SESION INAUGURAL DEL 62º PERIODO ORDINARIO DE SESIONES CONCEJALES PRESENTES: ALEXANDER CORINA, BALLENT GUSTAVO, BAYERQUE GABRIEL, BOSSIO PABLO, DE VANNA ARACELI, DÍAZ CISNEROS PABLO, ERSINGER CLAUDIO, FERNÁNDEZ BEATRIZ, FROLIK JUAN PABLO, GUTIÉRREZ CAROLINA, IPARRAGUIRRE ROGELIO, LABARONI JOSE L., LOREAL ADOLFO, LLANO FACUNDO, MELI MATÍAS, MÉNDEZ DARÍO, NICOLINI MARCOS L., POLICH NORA, POUME MARÍA E., VIDE MATILDE. En la sala de Sesiones del Concejo Deliberante de la ciudad de Tandil, jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires a un día del mes de abril de dos mil dieciséis se reúnen en Sesión Inaugural del sexagésimo segundo período ordinario de Sesiones, los Sres. Concejales que firman el libro de asistencia y figuran en el encabezamiento de la presente. Habiendo quórum para sesionar, con la Presidencia del Dr. Juan Pablo Frolik, asistido por el Secretario Sr. Diego Palavecino y la presencia del Sr. Intendente Municipal Dr. Miguel Ángel Lunghi, se declara abierta la Sesión. PRESIDENTE FROLIK Buenos días Sras. y Sres. Concejales, Sr. Intendente Municipal, autoridades militares, policiales, eclesiásticas, Consejeros Escolares, organizaciones no gubernamentales, secretarios del Municipio, de la organizaciones de la fe. Muy buenos días a todos, voy a pedir que nos pongamos de pie, e invito al Sr. Intendente a izar la bandera y luego vamos a entonar las estrofas del himno nacional. IZAMIENTO DE LA BANDERA HIMNO NACIONAL PRESIDENTE FROLIK: Siendo las 10 hs. 20 minutos con la presencia de 20 Concejales vamos a dar comienzo a esta Sesión Inaugural del 62 periodo ordinario de sesiones. Por secretaría vamos a dar lectura al decreto de convocatoria. someto a votación el decreto de convocatoria, quienes estén por la afirmativa sírvanse APROBADO POR UNANIMIDAD. levantar la mano por favor. SECRETARIO PALAVECINO DECRETO Nº3232 ARTÍCULO 1º: Convócase para el día 1º de Abril a la hora 10:00, a la Sesión Inaugural del 62º Período de Sesiones Ordinarias. ARTÍCULO 2º: Líbrense por Secretaría las citaciones de práctica a los Señores Concejales, hecho lo cual, dése al Libro de Actas y Decretos e infórmese al Cuerpo en la próxima reunión que se realice. PRESIDENTE FROLIK: Tal como lo dispone el art. 5º del Reglamento Interno debemos en esta Sesión designar los días y horarios en que va a sesiones este CD en este período de Sesiones ordinarias. Tiene la palabra el Concejal Nicolini. CONCEJAL NICOLINI Gracias Sr. Presidente. Para proponer tal cual lo viene haciendo este CD que las sesiones ordinarias se realicen los segundos y cuartos jueves del mes a las 10 de la mañana. PRESIDENTE FROLIK: Tiene la palabra el Concejal Bossio. CONCEJAL BOSSIO Gracias Sr. Presidente. Para acompañar la moción del Concejal Nicolini. PRESIDENTE FROLIK: Tiene la palabra la Concejal Beatriz Fernández. CONCEJAL FERNANDEZ El bloque del FR también acompaña la moción del Concejal Nicolini. PRESIDENTE FROLIK: Concejal Ersinger. CONCEJAL ERSINGER Gracias Sr. Presidente. Para coincidir en loo que me antecedieron en la palabra y acompañar la propuesta del bloque oficialista. PRESIDENTE FROLIK: Bien, someto a votación entonces la moción del Concejal Nicolini, quienes estén por la afirmativa sírvanse levantar la mano por favor. APROBADO POR UNANIMIDAD. Como está propuesto para esta Sesión vamos a darle la palabra al sr. Intendente Municipal Dr. Miguel Ángel Lunghi. INTENDENTE LUNGHI. Sr. Presidente del Honorable Concejo Deliberante, Dr. Juan Pablo Frolik. Sres. Concejales y Sres. Consejeros Escolares. Miembros del Departamento Ejecutivo. Autoridades civiles, militares y eclesiásticas. Señoras y señores. En primer lugar quiero agradecer al pueblo de Tandil la enorme distinción de haberme brindado una vez más su confianza para continuar al frente del gobierno municipal. Este acompañamiento de la sociedad me permite hoy, señores concejales, por décima tercera vez estar compartiendo con ustedes esa inagotable pasión que nos convoca. Esa pasión llamada Tandil a partir de su primer acto institucional por excelencia: la apertura de sesiones ordinarias en este honorable cuerpo. No es este para mí un acontecimiento más a pesar de resultar repetido. Significa un honor renovado, una responsabilidad que se acrecienta y que exige redoblar al máximo mi esfuerzo y compromiso por todos los tandilenses. En segundo lugar creo que se hace imprescindible contextualizar estas palabras dentro del cambio de época que vive nuestro país a