trabajosconilustraciones

Anuncio
La mayor pieza de arquitectura de Zaha Hadid en América celebra la calidad urbana de la
ciudad.
Con esta obra, la célebre arquitecta iraquí inaugura quizás, una futura serie de construcciones
en nuestro continente.
Te presentamos este artículo traducido para que lo disfrutes.
Nota Original: Rowan Moore
Fotografía: Michael Moran
Fuente: DomusWeb.it
Traducción: Rafael Albarracin [leoego]
El Centro de Cincinnati es opcional. Como las autopistas de América, los Centros americanos
fueron en una época, una poderosa herramienta de crecimiento industrial y conquista, pero en
la actualidad ya no tienen una razón imperiosa para existir. Cincinnati sobrevive como una
opción de estilo de vida minoritario y, por defecto, como un refugio para aquellos demasiado
pobres para tener otra alternativa. Esta ciudad tiene dignidad y grandeza, gracias a algunas
torres art déco y monumentos, un centro en damero y algunos pesados puentes, pero además
parece 'drenada' y subpoblada, tendiendo a la densificación del suburbio.
Las Instituciones convencionalmente consideradas como pertenecientes a la periferia, tales
como centros comerciales y estadios, tuvieron que migrar al centro por falta de alguna otra
demanda urgente de espacio. Pero esto no significa que la ciudad no cuenta con una
dimensión cultural. Lo que ahora llamamos Centro de Artes Contemporáneas tiene sus
raíces en las tradiciones progresistas americanas de los '30s. Esta fue la institución cuya
exhibición de fotografías de Robert Mapplethorpe provocó un célebre juicio por obscenidad.
Y ahora tiene encargado el primer edificio americano de Zaha Hadid.
El Centro de Artes Contemporáneas de Hadid es heroico, por no decir quijotesco, ya que
intenta reafirmar los valores urbanos en el centro de Cincinnati.
El diseño está basado en el concepto de 'alfombra urbana', por medio del cual la superficie de
la calle fluye dentro del edificio y se curva hacia arriba dentro de la dramática circulación
vertical, creando una zona continua, con forma de 'L' en sección, de la actividad urbana.
En contraste con la entropía de los bloques vecinos convertidos en lotes de estacionamiento,
los volúmenes amontonados del edificio estiran los límites de su comprimido terreno. Entre
disolución y dispersión, éste impone densidad e intensidad.
El CAC afirma un producto igualmente opcional a media América: arquitectura. Este trabaja
con escala, volumen y masa, material, luz y sombra, interior y exterior y plano, sección y
elevación.
Es anti-chatarra, la oposición de la construcción disponible al lado de la carretera y de ciertos
ejemplos de la arquitectura contemporánea en los que el simple gesto lo es todo, tales como la
mayoría de los trabajos de Santiago Calatrava. En consecuencia, es casi pasado de moda.
Tiene una leve semejanza con el Museo Whitney de Arte Americano de Marcel Breuer y,
como éste, muestra la fé en el poder de la física y el espacio ordenado y construido. Con
arquitectura y urbanismo llega la complejidad, la paradoja, la variedad de emociones, las
inversiones, fricciones y dificultades, y éstas cualidades son las que separan al CAC del resto.
En su escueta descripción, éste puede sonar como otros edificios - la idea de circulación
vertical como espacio urbano remonta al menos al Centro Pompidou- pero en ejecución es
único.
En particular, el diseño está determinado por una oscilación entre extremos, obviamente entre
su masivo exterior y su fluido interior. Esta es la masividad que ves primero. El CAC se
presenta así mismo como un acantilado, fracturado y fisurado por fuerzas poderosas hasta
ahora desconocidas. Toma la dura y recortada geometría del block de la ciudad americana y lo
reformula como nunca antes.
Es una meditación escultural en la cuadrícula de la ciudad americana, en la cual, la usual
geología vertical de los blocks es abstraída del concreto horizontal, una porción de Manhattan
girada a 90 [posiblemente 270] grados en su sitio. Un bloque es resaltado en paneles negros
de aluminio, sin ninguna razón especial, excepto porque luce bien. Esta es una señal de la
predisposición de Hadid para hacer cosas sin una lógica fundamental, pero con intuición.
El peso parece sorprendente, dado que los dibujos de Hadid la describen como una visionaria
de la ingravidez, de las ciudades anti-gravedad. Esto aparenta ser contrario a los objetivos
establecidos por Hadid y sus clientes, de dibujar la calle dentro del edificio.
En una primera aproximación, éste se asemeja a una fortaleza cultural de los '60s, una bóveda
para el arte apilado bajo el cielo. Solo una agitación en los bloques, una especie de dinamismo
congelado, detiene este juicio. Así, ves que esa cara de roca descansa en vidrio, una proeza
imposible que lo convierte en algo completamente diferente. Se vuelve tan estable como
inestable, tan penetrable como impenetrable.
