REFLEXIONES SOBRE UN ESTUDIO DE CASOS REFERIDO A PRODUCTORES FRUTÍCOLAS FAMILIARES DE LOS VALLES IRRIGADOS DEL NORTE DE LA PATAGONIA Betina Mauricio; Gabriel Podgornik; Natalia Zunino; Santiago Domini; Sergio Ziaurriz; Victoria Rivero, Carlos Alemany. EEA INTA Alto Valle. Argentina Contacto: Betina Mauricio. [email protected]. EEA INTA Alto Valle. Tel 02941 439000 Resumen Las transformaciones estructurales que han tenido lugar en el sector agrario durante las últimas décadas incidieron en la producción familiar alterando las condiciones de producción y comercialización, constituyendo un nuevo escenario para los actores y sus prácticas socio-económicas. Para los organismos de extensión, la forma de abordar a este sector en proceso de cambio se ha convertido en un desafío que implica necesariamente un esfuerzo de reconocimiento integral del sujeto junto al cual se interviene. Desde el Área de Desarrollo Rural del INTA Alto Valle y a partir del 2005, se viene desarrollando un trabajo secuencial y participativo de interpretación de una problemática del territorio: el de los productores familiares frutícolas. El mismo comenzó con la lectura y sistematización de datos censales para luego aumentar la escala de análisis hasta la concreción de un estudio de casos. Además de comunicar algunos resultados y reflexiones acerca del objeto de estudio, esta presentación pretende aportar al intercambio de experiencias de intervención para el desarrollo rural. Palabras clave: producción familiar –estudio de casos – intervención Introducción Los valles irrigados del norte de la Patagonia conforman una región agroindustrial frutícola donde se destaca la producción de frutales de pepita. En la provincia de Río Negro la superficie implantada con frutales de pepita es de 39.455,60 has, y la superficie total de frutales es de 45.755,37 has. (Fuente: Censo Provincial de Agricultura Bajo Riego de Río Negro 2005). Entre las tendencias del reciente período de concentración y transnacionalización agroindustrial del complejo frutícola de la Norpatagonia se destaca la globalización del consumo que impone ciertas condiciones de calidad, la globalización creciente de los circuitos de capital agroindustrial y la redefinición de las posiciones productivas de los actores de la cadena. Esto significa una mayor asimetría que dificulta la continuidad de productores familiares y de pequeños y medianos empacadores. Estos procesos no son homogéneos sino que generaron especificidades regionales con grados de diferenciación. (Bendini y Tsakoumagkos, 2003) Ante este marco de situación, contar con una estrategia que apunte a lograr la sustentabilidad económica, ambiental y social del territorio implica definir cual es el sentido social del modelo productivo que se quiere potenciar, pensando el sistema productivo como espacio de generación de oportunidades de inserción socio económica para los sectores mas vulnerables. Por esto resulta importante comenzar a transitar la búsqueda del crecimiento de la actividad rural con equidad social. 1 En tal sentido dentro de la nueva misión del INTA y para cumplir con ella, a partir de 2004 el INTA Alto Valle se reinstala en el territorio a través de la reapertura y apertura de nuevas Agencias de Extensión Rural, incorporación de becarios en el área de extensión y técnicos de proyecto y con la revalorización de los antiguos programas Cambio Rural y Prohuerta El camino a transitar es de la recuperación y el fortalecimiento de los pequeños y medianos productores y su familia como actores fundamentales, hoy debilitados, y sin los cuales no es posible impulsar procesos equitativos y sustentables de desarrollo en la región. Para esto es primordial la caracterización y comprensión del porque de sus costumbres y practicas para poder desarrollar conjuntamente estrategias de intervención capaces de generar procesos de desarrollo genuinos. Objetivos del Estudio de casos: 1. Profundizar el conocimiento integral acerca de las unidades socio-productivas de los actores con los que estamos trabajando. 2. Interpretar cuáles son las condicionantes de esa situación y dimensionar las implicancias y el alcance de nuestra intervención. 3. Contar con casos concretos en torno a los cuales discutir enfoques y metodologías de trabajo. 4. Orientar la intervención en función del la realidad conocida, las oportunidades detectadas y los objetivos priorizados. Etapas de trabajo1: 1ª. Análisis de datos del Censo Provincial de Agricultura Bajo Riego de la provincia de Río Negro (CAR 2005). Construcción de una tipología socio-productiva. Año 2006 2ª. Diseño del estudio de casos y selección de casos dentro de los tipos sociales priorizados como población objetivo del proyecto. Año 2007. 4ª. Relevamiento de casos. Año 2007 5ª. Sistematización de la información, discusión grupal sobre la lectura de los resultados y socialización del conocimiento. Año 2008 Clasificación de agentes productivos primarios En base a los indicadores socio-productivos analizados para unidades productivas bajo riego de las localidades Alto Valle, Valle Medio y Río Colorado (Zunino; et al.: 2007) y a una propuesta de agrupación de variables presentada a la Secretaria de Fruticultura de Río Negro, se construyó -en articulación con dicha institución- una clasificación de unidades productivas que responde al concepto de Forma de Organización Social del Trabajo. La base de la agrupación propuesta se construyó con datos de Unidad Económica2 del CAR 2005 y se estructuró en función a dos variables principales3: 1 Todas las etapas de trabajo fueron coordinadas por un grupo responsable, y a su vez discutidas y reelaboradas a partir del trabajo con lo técnicos del área de Desarrollo y, en la última etapa, también con técnicos del área de Investigación. 