partir del 10 diciembre del año pasado, con la llegada de un nuevo gobierno tanto en el orden nacional como en el orden provincial. Un acontecimiento político novedoso e inédito aparece en el horizonte de la Argentina con todo lo que esto produce: esperanza, nuevos aires institucionales y también, como en todo proceso de cambio, incertidumbre, de la mano de una coyuntura económica compleja que naturalmente incide sobre los Municipios y sobre el ánimo de la sociedad. Quiero rescatar el esfuerzo de todos los tandilenses que sumado a una administración seria y responsable ha permitido mantener el Municipio en marcha, aun con limitaciones, pagar los salarios, brindar los servicios y garantizar el funcionamiento de un sistema de salud público igualitario y de excelencia. Si algo me ha caracterizado es hablarles siempre con la verdad a mis vecinos. Estamos en un momento económico delicado, todavía de transición en el país. Esto implica que haya algunas obras demoradas y proyectos que avanzan a un ritmo menor. Pero lo enfrentamos redoblando nuestra mística, nuestra energía y nuestro compromiso de gobernar para todos y seguir manteniendo mi despacho de puertas abiertas a las ideas y al diálogo, que son la quintaesencia de la democracia. Reafirmamos también que estamos y estaremos trabajando fuertemente con políticas sociales en los sectores más vulnerables de la comunidad Este contexto no afectará ni la visión que tenemos sobre Tandil ni la identidad hacedora de la gestión. Probablemente deberemos avanzar un poco más lento en la dinámica en estos meses, pero no nos detendrá en cuanto a las obras, los proyectos y la hoja de ruta que trazamos en el viaje hacia el Tandil del Bicentenario. Ese es nuestro puerto, el punto de llegada conceptual y a ese viaje deseo invitarlos, señoras y señores concejales, pero no sólo como pasajeros de una travesía sino como protagonistas de la marcha. Se trata del intercambio de ideas que propone la diversidad, y la noción de que los enormes desafíos que contiene esta travesía implican un compromiso de todos, más allá de cualquier signo político, teniendo en cuenta que los únicos beneficiados en ese camino hacia el Bicentenario serán los tandilenses que día a día han hecho de nuestro lugar en el mundo el mejor de los lugares. Pero que tengamos la mejor ciudad desde lo que dicta nuestro sentimiento, y que aspiremos a ser la primera ciudad de rango intermedio en calidad de vida de toda de la República Argentina, no significa sentarse en el sillón del conformismo ni del exitismo ante lo logrado. Todo lo que hoy tenemos, los servicios que gozamos, el prestigio de Tandil en el país y la región, y todo lo que nuestros vecinos nos demandan de cara al futuro, deben ser el marco de una reflexión profunda sobre distintos aspectos de la ciudad, sobre su desarrollo sustentable y equitativo y todo lo que ello implica. Hay una idea extendida de que nuestros derechos más fundamentales o básicos no tienen costo alguno. Afirmar lo contrario, asumir que a veces tenemos que renunciar o postergar algo a fin de lograr o conservar derechos, muchas veces es entendido como una amenaza a su preservación, como una ofensa a la “conquista social”. Sin embargo, los derechos que hoy gozamos, y todos los que nos propongamos alcanzar, la alta calidad de vida que en general ofrece la ciudad, tienen, en mayor o menor medida, costos económicos que debemos afrontar entre todos. Y si protegerlos o exigirlos goza de amplia y profunda aprobación, al mismo tiempo parece olvidarse con facilidad que ese bienestar depende de una acción estatal vigorosa. Debemos comprender que la supuesta “gratuidad” de muchos derechos es un costo colectivo o repartido entre el conjunto de los tandilenses. Esto nos enfrenta, al menos, a dos conclusiones: la primera, que a mayor demanda de bienes y servicios, mayor necesidad de dotar de recursos al Municipio; la segunda, que no es posible pedir, al mismo tiempo, que el Estado reduzca los recursos y a la vez dé garantía plena a nuestros derechos. En este sentido, también continuaremos bregando incansablemente por un verdadero federalismo, por una reforma integral en la distribución de recursos que garantice la autonomía económica y política de los Municipios. El siglo XXI, se dice, es el siglo de las ciudades. Y esto implica fortalecer y dar herramientas concretas a los Estados locales para hacer frente a las nuevas demandas y necesidades de sus habitantes. También quiero