Intaschi, D.; Galassi

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XIV JORNADAS NACIONALES DE EXTENSIÓN RURAL Y VI DEL MERCOSUR
EJE TEMÁTICO: LA SUSTENTABILIDAD DE LOS TERRITORIOS
TIPO DE TRABAJO: COMUNICACION
Título: “Transformaciones territoriales en el partido de San Cayetano (Pcia. de Buenos
Aires). Su influencia sobre las estrategias empleadas por los productores para
mantenerse en la actividad”
Autores: Intaschi, D., Galassi, E.
Mail: [email protected]
RESUMEN
Esta comunicación corresponde a un proyecto de tesis de Maestría PLIDER que se
está desarrollando actualmente en la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la
Universidad Nacional de La Plata.
El partido de San Cayetano está ubicado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
En estos últimos años, se está desarrollando una lucha de poder por el uso de la tierra entre los
productores locales y los llamados pools de siembra.
Objetivo general: analizar las transformaciones territoriales cómo consecuencia del avance de
los pools de siembra.
Objetivos específicos: indagar como afectan a distintos actores vinculados al sector;
investigar las estrategias empleadas por los productores que siguen en actividad; indagar las
razones por las cuales los productores dejan la actividad; caracterizar los pools de siembra y
estimar cambios en la estructura agraria y en el sistema de producción.
Hipótesis principal: “El territorio se está redefiniendo hacia un modelo de mayor
concentración de la producción y hacia una agriculturización como modelo hegemónico”.
Hipótesis secundarias: 1) “Se profundiza el poder de los pools en función del contexto
nacional e internacional”, 2) “Los pools son actores deslocalizados y desplazaron a los grupos
concentradores locales” y 3) “Se profundiza la tendencia a la desaparición de productores y
los que continúan en la actividad, optan por otras alternativas y no emplean las llamadas
“innovaciones discretas”.
La metodología se basará en entrevistas en profundidad, observaciones in situ para
estimar áreas de siembra y encuestas para estimar el número de productores.
Palabras clave: territorio, innovaciones, pool de siembra, transformaciones territoriales
I. INTRODUCCION
I.1.Planteo del problema
El partido de San Cayetano es un municipio urbano-rural que se encuentra ubicado en
el sudeste de la provincia de Buenos Aires siendo la ciudad cabecera San Cayetano.
Para la delimitación territorial, la provincia adhirió al sistema denominado de “ejidos
colindantes”, partido o distrito, que incluye áreas urbanas y rurales de manera que todo el
territorio queda incluido dentro del poder municipal (Iturburu, 1999).
Abarca una superficie de 300.400 hectáreas, limita con otros municipios urbanorurales: al norte y este con Necochea, al oeste con Tres Arroyos, al noroeste con Gonzáles
Chaves y al sur con el océano Atlántico y en la actualidad no existen otros centros poblados
de importancia.
Si bien las tierras pertenecientes al partido comenzaron a ser entregadas en enfiteusis 1
después de 1830, el poblamiento del territorio comenzó a partir de la llegada del ferrocarril en
1907 y de los inmigrantes, principalmente españoles, italianos, dinamarqueses y holandeses.
En 1911 fue fundado el pueblo de San Cayetano y en 1958 fue creado el partido de San
Cayetano con tierras pertenecientes a los distritos vecinos (Escobedo, 2003).
El partido está atravesado por las rutas nacional 228 y provincial 75 que permiten la
comunicación hacia distintos puntos del país. Tenía también una importante red ferroviaria, la
cual fue levantada en sucesivas etapas y, en la actualidad, el único ramal que queda está sin
funcionamiento.
Según información del censo de población de 1960, el partido tenía una población de
10.727 habitantes de los cuales 6.436 (60%) estaban en el área urbana y los restantes 4.291
(40%) en el área rural.
En la tabla I se puede ver la tendencia de la población del partido de San Cayetano
desde ese año hasta 2001, cuando se realizó el último censo poblacional en el país.
