TÍTULO: EL PASATIEMPO BURGUÉS DE LA DIGIEVOLUCIÓN AUTORES:

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El pasatiempo burgués de la digievolución
TÍTULO: EL PASATIEMPO BURGUÉS DE LA DIGIEVOLUCIÓN
AUTORES:
Rosa Caramés Balo (UDC, [email protected])
Bartomeu Mulet Trobat (UIB, [email protected] ;[email protected])
RESUMEN
A través de un pequeño recorrido por algunas series de dibujos animados y folletos
publicitarios de artículos de consumo de las pasadas fiestas navideñas mostramos cómo
nuestra “civilización” (Elias, 2010) está discurriendo por pedagogías resbaladizas y
pantanosas respecto de la normativa formal vigente de nuestras sociedades, discurriendo
también .todos estos contenidos online.
Así pues, con la particularidad contextual del sexismo, matar y morir son los objetivos
principales de una, cada vez mayor, cantidad de pasatiempos infantiles, juveniles y
también del mundo adulto. Todo lo que sangra genera beneficios y domina el quehacer
y manejo de los mass media, incluidas todo tipo de pantallas y dejando sin sentido o sin
huecos a aquellos imaginarios o comentarios críticos que rebajen o “rompan” con el
placer a la deriva de estas visualizaciones. Se ha pasado de entender que “Los ricos
también lloran” a demostrar que “Los miserables” también ríen y disfrutan. Tal vez
nuestro bienestático mundo haya encontrado la fórmula mágica para ir incorporando en
los últimos treinta años a generaciones en espera, disponibles para lo que se necesite.
PALABRAS CLAVE: SOCIALIZACIÓN TERCIARIA, TERCER ENTORNO,
UNIVERSIDAD.
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El pasatiempo burgués de la digievolución
INTRODUCCIÓN
Algunas multinacionales tienen presupuestos muy superiores a los de numerosos
Estados con cierta relevancia mundial (Echeverría, 2004). Los enormes beneficios que
en los últimos años han obtenido las dedicadas a la telefonía y a la producción de
software, sistemas operativos y navegadores, nos permite distinguir entre aquellos
señoríos que construyen y mantienen Telépolis y los tele-emigrantes, tele-turistas e,
incluso, telecientíficos/as y/o teleintelectuales que las utilizan exponiendo pensamientos
y hallazgos.
Jesús Echevarría (2004) ha definido Telépolis como un territorio con características
feudales, al que califica de NEOFEUDAL (cf. pp. 353-4). Ahora bien, adentrándonos en
la densidad y tipo de propuestas relacionales que nos permite este Tercer Entorno (E3) –
perfectamente diferenciado según el autor del primero (E1) y del segundo (E2), por ser
éstos el natural y el social hasta hace poco tiempo reconocibles-, pasaremos a exponer
aquellos posibles efectos perversos en su doble sentido de inesperado y de negativo. Tal
vez fuese preciso reconducir la extensión y las aplicaciones de estas autodenominadas y
conocidas por Nuevas Tecnologías de la Información y de la Telecomunicación aún a
riesgo de perder cuotas de mercado, haciendo de ellos medios más racionales, menos
masificados en algunas praxis totalmente innesarias, prescindibles e, incluso,
arriesgadas. Lo único que están consiguiendo es sobre rentabilidad a costes demasiado
injustos y elevados. Estamos ante lo que podríamos denominar burbuja “telenáutica”.
Por una parte, podemos observar este Tercer Entorno como sustentador de una especie
de pensamiento mágico, muy propio de los primeros intentos que siempre ha hecho la
humanidad para interpretar el mundo en el que habita. Tal vez por su efecto sorpresa
como por la velocidad de su propagación no es usual plantearse que estos telemedios
proporcionan entre muchas personas un quimérico o virtual plan relacional entre sujetos
que muy probablemente no se vayan a materializar físicamente a través de ningún
encuentro. Por otra parte, de existir tal encuentro, los desengaños que se provocan en
numerosas ocasiones no están exentos de una fuerte carga de frustación que daña y
violenta los ánimos. Por tanto, sin meditar demasiado a modo de conversaciones y/o
relaciones con cualquier otra deidad o espiritualidad numerosas personas deciden no
estar solas a través del Tercer Entorno.
En el pensamiento “prelógico” también se toman numerosas decisiones, en función de
la información que se baraja en el cerebro. La Palabra resulta ser veraz e imprescindible
para ello. En estos momentos, pocas personas se cuestionan la necesidad de estar
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conectados a Internet en sus hogares, porque no está de más tener algún servicio en los
domicilios de particulares como hacer la compra, ir de compras, visitar un museo, etc; o
porque entienden que es una preciada herramienta que puede flexibilizar sus tiempos de
trabajo cuando quizá lo que hace es facilitarlos -es decir, proseguir en un suma y sigue
laboral en tiempos que deberían ser de ocio y no de negocio-, incluso como instrumento
para pasar los tiempos lúdicos y mitigar el sedentarismo.
Todo esto, claro está, en detrimento de los entornos natural y social de los que hablamos
antes. Y a un elevadísimo coste sobre todo para muchas personas que precisamente se
sabe que no utilizan estos mass media como complemento de sus vidas, sino que como
sustitutos a modo de sucedáneo. Por tanto, en estos casos, estaríamos desde una
perspectiva de economía básica ante productos de relación sustitutivos de peor calidad y
no precisamente más económicos aunque sí más rentables para determinadas empresas
líderes del mercado más o menos global. Una de las causas “últimas” podría encontrarse
en que resultan a corto plazo mecanismos que suplen ausencias, tiempos, vacíos, en
definitiva, existencia vital del día a día.
En este “primer” mundo, se sabe que este segundo entorno social se había ido
constituyendo, tal vez precariamente también, con cargo al primero y después de siglos
de historias de dominación más o menos camufladas en el segundo. Desde una
perspectiva del metabolismo social resulta evidente ver que el Tercer Entorno se erige y
sigue “engordando” a partir de los “nutrientes” esenciales del primero y elementos
genuinos del segundo. Además se sirve de otros elementos culturales inmateriales,
intelectuales, culturales e ideológicos para ponerse en marcha y agrandar su recorrido.