compartir con ustedes otro pensamiento. Vivir en sociedad no es sólo reclamar derechos o hablar de la ampliación de derechos. Es hora de una mirada equilibrada, de saber y aceptar que cada derecho que exigimos, nos impone un compromiso y un deber moral y de equidad para con los demás. Así, por ejemplo, la sustentabilidad de un sistema público de salud modelo como el que tenemos, al que más adelante me referiré, exige actitudes solidarias y equitativas de parte de quienes se atiendan en él y puedan pagar el costo de la atención recibida o hacerlo a través de su obra social. Otro tanto podríamos decir del tránsito, que exige el compromiso de todos para hacerlo más seguro y ordenado. O del excesivo consumo de agua por habitante, que es necesario comenzar a revertir para evitar dificultades futuras. No podemos esperar todo de la ciudad. Hay muchas cosas que cambian a partir de nosotros mismos, y la ciudad espera ese cambio por el bien de todos. Venimos trabajando por un mejor vivir de los tandilenses desde hace doce años, y los nuevos tiempos incluyen algunos dilemas que hoy afectan a nuestra sociedad en su conjunto y que imponen, al momento de iniciar el viaje, trazar un resumen de hacia dónde vamos. El objetivo central de estos cuatro años de gobierno es avanzar en las soluciones que demanda el presente y a la vez consolidar las bases firmes del Tandil de los próximos 15 años, de manera planificada y participativa. Y para ellos miramos de frente a los desafíos y nuevas demandas. No cultivamos la distracción ante los conflictos y problemas que debemos afrontar juntos. Con decisión y firmeza, pero sin creernos jamás dueños de la “única verdad” sino construyendo en la diversidad y pluralidad. En este rumbo trazado vamos hacia la renovación del compromiso en profundizar nuestras políticas de Estado para la realización de una ciudad sana, segura e igualitaria. Huelga decir que una de las improntas de esta gestión de gobierno ha estado enfocada en la salud pública, a la cual le hemos destinado todos los recursos que había que destinarle. No hay vida sin ella. Tampoco hay vida, o hay vida amenazada, sin una ciudad que no actúa a fondo contra la inseguridad, que es uno de los males de esta época. Y tampoco hay una ciudad con mayor equidad y equilibro si nos resignamos a que los vecinos de las barriadas más vulnerables deban convivir con falencias de infraestructura que lastiman su calidad de vida. Pocas veces, por no decir ninguna, el destino ocurre como fatalidad. La única fatalidad es que a los gobernantes no nos perturbe lo que a los vecinos les causa un trastorno. Si algo no he perdido, o digamos que si algo también se me ha ido acrecentando con el paso de los años, es que cada vez me mortifica más lo que falta por hacer en los sectores que más lo necesitan. Casi nunca pienso en todo lo que hemos logrado. De manera permanente me desvela todo lo que aún resta por concretarse. A estos tres grandes desafíos de la ciudad sana, segura e igualitaria le debemos sumar una encrucijada más ardua: cómo seguir construyendo el desarrollo y el progreso que nos impuso la globalización del siglo veintiuno sin perder la riqueza de la identidad cultural lugareña forjada durante todo el siglo veinte cuando éramos una ciudad-pueblo de cabo a rabo. No sólo porque nos gusta la dimensión demográfica, la vida cotidiana y social del Tandil actual, aún con todo lo que debemos perfeccionar, sino también porque nacimos, crecimos y disfrutamos de ese capital simbólico de habitar una ciudad que nos abraza con su entorno de belleza serrana inigualable. Una ciudad que aún preserva el conocimiento personal, el respeto a los mayores, el trato mano a mano con el vecino, la amabilidad y solidaridad, el árbol genealógico de la familia como tradición de conocimiento y confianza social, y la continuidad de tradiciones que vienen de antaño, de usos y costumbres que nos pertenecen y están arraigadas en lo más hondo de la idiosincrasia de los tandilenses. Es sabido que desde hace más de una década Tandil registra un crecimiento avasallante. Y este fenómeno social –con radicación de muchas industrias en el Parque Industrial pero también con un nuevo paradigma en el modelo industrial productivo nacional y global al que debemos incorporarnosexige más que nunca que el Estado Municipal y la actividad privada –verdadera polea del progreso en Tandil- caminen juntos como facilitadores del desarrollo. Como ya lo he dicho en otras