Tabla I: Evolución número de habitantes en el partido de San Cayetano
N° Habitantes
Total
Urbana (San Cayetano)
Rural
1960*
10727
6436
4291
1970*
9682
6025
3657
1991**
8652
6144
2508
2001***
8121
6958
1163
Fuente: *Censo Nacional 1960 y 1970. Dirección Nacional de Estadísticas y Censos
**Censo Nacional 1991. Dirección General de Estadística. Pcia. de Buenos Aires
***Censo Nacional 2001. Cifras provisorias.
Estos guarismos señalan que el partido de San Cayetano se encuentra en un lento
descenso de habitantes, registrándose una disminución de la población en los últimos 41 años
del orden del 24%. Sin embargo, se observa una concentración de vecinos en el único centro
urbano del distrito, disminuyendo fuertemente la población rural en un 73% para el período
1960 – 2001.
La evolución de la estructura agraria del partido de San Cayetano no fue diferente a lo
ocurrido en la región pampeana en cuanto a la desaparición de productores agropecuarios. La
misma puede verse en la tabla II.
Tabla II: Número de empresas agropecuarias (EAP’s) del partido de San Cayetano
Año
1969
1988
2002
1
N° EAP’s
672
561
360
La enfiteusis es un sistema de arrendamiento a largo plazo mediante el pago de un canon o renta. El objetivo era arraigar el
colono al suelo (Oddone, 1967).
Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1969, 1988 y 2002
Esta disminución en el número de explotaciones, fue acompañada con un aumento del
tamaño de las mismas y de la superficie de ocupación temporaria (Tabla III). Este fenómeno
de concentración ocurrió, en gran medida, por un aumento de escala por parte de productores
del partido que se dio en mayor medida durante la última etapa intercensal, que coincidió con
el período de vigencia de la ley de convertibilidad.
Tabla III: Régimen de tenencia de la tierra en % de la superficie.
Régimen de tenencia
Propiedad
Arrendamiento
1969
73
27
1988
67
33
2002
61
39
Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1969, 1988 y 2002
En cuanto al tipo de productores, podría decirse que para el año 2001, predominaban
empresas familiares (capitalizadas y no capitalizadas), ubicadas mayoritariamente en el
estrato entre 200 a 500 y 500 a 1000 hectáreas (Tabla IV), con producción de bienes
destinados al mercado. Las de los estratos superiores pueden considerarse como empresariales
por la importancia que tiene la mano de obra asalariada (Cittadini et al., 1990)
Según el CNA 2002, sobre 360 explotaciones se encontró 371 productores o socios
trabajando, de los cuales 90 (24,2%) tenían otra actividad (trabajo extrapredial). En cuanto a
los trabajadores permanentes, totalizaron 416 de los cuales 63 eran familiares del productor y
los restantes 353 no familiares.
Se trata de empresas mixtas con agricultura y ganadería y dentro de este último rubro,
el bovino de ciclo completo (cría y engorde de la propia producción).
De acuerdo a la definición del CNA, la superficie de la empresa está constituida tanto
por la propia como por la tomada en arrendamiento por lo que se puede desprender que el
territorio está bastante subdividido y la presencia de grandes empresarios es muy escasa.
Tabla IV: Estratificación de los productores de San Cayetano según superficie
Rango de superficie
(Has)
- 100
100 – 200
200 – 500
500 – 1000
1000 – 2000
2000 – 5000
+ 5000
Nº de productores
%
50
52
106
92
38
18
4
13,8
14,4
29,4
25,5
10,5
5
1,1
Fuente: CNA 2002
La economía del partido se basa fundamentalmente en la actividad agropecuaria ya
que el desarrollo industrial es muy escaso, limitándose a la presencia de dos molinos
harineros medianos (sus propietarios no son actores localizados) y uno chico (con anclaje
territorial) que dan una importante ocupación de mano de obra local.
Históricamente, los cultivos más importantes fueron trigo y girasol y en menor escala
cebada cervecera, avena y maíz. Últimamente está tomando cada vez más importancia la soja,
llegando a ser en la actualidad, el segundo cultivo en importancia después del trigo. Se estima
que la agricultura está ocupando alrededor de un 70% de la superficie útil del partido.
En cuanto al uso del suelo, si se compara el promedio del período 1996/97-1999/00
con la campaña 2006/07, se pueden notar importantes cambios por la comentada irrupción de
la soja (Tabla V).
