PARADIGMAS AL FINAL DE LA ARQUITECTURA MODERNA Rosana Castañón Kuhn, en su libro La estructura de las revoluciones científicas, define lo que para él son los paradigmas: "Considero a éstos como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica." Si nos basamos en esta definición, podemos ver que en la arquitectura se pueden encontrar paradigmas en todas las épocas históricas. Las técnicas y materiales disponibles aunados a los requerimientos de uso, sociales y geográficos han llevado a través del tiempo a perfeccionar soluciones universales y que parecen imprescindibles en su momento. De esta manera, cada edificio es diferente, y se vuelve en cierta manera, aunque sea involuntariamente, un laboratorio de nuevas soluciones. Algunos edificios hacen reformas al modelo establecido, y otros revolucionan el paradigma existente. Éstos últimos, si son exitosos serán ejemplo para los siguientes, creando y representando al mismo tiempo, un nuevo paradigma. En los años sesenta, coincidiendo con la simbólica muerte de la arquitectura moderna con Le Corbusier (1887-1965), surgió una verdadera diversidad de paradigmas compitiendo entre ellos. Al mismo tiempo que Kuhn escribía La estructura de las revoluciones científicas, en la arquitectura se gestaba una revolución que ponía en duda el principio de autoridad y el pensamiento único. Entre la aparición del libro y la posdata de 1969, se acababa la hegemonía del Estilo Internacional, y surgían ideas nuevas. Para Leonardo Benevolo, hay una ‘crisis de fin de siglo (1960-1990)’, que empieza con el cambio en los años sesenta. Este trabajo pretende aclarar en algún modo la manera cómo en arquitectura el paradigma de la modernidad pierde su hegemonía y surge un abanico de posibles nuevos paradigmas en la década de los sesenta Según Echeverría hay tres etapas en la tecnociencia contemporánea. La primera de ellas, entre 1940 y 1965 coincide con la hegemonía de la arquitectura moderna. Había tenido sus comienzos en el periodo de entreguerras y algunos historiadores sitúan su declive con la muerte de Le Corbusier. Ésta es la etapa de la macrociencia. Fue la época de la más asombrosa arquitectura moderna, pero también de megaproyectos como los de los metabolistas japoneses y algunos megaproyectos utópicos. Mientras que en la ciencia hay una década de crisis y estancamiento, en arquitectura hay una especie de brainstorming. Muchos querían marcar el nuevo rumbo de la arquitectura ya que la modernidad estaba obsoleta, sin que ninguno consiguiera triunfar del todo. A partir de 1976 y hasta finales del siglo XX, es la época de la tecnociencia, en arquitectura todo era posmodernismo, y luego volvieron las ideas modernas, pero muy cambiadas. 1 Kuhn, Thomas S., La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económica, México, 1975, 20ª reimpresión, 2001. Original: The Structure of Scientific Revolutions, University of Chicago Press,1962. Traducción: Agustín Contín, p. 13. 2 Benévolo, Leonardo, Historia de la Arquitectura Moderna (7a edición revisada y ampliada), Editorial Gustavo Gili, Barcelona y México, 1994. Original: Storia dell’architettura moderna, Casa Editrice Gius, Laterza & Figli, 1960, 1985, 1992. Traducción: Mariuccia Galfetti, Juan Díaz de Atauri, Anna María Pujol i Puigvehí, Joan Giner y Carmen Artal, p. 941. 3 Echeverría, Javier, La revolución tecnocientífica, Fondo de Cultura Económica, México y Madrid, 2003, p. 11. 4 Que Echeverría sitúa entre 1966-1976, Echeverría, ibidem.