HORA SANTA UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE 1. CANTO. 2. Exposición del Santísimo Sacramento. El sacerdote que preside, deja el Santísimo expuesto sobre el Altar o en el ostensorio. O bien, abre sin más el Sagrario para la adoración. 3. ORACIÓN: Para arriesgar la vida Señor, yo quisiera ser de los que arriesgan y comprometen su vida, de los que dan la vida y la ponen al servicio de los demás. ¿Para qué sirve la vida, sino para darla? Pero yo no soy más que un burgués, en medio de un mundo burgués. Soy un producto de la época del confort… Señor, tú que naciste en el azar de un viaje, y has muerto como un malhechor, después de haber recorrido todos los caminos, arráncame de mi egoísmo y de mi comodidad… Quiero comprometer mi vida, Señor, en la fidelidad de tu seguimiento. Los demás bien pueden ser prudentes; Tú dijiste que hay que ser locos por el Reino. Los demás creen en el orden y en la estabilidad; Tú nos has dicho que creamos en la revolución del amor. Los demás piensan que hay que ahorrar y conservar; Tú nos has dicho que hay más gozo en dar que en recibir. Los demás se instalan; Tú me has dicho que hay que caminar, y estar preparado a la alegría y al sufrimiento, al fracaso y al éxito, a no confiar en mí, sino en Ti… En una palabra, quiero desinstalarme, Señor, y arriesgar mi vida por tu causa. 4. Lectura del santo Evangelio según san Marcos. 6, 7-13. Y les dijo: “Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en algunas parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos”. Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. Palabra del Señor. 5. Canto: Tu causa es mi causa (Mercedes Casas, FSpS). TU CAUSA ES MI CAUSA JESÚS SACERDOTE, TU SUERTE MI SUERTE SEÑOR: SEGUIRTE EN LA VIDA, TAMBIÉN EN LA MUERTE Y SER UNA OFRENDA DE AMOR. TU CAUSA ES MI CAUSA JESÚS SACERDOTE TU SUERTE MI SUERTE SEÑOR. QUIERO SEGUIRTE PUES TÚ ME HAS LLAMADO Y AQUÍ ESTOY. HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica. 2 1. Contigo quiero ser fiel al Padre, buscar sólo tu gloria. Que se haga verdad el deseo de su amor, que todos los hombres se salven. Contigo quiero ser solidario con el hermano que sufre y con el pobre que no tiene pan de dignidad y justicia. 2. Contigo quiero vivir movido por el Espíritu Santo, dejar que me envuelva en su Fuego de amor y que me transforme en Testigo. Contigo quiero mirar el mundo con corazón compasivo. Sentir lo que sientes de frente al dolor, de frente al pecado del mundo. 6. SEGUIR A JESÚS ES HACER NUESTRO SU ESTILO DE VIDA Guía: Una existencia “agradecida” GUIA «Tibi gratias agens benedixit...». En cada Santa Misa recordamos y revivimos el primer sentimiento expresado por Jesús en el momento de partir el pan, el de dar gracias. Dios nos ama, se anticipa con su Providencia, nos acompaña con intervenciones continuas de salvación. En la Eucaristía Jesús da gracias al Padre con nosotros y por nosotros. Esta acción de gracias de Jesús ¿cómo no ha de plasmar la vida del sacerdote? Él sabe que debe fomentar constantemente un espíritu de gratitud por tantos dones recibidos a lo largo de su existencia y, en particular, por el don de la fe, que ahora tiene el ministerio de COROS EFESIOS 1, 3-14. A. Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo. B. Que nos has bendecido Padre, con toda clase de bendiciones. A. Nos has elegido Padre, antes de la creación del mundo, B. Para ser santos e inmaculados en tu presencia por el amor. A. Nos elegiste para ser tus hijos por medio de Jesucristo. B. Según el beneplácito de tu voluntad para alabanza de tu HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE Seguir al Señor Jesús, en nuestra existencia sacerdotal, pide que hagamos nuestro el estilo de vida de Jesús. Las indicaciones de Jesús Sacerdote a los Doce en el Discurso Misionero nos abre diversos niveles de interpretación. El nivel que queremos orar y hacer nuestro en esta hora santa, es el del “Estilo de Vida”, estilo que implica en nuestra vida de cada día, ir haciendo nuestras las actitudes de Jesús Sacerdote. 