LEY INGLESA La escuela no es obligatoria. En Inglaterra y Gales incumbe en primer lugar a los padres la responsabilidad de asegurar que sus hijos reciban una educación efectiva. Aunque esta responsabilidad se acostumbra a delegarse en los colegios, algunos padres optan por ejercerla directamente proporcionando una educación en el hogar. A continuación se resumen las responsabilidades legales de los padres y las autoridades educativas locales (local education authorities o “LEAS”) en relación con la educación en casa voluntaria de hijos en edad de escolarización obligatoria. RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES La responsabilidad de los padres está claramente establecida en el artículo 7 de la Education Act 1996 (Ley de Educación de 1996; anteriormente artículo 36 de la Education Act 1944): El padre o madre de todo niño en edad de escolarización obligatoria se ocupará de que reciba una educación a tiempo completo eficaz y adecuada: a su edad, capacidad y aptitudes, así como a cualesquiera necesidades especiales que pueda tener, sea mediante asistencia regular a un colegio o de otra manera. DEFINICIÓN DE EDUCACIÓN ADECUADA En un procedimiento de recurso presentado ante la Crown Court de Worcester en 1981 (Harrison & Harrison contra Stevenson) se proporcionó una interpretación de parte de la terminología empleada en la Education Act 1944 (sustituida por la Ley de 1996). En aquel asunto, el Juez declaró que la educación es “adecuada” si sirve para: 1.preparar a los niños para la vida en la moderna sociedad civilizada, y 2.permitirles alcanzar su pleno potencial. La diversidad de la sociedad moderna y de estilos educativos da a los padres una considerable libertad de elección con objeto de conseguir que los niños alcancen su potencial. En el asunto R contra Secretary of State for Education and Science, ex parte Talmud Torah Machzikei Hadass School Trust (1985) (Times, 12 de abril de 1985), el Juez Wolf declaró: La educación es “adecuada” si, básicamente, prepara al niño para la vida en el seno de la comunidad de que es miembro, más que para el modo de vida en el conjunto del país, siempre y cuando no impida las opciones del niño para, en años posteriores, adoptar alguna otra forma de vida si ése es su deseo. El examen del significado de la expresión a tiempo completo pone de manifiesto que las horas dedicadas a la enseñanza en los colegios carecen de pertinencia cuando se trata de la educación en casa, que suele tener lugar en el marco de una relación individualizada o en grupos reducidos, en circunstancias muy distintas. Siempre y cuando el niño no esté matriculado como alumno de un colegio, el padre o madre no tiene obligación de proporcionar ningún tipo de educación en particular, ni tampoco obligación alguna de: * disponer de locales equipados conforme a norma alguna * ser titular de una titulación determinada * cubrir el mismo programa que un colegio * adoptar el Currículo Nacional * elaborar planes detallados por adelantado * respetar un horario o calendario lectivo * tener un horario fijo * dar clases formales * reproducir la socialización en el grupo de edad típica de los colegios * alcanzar los niveles escolares específicos para las distintas edades * pedir permiso para educar “de otra manera” * tomar la iniciativa de informar a la LEA * mantener contacto periódico con la LEA OBLIGACIÓN DE LAS AUTORIDADES EDUCATIVAS LOCALES (LEAS) Los artículos 437 a 443 de la Education Act 1996 imponen a las local education authorities la obligación de adoptar determinadas medidas si parece que un niño no está siendo educado correctamente. Si a una local education authority le pareciera que un niño en edad de escolarización obligatoria en su zona no está recibiendo una educación adecuada sea mediante asistencia regular a un colegio o de otra manera, se dirigirá por escrito al padre o madre requiriéndole para que le acredite, en el plazo que se señale en la notificación, que el niño está recibiendo dicha educación. (apartado 1 del artículo 437) La obligación legal de la LEA se refiere exclusivamente a los niños que aparentemente no estén recibiendo una educación adecuada. Fuera de esos casos, nada de lo dispuesto en la Ley obliga a una LEA a realizar una vigilancia periódica de la enseñanza impartida a los niños que estén siendo educados de manera distinta del sistema escolar. No obstante, la jurisprudencia (Phillips contra Brown, Divisional Court [20 de junio de 1980, no publicada en la recopilación de la jurisprudencia] ha establecido que una LEA puede, inicialmente, solicitar a los padres que estén educando a sus hijos en casa información encaminada a evaluar si a la LEA de que se trate le parece que no se está proporcionando una educación adecuada. En el asunto Phillips contra Brown, Lord Donaldson declaró: Evidentemente, tal solicitud no es lo mismo que una notificación con arreglo al apartado 1 del artículo 37 de la Education Act 1944 [actualmente apartado 1 del artículo 437 de la Education Act 1996], y los padres no tienen ninguna obligación de