ANÁLISIS OBJETIVO DEL DELITO DE SUSTRACCIÓN DE MENORES EN EL CÓDIGO PENAL 1 Autor: Mag. MANUEL BERMUDEZ TAPIA “Qui iure suo utitur, nemini facit injuriam” (quien usa su derecho, a nadie perjudica) 1. ARTÍCULO ANALIZADO. Art. 147º. El que, mediando relación parental, sustrae a un menor de edad o rehúsa entregarlo a quien ejerce la patria potestad, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años. La misma pena se aplicará al padre o la madre u otros ascendientes, aún cuando aquellos no hayan sido excluidos judicialmente de la patria potestad. 2. INTRODUCCIÓN. El delito de “sustracción del menor”, en la doctrina nacional y comparada, en la judicatura nacional y en el ámbito de la enseñanza jurídica se encuentra limitada a una breve referencia, tan breve que prácticamente pasa desapercibida. Situación que prácticamente ha perjudicado su desarrollo como tipo penal, tanto doctrinario como jurisdiccional, al no haber estado acorde a la evolución de los conceptos manejados en el ámbito tutelar familiar. Eventualmente un factor ajeno al ámbito jurídico (poco reconocido y en extremo arbitrario) ha permitido esta situación de limitación doctrinaria y jurisdiccional, en particular en el desarrollo del artículo 147º CP: las políticas y acciones de género a favor de la población femenina, dejando en segundo orden de prioridades el desarrollo de los derechos del niño o adolescente involucrados en los conflictos de sus progenitores. Ante la desidia de la doctrina penal, la equivocada tesis de la doctrina civil, el pésimo manejo jurisdiccional del concepto de “sustracción de menores”, trataremos de evaluar algunas consideraciones admitidas A Nicolás Copérnico (1473 – 1543) y a Galileo Galilei (1564 1642), por decir la verdad en una época donde la tierra era cuadrada. 1 como “dogmas” jurídicos, hasta demostrar que existe una mitificación de conceptos jurídicos sin tener un sustento objetivo. Por ello haremos una interpretación de la bibliografía que rodea al magistrado penal, tanto fiscal como juzgador, por cuanto es la información que los letrados emplearán para compatibilizar sus pretensiones en la búsqueda de un resultado previsible en términos positivos. 3. MATRIZ DE CONSISTENCIA DE LA INVESTIGACIÓN. Siendo una investigación objetiva, similar al planteamiento de un trabajo de investigación en postgrado, se delimitarán algunas cuestiones metodológicas previas. A. MARCO TEÓRICO. Nuestro marco teórico se limita a un área interdisciplinaria de tres instituciones: derecho penal (por el delito analizado), derecho tutelar familiar (por las instituciones analizadas) y derecho civil (respecto de las obligaciones y responsabilidades de los progenitores) B. PROBLEMA. Siendo el objeto de la investigación analizar el artículo 147º del CP, el problema que pretende analizar el autor es: ¿Existe un desarrollo objetivo en el ámbito jurisdiccional y doctrinario del delito de sustracción de menores de la patria potestad? C. HIPÓTESIS DE TRABAJO. En el Poder Judicial, Ministerio Público, doctrina civil, penal y tutelar familiar, así como en la docencia universitaria, el tipo penal de sustracción de menores de la patria potestad no ha sido correctamente analizado, al nivel de existir contradicción de conceptos, instituciones, lo cual ha provocado una distorsión de la aplicación de derechos, perjudicando sustancialmente a los niños, quienes se encuentran en el medio del conflicto entre los adultos, generalmente sus progenitores. D. INFORMACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN. a. Variables. Dado que analizaremos la práctica jurisdiccional y la doctrina jurídica, nuestras variables se dividen en tres niveles: a.1. variables independientes. “Patria Potestad”, “tenencia”, “tipo penal de sustracción de menor” a.2. variables dependientes. “derecho de visitas del progenitor sobre su hijo” a.3. variables extrañas. “Legislación de género”, “legislación basada en acciones afirmativas distorsionadoras de relaciones familiares entre progenitores e hijos”, “presunción de victimación por razón de género en el sistema judicial”, “desidia jurisdiccional”, “errores jurídicos y jurisdiccionales en el sistema judicial”. Si bien compartimos el criterio que emplea Carlos Ramos Núñez de señalar que la división de variables es una manera de privar al estudiante de postgrado de que se gradúe2, hemos utilizado las herramientas empleadas en la actualidad porque los investigadores estudiados no han podido clasificar correctamente las variables, dando resuelto un tema incompleto. b. Indicadores. b.1. Doctrina “especializada” en materia tutelar familiar, derecho penal y derecho civil. b. 2. Jurisprudencia recopilada en textos especializados. E. OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN. Desacreditar la actual teoría jurídica y práctica jurisdiccional en el desarrollo del tipo penal de sustracción de menor de la patria potestad ejercida por un progenitor. F. CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN. Los métodos de investigación utilizados, han sido: a. Método literal: toda vez que el derecho penal no puede hacer interpretaciones extensivas, queda el análisis de la “patria Carlos Ramos Núñez. Cómo hacer una tesis de derecho (y no envejecer en el intento) Lima: Gaceta Jurídica, 2002. Pp. 116 2 potestad” frente a la “tenencia”, así el legislador haya cometido error en la denominación de la institución civil. b. Método del ratio legis o método lógico. En derecho penal no se puede “solucionar” un conflicto generado por el legislador, razón por la cual sólo utilizaremos el método lógico de interpretación. c. Método histórico: la doctrina y el sistema judicial, insisten en aplicar jurisprudencia obsoleta y con referencia a legislación derogada, razón por la cual analizaremos las instituciones según su época de vigencia. d. Método sociológico: el tipo penal de “sustracción de menores” es un tipo penal que involucra temas complementarios, como violencia familiar, razón por la cual en la investigación se procurará entender las razones por las cuales la ley está desfasada de la realidad social. 4. ANÁLISIS DOGMÁTICO DEL ARTÍCULO. A. Bien Jurídico. Luis Bramont Arias, señala que la “libertad” es el bien jurídico a cautelar; sin embargo y en coincidencia con Luis Reyna, consideramos que el verdadero bien jurídico es la “patria potestad”, considerado aquél derecho como el vínculo de guarda, cuidado y responsabilidad que une al progenitor con su hijo Igualmente se señala su doble dimensión como derecho-deber y que cualquiera de estos ámbitos si es vulnerado, es pasible de provocar una denuncia penal. B. Agente Activo. Por la descripción del tipo penal (mediando relación parental, que puede ser biológica o jurídica), sólo puede ser agente activo de este delito el progenitor “A” (padre/madre) quien ha “sustraído” a su hijo. C. Agente Pasivo. En forma concordante con la descripción del agente activo, sólo el progenitor “B” (madre/padre), puede ser el agente pasivo, por cuanto sólo los progenitores tienen el derecho de la patria potestad. En tal sentido, deduce mal Luis Bramont Arias, cuando incluye en este acápite a los menores como “agentes pasivos”, por cuanto sería imposible que ejerzan patria potestad sobre sí mismos. Probablemente el legislador haya incurrido en error en la descripción