2 El número de trabajadores permanentes no familiares que realizan tareas en la unidad productiva El tipo jurídico de la unidad de la unidad productiva. Quedaron así definidos cuatro tipos socio-productivos: I. Familiar: es aquel que no posee trabajadores permanentes. II. Familiar capitalizado: es aquel que posee un trabajador permanente. III. Empresa familiar: es aquel que tiene más de un trabajador permanente y el tipo jurídico corresponde a persona física, sociedad de hecho o cooperativa4, IV. Empresa no familiar: es aquel que tiene más de un trabajador permanente y el tipo jurídico corresponde a otro tipo de sociedades5 no incluidas en el tipo “empresa familiar”. Los tipos productivos así definidos fueron caracterizados en función de los indicadores: 1. 2. 3. 4. El nivel de capitalización de las unidades económicas La actividad principal realizada dentro de la explotación productiva El nivel modernización tecnológica de la unidad productiva La dependencia económica del productor hacia la actividad predial Representación de tipos productivos según valle: Alto Valle Valle Medio Río Colorado Ha bajo riego: 67471 UE:2873 Ha bajo riego: 56876 Tipo Social Agrario Familiar Familiar capitalizado % 27 13 % 58 19 % 41 13 UE:967 Ha bajo riego: 13555 UE:367 % 75 14 % 62 21 % 75 18 Empresa familiar Empresa sociedad de capital 28 17 11 6 6 6 32 6 35 5 3 1 Fuente: Elaboración propia en base a documentos de la Secretaria de Fruticultura de Río Negro basados en el CAR 2005 2 Se designa así a la/s Unidades de Organización de la Producción (UOP`s), en las cuales las principales decisiones, utilidades y riesgos empresarios, son asumidos por un mismo productor (un mismo CUIT). 3 Cabe aclarar que si bien la caracterización general de los tipos productivos se construyó en base a los datos del CAR correspondiente a la provincia de Río Negro, podemos ampliarla a los productores frutícolas de la provincia del Neuquén dadas las similitudes entre las características y estrategias socio productivas de este tipo de productores 4 Entendiendo que las cooperativas de la provincia están en su mayoría conformadas por pequeños y medianos productores. 5 Los tipos jurídicos comprendidos en la figura “Empresa no familiar” son la Sociedad Anónima (SA), Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) y Sociedad Comandita por Acción (SCA). Estas figuras legales implican un nivel de organización y de patrimonio de mayor grado de importancia que las personas físicas y sociedades de hecho. Las exigencias que tienen estas sociedades son fundamentalmente contabilidad organizada conforme a leyes, presentación anual de balances e inventarios, libros de acta, pago de impuesto a las ganancias en cabeza de la sociedad (35%). Como contrapartida estas personas jurídicas tienen un patrimonio propio distinto del de los propietarios. 3 Descripción de los tipos productivos: Nivel de Capitalización El nivel de capitalización se determinó en base a la superficie bruta de la UE y la tenencia o no de tractor y la antigüedad del mismo. El indicador que se presenta es una combinación de dos variables superficie bruta (menos de 20 ha, entre 20 y 50 ha y mas de 50 ha) y fase de vida útil del tractor6 (sin tractor, dentro del período de vida útil –hasta 20 años- y obsoleto – mayor de 20 años-). Nivel de capitalización de los tipos sociales - CAR 2005 1% 100% 4% 10% 3% 41% 80% 76% 60% 96% 87% 18% 40% 41% 20% 7% 17% 0% familiar familiar empresa familiar capitalizado BAJO MEDIO empresa ALTO Fuente: Convenio Secretaría de Fruticultura- INTA Alto Valle, 2007 Principales actividades productivas Este indicador da cuenta de las actividades productivas que se desarrollan en las unidades económicas, pudiendo estas ser exclusivas (frutales, hortalizas, forrajeras) o combinadas. Actividades Productivas de las UE 100% 80% 60% 40% 20% 0% 1% 1% 16% 11% 15% 3% 16% 2% 8% 1% 19% 22% 50% 65% Familiar Frutales 1% 4% 2% 14% Combina varias actividades 79% 70% Empresa Familiar Hortalizas Forrajeras Otras Fuente: Convenio Secretaría de Fruticultura- INTA Alto Valle, 2007 Nivel de modernización tecnológica Las UE frutícolas de pepita, definidas como aquellas que tienen más del 70% de la superficie frutícola plantada con peras y manzanas, abarcan unas 2.326 UE. Fueron definidos para estas 6 En caso de tener más de un tractor se toma en consideración la antigüedad del más nuevo. 