Lección Para El Ministerio de los Niños sobre Misión Nuevo México

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Lección Para El Ministerio de los Niños sobre
Misión Nuevo México 2015
“Sembrando el Evangelio en NM”
Texto de Enfoque: Marcos 4:1-20
Verso de Memoria: Marcos 4:20 «De ésos, algunos rinden treinta, otros sesenta, y otros
ciento por uno.»
Materiales que se necesitan:
Variedad de semillas
Cartelón para la introducción de la Actividad y para el Verso de Memoria, si no tienes
una pizarra de tiza o marcador.
3 Cartulinas con Una frase escrita al tope de ellas: «Escucha la Palabra» en una,
«Recibe la Palabra» en otra, y «Produce un Fruto» en la tercera.
Sandia cortada en pedazos (rodajas) para que cada niño reciba un pedazo (rodaja).
Vaso con rocas
Vaso con mala hierba y espinas
Vaso con arena
Vaso con buena tierra
Tierra para sembrar (Potting soil) – un vaso lleno para cada niño
Vasos para plantar o sembrar
Semillas para cada que cada niño plante
Actividad Introductoria:
Mientras los niños llegan, ponga semillas de toda clase sobre una mesa. Permita que los niños
tomen y miren las semillas. Anime a los niños a adivinar lo que cada semilla llegará a ser si es
sembrada. Haga un grafico de tabla (chart) donde pegue cada semilla en la cartulina con cinta
scotch y escriba lo que cada semilla llegará a ser. Puedes dejar que los niños hagan un dibujo
de cada artículo. Discuta con los niños lo maravilloso que es ver a Dios usar una semilla
pequeña y crecerla a una planta o árbol más grande.
Tenga la sandia en pedazos (rodajas) lista para que los niños puedan comer. Pídales a los
niños que le quiten las semillas de sandia y cuenten cuantas semillas hay en cada pedazo
(rodaja).
Explíquele a los niños que la historia de hoy es una historia (parábola) que Jesús conto. Jesús
uso las semillas como una manera de decirnos lo que sucede cuando la gente oye las buenas
noticias de la Biblia.
La Historia Bíblica:
Explíqueles a los niños que Jesús contó una parábola. Una parábola es una historia que
usualmente da una lección. Miremos a ver si podemos figurar cual lección es la que la historia
que Jesús contó nos da. Usted puede leer Marcos 4:1-20 directamente de su Biblia o puede
contar la historia en sus propias palabras. Aquí hay algunas ideas para contar la historia:
“Miren este vaso con arena. ¿Es este vaso un buen lugar para poner una semilla?
¿Qué pensarías si te dijera que ésta arena es un camino por donde la gente caminó y
es tierra dura? En el verso 4, se nos dice que Jesús dijo que cuando una semilla fue
sembrada aquí, los pájaros vinieron y se la comieron porque la semilla nunca pudo
meterse dentro de la tierra dura – se quedó en el tope de ella.”
“Miren este vaso con rocas. ¿Es este un buen lugar para poner la semilla? Jesús dijo
que una semilla plantada en tierra con piedras pero con poco buen terreno crecería
rápidamente pero porque no tenía terreno profundo no pudo tener raíces. Cuando el sol
salió, estaba muy caluroso para la pequeña planta y el sol la quemó y marchitó.”
“Miren este vaso con mala hierba y espinas. ¿Es este buen lugar para poner la semilla?
Jesús dijo que una semilla plantada aquí crecería un poco pero sería sofocada por la
mala hierba y las espinas.”
“Miren este vaso con Buena tierra. ¿Es este buen lugar para sembrar la semilla? Jesús
dijo que una semilla plantada en tierra buena puede producir 30, 60, o 100 veces lo que
se plantó. ¿Cuántas semillas había en una sandia que comimos? ¿Cuántas semillas se
necesitó para empezar esa planta de sandias? Si la planta produce 10 sandias,
¿cuántas semillas salieron de aquella sola semilla?”
Pregúnteles a los niños si entienden lo que Jesús estaba tratando de decir cuando contó la
historia.
“¿Estaba Jesús tratando de ayudar a los campesinos con la agricultura? NO, los
discípulos de Jesús preguntaron sobre la parábola porque ellos tampoco no entendían
todo lo que Jesús le dijo. Entonces Jesús se la explicó.”
“Miren a este vaso con arena. ¿Qué le sucedió a esta semilla? Los pájaros se la
comieron o llevaron. Esto es semejante a cuando una persona escucha la Palabra de
Dios pero no la aceptan. La Palabra de Dios nunca se siembra en la tierra. Solo
permanece en el tope de la tierra dura que es semejante al tener un corazón duro y no
creer. Entonces como los pájaros se llevan la semilla, de misma manera la Biblia dice
que Satanás se lleva la Palabra de Dios porque la persona nunca creyó en ella.”
