Dice Jesús: "Cuando venga el Espíritu Santo, que enviará el Padre

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¿POR DÓNDE ANDAS?
Dice Jesús: "Cuando venga el Espíritu Santo, que enviará el Padre en nombre será
quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho"
Anda por ahí un chiste que dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se van de
vacaciones. El Padre quiere volver al Sinaí (recordar a Moisés, los Mandamientos, la
liberación del pueblo de la esclavitud, etc.), el Hijo volver a Belén (nacimiento entre
los pobres), Nazaret (trabajo de obrero), Galilea (curación de los enfermos,
alimentación de los hambrientos, proclamación del Reino de Dios: fraternidad,
justicia, igualdad, amor, Jerusalén (persecución, eucaristía, mandamiento nuevo,
denuncia de los opresores, persecución, asesinato, sepulcro vacío...); y el Espíritu
Santo dice: "yo quiero ir a Roma, porque nunca estuve..."
Sí, Espíritu Santo, te pedimos que vengas pronto a Roma para que QUITES lo antes
posible tanto como allí sobra: riqueza, fastos, mitras, capelos, birretes, palios,
prelaturas, báculos, anillos de oro, trajes de miles de €, ceremonias ofensivas para
los pobres, aclamaciones mundanas, autoritarismo, dogmatismo, ornamentos de
lujo, títulos: "purpurado, santidad, santo padre, excelentísimo, reverendísimo, su
santidad..."
Sí, Espíritu Santo, te pedimos que vengas a Roma para que PONGAS lo antes
posible:
-compromiso con los pobres "dichosos los pobres porque vuestro es el Reino de
los Cielos."
-compromiso con la justicia: "Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia".
-compromiso con la fraternidad: "Uno solo es vuestro Padre: todos vosotros sois
hermanos".
-compromiso con la igualdad: "a nadie llaméis señor sobre la tierra, el mayor
entre vosotros, que sea el servidor de todos".
-compromiso con la austeridad: "los pájaros tienen nidos y el Hijo del hombre no
tiene donde reclinar la cabeza".
-compromiso con la verdad: "la verdad os hará libres".
-compromiso
con
los
hambrientos,
sedientos,
enfermos,
desnudos,
encarcelados: "tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber,
estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y fuisteis a
verme, porque el templo vivo de Dios son las personas: ¿no sabéis que sois templo
de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? El templo de Dios es sagrado:
vosotros sois ese templo de Dios vivo" (san Pablo).
Sí, Espíritu Santo, ven y RECUERDALES todo lo que nos ha dicho Jesús:
Recuérdales bien el Reino de Dios, el Mensaje de Jesús, los hechos de su vida, su
compromiso con los niños, los enfermos, las mujeres pobres y despreciadas, la
igualdad absoluta de derechos entre hombres y mujeres: recuérdales muy claro
que no hay derecho a que lleven dos siglos discriminando a las mujeres, porque
Jesús no solo no lo hizo, sino que en el hecho más importante de su vida (la
Resurrección) tuvo especialmente presentes a las mujeres. Recuérdoles muy claro
que tienen que denunciar las injusticias y a los INJUSTOS que causan tanta
injusticia que matan de hambre cien mil personas diarias, que no basta con pedirles
que hagan benevolencia a quienes primero hicieron pobres, que hay que luchar por
los derechos humanos de todos los hombres, también dentro de la propia iglesia y
que firmen de una vez la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Recuérdales el Concilio Vaticano II, que parece que lo olvidan a querer, que se
dejen de tradiciones de otros tiempos que hoy ya no valen, y vayan a la cabeza del
presente ("vino nuevo en odres nuevos"). Recuérdales que pregunten y escuchen,
que no lo saben todo. Diles muy claro que tu no eres patrimonio exclusivo de ellos,
y que tu también siembras verdad en otras religiones, pueblos y culturas, incluso
en quienes se confiesan agnósticos y no creyentes, que donde hay algo de verdad
allí también estás tu.
Sí, Espíritu Santo, ven y recuérdales también que se preocupen mucho más de la
Madre Tierra. Diles que tu ya desde el origen del Universo aleteabas sobre ella
como nos cuenta el Génesis; que la Tierra puede vivir sin el hombre, pero no el
hombre sin la Tierra; que tu también estás en los peces, las aves, las platas, los
árboles, los animales; que vistes de hermosura a los lírios, que cuidas del alimento
de los pájaros... Diles que aprendan de las mujeres indígenas, que por mucha
necesidad que tengan de las plantas para comida o medicinas, nunca cogen la
planta entera, sino solo unas ramitas, y le piden perdón porque le van a quitar algo
que era suyo; o de los mayas que por cada árbol que cortaban sembraban cinco
semillas y te pedían perdón por quitar la vida a un ser al que tu se la estabas
conservando. Recuérdales con San Pablo en la Carta a los Romanos que todos los
seres vivos están también llamados a la resurrección. Insísteles, Espíritu Santo
querido, en esto, porque la Tierra ya está enferma, tiene síntomas de fiebre, se
queda sin árboles y el sol la abrasa, unos pocos hombres, ricos y poderosos, se la
están quitando a los africanos que al quedar sin tierras de cultivo se mueren de
hambre. Diles que la Tierra tiene su dignidad y sus derechos.
Y a los que nos decimos seguidores de Jesús también nos sobran cantidad de cosas
y nos tienes que recordar otras muchas, pero ya te las diré otro día. De momento
tienes bastante con Roma. Me parece que vas a tener mucho trabajo, y que de
vacaciones... te vayas olvidando.
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