4 UE, tres niveles tecnológicos7 en base a la densidad de plantación y la realización o no de prácticas agrícolas especiales, producción orgánica o buenas prácticas agrícolas aplicados a una superficie neta de pepita mayor al 50% del total de la UE. Los niveles definidos son: Nivel alto: densidad de plantación más de 1.000 plantas/ha, realiza prácticas agrícolas especiales, producción orgánica o buenas prácticas agrícolas. Nivel medio: densidad de plantación entre 500 y 1.000 plantas/ha, realiza prácticas agrícolas especiales, producción orgánica o buenas prácticas agrícolas. Nivel bajo: densidad de plantación menos de 500 plantas/ha, no realiza prácticas agrícolas especiales, producción orgánica o buenas prácticas agrícolas. Modernización Tecnológica en Frutales de Pepita 100% 80% 60% 40% 20% 0% 3 8 19 53 62 78 19 14 68 39 8 Familiar 29 Familiar Empresa Empresa capitalizado familiar sociedad de capital Nivel Allto Nivel Medio Nivel Bajo Fuente: Convenio Secretaría de Fruticultura- INTA Alto Valle, 2007 Actividad económica del productor La prioridad de la actividad económica del productor fue estimada a partir de la declaración de realización de actividades extraprediales y la importancia adjudicada a la misma por parte del productor. De esta manera queda definida una escala de dependencia de la actividad económica del productor hacia la UE: Alta: la actividad económica del productor no es complementada con actividades extraprediales. Media: la actividad económica del productor es complementada con actividades extraprediales, pero estas son de carácter secundario. Baja: la actividad económica del productor es complementada con actividades extraprediales, de carácter principal. Dependencia familiar hacia la explotación por tipo social CAR 2005 100% 80% 27% 31% 21% 9% 19% 60% 40% 23% 14% 16% 57% 50% 63% 70% 20% 0% familiar familiar capitalizado ALTA MEDIA empresa familiar empresa BAJA Fuente: Convenio Secretaría de Fruticultura- INTA Alto Valle, 2007 7 El estudio antes citado marcaba como indicadores de nivel tecnológico complementarios a los anteriores la “densidad de plantación”. En la presente caracterización sumamos la realización de prácticas agrícolas especiales y asumimos que en términos generales densidades mayores a 500 plantas por hectárea se asocian con sistema de conducción en espaldera, por el contrario densidades menores con sistema de conducción libre o tradicional. 5 Aspectos metodológicos del estudio de casos productivos. Diseño del estudio: El equipo que llevó adelante el estudio de casos estuvo compuesto por diez técnicos del área de desarrollo Rural del INTA Alto Valle, que dividieron sus tareas respondiendo a dos tipos de responsabilidades: 1) responsabilidad sobre la puesta en marcha y coordinación del proceso, lo cual contempló el diseño de un plan de trabajo y de propuestas de base que posteriormente se pusieron en consideración y se terminaron de delinear junto al resto del equipo, la recopilación y sistematización general de los casos y la socialización de la información relevada; 2) responsabilidad sobre la selección de casos entre su universo conocido; el registro de información y observaciones propias y del productor; y el aporte de su conocimiento de campo para la interpretación grupal de las estrategias del caso. Buscamos complementar el análisis de fuentes de información secundarias (como los datos censales) y el análisis de fuentes primarias. Con el primer análisis se pudieron estudiar las tendencias generales de los distintos tipos unidades productivas. Con el segundo análisis, donde la persona que esta haciendo el relevamiento establece una relación de cercanía con el sujeto de estudio a partir de visitas y de la intervención previa desde el INTA, se logró un conocimiento de mayor profundidad que permitió avanzar en problemáticas no abordadas por el censo. El estudio se inició con el diseño de una grilla de relevamiento provisorio, seguido por un taller donde se recabaron aportes del equipo de trabajo y se ajustó la propuesta poniendo especial atención la indagación que pudiera generar la relación técnico-productor; el relevamiento de la información; su sistematización; y la realización de un taller de presentación y discusión de los resultados. La construcción de la grilla tomó en consideración que las unidades económicas y productivas siguen distintas estrategias dependiendo de los recursos de los que disponen y de las oportunidades que tienen para utilizarlos productivamente. Esto motivó a contemplar tanto la dotación de recursos productivos –materiales y humanos- con los que cuentan las unidades estudiadas y el modo en que ellos se organizan para dar lugar a las estrategias económicas, sociales, tecnológicas y comerciales, como así también se contempló el registro de observaciones y apreciaciones de los productores, del técnico y/o del diálogo entre ambos que pudieran proveer una lectura contextualizada sobre los casos. Las variables analizadas fueron: Uso y tenencia de la tierra Superficie neta cultivada Superficie neta apta no utilizada Régimen de tenencia Año de adquisición Forma de adquisición de la propiedad Organización comercial Tipo de destino comercial utilizado Composición porcentual del destino comercial Manejo de calidad Origen de fruta de industria Conservación en frío Producción Cultivos frutícolas Producciones secundarias Composición del monte frutal Manejo tecnológico Prácticas culturales Riego Manejo de suelo Manejo de adversidades climáticas Cortinas forestales 6 Forma asociativa para comercialización Indicadores capitalización Año último tractor Año ultima plantación Ultima inversión Endeudamiento Vinculación entre actores del sector Asesoramiento Intercambio de información Financiamiento