del tipo penal en el segundo párrafo del artículo 147º CP, al confundir “tenencia” con “patria potestad”, pero este error no puede generar una interpretación abierta, que en el derecho penal está proscrito. D. Cómplices. El segundo párrafo del artículo 147º CP, señala que los ascendientes del progenitor calificado como agente activo, pueden ser catalogados como cómplices de este delito, al tener el término “otros ascendientes”. E. Acto típico. El artículo señala dos “actos” configuradores del tipo penal: “la sustracción” y el “rehusamiento de entrega”. - Con el acto de sustracción, podemos entender todo acto cometido por un progenitor, conducente a “apartar”, “alejar”, “separar” a un menor de edad respecto del otro progenitor. - Con el rehusamiento de entrega, podemos entender aquellas manifestaciones en las cuales un progenitor se resiste a variar “su” situación de tenencia efectiva sobre su hijo. Observando esta regulación y vinculándola a los efectos prácticos, hay un error de comprensión en el progenitor, por cuanto con la devolución del menor, no perderá la patria potestad, sino que varía su relación jurídica al acceder a otra forma de vínculo, el cual es regulado judicialmente o extrajudicialmente por el régimen de visitas. Este error del progenitor, invalida la configuración de “dolo”, por tanto. Tanto el “agente activo”, el “agente pasivo” como el “acto típico” configuran el tipo objetivo del artículo 147º CP. F. Tipo subjetivo. Nuestro sistema penal ha determinado que para que un agente encontrado culpable asuma una responsabilidad penal, debe haber configurado inicialmente la comisión de una “acción”. Para que se realice tal “acción”, este agente debe estar en pleno uso de sus facultades para así determinar una “conciencia” y “voluntad”. Situación que nuestra jurisprudencia tanto ordinaria en la vía penal como constitucional lo ha confirmado, tal como se puede apreciar en la Jurisprudencia recaída en el Expediente Nº 010-2002-AI/TC, Presidencia de Alva Orlandini, cuya sumilla es: “el principio de culpabilidad exige más que la simple afectación de determinados bienes jurídicos”, reconociendo el axioma “no hay pena sin dolo o culpa”, el cual exige que el actor (agente activo) haya actuado con voluntad de afectar bienes jurídicos de los agentes pasivos”. Este elemento de análisis se torna valiosísimo cuando analicemos la jurisprudencia “referencial” que hemos ubicado en la bibliografía, por cuanto no ha considerado el elemento del “dolo” en los imputados de delitos de sustracción de menores. G. Consumación/tentativa. Dado que es un delito de resultado, con lo cual concordamos en este punto con Luis Reyna, Luis Bramont Arias y Javier Villa Stein (Derecho penal. Parte especial. Lima: San Marcos, 1998); nos apartamos de la misma, al analizar el problema de la temporalidad en la determinación de la tentativa y consumación. ¿Cuándo el acto deja de ser una tentativa y se convierte en delito consumado? La situación es casuística y deberá el magistrado ponderar no sólo los hechos materia de denuncia, sino eventualmente la comisión de otros delitos vinculados a este ámbito, como lo es la violencia familiar, en particular la psicológica en el progenitor afectado y sobre todo con los menores. La acción de “rehusar” en este sentido podría ofrecer mayores problemas para su determinación, si consideramos que esta negación de acción positiva puede ser manifestada sólo oralmente (“no te entrego”) o vía acción inmediata (variación de domicilio del agente activo). Acciones intimidatorios que en realidad no necesariamente configuran una mayor gravosidad a la situación por analizarse y que puede ser solucionado inclusive a nivel policial o fiscal, a través de acciones disuasivas. En cambio cuando analizamos el acto de “sustraer” podríamos provocar inclusive acciones en el ámbito internacional (sustracción internacional de menores) con lo cual la tutela judicial efectiva para el agente pasivo se torna en un vía crucis imposible de ser solucionado. En forma complementaria, la violencia familiar ya de por sí está configurada, al existir una acción violenta de por medio, que puede ser física (sustracción en sí) o psicológica (amenazas o amedrentamientos) El análisis del “tiempo razonable” por tanto representa un problema que sólo se puede analizar individualmente y exige un amplio criterio de interpretaciones a los magistrados. H. Pena. A sabiendas que nuestro sistema penal es exageradamente lento para imponer una sanción penal, la reducida carga punitiva del tipo penal permite la impunidad en estos delitos denunciados. I. Aplicación de la pena. Dado que el legislador sólo consideró la pena privativa de libertad como la única a ser aplicable, es factible que el juez aplique el artículo 57º CP (suspensión de la ejecución de pena), claro está si el sistema permite hacer una investigación y un juzgamiento por debajo de los dos años, situación que es imposible para el caso peruano. Por los antecedentes, la revisión de resoluciones judiciales así como la mala praxis jurisdiccional, consideramos que el delito de sustracción de menores es un delito imposible de ser aplicado en el país. J. Consecuencias civiles Toda vez que la vía penal es obsoleta para analizar situaciones de violencia familiar en las relaciones entre progenitores, queda en consecuencia la vía ordinaria para solucionar estos conflictos. Para ello, una eventual sentencia con condena firme por delito de sustracción de menor, podría justificar y sustentar el pedido del progenitor víctima (agente pasivo) de solicitar al juzgado especializado en familia, la suspensión o limitación de derechos vinculados a la patria potestad y tenencia al otro progenitor (agente activo) respecto de los hijos, bajo el sustento del inciso e) del artículo 75º CNA (maltratos física o mentalmente violencia psicológica). De este modo, se garantizará al progenitor con derecho de tenencia una estabilidad emocional para sí misma y al menor se le garantizará su desarrollo psicológico libre de toda manifestación de violencia. Explicación ordenada, según nivel de protección aplicado por los juzgados de familia en el Perú (mujeres, niños y adolescentes). Igualmente obligarán al progenitor sin tenencia a guardar una conducta que no afecte a su hijo, sin necesidad de una sanción penal que podría provocar mayores conflictos sociales y una sobre carga judicial innecesaria. 