ocasiones, considero que el futuro de Tandil es el desarrollo ordenado, sustentable, igualitario y que conserve la escala humana de nuestra ciudad. Podría abrumarlos con cifras y un listado interminable de obras y proyectos área por área, secretaría por secretaría, que esta gestión se propone como punto de partida del nuevo mandato de gobierno. Sólo abrevaré en algunas cuestiones a los fines de ilustrar con ejemplos ese viaje por una ciudad que observa logros silenciosos. Somos la ciudad con una de las menores tasa de mortalidad infantil de la provincia de Buenos Aires y con mortalidad materna cero, con excelentes indicadores socio sanitarios en todos los rubros medidos por el Ministerio de Salud provincial; somos la ciudad pionera en la creación del programa de accesibilidad socioeducativo PASE, que garantiza el acceso gratuito al transporte público a todos los alumnos de las escuelas estatales; somos la ciudad que creó el refugio para víctimas de violencia de género, la Casa Abrigo Hermana Martha Pelloni, única institución municipal de este tipo en el territorio bonaerense. Somos la ciudad modelo por la fortaleza y la capacidad innovadora de sus emprendedores, de sus trabajadores y de las organizaciones de la sociedad civil; la ciudad que se destaca por su desarrollo cultural, artístico y educativo, que tiene también una Universidad líder que nos enorgullece. Les hablaba de los tres pilares para este mandato de gobierno, para consolidar una ciudad sana, segura e integrada. Y como todos ustedes saben, la salud es un derecho, y ésta ha sido una de nuestras prioridades. A lo largo de doce años hemos consolidado ese derecho con la creación de un Polo Sanitario de excelencia. Dicho modelo de gestión es conocido en otros municipios como el “Modelo Tandil”, un hecho que nos enorgullece. Pero no lo hicimos solos. Si viajamos hacia lo que también se denomina como la “Manzana de la Salud” veremos que allí se creó un círculo virtuoso entre la sociedad y el gobierno. Y esto fue así porque nadie hace nada solo. Le debemos a la convicción inclaudicable de la señora Alicia Tita Brivio el actual Centro de Salud Mental de Día que pudimos terminar y que naturalmente lleva su nombre. Le debemos al empresario Jorge Blanco Villegas la donación de un Hospital de Niños que día a día consolida su crecimiento y es un referente en la región. Lleva el nombre del Doctor Debilio Blanco Villegas, un médico del conservadorismo popular de Tandil que hace 80 años fusionaba sus ideas completamente opuestas con el dirigente socialista Juan Nigro para que Tandil -en su primer centenario- pudiera tener su propia Usina, la hoy Usina Popular y Municipal. Ellos también pudieron viajar juntos en el mar de la diversidad y ponerse de acuerdo en virtud a un lema superior: las obras son de los vecinos y están incluso por encima de las ideas. El único nombre propio que queda en la historia es el topónimo Tandil. En ese Tandil sano y saludable, que tiene también como pilares los profesionales y personal del sistema de salud público, finalizamos la ampliación de depósito de farmacia del Hospital Ramón Santamarina y en el Hospital Debilio Blanco Villegas la obra de la Unidad de Oncología infantil con compra de aparatología mediante fondos de donaciones específicas para tal fin. También he anunciado la creación de un Hospital Odontológico y otro Oftalmológico, la finalización del proyecto de Consultorios Externos, el crecimiento de la Internación Domiciliaria, la atención de 24 horas en el Centro de Salud del barrio 25 de mayo, y el desarrollo de varias especialidades en calidad, que certifiquen su eficiencia para seguir teniendo el renombre que hoy tiene la medicina pública de Tandil. Y además estamos trabajando en la conversión del actual Dispensario de Vías Respiratorias en un Centro de Prevención de Salud, donde todos los análisis básicos y diagnósticos por imágenes podrán realizarse en un sólo lugar, en el mismo momento sin dilación de tiempo para el paciente. Nos queda por delante la ansiada concreción del Seguro Municipal de Salud, que otorgue la misma posibilidad de acceso y calidad a todos los habitantes de nuestro partido. En cuanto a la Atención Primaria profundizaremos el trabajo desde, para y por la Salud Comunitaria. El enfoque de derechos, la equidad, el enfoque de género, la docencia y la investigación serán líneas indiscutidas de la gestión. Por ello aseguramos la continuidad del trabajo que se está realizando