Préstamos/crédito Uso maquinaria compartida Organización familiar Composición de la unidad económica Actividad del productor Zona de residencia Organización del trabajo predial Nivel de instrucción formal del grupo familiar Servicios públicos en residencia del productor Composición del ingreso familiar Previsión social para la vejez Apreciaciones de los productores Expectativas Oportunidades Limitaciones Rescate de experiencias positivas Selección de casos En la selección de casos productivos a relevar se priorizaron tipos productivos según los intereses del proyecto y se asumieron criterios que garanticen el acceso y la calidad de la información a relevar. El primer criterio y bajo acuerdo del equipo de extensionistas supuso la priorización como población objetivo de los tipos sociales “familiar” y “familiar capitalizado” caracterizados por: • Bajo nivel de capitalización • Considerable diversificación productiva • Escasa modernización tecnológica • Diversidad en la composición del ingreso familiar El segundo criterio condujo a seleccionar productores con los cuales existía previamente un vínculo de trabajo y confianza entre el extensionista y el productor. La composición final de casos fue la siguiente: Caso 1 2- 3 4 5-6 7 -8 -9- 10 -12 -14 11 13 Localidad General Roca Centenario Vista Alegre Norte Villa Regina Río Colorado Villa Manzano Colonia Julia y Echarren Descripción de las variables seleccionadas para los casos relevados • Actividad laboral del productor: El 36% de los productores tiene actividad extrapredial. De éstos sólo en un caso la actividad extrapredial es su principal ingreso. 7 A su vez en el 36% de los casos el ingreso familiar proviene únicamente del ingreso generado en la unidad productiva Proporción del ingreso familiar predial (en relación al extrapredial) nº casos % casos 100% 5 36 80-90% 5 36 55-70% 2 14 20-40% Total 2 14 14 100 Características del trabajo familiar en la explotación En cuanto a la cantidad de miembros de la familia que trabajan en la explotación, la mayoría de los casos se ubica en hasta dos miembros, y hasta 4 miembros. Hasta 1 miembro Hasta 2 miembros Hasta 3 miembros Hasta 4 miembros Total Cantidad de miembros de la flia. que trabajan en la explotación nº casos % 2 14 6 43 2 14 4 29 14 100 Al dividir en los rangos de edad entre los menores a 45 años, de 45 a 59 años y más de 60 años, los familiares que trabajan en la explotación por rango de edad se distribuyen de manera homogénea. Con respecto a la mano de obra permanente no familiar es de destacar que está presente en el 36% de los casos y que poseen sólo mano de obra familiar el 64% de los casos. De los trabajadores familiares el 58% son varones y el 42% son mujeres. Tierra y tenencia La superficie neta cultivada relevada alcanza las 108,5 has. de las cuales la superficie apta no utilizada 22,93 has. Las mismas representan el 83% y el 17% respectivamente. Con respecto al régimen de tenencia el 72% de los productores se encuentran bajo el régimen de propiedad, el 14% en sucesión indivisa, el 7% en arrendamiento y el 7% en convenio de división de sucesión y sucesión. Actividades prediales En cuanto a los cultivos frutícolas, 57% de los casos combina el cultivo de pera y manzana con ciruela, cereza, vid, pelón o membrillo, el 29% tiene pera y manzana, el 7% sólo pera y el 7% sólo manzana. Sobre otras actividades prediales es de destacar que el 21% de los casos realizan cultivos hortícolas para autoconsumo y el 14% para venta. El 7% de los casos realizan pasturas para autoconsumo y el 7% para venta y autoconsumo. El 14% de los casos tiene animales de granja para autoconsumo y el 7% para venta y autoconsumo. En el 50% de los casos se realizan subproductos agropecuarios para autoconsumo. 8 Composición de los montes frutales El 21% de la superficie neta se encuentra plantada con densidad baja (menos de 500 plantas por ha.), el 56% con densidad media (entre 500 y 1000 plantas por ha.) y el 23 % con densidad alta (más de 1000 plantas por ha.). Las décadas de plantación donde hubo mayor plantación fue en la década del 90 con el 34% de la superficie, en la década del 2000 con el 26% y el década del 80 con el 20%. Las variedades más plantadas son Williams (pera), Chañar 34 y Chañar28 (manzana). Manejo tecnológico en fruticultura En el 36 % de los casos se hace manejo sanitario a calendario fijo y el 100% de los casos de Río Colorado combinan calendario fijo con manejo integrado para sarna y monilia. La técnica de confusión sexual para el control de la plaga carpocapsa se usa en el 57% de los casos. Con respecto al manejo de adversidades climáticas el 50% de los casos hace control pasivo de heladas. El uso de combustibles ya sea leña, o fuel oil en tachos o calefactores (estos más eficientes) representan el 35%. El 15% utiliza la aspersión. Respecto al manejo del suelo, el 43% hace cobertura verde, el 71% realiza labranza, el 43% abona y el 86% realiza fertilización química. En cuanto a protección contra asoleado es de destacar que el 29% realiza esta práctica. Sobre el manejo de calidad es de destacar que el 71% de los casos realiza clasificación en chacra y sólo un caso realiza certificaciones. Indicadores de capitalización La década en que se adquirió el último tractor en el 71% de los casos fue la de los 70. En cuanto a la década de la última plantación realizada es destacable que todos plantaron en la década del 2000. La residencia del titular es urbana en el 21% de los casos. Tipo de vinculación entre actores del sector Sobre la vinculación intercambio de información en 5 de los casos se realiza con el estado y en 12 casos entre productores. Sobre la vinculación financiamiento en 11 casos se realiza con el estado. Sobre la vinculación préstamo, créditos, adelanto de insumos en 3 de los casos se practica entre productores. Sobre la vinculación uso de maquinaria en 9 de los casos se da entre productores. Sobre la vinculación asesoramiento en 13 casos aparece con el Estado. Comercialización En el 36% de los casos se comercializa a través del empaque, el intermediario y la industria. 