprobaciones administrativas que poco o nada conoce de la realidad de las comunidades indígenas. La ciudad de México, de donde emanan todos o casi todos los proyectos, queda muy lejos, física y culturalmente de Guachochi. Los funcionarios de nivel nacional sólo visitan este CCI en ocasiones coyunturales (el aniversario de la radiodifusora, la inauguración de algún proyecto productivo). El director del CCI tiene la formación de antropólogo y una larga experiencia de trabajo indigenista en la región lo que ha posibilitado que los escasos recursos del Instituto se destinen a acciones de carácter cultural. Una segunda mirada al CCI de Guachochi confirma la impresión primera de aislamiento y desolación. Y sin embargo, funciona. ÁREA DE INFLUENCIA DEL INI EN CHIHUAHUA 18 municipios y 146 localidades rurales y dos ciudades MUNICIPIO Balleza POBLACIÓN TOTAL 14,258 PHLI 6,390 6 Batopilas Bocoyna Carichi Chihuahua Chínipas Guachochi Guadalupe y Calvo Guazapares Guerrero Juárez Madera Morelos Nonoava Ocampo Temósachi Urique Uruachi 10,284 24,221 6,844 598,555 5,832 40,509 40,509 6,809 34,684 1,002,609 4,702 5,608 2,940 5,559 243 21,066 10,847 2,104 705 6,864 7,953 1,667 6,217 14,781 7,113 220 6,585 1,317 Fuente: INI Delegación Estatal Chihuahua. informe POA 2002. XII Censo General de Población y Vivienda, INEGI • BIENESTAR SOCIAL ATENCIÓN TERCER NIVEL Y MEDICINA TRADICIONAL El Programa de Bienestar Social el cual comprende las acciones de Atención Médica de tercer nivel a pacientes indígenas mediante apoyos tales como: gastos complementarios de traslado de pacientes, hospedaje, alimentación, pago de servicios médicos, de laboratorio, y compra de medicamentos y de prótesis en algunos casos; además, un segundo componente de este programa es el Medicina Tradicional, en el cual se busca fortalecer esta práctica médica, el fomento y apoyo a los procesos organizativos de los médicos indígenas tradicionales, y la investigación de la medicina tradicional mexicana con vías a buscar su reconocimiento por parte del Sector Salud. • EL CONTEXTO Los programas relacionados con la salud indígena no constituyen en la actualidad prioridades presupuestarias ni estratégicas para el INI. La labor más importante de los encargados de operar estos programas es la orientación y la vinculación de otras instituciones de salud hacia las regiones con alta densidad de población indígena. En este sentido, sería pertinente enfocar las futuras evaluación hacía esta tarea. 7 La idea de fomentar la organización de los “médicos tradicionales indígenas” no surgió en Chihuahua sino en la ciudad de México hace más de una década. En Chihuahua la propuesta se adoptó a partir de que un grupo de médicos tradicionales de la Tarahumara asistió, en compañía de promotores culturales del INI Chihuahua, a un Encuentro de Medicina Indígena, convocado por el INI central, realizado en Oaxtepec en el año de 1989. Posteriormente, un médico del municipio de Bocoyna tuvo la iniciativa de agrupar a otros colegas para reivindicar sus prácticas curativas. El INI los apoyó desde un principio. No se sabe cuántos médicos tradicionales existen en la región Tarahumara. El CCI de Guachochi tiene un censo elaborado en 2002 donde registra 22 médicos, la mayoría dentro del municipio de Guachochi, en el que además especifica “especialidad” y “localidad”. La subdirección de Bienestar Social en la delegación estatal elaboró otro censo concentrando información de los cuatro Centros Coordinadores Indigenistas en el que registra 65 médicos tradicionales, todos tarahumaras en seis municipios y 34 localidades, agrupados en cuatro organizaciones (Napawika Nochama Ralamuli, ONAOR, Cultivando Nuestra Tradición y la Organización de Médicos Tradicionales de la lta Tarahumara) ; y con las siguientes especialidades : owiruame, hierbero, curandero, chupador, partera, partera-espiritista, partera-levantadora