1 EVALUACIÓN DE CONSISTENCIA Y RESULTADOS 2011-2012 DEL PROGRAMA PARA EL DESARROLLO DE ZONAS PRIORITARIAS POSICIÓN INSTITUCIONAL ABRIL DE 2012 Página 1 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional I. Consideraciones generales De acuerdo al numeral 23 del Programa Anual de Evaluación 2011; artículo 74 de la Ley General de Desarrollo Social; numeral décimo sexto y décimo octavo de los Lineamientos Generales para la Evaluación de los Programas Federales de la Administración Pública Federal (Lineamientos), se realizó la Evaluación de Consistencia y Resultados (ECyR) para el ejercicio fiscal 2011 y parte de 2012. La ECyR tiene por objeto evaluar a través de 51 preguntas la consistencia y orientación a resultados de los Programa Federales, agrupadas en 6 temas: diseño del programa, planeación y orientación a resultados, cobertura y focalización del programa, principales procesos operativos, instrumentos para medir el grado de satisfacción de los beneficiarios, y finalmente resultados del programa respecto a la atención del problema para el que fue creado. Dicha evaluación se realizó mediante trabajo de gabinete, con base en información proporcionada por esta dependencia a través de las entidades o unidades administrativas responsable del programa, así como información adicional que la instancia evaluadora hubiere considerado necesaria para justificar su análisis. El modelo de Términos de Referencia de la ECyR fue establecido por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), buscando con ello disponer de instrumentos homogéneos que permitan realizar un análisis estandarizado de los programas de la Administración Pública Federal que faciliten la comparación de los resultados. La Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) a través de la Dirección General de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales coordinó y supervisó la realización de estas evaluaciones mediante un proceso participativo, donde intervinieron tanto las unidades responsables de la operación de los programas como otras áreas de la dependencia que coadyuvan en temas de diseño, planeación, seguimiento, elaboración de padrones, monitoreo y evaluación. En este proceso, se mantuvo siempre un diálogo siempre respetuoso del punto de vista independiente que deriva del carácter externo del evaluador, el cual se refleja en las valoraciones que hace del programa durante los documentos de evaluación. En este documento se presenta la postura a la ECyR, tanto de la Dirección General de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales como del Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias (PDZP), y en su caso se señalan las posibles diferencias de criterio respecto de las Página 2 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional opiniones vertidas por el evaluador, señalando en todos los casos las razones objetivas que las sustentan, desde el punto de vista institucional. II. Comentarios Específicos Dirección General de Evaluación y Monitoreo (DGEMPS) La DGEMPS reconoce el esfuerzo realizado por parte del (CONEVAL) por sistematizar y homogeneizar el instrumento para la ECyR. También reconoce el esfuerzo de síntesis del evaluador para presentar sus valoraciones de forma concisa, sin embargo se considera pertinente advertir al lector de los siguientes aspectos respecto de la evaluación: La complejidad de los problemas de desarrollo social, como el que busca atender el PDZP requieren de una estrategia de atención que incluye diversos tipos de apoyo, desde aquellos que demandan mecanismos de selección a nivel personas u hogares (como pisos firmes), los que atienden a las personas o territorios mediante obras o acciones de carácter comunitario (infraestructura social), y aquellos para actores sociales intermedios o beneficiarios, según los Lineamientos normativos para la integración del padrón único de beneficiarios de la SEDESOL. Esta multiplicidad de tipos de apoyo generó controversias respecto de la interpretación que debe darse a aspectos evaluados, como las características de los beneficiarios, su cuantificación, los criterios de selección, los procedimientos de entrega de apoyos y el seguimiento a la ejecución de dichos apoyos. Si bien el criterio que prevalece en la evaluación es el del evaluador, dicho criterio puede ser distinto del empleado en otras evaluaciones de programas con características similares. Controversias similares se presentaron en conceptos generales para el análisis de preguntas específicas como “no beneficiarios” o “demanda total”. Las interpretaciones discutidas vinculaban los conceptos a población potencial o a solicitantes (sean o no población potencial). Nuevamente se respetó el criterio del evaluador pero puede ser distinto del empleado en otras evaluaciones. El método para la valoración final del Programa (Anexo 19), puede sesgar la lectura global y subvaluar los avances significativos que el PDZP ha