atenderla. Sin embargo, lo más razonable por su parte sería hacerlo. Si los padres no facilitasen ninguna información o adoptaran la postura de limitarse a declarar que están cumpliendo su obligación sin dar ningún detalle acerca del modo en que lo hacen, la LEA deberá examinar y decidir si “parece” que los padres están vulnerando el artículo 36 [actualmente artículo 7 de la Education Act 1996]. Si una LEA decide dirigirse a una familia solicitándole información de manera informal, los padres pueden demostrar de diversos modos que su hijo está recibiendo una educación eficaz y adecuada. Por ejemplo, pueden ofrecer: * un informe por escrito * muestras de trabajo * una reunión en su domicilio, con o sin asistencia del niño, * una reunión en otro lugar, con o sin el niño, * una declaración de respaldo de la enseñanza impartida, procedente de un tercero de reconocido prestigio, o * información en cualquier otra forma apropiada. El Department of Education and Skills (Ministerio de Educación y Formación Profesional) ha dejado claro que los padres pueden elegir de qué modo van a facilitar información acerca de la educación que dan a sus hijos: Las LEAS no tienen un derecho automático de acceso a las viviendas de los padres. Los padres pueden optar por proponer formas alternativas de demostrar que están proporcionando una educación adecuada, por ejemplo exhibiendo muestras de trabajos y aceptando reunirse en otro lugar. http://www.parentcentre.gov.uk/publishContent.cfm?contentId=401&topicAreaId=61&do=list#401 En ocasiones, después de haber examinado toda la información facilitada por los padres, una LEA puede estar verdaderamente preocupada por la educación de un niño, pero el fundamento de tales inquietudes no debe constituirlo la forma en que se presente esa información. Los padres solamente tienen que presentar la información que convencería a una persona razonable de que lo más probable es que se esté proporcionando una educación adecuada. CONTROVERSIAS ENTRE PADRES Y LEAS Debe ser posible resolver la mayor parte de las controversias sin recurrir a procedimientos legales formales. Sin embargo, cuando niños en edad de escolarización obligatoria no estén siendo educados en un colegio y una LEA albergue dudas fundadas acerca de la educación que les estén dando sus padres, la situación se resolverá como sigue. Primeramente, la LEA solicita información y da a los padres tiempo suficiente para facilitársela. A continuación, según la respuesta que reciba, examinará si parece que el niño no está recibiendo una educación adecuada. Salvo que, llegado este punto, la respuesta sea “Sí, parece, en efecto, que el niño no está recibiendo una educación adecuada”, no deberán seguirse trámites ulteriores. Si, una vez examinada toda la información facilitada por los padres, a la LEA le preocupase la posibilidad de que el niño no esté recibiendo una educación adecuada, deberá explicar esta circunstancia a la familia y darle de nuevo tiempo y oportunidades de explicar o mejorar sus medidas. Solamente después de esto, si a la LEA le siguiera pareciendo que le niño no está recibiendo una educación adecuada, deberá iniciar los trámites encaminados a dictar una orden de asistencia escolar (school attendance order). El primer trámite consistirá en requerir formalmente a los padres para que, en plazo de dos semanas, le acrediten el carácter adecuado de la educación que dan al niño. No obstante, la LEA debe tener presente que, si el asunto pasase a los tribunales, la demanda será desestimada si los padres pueden acreditar ante el tribunal que están proporcionando una educación adecuada. El tribunal admitirá diversas modalidades de prueba, y tratará de conocer aquellas pruebas que, a una persona razonable, le convencerían de que lo más probable (y no más allá de toda duda razonable) es que se está proporcionando una educación adecuada. En cualquiera de las fases de este proceso los padres pueden probar que ahora están proporcionando una educación adecuada, y solicitar la revocación de la orden. DESMATRICULACIÓN El Reglamento de educación (matriculación de alumnos) de 1995 [Education (Pupil Registration) Regulations, 1995] establece las circunstancias en que debe retirarse la inscripción de un alumno en el registro de matriculación de un colegio. Con arreglo a la letra c) del apartado 1 del artículo 9 del Reglamento, debe cancelarse la inscripción de un alumno en el registro de matriculación si: Ha dejado de asistir al colegio y su titular ha recibido del padre o madre una notificación según la cual el alumno está siendo educado de manera distinta del sistema escolar. Los padres de niños que hayan sido matriculados en un colegio y comiencen a educar en casa tienen que informar al colegio de que están educándolos de manera distinta del sistema escolar, para que pueda cancelarse la inscripción del niño en el registro. Los padres no necesitan solicitar permiso de la LEA para iniciar la educación en casa, ni tienen tampoco obligación alguna de informar a la LEA de su intención. No obstante, con arreglo