de molleras, partera-males puestos, médico tradicional, hierbero-espiritista, espiritista, sobador, hierbero-sobador. Por su parte la Etnografía especializada reporta cuatro tipos diferentes de médicos indígenas: Owiruame (médico), Sukuruame (hechicero), Owirruame chupador de gusanos y sipaame (raspador de peyote). En el año de 2002, el CCI Guachochi realizó también un registro de la flora medicinal y su uso terapéutico con 39 nombres de plantas de la región. Derivado de las acciones del INI existen dos organizaciones de médicos tradicionales en la región atendida por el CCI Guachochi . Una llamada Napawika Nochama Owiruame (Juntos trabajamos los doctores), cuya cede se encuentra en Sojahuachi, municipio de Bocoyna. Integrada por alrededor de 22 médicos (Owiruame y Sipaame), que operan en las comunidades de Tehuerichi, Nararachi, Pasigochi, Sojahuachi y Kojachichi. Constituída alrededor de 1991. Uno de los líderes de la organización es un médico hierbero llamado Salvador Cornelio Domínguez (de más de 70 años). Consiguió el apoyo del INI para realizar un proyecto que llama “la Casa de Curación” dentro de su propio terreno en Sojahuachi. Construcción no concluida que incluye un laboratorio para la elaboración de productos galénicos, la casa de curaciones y otra habitación para el descanso y atención de pacientes. La otra organización tiene su cede en Guachochi, se llama “Organización de médicos tradicionales de la Alta Tarahumara”, o bien “Semati Rayewi Owami Owiruame Raramuri” (bonita hierba verde que nos cura doctor tarahumara). Su presidente se llama Simón Díaz Cruz 8 De carácter más sincrético que la primera (presumiblemente más tradicional), está constituida por espiritistas, hierberos, sobadores, parteras y owiruames. Alrededor de 20 participantes que trabajan para las comunidades de Balleza, Baquiriachi, Agua Puerca, Tecorichi, Caborachi, Laguna de Aboreachi, Wiyorare, Tonachi, Wacarachi, Cieneguita, Rocheachi, Norogachi, Wechomoachi y Sehuerachi. Su declaración de principios incluye una petición de respeto a las autoridades tradicionales, a evitar el saqueo de especies vegetales y del bosque y un alto a la evangelización protestante. • BENEFICIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES En general se benefician de los programas de salud los indígenas que viven más próximos al CCI en Guachochi o a la ciudad de Chihuahua y son estas personas quienes transmiten la información a sus conocidos. De acuerdo con datos proporcionados por la Delagación Estatal, con el programa de atención a Tercer Nivel, se atendieron 80 casos durante los primeros 10 meses del año 2002. En cuanto al programa de Medicina Tradicional, los beneficiarios son directamente los especialistas indígenas. Al otorgarles credenciales que los acredita como “médicos tradicionales” el INI ha contribuido a darles legitimidad a estos especialistas frente a la sociedad no indígena en la región. Este es uno de los principales beneficios del programa percibido por la propia comunidad de médicos inscritos (42 al menos). Otros beneficios puntuales han sido la creación de centros de reunión y consulta en dos localidades y municipios diferentes. • COSTO BENEFICIO Muchos de los apoyos brindados en el programa de atención al tercer nivel no entran en el presupuesto asignado o lo exceden. Tal es el caso de las donaciones conseguidas, el traslado de cuerpos a sus comunidades o el dinero que de su propio salario otorgan en ocasiones los funcionarios del INI a las personas que lo solicitan. Los programas de salud no cuenta con partida presupuestal para su difusión y tampoco se hace uso de la radiodifusora en Guachochi pues, como dijo el responsable del área de Bienestar Social en Chihuahua: “No tiene caso darlo a conocer masivamente porque es casi nada el recurso con el que contamos para apoyar realmente a los necesitados”. 