3 anunciar, y por el del sacerdocio, que lo consagra completamente al servicio del Reino de Dios. Alabemos al Señor, juntamente con el apóstol san Pablo, haciendo nuestro el himno de la carta a los Efesios. gloria. A. Por medio de la sangre de tu Hijo tenemos la redención B. El perdón de los pecados, según la riqueza de tu gracia. A. Haces Padre que todo tenga por cabeza a Jesús B. Para ser nosotros alabanza de tu gloria. A. Hemos escuchado la Palabra de la verdad, el evangelio de la salvación B. Y nos has sellado con el Espíritu Santo de la promesa. Una existencia «entregada» Aprendamos a decir con verdad el “Tomad y Comed” haciendo nuestro el camino de Jesús expresado en el himno cristológico de la carta a los Filipenses. COROS FILIPENSES 2, 1-11. A. Jesús, siendo de condición divina, no codiciaste ser igual a Dios; B. Al contrario te despojaste de ti mismo tomando condición de esclavo. A. Asumiste la condición humana, apareciendo en todo como hombre; B. Te rebajaste, Señor, tomando la forma de hombre. A. Te hiciste Jesús, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz. B. Por eso Dios Padre te exaltó y te dio el nombre sobre todo nombre. A. Para que a tu nombre Jesús, toda rodilla se doble B. En el cielo, en la tierra y en los abismos. HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE GUIA «Accipite et manducate... Accipite et bibite...». La autodonación de Cristo, que tiene sus orígenes en la vida trinitaria del Dios-Amor, alcanza su expresión más alta en el sacrificio de la Cruz, anticipado sacramentalmente en la Última Cena. No se pueden repetir las palabras de la consagración sin sentirse implicados en este movimiento espiritual. En cierto sentido, el sacerdote debe aprender a decir también de sí mismo, con verdad y generosidad, «tomad y comed». En efecto, su vida tiene sentido si sabe hacerse don, poniéndose a disposición de la comunidad y al servicio de todos los necesitados. 4 T. Y todos proclamemos que tu Jesús ERES EL SEÑOR para gloria de Dios. Una existencia «salvada» para salvar Guía: «Hoc est enim corpus meum quod pro vobis tradetur». El cuerpo y la sangre de Cristo se han entregado para la salvación del hombre, de todo el hombre y de todos los hombres. Todos: Señor, cuando repetimos en el recogimiento silencioso de la asamblea litúrgica tus palabras, nosotros tus sacerdotes, nos convertimos en anunciadores privilegiados de este misterio de salvación. Somos los primeros en sentirnos salvados, somos los primeros a quienes llega en los más íntimo la gracia que nos hace clamar «Abba, Padre» con la confianza propia de los hijos. Una existencia que «recuerda» Todos: Padre celestial, cómo sacerdotes somos llamados a ser, en la comunidad que se nos ha confiado, los hombres del recuerdo fiel de Cristo tu Hijo y de su Misterio. Una existencia «consagrada» Guía: «Mysterium fidei!». Con esta exclamación manifestamos, después de la consagración del pan y el vino, el estupor siempre nuevo por el prodigio extraordinario que ha tenido lugar en nuestras manos. Todos: Sobre el altar estás presente «verdadera, real, sustancialmente». Cristo muerto y resucitado en toda tu humanidad y divinidad. Guía: Nosotros, sacerdotes, somos los celebrantes, pero también los custodios de este sacrosanto Misterio HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE Guía: “Hagan esto en memoria mía”. Estas palabras ¡Nos hablan de Ti! Estas Palabras las repetimos cada día, in persona Christi, bajo la guía del Espíritu Santo, pues es Él quien nos enseña todo y Quien nos recuerda todo cuanto nos dijiste y enseñaste. 5 Todos: Con san Pablo hemos recibido del Señor lo que les hemos transmitido: el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo que da por vosotros; haced esto en recuerdo mío”. Guía: Viviendo y celebrando este misterio de nuestra fe, muchos sacerdotes beatificados y canonizados han dado un testimonio ejemplar, suscitando fervor en los fieles que participaban en sus Misas. Muchos se han distinguido por la prolongada adoración eucarística. Todos: Estar ante Ti Jesús Eucaristía, da sentido a nuestras «soledades» para llenarlas de tu Presencia; da significado a nuestra consagración el calor de la intimidad Contigo: ¡Jesús Eucaristía llenas de gozo y sentido nuestra vida! Una existencia orientada a Cristo «Mortem tuam annuntiamus, Domine, et tuam resurrectionem confitemur, donec venias». Cada vez que celebramos la Eucaristía, la memoria de Cristo en su misterio pascual se convierte en deseo del encuentro pleno y definitivo con Él. Nosotros vivimos en espera de su venida. Todos: Señor, esto nos compromete a reavivar en nosotros la caridad pastoral, a vivir en medio del Pueblo de Dios orientando su camino y alimentando su esperanza. Esto nos exige a vivir como el apóstol san Pablo: «Olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta» (Flp 3, 13-14). También, nos mantiene irradiando juventud y como «contagiándola » a las personas que encontramos en el camino. Nuestro secreto reside en la «pasión» que tenemos por Tí. Como decía san Pablo: « Para mí la vida es Cristo» (Flp 1, 21). Y, por ello, comprendemos que en la tarea de la Evangelización, la gente tiene derecho de dirigirse a nosotros con la esperanza de «ver» en nosotros a Cristo (cf. Jn 12, 21). Una existencia «eucarística» aprendida de María Guía: La Santísima Virgen tiene una relación muy estrecha con la Eucaristía. Lo subrayan, aun en la sobriedad del lenguaje litúrgico, todas las plegarias eucarísticas. Así, en el Canon romano se dice: «Reunidos en comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE Guía: 6 Señor». Todos: Santísima Virgen María, Madre de todos los sacerdotes, reconocemos que al ser nuestra madre, eres quien mejor puede enseñarnos con qué fervor se han de celebrar los santos Misterios y cómo hemos estar en compañía de tu Hijo escondido bajo las especies eucarísticas. “Salve, oh verdadero Cuerpo, nacido de la Virgen María” 7. Bendición con el Santísimo. Después de haber dado la bendición con el Santísimo, y antes de hacer la reserva, se oran las letanías de Cristo Sacerdote y Víctima. 