al apartado 3 del artículo 13 del Reglamento, el titular del colegio debe comunicar a la LEA la cancelación de la inscripción del alumno en el registro de matriculación en el plazo de diez días escolares. Sin embargo, los padres que deseen educar en casa a niños matriculados en colegios especiales deben obtener el consentimiento de la LEA para retirar a sus hijos del colegio [apartado 2 del artículo 9 del Reglamento de educación (matriculación de alumnos) de 1995]. La exigencia del consentimiento en estos casos se encamina sólo a facilitar la transición a la educación en casa a niños con necesidades especiales complejas. La norma no pretende obstaculizar la educación en casa de estos niños, y sugerir tal cosa sería discriminatorio. ASISTENCIA ESCOLAR A TIEMPO PARCIAL Cada vez son más los padres que piden un uso más flexible de los colegios, y algunos centros han dado cumplida respuesta a esta demanda. Esta escolarización a tiempo parcial, en la cual se autoriza a los niños para recibir una parte de su educación fuera de las instalaciones escolares, es un asunto que los colegios, más que las LEAS, deben negociar con los padres. Cualquier niño en “edad escolar” que asista al colegio debe hacerlo de forma regular, pero con arreglo a la letra a) del apartado 3 del artículo 444 de la Education Act 1996 la inasistencia “autorizada” no se considera como asistencia irregular. Durante esos periodos de inasistencia el niño se encuentra oficialmente en el colegio, aunque en realidad está siendo educado fuera de las instalaciones escolares. En consecuencia, el niño se encuentra en la misma situación que cualquier alumno matriculado en lo que respecta a la cobertura de seguros, y tiene asimismo derecho a todas las subvenciones que le correspondan. Esas medidas corresponden al ámbito de la discrecionalidad de los colegios (apartado 9 del artículo 444). EDUCACIÓN EN CASA DE NIÑOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES El derecho a educar en casa a un niño con necesidades educativas especiales se establece en el artículo 7 de la Education Act 1996: El padre o madre de todo niño en edad de escolarización obligatoria se ocupará de que reciba una educación a tiempo completo eficaz y adecuada: a)a su edad, capacidad y aptitudes, así como b)a cualesquiera necesidades especiales que pueda tener, sea mediante asistencia regular a un colegio o de otra manera. Las responsabilidades de los padres que educan en casa a un niño con necesidades educativas especiales son las mismas que incumben a cualesquiera otros padres, con independencia de que el niño tenga una declaración (statement) de tales necesidades o no. La Administración ha dejado claro que los padres de niños respecto de los cuales existan tales declaraciones no tienen que organizar la prestación de la educación que se especifique en la declaración correspondiente, sino que solamente tienen que proporcionar una educación adecuada con arreglo al artículo 7 de la Ley, y anima a las LEAS a admitir que la educación proporcionada en la casa ha de ser diferente de la obtenida en el colegio. (http://www.publications.parliament.uk/pa/ld199900/ldhansrd/pdvn/lds01/text/11029-23.htm) Cuando, en efecto, hay una declaración de necesidades educativas especiales en vigor respecto de un niño y éste comienza a ser educado en casa, sigue vigente la obligación legal de las LEAS de realizar una inspección anual. Esta inspección comprende evaluar si la declaración sigue siendo pertinente, y es posible modificar o, incluso, poner fin a la vigencia de la declaración en función de las circunstancias en que se encuentre el niño. Si fuese necesario mantener la declaración en vigor, los padres continúan siendo los responsables de la educación proporcionada y la LEA está obligada a intervenir si pareciera que el niño no está recibiendo una educación adecuada con arreglo al artículo 7. En ocasiones, pueden surgir desacuerdos entre los padres y la LEA acerca del modo en que deban atenderse las necesidades educativas especiales de un niño. En algunas situaciones, los padres pueden interponer un recurso ante el Special Educational Needs Tribunal, que es un órgano independiente. Sin embargo, si concurre esta circunstancia, es a la LEA a quien incumbe la obligación legal de informar al padre o madre de su derecho a recurrir. Los padres de niños con necesidades educativas especiales no necesitan disponer de una titulación o formación especial para asumir directamente la responsabilidad de la educación de sus hijos. Además, no están obligados a informar a la LEA de su intención de educar en casa salvo si el niño está matriculado en un colegio especial, en cuyo caso se requiere el consentimiento de la LEA para sacar al niño del centro. En estos casos, el consentimiento se exige sólo con el fin de facilitar la transición a la educación en casa a los niños con necesidades especiales complejas, y una LEA que denegase su consentimiento a un padre o madre que desee educar en casa a un niño matriculado en un colegio especial incurriría en discriminación.