9 PRESUPUESTOS ASIGNADOS AL PROGRAMA DE BIENESTAR SOCIAL 2002 PROGRAMA Y/O ACCIÓN PARTIDA MONTO P.BENEFICIADAS Medicina Tradicional 58 10,000.00 25 personas Apoyo pacientes de tercer nivel y familiares 59 70,000.00 80 personas Elaboración de productos galénicos y construcción 47 20,505.00 50 personas de la casa de curación (medicina tradicional) Reunión con Médicos Tradicionales 58 20,000.00 35 personas El programa de atención al Tercer Nivel, recibió un muy bajo presupuesto para ejecución (70 mil pesos promedio para el año 2002) por lo que es poco o nulo el impacto que, de hecho, tuvo sobre las comunidades. Con un presupuesto anual promedio de 70 mil pesos se reporta que se benefició a 80 personas, es decir que cada una recibió en promedio 850 pesos. Durante el mes de octubre del año 2002 el presupuesto se terminó y para seguir apoyando a los solicitantes han tenido que recurrir a otras partidas presupuestales y a los malabarismos administrativos para justificar los gastos. El presupuesto total para el programa de Medicina Tradicional en el año 2002 fue de 50,505.00 pesos. El recurso fue empleado para realizar diversas reuniones de médicos tradicionales en vistas a fortalecer su organización. Se adquirió un terreno para construir una casa de curaciones en Las Truchas (cabecera municipal de Guachochi) y se prosiguió con la construcción de la casa de curaciones y el laboratorio de productos herbolarios en Sojahuachi, municipio de Bocoyna. Se efectuaron cuatro reuniones con médicos tradicionales tendientes a consolidar su organización y planificar la construcción de las casas de curación y dos cursos para elaboración de productos galénicos. Las dos organizaciones formalmente constituidas de médicos tradicionales (dentro del área del CCI Guahochi) son las directamente beneficiadas con estas acciones y de manera colateral las poblaciones donde ejercen su oficio estos especialistas, dado que fortalecer a la comunidad de médicos tradicionales redunda en la Tarahumara en un fortalecimiento de la identidad étnica y de las estructuras sociales indígenas. • CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS El objetivo del programa de tercer nivel es apoyar a la canalización de casos, entonces el objetivo se cumple dentro de los presupuestos asignados, el que impacte o no, no depende del objetivo sino del presupuesto y la capacidad operativa. Su carácter es asistencialista. Se apoya con dinero (aunque siempre poco) a los solicitantes para que puedan comprar boletos de camión y trasladarse de su pueblo a Chihuahua o bien a México (donde se encuentran los hospitales especializados) y luego efectuar el viaje de regreso; se pagan estudios de laboratorio y recetas médicas y en los 10 vehículos del Instituto se trasladan cuerpos cuando hay decesos. Salvo casos muy particulares no se lleva un seguimiento de los casos. El INI procura apoyar económicamente a todo aquel que lo solicite. Para conseguir un mejor servicio está coordinado con otras instituciones en la ciudad de Chihuahua como la Secretaría de Salud, la Coordinación Estatal de la Tarahumara, el Club de Leones y los Rotarios, a donde canaliza enfermos. El INI gestiona también apoyos en especie, como donaciones de muletas, prótesis o material de curación. En los documentos que los promotores del CCI Guachochi aportaron para la evaluación del programa de Medicina Tradicional se pueden encontrar señalados los siguientes objetivos generales : Incorporar la medicina tradicional y a los médicos tradicionales como alternativa de solución en comunidades y albergues. Establecer estrategias que nos permitan dar a conocer estas alternativas de solución a las dependencias de salud. Trabajar conjuntamente con médicos tradicionales en la integración de su medicina dentro del sistema nacional de salud » De acuerdo con la observación en las comunidades visitadas, más que cumplir con estos objetivos generales