Hay una concepción de lo divino muy alejada de nuestra existencia humana. Algunas estructuras religiosas parecen alejarnos de la divinidad cuando no están bien entendidas, recreando un Dios distante. O sino, tendemos a desvalorizarnos, visualizándonos como separados de todo: ni animales ni ángeles, de existencia turbulenta y muy lejos de lo espiritual. Lo Divino entonces queda asociado a lo religioso o abstracto, ausente o alejado. La propuesta de Yoga es darnos cuenta de lo Divino que vibra dentro de cada uno de nosotros, reencontrarnos con nuestra Alma y el Alma Universal. Si nos ponemos a observar, si nos detenemos a escuchar: la vida late dentro y fuera con la certeza de un ‘algo más’, esa ‘magia’ que no se explica aunque la ciencia le ponga palabras y leyes. Pongamos un ejemplo: la ley de gravedad sin ir mas lejos; la ciencia explica tanto como reconoce que todas esas fuerzas que actúan, de un día al otro, podrían cambiar por las mismas razones por las que estarían actuando de esta manera hasta hoy: no las hay. Entonces sigue siendo tan inexplicable como inmanejable. Por lo tanto, la experiencia de lo divino puede estar mucho más cerca de lo pensado. Quizás muchos de nosotros ya tuvimos esa experiencia, un instante de deslumbramiento donde la mente se calla y sucede ‘algo mas’, que nos deja sin palabras, a veces nos hace lagrimear, una ‘alegría’ intensa nos invade, una emoción inexplicable…una sensación de plenitud…y mas. Durante un día cualquiera hay miles de momentos conmovedores, desde el amanecer hasta las gotas de rocío en las flores que se cierran, y todo nos puede emocionar, porque nos habla al alma; y el alma sabe observar. La experiencia de lo divino esta al alcance de nuestra mano, quizás solo se trate de parar y abrir el alma o escalar altísimo o remar lejos de la costa o practicar yoga y meditar. Cada uno encuentra sus medios…Cualquiera sea el nuestro y el nombre que le pongamos, el fin último es conectarnos con ese ‘algo mas’, lograr armonizarnos y trascender una existencia ordinaria, que podemos llevarla como una carga, hacia una existencia plena. Todo eso es Yoga, observar y darnos cuenta que no somos solo cuerpo, solo mente y emociones si no que también somos alma e integrar todo eso que somos para trascender esta existencia ordinaria y conectarnos con esa experiencia celestial reconocida desde la concepción de la vida. La vida nace en un momento de Unión trascendental, de energía creadora sin dualidad, de ser Uno, en todos los sentidos y estamos siempre queriendo regresar a esa unión, a esa armonía. Yoga es conciencia expandiéndose en cada momento, si nos lo proponemos, en cada acción. No requiere dejar todo o capacidades especiales, solo se necesita el anhelo. Y es la misma práctica de Yoga, que nos permite escuchar ese anhelo, nos desintoxica cuerpo, mente y emociones…para poder estar más receptivos, abrirnos a la transformación y hacer mas concientes la experiencia divina. La traducción más conocida de Yoga es: unión. También es equilibrio. Yoga es un camino para llegar a esa ‘unión’ con nosotros mismos: al equilibrio interno; despejarnos y hacer el espacio necesario para reencontrarnos con nuestra verdadera naturaleza. Y entonces poder distinguir ese pedacito de Cielo que llevamos dentro, ese soplo de Divinidad, esa partícula de energía expandiéndose desde el Big-Bang hasta hoy día…y unirnos a ese equilibrio Universal que observamos en cada latido, en la Naturaleza toda si nos permitimos observar… Gracias por meditarlo, Myrna Corsi-Maitri Devi Natha- Profesora de Yoga Vital. .