Justicia por mano propia: “Es necesario que el Estado desarrolle políticas de prevención” 16 abril, 2015 | 5:30 am por redaccion NOTAS RELACIONADAS Avanza la implementación del registro nacional de internaciones en salud mental y adicciones Salud mental: usuarios y familiares toman la palabra y defienden sus derechos “Cada niño tiene su propia manera de acceder al saber que se imparte en la escuela” La especialista indica que la agresión es una reacción desproporcionada ante una sensación de abandono y desprotección. Descarta que leyes más punitivas contribuyan a solucionar la problemática. Por Luz Saint Phat - [email protected] Los casos de “justicia por mano propia” y de persecución por ciudadanos comunes a quienes cometen un delito -que muchas veces cobra los ribetes de una venganza- es, lamentablemente, un fenómeno que posee cada vez más presencia en nuestra sociedad. Marcela Scarafia es magister en Neuropsicología y perito oficial psicóloga del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba. A partir de mañana dictará el curso “Psicología, Justicia y Sociedad”, en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En diálogo con Comercio y Justicia, la especialista reflexionó sobre algunos aspectos vinculados con este tipo de violencia. -¿Cuáles son los factores que contribuyen a que sean recurrentes los casos de “justicia por mano propia” en nuestra sociedad? -Creo que se trata de una sensación generalizada de abandono y de desprotección por parte del Estado hacia los ciudadanos. El abandono es un maltrato y, si hacemos un paralelismo, los hijos de padres abandónicos son o sumisos o agresivos, en general (aunque, por supuesto, existen individuos que son resilientes y pueden resolver su vida). Pero cuando tenemos un Estado que es abandónico, maltratador u hostil se genera una sensación de desprotección y eso causa hostilidad. Y si bien la consecuencia es una reacción -quizás- de violencia desproporcionada al estímulo, es la primera respuesta que emerge cuando aparece una situación clave y existe previamente un conjunto de tensiones acumuladas. En este sentido, frente a una situación en que uno se ha sentido vulnerado, la reacción puede ser desproporcionadamente violenta. También, se produce un efecto de transmisión entre las personas, que genera el envalentonamiento de la gente. El problema es que se trata de una reacción desproporcionada, no reglada y fuera de la ley. Entonces, queda a criterio de cada sujeto cuál es la medida correcitva que se va a aplicar. -¿Qué consecuencias tienen estos tipos de hechos para la psiquis individual y también para las comunidades? -A modo de inferencia, estimo que la consecuencia principal es el reforzamiento de la idea de que ésta es la forma de solucionar los conflictos. Una suerte de legitimación de la violencia como modo de afrontar problemas a los que, muchas veces, el Estado no da respuestas. Lo importante a tener en cuenta es que cuando estas situaciones se prolongan en el tiempo, se empiezan a incorporar como un ‘modo de estar en el mundo’, como un ‘modo de ser en el mundo’, y me parece que ése es el mayor riesgo que estamos corriendo. Responder de manera violenta a un sentimiento de vulnerabilidad empieza a formar parte del campo vital de los individuos y eso se transmite de generación en generación. -¿Qué estrategias o acciones preventivas se pueden llevar adelante? -Lo primero es concienciar a la población de que éste no es el modo de resolver los conflictos. Es importante que las personas puedan tener en cuenta que a quien están linchando, por ejemplo, podría ser uno de ellos que cometió un error. Pero también considero que es necesario desarrollar políticas de prevención desde el Estado, que es algo que no se está haciendo. Cada vez se sancionan más leyes punitivas pero no hay prevención para que no se cometan esos delitos. Eso no tiene sentido, no tiene ningún valor ni buenos resultados. Los sistemas extremadamente punitivos nunca han dado buenos resultados. -La psicología ¿cómo puede contribuir a la generación de una estrategia preventiva? -Yo creo que aportando en la evaluación del panorama sobre cómo es la problemática y cómo funciona intrapsíquicamente en los sujetos esta sensación de estar expuestos, de sentirse vulnerables. También la disciplina puede contribuir con conocimientos sobre cómo podemos hacer sentir protegidos a los individuos. A modo de ejemplo, las personas que han crecido con sensación de seguridad y de contención son sujetos templados en su carácter y no necesitan reaccionar violentamente porque se sienten seguros y protegidos. Pero no creo que se pueda tomar una medida inmediata y parcial, creo que tiene que ver con un enfoque integral sobre la forma en que trabaja el Estado. En gran medida, son decisiones políticas. inShare0