EL REPARTO DE LAS OCHO MONEDAS En cierta ocasión, tres viajeros árabes se encontraron por casualidad en un oasis del desierto. Uno de ellos les dijo a los otros dos: - Amigos míos, estoy en una grave situación. Los bandoleros del desierto me han quitado todas mis cosas. En estos momentos me encuentro sin alimentos, sin camello para cabalgar y sin dinero. Todo me fue arrebatado. Les propongo que, por el resto del camino, compartamos los alimentos que traen ustedes. Al llegar a Bagdad les pagaréespléndidamente lo que me hayan proporcionado.-Yo tengo cinco panes – dijo uno de los viajeros, llamado Beremiz.-Yo sólo tengo tres – dijo el otro, que se llamaba Tahan.-Disponemos, entonces, de ocho panes – dijo Salem, el viajero que había sido robado. Los tres árabes prosiguieron su camino. Cada vez que realizaban una comida, Salem tomaba uno de los panes, lo partía en tres partes iguales y entregaba un pedazo a cada uno. De esta manera, pudieron terminar su viaje sin que ninguno de los tres pasara hambre. Al llegar a Bagdad, Salem, que era un mercader muy rico, llevó a sus compañeros de viaje hasta su residencia. Allí les ofreció un banquete y los tres hombres se repusieron de los sufrimientos del viaje. Al final de la comida, Salem abrió un arca de cuero repujado y de su interior sacó ocho valiosas monedas de oro. Sin vacilar entregó cinco monedas a Beremiz, que había aportado cinco panes, y puso en manos de Tahan las tres restantes, ya que éste había aportado sólo tres panes. Tahan agradeció vivamente las monedas recibidas, pero Beremiz permaneció silencioso y pensativo.- ¿ P a s a a l g o ? – p r e g u n t ó S a l e m – . ¿ P o r q u é e s t a s p e n s a t i v o y, a l p a r e c e r , disgustado? ¿Encuentras que la repartición no es justa?-No fue justa – respondió Beremiz –. Tu repartición no fue matemáticamente correcta. A mí me corresponden siete monedas y a Tahan sólo una.-Estás loco – respondió Salem -. Pusiste cinco panes y quieres siete monedas. En cambio, dices que a Tahan, que puso tres panes, le corresponde sólo una.-Así es – fue la respuesta de Beremiz –. Yo puse cinco panes que fueron divididos en tres porciones cada uno. Esto es, aporté quince porciones de pan. Durante el viaje consumí ocho porciones y dejé siete para que comieran los demás. Tahan apartó tres panes; es decir, nueve porciones. Pero como comió ocho veces, sólo aportó una porción para los demás. Por este motivo, a mí me corresponden siete monedas y a Tahan sólo una.-Tienes razón – dijo Tahan –. Te voy a devolver las dos monedas que recibí demás.- U n m o m e n t o – i n t e r r u m p i ó B e r e m i z – . L a s o l u c i ó n q u e y o h e p r o p u e s t o e s matemáticamente justa, pero no es perfecta a los ojos de Alá. Yo y Tahan pusimos disposición del grupo todo lo que teníamos; Por lo tanto, nuestro aporte fue igual y nos corresponden cuatro monedas a cada uno. Y Beremiz entregó a Tahan una de las monedas de oro que había recibido deSalem, y todos admiraron su sabiduría y su justicia.