9 Destinocom ercial Destinocom ercial nº casos % Interm ediario 2 14 Empaque Empaque-industria 4 2 29 14 Empaque-interm ediario Empaque-interm ediarioindustria 1 7 5 36 Total 14 100 En cuanto a formas asociativas para la comercialización es de destacar que el 50% de los casos comercializa a través de una cooperativa de fruta para industria (juguera), los mismos corresponden a Río Colorado. Presenciadeformaasociativaparacomercialización Tipoforma asociat.p.comercializ. nº casos % Cooperativa 2 14 Coop. Industria 7 50 Sociedaddehecho 1 7 Sinformaasoc. 4 29 Total 14 100 Sobre la conservación en frío, un indicador del manejo diferido en la comercialización, es de destacar que el 71% de los casos realiza esta práctica. Apreciaciones de los productores En el relevamiento de los casos de estudio se consideró un ítem destinado a rescatar las expectativas de los productores respecto al futuro de la unidad productiva y de sus hijos, la visualización de oportunidades para la mejora de su situación productiva, la representación sobre las principales limitaciones a las que se enfrentan y la valorización de experiencias que hayan contribuido a su desarrollo productivo y/o social. En cuanto a las expectativas, en general los productores desean que la unidad productiva se mantenga en el ámbito de la propiedad y el control familiar, expresándose frases como “que las decisiones sigan tomándose en el ámbito de la consulta familiar”, “que algún hijo o que un hermano se reciba y pueda contribuir desde su profesión”. Se expresa de este modo y más explícitamente el anhelo que los hijos estudien y puedan dedicarse a sus profesiones. En sus palabras “que se dediquen a lo que estudiaron”, lo cual evidencia la representación sobre un futuro mejor en la actividad profesional que en la productiva y quizás la visualización de oportunidades para que los estudios sean concretados. En otro plano se registran expectativas como la de seguir creciendo, trabajando, mejorando las plantaciones, tendiendo a un manejo mas ecológico y diversificando. Dentro de las oportunidades visualizadas aparecen la diversificación, la incorporación de nuevas actividades y productos, la inclusión de jóvenes, la exploración de mercados internos, 10 la independización respecto al empaque de la fruta, la posibilidad de comercializar con marcas propias y la oportunidad de participar en el programa de Supresión de la Carpocapsa (FUNBAPA, Fundación Barrera Fitosanitaria Patagónica). Las limitaciones registradas pueden clasificarse en tres niveles según la injerencia del productor en su solución. Se parte de un nivel macro, condicionado por factores que son ajenos a las decisiones de los productores o que requerirían de un empoderamiento lo suficientemente ambicioso. En este nivel se incluyen la falta de políticas y de financiamiento acorde al sector. En un nivel meso, en el cual el ámbito en que se producen las relaciones posibilitaría una mayor injerencia de los productores, aparecen la falta de transparencia comercial. La débil vinculación entre productores y la falta de infraestructura y servicios rurales que proveerían de mayores alternativas productivas y mejor condiciones de vida. Aparecen limitaciones que podrían ser abordadas por los productores en compañía de las instituciones que intervienen en el medio. Figura aquí la deficiencia de las estrategias comerciales, la “falta de tecnología” y la composición de las estructuras productivas (alta proporción de plantaciones que aún no entraron en plena producción) que limitan los ingresos. Los costos productivos se identificaron como una de las limitaciones más importantes y podrían ser relacionados a un nivel macro, si se fija la atención sobre la estructura de precios; o un nivel micro si se considera la posibilidad de alterar la estructura de costos en función de la composición de las estrategias tecnológicas. Finalmente los productores identificaron experiencias positivas que facilitaron su desarrollo productivo y/o social. Entre ellas se mencionaron la participación en capacitaciones y giras técnicas, la participación en grupos Cambio Rural y en los “Bloques” del programa de supresión de la Carpocapsa coordinado por la Fundación Barrera Patagónica (Funbapa), la participación en consorcio de riego, en cooperativas; la generación de buenos vínculos con compradores y la vinculación con INTA y Funbapa. Agrupamientos estadísticos Se realizó un análisis estadístico multivariado con el objetivo de agrupar unidades productivas o “casos” en función a la similaridad existente entre ellos. En primer lugar se realizó una ponderación de variables para garantizar que cada variable analizada tenga el mismo peso o importancia durante el análisis. En segundo lugar se calculó el coeficiente de similaridad entre pares de unidades productivas. Para ello se utilizó el coeficiente de Gower ya que el mismo permite trabajar al mismo tiempo con variables mixtas, es decir, variables cuantitativas, cualitativas y binarias. Además permite trabajar con casos o individuos con datos faltantes para una o más variables, sin necesidad de sacar al individuo del análisis, como sucede con otras herramientas estadísticas. Por último, se utilizó como método de agrupamiento de casos el Análisis de Escalas Multidimensionales. 