5. LAS PARTES INVOLUCRADAS. Dado que nos vamos a limitar, expresamente y deliberadamente, a la información que rodea al magistrado peruano, vamos a considerar los elementos “accesibles” para el análisis del tipo penal de “sustracción de menor”. A pesar de que metodológicamente este nivel de desarrollo debía estar después del punto siguiente (análisis de jurisprudencia en textos referenciales), debemos ubicarlo previamente, por cuanto sería un error analizar cuestiones penales sin considerar a los “personajes” que intervienen en los tipos penales descritos. Igualmente hacemos expresa referencia a “personajes” por cuanto este concepto amplía el universo de las personas que pudieran involucrarse en el desarrollo del tipo penal. En este orden de ideas, consideramos como “personajes” que participan en el desarrollo del artículo penal, son: A. “Menores” De conformidad a la redacción del libro III del Código Civil vigente, el término “menores” es un concepto que la legislación penal ha importado, sin considerar la actualización de conceptos que ha planteado el Código del Niño y Adolescente, norma que se convierte en “específica” frente a la “genérica” del código sustantivo. Bajo esta introducción, cuando en el tipo penal se describe al “menor de edad”, se debe hacer la adecuación conceptual a los niños y adolescentes que en detalle regula el CNA. ¿Debería haber una modificación legal ante el error conceptual? Sería excesivo este planteamiento, por cuanto la misma doctrina permite la adecuación conceptual, sin la necesidad de una acción política en el Legislativo. B. Progenitores. La referencia “mediando relación parental” permite limitar el ámbito de acción de los agentes sólo a los progenitores (tanto biológicos como por acción legal) C. Parientes ascendientes Al existir la referencia a “quien ejerza la patria potestad” se confunde el derecho de “tenencia” con la patria potestad, el cual sólo puede corresponder a los progenitores, mientras que el primer derecho puede ser ampliado a los ascendientes del menor, usualmente abuelos y tíos. Por tanto ni la ley ni la doctrina nacional han considerado a este “sector” invisible, que el legislador involuntariamente lo ha consignado como elemento a tutelar, respecto de su vinculación con sus descendientes (nietos o sobrinos). Problema que debe su origen a la confusión de conceptos civiles. D. Terceros vinculados a un progenitor. Si bien en el CP, no hay una apertura a terceras personas ajenas a una relación troncal con el “menor” respecto de la posibilidad de ser incluidos como agentes pasivos o activos; existe una realidad social que los ubica en el ámbito de los personajes que rodean a los progenitores. Las nuevas parejas estables, las parejas eventuales y hasta los amantes extramatrimoniales de los progenitores constituyen un elemento que difícilmente son considerados en el ámbito jurisdiccional, tanto en términos activos (por la unión con la persona que tiene el vínculo troncal con el menor) como negativo (respecto de las limitaciones al progenitor con el vínculo troncal con el menor). Igualmente la doctrina ha realizado una omisión inexplicable sobre el tema, como si el derecho no fuera reflejo de la realidad social. E. Magistrados En la redacción penal no figuran ni en forma explícita ni vía interpretación extensiva, pero la realidad de la práctica judicial los ubica en este sentido como “aliados” de los progenitores victimas de violencia familiar, recurrentes a denunciar la sustracción de sus hijos. Al respecto mencionaremos (sólo por citar a modo de anécdota y referencia) que mientras ejercía la presidencia de la Corte Superior de Justicia de Lima, María Zavala Valladares, se justificaba que sólo mujeres integraban los juzgados especializados de familia3. Situación inexplicable, por cuanto en la actualidad hay despachos en la misma corte, con magistrados varones. ¿Feminismo exagerado? Ya en un contexto objetivo, el número de denuncias propuestas por las madres, que en términos objetivos es abrumadoramente mayoritario, ha provocado que los magistrados extiendan la percepción de que sólo las mujeres son los sujetos pasivos de los delitos contra la familia, sin considerar que en el ámbito jurídico, las excepciones son un mecanismo válido para garantizar casos sui generis. 6. PLANTEAMIENTO DE PROPUESTA. Art. 147. C.P. El que mediando relación parental, sustrae un niño o adolescente de quien ejerce la tenencia, será reprimido con la suspensión de la patria potestad. Si el progenitor se rehúsa a entregar al niño o adolescente a quien ejerza la tenencia, será reprimido con la suspensión de la patria potestad y la inhabilitación según sea el caso que regula el art. 36º CP. Tanto el acto de la sustracción como el rehusamiento de entrega, implican una evaluación temporal y daño psicológico en el niño o adolescente, a cargo del fiscal y del equipo multidisciplinario del Poder Judicial, para que el fiscal resuelva judicialmente. 7. ANÁLISIS CRÍTICO DE LA JURISPRUDENCIA EXISTENTE. BIBLIOGRAFÍA Y En este punto, sólo analizaremos las fuentes bibliográficas publicadas a partir del inicio del nuevo siglo que han trabajado en el ámbito de la sistematización de jurisprudencia penal, en particular aquella que ha sido emitida por la Corte Suprema de la República y por el Tribunal Constitucional. En dicha presidencia hubo el pedido expreso de transferencia de distrito judicial de parte de un juez varón con la especialidad de familia; dicho pedido fue rechazado con el mencionado argumento. 3 Para complementar la dirección de nuestro objetivo, indicamos que nos hemos limitado a recurrir a las bibliotecas más visitadas por los magistrados, como la de la Academia de la Magistratura, del Ministerio Público, de la PUCP y del INPECCP. Deliberadamente no nos remitiremos a una investigación directa que bien pudiera estudiar el universo de resoluciones a nivel de casación o de jurisprudencia de importancia y de alto valor referencial, por cuanto estas fuentes no son las más accesibles a los magistrados peruanos de la especialidad penal, por su dispersión y por la complejidad en cuanto al análisis individualizado. Otro elemento importante para seleccionar la bibliografía a ser analizada, es la vinculación con el Código del Niño y del Adolescente (2000), porque no podríamos citar jurisprudencia anterior a este año dado que la información sería obsoleta para cualquier referencia válida. Finalmente, al analizar las fuentes más empleadas por los magistrados, letrados y especialistas doctrinarios, podemos llegar a considerar que existen elementos útiles para validar nuestra hipótesis principal, la cual desarrollaremos in extenso en el punto de “conclusiones”. Encontramos como conclusión anticipada, a ser tomada en cuanta, que la esperanza de encontrar jurisprudencia referencial, a nivel de información común, accesible y de buena calidad, entendiéndose desde el punto de un eventual magistrado y no desde la perspectiva del investigador, es muy limitada; de lo poco que hay, encontramos que el resultado final de la evaluación no es positivo, tal como se puede observar a continuación. Sobre la base del artículo penal materia de este trabajo, citaremos tres niveles de fuentes bibliográficas, cada una de ellas desarrolladas en orden referencial a su publicación. A. Fuentes bibliográficas que no hacen referencia desarrollo al delito de sustracción de menores. o a. “Jurisprudencia penal. Ejecutorias penales de la Corte Suprema de Justicia (1997-2001). Lima: Instituto Peruano de Ciencias Penales, 2002. De autoría de Reiner Chocano Rodríguez y Víctor Valladolid Zeta. No poseemos información sobre los datos académicos de los autores ni de la edición de la publicación. b. “Modernas tendencias dogmáticas en la jurisprudencia penal de la Corte Suprema”. Lima: Gaceta Jurídica, 2005. De autoría de Constante Carlos Ávalos Rodríguez y de Mery Elizabeth Robles Briceño. El tiraje de la publicación es de 5,500 ejemplares. Mery Robles es Magíster en Derecho Penal, tiene estudios doctorales y cuenta con experiencia en la judicatura en el Poder Judicial. Constante Ávalos es Fiscal Provincial Adjunto Titular especializado en lo penal del Distrito Judicial de La