Pensamos que ha llegado un punto de crisis galáctico-digital que obliga a repensar los
graves costes que en muchas ocasiones provoca el abuso de estas teleindustrias y
valorar las irreversibles pérdidas, pudiendo provocar una fagocitosis social, fin de una
era, fin de siglo, fin de milenio, o ecatombe global en un sentido más o menos real o
figurado, etc., que no estamos en disposición de arriesgar. Dichos destinos están
contenidos en el imaginario de numerosas profecías pertenecientes a numerosas culturas
que podrían estar facilitando el viaje sin retorno de posibles emigrantes con expectativas
incumplidas de volver a empezar desde sus genuinos orígenes humanos.
El químico Wilhelm Ostwald, ganador del Premio Nobel de química en 1909, aseguraba
que cuanto más eficiente es la transformación de energía bruta en energía útil, mayor es
el progreso de una sociedad. Sin embargo, la reflexión de Max Weber (1909) sobre esta
cuestión fue clara y contundente. Según Weber el grotesco planteamiento de Ostwald
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podría ser, además, dañino, porque de ningún modo una producción (industrial, para
aquella época, hoy también “postindustrial”) es más eficiente en términos de energía
que una manual, sólo sería más eficiente en términos de coste (386f), es decir, más
barata a corto plazo. Asimismo, Weber rechazó la arrogancia de algunos planteamientos
de las ciencias naturales y tecnologías frente a las ciencias “históricas” y el conjunto de
juicios de valor y prejuicios que conformaban los “hechos” de las ciencias humanas.
1. EL TERCER ENTORNO, LA SOCIALIZACIÓN TERCIARIA Y EL SUJETO
CYBORG
Sin remontarse a algunos proyectos lejanos, como por ejemplo los relojes y los juguetes
de los siglos XVII y XVIII o el autómata ajedrecista del español Torres Quevedo,
entendido como uno de los primeros intentos de fabricar ingenios capaces de imitar
ciertos aspectos del comportamiento humano, pueden señalarse algunos antecedentes
directos de la cuestión propia de la cibernética y por tanto del Tercer Entorno (E3).
Así, los conceptos de los reflejos y homeostasis característicos de la fisiología de
Pavlov, la progresiva reducción de la termodinámica a mecánica estadística en los siglos
XIX-XX, los desarrollos de la tesis del álgebra booleana a los circuitos de computación
y los trabajos sobre la teoría de los juegos y la computación automática podrían ser
algunos cruces de camino de los circuitos programáticos, tanto a nivel de hardware
como del software de sus estructuras, así como de las aficciones, los hábitos y los gustos
que han ido asentando sus propios imaginarios culturales.
Pocos años antes de la II Guerra Mundial empezaron a reunirse en la Universidad de
Harvard algunos científicos de diversos campos (matemática, ingeniería, estadística,
neurofisiología, etc.) y pusieron las bases de la definición que actualmente se mantiene
de la cibernética y fue uno de esos científicos, el matemático estadounidense Norbert
Wiener quien estableció la acepción moderna de la voz cibernética. De modo que la
cibernética ha de ser interpretada como una especie de antropología que se deduce a
partir y conjuntamente a través del estudio de los sistemas que se autorregulan
electrónica o electromecánicamente. Esto supone la existencia de Cyborgs que
cohabitan entre nosotros, tal vez nosotros y nosotras, de manera insensible, hayamos
hecho ya la metamorfosis.
Los principales argumentos de este trabajo se desarrollan a partir de esta metáfora de
sujeto Cyborg, partiendo de la definición de la cibernética como ciencia que “estudia”
los sistemas de control y comunicación de los animales y de las máquinas. Por tanto, se
pretende dar a entender que ésta es una ciencia que da unidad al comportamiento de los
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servomecanismos y sistemas de la ingeniería de telecomunicaciones, e igualmente a
muchos fenómenos fisiológicos, neurológicos, psicológicos, sociológicos y económicos.
Suponemos que de este razonamiento derivan los contenidos de entretenimiento que se
exponen más adelante.
Los Cyborgs en una cantidad temporal nada despreciable, trabajan, conviven y se
entretienen con medios cibernéticos de contenido bit, de entre los cuales los
audiovisuales están muy evolucionados y que no falta tanto para el buen ajuste digital
táctil, incluso comienzan a evocarse los olfativos y del sabor. Cabe pensar que todas
estas sensaciones de racionalidad cyborg suponen un complemento vital, o un
sucedáneo en no pocas ocasiones, desde una perspectiva netamente humana.
La metáfora cibernética se pone en marcha a través de dos presunciones. La primera es
aquella que afirma que la estructura de un órgano de un ser viviente es semejante a la de
una máquina, y por consiguiente sus deducciones son aplicables tanto a la máquina
como al animal. Y la segunda premisa simplifica que lo esencial en una máquina o
sistema automático y en un organismo vivo, y lo que éste último tiene de análogo a un
sistema automático, es la transmisión de información a través de intercambios
energéticos. Llegados a este punto, cada cual puede ya ir sacando sus propias reservas
ante este sobre determinismo, producto seguramente de alguien con obsesiones de
simple reduccionismo a una función o ecuación matemática de las existencias humanas
propia y ajenas.
Una de las consecuencias más “visibles” de la existencia cyborg es que prácticamente
nadie niega que vivimos en una sociedad global de la información. Incluso se afirman a
través de normativas formales de diversas organizaciones con más o menos prestigio y
reconocimiento social, pero ¿será cierta esta afirmación?