Tabla V: Uso del suelo en el partido de San Cayetano. Comparación promedio
campañas 1996/97-1999/00 con la 2006/07
Cultivos
Trigo
Cebada
Avena
Colza
Girasol
Soja de 1ª
Soja de 2ª
Maíz
Promedio campaña
1996/97 a 1999/00
104.000
8.700
4.900
0
64.100
0
0
8.350
Campaña 2006/07
87.800
4.500
4.900
600
37.100
50.200
32.600
8.330
Fuente: Intaschi, 2007
La ganadería, está formada principalmente por bovinos para carne con una existencia a
diciembre de 2007 de 142.456 cabezas. Este stock ha disminuido un 10,4% desde el máximo
alcanzado en el año 2003 cuando se sumaron 159.039 vacunos2. La actividad ovina es
incipiente pero va tomando cada vez más importancia.
Funcionaron en el territorio numerosas organizaciones representativas de los
productores, pertenecientes a tres de las entidades corporativas que representan al sector
agropecuario nacional: CRA, CONINAGRO y FAA. La primera en organizarse fue la filial de
FAA en el año 1925, luego le siguió, en 1931, la Cooperativa Agrícola de San Cayetano,
dependiente de ACA. Posteriormente, las Cooperativas Agropecuaria de San Cayetano con
sucursal en Ramón Santamarina, Agropecuaria Raúl H. Gardey de Ochandio y la sucursal
Cristiano Muerto de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Orense. Estas entidades cerraron
sus puertas por problemas financieros durante la década del 90.
La Sociedad Rural de San Cayetano fue fundada en 1960, es de carácter
eminentemente gremial y en la actualidad, es la única entidad que funciona como
representativa del sector agropecuario.
A través de Cambio Rural, están en funcionamiento tres grupos de productores
agropecuarios y cuatro de apicultores y un grupo CREA.
Últimamente se han creado dos cooperativas que agrupan a apicultores y está en vías
de concreción una Asociación de Contratistas Rurales.
2
La información sobre las existencias bovinas fueron proporcionadas por la Fundación de Lucha contra la fiebre aftosa y
otras enfermedades de San Cayetano (FADESCA) y corresponde al período de vacunación octubre-diciembre.
Los transportistas también están agrupados en una cooperativa y existe una delegación
de UATRE para el empleado rural.
Existen en territorio además numerosas organizaciones de la sociedad civil como la
Cámara de Comercio, recientemente reinaugurada, agrupaciones de inmigrantes, clubes,
iglesias, etc.
En cuanto al gobierno municipal, fue creado en el año 1958 y siempre se caracterizó
por ser un ente que cumplía con las funciones básicas de administrar los principales servicios,
pero con escaso involucramiento en liderar y favorecer procesos de desarrollo. Demuestra
esto el hecho que, recién a partir de 2004, fue creada un área de producción pero con muy
escaso presupuesto, con una sola persona a cargo, con pocas ideas sobre lo que es el
desarrollo y escasa predisposición a la vinculación interinstitucional. Por otra parte, como
contraste, mantenía un área de acción social fuertemente asistencialista, especialmente en
épocas de elecciones, lo que fue un fuerte obstáculo para la implementación de políticas de
desarrollo. En diciembre de 2007 se hizo cargo del poder un nuevo gobierno, de distinto signo
político, donde se conformó un equipo de trabajo en el área de producción y turismo con una
mayor articulación interinstitucional. Por el momento, sus políticas están destinadas a la
generación de pequeños emprendimientos que puedan generar ocupación.
El autor se ha desempeñando como extensionista del INTA3 en este partido desde el
año 1975, lo cual le ha permitido ser testigo de las transformaciones territoriales que se han
dado a lo largo de este período de tiempo y que se han profundizado durante los primeros
años de este siglo.
La concentración de la producción comenzó a apreciarse a partir de la década del 90
cuando el incremento del costo del transporte terrestre, el elevado valor de la mano de obra
medida en dólares, la presión impositiva, las altas tasas de interés de los créditos bancarios,
determinaron un aumento en el costo de vida de los agricultores, que los obligó a un
incremento de su escala productiva para poder mantenerse en el sistema, privilegiando la
expansión de las empresas más grandes que incorporaron tierras de productores medianos y
pequeños que debieron abandonar la actividad (Sili, 2000).
Muchos de los que aumentaron su escala fueron actores con un fuerte anclaje
territorial, como acopiadores de cereales, comerciantes de insumos y algunos productores
empresariales y familiares capitalizados.