tenido en los apartados analizados. Página 3 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional III. Comentarios Específicos Unidad de Microrregiones La Unidad de Microrregiones, responsable de la operación del Programa, reitera el reconocimiento a la labor realizada por el equipo Evaluador; sin embargo considera pertinente mencionar el total desacuerdo respecto a las opiniones vertidas por los evaluadores en los temas que refieren al Diseño y algunos puntos relacionados con la Planeación y Orientación a Resultados y Cobertura y Focalización, a saber: Con respecto a las recomendaciones “Revisar el problema y el diseño del Programa” y “Actualizar el Diagnóstico conforme a una definición más clara del problema central que busca atender…”, es necesario mencionar, tal como se hizo ampliamente en las reuniones sostenidas con el equipo evaluador, que el enfoque territorial bajo el cual opera el Programa (y que representa el instrumental teórico del mismo), impulsa el desarrollo de acciones integrales –tanto en el ámbito comunitario como en la propia vivienda-. El lector de esta evaluación debe considerar que un problema público se define por sus cauces de solución, es decir, en este caso, por la acción integral (dotación de infraestructura, servicios, actividad económica, entre otros) que realiza el Programa en estos territorios. Es así como el Problema parte de un diagnóstico de la situación de las ZAP´s en el que se identificó a la insuficiente infraestructura junto con las condiciones inadecuadas de las viviendas como uno de los problemas que conduce a Disparidades Regionales (cuya reducción constituye el Fin de éste Programa). Se debe considerar que las características del suministro de infraestructura en una localidad están altamente relacionadas con el mejoramiento de una vivienda; de poco serviría la instalación de sistemas de agua en una localidad si éstos no incluyeran las redes y las adecuaciones necesarias en el domicilio, de la misma forma que de poco serviría la instalación de servicio sanitario sin suministro de agua entubada o los servicios de drenaje o instalaciones que permitan tratar las aguas negras o las disposiciones humanas. Una de las principales fortalezas del Programa, radica en el carácter integral de la atención que brinda, a partir de que relaciona –en la lógica del enfoque territorial- la necesidad y la fuente de la demanda (en sus aspectos sociales, económicos y antropológicos) con los fallos del mercado y la localización (en sus circunstancias geopolíticas). Con base en lo anterior, se reafirma la importancia que tiene el PDZP como vehículo para que los territorios objetivo, cuenten con un mecanismo que permita atender de manera integral las carencias detectadas en estas dos esferas, las cuales forman parte de un mismo problema. Este argumento se encuentra justificado tanto el documento Diagnóstico como en la Estrategia de cobertura del PDZP. En este sentido, se considera que la recomendación no toma en cuenta la Página 4 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional retroalimentación establecida entre el Programa con el equipo evaluador a lo largo del proceso de evaluación y, por ende, la lectura de la debilidad detectada como “La justificación teórica y empírica no es consistente con el Diagnóstico del Programa”, así como las recomendaciones que derivan de estos señalamientos, pueden ser consideradas como improcedentes y teñidas –asumiendo el derecho del evaluador de hacer prevalecer sus criterios- de una posición ideológica y académica particular respecto de lo que debería ser el programa. Sobre la recomendación: Revisar la compatibilidad entre las definiciones y las unidades de medición utilizadas para la caracterización de la población potencial y de la población objetivo (Nota PP y PO 2011 y ROP 2011) y actualizar, a partir de ello, la cuantificación de ambas poblaciones, cabe señalar que como resultado de la atención a Aspectos Susceptibles de Mejora derivados de evaluaciones externas anteriores, el Programa, ha concluido satisfactoriamente la definición y cuantificación de su población objetivo utilizando como unidad de medida “localidad”. Esta unidad es compatible tanto con el enfoque territorial bajo el que opera el Programa, así como con los tipos de apoyo que éste entrega y se constituye como una unidad de medida que sintetiza de forma eficiente la cuantificación de la Población potencial, objetivo y atendida para tipos de apoyo diversos. Tal y como la propia evaluación señala el Programa ha cuantificado su población potencial en 132,081 localidades que cumplen con los criterios de intervención establecidas en las Reglas de Operación del PDZP y ha cuantificado a su población objetivo para 2011 en 30,600 localidades de conformidad con el presupuesto disponible para dicho ejercicio; de tal forma que la población potencial y objetivo del Programa se encuentra ya definida y cuantificada, por lo