a través del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, como de la misma manera el Programa de Nutrición Comunitaria sostenido por el Municipio y en convenio con el Banco de Alimentos continuará como política pública en esta etapa. La Vacunación también se planea como un espacio de trabajo que asegura salud en los tandilenses. Es de público conocimiento que las coberturas en todas las vacunas del calendario alcanzan las metas fijadas por el ministerio de salud y eso nos enorgullece porque hemos llevado a cada barrio, a cada escuela, a cada organización que así lo requiera las dosis necesarias para prevenir enfermedades. Estos tiempos están atravesados por las consecuencias de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles, primeras causas de morbimortalidad en todo el país. Al respecto hemos planteado dos líneas de trabajo: una relacionada con pensar que este grupo de problemas es causado en su mayoría por factores reversibles, por ende trabajaremos en la dimensión asistencial, social y de trasformación cultural en cada uno de ellos. Por otro lado realizaremos una encuesta municipal para saber la prevalencia y las tendencias en relación a estos factores de riesgo: la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo serán abordadas desde varios programas de la Dirección que confluirán en resultados de una ciudad más saludable. Ésta apuesta a la vida resulta insuficiente si no cuidamos a nuestros vecinos en todos los aspectos de su vida social. Por eso, en cuanto a la seguridad, el Tandil seguro no puede quedar librado sólo a la retórica de las buenas intenciones. Vivir seguros es un reclamo unánime de nuestros vecinos. Los ciudadanos demandan un ejercicio efectivo de la seguridad. Porque a cada vecino que le roban, le roban mucho más que sus pertenencias. Le roban el esfuerzo, porque le quitan un bien que lo hizo trabajando; le roban los sentimientos que anidan en sus cosas; le roban la tranquilidad, por el mal que ya padece y el riesgo que amenaza; y le roban también la fe en las instituciones que deben velar por su seguridad. A partir de esta realidad hemos creado la Secretaría de Protección Ciudadana con el fin de impulsar decididamente una prevención integral de la violencia y el delito, respetuosa de los derechos humanos. Es nuestro propósito, con la participación de la comunidad, combinar equilibradamente la prevención situacional, que se orienta a reducir las oportunidades para la comisión de delitos, y la prevención social, que apunta a incidir positivamente sobre condiciones o factores que generalmente acompañan a la violencia y el delito, como la desocupación, las carencias educativas, las desigualdades sociales profundas, entre otras. Se trata de un camino que comenzamos a recorrer y que llevará tiempo, esfuerzo, inversión constante, planificación y apoyo de todos los sectores de la sociedad. Dentro de las líneas de acción de la prevención situacional, hemos puesto en marcha un sistema de video vigilancia urbana con incorporación de cien nuevos puntos de captura de imágenes, extensión de la red de fibra óptica y ampliación física y de recursos humanos del Centro de Monitoreo. Esta modalidad de video vigilancia la extenderemos a la zona rural. E iremos hacia la paulatina incorporación de nuevas tecnologías para la video vigilancia, como lector de patentes, alertas de movimientos anómalos, entre otros. En lo inmediato, 33 efectivos se sumarán a la Policía Local. Hacia mediados de año, se sumarán otros 40 agentes, y hacia fin de año aproximadamente otros 80 efectivos más. Así, a fin de 2016, la Policía Local tendrá en las calles alrededor de 280 efectivos, incorporando además equipamiento de vehículos, motos y bicicletas. Vamos también por la adquisición de tecnologías aplicadas a la función policial: cámaras de video en los patrulleros, localizadores personales satelitales para agentes y rastreadores satelitales para móviles, y una política de formación profesional continua para el manejo de situaciones de conflicto, programas que se extenderán al personal afectado al Control Vehicular Urbano. Esta dependencia sumará la incorporación de nuevo equipamiento como el remolcador grúa especial, pick ups, motocicletas y tecnologías específicas en materia de nuevos alcoholímetros y decibelímetros. Quiero detenerme en la prevención socialcomunitaria. A la violencia social se ha contestado tradicionalmente y casi siempre, sólo con mayor severidad de