11 Scatterplot 2D Final Configuration, dimension 1 vs. dimension 2 1,2 PROD3 PROD12 PROD1 PROD8 0,8 PROD10 0,4 Dimension 2 PROD6 0,0 Grupo 1 Grupo 2 PROD11 PROD4 PROD14 PROD9 PROD5 -0,4 PROD13 -0,8 -1,2 PROD2 PROD7 -1,6 -1,4 -1,2 -1,0 -0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 Dimension 1 Si bien se esperaba obtener diferencias sutiles entre individuos debido a que el grupo de casos en análisis presenta varias características en común, surgen contrastes que merecen rescatarse como un ejercicio de acercamiento al diseño o al tratamiento de datos. Algo que llamó la atención es el modo en que se segregaron los casos de Río Colorado (Grupo I) respecto a los de Alto Valle (Grupo II). En esta ocasión, a pesar de que el dato sobre la localización de la unidad productiva no fue incluido en el análisis estadístico, se obtuvieron grupos homogéneos respecto a la localización de las explotaciones. Esto presenta concordancia con la representación que se maneja en el ámbito técnico, por la cual se entiende que las diferentes trayectorias y restricciones institucionales con que cuentan las regiones marcan diferencias fundamentales respecto a las oportunidades de inserción en los mercados y las pautas que debe cumplir la producción a nivel territorial. Polarizando esta interpretación se considera que la trayectoria de exportación y reciente intensificación de los requisitos de los mercados internacionales, delimitan la necesidad de establecer pautas tecnológicas homogéneas y estrategias comerciales fuertemente reglamentadas que permitan posicionar a la región como un todo que garantice los parámetros buscados en los principales destinos comerciales. Por otro lado la trayectoria de abastecimiento del mercado interno que caracteriza a Río Colorado y la menor penetración de capitales e intereses empresariales conllevaría a menores restricciones institucionales lo cual contribuye a la existencia de variadas alternativas tecnológicas y a un mayor control de las decisiones productivas y estrategias comerciales por parte de los productores. Interpretación. Discusiones surgidas durante el taller: Tecnología: A partir de los datos generales surgidos del CAR 2005 llama la atención el bajo nivel de adopción de las tecnologías que estarían marcando una “modernización tecnológica” al menos desde la representación que tiene el INTA Alto Valle. Los interrogantes que surgen en el taller son: ¿No se adopta la tecnología por falta de acceso (sea por limitantes económicas o falta de acceso al conocimiento) o porque en la evaluación que hacen los productores no encuentran beneficios suficientes como para adoptarlas? Al respecto se evidencia que el equipo técnico no cuenta con fundamentos integrales que, basados en la realidad de las unidades productivas familiares, permitan confirmar el beneficio neto de las tecnologías propuestas. La tecnología de plantación en particular motivó a una serie de observaciones e interpretaciones que sirven para ejemplificar el carácter de la discusión latente en relación a la 12 apropiación de la tecnología. Parte del soporte empírico de la discusión se expresa a continuación: En las últimas dos décadas han surgido programas de incentivo a la reconversión frutícola que incluyen la facilitación del acceso a plantas por medio de subsidios o créditos accesibles. El estudio de casos evidencia una reconversión de montes en la que el 34 % de la superficie tiene plantaciones de la década de los 90´ y el 26% de los últimos ocho años. La decisión sobre la posibilidad de reconvertir queda muchas veces sujeta a la disponibilidad de recursos para acceder a las plantas, quedando rezagados en el cálculo económico relacionado a los gastos implicados en el desmonte, la conducción y nutrición de las plantas nuevas. La imposibilidad económica de prescindir de plantas en producción contribuye al desarrollo de prácticas de plantación -como la colocación de plantas nuevas entre plantas viejas- que no serían técnicamente recomendables. A estas prácticas son atribuibles enfermedades radiculares que llevan a la pérdida de plantas, manejos sanitarios y nutricionales ineficientes y sobre todo la ralentización del crecimiento con el consecuente atraso de la entrada en producción de las plantas nuevas. En casos en que la reconversión se efectúa en cuadros completos, la necesidad de sostener una oferta de producción mínima no permite desviar gastos ni esfuerzos hacia las plantaciones que no reportan ingresos inmediatos. Si se tiene en cuenta que la precocidad productiva es el