Si nos fijamos en la cantidad de mensajes que se desplazan de un lado a otro, en una
densa red que se teje alrededor del globo, en apariencia estaríamos participando en una
red informativa. Ahora bien, si nos adentramos en los contenidos de dichos mensajes
nos damos cuenta de que un elevadísimo porcentaje de dichos mensajes son erróneos,
falsos o inservibles (por inciertos, inseguros) para nuestro día a día y, sin embargo, les
dejamos un “hueco” espacio-tempoeral en nuestras oficinas, casas, pasatiempos, etc., en
definitiva, en nuestras vidas. Por tanto, podríamos entender que tan sólo estamos
atrapados en un envoltorio cuya composición es una espesa telaraña de comunicación o
de comunicaciones con mucho “ruido” puesto que altera con inmediatez asombrosa las
dimensiones espacio temporales y de contenidos de la ordenación de nuestras
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El pasatiempo burgués de la digievolución
percepciones, pensamientos, conocimientos, etc. Incluso nos lleva a tomar decisiones
erráticas, a caminos sin salida porque nos despistamos e incluso a la des planificada y
cómoda inacción, y esto está caracterizando nuestro estilo de vida. Sin embargo, el
grado de dominación aumenta ya que están quedando registrados millones de
acontecimientos vitales que están emulsionando contenidos públicos, privados e incluso
íntimos de nosotros y nosotras.
Según explica Norbert Elías (2010), el proceso de civilización occidental que ha ido
dejando sus huellas en los cambios de nuestras costumbres podría haber devenido en el
aburguesamiento de nuestros hábitos, entendido éste por una forma de entendimiento
que nos permite expresar sin rubor que el bienestar se consigue simplemente a través de
hacernos medrar en entornos de fácil holganza. Elías nos hace eco de un proceso de
civilización en constante devenir, de acortesanamiento de la burguesía tal como lo
explica en su minucioso trabajo y que plasma la esencia del deambular de nuestro
pensamiento Occidental. Según Veblen (1974) su conversión a “clase ociosa”.
Por otra parte, afirma Giddens (1996) que está en marcha la posibilidad del
advenimiento de un nuevo momento histórico de la modernidad. Según el autor lo que
está sucediendo realmente en nuestros días no es la superación de la modernidad sino la
alteración de las relaciones de intimidad y confianza que hasta estos momentos
caracterizaban de otra manera nuestra realidad. Ya no existen instituciones que
garanticen las relaciones íntimas de confianza sino que ahora es la autorrevelación,
entendida como la exposición voluntaria y masivas (o máxima exteriorización de la
aceptación del riesgo que esto conlleva) de las personas, para así generar confianza en
los demás, llegando incluso, en este tipo de transacciones relacionales a la fe ciega
(como una consecuencia de interiorización psíquica del máximo riesgo). De manera que
si nos encontrásemos en una sala de espejos temporales en los que la modernidad se
situase, la imagen que reflejaría el espejo más reciente de ésta sería el que Giddens
denomina como modernidad radicalizada. Los inicios de tiempos modernos que
podrían haberse explicado muy bien con vivencias quijotescas ahora se pueden estar
rentabilizando en aventuras y experimentos cibernáuticos.
Recordamos que Maslow, en sus explicaciones de los instintos y la motivación humana,
afirmaba que no sólo el miedo es una herramienta muy importante para la supervivencia
de las especies, éste es un reflejo natural de E1 para alcanzar la seguridad (una de las
motivaciones humanas más potentes) para establecer dinámicas de coordinación,
cooperación, convivencia, planificación, intercambio, etc. Ante la posibilidad de estar
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El pasatiempo burgués de la digievolución
conformando parte de un experimento de anulación de instintos de supervivencia parece
atractivo retomar el trueque prescindiendo de las comisiones de las relaciones
intermediadoras que ya no plantean ni facilidades, ni comodidades, ni seguridad a la
ciudadanía.
Siguiendo el hilo a la imagen de la modernidad radicalizada, Henry Giroux (2012)
parece haber encontrado otra de las claves de la esencia Cyborg cuando expone los
esquemas de valores que rigen una de las superpotencias mundiales y máximos
referentes de la democrática civilización Occidental.
El autor asegura que dichos
esquemas se están viviendo, representando, facilitando y reforzando para su traslación a
la praxis de la vida a través de las diferentes realidades virtuales de los mass media. A
partir de este esquema actitudinal, se estaría en una especie de permanente paroxismo
tribal y global (glocal) a la vez, que se pone en marcha y se retroalimenta con la
revitalización de contenidos que parasitan permanentemente dentro de nuestras
antropológicas sociedades. Así pues, casi sin sentir, se establecen relaciones mediáticas
de muerte y violencia en los hogares, los centros de trabajo, las escuelas, las maratones
y acontecimientos sociales del E1 y del E2 de lo más diverso.
Para aclarar la exposición, echamos mano de uno de los ejemplos (entre muchos otros)
que utiliza el autor para explicar la situación y que también encontramos revelador. Trae
a colación el premio en 2010 de la Academia de Hollywood a la película titulada “The
Hurt Locker”. Esta película detalla las andanzas de un experto americano en explosivos
William James que se pone a sí mismo en riesgo una y otra vez para llevar a cabo la
desactivación de las distintas amenazas de bomba. Según Giroux estos contenidos
reafirman la existencia de conductas, incluso, más temerarias que las de los soldados
hipermasculinizados e inmaduros que se pueden encontrar en la vida real.
Respecto de este producto cultural inmaterial, Mark Featherstone (2010) escribe que
William James toma riesgos innecesarios y vive experiencias límite. Se siente más vivo
cuando coquetea con la muerte, idea que comparte con el filósofo Martin Heidegger
quien sugiere vivir cada momento como el último para dar sentido a la vida. Volviendo
al Sr. James, cuando éste se expone ante las bombas sin protección alguna, pone a
merced de la bomba sólo la coraza de su cuerpo, puesto que, según Feathersone (2010)
esto se puede interpretar en términos freudianos, de manera que la bomba misma es
también una proyección del Yo del Sr. James: un duro caparazón con un contenido de
poderoso material explosivo. Tal vez el Sr. James sea un Cyborg.
