Flauta travesera

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FLAUTA TRAVESERA
UN POCO DE HISTORIA
La historia de la flauta travesera puede dividirse en 6 secciones:
PRIMITIVA (de la edad media)
En todo el mundo, diferentes culturas inventaron sus propios tipos de flautas, según las necesidades.
Las civilizaciones tempranas donde predomina el impulso masculino asocian las ideas flauta − fertilidad −
vida − renacimiento, y la asocian con innumerables ceremonias. Eran hechas con madera o huesos humanos,
caracolas y había una gran variedad de tamaños.
Es interesante observar que en el 1000 la flauta desaparece junto con la caída de Roma y comenzó a
reaparecer en el siglo X y XI. Es probable que la flauta fuera introducida en Alemania por los Bizantinos. En
el siglo XIV, la flauta se introduce en los demás países europeos. La flauta traversa tenía un cilindro más
ancho que los anteriores. Esto permitía que la octava grave fuera más fácil de soplar y no estaba tan limitada
en su registro agudo. Las tendencias musicales de esta época buscaban instrumentos homogéneos, mezclados
en grupos heterogéneos: el comienzo de la orquesta sinfónica. La jerarquía sonora impuesta por las reglas de
orquestación queda reservada para la flauta en do y el piccolo, que es empleado en la orquesta sinfónica. Para
la flauta se comienza a desarrollar el repertorio solista. El sonido producido por la flauta traversa todavía era
inconstante, pero más fuerte, claro y penetrante que el de las flautas dulces. Durante el siglo XVI, fue uno de
los instrumentos más populares en Italia. Su popularidad se extendió a Inglaterra, donde se destaca la gran
colección de flautas de Enrique VIII.
RENACENTISTA
El período renacentista marcó popularidad para la flauta de pico, sin embargo, las flautas traverseras todavía
se seguían tocando en la primera mitad del siglo XVII y los instrumentos de viento de madera fueron
rediseñados.
Las flautas estaban hechas en una sola pieza, eran cilíndricas y tenían seis orificios muy pequeños, lo que
producía una sonoridad de colores pálidos.
BARROCA
La era Barroca marcó el retorno de la popular Flauta Traversa. Su construcción fue hecha en un tubo cónico
que contenía seis agujeros abiertos agrupados en dos secciones y una llave cerrada cubría, que producía el
Re#. El cuerpo, antes de una sola pieza, fue realizado en tres partes: cabeza, cuerpo y pie.
La flauta barroca empieza sus alturas en Re y tenía dos octavas. Otras notas podían tocarse intercalando dedos
o tapando la mitad de los orificios, pero eran difíciles de tocar y de sonoridad opaca.
Alrededor de 1700, el cuerpo fue dividido en dos partes y pies extras, llamados cuerpos de recambio, lo que
permitía al flautista adaptar su afinación de acuerdo a diferentes orquestas. De todas maneras, con las
posiciones cruzadas, las flautas tenían mejor respuesta sonora en Re y Sol Mayor. Si bien había muchos
flautistas, los flautistas profesionales lograron adaptarse a los cambios muy bien.
En 1722 se inventan las llaves de Do y Do#.
En 1752, los Tratados de Quantz y Tromlitz (en 1786), ofrecen diferentes digitaciones para cada nota.
En 1760 algunos fabricantes agregan las llaves de Sol#, Sib y Fa.
Alrededor de 1790 aparecen flautas de 4 llaves en la música sinfónica de Haydn y Mozart.
CLÁSICA
Durante el período clásico, Pratton, Carta, Siccama y Radcliff contribuyeron a diseñar la flauta. Antes de 1800
sólo tenía seis llaves, poco después se le agregaron dos llaves más. En la segunda mitad del siglo XVIII, se le
agregaron muchos cambios rápidamente, pocas personas continuaron tocando las flautas de 3 y 4 llaves. Los
inventos se sucedieron a una velocidad creciente; era la época de la industrialización...
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En 1800 las flautas aparecen en el repertorio de orquesta, como las sinfonías de Beethoven.
En 1808, el Reverendo Frederick Nolan en Inglaterra inventó la llave abierta de Sol. Este invento es muy
importante, ya que por primera vez se obturan dos agujeros para el mismo dedo.