Libertad. c. “Jurisprudencia Penal. Sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la República”. (Tomos I, II y III). Lima: Grijley, 2006. De autoría de José Luis Castillo Alva. El autor es docente de la Academia de la Magistratura y en su hoja de vida no detalla estudios de Postgrado. d. “La evolución de la Jurisprudencia penal en el Perú”. (Tomos I, II y III). Lima: San Marcos, julio 2006, de Miguel Pérez Arroyo. El texto ha sido editado con un tiraje de 500 ejemplares. El autor fue Vocal Superior Suplente de las Cortes Superiores de Madre de Dios, San Martín y Lima Norte y actualmente dirige el Instituto Peruano de Criminología y Ciencias Penales (INPECCP). Igualmente es Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y docente en la Academia de la Magistratura y otras universidades del país. e. “Jurisprudencia y precedente penal vinculante: Selección de Ejecutorias de la Corte Suprema”. (Tomos I y II) Lima: Palestra, noviembre 2006. del autor César San Martín. El tiraje de la obra fue de 1,000 ejemplares. El autor actualmente es Vocal Supremo Titular de la Corte Suprema de la República, profesor de pre y postgrado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Academia de la Magistratura y otras universidades del país. Es Doctor en Derecho y actualmente se desenvuelve como Presidente de la Sala que juzgará al ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori. B. Fuentes bibliográficas que hacen una errónea interpretación de principios tutelares familiares y/o principios penales. f. “Código Penal. Actuales tendencias jurisprudenciales de la práctica penal”. Lima: Gaceta Jurídica, agosto 2002. De autoría de Dino Carlos Caro Coria. Es Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca, tiene una pasantía en el Max Planck de Alemania y es docente de varias universidades en el país. En el texto someramente se señalan las jurisprudencias: Exp. 1468-98 (30-06-98), Exp. 3808-98 (25-11-98), Exp. 6211-97 (29-01-98) y Exp. Moyobamba 97-0062-220901-JP-02-SP-01 (la fuente original es de un texto de Felipe Villavicencio Terreros) La jurisprudencia citada en su totalidad es de los años 1997 y 1998 y ha sido tomada estando vigente los parámetros regulatorios del Código Civil (años analizados 1997 y 1998), situación que para el año de publicación (2002) por la vigencia del CNA, debían quedar en obsoletas, al ser inaplicables dichas jurisprudencias. g. “Régimen Penal Peruano”. (abril 2007-abril 2008) Bogotá: Legis, abril 2007. La publicación encargada al departamento de corrección de Legis-Perú, no indica en la cantidad de ejemplares impresos, pero sí señala que es la segunda edición (que en realidad sería la segunda impresión) Bajo esta referencia, analizaremos la primera jurisprudencia mencionada en la página 116, por cuanto es una referencia a la Jurisdicción ordinaria, pasando a explicar la segunda en el punto “C”. 1) £ 4016. Padres suspendidos en el ejercicio de la patria potestad pueden cometer sustracción de menor. Fuente: CSJ. San Martín. Sentencia, Diciembre 04/98. Exp. Nº 0062-220901-JP02-SP-01. Vocal Ponente: Zubiate Reina. Un error usual en la doctrina, jurisprudencia y en a práctica forense es considerar que el progenitor varón para comete este delito, debe haber tenido previamente una sanción civil (suspensión de la patria potestad) En realidad, los procesos civiles de familia y penales, tienen procedimientos, conceptos y niveles de aplicación diferentes y si bien una suspensión de patria potestad es en efecto una sanción, no corresponde al ámbito penal su ejecución. Las suspensiones de patria potestad y hasta la eliminación de la patria potestad a un progenitor son niveles de referencia extremos que el magistrado dispone para garantizar una mayor protección al menor. Para lo cual sólo se pueden hacer empleo de las normas del CC a nivel referencial en concordancia con la norma específica que es el CNA, dónde se ubican los artículos 74º (deberes y derechos de los padres), 75º (suspensión de la patria potestad), 76º (vigencia de la patria potestad), 77º (extinción o pérdida de la patria potestad), 78º (restitución de la patria potestad), 79º petición de suspensión o pérdida de la patria potestad) y 80º (facultad del juez) Igualmente la doctrina especializada señala que la patria potestad no se limita con un divorcio o separación, por cuanto el concepto que se debe emplear más y especificar es el de “tenencia” o “guarda”. Lógica que sustenta el artículo 76º del CNA. Ante estas descripciones, si observamos la jurisprudencia “seleccionada”, podemos apreciar: 1.a) (…) según el inciso cuarto del artículo cuatrocientos sesenta y seis del CC la patria potestad se suspende (….)” Al respecto, quepa señalar que esta referencia legal, ha sido derogada, por la segunda disposición final del T.U.O. del Código del Niño y del Adolescente (D.S. Nº 004-99-JUS) -derogación expresa-. 1.b) “se suspende en el caso del artículo trescientos cuarenta del mismo Código, esto es, cuando en un proceso de divorcio se confía los hijos al padre o madre, el otro queda suspendido en el ejercicio; … “ La mala referencia a esta jurisprudencia, radica en el hecho de que al parecer es la mera transcripción de una jurisprudencia antigua y no se han actualizado las referencias al CNA. 1.c) “… como reglas de conducta debe fijarse en vía de integración que el sentenciado repare los daños ocasionados por el delito, previsto en el inciso cuarto del artículo cincuenta y ocho del CP”. La jurisprudencia aludida, no indica que la norma citada sólo está en referencia a casos de reglas de conducta para casos de condenas condicionales; debiéndose haber señalado, por las concordancias al CC (dado que la jurisprudencia es de 1998) la eventualidad de una sanción mayor o modificación de la vigente si el sentenciado vuelve a realizar una conducta similar. Nuestra comprensión y fundamento de la sugerencia, radica en el hecho que el sujeto activo de este delito está sentenciado, con lo cual ya existe una condena firme. Si existe ya una condena, no se entiende porqué el juez penal se vuelve “indulgente”. h. “El código penal en su jurisprudencia”. Lima: Gaceta Jurídica, mayo 2007, bajo la coordinación de Federico Mesinas Montero. Las particularidades que inciden en la importancia del texto para la presente investigación, son: i. ii. iii. Tiraje de 8,300 ejemplares. Difusión de la casa editora a nivel nacional. Sistematización de todos los artículos del Código Penal (a diferencia de los primeros textos analizados) Sin embargo, el análisis del texto de Gaceta Jurídica, lamentablemente no es positivo, tal como se puede observar a continuación, primero por razones metodológicas: a) Coge la totalidad de las citas publicadas por Dino Carlos Caro Coria (2002), las cuales han sido descartadas por ser obsoletas e incongruentes con el CNA. b) No busca la fuente originaria, al reproducir un texto citado de fuente derivada, como es la investigación de Felipe Villavicencio Terreros. Sin embargo y para efectos de continuar con nuestro análisis, desarrollaremos la jurisprudencia recopilada, esta vez en extenso.4 1) £ 605. Sustracción de menor. Elementos del tipo penal. Exp. Nº 1486-98-Lima. (página 246) La jurisprudencia citada señala estos elementos: “el hecho que el agente debe de conocer que se le ha privado