SOBREGIRO, EN EL CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE

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SOBREGIRO, EN EL CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE
Concepto Nº 93046794-11 Abril 11 de 1994
SÍNTESIS: Pagaré en blanco. Compensación de obligaciones.
[§ 0252] EXTRACTOS -«Contrato de cuenta corriente y sobregiro bancario
(...) de conformidad con el artículo 1382 del Código de Comercio "(…) Por e1
contrato de cuenta corriente bancaria el cuenta correntista adquiere la facultad de
consignar sumas de dineros y cheques en un establecimiento bancario y de disponer,
total o parcialmente, de sus saldos mediante el giro de cheques o en otra forma
previamente convenida con el banco (…)"
(...). De acuerdo a la norma transcrita, la principal facultad que surge para el cuenta
correntista a partir de la celebración del mencionado contrato es la de disponer de los
fondos por él consignados en la institución bancaria, generándose, a su vez, la
correlativa obligación para ésta de devolver o entregar las sumas que aquél le reclame
mediante la forma previamente pactada.
Por consiguiente, es menester observar que en el evento en que el cuenta correntista
libre cheques sin suficiente provisión de fondos surge para la entidad la posibilidad de
hacerlo efectivo o no, toda vez que conforme al contrato el depositario sólo se encuentra
obligado, salvo pacto en contrario, a pagar las sumas de dinero por la cuantía que el
depositante le haya consignado.
(...) cuando el banco hace efectivo los cheque, a pesar de que en la cuenta no existen
los fondos suficientes para su atención, se configura el denominado descubierto o
sobregiro bancario.
(...) noción del sobregiro bancario, esta Superintendencia, mediante concepto
93053199-2 del 31 de noviembre de 1993, señaló:
"( ) El sobregiro tradicionalmente ha sido entendido con la concesión de un crédito
surgido en desarrollo de un contrato de cuenta corriente y es en virtud de esta noción
que las referencias que se hacen en el ordenamiento nacional a esta modalidad de
mutuo, están ligadas al contrato de cuenta corriente bancaria, tal como se establece en
los artículos 125 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero y 1404 del Código de
Comercio.
(...).
(... ) es de anotar que los bancos previendo las dificultades que se pudieren suscitar
con motivo del recaudo de dicho crédito, al momento de celebrar el contrato de cuenta
corriente se encuentran en la posibilidad de solicitar al cuenta correntista la suscripción
de un pagaré en blanco con el fin de cubrir las obligaciones que pudieren resultar a
cargo de aquél pagaré que sólo podrá diligenciarse a efectos de que el banco pueda
hacer efectivas sus acreencias con sujeción estricta a la carta de instrucciones que
suscriba el cliente en desarrollo de lo previsto por el artículo 622 del Código de
Comercio en armonía con las instrucciones impartidas por la Superintendencia Bancaria
mediante la Circular Externa 10 de 1985.
(...).
Pagarés llenados en blanco
(...) se encuentra condicionado al cumplimiento de los requisitos indicados en los
artículos 622 y 709 del Código de Comercio y podrá contener, de acuerdo con la carta
de instrucciones, el valor de las obligaciones exigibles al momento de su
diligenciamiento, el valor de los intereses y los gastos judiciales o extrajudiciales que
ocasione su cobro.
Es de observar que a propósito de este tema, la Superintendencia Bancaria mediante
la Circular Externa 010 de 1985, señaló:
"(. .. ) El artículo 622 del Estatuto Mercantil establece la posibilidad de crear títulos
valores con espacios en blanco, pero al propio tiempo prevé que en las instrucciones
dadas por el suscriptor no pueden existir dichos vacíos, toda vez que debe ser llenado
de acuerdo con las instrucciones expresas del creador y no a criterio del tenedor.
"Nuestra ley mercantil otorga protección a quien entrega un título valor en blanco, al
consagrar que el tenedor legítimo únicamente está facultado para llenarlo si sigue
estrictamente las instrucciones de quien lo entregó, las cuales no se podrán plasmar en
el documento escrito en forma imprecisa o indeterminada y deberán contener los
requisitos mínimos y las características propias del título valor de que se trate (...)".
Por lo tanto, en el evento en que se presente el incumplimiento de las obligaciones
surgidas a partir del contrato de cuenta corriente por parte del cuenta correntista y
mediando un pagaré con las características atrás comentadas, el establecimiento
bancario se encuentra en la posibilidad de diligenciarlo de conformidad con las
instrucciones consignadas en la carta suscrita por aquél para tal efecto y hacer efectivo
su cobro. Diligenciado el pagaré, en razón al principio de la autonomía de los títulos
valores -artículo 627 del Código de Comercio-, la posición jurídica de las partes y los
derechos que se transfieran son totalmente autónomos e independientes de la relación
causal que le dio origen.
De esta suerte, en desarrollo del anterior principio de los títulos valores, es de
observar que de cumplirse las condiciones que al efecto se establece el Código de
Comercio, la relación cambiaria que nace a partir del pagaré en blanco diligenciado
conforme a la carta de instrucciones es independiente y autónoma de la relación
originaria en virtud de la cual se creó; por consiguiente, para el ejercicio del derecho
literal que el mismo incorpora aún cuando surge con ocasión de un sobregiro bancario,
se torna autónomo de esta relación causal y su cobro, por lo tanto, también se efectúa
autónomamente.
Compensación obligaciones
La compensación es un modo de extinguir las obligaciones, en virtud de la cual
cuando dos personas se deben recíprocamente sumas de dineros extinguen parcial o
totalmente sus deudas -artículos 1714 y siguientes del Código Civil-.
Es menester observar que el inciso primero del artículo 1385 del Código de
Comercio, establece para el contrato de cuenta corriente este modo de extinguir las
obligaciones.
(...).
Por consiguiente,... el banco goza de la facultad, de no existir estipulación en sentido
contrario, de efectuar los créditos o débitos correspondientes en la cuenta corriente
como resultado de las obligaciones exigibles de las cuales sean recíprocamente
acreedores o deudores -banco y cuentacorrentista y viceversa-».
VÉASE ADEMAS: Circular Externa 07 de 1996, Título II, capítulo 1, numeral 7º.
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