Este proceso de concentración continuó evolucionando después de la devaluación de
principios de 2002, esta vez con la presencia de actores deslocalizados, los pools de siembra,
entre los que se pueden mencionar a Los Grobo y El Tejar, entre otros. Esta mayor demanda
sobre la tierra, hizo que los valores de arrendamiento prácticamente se duplicaran, dejando sin
chances de competir a los actores locales. Otra consecuencia de este proceso fue el
surgimiento de la figura del contratista de maquinaria. Se trata de actores localizados, que
encuentran en los pools de siembra una fuente importante de trabajo. El origen de estos
nuevos actores del territorio propone un tema a investigar en este trabajo de tesis (se conocen
casos de productores que dejaron de serlo o que achicaron su actividad y se volcaron hacia el
contratismo).
3
INTA: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
Estas transformaciones, se inscriben en una lucha de poder en cuanto a la utilización
de la tierra, que se está dando entre los productores del partido y nuevos actores que se han
hecho presentes en el territorio. Esto está llevando a un proceso de “agriculturización” que
pone en riesgos la sustentabilidad del sistema.
I.2. Justificación o relevancia del tema
En su artículo sobre la evolución de la agricultura argentina en los últimos cincuenta
años, Horacio Giberti propone un análisis desde diferente puntos de vista, por un lado:
“...las explotaciones familiares medianas cumplen un papel tanto económico como social, tanto
rural como urbano. Crearon la fuerte clase media agraria que diferenció netamente nuestro campo
del grueso de América latina, fueron la base de los pueblos del interior y continúan siendo su
apoyo económico, porque compran y venden en comercios locales, hacia allí derivan buena parte
de sus ganancias.” (Giberti, 2005).
Por otra parte analiza la situación respecto de las mayores explotaciones y continúa
diciendo que ésta:
“...se asocia a menor densidad de población, endebles estructuras urbanas locales, escasa clase
media y poca vinculación con el comercio local, porque compra y vende preferentemente en
grandes centros urbanos, y allí invierte preferentemente sus beneficios. Más ajenos todavía al
medio local son los fondos de inversión que arriendan campos por una cosecha (peligro potencial
para la conservación del suelo), y que además, por su carácter meramente especulativo, no tienen
permanencia en la actividad y obran como aceleradores de los ciclos económicos.” (Giberti, 2005).
Estas citas se adecuan perfectamente a la situación que se está viviendo actualmente en
San Cayetano y otros partidos de la región del sudeste bonaerense, producto del avance de los
pools de siembra. Las productores localizados, hacen un aporte importante a la economía
local y regional por la ocupación de mano de obra y servicios, compra de insumos,
asesoramiento por parte de profesionales de la localidad, comercialización de la producción,
compra y reparación de maquinaria agrícola.
Como dice Giberti, ciudades como San Cayetano, con escasa población y desarrollo
industrial, dependen fundamentalmente de la actividad agropecuaria, de lo que generan sus
productores. La realidad indica que nunca se buscó un perfil industrial, pensándose que, con
la riqueza que generaba la actividad agropecuaria, era suficiente para asegurar el desarrollo de
la localidad. La actual coyuntura indica que es necesario pensar en otras alternativas para
asegurar la sustentabilidad de San Cayetano y otros pueblos similares y no limitarse
solamente a la obra pública o al empleo municipal, como sucede actualmente.
Es por ello que en la actual situación, donde la sustentabilidad de este tipo de pequeñas
localidades depende casi exclusivamente de la actividad agropecuaria, resulta muy importante
identificar las dinámicas productivas concentradas que tienen a subsumir a esas explotaciones.
I.3. Pregunta de investigación.
¿Cómo se está redefiniendo el territorio y qué estrategias están adoptando los
productores del partido de San Cayetano, teniendo en cuenta el avance de los pools de
siembra?
II. ESTADO DE CONOCIMIENTO SOBRE EL TEMA
II. 1. Enfoques Teóricos
Para la realización de la revisión bibliográfica se tomaron en consideración aspectos
que integran la pregunta de investigación como territorio y actores involucrados
(productores agropecuarios y pools de siembra).
Claude Raffestin (1980), realizó la diferenciación entre espacio y territorio como
términos que no son equivalentes. El territorio toma apoyo sobre el espacio y es el resultado
de una acción realizada por un actor que ejecuta un programa. Al apropiarse del espacio, el
actor lo territorializa y esa producción se inscribe dentro de un campo de poder.
