YO QUIERO QUE MI IGLESIA CREZCA 2 CORINTIOS 5:14-20 ¡Yo quiero que mi Iglesia crezca ! Quiero ver Iglesias firmemente establecidas en todas las colonias de Mérida, en cada poblado de Yucatán, en todo México, en cada país del mundo. ¡Yo quiero que mi Iglesia crezca! Cuando leemos la Biblia encontramos una Iglesia vibrante, dinámica, explosiva, llegando a toda ciudad y causando un impacto en toda la población. ¡Yo quiero que mi Iglesia crezca de la misma manera; ¿Cuál era el secreto de esa Iglesia Novotestamentaria? Tenían grandes apóstoles, pero igualmente importante: tenían maravillosos creyentes. El pueblo mismo, la Iglesia, era un pueblo que hacía que la Iglesia crezca. En 2 Corintios 5 :14-20 vemos tres requisitos indispensables para que la Iglesia crezca. 1 Cor. 5 :17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron ; he aquí todas son hechas nuevas" Primer requisito : Una Experiencia Transformadora. Es absolutamente indispensable que los que se dicen Cristianos, que son miembros de nuestras Iglesias pasen por una experiencia transformadora. En términos teológicos se denomina conversión. Una verdadera conversión, un cambio radical en la vida. El apóstol Pablo describe esta nueva forma de vida como "estar en Cristo" y él claramente explicó en Efesios 2 :l-3 lo que significa no estar en Cristo. En palabras de Pablo, no estar en Cristo es estar "muerto en delitos y pecados, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, en los deseos de nue stra carne, ¡hijos de ira! "Muertos en delitos y pecados, esclavos de del mundo, del Diablo, de nuestra naturaleza corrupta, hijos de ira. Esto es no estar en Cristo. ¿Qué es estar en Cristo? No más una vida de pecado, no más bajo el dominio de la influencia secular, no más obedeciendo al Diablo, ni a nuestras concupiscencias pecaminosas. Estar en Cristo, es vivir como Cristo. Es una vida nueva, una transformación radical. ¡La Iglesia no puede crecer con gente no convertida!, o con gente "medio convertida", éstos estorban el crecimiento. Su mal testimonio es notorio e impide que los no creyentes se acerquen a la Iglesia. Un "cristiano" que vive como pagano, a los ojos de todos es pagano. Perjudica en la Iglesia. Bosnia, en la antigua Yugoslavia, era un país "cristiano", actualmente es predominantemente musulmán. ¿Qué pasó? Ese "cristianismo a medias" no fue capaz de convertir a los musulmanes. Mahatma Gandy, el famoso pacificador hindú, dijo "Yo fuera cristiano, si no fuera por los cristianos" Se necesita que los líderes y toda la Iglesia tenga una verdadera experiencia transformadora para que la Iglesia crezca. Analiza tu vida, rus acciones, actitudes, pensamientos, ¿han sido radicalmente transformados? Hay poder en Jesucristo para transformar radicalmente. Déjate transformar. 1 Cor. 5 :14-15 "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto : que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquél que murió y resucitó por ellos" Segundo requisito : Un Compromiso Inquebrantable. A la conversión debe seguir un compromiso inquebrantable con el Señor Jesucristo. En términos teológicos hablamos de consagración, Pablo la explica como "vivir para Cristo". En una verdadera conversión hay una muerte al "Yo", a mis propios intereses, a mi propia comodidad, a mis propios planes, a mi propia agenda. Cristo toma el lugar, ya no vivo para mí, vivo para Cristo. Tu que te dices "cristiano", ¿Vives para Cristo? ¿Has sacrificado tus intereses y planes para tomar los intereses y planes del Señor Jesucristo? ¿Vives para Cristo? No es tan difícil saberlo. ¿En qué están enfocados tus pensamientos? Allí está tu interés, allí está tu corazón, a eso estás consagrado. Es necesario que tu compromiso con Cristo sea lo más importante en tu vida. Que haya en ti una radical entrega a tu Señor, una total disposición hacia El. Un total involucramiento con el Señor, una sumisión total, absoluta. El apóstol Pablo deja bien clara la razón de este compromiso inquebrantable : "el amor de Cristo nos constriñe". Es el amor de Cristo el que nos mueve, nos impele, nos empuja a dejarlo todo para seguirle. Necesitamos profundizar en el entendimiento de "la anchura, la longitud, la profundidad y la altura y de conocer el amor de Cristo, que excede todo conocimiento" Tenemos que comprender y predicar el amor de Cristo, y la Iglesia será constreñida a una consagración radical a su Señor. 2 Cor. 5 :18-20 "Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos encargó el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo : Reconciliaos con Dios." Tercer requisito : Una Proclamación Apasionada. No es suficiente una experiencia transformadora y un compromiso inquebrantable con el Señor Jesucristo. Es necesario lo que en términos teológicos llamamos comisión . Pablo la define como "rogar con Cristo". Es indispensable que nos identifiquemos con la pasión del Señor. "Yo he venido a buscar y salvar lo que se había perdido", "Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra", "Como me envió el Padre, así os envío", "Pues como El es, así somos nosotros en el mundo". Frecuentemente enfatizamos nuestra identificación con Cristo en su carácter. Ser como Cristo significa para nosotros ser humilde, amoroso, santo etc. olvidando que ser como Cristo también es trabajar como Cristo, "acabar la obra" que el Padre nos encargó, poniendo toda nuestra pasión en ello. Visitando una cárcel me encontré a Donald, un ciudadano norteamericano preso po r robo. Lo interesante de Donald, según el me explicaba, es que no robaba por necesidad o por deseo de poseer alguna cosa. El robaba por la emoción de robar. Es emocionante entrar sigilosamente a una casa, oír que la gente se mueve, ¡viene la policía!, correr rápido, ¡Adrenalyn!, decía Donald. Yo le aseguré que él podría ser una gran misionero. Se necesita mucha adrenalina disponible para cumplir la comisión que el Señor nos encomendó. Necesitamos poner todo nuestro ser en la tarea que nos fue encomendada, de otra manera la Iglesia no crecerá como debe crecer. ¿Qué apasiona a los "cristianos" ?, !me temo que Neza Vs. Chivas; o quizá ¡Osear de la Hoya ! No se que cosa te apasiona a ti, pero tenemos que regresar a lo que apasiona al Señor Jesucristo : La proclamación del Evangelio. El General William Booth fundador del Ejército de Salvación reclutó jóvenes creyentes para enviarlos a los barrios bajos de Londres. Las prostitutas, teporochos y vagabundos de Londres se reían de ellos. Fueron al general y se lo dijeron; él les preguntó ¿Están orando? Oraron por un tiempo, fueron a los barrios bajos. Encontraron los mismos resultados. No les escuchaban. Regresaron al General; él les preguntó ¿Lo están haciendo con lágrimas? Fueron a testificar "con lágrimas", y fueron escuchados. Para que nuestra Iglesia crezca necesitamos regresar a los principios bíblicos de una experiencia transformadora, un compromiso inquebrantable y una proclamación apasionada del Evangelio. El punto para empezar es conmigo mismo. ¡Hermano mío unámonos para hacer que nuestra Iglesia crezca! Pbro. Ricardo Santana Rivas