La palabra urbanismo y su derivada urbanista: son de reciente creación en el lenguaje desde su aparición y uso en 1911 y 1914, controversia sobre si deben ser sinónimos como planificación de ciudades. Es por ello que el trabajo para el urbanismo se contrae a esa actividad, se suscribe al estudio de la ciudad concepto en controversia. Si bien con los verbos se llega a definir: como planear es hacer planes y planificar es hacer planos, el concepto de que la actividad no se contre al estudio de la ciudad sino por lo menos a l de la región; la ciudad no es sino una parte de un conjunto económico, social y político que constituye la región. Planear es hacer planes, es idear todo un sistema para obtener un fin preciso, que no forzosamente se refiere a las obras que deban efectuarse para beneficio de una región o de una ciudad, de esta manera la planeación en este sentido, es una actividad universal y de ninguna manera es una ciencia en sí. La realización del plan en la obra es lo que hace del urbanismo una técnica científica de aplicación, el programa, dispone y ordena en grados de jerarquía las necesidades que habrán de satisfacerse para el bienestar de la sociedad. La designación urbanista y su equivalente hace decir que parece restringir su actividad a los limites urbanos, pero no se concibe al ciudad sin el campo (región) y al región sin la ciudad, haciéndolo extensivo, vendría a hacer lo rural y lo urbano, y en consecuencia la tarea del ruralista, del urbanista y del “regionalista”, vienen a ser una misma cosa; por eso hay que decir que planificación, planeación y urbanismo, son tres palabras que defines una misma actividad o, si se quiere grados de una misma actividad. Es entonces el urbanismo (debe tomarse como definición provisional) es una disciplina científica, de remodelación de los espacios habitables, cuya aplicación provoca paisajes, pero no es esta su función especifica. Todo ello debe tender al bienestar de una sociedad existente cambiante y no al aspecto formal bueno o malo de una arquitectura. El urbanismo produce paisajes, crea volumen y forma que, en su aspecto visual, da carácter a una ciudad al utilizar materiales, técnicas y funciones típicas, aspecto que definimos como paisaje urbano, pero no toma partido por esas formas que obedecen a uso de materiales y técnicas constructivas en constante evolución y que no pueden concebirse solo en el papel sino que deberán forzosamente construidas. Relación urbanismo y la arquitectura El plan-programa, dispone y ordena en grados de jerarquía, las necesidades que abran de satisfacerse para el bienestar de la sociedad que las reclama y la representación grafica de la solución formal, superficies y volúmenes es el plano-proyecto; plan y plano forman una unidad indisoluble. Así el plano es la representación grafica de las obras previstas en el plan y esta tarea la realiza el arquitecto: es trabajo de análisis, puede haber planes que no reclamen obra y por consiguiente, van sin plano, pero no se puede imaginar que se hagan planos que no tengan plan, en la arquitectura el proyecto (plano) es consecuencia del programa (plan). El proyecto es la representación ideal de lo planeado, y que se hará creación formal; no es solo una tarea de dibujo sino mas bien lo es de concepción de formas útiles para el alojamiento humano en sus funciones urbanas y complementado con documentos altamente técnicos como son: cálculos, instalaciones , presupuestos, calendarios de obra, etcétera, tareas que son características, del ejercicio profesional del arquitecto. No es el arquitecto el único profesional pero si el que reúne, por su preparación, la capacidad para ejecutar la síntesis y traducir el empeño en obras materiales representables en un papel, pero sin confundir esto, como se dijo antes, con un mero dibujo. Se habla del urbanismo como una tarea arquitectónica a otra escala; no es verdad. Aun cuando el urbanismo es realizado en la mayor parte de los casos por arquitectos (como ya se dijo es el técnico mas capacitado para realizarlo), el arquitecto como artista (convengamos en que la arquitectura sigue siendo una de las bellas artes), reclama el aplauso del publico para su obra, sigue buscando el “personificarse” en ella y en singularizarla. Esto es antitético al trabajo en equipo del urbanismo. El urbanismo hasta hace poco, confundido con el arte urbano cuando no con la ingeniería municipal, no toma partido por las formas construidas, esto si corresponde al arte urbano: eso que se dice embellecer la ciudad, para lo cual bastaría, y así se ha hecho en ocasiones, “adornar las fachadas”, es una tarea complementaria, el orden de las cosas para servir a los seres vivios, habitantes de estas formas huecas, no impone formas, impone conceptos de habitabilidad física, biológica y social que deberán cumplirse dentro de las formas derivadas de la técnica mas avanzada de la época que resulten mas eficientes. Se oye decir que el urbanismo es el mismo trabajo arquitectónico pero a “otra escala” o a otra “dimensión”. La única escala de ambas actividades es el hombre y la dimensión, se dice entonces que la arquitectura se proyecta para el hombre, y