del ejercicio de la patria potestad (tipicidad objetiva)” “el agente debe concurrir el elemento de tipicidad subjetiva consistente en el dolo constituido en el hecho que el agente debe actuar a sabiendas que existe tal impedimento legal (tipicidad subjetiva)”. A nuestro criterio, las dos referencias citadas están mal trabajadas, por las siguientes razones: No todos los agentes, tanto a nivel activo como pasivo, conocen los niveles de aplicación penal de sus actos, en particular respecto del concepto de “sustracción de menor”; por lo tanto, mal podría hacer el juez y fiscal en estos casos, equiparar acciones evaluadas en el expediente en tipos penales, porque no existe el elemento “dolo” (conciencia y voluntad). La realidad sociocultural nacional, marcadamente machista, es permisible a los actos de sustracción de menores de parte de los progenitores (tanto padre como madre) por cuanto no es factible hacer extensiva la figura penal a toda la ciudadanía, dada la imposibilidad material de su comprensión al no ser un concepto equivalente a la “publicidad registral”, a pesar de que está configurada en una norma penal. Bajo esta evaluación, el dolo como elemento básico para configurar una investigación fiscal en el ámbito penal no existe y sorprende en exceso, que se haya llegado a desarrollar el proceso al último nivel, al existir una resolución judicial. A diferencia del texto de Dino Carlos Caro Coria, desarrollamos las resoluciones expuestas en el texto de Gaceta Jurídica, por que es un texto muy extendido y que ha sido publicado en el año 2007. 4 En este sentido, el principio de oportunidad no fue actuado en el Ministerio Público, el fiscal no ha valorado el análisis del concepto “conciencia” y “voluntad” en el imputado y el juez penal (imperdonable) ha validado todos estos errores, emitiendo una sentencia judicial basada en aplicación de conceptos mal fundamentados e incorrectamente aplicados. 2) £ 606. Sustracción de menor. Negativa de entrega del menor. Exp. Nº 3808-98-Lima. El expediente citado, tiene el error metodológico de no mencionar qué persona es el agente activo, razón por la cual haremos uso de la interpretación extensiva del término empleado “encausada” a razón del género y podríamos concluir que se trata de la abuela (eventualmente la madre de la madre del menor materia de litigio) A nuestro criterio, consideramos que hay dos errores en esta jurisprudencia: Evaluación del “acto” cuestionable y judicializado de “sustraer” Si del mismo resumen de la jurisprudencia citada se desprende la descripción del hecho punible “la conducta de la encausada, consistente en la negativa a entregar al menor que fuera dejado por la madre en su vivienda…” (subrayado nuestro), podemos plantear legítimamente: ¿Cómo es posible sustraer un menor de edad cuando existe entrega previa sin ejercicio de violencia de por medio? ¿El dolo de la abuela está configurado? ¿La voluntad de un agente (que no tiene “relación parental) cuenta para la configuración del tipo penal? ¿La abuela puede ser agente activo del delito? ¿Los abuelos potestad? pueden tener derechos de patria Considerar la validez del término “relevante” para calificar una acción típica. ¿Qué acto no es relevante para el análisis de un delito? La determinación de lo que es relevante o de lo que es intrascendente son “adjetivos calificativos” no vinculantes para el desarrollo del análisis del tipo penal. 3) 607. Sustracción de menor. Conducta típica. Exp. Nº 97-0062Moyobamba. Caro Coria. Pp. 334. (Sic). En la mención a esta “jurisprudencia” se hace una derivación de la fuente a un texto ajeno a la fuente directa, al hacer referencia al texto de Carlos Coria Coria, sin indicar metodológicamente en qué libro se ubica la página 334, citada. Error que subsanamos en esta investigación. Podríamos no considerar válida esta fuente jurisprudencial, pero la limitada información nos obliga a continuar con el análisis, el cual tiene un elemento para resaltar. Como acierto está el hecho de mencionar una regla de conducta al agente activo, lo cual usualmente no es muy citado en la jurisprudencia penal. Pero también se desprenden dos errores conceptuales: “comete delito de atentado contra la patria potestad el inculpado que desconociendo la sentencia que asigna la patria potestad de su hijo a su ex cónyuge, sustrae al menor y lo lleva a donde él reside”. “No se dan los elementos de tipicidad objetiva y subjetiva del delito, por cuanto la acción fue ejecutada por el inculpado cuando aún no existía resolución judicial que determine quien debía ejercer la tenencia provisional del menor”. (subrayado nuestro) En el ámbito civil, la patria potestad de un progenitor sobre su hijo, está vigente hasta que la resolución que determinó la pérdida de dicho derecho, quede consentida o firme. En este sentido, así se determine la suspensión de la patria potestad, este derecho no se extingue sino sólo por causas estipuladas expresamente en los artículos 75º y 77º del CNA. Y a pesar de la dureza de esta situación, existe en último sentido el artículo 78º del CNA que le permite al progenitor recuperar los derechos sobre su hijo, en una última alternativa de vinculación jurídica. Hecho el análisis, consideramos que el juez penal en estos dos casos realiza una interpretación errónea de conceptos civiles, al equiparar los conceptos de “tenencia” (que fueron asignados judicialmente en un ámbito judicial familiar) a los de “patria potestad”. En este nivel de desarrollo del análisis, se reitera que la patria potestad, sólo se puede limitar tanto por suspensión como por pérdida del derecho y no puede ser restringida a un hecho terciario como lo es el divorcio (y la separación), tal como lo determina el artículo 76º CNA. Dado que nuestro interés fue el de analizar esta jurisprudencia, como último elemento a ser denunciado, está el error metodológico, dado que la referencia bibliográfica citada a Dino Carlos Caro Coria, en realidad responde a una investigación realizada por Felipe Villavicencio Terreros (véase cita 851, página 334 del texto del primer autor) 4) 608. Sustracción de menor Inexistencia de ejercicio de la patria potestad por denunciante. Exp. Nº 621-97-Lima. La última jurisprudencia evaluada, tiene el siguiente error (reiterativo) “si cuando se imputó el hecho investigado la madre denunciante no se encontraba ejerciendo la patria potestad de su menor hija, en consecuencia no concurren los requisitos para la tipificación del delito de sustracción del menor”. Jurisprudencia que reitera el error de hacer equivalente la “tenencia” a la “patria potestad”, tal como se desprende de la referencia subrayada. C. Fuentes bibliografías constitucional. que analizan jurisprudencia i. “Jurisprudencia penal constitucional. Selección de Sentencia del Tribunal Constitucional relevantes en materia penal, procesal penal y de ejecución penal (2000-2004) sumilladas y, resumidas” Lima: Jurista editores, mayo 2005. De autoría del profesor de Derecho penal de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Luis Miguel Reyna Alfaro. El autor, no registra título de postgrado pero sí una prolija producción bibliográfica. Sobre el análisis de las dos jurisprudencias del TC, podemos señalar 1) £ Exp. Nº 548-2000-HC/TC. Arturo Jorge Chilín Rojas. Lima. Atentado contra la patria