la legislación penal y con más y más policía. La observancia de la ley y la actuación de la institución policial son, ciertamente, instrumentos indispensables para asegurar la pacífica convivencia y la efectividad de los derechos y las libertades individuales. Pero no son los únicos y menos aún suficientes. Por eso, propiciamos el ámbito de la prevención social – comunitaria, que se orienta principalmente a adolescentes y jóvenes desocupados o subocupados, generalmente fuera del sistema educativo, pertenecientes a sectores sociales marginales o excluidos, en situaciones de vulnerabilidad que los coloque en posición de conflicto con la ley penal o en riesgo de estar involucrados en situaciones de violencia. La prevención social y comunitaria implica trabajar para tratar de revertir estas situaciones. Como dije, llevará tiempo, esfuerzo, recursos presupuestarios, planificación y apoyo de toda la sociedad. En materia de Asistencia a la Víctima, además de los programas en marcha, quiero anunciar que elevaremos próximamente un proyecto de ordenanza que impulsará un Programa de Acceso a la Justicia para personas víctimas de delitos graves, de violencia familiar o de género, que será realidad gracias al fondo especial creado a partir de la Tasa de Protección Ciudadana. Por este programa, el Municipio pagará los gastos y honorarios de los procesos judiciales que deban promover las víctimas de delitos graves o de violencia de género que no estén en condiciones económicas de afrontarlos por sus propios medios, porque es hora de que el camino de la “ampliación de derechos” se traduzca en “derechos en serio”, en herramientas concretas que permitan su ejercicio, su protección y su defensa. También los convoco a construir una nueva cultura urbana, que no puede ser solamente patrimonial, artística, o arquitectónica. Una nueva cultura urbana exige que el espacio ciudadano adquiera una forma política y encuentre una coherencia que le permita defenderse de la desintegración. Una ciudad que nos brinde integración y solidaridad, tanto como seguridad. Por ello, también avanzaremos en un nuevo Código de Convivencia Urbana que deberá contar con la mirada y la participación de todos. El Tandil de la igualdad impone un equilibrio entre lo urgente y lo importante. Pero frente a la necesidad, lo urgente y lo importante casi funcionan como sinónimos. Viajar hacia la periferia de ese Tandil profundo –como lo recorro habitualmente barrio por barrio- implica poner los pies en la tierra donde hay necesidades concretas, pero también decenas de obras construidas. Los Fondos Permanentes de gas, agua, cloacas y el Fondo de Inversión Vial permitieron que vecinos de zonas con falta de desarrollo accedan a estos servicios. Tenemos indicadores ejemplares al respecto: el 92% de agua, alrededor de 80% de gas y cloacas, son números que hacen de Tandil una excepcionalidad por encima de la media provincial. Por citar solo algunos ejemplos recientes, la creación del Centro Cívico en el Barrio Palermo, el nuevo jardín maternal Pérez Esquivel y su ampliación en marcha. En la misma línea consignamos el nuevo Centro de Salud en el barrio 25 de Mayo, el nuevo espacio deportivo y educativo en el Club Hípico con su pileta e instalaciones, las 50 cuadras de pavimentos nuevos y repavimentación en los últimos 12 meses, la ampliación en ejecución del Jardín Maternal Cocomiel en Las Tunitas (hoy el municipio cuenta con 4 jardines maternales) que funcionan en turno mañana y turno tarde desarrollando acciones pedagógicas educativas con casi 250 niños de entre 45 días y 3 años. El trabajo en educación se complementa con las 6 escuelas municipales de orientación en diferentes disciplinas artísticas que reúnen una matrícula de 1700 alumnos, entre niños, jóvenes y adultos y talleres que funcionan en todo el Partido de Tandil e implican la articulación de acciones con 45 instituciones de la comunidad. El programa de mejoramiento habitacional con más de 85.000 bloques entregados a familias, las 2700 tarjetas alimentarias, los $26.000.000 en alquileres y subsidios y los $7.200.000 de entrega de materiales para reparación de casas, son una demostración de sostenidas políticas de integración barrial. Pero también están presentes las necesidades que otros vecinos reclaman con derecho y con respeto. Esas necesidades son obras de infraestructura de envergadura que requieren de recursos importantes, y algunas de ellas podemos anunciar con satisfacción