LOPEZ SAAVEDRA, ARMANDO, ESNAOLA & VIDAL RAFFO A B O G A D O S LA PRUEBA DEL SINIESTRO Y QUE EL MISMO TIENE COBERTURA BAJO LA POLIZA EN CUESTION. I Cuando ocurre un hecho siniestral a menudo se presentan dudas y preguntas, tanto para asegurados como para aseguradores, y entre ellas y con relación al tema que hoy nos ocupa, nos permitimos rescatar dos: ¿A cargo de quién está la prueba de la ocurrencia del siniestro y su eventual cobertura bajo la póliza correspondiente? ¿Se requiere una prueba directa y cabal de ello o es suficiente con que se recurra a una prueba indiciaria o de presunciones? Veamos ahora el primer tema, es decir, quién debe probar el hecho siniestral sobre el que se estructura el reclamo del asegurado. II La mas autorizada doctrina nacional en materia de Derecho de Seguros sostiene que es el asegurado quién debe probar la producción del siniestro y que éste fue causado dentro del estado de riego previsto en la póliza respectiva1- 2 1 Conforme Halperín-Morandi, Seguros, Tº II, página 837. Ver también, en igual sentido, fallo de la Sala C de la cámara Comercial de la Capital Federal, en EL DERECHO, Tº 12,673 y siguientes. En el mercado inglés de seguros –por ejemplo, en el de cascos- es habitual que al asegurado, junto con la denuncia del siniestro, se le requiera lo que se llama “alegation”, es decir, un breve encuadre de su reclamo dentro de la cobertura que le otorga el respectivo contrato de seguro. 2 San Martín 662, 4º Piso – 1004 Buenos Aires – Argentina. TEL: 4515-0040 - FAX: 4515-0022 Email : [email protected] LOPEZ SAAVEDRA, ARMANDO, ESNAOLA & VIDAL RAFFO 2 A B O G A D O S Si llevamos esta doctrina a un siniestro que afecta a mercaderías aseguradas que son transportadas por un camión y que son objeto de un robo a mano armada, diríamos que sería a cargo del asegurado la prueba del hecho delictivo y también la de la efectiva pérdida de dichas mercaderías a consecuencia del mismo. Pero a continuación, probablemente, recibiremos con razonable inquietud, la pregunta siguiente: ¿cómo hace el asegurado para probar tales extremos? La Ley de Seguros, en su artículo 46,3, nos trae, de algu8na forma, la respuesta a la inquietud antes señalada: “No es valido convenir la limitación de los medios de prueba ni supeditar la prestación del asegurador a un reconocimiento, transacción o sentencia ...” En base a lo antes expuesto, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el asegurado, a los fines de demostrar la existencia de un hecho siniestral y que el mismo encuadra dentro de la cobertura asegurativa que le otorga una póliza de seguros determinada, puede valerse de cualquier medio de prueba, aún de presunciones, cuando éstas resulten ser concordantes y razonables. Dentro de éste orden de ideas, merece señalarse que la doctrina y jurisprudencia nacional han puntualizado que el asegurador no le puede exigir a su asegurado que prueba la “verdad absoluta” respecto del siniestro que denuncia y que debe contentarse con la denominada “verdad formal”, es decir, con aquélla que considera como probado un hecho cuando su existencia es bastante probable como para autorizar a obrar como si realmente existiera. San Martín 662, 4º Piso - 1004 Buenos Aires – Argentina. TEL: 4515-0040 - FAX: 4515-0022 Email : [email protected] LOPEZ SAAVEDRA, ARMANDO, ESNAOLA & VIDAL RAFFO 3 A B O G A D O S Morandi, en su memorable voto en la sentencia recaída en el juicio “Mussa de Gómez contra La Defensa Cía. de Seguros”3, decía que la verdad puede develarse con toda evidencia y sin temor a equivocarse, con lo cual estaríamos frente a un estado de certeza –es decir, la “verdad absoluta” 4. Sin embargo, muy a menudo y especialmente en el ámbito del Derecho de Seguros, el asegurado no está siempre en condiciones de acreditar o demostrar “su verdad” en toda su integridad, de la misma forma que