potestad. Sobre la base del análisis de la Resolución expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaraba la improcedencia del pedido de Habeas Corpus sustentado por el progenitor Arturo Chilín Rojas a favor de sus dos menores hijos, estamos de acuerdo con el fallo del TC, primero por que se hace un análisis derivado de: La referencia expresa a la vía competente para resolver conflictos de tenencia/patria potestad, el cual es el fuero ordinario. Igualmente el mecanismo aplicado por la Sala Corporativa Transitoria Especializada de Derecho Público es correcto, a razón de: Aplicación del interés superior del niño, al permitirse la continuidad de la tenencia de los menores a los denunciados, con la referencia “los menores siempre estuvieron bajo la protección directa de los denunciados”. no se hace referencia a la patria potestad, que no está en debate Ponderación de derechos en debate, al existir dos posiciones contrapuestas: obstrucción del vínculo paterno filial con “el actor sostiene que los emplazados denunciados vienen reteniendo a la fuerza a los menores incluso han llegado al extremo de impedirle al actor poder verlos y brindarles cuidado”, frente al interés superior del niño. A pesar de que la Sala del PJ como el mismo TC no hayan tenido referencia alguna del concepto “obstrucción del vinculo paterno filial”, del desarrollo del caso y de los autos, se desprende que el padre no pudo sustentar la limitación de derechos de sus hijos y que su cuidado vía tenencia a favor de terceros familiares está protegido por la ley. 2) £ Exp. Nº 859-2000-HC/TC. Yessica Liliana Valdez Cruz. Puno. Derechos de tutela y tenencia del menor deben ser dilucidado en la vía ordinaria. La jurisprudencia no tiene vinculación con derecho sustantivo alguno, por cuanto el mismo TC señala que no es la vía para dilucidar un conflicto de tutela. j. “Jurisprudencia penal del Tribunal Constitucional”. Lima: Gaceta Jurídica, mayo 2006 (1º edición). De autoría de Constante Carlos Ávalos Rodríguez y Mery Elizabeth Robles Briceño. No hay jurisprudencia vinculante y referencial sobre el delito de sustracción de menores, sin embargo el texto alcanza jurisprudencia constitucional que puede ser vinculante para el desarrollo jurisdiccional ordinario de una causa sobre la materia, al desarrollar las sentencias de los Expedientes Nº 1230-2002-HC/TC, César Humberto Tineo Cabrera (debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales) y el Expediente Nº 1330-2002-HC/TC, Marcial Mori Dávila (debido proceso, derecho a la defensa y disponibilidad de recursos para acceder a la tutela judicial efectiva) k. “Régimen Penal Peruano”. (abril 2007-abril 2008) Bogotá: Legis, abril 2007. Sobre el análisis de la segunda jurisprudencia citada en el texto de Legis: 3) £ 4017, atentados a la patria potestad y hábeas corpus. Fuente: TC. Sent. Jun. 13/2006. Exp. Nº 819-2005-PHC/TC. Presidente Alva Orlandini. Hay una confusión de los conceptos de “sustracción” con “secuestro”, que sin deformar la sentencia, sí pudo haber provocado un error en la jurisdicción ordinaria, si tomamos en cuenta el cumplimiento obligatorio de sus decisiones. Interpreta bien el TC al hacer correcto uso del “interés superior del niño” al considerar que no hubo violación de derechos, toda vez que el menor en cuestión está bajo cuidado de sus abuelos, valorándose la opinión de este de no querer vivir con su madre (por los castigos frecuentes) o con su padrastro (por que toma mucho y le castiga), a pesar de la referencia expresa de la edad cronológica (nueve años) Bajo esta consideración la jurisprudencia constitucional provoca un último comentario, que no ha sido atendido ni por la judicatura ordinaria ni por la doctrina especializada. Al tener el menor involucrado nueve (9) años, el Pleno del TC, ha considerado que esta edad es el límite positivo para ser “tomado en cuenta”, conforme la regulación señalada en el artículo 85º del CNA, dejándose en detrimento de derechos a los niños menores de nueve años, a quienes su opinión sólo será respetada con ser escuchada. Si bien el TC ha generado una resolución muy importante para el ámbito de la especialidad familiar, no debemos dejar de considerar que estamos en un contexto diferente, como es el análisis de conceptos penales y existe un Habeas Corpus planteado de por medio. 8. LAS CAUSAS DE LOS ERRORES JURISDICCIONALES Luego de analizar las fuentes más recurribles por los magistrados nacionales cuando tienen que resolver una denuncia o expediente sobre el delito de sustracción de menores, es necesario hacer una síntesis de las probables causas degenerativas en el desarrollo jurisprudencial y doctrinario del tema que nos avoca. A. La escasa bibliografía vinculante. En el país, los autores que desarrollan temas vinculados al ámbito tutelar familiar no son escasos, sin embargo cuando producen bibliografía, sus ámbitos de investigación están focalizados a temas de matrimonio, divorcio, violencia familiar física, desarrollo del concepto de alimentos, tenencia, tutela. En líneas generales una producción limitada al ámbito del desarrollo doctrinario de instituciones, no incidiendo en temas novedosos planteados en el ámbito de la realidad social. Igualmente es complicado entender las razones por las cuales la mayoría de los autores omiten analizar delitos vinculados al ámbito tutelar familiar, conociendo los defectos de la doctrina penal sobre el particular. Como conclusión parcial podríamos señalar el poco interés tanto a la doctrina como a la misma práctica forense sobre este tema que forma parte de la unión de dos disciplinas, la penal y la tutelar familiar. B. Los errores en la sistematización de jurisprudencia empleada como bibliografía referencial. De los textos analizados como fuentes referenciales, podemos observar los siguientes errores: 1) Extensión de la vigencia temporaria de la jurisprudencia provocada por el CC (1981), derogada en forma explícita por el CNA (2000) sobre temas y derechos vinculados a niños y adolescentes. Téngase presente los años de referencia de los expedientes analizados. 2) Ultra actividad en la vigencia del CC (1981) respecto del manejo de conceptos de “patria potestad” en la institución del matrimonio. C. Los errores de la doctrina. 1) Importación de conceptos civiles derogados por norma específica, en la interpretación penal aplicada a casos concretos desarrollados en la jurisdicción ordinaria. 