Otros autores brasileños, coinciden respecto a la diferencia entre espacio y territorio y
a considerar a este último como un campo donde se ponen en juego relaciones de poder
(Lobato Corrêa, 1994; Geiger, 1994; Correia de Andrade 1994; Lopes de Souza, citado por
Manzanal 2007).
Milton Santos (1994), introduce el concepto de redes como nuevas realidades que
constituyen parte del contexto en que ocurre la creación de territorios. Éstas, resultan en lo
que llama horizontalidades y verticalidades.
Respecto de las transformaciones territoriales, se considera al territorio como un orden
efímero y local que soporta continuas transformaciones donde la construcción de un nuevo
territorio implica la destrucción del anterior (Correia de Andrade, 1994; Bustos Cara, 2002;
Albaladejo, 2004).
Albaladejo (2004), aporta el concepto de “territorialización incompleta”, donde
pueden coexistir diferentes territorios y el concepto de innovaciones a las que distingue entre
“oficiales” y “vedette” o “discretas”. Estas últimas son consideradas como casos extraños
poco conocidos, pero que son empleadas como estrategias de supervivencia y desarrollo de
pequeños productores familiares.
En cuanto a la caracterización de los productores, la estructura agraria está formada
por distintos tipos sociales agrarios que se caracterizan y diferencian por la disponibilidad y
magnitud de su dotación de recursos y por la forma social del trabajo. Mercedes Basco et al.
(1981), reconocen las siguientes categorías: Minifundista, familiar capitalizado y
empresario.
Definen al minifundista como una unidad de producción / consumo , bajo cualquier
forma de tenencia, que produce para el mercado en condiciones de escasez de recursos
naturales y capital y la mano de obra es fundamentalmente familiar, aunque en algunos casos
puede tener algún asalariado. Esto da por resultado la inexistencia de beneficios económicos
en el largo plazo que impide la capitalización y el acceso a mejores condiciones de vida.
En cuanto al familiar capitalizado, lo considera como una unidad de producción /
consumo, bajo cualquier forma de tenencia que produce para el mercado, con una dotación de
recursos que le permite obtener beneficios, con participación de trabajo familiar aunque no
excluye la posibilidad de contratar asalariados.
Finalmente, los empresarios son unidades de producción bajo cualquier forma de tenencia,
con una dotación adecuada de capital y recursos naturales basada en el trabajo asalariado, en
donde el empresario tiene funciones de dirección y organización aunque esa función también
puede ser realizada por un administrador. Obtienen una rentabilidad que les permite un ritmo
de capitalización superior a las otras categorías (Basco et al., 1981).
También diferencia a estos actores por su racionalidad económica a la que define
“...como el objetivo que persigue cada tipo social agrario en su unidad de producción y su
relación con los medios más conducentes para alcanzar dicho objetivo.” (Basco et al., 1981:
13).
El supuesto básico de la economía neoclásica es que las empresas tienen como
objetivo maximizar el beneficio retribuyendo a todos los factores de la producción. Si no
alcanzan ese objetivo se retiran del mercado o se transforman en otro tipo social. En cambio,
la racionalidad económica del minifundista es distinta a la del empresario, “...su racionalidad
económica tiene como objetivo asegurar la subsistencia familiar para lo cual intenta
maximizar un ingreso global que cubra dicha subsistencia aún cuando no se retribuyan todos
los factores de la producción”, maximizando el trabajo familiar (Basco et al., 1981: 13).
Posteriormente, Cittadini et al. (1990), utilizando criterios similares, clasifican a las
empresas en empresariales y familiares por la presencia o ausencia de mano de obra
asalariada. Dentro de este último nivel, existen diferencias que responden a una distinta
dotación de recursos y permite distinguir dos categorías: productor familiar capitalizado y
productor familiar no capitalizado. Para el primer caso, la actividad productiva arroja
resultados suficientes como para lograr un nivel adecuado de capitalización y puede combinar
trabajo familiar con asalariado. Entre los no capitalizados, la actividad solo les alcanza para la
subsistencia y el mantenimiento del capital de explotación, aunque en algunos casos pueden
estar produciendo sin llegar a cubrir las amortizaciones de los bienes de capital usados en el
proceso productivo. Sin embargo, lo complejo de la realidad hace que no sea fácil caracterizar
a las explotaciones, no existiendo una frontera nítida entre un grupo y otro. Numerosas
explotaciones utilizan combinadamente mano de obra familiar y asalariada. La proporción en
que se disponen estos dos tipos de empleos, constituye un indicador adecuado para definir
formas de organización diferentes.