de largo alcance (sobre todo lo que concierne a integrar la medicina tradicional al sistema nacional de salud), el programa obedece a objetivos concretos producto de las demandas y necesidades de las dos organizaciones de médicos tradicionales que el mismo INI ha fomentado. Los médicos entrevistados aseguran estar satisfechos con el apoyo recibido por parte del INI. Una de las líderes de la agrupación llamada Organización de médicos tradicionales de la Alta Tarahumara dijo en entrevista el día 15 de noviembre del 2002: « El doctor (del INI) tiene mucho empeño pero no tiene dinero. Esperamos para nuestros hijos que vuelva aquella época en la que los maestros veían que no se perdiera la lengua. Cuando el INI era muy grande ; uno se sentía orgullosa. El INI es muy importante, que nos apoyo a los médicos, está bien. Pero también a la educación, detener el saqueo de madera y que no se lleven nuestras hierbas para otro lado. » • CUMPLIMIENTO DE METAS El funcionario responsable de Bienestar Social en la delegación de Chihuahua estima que casi una persona por día acude a las oficinas del INI solicitando apoyo para un caso de enfermedad grave. Asegura además que se procura atender a todos los solicitantes aun cuando no sea el propio Instituto el que brinde el apoyo, canalizándola con aquella institución que sí pueda hacerlo. En este sentido el cumplimiento de metas se corrobora de manera sobrada. 11 Por lo que respecta al programa de Medicina Tradicional, hasta noviembre de 2002 se había alcanzado el 80 % de las metas propuestas a principio del año. Aun queda por terminar de construir la casa de curación de Sojahuachi. • CUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVIDAD Y LAS REGLAS DE OPERACIÓN Las reglas de operación y la normatividad en los programas de salud no son escritas o al menos no se sigue ningún manual en términos prácticos. Se tiene la premisa de apoyar a todo aquel que lo solicite siempre que sea indígena ( « todo aquel que dice serlo y es reconocido como tal por la comunidad ») y no tenga medios para resolver un problema de salud grave o bien se trate de un colectivo que integre una organización, en el caso de los médicos tradicionales. La política, en el caso de apoyo al tercer nivel, es otorgar el menor recurso posible (en la medida en que el dinero con el que cuenta el programa es muy poco) ; pero se procura víncular a los solicitantes con otras instituciones de salud o beneficencia para que reciban mejores apoyos y se cumplan así los objetivos. 6.- ¿COMO SE ENTERO DEL PROGRAMA DEL INI ? KIRARE 1.2 CANTIDAD 1 MUNERACHI 0.8 SAMACHIQUE 0.6 0.4 MESA DE LA YERBABUENA 0.2 0 GUAGUACHIQUE INI MAESTRO MEDIO MEDICO PANALACHI 12 9.- ¿QUE TUVO QUE HACER PARA QUE EL INI LE DIERA EL APOYO? 7 6 5 4 3 2 1 0 MUNERACHI • TOTAL IR A GUACHOCHI NO RECIBIO EL APOYO SAMACHIQUE IR A CHIHUAHUA CANTIDAD KIRARE MESA DE LA YERBABUENA GUAGUACHIQUE PANALACHI CUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVIDAD INTERNA Independientemente de los procedimientos escritos, lo que se observa es la ejecución de estos programas en base a una ética de trabajo que pone énfasis en apoyar a todo aquel que lo solicite y reuna los requisitos para ser sujeto de ayuda. 1.- ¿QUE LENGUA HABLA USTED? KIRARE 1.2 1 0.8 0.6 0.4 0.2 0 SAMACHIQUE ESPAÑOL MESA DE LA YERBABUENA TARAHUM ARA Y ESPAÑOL CANTIDAD MUNERACHI GUAGUACHIQUE PANALACHI LENGUA 13 • ANÁLISIS DE LA EVALUACIÓN, PROBLEMAS Y PROPUESTAS La evaluación, tal como fue aplicada en Chihuahua, abarcó una muestra pequeña que puede ser poco representativa. Las entrevistas y encuestas sirvieron mucho más como guía de observación y análisis a los programas de salud implementados por el INI. El problema no fueron los instrumentos en sí, sino las distancias tan grandes entre una comunidad y otra y el hecho de haber evaluado únicamente un CCI (entre un total de cuatro). En la próxima