2) Escaso conocimiento de conceptos civiles, generación de errores conceptuales, en el caso específico de pretender hacer una equivalencia entre los conceptos de “tenencia” con “patria potestad”. Sólo por citar un texto de toda la bibliografía referencial, analizaremos el de Luis Reyna (“Delitos contra la familia”) por ser el texto más especializado y encontramos: - mala definición del agente activo (se señala que “carece” de la patria potestad del menor. Pp. 113); cuando en realidad los padres nunca “carecen” de este derecho, salvo causas especiales, que inclusive se pueden modificar con resolución judicial. - equivalencia de “custodia” con “patria potestad” (pp. 114); en caso de separación (no necesariamente divorcio) un progenitor tiene la “tenencia” mientras que al progenitor restante se le concede “derecho de visitas”. - limitación a hechos producidos luego de la separación matrimonial (¿y las uniones de hecho?, ¿las relaciones eventuales que generan embarazo? Pp. 115); quepa señalar que el artículo 5º de la Constitución, regula las uniones de hecho (sin impedimento matrimonial). - tenencia del menor a cargo del sujeto activo (el cual no ocurre necesariamente, cuanto este hace entrega del menor a sus padres o terceros familiares. Pp. 115); Suele suceder las denuncias de un progenitor a los abuelos, quienes han recepcionado al menor a petición del otro progenitor. (ver los casos jurisprudenciales citados) - suspensión de la patria potestad en caso de determinación de tenencia judicial (pp. 115); Los jueces no pueden ni suspender ni decretar la extinción de la patria potestad en una sentencia de divorcio, sólo regulan derechos secundarios, como tenencia y visitas (salvo casos extremos y especiales). - ejercicio de patria potestad limitada en caso de separación por causa específica, por ejemplo en caso de adulterio (pp. 116); En este punto se incurre en un error de interpretación al citar la jurisprudencia del Expediente 2992-98-Lima, la cual faculta a una mujer adúltera a permanecer con su hija. A diferencia de este caso, cuando el progenitor varón es causante de la separación, se le restringen (inclusive se suspenden) la mayoría de sus derechos sobre sus hijos salvaguardando todas sus obligaciones económicas, sin considerar que la relación entre padre-hijo no se ha quebrado, a diferencia de la relación entre los adultos. Esta limitación a una relación patrimonial y económica del padre provocador de la separacion, va en detrimento de las relaciones personales y afectivas que pudiere tener o mantener con sus hijos, situaciones que no son previstas en las resoluciones judiciales. 3) empleo ultra activo de una norma derogada (art. 340 CC), a pesar de estar vigente el artículo 84º CNA. No hay una definición concreta sobre el hecho materia de análisis, configurado sobre el verbo rector “sustraer”. Obsérvese el mismo error en casi todos los expedientes analizados. Error que podemos apreciar en Luis Bramont Arias (Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Lima: San Marcos, 1994. Pp. 129. Reimpreso y actualizado múltiples oportunidades) 4) Escaso desarrollo de las categorías penales para definir a los sujetos pasivo y activo del ilícito. 5) Auto limitación doctrinaria respecto de su vinculación con la norma en cuestión, porque no se trabaja sobre la misma norma permite en una aplicación extensiva en cuanto a la delimitación de los cómplices. 6) Limitado carácter crítico respecto de la configuración penal, considerando que la última modificación al artículo materia de análisis se produjo con la Ley Nº 28760, publicada el 14 de junio de 2006. 7) No hay un desarrollo del tratamiento penal de un delito vinculado a la violencia familiar que se realiza entre los progenitores. 8) Finalmente no hay un correcto empleo de la jurisprudencia a utilizar como referencial, por ejemplo Luis Reyna justifica la equivocada interpretación de los vocales Saenz Palomino, Janet Tello Gilardi y Carmen Cabello Matamala en el Expediente 2992-97: “en un caso de que se dio por acreditada la existencia de adulterio por parte de la cónyuge, sostuvo que la mayor permanencia que viene manteniendo la niña de diez años de edad, en compañía de su madre, con la cual desarrolla su vida personal, familiar y académica en términos normales, hacia necesario que la tenencia de la menor permanezca a favor de la madre”.5 Desarrollaremos más adelante nuestras críticas sobre el contenido de la jurisprudencia citada, no sin antes señalar que la sentencia es de un proceso judicial del año 1997 y por tanto es obsoleta para un análisis diez años después. Críticas en particular, sobre los aspectos sustantivos, por cuanto los juzgados especializados en familia siguen Luis Reyna Alfaro. Delitos contra la familia. Lima: Gaceta Jurídica, 2004. pp. 116. 5 tomándolas como válidas, dado que dos de tres magistradas citadas siguen en la judicatura forman parte de la Vocalía especializada en Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima. D. El precedente “espurio”. Resoluciones con origen espurio (Spurius) entendiéndose el término como fuente jurisprudencial degenerativa respecto de la jurisprudencia contemporánea, por su origen o naturaleza errónea. Al tener los magistrados acceso a fuentes bibliográficas tan extendidas como fáciles de recurrir (al igual que los letrados), es de verse que ante casos y circunstancias especiales, no emplearán los conceptos teóricos de manera correcta, porque utilizan fuentes jurisdiccionales “espurias”. No se puede entender que se pretenda validar jurisprudencia emitida en los años 1997 y 1998, se tenga un desarrollo interpretativo equivocado; situación inexplicable en autores/docentes universitarios de reconocido nivel, lo cual a nuestro criterio constituyente un agravante en la metodología a ser utilizada. Finalmente las fuentes empleadas no pueden ser validadas porque los mismos magistrados han incurrido en error tanto dogmático como de interpretación de las normas tuitivas de derechos. 9. PROBLEMAS FÁCTICOS EN EL DESARROLLO LEGAL Y JURISDICCIONAL DEL DELITO. Superando el ámbito teórico desarrollado hasta este punto, pasaremos a describir algunos problemas observados en el ámbito procesal. A. Respecto del tiempo de investigación, procesamiento y determinación de pena (irrisoria). La limitación a un período de dos años como pena máxima, ya de por sí genera la un margen que favorece una impunidad camuflada a favor del sujeto activo del ilícito. Si el margen de imposición de punición es mínimo, la pena por lo general tendrá una barrera infranqueable de superar, por cuanto la sola investigación fiscal (que incluye la investigación a cargo de la Policía Nacional) excede un promedio cercano a los seis meses. En la etapa de formalización de denuncia, igualmente las excepciones previas y dilaciones procesales de los denunciados provocan un atraso en la determinación de una responsabilidad penal. Sin considerar si el proceso es ordinario o sumario, sin considerar si el proceso será guiado con las reglas del Código de Procedimientos Penales o del Código Procesal Penal, inevitablemente los plazos procesales para la investigación, juzgamiento y determinación de la pena en estos delitos, exigen la pronta implementación del Nuevo Código Procesal Penal en todo el ámbito nacional, por cuanto la cualidad oral y las facultades otorgadas a los fiscales que dicha norma regula no pueden esperar, en particular para las víctimas de estos delitos. Bajo esta consideración y sobre una real protección al desarrollo psicológico del niño o adolescente, igualmente el fiscal podría tener mejor facultades para resolver un conflicto social y jurídico sin necesidad de que el problema ingrese a sede judicial. Lo anterior no indica que estemos en la posición de conmutar estos delitos, pero definitivamente la llamada de atención del fiscal y de la misma PNP hacia el progenitor que realiza la sustracción, podría modificar su conducta equivocada y con ello, el mismo sistema de protección al menor se legitima. B. Problemas de parcialización judicial. La gran mayoría de magistrados en el ámbito tutelar familiar son mujeres; circunstancia que genera una suspicacia terrorífica, si consideramos que los registros civiles de los magistrados de la Corte no necesariamente informan si son separados o tienen problemas en sus relaciones matrimoniales.6 A la fecha el autor del trabajo, cuenta con información personal de cada magistrado del ámbito familiar de las Cortes Superiores de Justicia de Lima, Callao, Cono Norte de Lima, Lambayeque y La Libertad (tanto en el ámbito académico, profesional como social) producto de cuatro años de labor vinculada a la actividad judicial y si bien estos datos no pueden ser publicados en respeto a los derechos fundamentales de los magistrados, permiten generar una total suspicacia sobre el mecanismo de ejercer “jurisdicción” en temas en los cuales son parte también involucrada, en particular porque la mayoría de magistradas asumen sus responsabilidades familiares en forma autónoma y sacrificada. 