Murmis (1998), coincide en diferenciar a la empresa familiar de la empresarial
tomando como criterio la utilización de mano de obra familiar o asalariada. Dentro de las
empresariales, introduce el concepto de explotaciones grandes, medianas y pequeñas. En la
región pampeana, la magnitud de ciertos emprendimientos ha generalizado el nombre de
megaproyectos y megaproductores para quienes lo llevan adelante. El volumen de la actividad
los diferencia de los empresariales. Una de las variantes de estos megaproyectos lo
constituyen los pools de siembra que no compran tierra sino que la arriendan para la
producción de cereales y oleaginosas. Los participantes de estos pools pueden ser desde los
mismos dueños de campo que son alquilados hasta inversores de cualquier parte y actividad.
Más recientemente, María Isabel Tort y Marcela Román (2005), en una amplia
revisión de la literatura coinciden en que la presencia del trabajo familiar es la variante más
relevante para delimitar las explotaciones familiares. La presencia del trabajo familiar puede
ser definida como la preeminencia de la mano de obra familiar sobre la asalariada quedando
pendiente cual debería ser la relación entre ambos componentes para diferenciar una
explotación familiar de otra que no lo es.
Coincidiendo con Basco et al. (1981), estas autoras consideran que para la región
pampeana, la propiedad sobre el capital agrario no es lo que define a este tipo de productor.
Podría no poseer tierra y contratar buena parte de las labores y sería considerado productor
familiar siempre que tome las decisiones productivas y aporte junto a su familia la mayor
parte del trabajo requerido.
También observan una gran heterogeneidad en la composición del grupo de
productores familiares en cuanto a sus niveles de capitalización, fuentes de ingresos y su
grado de autonomía frente a los factores externos. En este sentido se podrían diferenciar por
niveles de capitalización, fuentes de ingresos (prediales y extraprediales), mientras el trabajo
familiar sea preponderante. Al igual que Basco et al. (1981), otra forma de diferenciación
sería de acuerdo a su racionalidad económica. Sostienen que, si bien las explotaciones
familiares pampeanas pueden encuadrarse dentro de la lógica económica, en cuanto a que
buscan obtener la máxima ganancia, es posible encontrar situaciones en donde la obtención de
ingresos familiares globales se vuelve un objetivo posible (Tort y Román, 2005).
Consideran también que los cambios ocurridos en los últimos años, donde se
encuentran explotaciones unipersonales, pluriactividad, residencia urbana, el estudio de los
hijos, abandono de la producción de autoconsumo, entre otros factores, hacen necesario una
reconceptualización de lo que se conoce como explotaciones familiares (Tort y Román,
2005).
Javier Balsa (2006), observa una tendencia en el agro bonaerense hacia un modelo
cada vez más capitalista con grandes arrendatarios capitalistas, productores medianos a
grandes que combinan propiedad con alquiler, pequeños y medianos rentistas y
predominio del trabajo asalariado. También destaca el surgimiento del contratista de
maquinaria agrícola por la gran expansión de la contratación de terceros para la realización
de labores agrícolas. Estos actores serían un tipo de capitalistas rurales que invierten en
maquinarias y no en tierras y los más grandes usan trabajo asalariado.
II.2. Estudios Empíricos
La amplia difusión que tuvo el cultivo de soja en el país en estos últimos años,
ayudado por el paquete tecnológico siembra directa + soja transgénica + glifosato, puso a este
cultivo en el debate público. En este contexto, los asociados a la Asociación Argentina de
Productores de Siembra Directa (AAPRESID), no dudaron en adoptar este paquete
reivindicando para sí la figura del “empresario rural innovador”. A través de entrevistas
realizadas, Valeria Hernández (2007a, 2007b), señala los ejes a través de los cuales se puede
construir su perfil identitario: se categorizan como “empresarios”, distinguiéndose de sus
ancestros los agricultores inmigrantes europeos, consideran como principal factor de
producción al conocimiento, pasando la tierra a un segundo lugar (los “sin tierra”) y por
último se asumen como líderes de un nuevo modelo socio productivo, un nuevo paradigma
basado en los bienes inmateriales (“la sociedad del conocimiento”). Se ubican equidistantes
entre el terrateniente y el chacarero, preconizando el slogan de “una agricultura sin
agricultores”. Despliegan su actividad en una gran cantidad de ramas y sectores comerciales,
industriales y productivas (Hernández, 2007a, 2007b).