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El pasatiempo burgués de la digievolución
Al igual que en aquella Francia y Alemania alto medievales, que nos relata Elias (2010),
en las que la humanidad estaba dando pasos hacia la Modernidad, seguimos
amparándonos en bajo el paraguas de la cultura Occidental continuamos llevando a cabo
opacas “convivencias” y connivencias que suponen transformaciones de nuestras
formas vitales nada despreciables. En aquellos días medievales la civilizada Francia
progresaba en el refinamiento de sus manifestaciones de buen gusto a través del invento
de otras formas de dominación que sustituyeran a la violencia física que todavía
predominaba en la ruda y guerrera Alemania que se entretenía defendiendo su esencia
cultural, no exenta de complejos ante la delicadeza de los brillos, maquillajes y
perfumes de la corte de su vecina Francia.
Elias, nos deja como herencia intelectual una especie de retrato robot de la desnudez del
alma de la cultura patriarcal, en la que, seguramente sin conciencia de ello, el autor ha
servido de médium para darnos a conocer y entender un poco más de la sustancia de
esta dominación jerárquica y segregadora que tiene enquistada en sus entrañas nuestra
cultura, ya sea sin o con “civilización” o sea, maquillaje.
Resultan muy clarificadoras las sutilezas recogidas, tan sólo de barniz, que recubre la
esencia de las relaciones de dominación que fluyen en el meollo de nuestra cultura.
Todos aquellos elaborados encuentros en torno a las comidas y el lenguaje empleado
sobre distintos temas de conversación, que mantenían como ritos iniciáticos los
cortesanos en su irremediable proceso de inclusión de la burguesía en su élite. Derivaba
éste determinante destino de sus mutuas necesidades: económicas por parte de los
cortesanos y de ascenso clasista por parte de la burguesía. El mismo Nietzsche en Más
allá del bien y del mal (párrafo 101) informa que los cortesanos de la época se jactaban
de ser gente holgazana. Rechazaban hasta tal punto el trabajo que “…el lenguaje del
cortesano,… carece de especialización y …, en las conversaciones sobre asuntos
científicos, elimina todas las expresiones técnicas [sin embargo] más cómodas, porque
recuerdan a la especialización… [y]… todo aquello que delata al especialista resulta
ser una mácula de estilo en los países de cultura cortesana…”. Por aquel entonces, las
distancias de sangre noble se marcan a través de estándares de clase social mediante
sensiblerías que pretenden confundir a las sensibilidades con conversaciones de tal
hondura que profundizan en argumentos de corrección lingüística de si un cadáver es un
muerto, un fallecido, un difunto o un descanso en paz.
El eviterno proceso de civilización no se entiende como unidireccional y sí como en
constante re-construcción. Conlleva a cambios específicos en los sentimientos de
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vergüenza y de los escrúpulos que acaban alterando los límites del desagrado y del
miedo de una sociedad diferentes elementos de relación social como la sexualidad, la
comida, el dormir, la desnudez, etc. Por tanto, la descripción sociogenética de los
miedos humanos se torna en una secuenciación de cambios psicogenéticos de los
individuos que se demuestran a través de la digestión de sus costumbres, es decir, de sus
hábitos o “maneras de vivir”.
Entonces, además de los distintivos gustos, las vergüenzas y los miedos irrumpen
abruptamente como sustancia psíquica principal de los cambios sociales. Tal vez el
miedo y su dominación puedan ser las variables principales en la Historia de las
sociedades. Incluso podríamos llegar a pensar que la humanidad ha invertido muchos
esfuerzos por mitigar, o despistar estos miedos, por ejemplo los infantiles, con mayor o
menor acierto. Más adelante retomaremos este tema del reflejo del miedo, que en
definitiva está formando pareja con la prudencia. Así se ponen a salvo a algunas
especies animales de sus posibles depredadores, al menos en el Primer y Segundo
Entornos (E1 y E2).
2. EL PASATIEMPO DE LA DIGIEVOLUCIÓN
Tal vez virtualmente, en conexión con los mass media, se percibe que la actualidad es
un tiempo de asombroso abismo donde da la impresión de que la amenaza de un revival
guerrero brutal está a punto de acontecer. Las obras teatrales de los futuristas parecen
brotar del medio de nuestra existencia diaria -y ya se sabe que en aquellas
representaciones el teatro quedaba hecho añicos.
Pensemos por ejemplo en el atentado y/o asesinato del pasado lunes 15 de abril en la
maratón de Boston. El resultado ha sido desconsolador, una vez más. Tres muertes,
entre ellos un niño de ocho años y casi ciento ochenta heridos de los cuales unos veinte
en estado muy grave. Todos estábamos pendientes del ataque nuclear de Corea del
Norte hacia Corea del Sur y, sin embargo, una vez más y abruptamente, la bomba casera
ha estallado en nuestras narices. Nos ha asaltado por sorpresa a todos, pese a los
habituales telecontactos grabados y almacenados en megagigantes memorias
cibernéticas para “nuestra” mayor seguridad. Más bien todos estos gastos digievolutivos
parecen un pasatiempo consumista de una clase burguesa a la que no le interesa la
realidad de lo cotidiano por encontrarla demasiado complicada, agotadora, trabajosa y
esforzada. Mientras que para otros esta necesidad de relax les supone un filón de
rentables negocios.
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El pasatiempo burgués de la digievolución
Para mayor vergüenza y miedo de nuestras sociedades, para otros supone un inacabable
quehacer, puesto de momento no se sabe si estos hechos han de ser interpretados dentro
o fuera de una organización de mayor entelequia que la de presuntamente dos hermanos
inmigrantes estadounidense procedentes de la Europa del Este. Su madre niega
rotundamente la autoría de sus hijos en estos acontecimientos. La pregunta que suscitan
sus afirmaciones es ¿conoce realmente a sus hijos? Hacía ya algún tiempo que no vivían
con ella aunque sí hablaban asiduamente por teléfono.
Estamos nuevamente ante el reconocimiento de la imagen de una situación de relación
familiar cotidiana de nuestros hábitos actuales. Las familias que antes llevaban a cabo
en exclusiva la socialización primaria de sus vástagos, están dejando crecer el hueco de
la tele-técnica para suplantar su labor. Esta formulación vital lo que está consiguiendo
es metabolizar contenidos, tiempos y espacios familiares a favor de los mismos
elementos de E3. Por tanto, la socialización primaria se ve desplazada y mermada por la
labor de la socialización terciaria o de este E3.