beneficio que compensa la mayor dotación de plantas por superficie, intensidad en mano de obra para la formación y cuidados nutricionales propios del sistema de conducción en alta densidad, se estaría frente a una anulación de las ventajas tecnológicas. Consideraciones como estas ponen en evidencia la necesidad de profundizar el conocimiento sobre las practicas de plantación y cuestionan al “paquete tecnológico” respecto a su aplicabilidad en la estructura económico-productivas de las unidades estudiadas. Mecanización: En el taller quedó evidenciado un déficit de información respecto a la composición y la funcionalidad de los parques de maquinaria de los tipos productivos estudiados. Si bien se comprobó que los tractores tienen en promedio 38 años -cuando su vida útil alcanza los 1520 años- se concluyó que ese dato no resulta suficiente ya que no aporta a esclarecer sobre la cobertura de los requerimientos ni sobre las posibilidades de intensificación de su aprovechamiento, y que es relevante considerar la potencia de los tractores. Se entiende que en fruticultura tanto el recurso tractor como la pulverizadora son medios productivos dependientes y que su disponibilidad marca diferencia a la hora de ejecutar las labores culturales. La disponibilidad de maquinaria en condiciones de uso aceptables también fue observada desde la oportunidad que ofrecería el préstamo de servicio a terceros, lo cual podría representar un ingreso interesante. El estudio de casos evidenció un flujo importante en el préstamo de maquinaria entre productores, sin embargo se entiende que éste corresponde a implementos mecánicos de importancia secundaria como son las rastras, las niveladoras, etc. Una potencial línea de trabajo sería entonces el abordaje de la organización del uso de la maquinaria, que podría contemplar desde la planificación para el uso compartido de los equipos hasta la prestación de servicios. Por ultimo, la evidencia de una alta participación de mujeres en las tareas prediales sugiere la necesidad de indagar sobre las posibilidades de ofrecer tecnologías de mecanización que la contemplen la hora de ajustar pautas ergonómicas. 13 El tratamiento que se dio a la temática de la mecanización podría destacarse como un aporte constructivo ya que permitió jerarquizar aspectos que contribuirían a comprender mejor la situación productiva de las unidades productivas y poner en consideración del grupo la posibilidad de abordar líneas de trabajo. Diversificación: La conveniencia respecto a la diversificación de la producción y de las actividades económicas a las que acuden los productores familiares sigue siendo un punto de discusión entre los técnicos. Una de las discusiones registradas es acerca de la diversificación varietal. Como ejemplo, una posición al respecto se basa en la importancia comercial que podría tener una producción de 6 ha especializada en determinada variedad frutícola, como podría ser la pera Williams, en comparación con la oferta de una canasta compuesta por poca cantidad de muchas variedades distintas y poco atractiva para las empresas exportadoras. Si bien el estudio de casos evidenció una alta proporción de superficie plantada con Williams, la última alternativa aparece en forma más representativa. Según lo expresado en el taller la diversificación en especies y variedades es una estrategia que estaría siendo utilizada a fin de disminuir el riesgo comercial y tener una liquidez paulatina que permita enfrentar los gastos de la temporada de cosecha. Otra inquietud que surge es la de poner en consideración la capacidad de reproducción autosostenida de las explotaciones frutícolas de baja dotación de superficie. Si bien el estudio no profundizó en los resultados económicos de las explotaciones se puede considerar como dato significativo que en 10 de los 14 casos analizados el ingreso generado en la explotación representa entre el 80 y 100% del ingreso total del grupo familiar. A la importancia de los ingresos mercantiles se suma que la chacra cubre una proporción considerable del consumo alimentario de la familia, el cual se basa en la implementación de cultivos hortícola, granjas y elaboración de subproductos alimenticios para autoconsumo, expresando no solo la existencia de alternativas económicas sino también de formas alternativas de reproducción y consumo familiar. Vinculación entre actores: Un punto que se destacó es el rol que adquieren las estrategias de vinculación social de los productores, siendo esto en muchos casos lo que les permite superar limitaciones y moverse en un marco de mayor tranquilidad. Intercambio de información y asesoramiento entre productores; relaciones de confianza con compradores locales; manejo cooperativo de la fruta comercial o de industria, establecimiento de vínculos comerciales con parientes o conocidos de otras regiones; prestamos de maquinaria, fueron rescatadas como referencia empírica de la importancia que tienen los vínculos sociales a la hora de sostener prácticas tradicionales o ensayar nuevas. Estructura de costos: A la hora de considerar las apreciaciones de los productores respecto a los condicionantes que encuentran a la reproducción y al mejoramiento de sus condiciones productivas, “los altos costos” aparecen como la limitante mayormente registrada. Dentro