el urbanismo para la familia. Vemos que vuelve a individualizarse a la arquitectura, pero deberá asentarse que el urbanismo se proyecta para “las familias” o mejor de una ves para “ la sociedad”. La obra arquitectónica es una obra estática que reclama de adaptaciones pues solo así cumplirá su deber para con la familia, que, por el contrario, es dinámica. La conservación de la forma arquitectónica obliga a la adaptación de la familia en la siguiente generación puesto que la familia crece, se multiplica, desaparecen unos y aparecen otros; la conservación del volumen arquitectónico solo será posible con agregados o reemplazados para así poderse adaptar a las necesidades de la sociedad, y nunca pensar en la adaptación de la sociedad a la forma construida ejemplo notorio en la urbanización y arquitectura. “El vestido se hace para las personas no las personas para el vestido hecho” La obra del arquitecto debe de encaminarse a satisfacer, a toda costa, las necesidades de la persona o personas físicas que la confían, mientras más acertadas sean las soluciones, resultara la obra mas “a la medida”, pero como lo vemos se realiza sin tomar en cuenta los intereses de los vecinos aprovechando todavía el sentimiento liberal, individualista, del siglo XVIII. La familia que atiende el urbanista, es un conjunto social que se repite por equis numero de veces y sus semejanzas se deberán al numero de sus miembros y analogías sociológicas; es la familia de 5 o 7 miembros para la cual se construye una casa de 3 o 4 recamaras. El arquitecto identificara la casa por la forma, el urbanista por el numero de miembros que la habita, la arquitectura es forzosamente individualista; El urbanismo: colectivista, sociológico. Una diferencia que se establece en la idea de perennidad que el arquitecto da a su obra, sentimiento de eternidad, de perpetuación; lo urbanístico choca con frecuencia con este sentimiento. Tratándose de obras maestras, el urbanismo no acepta sentimentalismos llámense monumento, árbol paisaje, si su conservación significa retención, desvío retroceso; al librarse de la obligación de conservar lo inadecuado, hay un reclamo para la tarea urbanística, la adaptabilidad, la transformación y como todo lo verdaderamente orgánico, después del fruto, la muerte, la desaparición. Otra diferencia, y esta si aclaratoria, es el enfoque de la solución que le dan un arquitecto y un urbanista; el primero tendera a que su obra resulte “monumental”, exhibicionista, concentrada en un volumen vertical, una torre. El urbanista vera el mismo problema relacionándolo con la proximidad o alejamiento que la localización exija desde los lugares de habitación o trabajo. Se convierte en un problema de plurales; lo que para el arquitecto “el hospital” para el urbanista “son los hospitales”; la escuela, serán escuelas; la estación, las estaciones; el mercado los mercados. Así el urbanismo no acepta metáforas que en la arquitectura a veces se “toleran”; es en ese sentido plena verdad, sin que sugiera, disimule o esconda tras una estructura de gran efecto plástico. “Función sin que quede posibilidad de equivocación para el usuario” El urbanismo, como disciplina científica, se hace con la cabeza, no con el corazón; sobre esto y lo mencionado antes, del inaceptable sentimentalismo, debe hacerse hincapiés en el histerismo que provoca con frecuencia la exposición de problemas por resolver, especialmente en sectores de población de muy bajos recursos económicos. A quien esta dirigido el urbanismo? …En principios se dirige a toda la población, pero los sectores de mayores recursos económicos siempre pueden satisfacer sus necesidades y hasta sus caprichos: el sector débil económico, que reclama asistencia, no puede sino, por ese camino ser tratado de urbanista. Conclusiones La planificación se hace por equipo en el que cada especialista hace su parte, pero no se hace con el exclusivo objeto de ordenar las cosas, sino para beneficio de la sociedad que habrá de servirse de esas cosas, puestas en orden. Dados los conocimientos actuales, parece pretencioso designar por y desde ahora como ciencia (y mucho menos como ciencia pura) Más razonable parece darse valor de un arte científico semejante a la arquitectura con la cual, además, guarda relaciones de paralelismo, complemento y también de reciprocidad. En el urbanismo hay creación, luego arte, sin que esto signifique que esté confundiendo el urbanismo con el arte urbano, que seria como confundir a la arquitectura con la escenografía o la simple construcción. Así el urbanismo se menciona como arquitectura vista con vidrio de aumento, equivale decir que el urbanista ve los problemas arquitectónicos “amplificados” de otra manera “exagerada”; Lo chico lo ve –no lo hacegrande. Actualmente, el urbanismo es ya una técnica. Tiene hipótesis que verificadas, van formando doctrinas y cuyo conjunto alguna ves formara leyes para con ello establecer ciencia, sin embrago tiene además el valor creativo que lo hace arte. “Un buen urbanismo se salva a pesar de una mediocre arquitectura, en el aspecto estético y en cambio, una buena arquitectura no subsiste en desorden de un mal urbanismo.”