En 1810 Georges Miller fabricó en Londres pífanos de metal.
En 1820−30, el flautista Charles Nicholson en Londres intentó mejorar la flauta haciendo los agujeros más
grandes, pero no tuvo éxito porque el mecanismo de las llaves no era correcto.
Los fabricantes Rudall & Rose fabricaron en Londres flautas de 8 llaves, que fueron muy populares en
Inglaterra.
LA FLAUTA DE BOEHM
El flautista alemán Theobald Boehm, estudió las nuevas técnicas de flauta y en 1832, basado en un nuevo
sistema, creó la flauta que se usa hoy en día. Entre sus fundamentos encontramos que los agujeros debían ser
lo más anchos posible y estar en los lugares acústicamente correctos; que la flauta contendría un cierto
número de llaves cubriendo todos los agujeros y que todas las llaves tenían que estar abiertas en su posición
de descanso (excepto sol #). Las nuevas flautas estaban realizadas en un tubo cónico, y en 1846 Boehm creó
el tubo cilíndrico moderno con una cabeza parabólica. Esto corrigió la afinación y homogeneizó el timbre en
los diferentes registros.
A medida que el tiempo pasó, las flautas se construyeron en metal. Más duro el metal, más luminoso el
timbre.
Desde la construcción de la flauta por Boehm en 1847, se ha conservado básicamente el mismo modelo.
Puede haber adicionales o extensiones ,pero no se ha rediseñado. Hoy, la flauta moderna está construida sobre
26.5 pulgadas largo con un tubo de 0.75 pulgadas y está dividida en tres secciones que contienen la juntura de
cabeza, cuerpo, y pie.
Hay trece agujeros que usan ocho dedos y el dedo pulgar izquierdo. La juntura de cabeza se cierra con un
corcho y está abierto hasta el pie . El material más común es la plata esterlina, pero algunos modelos más
baratos son el níquel color de plata. Se ha experimentado con Platino, Auromite (oro y plata), y Titanio.
También se ha agregado una llave con rodillo para el Re # y un mecanismo de Mi partido que permite cubrir
dos llaves, mientras en una flauta regular, cubre sólo uno. Esto le permite al Mi 3 ser tocado más limpiamente
y con un buen ataque . El diseño de la embocadura se ha cambiado según las necesidades del flautista.
El flautín, la flauta en sol, y la flauta baja, se han usado en orquesta y coros de flauta durante el siglo XIX.
Al final de ese siglo la flauta aparece en las obras de Brahms, Strauss, Tchaikovsky. La literatura para flauta
sola se expande rápidamente, con piezas muy virtuosas.
SIGLO XX
Algunos cambios:
1948 − Alexander Murray, conocido flautista y maestro, colaboró con los fabricantes Albert Cooper y Elmer
Cole, en la fabricación de la Flauta "Murray" − basada en la escala experimental Cooper.
1961−62 − Aparece el nuevo modelo de Murray, la Mark I. 1967 − Murray colabora con el fabricante de la
compañía Armstrong Jack Moore. Desde 1972, producen el modelo en flautas y piccolos con otros cambios −
la llave gimo, entre ellos.
La compañía Brannen fabrica el sistema Kingma, muy utilizado en obras contemporáneas. Sus llaves están
preparadas para emitir sonidos con timbres muy diferentes a los convencionales.
Es una contradicción evidente que la flauta, el instrumento más agudo de la familia de viento−madera, no se
construya en madera.
Desde hace más de un siglo las flautas se fabrican en metal, a menudo en metales preciosos, como la plata, el
oro e incluso el platino. Es una de las innovaciones aportadas por Theobald Böhm (1794−1881), diseñador de
la flauta moderna en su forma definitiva (al menos hasta la fecha).
Sin embargo, todavía las flautas modernas pueden ser construidas excepcionalmente en madera; algunas
grandes orquestas y solistas mantienen esta tradición. Sin embargo, el material de que estaba hecha
tradicionalmente la flauta era la madera, sobre todo el boj, el ébano o el granadillo, aunque también
conocemos maravillosas flautas de marfil y, más excepcionalmente, de porcelana o cristal.
