Arquitectura Ecológica Dentro de la arquitectura, la ecología adopta un sinnúmero de formas y puede ser definida como una disposición a la recepción de preocupaciones climáticas, topográficas y sociales y un deseo por hacer un uso racional de la energía necesaria para la edificación y el mantenimiento de las construcciones. A mediados de los cuarenta, Richard Neutra elaboró un número de diseños para escuelas y centros comunitarios en Puerto Rico en los que aplicó sus ideas sobre la planeación de exteriores, la vida en espacios cerrados y abiertos, los materiales industriales simples diseñados específicamente para las distintas variantes del clima tropical de este contexto. A diferencia del enfoque de Neutra para la aplicación de sistemas estandarizados, el diseño que hizo Hassan Fathy a finales de los cuarenta para el pueblo recién erigido de Nueva Gourna, Egipto, se basaba en el rechazo al modernismo y la aceptación absoluta a las técnicas de construcción local, las tipologías regionales, las formas e imágenes vernáculas y los patrones sociales existentes. En muchos sentidos, la actitud de Fathy, educado en occidente, era no sólo un manifiesto arquitectónico sino político, que reflejaba su oposición declarada al internacionalismo genérico. Preocupaciones similares a las de Fathy son perceptibles en otros diseños a favor de una vivienda eficiente y armónica con el entorno en la India, como pueden ser los trabajos de arquitectos como Charles Correa y Balkrishna Doshi de los sesenta, setenta y ochenta, aunque permeados por un vocabulario vociferante, modernista e híbrido. Otros ejemplos significativos dentro de los contextos no occidentales incluyen a Fabrizio Caròla de la Asociación para el Desarrollo de la Arquitectura y el Urbanismo Tradicional Africano, a quien se le encargó la ampliación del Hospital Regional Kaedi en Mauritania, y el proyecto de Shushtar New Town, en Irán, diseñado y completado parcialmente entre 1974 y 1980 por DAZ Architects. El planeamiento de la nueva ciudad enfatiza una organización horizontal más que vertical, en parte como una forma para incorporar los patrones tradicionales de vida y circulación en oposición con el idioma occidental del rascacielos. Los experimentos contraculturales de los arquitectos norteamericanos de los sesenta y principios de los setenta, incluyendo a Paolo Soleri, Steve Baer, Sim van der Ryn y Petr Calthorpe, revelan un intenso deseo por hacer un uso eficiente de la energía y una predilección por ambientes de vida y trabajo ad hoc. El espíritu presente en el Arcosanti de Soleri, una comunidad ecológica en el desierto de Arizona, escucha su eco en la Ciudad Abierta, un experimento urbano y arquitectónico de Alberto Cruz y la Cooperativa Amereida, comenzada en 1970 cerca de Valparaíso, Chile. Durante la segunda mitad del siglo, cuestiones de uso eficiente de la energía han preocupado a un amplio espectro de arquitectos, entre los que se incluyen aquéllos que recientemente han estado explorando su aplicación dentro del campo de la "alta tecnología". Ellos van desde Norman Foster y Renzo Piano en Europa, a Hamzag y Yeang, Itsuko Hasegawa, y el Team Zoo en Asia, al grupo de Diseño Urbano de la ciudad de México y los planeadores y líderes de la ciudad de Curitiba, Brasil. Su preocupación demuestra la conciencia creciente, no sólo dentro de la profesión de la arquitectura, sino entre el público en general, de lo limitado de los recursos respecto al crecimiento de la población, el avance tecnológico y la globalización de la economía.