el asegurador tampoco puede, en todos los casos, llegar a descubrirla con toda certeza –es decir, no estará absolutamente seguro que la verdad sea tal cual se le presenta o tal cual ella aparentemente parece ser. Y es entonces, en éstos casos, en los que el asegurador debe recurrir a un criterio de probabilidad razonable que le permita alcanzar la “verdad formal” y aceptar como probado un hecho cuando su existencia es bastante probable como ocurrido. III ¿Pero cómo se llega a ésta “verdad formal”? En éste tema, lamentablemente no hay respuestas “matemáticas” –dos mas dos igual a cuatro- y para llegar a la “verdad formal” habrá que partir de las evidencias aportadas por el asegurado, las proporcionadas por la autoridad interviniente o las obtenidas por el propio 3 Fallo Plenario registrado en EL DERECHO, Tº 81, página 273 y subsiguientes. Por ejemplo, constituiría una “verdad absoluta” la muerte de un pasajero que viajaba en el avión de EGIPTAIR, caído recientemente a poco de despegar del Aeropuerto J. F. Kennedy. 4 San Martín 662, 4º Piso - 1004 Buenos Aires – Argentina. TEL: 4515-0040 - FAX: 4515-0022 Email : [email protected] LOPEZ SAAVEDRA, ARMANDO, ESNAOLA & VIDAL RAFFO 4 A B O G A D O S asegurador, evaluándolas a todas en su conjunto dentro de parámetros de razonabilidad jurídica5. Llevado el tema al campo del riesgo e robo –que es el que específicamente nos interesa en éstos momentos- nos permitiremos extractar a continuación algunos fallos que creemos servirán para clarificar los conceptos previamente expuestos y permitirnos llegar a conclusiones positivas y útiles: Para probar la comisión de un robo, puede acudirse a cualquier medio de prueba6. Exigir en los seguros de robo una prueba acabada y terminante, implica ir contra la propia naturaleza de las cosas, ya que ello haría, en la práctica, poco menos que imposible al asegurado el cobro de indemnizaciones asegurativas, con lo cual se tornaría ilusorio el fin del instituto.7 En el seguro de robo, la valoración de la prueba del hecho siniestral no puede ser estricta o rigurosa, ya que exigirle al asegurado la prueba directa y cabal del siniestro –la “prueba absoluta”- le impondría la demostración de extremos de casi imposible acreditación; en estos casos, la prueba es indirecta y surge de 5 Sobre éste tema ver Morandi, J.C. La carga de informar sobre el siniestro, Revista de Derecho Comercial Tº 7, página 594; ver también fallo de la Cámara Civil, Sala C, en LA LEY Tª 142630. Conforme Cámara Comercial, Sala A, 31.5.79, autos “Rabago F. Contra La Agrícola Cía. de Seguros S.A.” 6 7 Conforme Cámara Comercial, Sala C, EL DERECHO Tº 41-599; ver también Cámara Comercial, Sala C, EL DERECHO Tº 12-673. Nosotros solemos decir, con un dejo de humor que siempre es necesario, que los ladrones no dejan recibo por los bienes de los que se apoderan y que si lo dejaran no habría posibilidades de hacerles reconocer su firma ... San Martín 662, 4º Piso - 1004 Buenos Aires – Argentina. TEL: 4515-0040 - FAX: 4515-0022 Email : [email protected] LOPEZ SAAVEDRA, ARMANDO, ESNAOLA & VIDAL RAFFO 5 A B O G A D O S acreditar circunstancias que razonablemente permitan formar una convicción seria de que el hecho realmente existió 8. Para finalizar éste breve trabajo, valdría la pena recordar la opinión de Halperín-Morandi sobre éste tema, cuando sintetizaban el mismo así: “en cuanto a la prueba del robo, la jurisprudencia reiteradamente ha señalado que la misma debe adecuarse a las modalidades del hecho siniestral y que el mismo debe ser tenido como acreditado por meras presunciones, suficientes para hacerlo razonablemente verosímil 9. 8 9 Conforme Cámara Comercial, Sala A, EL DERECHO Tº 27-28.Cnforme Halperín-Morandi, op. cit. página 847.San Martín 662, 4º Piso - 1004 Buenos Aires – Argentina. TEL: 4515-0040 - FAX: 4515-0022 Email : [email protected]