Lo mismo acontece con la socialización secundaria, llevada a cabo tradicionalmente a
través de instituciones formales de educación y formación. Dichos espacios y tiempos
también han cedido al encanto del canto de sirenas que irradian las Nuevas Tecnologías
de la Información y Telecomunicación (NTIT) como formulaciones magistrales de los
quehaceres pedagógicos catalogados como altamente innovadores, entre los cuales se
encuentran proyectos de contenido ideológico de homogeneización cultural nada
despreciable, a través de su fortalecimiento, con la excusa de poner en intercambio a las
redes escolares.
Es decir, tanto la socialización primaria como la secundaria han cedido actividad a la
socialización terciaria, incluso, haciendo prescindible la concurrencia a las aulas de
numerosas instituciones de la educación formal para aprender y enseñar y el de tener
que ir al centro de trabajo a producir, todo lo cual podría pensarse que supone un ahorro
energético que, a la par, descontamina el Primer Entorno (E1) y mejora la calidad de
vida en el Segundo Entorno (E2) evitándonos interminables aglomeraciones de tráfico
en horas punta. Nada más lejos.
Tales costumbres también son rentables (por qué no) a través de sus pírricos “diezmos”,
sin embargo podrían no ser la opción más económica a largo plazo, ya que suponen
crecientes acomodados hábitos a los que dan forma y expresión nuestros gustos
consumidores y, por tanto, procesos de supervivencia. Dichos hábitos están dejando en
manos de un relativamente reciente Tercer Entorno (E3) la socialización de nuestras
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El pasatiempo burgués de la digievolución
generaciones de reemplazo, y de las generaciones de antaño también que están en
continua re-socialización.
En esta cesión de socialización secundaria por parte de los centros educativos, y de
manera más o menos consciente, interesada o voluntaria por parte de sus diversos
componentes, a favor de la socialización terciaria, y tal vez más que nunca, los centros
educativos de civilización occidental de todas las etapas podrían estar todavía muy cerca
de un paraíso cortesano francés de la alta Edad Media, como el que hemos descrito más
arriba. La realidad que se vive en los últimos tiempos no permite reconocer los avances
de la “civilización” occidental. Más bien parece oportuno tratar de desentrañar claves de
los avatares de las civilizaciones y ver como reconducirnos
Las “innovaciones” educativas no surgen a priori, sino directamente de unas
condiciones objetivamente determinables que operan en la sociedad. Y entre estas
condiciones, se incluye el sistema educativo, por tanto, no son producto del azar, sino
del pasado. Tal y como asegura Durkheim (1975) “El futuro no se improvisa; no se le
puede edificar más que partiendo de los materiales que nos ha legado el pasado” Para
el primer catedrático de Educación y Sociología un método pedagógico nunca
permanece en su pureza y sólo se puede llevar a cabo a condición de que se transforme,
es decir, metabolizando lo anterior.
Parece relevante no perder de vista a aquella sociedad a la que el Proceso de
civilización de Robert Elias nos retrotrae a la Alta Edad Media y donde Durkheim sitúa
el germen de nuestros actuales sistemas educativos formales. Los contenidos de aquella
enseñanza se desarrollan a través de la Escolástica, a partir del empeño en el desarrollo
y de la expansión más que espiritual del cristianismo. Emile Durkheim informa que los
contenidos se fundamentaban en la gramática, la dialéctica y la disputa. Llegando a
construir colegios multiétnicos de trato inhumano.
Tal vez todo esto tan aparentemente lejano tenga algo que ver con nuestra actualidad
más próxima, tanto espacial como temporalmente. Así pues, Henry A. Giroux (2012) lo
deja claro cuando afirma que “…la violencia autorizada se asienta y la cultura
formativa que hace ello posible ha aumentado, dejando su huella dentro de la
educación superior [llama así a la universitaria, ya que]…se encuentran proyectos que
sirven a un complejo industrial de militarización…a menudo ocultados de las miradas
públicas [puesto que]...cuando estos proyectos se han hecho públicos…fueron objeto de
protestas de oposición, especialmente por estudiantes de los años sesenta” (p.1).
Giroux sigue su argumento afirmando que lo novedoso de la presencia de estos
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El pasatiempo burgués de la digievolución
proyectos en la actualidad es que nadie, al menos aparentemente, parece inmutarse lo
más mínimo, como si a nadie le interesasen estos proyectos más que por el dinero que
van dejando en los diferentes bolsillos a través de su concatenación de “diezmos”.
2.1 LA ESCUELA DIGITAL COMO DOMINIO COMPETITIVO O LA
ESCUELA DE LAS COMPETENCIAS
Recoge Echeverría (2004) un breve artículo escrito por Carpenter y McLuhan (1960) en
el que sus autores afirman que “Hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la
enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por
la prensa, las revistas, las películas, la televisión y la radio, exceden en gran medida a
la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela.
Este desafío ha destruido el monopolio del libro como ayuda a la enseñanza y ha
derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos
confundidos, desconcertados” (p. 235).
Los mass media han configurado otro tipo de muros –de cristal líquido, de pixels y de
bits. Han cambiado los materiales pero no su opacidad. ¿Cuál es el espacio generado por
las tecnologías de las telecomunicaciones, también construido con materiales de E1 y
E2 ? Algunas personas opinan que seguirá habiendo una escuela presencial que lleve a
los niños y niñas a pasear por el campo, a jugar en el patio y a aprender en aulas
cerradas que tendrán además de las puertas y ventanas que conectan con lo próximo y
con lo local, también telepuertas y televentanas que permiten ver y actuar en E3. Otras
personas pensamos que han cambiado las formas académicas materialmente, y que
dicho cambio hay que reflexionarlo seriamente.