8. LETANÍAS A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SACERDOTE Señor, ten piedad Cristo, ten piedad Señor, ten piedad Cristo, óyenos Cristo, escúchanos Padre Celestial, que eres Dios Hijo, redentor del mundo que eres Dios Espíritu Santo, que eres Dios Santísima Trinidad, que eres un solo Dios Jesús Sacerdote y Víctima Jesús, sacerdote Eterno, según el orden de Melquisedec. Jesús Sacerdote que en la última cena instituiste el sacrificio eterno. Jesús, Sacerdote a quien el Padre envió a evangelizar a los pobresJesús Sacerdote quien en la última cena instituyó el sacrifico eterno . Jesús sacerdote siempre vivo intercediendo por nosotros. Jesús Pontífice a quien el Padre ungió por la virtud del Espíritu Santo. Jesús Pontífice tomado de entre los hombres. Jesús Pontífice constituido en favor de los hombres. Jesús Pontífice de nuestra confesión. Jesús Pontífice más ampliamente que la gloria de Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE Y VÍCTIMA 7 De una mala tentación. De todo pecado de simonía. De la dispensación indigna de obras de los eclesiásticos. Del amor del mundo y todas sus vanidades. De la celebración indigna de tus misterios. Por la santa unción con la cual Dios Padre te ha constituido sacerdote. Por tu espíritu sacerdotal. Por el ministerio aquel por el cual sobre la tierra clarificaste al Padre. Por la cruenta inmolación de Ti mismo que hiciste una vez sobre la cruz. por aquel sacrificio cotidiano renovado sobre el altar. Por aquella divina potestad que en tu sacerdocio Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros. Perdónanos, Jesús. Óyenos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. Líbranos, Jesús. HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE Moisés. Jesús Pontífice del verdadero tabernáculo. Jesús Pontífice de los bienes futuros. Jesús Pontífice Santo, inocente e inmaculado. Jesús Pontífice fiel y misericordioso. Jesús Pontífice de Dios y lleno de celo por las almas. Jesús Pontífice perfecto para la eternidad. Jesús Pontífice, el cual por su propia sangre penetró a los cielos. Jesús Pontífice que ha iniciado para todos nosotros el camino nuevo. Jesús Pontífice que nos amaste y lavaste nuestros pecados en tu sangre. Jesús Pontífice que te entregaste a Ti mismo como víctima y oblación. Jesús Víctima de Dios y de los hombres. Jesús Víctima Santa e inmaculada. Jesús Víctima que aplacas a la humanidad. Jesús Víctima pacífica. Jesús Víctima de propiciación y de alabanza. Jesús Víctima de paz y de reconciliación. Jesús víctima en quien tenemos fe y acceso a Dios. Jesús Víctima viva por los siglos de los siglos. Que nos seas propicio. Que nos seas propicio. De un temerario ingreso al sacerdocio. Del Espíritu de incontinencia. 8 Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Te rogamos, óyenos. Perdónanos, Señor. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Óyenos, Señor. Ten piedad de nosotros. Jesús Sacerdote. Jesús Sacerdote. Óyenos. Escúchanos. Sacerdote celebrante: Oremos: Dios Santificador y Custodio, suscita en la Iglesia por tu Espíritu, idóneos y fieles dispensadores de tus misterios, para que por medio de su ejemplo el pueblo santo camine por la vía de la salvación, por Nuestro Señor Jesucristo…… Amén. 9. CANTO DE SALIDA. HORA SANTA: UNA EXISTENCIA COMO LA DE JESÚS SACERDOTE ejerces invisiblemente. Para que te dignes conservar en tu santa religión el orden universal de tu sacerdocio. Para que te dignes proveer de pastores según tu corazón al pueblo santo de Dios. Para que te dignes llenar a tus sacerdotes de ese espíritu tuyo sacerdotal. Para que custodies con buena ciencia la palabra de los sacerdotes. Para que te dignes enviar a tu mies operarios fieles. Para que te dignes tributar perseverancia en tu santa voluntad a todos tus sacerdotes. Para que te dignes conceder constancia en la acción y en la oración a tus sacerdotes. Para que a través de ellos te dignes promover en todas partes el culto al Smo. Sacramento. Por aquellos que administraron bien tus bienes recíbelos en tu gozo eterno. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. 9