Espacios emocionales subversivos. Voces de nuevos hablantes en el aula. Las escuelas son el escenario fundamental donde se suceden los encuentros, los intercambios, la convivencia y la gestión de la futura ciudadanía. El control de la vida y de lo viviente es un ejercicio político que asigna a cada estudiante su lugar y relación con los otros. Un lugar propio donde se genera un tipo determinado de condiciones ambientales que configuran nuestras vidas. El color de la piel, el credo religioso, la lengua, los procesos identitarios se transforman bajo los dispositivos de poder en signos subversivos; capaces de poner en riesgo formas éticas, estéticas e ideológicas basadas en la tradición y en instituciones normativas como la escuela. Entendiendo este proceso social de construcción identitaria como el anclaje dentro del medio ambiente particular que articula la escuela contemporánea. En esta comunicación se mostrará nuevos paradigmas de construcción emocional del espacio, según la relación lengua/identidad en los “nuevos hablantes”. Se trata de performances emocionales entre personas que hablan habitualmente una lengua diferente a la que aprendieron y utilizaron de forma dominante en su socialización primaria en un contexto especifico, el aula. Tanto desde las actitudes como de las competencias lingüísticas de los nuevos hablantes (Pennycook, 2010) emergen un sinnúmero de emociones. Estas emociones se entremezclan con los procesos de subjetivación y se establecen en toda relación que la vida cotidiana ofrece a los nuevos y no nuevo hablantes. Tener una actitud agresiva o estar enfadado, por ejemplo, son emociones que se presentan constantemente en la comunicación intercultural. El objetivo de este trabajo es precisamente mostrar esta complejidad de las situaciones comunicativas multilingües, y de qué manera las emociones se entremezclan con las prácticas de los nuevos hablantes y su entorno social. Emociones entendidas como "mettre quelque chose en commun" (Larsson, 1997) con los demás, algo fundamental en nuestras relaciones cotidianas con el Otro. En el estudio sobre multilingüismo en el aula1, en el que se observa el programa lingüístico educativo de inmersión al español para recién llegados, ha resultado evidente la relación entre nuevos hablantes y el espacio emocional. La imposibilidad de hablar correctamente un idioma por parte de un nuevo hablante y el espacio emocional producido en sus prácticas sociales, que se convierte en incomprensiones por quien lo escucha, y que muchas veces da lugar a sentimientos de enfado, enojo, frustración, rabia o de miedo, dando lugar a practicas alternativas o subversivas para expresar tales emociones. El material analizado se compone de entrevistas a alumnas y profesoras, y de observación participante en el aula. Las alumnas son estudiantes que no tienen “Escuela y multilingüismo: un estudio sociolingüístico crítico de los programas de educación lingüística en la Comunidad de Madrid” HUM2007-64694/FILO Investigadora responsable del proyecto: Luisa Martín Rojo. 1 nacionalidad española y que participan al programa de educación lingüística que ofrece la Comunidad de Madrid denominado Aula de enlace. El programa se basa en el aprendizaje del español como segunda lengua para estudiantes recién llegados que no conocen la lengua principal de instrucción. Los procesos comunicativos presentes en el aula, entre alumnas que hablan el idioma de origen, por ejemplo el árabe o el chino , es relegado a un espacio marginal, casi íntimo. Un espacio que no le permite ser percibido por la profesora. Aislándose y marginalizándose del resto de la clase, las alumnas producen un espacio reservado en un lugar determinado del aula, realizando una distinción entre frontstage y backstage (Goffman, 1959). El frontstage representa el espacio común entre alumnos y profesor, y el backstage, el espacio construido por los estudiantes que hablan el mismo idioma. En el backstage, se ha encontrado la mayoría de las emociones negativas expresadas por las alumnas. Las mismas alumnas son conscientes de que la evocación de otra lengua puede interpretarse de un modo distinto, expresando sus emociones de una manera alternativa y subversiva. Gracias al codeswitching, es decir un alternancia de idiomas en la misma conversación, es posible pasar entre estos dos espacios. Aunque este fenómeno es marginal en el Aula de enlace, tanto por la frecuencia y por la escasez de impacto que tiene en el aula, estas practicas son esenciales para entender cómo es posible construir espacios emocionales a través el discurso. Permiten pasar entre frontstage y backstage, en el mismo espacio (el aula) y en la misma interacción (una clase). La complejidad del fenómeno que se presenta en esta comunicación, necesita una discusión colectiva que habilite la posibilidad de “resistir creando” frente a las visiones que intentan homogeneizar, instaurar imágenes, discursos y dispositivos que, vistos en perspectiva, forman parte de los componentes de la xenofobia, el racismo y la exclusión de nuestras sociedades contemporáneas. La escuela está configurada de un entramado simbólico que da cuerpo a lo físico y a lo virtual. Es ahí donde podemos encontrar uno de los grandes problemas contemporáneos, la construcción de la subjetividad de los nuevos llegados y un espacio adecuado que le permita realizar esta operación. La escuela configura el medio ambiente, la natural relación con la futura ciutadania. Referencias bibliográficas: Goffman, Erving. (1959). The Presentation of Self in Everyday Life. Edinburg: University of Edinburgh Social Sciences Research Centre. Larsson, Bjorn. (1997). Le bon sens commun. Lund: Lund Univ. Pr. Pennycook, Alastair. (2010). Language as a local practice. London: Routledge.