Nuevas formas de interrelación docente y discente que se suelen comentar, brotan,
incluso de una especie de telepatía confiada, por sentirse en la obligación de evaluar
ejercicios escolares que “han sido enviados” y que sin embargo “nunca han sido
recibidos”. Además, parece esencialmente distinto enseñar a aprender matemáticas o
geografía en un libro, en un mapa o en una pizarra que hacerlo en pantalla a través de un
software matemático o circulando por Internet. Más esencial es averiguar lo que se
enseña y se aprende, es decir ¿qué es lo que se aprende, la matemática o la matemática
del software? No es lo mismo realizar una cuenta a lápiz y papel que hacerla
directamente con una herramienta cyborg con lo que podríamos quedarnos reducidos a
simios informatizados (Gubern, 1989) o a algo parecido a lo que se expone en un
clásico del cine: “El Planeta de los Simios”.
2.2. TERRITORIO NEOFEUDAL, MAGIA Y REALISMO
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El pasatiempo burgués de la digievolución
Según Giddens (1997) tanto el espacio como el tiempo son dos dimensiones que
vertebran las transformaciones y/o las reproducciones de la vida social. Los grandes
cambios producidos pueden apreciarse en la transformación cultural que se ha puesto en
marcha en los todos los ámbitos de la vida social cotidiana y también en las distintas
ciencias y saberes como las filosofías, las antropologías, las sociologías, las artes, los
urbanismos, las literaturas, las ciencias políticas, las teologías, etc. De tal manera que lo
rápido aunque efímero, la fragmentación, la discontinuidad, lo contingente, es decir, el
consumismo de la proyección vivencial o experiencial cortoplacista del espacio y del
tiempo, sumergida en una especie de gas de cloroformo de quirófanos de “ensoñación”,
pretende suplantar virtualmente a los proyectos humanos de largo recorrido, tanto en su
rechazo respecto del pasado como de su falta de planificación hacia el futuro.
Más que nunca, la instrumentalidad de las transformaciones está administrada por
empresas económicas o políticas, que son las que compiten entre sí en los mercados,
convirtiéndose éstos en subjetividad pura, por tanto materia privada. Es decir, la plaza
pública, el mercado ya no es un espacio de concurrencia libre de compra venta, está
dominada por sólo aquellos que nos dan un salvoconducto para entrar, estar para
satisfacer nuestras necesidades y ¿salir? En definitiva son nuestros administradores que
a veces acostumbran a denominarse servidores. La voracidad del mercadeo neoliberal
de la burguesía cortesana nos ha convertido en seres tutelados. Es de carácter más
objetivable pertenecer a las clases medias, pero cuando esta clase contiene una carga
subjetiva que incorpora valores burgueses que aspiran a entrar en los círculos cortesanos
topamos con el meollo de la cuestión. Ya decía Weber que estatus y clase no son
conceptos exactamente idénticos, aunque pueden participar de similares composiciones
en algunas ocasiones.
Hace como unos tres años ya se anunciaba que la Lotería Nacional habría de entrar a
formar parte de las empresas que componen el IBEX de España, de repente esto se
acalló. Hoy por hoy, a modo de puerta trasera y a modo de asalto se ha hecho realidad la
virtualidad multiplicadora de beneficios y pérdidas monetarias del Gran Casino de
ludopatías varias en el que se pretende que vivamos tranquila y azarosamente, sin
planificación alguna de recursos. Sin embargo, las facturas que podamos generar para
cuidar nuestra salud, que se entiende como un artículo superfluo en nuestras inciertas
necesidades vitales no sirven para generar “riqueza”, ni siquiera en caso de estar
derivadas de adicciones al tabaco, cuyo consumo se grava con altos impuestos.
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El pasatiempo burgués de la digievolución
Otra tema, que podría tener mucho que ver con esta mentalidad “de plastilina”, que
entendemos que no tiene que ver con la capacidad de adaptación o inteligencia
piagetiana, encontraría otra de sus materializaciones en el aeropuerto internacional de
Tegel, en Berlín. A partir de ciertas horas de la tarde los mensajes por megafonía de las
llegadas y salidas de aviones se hacen desde California, puesto que allí no se pagan
suplementos salariales por horas extra y los costes salariales son más bajos. Las últimas
noticias de la economía Alemana parecen indicar que Alemania está entrando en
recesión, parece mentira que en dicho país no se hayan dado cuenta de que para seguir
siendo rentable la actividad productiva hay que seguir recortando salarios a los cyborg
nacionales y equipararlos a los de California, es decir, desanclar o flexibilizar su
mercado laboral. Hoy mismo, 26 de abril nos hemos enterado de que previsiblemente en
vez del 0,5 la economía de España decrecerá 1,3 y el desempleo ronda el 30%. ¿Esto es
desarrollo sostenible o sálvese quien pueda? Los asaltos por sorpresa siempre suelen dar
buen provecho a alguien que está atento, sobre todo si posee información reservada. Lo
que sí es seguro es que las grandes fortunas se concentran cada vez en menos manos, al
igual que la carga de teletrabajos y unas pocas las rentabilidades de este quehacer
también. La digievolución es un pasatiempo, un trabajo, una ayuda, en definitiva,
discurre por nuestros espacios hipotecados y cautiva nuestros tiempos.
Imaginemos que deseamos seguir insistiendo en conjugar esta dinámica con la de
compatibilidad de la vida familiar y laboral se podría proponer el estar avisando por las
megafonías de los aeropuertos las llegadas y salidas de los vuelos desde nuestros
domicilios cyborg y a la vez preparando la cena, la plancha, atendiendo a la
dependencia de los domicilios, etc. Nos pagarían menos pero no necesitaríamos tanta
asistencia doméstica y ahorraríamos un montón para seguir invirtiendo en tele-máquinas
que faciliten nuestro día a día. Cuando sea hora de descanso, las calles a las que
podríamos salir a dar un paseo estarán hechas un hervidero de…, es mejor quedarnos
dentro y pasamos el rato con algún telejuego, hacemos mejor una televisita, etc.