que dicha recomendación puede considerarse como improcedente. En relación a la recomendación acerca de Hacer consistente la justificación teórica y empírica con el diagnóstico del problema, es necesario señalar que el enfoque territorial bajo el que opera el Programa es un marco teórico general y amplio dentro del cual se inscribe el tipo de intervención de este Programa, sin embargo, el PDZP no se encuentra en condiciones (como no se encuentra en condiciones de hacerlo ningún otro Programa) de transformar en tipo de apoyo todos y cada uno de los elementos deseables para alcanzar el desarrollo desde el punto de vista del enfoque territorial. El PDZP aborda el problema al que se enfrenta considerando aquellas dimensiones del enfoque territorial que se relacionan de forma más directa con la solución del Problema al que se enfrenta. La recomendación del evaluador no se considera factible. El equipo evaluador menciona que “el programa no cuenta con un padrón de beneficiarios apegado a lo establecido en sus documentos normativos”. Al respecto, debe señalarse que a lo largo del Página 5 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional proceso de interacción con el evaluador se insistió en que debido al diseño del Programa, los tipos de intervención que lleva a cabo dificultan la recopilación de algunas variables establecidas en la normatividad relacionada con la construcción de padrones (la cual se ajusta preferentemente a programas con componentes de transferencia directa), particularmente en las obras comunitarias. No obstante, se proporcionó información suficiente sobre la cantidad, características, ubicación y ejercicio de los recursos de este tipo de acciones, además de un padrón de beneficiarios que se conforma con los datos de la población atendida con acciones en vivienda. Asimismo, se detalló la forma en cómo se elabora el padrón de beneficiarios al que se refiere el texto, tomando en cuenta que, por la naturaleza de las obras que apoya el PDZP, esta información se construye a lo largo del ejercicio fiscal, en la medida en que se van entregando los apoyos, y se prevé que su entrega se realizará durante el primer trimestre del año subsecuente; por ello, es incorrecto afirmar que no se cuenta con dicho padrón. En este contexto, la redacción del evaluador tampoco es acertada, ya que da a entender que el Programa incumple con la normatividad, lo que no es necesariamente cierto, además de que desconoce los esfuerzos que la Unidad responsable realiza en torno a este importante tema y no considera la información que, a detalle, fue entregada para la realización de la presente evaluación. Por último, la recomendación asociada a la debilidad en comento: “Elaborar padrones de beneficiarios con base en el tipo de beneficiario que recibió el apoyo […] para los apoyos relacionados con “infraestructura social básica” y personas para los relacionados con “mejoramiento de las viviendas”, no reconoce que este trabajo es implementado desde el ejercicio fiscal 2010, tal y como se establece en la normatividad correspondiente. En relación con la debilidad enunciada por el evaluador “El plan estratégico no contempla los resultados que busca el Programa en el mediano y largo plazo, ni contiene metas ni indicadores que permitan evaluar el alcance de sus mismas (sic)”, así como la recomendación que deriva de ésta; es importante señalar al menos dos cosas: por principio, el documento al que se refiere en el texto, es resultado de una planeación que se realizó –en su momento- con base en lo establecido tanto en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 así como en el Programa Sectorial de Desarrollo Social 2007-2012, por lo que los resultados esperados sobre la planeación estratégica tienen vigencia y pueden ser evaluados con relación a las metas con las que el PDZP se encuentra Página 6 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional alineado en ambos documentos1; además, es improcedente afirmar que el documento en cuestión no contiene una visión de mediano y largo plazo, dado que, en él se contempla una estrategia de cobertura por atención de marginación descendente2 que perfectamente puede tener continuidad a lo largo del tiempo, es decir; se establece claramente el principio rector de las intervenciones, las cuales pueden ser ejecutadas o no por la siguiente administración, así, el documento presenta sin duda una directriz factible de ejecución. En este ámbito, y en segundo lugar, es necesario reconocer que el Programa no puede, en estricto sentido, establecer metas e indicadores para ejercicios posteriores a la presente administración, por cuanto el horizonte de planeación depende enteramente de los presupuestos asignados al Programa a través del Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio fiscal correspondiente el cual tiene un carácter anual. Resulta improcedente exigir a cualquier programa el establecimiento de metas “a