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El hacer flautas en metal es un invento relativamente reciente, que ayuda a que el sonido sea más brillante y
potente, aunque sea a costa de perder algo de su encanto. Los expertos en acústica suelen afirmar que el
material del que esté hecho una flauta influye poco en el sonido, pero lo cierto es que, si no el público, al
menos los flautistas aprecian las sutiles diferencias del color sonoro de una u otra madera, de uno u otro metal,
y están dispuestos a gastar cantidades astronómicas por tener una flauta de un material precioso, como el
marfil o el oro, aunque sea para lograr un matiz que pocos aficionados pueden llegar a distinguir.
¿Con qué se toca la flauta? En muchos instrumentos se respondería sin dudarlo: con las manos. En la flauta las
manos se limitan a hacer una labor difícil pero rutinaria: tapar los agujeros o las llaves para "escoger" cada
nota. Esto es, que los dedos tienen que funcionar como una máquina de precisión, pero no intervienen en lo
más importante: la producción del sonido.
¿Con qué se produce el sonido de una flauta? En primer lugar con los labios, que componen lo que los
flautistas llaman embocadura. La embocadura es para un flautista exactamente lo mismo que las cuerdas
vocales para un cantante. Los labios determinan la "voz" del flautista.
Cada flautista tiene su voz propia y esta voz proviene de la configuración de sus labios. Por eso los flautistas
son casi tan maniáticos e histéricos como los cantantes, aunque se den en general menos importancia. Por eso
pueden hasta quedarse tan afónicos como un cantante. Los labios son lo más importante y sus movimientos,
tan pequeños que son imposibles de ver, son capaces de crear todo un universo de sutilezas sonoras. Pero no
son lo único. Hace falta aire, y el gran responsable del suministro de aire es el diafragma. A él corresponde,
además de una buena parte de la belleza del sonido, los matices dinámicos, el tocar forte o piano, el hacer
crescendos o diminuendos. Todavía al diafragma corresponde algo de gran importancia: el vibrato, que los
violinistas producen mediante la oscilación de la mano izquierda pero que los flautistas producen haciendo
oscilar con precisión, flexibilidad y gran velocidad este músculo que mueve los pulmones en su base. El
diafragma de un flautista tiene que tener la flexibilidad de una cama elástica y la agilidad de los pies de Fred
Astaire.
Pero falta un personaje más, de extremada importancia: la lengua. La lengua sirve para "articular", esto es,
para separar con precisión unos sonidos de otros. Si la lengua no interviene tocaremos en legato, pero si
queremos separar unas notas de otras la lengua tendrá que moverse en perfecta simultaneidad con los dedos y
con el diafragma, y a veces a velocidades supersónicas. Si el diafragma logra que la flauta "cante", la lengua
logra que la flauta "hable", y las dos cosas son igualmente importantes.
Un instrumento de reyes. La flauta es un instrumento que provoca grandes pasiones. Han sido muchísimos los
reyes, nobles, aristócratas, intelectuales o escritores que han tocado la flauta por afición. Una buena colección
de flautas era para los poderosos de otra época un signo de riqueza como pueda serlo hoy una buena colección
de coches. El caso más célebre es el de Federico II de Prusia, que fue un considerable flautista y un prolífico
compositor de música para su instrumento. Como instrumento aristocrático, la flauta fue el gran competidor
del violín durante la época barroca como instrumento solista. La flauta vivió su Edad de Oro durante el siglo
.XVIII. En esta época la práctica totalidad de los grandes compositores (Vivaldi, Telemann, Bach, Haendel,
Haydn, Mozart, Beethoven...) escribieron numerosas obras para la flauta. Durante el siglo XIX el prestigio de
la flauta decayó, pero en el siglo .XX se produjo una resurrección y la flauta recuperó su gran prestigio como
instrumento solista.
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La flauta travesera, acaso el instrumento de viento más popular de nuestra época, cuenta con virtuosos como
Jean Pierre Rampal, James Galway y severino Gazzelloni, a los que hay que añadir otros flautistas encargados
del estudio e interpretación del repertorio antiguo (Brüggen, Martin−Linde, Barthold Kuijken, Stefen Prestoon
y Helmut Hazelzet).
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