evaluación sería conveniente ampliar el área geográfica de evaluación y aumentar el tiempo de trabajo o bien el personal que lo realice. El conocimiento previo de la región y el uso de la etnografía como instrumento de conocimiento contribuyeron al análisis en esta tarea evaluatoria. Sin embargo, es necesario contratar investigadores que tengan un amplio conocimiento de las estructuras operativas de la institución objeto de la evaluación para que los resultados sean aun más óptimos. Fuera de la ciudad de Chihuahua y de la cabecera municipal de Guachochi, ninguno de los entrevistados, ni de los médicos adscritos al IMSS trabajando en comunidad sabía de la existencia del programa de tercer nivel como tal. Para encontrar personas que recibieron este apoyo hubo que seguir la pista de los pacientes en comunidad, entrevistando antes a otros pobladores y a los mismos médicos que sabían de algunos enfermos que fueron trasladados a hospitales en meses o años pasados con algún apoyo del INI. Encontrar a estas personas costó mucho trabajo y las entrevistas obtenidas constituyen ejemplos de casos atípicos y no la norma. En todos los casos, además del INI, intervinieron otras personas o instituciones para resolver el caso. El principal problema que enfrenta este programa es su bajísimo presupuesto que lo limita en su capacidad de acción. Pero también la falta de lineamientos claros y la ausencia total e un análisis en términos culturales de cómo y por qué operar el mismo. El apoyo que el INI en Chihuahua brinda a las organizaciones de médicos tradicionales no trasciende el orden formal. Pudiendo ser un programa clave para el reforzamiento de la identidad y la autonomía étnica (en tanto que los médicos tradicionales son gente con prestigio dentro de las comunidades, muchas de las veces líderes de opinión), el programa no fomenta la organización comunitaria en general ni se plantea un proyecto serio para fortalecer realmente la organización comunitaria indígena. Su apoyo es puntual por falta de una perspectiva de largo plazo, es decir, de un plan estratégico de acción a futuro. El ritmo de trabajo es burocrático. Sin duda la falta de presupuesto limita las posibilidades de acción de los funcionarios del INI. Los dos responsables entrevistados manifiestan una clara conciencia de la importancia que pudiera llegar a tener el programa de operarse con mayor presupuesto o recursos humanos. Conocen bien la región y la cultura indígena, ubican a los médicos tradicionales como figuras claves en la reproducción cultural de los tarahumaras. 14 • SEGUIMIENTO A LAS RECOMENDACIONES DE LA EVALUACIÓN ANTERIOR La evaluación anterior, además de inconclusa y superficial, no ha sido difundida en el INI de Chihuahua. Se desconocen sus resultados y recomendaciones. Algunos funcionarios dijeron recordar que el año pasado, pasaron veloz y casi imperceptibles algunas personas que aseguraban realizar dicha evaluación. Luego no supieron qué pasó. • CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES El programa de Tercer Nivel no es el resultado de ningún plan estratégico ni de políticas definidas de atención a la población indígena. Se trata de un programa menor, residuo de lo que fuera la cobertura mayor que en cuestiones de salubridad social, otorgara el INI antes de los severos recortes presupuestales y de la “transferencia de funciones” a otras instituciones. (El Gobierno del Estado de Chihuahua con un programa similar tiene asignado un presupuesto de alrededor de 130 mil pesos mensuales). Como dijo en entrevista el responsable del área de Bienestar Social en Chihuahua, refiriéndose al programa y al Instituto en general: “Está agónica esta madre pero aquí seguimos con respiración artificial”. Aun en localidades bien comunicadas y accesibles como Samachique o Panalachi, los entrevistados desconocen la existencia del programa de apoyo al Tercer Nivel (brindar el apoyo fue algo más coyuntural que el resultado de una práctica sistemática por parte del INI) y son otras instituciones las que normalmente resuelven la necesidad de traslado de enfermos a hospitales de tercer nivel y apoyo a los pacientes y sus familiares (el propio IMSS, el Ejido o las Misiones católicas y protestantes). Un número de enfermos o accidentados aun ineterminado por las estadísticas, muere cotidianamente en la Tarahumara por falta de atención médica oportuna o falta de recursos para ser trasladados a hospitales de tercer nivel. No hay difusión del programa ni partida presupuestal para tal fin. El programa no cuenta con suficiente presupuesto para tener un impacto efectivo dentro de la comunidad indígena. El programa tal como está estructurado en la actualidad no tiene mucho sentido. Su impacto es bajísimo y lo único que consigue es reproducir la idea de dar caridad o asistir con apoyo (casi moral) a los indígenas con problemas graves de salud. Recomendaciones Si el INI con su radiodifusora XETAR pudiera concentrarse mejor en campañas de difusión y enseñanza de qué hacer en caso de emergencia con la salud sería más eficiente y productivo que si continúa asistiendo con un presupuesto mediocre a algunos enfermos con necesidades graves. 15 La acción de gestoría y vinculación que realiza el Instituto es eficiente y podría sugerirse que se fortaleciera esta función con el fin de que otras instituciones afines pudieran aprender de la experiencia del instituto y mejorar los servicios de salud hacia la población indígena. La función del INI en los últimos años ha sido la de orientar a otras instituciones (salud por ejemplo) para la atención a población indígena en víspera de su desaparición y en el contexto de una reducción sustancial de presupuesto, funciones y operatividad práctica. Fortalecer esta función de asesoría y gestoría sería posiblemente más efectiva su acción indigenista. Es un trabajo realizado con dedicación a pesar de su bajo presupuesto y su falta de lineamientos. Es recomendable que se aumente significativamente el presupuesto para este programa porque su incidencia en las comunidades puede ser definitiva en la revaloración de la cultura e identidad étnica. El INI no necesita plantearse el objetivo de « Incorporar la medicina tradicional y a los médicos tradicionales como alternativa de solución en comunidades ». Porque, de hecho, estos médicos son el primer recurso de salud de todo tarahumara típico, pero sí trabajar realmente por incorporarlos en los albergues. En los albergues escolares, que es donde más se requiere de un apoyo médico de primer nivel y con presencia cotidiana, no hay asistencia médica sistemática por parte del INI. Esta la realizan generalmente médicos del IMSS que tienen una rutina de visita (mensual) y seguimiento del crecimiento y desarrollo de los niños becados o bien los médicos que forman parte del proyecto PAC. El INI podría, sin necesidad de gran presupuesto, fomentar la vinculación de los médicos tradicionales con los albergues escolares para que éstos especialistas se encargaran de la salud elemental de los becarios. Con ello se propiciaría además, el acercamiento del sistema educativo formal con la comunidad tradicional, reparando una fisura cultural y generacional que el propio INI ha creado a lo largo de los años de existencia de los albergues. TIPO CANTIDAD 3.- ¿CON QUIEN ACUDIO USTED PRIMERO PARA ATENDER SU ENFERMEDAD? KIRARE MUNERACHI SAMACHIQUE MESA DE LA YERBABUENA GUAGUACHIQUE PANALACHI Por medio de la radiodifusora en Guachochi, el INI transmite cápsulas informativas con el tema de la salud. También se coordina con las diversas instituciones de salud para llevar los servicios 16 médicos a las comunidades. Sería oportuno al programa de medicina tradicional hacer lo mismo y difundir cápsulas culturales e informativas por la radiodifusora. 17