futuro”, cuando el marco institucional y administrativo en general no proporciona la certeza presupuestal necesaria. La recomendación del equipo evaluador no se considera factible. Por las razones expuestas anteriormente, se considera que la valoración final del Anexo 19 “Valoración Final del Programa”, sobre la “necesidad de diseñar” una estrategia de cobertura es también improcedente. En la justificación del apartado IV.2 contenida en el Anexo 19 “Valoración Final del Programa”, el evaluador señala: “El programa iguala su población potencial a su población objetivo”. Esta afirmación no se considera acertada pues, justo en la Nota PP y PO 2011 se señala que “la población objetivo del PDZP: la población objetivo es un subconjunto de la población potencial que el programa podría atender considerando las limitaciones financieras e institucionales existentes. Con la finalidad de apegarse a dicha definición, se propone que la población objetivo se iguale al menos a la población que fue reportada como atendida en el ejercicio fiscal anterior. Cabe señalar que los programas que dieron origen al PDZP operaron de forma independiente, pero coordinada hasta 2008. En 2009 el PDZP inició operaciones con la lógica de los programas fusionados, y durante ese año consolidó su propio esquema de operación, que utilizó desde 2010. Por ello, la cifra de referencia adecuada es justo la de 2010 y que asciende a 30,600 localidades”. 1 El Plan Nacional de Desarrollo es el documento que establece los ejes de política pública a partir de los cuales se determinan los objetivos nacionales, las metas y las estrategias que rigen la acción del gobierno, mientras que el Programa Sectorial de Desarrollo Social establece los objetivos y las estrategias nacionales en materia de Desarrollo Social con apego al Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. 2 Tal y como se establece a lo largo del apartado 4.4 Estrategia de cobertura en el ámbito de la Planeación del Programa PDZP, se ejecutan acciones que buscan reforzar las realizadas en los municipios de mayor marginación interviniendo tanto en otros territorios distintos a los señalados en el Programa Sectorial como con apoyos que complementan la intervención. Así, el PDZP, de conformidad con la planeación nacional, atiende de manera prioritaria los territorios señalados en el Programa Sectorial de Desarrollo Social y complementa la intervención en otros territorios que presenten condiciones similares de marginación y rezago, en una lógica descendente, a grosso modo: primero se atenderán los Municipios de Muy alta y Alta marginación, después los de Media marginación y por último los de Baja y Muy baja marginación. Página 7 de 8 Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias Posición Institucional En este sentido, la valoración es errónea. Con relación a los textos que conforman tanto el apartado Resumen ejecutivo como el de Conclusiones, presentan ideas categóricas que no fueron expuestas en las preguntas relacionadas con el/los temas en referencia; en algunos casos la pregunta correspondiente presenta la máxima calificación posible de otorgar, mientras que en los apartados en comento se leen argumentos con una tesitura muy distinta, la mayoría de las veces negativa, la cual puede sesgar la opinión del lector que de manera ejecutiva no pueda consultar la totalidad del documento. La UMR advierte la tendencia –a lo largo del documento entregado por el equipo evaluador- al análisis reduccionista y segmentado de diferentes aspectos del programa, que no son puestos en relación, de manera compleja, con otras variables y fenómenos que son determinantes en algunos resultados. Estos aspectos adquieren relevancia magnífica en las implicaciones que la consulta por parte de lectores no advertidos pueda generar en la opinión pública. Es destacable el esfuerzo realizado por el CONEVAL, con base en la retroalimentación y experiencia de las Unidades de Evaluación y Operación de los Programas para la mejora del instrumento y proceso de evaluación. Agradeciendo este esfuerzo, consideramos también que aún se detectan opciones de mejora, tanto en la aplicación del instrumento como en el diseño de los sistemas de información utilizados en el proceso. Finalmente, se agradece a los funcionarios de CONEVAL por los esfuerzos implicados en esta evaluación, así como al evaluador externo por su dedicación y la retroalimentación aportada. Se valorarán las debilidades observadas con la perspectiva de continuar trabajando en mejorar continuamente los Programas Sociales, así como de mantener el compromiso de potenciar las fortalezas detectadas. Los avances reportados dan cuenta del esfuerzo de la Secretaría por consolidar una política social institucional, orientada a resultados, con transparencia y rendición de cuentas. Contar con una política social de Estado incentiva a realizar ejercicios similares en los tres niveles de gobierno. Página 8 de 8