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LAS NOTIFICACIONES EFECTUADAS CONFORME AL ART. 30
PARÁGRAFO III DE LA LEY Nro. 1760 Y LA AUDIENCIA DE
CONCILIACIÓN
Raúl Alejandro Gutiérrez Quisbert
INTRODUCCIÓN.
El articulo que analizaremos, de manera muy escueta o somera, incorpora al Art. 509 del Código de
Procedimiento Civil los parágrafos III y IV, por el cual –en los procesos ejecutivos– si los ejecutados
no comparecieren al proceso que se este tramitando o no constituyen domicilio procesal (conforme al
Art. 101) se tendrá como dominio la secretaria de juzgado, es decir estamos en presencia del
domicilio legal, ya que es la ley la que fija un domicilio como una sanción ante el incumplimiento de
la carga procesal que la misma impone.
Como ya se señalo la Ley impone esta nación al ejecutado que no a comparecido al proceso o no a
señalado domicilio procesal, extremo que se encuentra totalmente validado y justificado sin embargo,
dicha sanción no debe aplicarse en el señalamiento de día y hora de audiencia de conciliación en
merito a la naturaleza de esta ultima y la finalidad que tiene
Con el presente trabajo trataremos de justificar la necesidad de notificar en el domicilio real del
ejecutado la audiencia de conciliación, a la cual el Juez se encuentra obligado a señalar 1.
DOMICILIO LEGAL.
Debemos entender por domicilio legal aquel lugar donde la ley presume sin admitir prueba en contra
es decir una presunción iure et de iure, se hará conocer los diferentes actuados procésales que el
Juez disponga a titulo de notificación; asimismo debe aclararse que el concepto o definición de
domicilio legales más amplio y el que acabamos de dar es uno que se encuentra acorde a la finalidad
del presente trabajo, así mismo debe aclararse que anteriormente el domicilio legal era confundido
con del domicilio procesal actualmente dicha confusión es inaceptable, toda vez que entre ambas
existe marcadas diferencias. Ahora bien el domicilio legal es forzoso en cuanto la impone la ley
independientemente de la voluntad del interesado.
LA CONCILIACIÓN Y SU IMPORTANCIA EN EL PROCESO CIVIL.
La conciliación como un instituto jurídico procesal por el cual se busca la solución del conflicto en
forma pacífica, por un acuerdo alcanzado directamente entre las partes, el cual puede ser expreso o
tácito, sobre él o los puntos en conflicto, acuerdo que normalmente importa el otorgamiento de
concesiones recíprocas. Es decir con la conciliación, se pretende componer y ajustar la intención de
quienes están en conflicto o controversia, se busca armonizar las diferencias que pudiesen existir 2.
Con la conciliación se sugiere los términos de una equitativa composición de litis, no busca poner de
en acuerdo a las partes a cualquier costo.
Por ello la ley considera a la conciliación –o mas propiamente–el llamado a conciliar como una
imperativo para el juzgador, ya que esta procura poner fin a un proceso a través de dicho llamado.
Véase los Art. 16 de Ley de Organización Judicial asi como del CPC y Circulares emitidas pro la Corte Suprema de
Justicia
2 Aparentemente existiría igual entre la conciliación y la transacción, sin embargo, que transacción y conciliación, en el
sentido jurídico, no son una misma cosa, pero no trataremos dichas diferencia bastando solo precisar que no son la misma
cosa.
1
La conciliación traduce una de las máximas expresiones del ideal de justicia que busca el hombre; es
decir se busca nuevas formas de justicia alternativas a la ya establecida, que solucione el conflicto
existente entre las partes, con la virtud del acceso a una solución que las partes a consentido de
manera sencilla y rápida (de prosperar la misma).
PROBLEMATIZACIÓN.
