OCIO Y CONVIVENCIA INTERCULTURAL. (Espacio de encuentro de las nuevas generaciones) DELIMITACIÓN DEL ÁMBITO DE DEBATE DE LA MESA DE TRABAJO. El grupo de trabajo sobre ocio y convivencia intercultural, centrará su atención sobre las formas de convivencia que se establecen entre los jóvenes de distintas culturas en las actividades que realizan en el tiempo libre. A tal fin consideraremos como ocio aquel conjunto de actividades que los jóvenes realizan de manera voluntaria, una vez cubiertas sus ocupaciones laborales (estudio, empleo) familiares (tareas domesticas, cuidado de los hermanos…) y otros compromisos adquiridos, con una finalidad lúdica, deportiva, festiva, creativa, ecológica solidaria Puesto que el tema central del grupo de trabajo serán las relaciones de convivencia y el análisis de si el encuentro intercultural provoca convivencia coexistencia o rechazo ,dejaremos fuera de la delimitación conceptual las actividades que se desarrollan de manera individual ( lectura, televisión , videojuegos, navegación internet, deporte en solidario..) El análisis se centrará por tanto en las interacciones entre jóvenes de diferentes culturas tanto en espacios de ocio auto gestionado como de ocio dirigido. Por ocio auto gestionado entendemos el que desarrollan los jóvenes de manera espontánea, con su grupo de iguales. Situaciones, a veces poco planificadas, basadas en el encuentro entre iguales y que producen relaciones intensas y gratificantes (pasar el rato en la calle, ir al cine, ir de compras, juntarse en un bar) y, en otras ocasiones, actividades que cuentan con una planificación y grado de organización amplio (quedar para jugar al futbol, participar en una quedada, campeonato, tocar con el grupo, botellón…). Las relaciones en este caso parten en origen de una completa libertad de elección especialmente en cuanto a qué se hace y con quién se hace, por lo que es interesante reflexionar sobre el modo en que interaccionan los jóvenes en este aspecto. Son espacios de relación libres del control adulto, por lo que se manifiestan sus formas de convivir con plena libertad. Especial interés tiene además de qué modo se dan en el grupo las relaciones de género. Por ocio dirigido entendemos aquellas actividades organizadas por asociaciones o instituciones. Son acciones ampliamente planificadas y organizadas, en ocasiones con la implicación de los propios jóvenes. La participación en las mismas suele contar con un amplio grado de libertad de elección en cuanto a la acción, pero la relación suele venir dada ya que los participantes no son elegidos por el joven. En este tipo de actividades (participación en equipos deportivos, talleres de ocio, viajes, espacios de encuentros joven) además es frecuente una figura de autoridad (monitor, profesor) por lo que las formas de convivencia se pueden ver condicionadas. Es interesante la reflexión sobre el modo en que la convivencia se aprende en estos espacios y cómo la utilización de una metodología adecuada produce resultados interesantes. Hay que rechazar, enérgicamente, el concepto simplista de que el ocio consiste en no hacer nada. El ocio, desde nuestra perspectiva, consiste en hacer y crear, utilizando la imagen, nunca en no hacer nada. Hay que aprender a valorar el ocio como un factor de equilibrio para lograr un desarrollo armónico de la personalidad. Las características de nuestro sistema de vida deben llevarnos a buscar una correcta utilización del tiempo libre, la compensación creativa y lúdica de las deficiencias repetitivas y mecánicas de nuestros hábitos cotidianos. Hay que motivar a nuestros jóvenes, para que empleen adecuadamente su ocio y tiempo libre, a través del diálogo y del ejemplo, haciéndoles ver la importancia, para su crecimiento personal, del deporte, la lectura, la música, el voluntariado social, etc. Hay que generar dinámicas de comunicación y efectividad, en virtud de las cuales todos los miembros de la familia puedan compartir su ocio y vivir conjuntamente experiencias enriquecedoras. Hay que asumir, críticamente la educación para el ocio, apartándose de un concepto excesivamente tecnocrático y utilitarista de convencía que no implica nada. Como adultos que acompañamos jóvenes, debemos de esforzarnos por llevar estas inquietudes al Proyecto de convivencia de los jóvenes, a la Programación de actividades y a nuestra propia acción educativa y formativa, a través de las Actividades de Ocio y tiempo libre. Hay que defender la tesis de que un uso razonado y programados de ocio tiene diversas vertientes: una individual, que favorece el crecimiento personal (lectura, pintura, Baile, Música); y otra participativa, comunicativa y con vivencial, que descubra el placer de compartir afinidades y proyectos con otros (deporte, voluntariado, realización en equipos de actividades culturales, etc.). Hay que vincular el ocio y la educación para el Ocio a la búsqueda individual y colectiva de nuevos horizontes, a la exploración de diversos campos de la realidad social y cultural, y a vencer el miedo a enfrentarse con situaciones desconocidas. Educación para el Ocio no concebida como materia, ni siquiera como un eje transversal, sino como un conjunto de motivaciones y directrices que favorezcan la imaginación y la creatividad y que empujen a descubrir el placer de aprender convivir a hacer cosas y de alcanzar nuevos horizonte. Puede ser adecuado reflexionar sobre una categoría especial, que se podría definir como “grandes eventos”. (Conciertos, asistencia a campeonatos deportivos…) Son actividades a los que los jóvenes acuden con sus grupos de relación elegidos, eligen libremente la actividad y su grupo de relación, pero entran en contacto con otros grupos. En este caso no existe una figura de autoridad: se produce el encuentro en espacio y tiempo y los jóvenes eligen los modos de convivencia. Interrogante……………… - Qué pasa cuando la convivencia y el ocio de los nuevo grupos emergente de jóvenes no va por el mismo camino e interés de los grupos autóctonos ya que su ocio es mas de estar en la calle. - Qué pasa cuando el ocio es un mero estar y no una forma de aprendizaje de un leguaje de convencía y motivaciones. - búsqueda y Y cuando el ocio no es un empuje a descubrir el placer de aprender a convivir a hacer cosas y de alcanzar nueva motivaciones, porque lo que le ofertamos no es novedoso sino contraproducente.