El otro gran elemento del edificio es la magnífica escalera que asciende seis altos pisos de
espacio de galería dentro de un espacio profundo y escarpado - una cima que acompaña al
acantilado. Esta es la Hadid que cada uno conoce, con vuelos de escaleras saltando a través
de un vacío en imprevistos tramos extensos e intersecciones de ángulos muy agudos y
oblicuos. Es a través de la escalera que se materializa el concepto de Hadid de 'ciudad
interiorizada'. Las galerías se abren desde este espacio y miran sobre él, devolviendo a los
visitantes a las escaleras y creando una reciprocidad relacionada con los edificios en torno a
una plaza europea, para usar la inusual pero oportuna comparación que Hadid sugiere.
Al mismo tiempo, la cima de escalera -construida en concreto reforzado y robustas escaleras
de acero de constructores de montañas rusas- es una pieza de equipamiento urbano, como un
aparato propio de las calles y el trasporte urbano. Cada tramo pesa 15 tons., tan grandes como
las grúas del lugar podían manejar, con soldaduras a la vista en las uniones que no se alisan,
sino que se dejan ásperas e inacabadas.
Es un híbrido entre una plaza y los enormes puentes sobre el río Ohio que conforman la
entrada a Cincinnati, y por lo tanto entre las ideas Europeas y Americanas de circulación. En
Europa el movimiento es cultural, en América es práctico.
A nivel de planta baja, donde el inmenso exterior es una memoria reciente, el vestíbulo de
paredes de vidrio es tan abierto como puede serlo, con un mínimo de estructura y sin cambios
de nivel entre el interior y lo exterior.
Aquí, la idea de la galería como una continuación de la calle está en su más explícita expresión.
El espacio del vestíbulo es completado con los edificios cruzando la calle, y el paisaje callejero
de señales y máquinas expendedoras de periódicos adquieren el estatus de piezas de museo.
Los espacios de exhibición en los pisos superiores, sin embargo, son sin ventanas, limitado por
concreto y oscurecidos para la exposición de arte. Están tan al interior como la planta baja al
exterior.
A través de la cima de la escalera y las vislumbres, el edificio admite el exterior de la ciudad, se
convierte en una coreografía de interior y exterior en la cual las sensaciones de estar dentro o
fuera cambian constantemente de sitio y los mismos elementos son percibidos alternadamente
como objetos y espacio. La contemplación del arte interrumpe las vistas de la ciudad y las
muestra nuevamente, y los gruñidos y aullidos de las piezas de video se transforman en
sustitutos del ruido del tráfico. Con su flujo ascendente de circulación y espacio de exhibición,
el CAC es una versión lineal más fina, menos rígida del Guggenheim de Frank Lloyd Wright.
Con el concreto como material predominante en todas partes y extraordinariamente unas
cuantas puertas, éste tiene algo de la unidad del Guggenheim, la cual transforma a todos sus
extremos y contrastes en lo más impactante. Sin embargo, mucho más que Wright, Hadid va
más allá de lo puramente arquitectónico. Hay intención, por ejemplo, en el extremo contraste
entre masa y apertura.
La masa acentúa el valor del arte que vas a apreciar. Te da a conocer, que en el interior se
ofrece una clase diferente de experiencia, y que se requiere para ello, una clase diferente de
atención. La apertura indica que cualquiera puede entrar y que cualquier cosa puede suceder,
un lugar apropiado para una institución con colecciones temporales, cuyo director la denomina '
un museo para el arte de los últimos 10 minutos '.
Hay también inteligencia en las terminaciones del edificio y en la organización de los salones.
Es deliberadamente tosco y sin exigencias, permitiéndole éstas características, ser modificado
para diferentes exhibiciones e instalaciones. Las galerías están diseñadas con variedad de
proporciones y limitadas terminaciones para permitir diferentes posibilidades, una variedad que
es expresada también en los bloques apilados o 'catálogo de espacios' en el exterior.
Si bien el gran impacto es éste, el CAC está abierto a eventos futuros. No busca una
perfección acabada en sí misma, pero ésta puede ser completada únicamente por el contenido
y el contexto. Es muy reciente para saberlo a ciencia cierta, pero el éste es quizás uno de los
muy pocos museos nuevos que son del agrado de sus directores.
El CAC podría fácilmente ser otro trabajo de virtuosismo arquitectónico cuyos propósitos son
meramente un pretexto para la exhibición de celebridades. Lo cual puede ser esperado de una
arquitecta como Hadid, cuya fama hoy está por encima de su experiencia constructiva, y cuyos
dibujos tienen cierta calidad retórica.
En la actualidad, el edificio evidencia una inventiva y una coraje creativo que no hubiesen sido
posibles de conseguir sin los dibujos, pero tampoco podrían preverse sólo con éstos. Esto es
más intencionado y completamente carente de gestos superfluos, lo que lo hace más
impresionante aún.
A partir de ahora el CAC trabajará a dos niveles, como un ejemplar arquitectónico internacional
y como un aporte local a Cincinnati.
Ambas serán proposición y experiencia: una declaración de lo que el espacio urbano podría ser
y algo con lo que la gente de la ciudad se conecte cuando quieran salirse de la rutina cotidiana
de sus vidas.
Probablemente es demasiado pedir a un solo edificio: que rescate a todo el centro de la
ciudad.
Descargar