Museo Fotográfico Álvarez Bravo Murguía, Oaxaca. Francisco Toledo En una de las calles más importantes del Centro Histórico de Oaxaca, se encuentra el Museo Fotográfico de Francisco Toledo de dicado a Manuel Álvarez Bravo. El museo alberga cuatro salas para exposición fotográfica y una biblioteca en donde también se puede escuchar música. El partido arquitectónico se resuelve a partir de dos patios y un jardín, propios de la estructura espacial de la antigua casa. El patio que nos recibe, se identifica más con la tradición de los patios oaxaqueños que después de caminar por una obscuro pasillo, nos empuja hacia un lugar iluminado con su propio pedazo de cielo arrancado del paisaje e incrustado al edificio. El segundo patio es una reinterpretación de estas sensaciones tratadas con diferentes elementos formales que nos recuerdan que las columnas tratadas alrededor de un espacio abierto no hacen un patio. A la mitad corre un canal de agua que empieza virtualmente en una columna del primer patio y nos acompaña en el recorrido hasta un escultórico árbol que extiende sus raíces sobre un jardín de arcilla contrastando con el color verde de las plantas. Esta secuencia de lugares, de virtudes difíciles de describir, parecen la relación sintetizada entre elementos de la vida como la luz, la tierra, el aire y el agua donde estos elementos se mezclan en un juego de alquimia. Toda la construcción está dotada de magníficos detalles y sorpresas, como una silenciosa ventana hacia el jardín confundida con los marcos de las fotografías expuestas. La tensión en el tiempo creada por la tradición y el pensamiento contemporáneo se expresa en los patios, recuerdo permanente de la presencia del hombre en la Tierra.