de inminente comienzo. Estas obras tan necesarias y esperadas las realizaremos con los fondos que hemos acordado con el gobierno de la provincia de Buenos Aires, a través del Fondo de Desarrollo Provincial, y que sumarán un total de alrededor de 80 millones de pesos. En este sentido quiero anunciar el inicio de varias obras de desagües pluviales en la zona noreste, es decir todo el norte de la ruta 226, por $8.408.500, que sumadas a las llevadas a cabo durante 2015 irán poniendo fin al martirio que les deja a los vecinos cada lluvia torrencial y abundante que cae sobre Tandil y generando las condiciones adecuadas para el desarrollo de la zona. También la ampliación de las redes de gas en distintos barrios de la ciudad, en un total de 30 cuadras por un monto de más de $5.000.000. La adquisición de 2000 caños con una inversión del orden de los dos millones de pesos para impulsar la ampliación de la Red Cloacal, en el sector Noroeste de la ciudad beneficiada recientemente por la construcción de un importante colector. La pavimentación del acceso a los barrios La Movediza y El Tropezón a través de las calles La Pastora y Azucena, 18 cuadras en total, con una inversión de $16.600.000. Una obra que forma parte del plan de Movilidad Vehicular para la zona norte, que incluye al Barrio ProCreAr de 628 viviendas que será la tercera etapa del ensanche y pavimentación de la Avenida Pujol entre Quintana y Lunghi, una obra de $6.500.000. Quiero anunciar también la obra del Colector Cloacal Aliviador en la zona centro por $10.100.000 que dará respuesta al crecimiento de esta zona que ha logrado una importante densificación en los últimos años. La provisión de agua potable, rebombeo e impulsión de zona La Elena, por $9.450.000, obra por la que el Municipio inició gestiones en el año 2008 y que Dios mediante podrá concretarse para satisfacción de una barriada que luchó por superar esta carencia. Y el completamiento del servicio medido de agua potable, avanzando en la equidad y en la sostenibilidad de los recursos naturales, con la compra de 15 mil medidores domiciliarios de agua y accesorios por $ 15.000.000. En nuestra mente, en nuestra concepción política y en nuestro corazón hay un solo Tandil. En la realidad y en la praxis de la gestión sabemos que hay una brecha de desigualdad en cuanto a la calidad de vida que no aceptamos, a la que no nos resignamos y que día a día luchamos para reducir. En ello está puesto todo nuestro esfuerzo y dedicación. No hay mayor felicidad para este intendente que ha sido distinguido con el más honorable de los reconocimientos –no el de la historia ni el de los libros de los récords-, sino el reconocimiento de sus propios vecinos, que haber podido aportar en estos doce años de gobierno al menos un centímetro de bienestar en la vida cotidiana de los tandilenses que más lo necesitaban. De haber podido democratizar ese bienestar, a través de la prepotencia del trabajo, para que el sueño cumplido de muchos sea alguna vez el sueño cumplido de todos. Hablo en primera persona pero lo hago en nombre de quienes formamos parte de esta gestión. Durante el discurso de asunción del mandato en el Salón Blanco de este Palacio Municipal hablé del dolor. Dije que nos debía doler la gestión. Y ahora me permito agregar que soy parte de una generación de tandilenses que deviene de los ritos sociales y culturales de los tandileros más antiguos. De ese mundo local chiquito donde el intendente del pueblo era simplemente un vecino un poco más conocido que el resto, a quienes sus vecinos ponían en ese lugar para que se encargara de las cosas sencillas de la ciudad: tapar un bache, cortar el pasto de las plazas, concurrir a los actos oficiales con el único traje que tenía. Ese sigue siendo mi orgullo. Que me siga doliendo un bache. Que me apasione pintar una escuela, transformar un baldío en una plaza donde se juega, se camina y se sueña. Y que siga yendo por las casas de todos los barrios de Tandil que conozco desde hace 40 años, donde hoy me reciben con el mismo afecto como me recibían cuando era el médico pediatra de la familia. Pero a la vez, tengo la responsabilidad de ser el intendente que está a la cabeza de un equipo de gobierno que tiene como misión sentar las bases firmes del Tandil de los próximos quince años. Un Tandil líder, moderno, diverso y abierto; innovador, productivo, creativo, con igualdad de oportunidades, que se fortalezca en el conocimiento, la educación, la