Para completar sus actividades productivas, los “empresarios rurales innovadores”
requieren del servicio de los contratistas de maquinaria agrícola. Según la investigación
realizada por Valeria Hernández, se trata en su mayoría de ex-productores que compran
alguna maquinaria y ofrecen servicios en su zona de residencia. Los considera como el
eslabón más frágil de la red, en un escenario altamente competitivo donde existe una puja por
conseguir trabajo que se traduce en la baja de los precios que cobran par su realización
(Hernández, 2007a, 2007b).
El pool de siembra, es una forma de organización empresaria en la cual participan
varios socios para maximizar el beneficio del negocio agropecuario a partir del aumento de la
escala de producción y la disminución de los riesgos que tiene esta actividad. Se integran
contratistas rurales, empresas de agroquímicos, productores e inversores que generalmente no
provienen del agro (Nava, 2003, Cristiano, 2006).
Pueden adquirir distintas formas de organización, desde las más simples hasta las más
complejas. A nivel local es común la constitución de pequeños pools integrados por firmas
acopiadoras de granos que articulan con productores descapitalizados aportando el capital
circulante para el ciclo productivo. Otra forma es la que adoptaron firmas proveedoras de
agroinsumos que aportan los insumos mientras que los productores aportan el campo y las
maquinarias, quedando en gerenciamiento del emprendimiento a cargo de la firma
organizadora (Posada y Martínez de Ibarreta, 1998)
En muchos casos se asocian a figuras jurídicas como el fondo común de inversión (FCI) o el
fideicomiso, las cuales están debidamente reguladas en el país por las leyes Nº 24.083 de FCI
y Nº 24.441 de Fideicomisos (Nava, 2003).
Como ventajas se pueden mencionar el poder de negociación para la compra de
insumos, comercialización y aplicación de tecnología. La gran dispersión en que se
encuentran sus explotaciones, que excede las fronteras del país, así como la diversificación de
cultivos, disminuye los riesgos de la actividad, posibilitando así la obtención de una mayor
rentabilidad. Estos grupos también se integran verticalmente con las agroindustrias
disminuyendo los costos de transacción. La mayor demanda de tierras que provocan, ha hecho
aumentar los valores de arrendamiento, perjudicando a los productores arrendatarios que no
pueden competir con ellos (Cristiano, 2007).
Posada y Martínez Ibarreta (1998), señalan que las ventajas en la compra de insumos
se asientan sobre cuatro pilares: compra en precampaña, generar un volumen que facilite
obtener un precio diferencial, pago al contado con los aportes de los inversores, comprar al
menor precio pudiendo en algunos casos llegar a importar algún bien. Con estas estrategias
logran reducciones en los precios que promedian el 20%. Por otro lado, al adquirir al
fabricante, reducen el pago de impuestos a los ingresos brutos, disminuyendo el precio en un
8% adicional.
Es difícil cuantificar a los pool de siembra y al número de actores involucrados debido
en muchos casos a la informalidad y porque en la mayoría de los casos se organizan por una
campaña agrícola y desaparecen una vez liquidados los resultados, aunque se estima que
trabajarían unas 2 millones de hectáreas, estando el 80% de esa superficie ubicada en la
región pampeana (Nava, 2003, Cristiano, 2006).
Los FCI han tenido dentro del sector agrícola un gran desarrollo durante la década de
los 90. A diferencia de los pool de siembra, tienen una sólida base jurídica y una complejidad
organizacional que requiere la presencia de varios actores: inversionistas, agente colocador,
organizador u operador técnico y productores agropecuarios que ofrecen su tierra en
arrendamiento (Nava, 2003).