Otra cuestión apuntada en las noticias de estos días consiste en cambiar el anuncio
matutino de la bajada de los tipos de préstamo de dinero por el hecho en horas
vespertinas, a través del que se ha reconvertido el futuro y en pocas horas los expertos y
gurús aconsejan aumentar los tipos de interés de los préstamos dinerarios de la zona
euro. Lógico, todavía existen élites que saben valorar el dinero y la importancia de éste
en los mercados, aún a riesgo de que Europa esté colapsando sus propios mercados
internacionales de mercancías derivados de esta subida prestataria. Esta gente sabia tan
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El pasatiempo burgués de la digievolución
estoica y espartana tiene solución para casi todo. Pensándolo bien, casi parece más
lógico volver a recuperar el trueque para numerosas mercancías, sobre todo, la de
servicios.
Nos viene a la memoria lo que respondía Giddens a una entrevista realizada por Una
Pérez Ruiz en marzo de 1999, en la que deja a pesar de los pesares una salida positiva a
estas mentalidades más o menos virtuales: “… Pienso que vivimos una transición hacia
una sociedad cosmopolita global impulsada por las fuerzas del mercado, los cambios
tecnológicos y las mutaciones culturales. Esta sociedad mundial no es dirigida por la
voluntad colectiva. La modernidad es una especie de “maquina loca” que sigue su
camino más allá de la voluntad de la gente. Al alba de este tercer milenio, no obstante,
creo que habrá un cambio en las mentalidades, La voluntad colectiva de conducir
conscientemente el cambio y limitar, o por lo menos controlar, el libre mercado, va a
volver a estar a la orden del día. Ese es un cambio significativo en las visiones del
mundo”.
A continuación se explica la idea de que semeja que estuviésemos en un planeta
experimental a través de la exposición de trabajos empíricos realizados en nuestras aulas
universitarias para hacer Sociología de la Educación, de paso que facilitan el
entendimiento de clases teóricas.
3. PROPUESTA NEOGRAMSCIANA PARA FUTURAS/OS MAESTRAS/OS
Se ha partido de que al igual que en el deporte, la interconexión entre cualquier juego y
la realidad se confunden (Elias y Dunning, 1986). También en sus entrenamientos, que
sirven de emoción preliminar para luego actuar sin miedos en los contextos reales de
competición. Concatenando esta idea con la de la dominación actual de la estética de la
depravación de la que nos informa Giroux (2012) llegamos a preguntarnos si podríamos
estar ante los ensayos, preliminares de un inconmensurable (por las globales
dimensiones espaciales que podría abarcar simultáneamente y en un solo instante)
contexto bélico o tal vez, solo se trate de un pasatiempo quijotesco más de la burguesía
dominada por afanes cortesanos. Por si acaso, y por aquello de que los efectos perversos
de los entornos sociales son dispares y frecuentes, tampoco podríamos descartar que se
pudieran estar germinando los dos sentidos (utilitaristas o instrumentalistas) a la vez.
La simbología que se “entrena” a través de las claves y normas de la inmensa mayoría
de los juegos y pasatiempos de nuestra sociedad actual resulta ser de una crueldad y
violencia que no son aptas para numerosas sensibilidades. Durkheim afirma que la
educación actualiza y/o inhibe potenciales impulsos y que suscita estados físicos,
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El pasatiempo burgués de la digievolución
intelectuales y morales. ¿No estaremos desde las “Escuelas” formales y no formales
enseñando a reescribir bajo una imitación camuflada al más puro Antiguo estilo de la
Ilíada y la Odisea y que se prolonga en el Antiguo Régimen y Modernidad y pretende
perpetuarse más allá de nuestros tiempos y espacios con absoluta despreocupación de la
acuciante realidad?. Quizá haya llegado el momento de parar tanta barbarie. El
desasosiego sobrecoge cuando esta misma mañana del 26 de abril de 2013, hemos
sabido que han aumentado todas las modalidades de violencia hacia y entre la infancia
que somos capaces de reconocer. Parece que la liquidez moderna más bien parece estar
sobredimensionándose un pétreo cáncer de alta virulencia que se cuela por entre todas
las edades y territorios. Las tasas de suicidio sufren de hermético silencio. El recurso al
consumo de ansiolíticos y antidepresivos se ha disparado.
“Quien concibe la modernidad como un proceso autónomo de innovación debe tener en
cuenta su deterioro cuyo reverso es el surgimiento de la sociedad del riesgo” (Beck,
1996, p. 201). Está tardando el imprescindible replanteamiento de las distintas
configuraciones de la vida social en esta modernidad. Si pensamos que la sociedad del
riesgo es una fase de transición en la modernidad en la que se desarrollan dinámicas
sustentadas en el desprecio de riesgos que se escapan de manera progresiva de las
instituciones de control y de protección de la institucionalidad, la Universidad es un
buen contexto para la reflexión intelectual de lo que acontece. Al mismo tiempo que no
cede a las pretensiones de otras fuerzas de mercado que no sea la de la formación de
intelectuales en el más amplio sentido de apertura de horizontes actitudinales, de
compromiso y corresponsabilidad científica y social, entre inevitables limitaciones a
superar.
Claro está, que lo que se acaba de exponer no debe confundirse con una pretensión de
distinción “cortesana” frente a aquellos/as otros/as. Se trata de saber y de asumir que
tenemos la obligación de trabajar para conseguir superar estos momentos no de
maquillarlos. La modernidad, la vida, no sólo es técnica ni ciencia, es comprender de un
mundo eviterno con exigencias plurales que está urgiendo cambios compartidos. Es
sincronizar estos cambios sociales como propios, sin ninguna concesión más a aquellas
trampas que merman la seguridad y el futuro los distintos hábitats.
A continuación pasamos a compartir el trabajo realizado en nuestras aulas de magisterio
en un intento más de vincular la investigación con la docencia y ambas sustentadas en la
praxis partiendo de la idea de obligatoriedad formativa en la universidad encaminada a
propiciar y generar la creatividad y nuevos conocimientos, no sólo reproducirlos. Las
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El pasatiempo burgués de la digievolución
tablas 1 y 2, reflejan una aproximación cuantitativa de la cantidad de objetos lúdicos
que se ofertan en nuestra sociedad en uno de los períodos del año en que “tiramos la
casa por la ventana” para celebrar la navidad.
