Ahora o nunca

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Ahora o nunca
1.Ficha técncica
Dirección: Rob Reiner País: USA Año: 2007.Duración: 97 min
Interpretación: Jack Nicholson (Edward Cole), Morgan Freeman
(Carter Chambers), Guión: Justin Zackham.
2.Sinopsis
Una pareja de enfermos terminales de cáncer, de caracteres y
mundos completamente opuestos, entablan amistad. Edward Cole
es un engreído millonario mientras que Carter Chambers es un
modesto mecánico. A pesar de todo, deciden emprender juntos un
último viaje para poder hacer, antes de morir, todas las cosas que
siempre han deseado. (FILMAFFINITY)
3.¿Por qué “Ahora o nunca” es una película vocacional?
Rob Reiner nos ofrece una película irregular sobre el sentido de
la vida a partir de la experiencia de dos enfermos de cáncer en fase
terminal. La idea original de presentar un drama con aires de
comedia es de agradecer aunque a veces pueden parecer
inverosímiles algunas escenas. Como ha señalado la crítica, el guión
está demasiado teledirigido a un final previsible en el que se busca
fácilmente la emoción del espectador y la lagrimilla sensiblera. No
obstante, es una película que se ve con gusto, sobre todo por las buenas interpretaciones de
Jack Nicholson y Morgan Freeman.
A pesar de estas debilidades “Ahora o nunca” nos permite reflexionar sobre algunos
elementos vocacionales interesantes. En este sentido el comienzo de la película se nos presenta
ya como una reflexión sobre el valor de la vida: “Es difícil medir el valor de la vida de una
persona. Para algunos se mide por los seres que deja atrás, para otros se mide por la fe, para otros
por el amor. Para otros la vida no tiene ningún significado. Para mí, yo creo que uno se mide por
aquellos que se han medido por él”.
¿Cuál es el valor de la vida? ¿Dónde encontrar la felicidad en la vida? Para responder a estas
preguntas, el director nos presenta dos personajes contrapuestos, con dos maneras diferentes
de plantearse la existencia, pero que se encuentran sufriendo una misma situación: el cáncer.
Esta situación y el dilema que se les plantea nos lo presenta así Leandro Marque: “Uno, Edward,
es millonario, es el mismísimo dueño del hospital, un ser solitario aunque se haya casado en varias
ocasiones, una persona excéntrica y arrogante. Carter, el otro, trabaja como mecánico, es callado,
modesto, querido por su familia, y está casado desde hace más de 40 años con la misma mujer. La
convivencia en el hospital les acerca tanto como les une el compartir la gravedad de la
enfermedad que padecen. Un buen día se enteran que les queda poco tiempo de vida. En ese
momento, el filme pone en evidencia uno de los interrogantes que lo motorizan: ¿qué hacer ante
una situación límite así: dedicarse a disfrutar lo que queda o destinar ese tiempo a resignarse a
morir pronto?”
Esta pregunta que plantea Leandro Marque deviene una pregunta personal: ¿qué haría yo en
una situación parecida? Edward propone irse “a lo grande” porque nunca es tarde. La
disyuntiva es clara: ahora o nunca. Y a partir de ahí se dedican a dar rienda suelta a la
imaginación y a hacer realidad todos los sueños que siempre han querido realizar, sueños muy
discutibles, y que han puesto en la lista de “cosas para hacer antes de morir”. ¿Es valiente lo
que hacen? ¿Es tirar la toalla? En todo caso es una huída hacia adelante, una huída egoísta.
“Nuestros protagonistas intentan dar la espalda a su destino, al menos hasta que hagan realidad
sus más primitivas y sus más superfluas aspiraciones. Pero ellos mismos se darán cuenta de que
no importa lo que hagas sino con quién compartes esos momentos inolvidables. Su amistad se
convierte en su verdadero descubrimiento. El amor que surge entre ellos es más fuerte que su
funesto final. Entonces, entre los dos, en medio de tanto estrambótico propósito (practicar caída
libre, conducir un coche de carreras o visitar medio mundo), descubrirán lo que es para ellos la
felicidad”. (Tomado de Francisco Arellano)
Sí, al final descubrirán que lo que buscaban estaba más cerca de lo que creían. Lo que
parecía un juego para pasárselo bien los últimos días de vida, termina poniendo las cosas en su
sitio. Carter redescubre su mujer Virginia y su familia. Y Edward, su hija. Es ahí donde
encuentran la felicidad, en las relaciones con las personas que nos quieren y a las que
queremos, aunque el amor se haya vuelto rancio con el tiempo.
Con razón Edward puede decir que Carter les salvó la vida. Porque hay más cambio en
Edward que en Carter. ¿Por qué? Quizá porque cada uno parte de un punto de partida muy
distinto. Edward es un sibarita egocéntrico y materialista, para botón de muestra su gusto
excéntrico por un particular café. En Carter encontramos una espiritualidad. Cuando
reflexionan sobre la fe, Edward reconoce que no cree en nada: “vivimos, morimos y la noria
sigue girando”. Pero Carter sólo puede dar el testimonio de su fe: “sólo tengo fe”. Algo
suficiente para situarse de otra manera ante la vida, la enfermedad y la muerte.
Carter, además, reflexiona. Y sobre la pirámide hace
reflexionar a Edward sobre el sentido de la muerte. Son
interesantes las dos preguntas que, según la creencia
de los egipcios sobre la muerte, se hacen a los difuntos:
¿has encontrado la felicidad en tu vida?, ¿la has
proporcionado a los demás?
Estas últimas consideraciones nos llevan a una
reflexión vocacional porque la vocación es una manera
de entender la vida como respuesta a una llamada. Por
eso encontramos en “Ahora o nunca” valores vocacionales como el sentido de la vida, la
felicidad, el servicio, la fe, la reconciliación, conversión. Situarnos anta la muerte puede
servirnos para reconocer y descubrir lo verdaderamente importante de la vida y cuestionarse
si la vida que llevamos vale la pena y si tiene un valor profundo. Sólo encontraremos la
felicidad en la vida si la vivimos en clave vocacional.
4.Materiales para trabajar la película
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¿Cómo valoras la lista que han preparado los protagonistas? ¿Te parece bien?
¿Qué harías tú si te dieran 6 meses de vida? ¿Qué escribirías tú en la lista?
¿Has encontrado la felicidad en tu vida? ¿Cómo? ¿Cómo la has proporcionado a los otros?
¿Quién podría decir que tú le has salvado la vida?¿Cómo medirías el valor de la vida?
Edward tiene una imagen distorsionada de Dios (“un mago”) ¿Quién es Dios para ti?
5.Oramos
Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día,
sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras,
no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad,
no sólo en el otro mundo, sino también en este.
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias,
sin pretender que todas las circunstancias se adapten a mis deseos.
Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el
alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la lectura es necesaria para la vida del alma.
Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
Sólo por hoy haré por lo menos una sola cosa que no deseo hacer,
y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré a cabalidad, pero lo redactaré
y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
Sólo por hoy creeré aunque las circunstancias demuestren lo contrario,
que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar
de lo que es bello y creer en la bondad.
(Juan XXIII)
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