En cuanto al fideicomiso, es también una figura jurídica destinada a delimitar los
riesgos de los proyectos y bajar los costos. Su principio reside en constituir patrimonios
diferentes a los de las partes intervinientes, apartando temporalmente la titularidad de los
bienes fideicomitidos (ganado, campos, siembra) para destinarlos a un programa de inversión
determinado. Impositivamente, cuando el que cede los bienes (fiduciante) adquiere la calidad
de beneficiario, el fideicomiso (siempre que no sea financiero) no es sujeto del impuesto a las
ganancias. Otra ventaja es que al haber separación de bienes, una eventual quiebra del
fiduciante o del fiduciario no afecta al fideicomiso. Los bienes que aportan los inversores o
fiduciantes pueden ser campos, agroquímicos, semillas, fertilizantes, laboreo de tierra,
maquinarias (bienes fideicomitidos) o dinero desembolsado por pequeños y medianos en
sumas que van entre los 10.000 y 100.000 dólares. Obtienen una ganancia anual entre el 10 y
el 30% en dólares. El fideicomiso agrario surgió como una alternativa a la falta de créditos
desde la pesificación y encontró su principal expansión en los pool de siembra (Conde, 2007).
IV. OBJETIVOS
IV.1. General
Analizar las transformaciones territoriales que se están dando en el partido de San Cayetano
como consecuencia del avance de los pools de siembra.
IV.2. Específicos
1. Indagar de qué manera afectan estas transformaciones territoriales a distintos actores
vinculados al sector (productores, contratistas, comercios, acopiadores, profesionales
de la agronomía, transportistas, organizaciones de productores, agroindustrias,
autoridades municipales).
2. Investigar las estrategias empleadas por los productores que siguen en actividad
3. Indagar las razones por las cuales los productores dejan la actividad.
4. Estudiar las características de los pools de siembra que están presentes en el partido y
sus vinculaciones con el medio local.
5. Estimar los cambios en la estructura agraria y el sistema de producción
V. HIPÓTESIS
V.1. Hipótesis principal
El territorio del partido de San Cayetano se está redefiniendo hacia un modelo de mayor
concentración de la producción y hacia una agriculturización como modelo hegemónico.
V.2. Hipótesis secundarias
1. Se profundiza el poder de los pools de siembra en función del contexto nacional e
internacional.
2. Los pools de siembra son actores deslocalizados y han desplazado a los grupos
concentradores locales.
3. Se profundiza la tendencia a la desaparición de productores y los que continúan en la
actividad, emplean distintas estrategias: tener ingresos extraprediales, el
asociativismo, el contratismo o el arrendamiento temporal y no emplean las llamadas
“innovaciones discretas”.
VI. METODOLOGÍA
VI.1. Procedimiento metodológico
El tipo de investigación que se plantea es de tipo exploratoria dado que no existen
antecedentes de estudio de esta problemática en la región.
Para la recolección de información se va a recurrir a encuestas y entrevistas en
profundidad en forma individual.
Tomando como base la población del último censo nacional agropecuario de 2002, se
hará una encuesta exploratoria cuyo objetivo será determinar aquellos productores que siguen
en actividad y los que la dejaron. En el caso de los primeros, como es su estructura actual
comparada con la que tenían en 2002 y si varió su tipo social. En cuanto a los segundos, si
fue por venta o arrendamiento, causas y quienes tienen esa tierra actualmente.
Sobre ambos grupos se hará una selección de individuos para hacer entrevistas en
profundidad.
Con esta metodología, se investigará acerca de las estrategias empleadas por aquellos
que siguen como productores y en cuanto al segundo grupo los motivos por los que la
abandonaron.
En cuanto a los pools de siembra, se tratará de localizarlos a través de los contratistas
locales y otros informantes calificados y, mediante entrevistas en profundidad, se tratará de
indagar acerca de su forma jurídica, antigüedad en la zona, localización, perspectivas de su
accionar hacia el futuro, cómo los afectan las últimas medidas gubernamentales sobre
retenciones, articulación con actores locales (sociales, comerciales, de servicios).
Respecto de los pools locales que estaban presentes durante la década del 90, verificar
su continuidad como tales, si se han mantenido, qué estrategias emplearon o las causas por las
cuales se disolvieron.
Otros actores a entrevistar serán los contratistas de maquinaria agrícola, su origen, con
quienes trabajan, relaciones comerciales y laborales, conexiones con los pools de siembra.
Por último se entrevistarán a otros actores como acopiadores, comerciantes de insumos,
transportistas, profesionales de la actividad privada, organizaciones de productores, con el
objetivo de observar cómo estas transformaciones están afectando a sus respectivas
actividades. También será importante contar con la visión de las autoridades políticas locales
sobre este problema.
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