de este ítem surgen dos instancias de análisis que pueden considerarse complementarias. La estructura de costos vinculada a la estructura de precios podría ubicarse en un nivel dependiente de la macroeconomía del país y del mundo, en el cual ni los productores ni el equipo técnico tendrían suficiente capacidad de influir. En cambio, el análisis de costos orientado desde las 14 estrategias tecnológicas aporta mayores posibilidades de abordaje a partir de la incursión en el diseño y la adopción de tecnologías de menor dependencia externa. Aprovechamiento de la mano de obra familiar, desconcentración de las tareas de alta requerimiento de mano de obra, utilización de guanos y cobertura verde en el interfilar, son algunas de las prácticas registradas entre los casos. Comercialización: La temática de la comercialización es la que motivó mayor interés y discusión durante el taller de reflexión. Un dato que destaca a la población estudiada es la alta proporción de productores que han optado por profundizar su estrategia comercial inclinándose hacia la adopción de formas asociativas, la atomización de compradores, el avance del control sobre fases productivas relacionadas al agregado de valor (clasificación de fruta, conservación en frío, embalado) y/o la búsqueda de canales de venta apropiados. Todas estas estrategias pueden considerarse como alternativas a las utilizadas tradicionalmente en el Alto Valle. La práctica más conocida es la entrega a consignación de la cosecha para su clasificación, embalaje y comercialización cuyo pago se concreta en liquidaciones poco transparentes y según precios de venta en los cuales el productor no tiene control. La entrada en crisis de esta estrategia puede considerarse uno de efectos mas destacados del cambio estructural que se evidencio la región a partir de los años 90´. La pérdida de posicionamiento relativo respecto a los volúmenes de producción manejados, el debilitamiento de la capacidad de negociación de los pequeños productores y las regulaciones fitosanitarias a las que se ve sometida la circulación de la producción, han limitado las posibilidades comerciales. La aparición de casos que confirman la posibilidad desarrollar prácticas alternativas que contribuyan a optimizar su capacidad de respuesta ante la nueva realidad, marca la necesidad de desplegar las capacidades de los productores y las instituciones para acompañarlos. Reflexión final Se puede considerar que si bien el Estudio de Casos no se basó en un método que muestreo que permita extrapolar conclusiones, su desarrollo como ejercicio grupal permitió un valioso acercamiento a la interpretación de la realidad de la producción frutícola familiar: La actividad motivó la observación a terreno y canalizó el diálogo interdisciplinario respecto a cuestiones socio-productivas muchas veces dejadas de lado durante los procesos de desarrollo y transferencia de propuestas tecnológicas. La disponibilidad de casos concretos y conocidos desde la integridad de sus componentes posibilitó el desarrollo de una instancia superadora respecto a la calidad de la discusión institucional sobre el abordaje de producción familiar. Se partía de suposiciones individuales y se acordó la necesidad de buscar elementos que confirmen la importancia de abordar la problemática del productor familiar. La instancia de devolución de la sistematización y el taller permitieron poner en común parte de los avances del equipo técnico respecto al reconocimiento de la realidad y de las oportunidades de intervención presentes en el medio Se identificaron aspectos descriptivos en los cuales habría interés de profundizar; se confirmó la necesidad de abordar distintas temáticas como el apoyo a comercialización y la apropiación de la tecnología. 15 Hacia adelante queda la definición de las estrategias que se adopten para responder a los interrogantes planteados. Con el estado de avance presentado hasta aquí se concreta un producto y quedan planteados los lineamientos para que pueda ser reformulado y profundizado en función de nuevos objetivos y acuerdos grupales de trabajo. Bibliografía Bendini M., Tsakoumagkos P. 1999. Transformaciones agroindustriales y laborales en nuevas y tradicionales zonas frutícolas del norte de la Patagonia. Cuadernos del GESA 3, Buenos Aires. Bendini, Mónica; Tsakoumagkos, Pedro. 2003 “Región agroexportadora, complejo agroalimentario y producción familiar. Controles y resistencias”. En: Territorios y organización social de la agricultura. Cuadernos del GESA 4. La Colmena Censo Provincial de Agricultura bajo Riego (CAR) 2005. Secretaría de Fruticultura de la provincia de Río Negro. Boltshauser y Villarreal (Coord).“Área irrigada de la provincia de Río Negro. Caracterización socioeconómica y técnico- productiva”. 2007. INTA Alto Valle –Secretaría de Fruticultura. De Jong, Tiscornia. 1994. El minifundio en el Alto Valle de Río Negro. Estrategias de adaptación. Universidad Nacional del Comahue. Facultad de Ciencias Agrarias, Facultad de Humanidades. Giarraca N. y Cloquell S. (comp.). 1999. “El agro argentino: algunos problemas para su análisis”, en: Las agriculturas del MERCOSUR. El papel de los actores sociales. La Colmena, Buenos Aires. Reeb P.D., Bramardi S.J., Alvarez O. 2002. 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