Estas tablas han sido confeccionadas después de la observación y análisis de contenido
de diversos catálogos comerciales traídos a las aulas por encargo al estudiantado. En
dichas tablas se remarcan en negrilla aquellas cantidades de objetos que son susceptibles
de tener parcial o totalmente contenidos de violencia simbólica, bien física o psíquica.
CATÁLOGOS
INFANTILES
ADULTOS
(objetos categorizados
en…)
PREESCOLAR
630 (22,7%)
MUÑECOS/AS
514 (18,5%)
MANUALIDADES
202 (7,2%)
MOVIMIENTO
VIDEO-JUEGOS
467 (16,8%)
Y
469 (16,9%)
CONSTRUCCIONES
MÚSICA Y TEATRO
56 (2%)
FIGURAS DE ACCIÓN
279 (10%)
TECNOLOGÍAS
48 (1,7%)
107 (38,6%)
TEXTILES
61 (2,2%)
185 (66,8%)
43 (1,5%)
60 (21,6%)
2769
352
CULTURA
Y
LECTURAS
TOTALES
Tabla 1. Contenidos de objetos ofertados en la Navidad de 2012
Catálogos
Catálogo
Catálogo
Catálogo
Catálogo
Catálogo
infantiles
C1
C2
C3
C4
C5 (bebés)
Violencia
325
182
169
656
186
Total
1518
(45%)
Sexismo
34
231
85
20
0
370
(11%)
Otros
10
287
454
111
17
653
1515
El pasatiempo burgués de la digievolución
valores
Total
369
700
708
787
839
3403
Tabla 2. Contenidos de la juguetería infantil ofertada en la Navidad de 2012
A continuación, se presenta una selección de entre una serie de fotogramas
seleccionados para ilustrar los contenidos de las exposiciones de los grupos de trabajo
sobre los estudios realizados.
Como si de un álbum de fotos de imaginarios de ocio compartidos, por infancias y
juventudes de distintas décadas se exponen unas imágenes a modo de síntesis que
representan algunos de los resultados de las prácticas tuteladas sobre diversas series de
dibujos animados. Dibujos animados de ayer y hoy, puesto que se ha intentado hacer un
recorrido temporal (más o menos secuencial) en un intento de superar la inmediatez de
lo efímero. A través de ellos también se ha centrado la atención sobre los contenidos de
segregación por género que se plantean en dichas series, así como, violentos que han
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El pasatiempo burgués de la digievolución
encontrado en proporciones inesperadas (según sus propias palabras) y en relaciones
sociales de amistad, familiares, actividades de ocio y tiempo libre, escolares, etc.
Cerraremos, de momento este álbum de fotos con unas que hemos encontrado a través
de diferentes páginas digitales para la compra de sus productos. Nos parecen unas
imágenes muy elocuentes, casi no necesitan conclusión. Tal vez porque no haya
ninguna definitiva. Amén de alguna que otra sugerencia se cerrará el presente trabajo de
investigación con la narración de una pequeña biografía de un muñequito de plástico,
articulable y con mucho éxito entre los más pequeños y que se percibe en los últimos
años con cambios muy significativos y sobre el que también hemos dirigido la atención
de nuestras/os alumnas/os.
4. CONCLUSIONES
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El pasatiempo burgués de la digievolución
La educación o la socialización, resulta ser por tanto un proceso en constante cambio
que se manifiesta en diversos elementos o productos culturales materiales e inmateriales
de nuestra vida cotidiana. Después de ver lo que está sucediendo podemos coincidir con
McLuhan y Quentin (1987) cuando afirman que el medio es el mensaje. Por tanto,
hemos de reconocer su materia en todas sus dimensiones y proporciones para no coartar
la libertad de expresión pero sí de controlar las acciones que puedan catalizar.
Una materialización interesante de los espacios y tiempos lúdicos de la infancia, puede
quedar aprehendida en una serie de juguetería que nació a principios de los años 70,
inicios de la crisis del petróleo. Una empresa que se dedicaba a hacer productos con
plásticos, entre ellos juguetes, decide reducir el tamaño de sus productos. Hans Beck
acabó centrándose en un pequeño muñeco con todas sus variantes y sus accesorios. Para
su diseño se basó en los dibujos que los niños realizan: cabeza y ojos grandes, sonrisa y
sin detalles como nariz u orejas. Consiguió una figura humana siempre sonriente que
el/la niño/a pudiera manipular fácilmente y mediante accesorios lo caracteriza para
diferentes épocas o profesiones. Sus manos están diseñadas para encajar a la perfección
accesorios, herramientas, armas, instrumentos médicos, etc. y en la cabeza tiene una
marca para insertar sombreros, cascos, pelucas, etc. Estos muñequitos cubren las
distintas etapas relacionales de la vida humana con figuras de adultos, ancianos, bebés
niños y niñas y ha compartido varias décadas de nuestra infancia.
¿Han ido cambiando (metabolizándose) a la par que los gustos e intereses de la
infancia? Al principio representaban unos muñequitos inocentes y buenos en su etapas
infantil y juvenil que después se dedicaban a distintas profesiones como la medicina, la
docencia, bomberos, las actividades agrícolas, de veterinaria, seguridad ciudadana, etc.
y poco a poco a través de su simbología podían ejemplos esos estilos de vida a los niños
y a las niñas. Poco a poco se han ido acercando yconvirtiendo en reforzadores y
divulgadores de otros imaginarios con mayor carga de violencia (bucaneros, piratas,
soldados, etc.) produciéndose con estos muñequitos y en estos momentos, de manera
masiva, juegos de lucha con piratas, caballeros medievales con diversas armas (espadas,
escudos) otros luchadores soldados mucho más actuales con armas de fuego, láser,
digitales, etc. ¿Por qué? ¿Para qué?
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