cultura y en los valores cívicos, conservando y fortaleciendo su identidad. Gobernar es, entre otras definiciones, atender el presente proyectando el futuro. Planificar más allá de los tiempos políticos. Trabajar por concreciones y proyectos que otros verán hacerse realidad. El tesoro más preciado, el diploma intangible de aquellos vecinos del Tandil pujante y emprendedor estaba y está hecho por la cultura del trabajo. De ese mundo venimos nosotros, en la tradición que forjaron nuestros padres y abuelos. De ese orgullo por el trabajo como una épica de la voluntad, de la responsabilidad, del amor propio, del ejemplo y el legado a los hijos. El trabajo como una pasión sublevada contra la adversidad. Del fruto de ese trabajo nacieron los talleres y las fábricas, los oficios, la siembra, la cosecha, los diarios, las bibliotecas, se levantaron casas y edificios, puentes, calles y barrios, clubes, escuelas, iglesias, cuando el trabajo era sinónimo de honradez, de decencia y cumplimiento. Creo en definitiva en la fuerza reparadora y progresista del trabajo y me comprometo a reinventar las energías para estar nuevamente a la altura de los acontecimientos. Les debemos a nuestros pioneros, los célebres y los anónimos, el carácter de esos hombres de roble y miel para enfrentar las contrariedades de la vida, tal como alguna vez lo dejó escrito José Ingenieros. “A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone a su ascenso”. Para muchos de nosotros navegar hacia el Bicentenario es viajar hacia un lugar que no sabemos si vamos a ver. Y eso me parece que es lo más importante de la política y de la vida: transformar la realidad para los que vendrán. Dejar una ciudad mejor a la que recibimos. Más bella, más saludable, más segura, más igualitaria. En ese sendero vamos a seguir avanzando a paso firme y constante, enfrentando las adversidades con los proyectos estratégicos rumbo al Bicentenario: con el nuevo Centro de Convenciones que tenemos la firme expectativa de concretar en poco tiempo a partir de la apertura del sobre número dos de la licitación pública; con la culminación del Polo Informático para lo cual contaremos con el apoyo de los estados provincial y nacional, con el centro logístico y de distribución de mercaderías, con los planes de integración y movilidad urbana sostenible, y con el nuevo Centro Cívico Municipal que también tendrá apoyo provincial. También avanzaremos con las iniciativas medioambientales como la extensión de la red de puntos limpios y proyectos de energías renovables, con nueva infraestructura deportiva de alto nivel, con herramientas para la generación de suelo urbano y programas de mejora habitacional, con los presupuestos participativos de Vela y Gardey, con el crecimiento del Parque Industrial y de nuevos sectores productivos con alto valor agregado, y con las acciones y programas que profundicen aún más a Tandil como ciudad del conocimiento, la educación y la cultura. Finalmente quisiera que me permitan dos digresiones históricas que se arraigan con el presente argentino. Ayer se cumplieron siete años de la partida de un hombre sencillo, honesto, austero, un luchador, un hombre como de otra época que nos recuerda aquella cita tan luminosa: “¡Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”. Vaya este homenaje a nuestro imprescindible y querido Raúl Ricardo Alfonsín. Y este año se está cumpliendo el centenario de la primera elección bajo la ley Sáenz Peña que estableció el voto universal secreto y obligatorio para los ciudadanos argentinos. Lo que configuró un notable avance para la cultura de la democracia. Señores concejales: todos nosotros somos frutos del árbol de la democracia. Aquí estamos por decisión de nuestros vecinos. La democracia es para nosotros lo que la nube al cielo, la harina al pan, el barco al mar, la sombra al árbol, la tiza al pizarrón, el leño al fuego. Por ella trabajamos, debatimos, soñamos. Tenemos un cielo en común y ese cielo es la democracia que entre todos seguimos construyendo día a día desde nuestro pequeño lugar en el mundo. Con el espíritu de profundizar honestamente juntos una tradición democrática plural y para siempre, declaro abierto el sexagésimo segundo período de sesiones ordinarias del Honorable Concejo Deliberante. Muchas gracias. PRESIDENTE FROLIK: Muchas gracias Sr. Intendente. Siendo las 11 hs. 10 minutos, dejamos formalmente inaugurado el 62 período Ordinario de Sesiones. Muchísimas gracias a todos.