“Miren a este vaso con las piedras. ¿Recuerdan lo que le sucedió a esta semilla? Ella
creció un poco pero porque no tenía mucha tierra el sol la quemó y marchitó. Jesús dijo
que esto le recordaba de la gente que se anima al oír la Palabra de Dios pero porque no
la estudian, aprenden, y la obedecen, cuando vienen la persecución y la presión, la
Palabra de Dios se desaparece de igual manera que el sol quema y marchita la planta.”
“Miren este vaso con las espinas. ¿Qué fue lo que sucedió a esta semilla? Ella fue
sofocada por la hierba mala y las espinas. Jesús dijo que esto le recordaba de la
persona que escucha la Palabra de Dios, pero es distraído por las preocupaciones del
mundo, o por el dinero or por su deseo por otras cosas y la Palabra de Dios es sofocada
de su vida porque otras cosas son más importante que el obedecer la Palabra de Dios.”
“Miren este vaso con tierra buena. Jesús dijo que esto le recordaba de la gente que oye
la Palabra de Dios, la recibe, y luego obedece lo que la Palabra de Dios le envía a
hacer. El dijo que esa gente pueden influenciar 30, 60, o 100 personas más a que
conozcan a Dios.”
Desafíe a los niños a que piensen de cual tierra desearían sus corazones fuera semejante a, al
oír la Palabra de Dios. Pregúnteles a los niños qué es lo que ellos tienen que hacer para llegar
a ser como la semilla que produjo 30, 60, o 100 más de lo sembrado.
Verso de Memoria:
Escriba este verso en la pizarra o pedazo de cartulina.
«De ésos, algunos rinden treinta, otros sesenta, y otros ciento por uno.» Marcos 4:20
Ayude a los niños a repetirlo varias veces juntos y en voz alta. Invite a un niño a venir a borrar o
garabatear una de las palabras mientras el resto de los niños viran la espalda sin mirar.
Después pídales a los niños que miren a la pizarra y repitan el verso correctamente sin la
palabra borrada o garabateada. Pídale a otro niño que borre o garabatee otra palabra mientras
los niños no estén mirando. Desafíe a los niños a decir el verso completo otra vez para ver si lo
pueden recordar con las palabras que le faltan. Continúe este juego hasta que puedan decir el
verso completo sin ninguna de las palabras escritas.
Profundizándose un poquito más:
Pídale a los niños que miren las tres cartulinas que usted ha puesto en el salón. Una de ellas
dice «escucha la palabra», otra dice «recibe la palabra», y otra dice «produce un fruto.»
Pregúntele a los niños que piensen que maneras que ellos podrían hacer estas cosas en sus
vidas esta semana y lo escriban o dibujen en las cartulinas debajo de las frases. Usted, a lo
mejor, querrá ayudar a los niños dándole algunas sugerencias. Por ejemplo, si escuchas a los
sermones del pastor, ¿sería esa una manera de escuchar la Palabra? O, si lees la Biblia,
¿sería esa una manera de escuchar la Palabra? Si no solo escuchas la Palabra, pero tratas de
obedecer lo que lees, ¿es eso recibir la Palabra? Si le dices a alguien de Jesús, ¿es eso
producir un fruto?
Desafía a los niños a producir un fruto esta semana o este mes. Ayuda a los niños entender
que hay muchos niños que nunca van a la iglesia o nunca oyen de Jesús. Dígales que piensen
de dos personas que ellos conocen que necesitan oír de Jesús y oren por esas dos personas
ahora mismo. Después de la oración, anime a los niños a siempre buscar por maneras de
producir un fruto y ayudar a otros entender quien es Jesús.
Aplicación de la Actividad:
De a los niños un vaso lleno de tierra buena y unas pocas semillas. Semillas de hierba parecen
crecer rápidamente pero usted deseará darles semillas de plantas o flores. Anime a los niños a
poner las semillas en la tierra buena y echarle un poco de agua. Si tienen tiempo, los niños
pueden decorar una etiqueta para pegar en el vaso. Otra idea sería pedirles a los niños que
escriba el verso de memoria en el vaso. Anime a los niños a llevarse el vaso a casa y cuidar las
semillas dándole agua y sol. Usted querrá poner los vasos en un saco de papel para que no se
derrame en la iglesia o en camino a la casa. Dígales a los niños que esta planta les podrá
ayudar a recordar a plantar una semilla en tierra buena y producir un fruto.
Para más información sobre Misión New México, vaya a http://bcnm.com/MissionNewMexico
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