Conforme a una aplicación legalista, normativista y positiva de la ley, si el ejecutado que fue
legalmente citado y emplazado con la demanda ejecutiva y su correspondiente auto intimatorio no
comparece al juzgado donde se tramita la causa o compareciendo al mismo no constituye domicilio
procesal, las notificaciones deberán efectuarse en su domicilio legal -secretaria de jugado- acá no se
critica dicho accionar o sanción. Sin embargo, como ya se había dicho anteriormente, por la
importancia de la conciliación NO DEBERIA notificarse dicha audiencia en secretaria del juzgado al
ejecutado puesto que se desnaturalizaría a la conciliación y su finalidad. Dicha afirmación no significa
que dicha diligencia se encuentre viciada de nulidad ya que la misma sería practica conforme a lo
previsto por la norma adjetiva civil y cualquier incidente en este sentido no prosperaría.
PERSPECTIVA CONSTITUCIONAL.
El debido proceso, constituida en un derecho fundamental de toda persona y no sólo un principio o
derecho de quienes ejercen la función jurisdiccional. En esa medida, el debido proceso comparte el
doble carácter de los derechos fundamentales: es un derecho subjetivo y particular exigible por una
persona y, es un derecho objetivo en tanto asume una dimensión institucional valorativa a ser
respetada por todos, debido a que lleva implícito los fines sociales y colectivos de justicia. En ese
entendido, el debido proceso en tanto derecho fundamental con un doble carácter es oponible a
todos los poderes del Estado e incluso a las personas jurídicas.
Sin perjuicio de los derechos subjetivos y objetivos que configuran al debido proceso y que son
propios de todo proceso o procedimiento judicial el Estado tiene la obligación de asegurar un
conjunto de garantías institucionales que permitan el ejercicio del debido proceso de toda persona.
El juez, debe velar por el respeto a los derechos, garantizándolos ya sea por medio de las instituciones
procésales que les permitan a los particulares contar con principios y derechos que tutelen su derecho
a la justicia, sin perjuicio de los consagrados en el debido proceso.
Es importante reafirmar que el derecho al debido proceso constituyen la base sobre la que se asienta
la tutela judicial y no judicial.
Con referencia a lo afirmado, en líneas pasadas el juez ordinario, en aplicación del Art. 228 de la
Constitución Política del Estado aplicar la ideología y espíritu contenida en la misma y ordenar que la
notificación con el señalamiento de audiencia de conciliación se efectué en el mismo domicilio donde
fue citado y emplazado con la demanda ejecutiva, por cedula, considero que solo así no se
desnaturalizaria a la audiencia de conciliación en correspondencia al derecho al debido proceso,
tutelado constitucionalmente.
CONCLUSIÓN.
En merito a los antecedentes brevemente desarrollados, respecto a la finalidad de la audiencia de
conciliación y el debido proceso como derecho fundamental, que el juez debe garantizar, la
notificación con el señalamiento de conciliación al ejecutado que no compareció al juzgado, donde se
tramita la causa, debe efectuarse en el mismo domicilio donde se lo cito y emplazo para que este
tome conocimiento de la realización de dicha audiencia; y de esta forma se procure llegar a un arreglo
con la parte actora; lo contrario con llevaría la posibilidad de cerrar la intención de arreglo que
pudiese existir en el ejecutado y pueda ser acogida por el ejecutante; la principal critica que se pueda
formar respecto a esta propuesta radica en “las partes se encuentra en plena libertad de convenir y
solucionar los conflictos presentados ante el órgano jurisdiccional, no constituyendo la única forma la
audiencia de conciliación; es decir las partes pueden llegar a un arreglo que no siempre sea producto
de la conciliación judicial” no obstante ello ¿qué de trascendente tendría la notificación de dicha
audiencia en secretaria de juzgado si ello se consiente?, el proceso se convertiría en un mero
ritualismo lleno de formas donde la finalidad de cada instituto procesal no podría materializarse y la
nulidad estaría presente en cada momento ante la eventualidad de no cumplir con el ritual
establecido, no se olvide que el fin esta por encima de las formas, ya que si bien es cierto que el
objeto del proceso judicial es darle solución a los conflictos que las personas ponen a su
conocimiento, no es menos cierto que dicho objeto no se materializa con el cumplimiento de los
pasos procedimentales o de las formas rituales mucho menos ello conlleva respeto al debido proceso.
La Paz, 10 de marzo de 2006
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