6 Circunstancia que se traslada a los magistrados penales que resuelven denuncias de sustracción de menores, cuando el denunciante es el progenitor varón. De lo contrario, observen los efectos de la jurisprudencia recaída en el Expediente 2992-97 de la Corte Superior de Justicia de Lima. 10. RELATIVIZACIÓN DE LAS GARANTÍAS PROCESALES. A. Derecho de defensa. De las jurisprudencias analizadas, observamos que todas estas han provocado una sentencia firme; Situación que no ha debido producirse, por cuanto en la mayoría de los sujetos (activos) no se configuran los elementos necesarios de “dolo” y “conocimiento del daño o afectación” y por tanto, el Ministerio Público no debió siquiera plantear la denuncia correspondiente. Igualmente los errores en la defensa de los acusados por comisión de delito de sustracción de menores ha sido deficiente, al no observar estas críticas en cuanto a la determinación del “dolo”. Si el abogado defensor, el fiscal penal y el juez penal han generado todo un proceso penal hasta provocar una sentencia, la cualidad de que el magistrado conoce los principios del Título Preliminar del Código Penal ya son cuestionables y sólo este hecho objetivo perjudica la defensa misma del acusado. B. Debido proceso ¿Podría existir garantía al debido proceso cuando los magistrados (tanto penales como civiles) no interpretan correctamente lo conceptos tuitivos para niños y adolescentes? C. Principio de oportunidad. De la información recopilada, se concluye que los fiscales no han empleado ni la interpretación adecuada en el análisis de los elementos del delito de sustracción de menores ni son proclives a realizar una interpretación basada en conceptos del derecho tutelar familiar. 11. CONCLUSIONES ERRORES. GENERADAS A PARTIR DE A. Deformación del concepto “igualdad” entre los progenitores. Si para el caso de los progenitores varones, cuando son causantes de la separación se les restringe derechos sobre sus hijos, en particular respecto de la tenencia, limitándolos a un régimen de visitas sujeto a la discrecionalidad del otro progenitor y respaldo del juzgado, ¿porqué para el caso del expediente Nº 2992-97 las magistradas no utilizaron el axioma “ubi eadem ratio, idem ius” (a igual razón, igual derecho)? En términos constitucionales, el segundo párrafo del artículo 6º especifica que los dos progenitores (“padres”) tienen iguales deberes y derechos. En forma complementaria los artículos 93º, 94º y 95º del CNA no hacen distinción sobre qué progenitor se hará responsable de una mayor carga respecto de sus obligaciones con sus dependientes. Si las normas no indican diferencias, estas sólo pueden regularse sobre la base de la realidad familiar, características individuales de cada progenitor y el contexto económico de los progenitores. Y sólo bajo estas consideraciones podría gravarse una mayor responsabilidad a un progenitor, al adecuarse la norma al contexto particular. A modo de determinación de posición personal respecto del Expediente 2992-97, proporcionado por Luis Reyna, si el fallo se hubiera dado después de la entrada en vigencia del CNA consideramos que la defensa del “padre”, debió plantear: a. Queja ante la Sala por violación al principio de igualdad constitucional, por cuanto “él” padre bien pudo atender las necesidades económicas, sociales y afectivas de su menor hija en concordancia al Interés Superior del Niño ¿O es que un padre no puede cumplir con este principio? b. Denuncia penal por prevaricato, tipo “1”. Siendo la Constitución de 1993, Ley Orgánica del Poder Judicial y el mismo Código Civil vinculantes al caso concreto, consideramos que la determinación de prevalecer el derecho de la madre adúltera contraviene el artículo VI del Título Preliminar del CC, dado que la madre no tiene “legítimo derecho” frente al “derecho objetivo” del padre. c. Denuncia penal por prevaricato, tipo “2”. Estando en vigencia el artículo 1984 del CC. (daño moral) es inaudito que se falle a favor de quien cometiese un acto considerado perjudicial para otro sujeto. Toda vez que se trata de un proceso judicial en el ámbito tutelar familiar, la indemnización no era patrimonial, sino “civil” con la variación de la tenencia a favor del padre. d. Denuncia penal por prevaricato, tipo “3”. Al sustentar un fallo contrario a la disposición del artículo 235º del Código Civil, que regula expresamente la obligación de los progenitores por brindar protección, educación y formación. ¿Qué protección psicológica y moral puede brindarse en una relación adúltera?, ¿Qué educación “moral” puede brindarse?, ¿Qué formación “moral” puede existir con los ejemplos de un progenitor adúltero? e. Apelación ante la Corte Suprema de Justicia, por cuanto no se han garantizado los derechos psicológicos de su menor hija, no se ha garantizado una imparcial por “género” y porque la Sala no ha considerado el “daño moral” que un progenitor adúltero ha generado en contra del otro progenitor; que en el mismo sentido, la Sala no ha considerado el artículo 257º del CC. f. Apelación ante la Corte Suprema de Justicia, por cuanto no se han observado los siguientes artículos en el fallo: i. Art. 233. Finalidad de la familia. ii. Art. 234. Igualdad entre cónyuges (¿las acciones de género otorgan ventajas frente a situaciones casuísticas?) iii. Art. 235. Deberes de los padres. “los padres están obligados a proveer protección, educación y formación de sus hijos menores”. ¿Se fundamento objetivamente la Resolución para contravenir disposiciones expresas del Código Civil? iv. Art. 288. Deber de fidelidad en el matrimonio. v. Art. 337. Apreciación de la conducta deshonrosa por el juez. g. Denuncia ante el Consejo Nacional de la Magistratura a efectos de evitar la ratificación en el cargo de magistrados, a razón de que las magistradas no conocen ni saben interpretar los artículos del Título Preliminar: V (orden público y buenas costumbres, siendo nulo el fallo de la Sala, o ¿la moral peruana admite el adulterio?) y, VII (Iura novit curia, sin necesidad de que las defensas legales la hubieran planteado, los jueces tienen obligación de “conocer” en grado superlativo superior a todo abogado las normas civiles), h. Denuncia ante medios de prensa, por cuanto la variación de los parámetros morales de la sociedad, no es un acto que suceda todos los días. Igualmente la protección psicológica que debe garantizarse a la menor no se garantiza, por cuanto se le permitirá validar un acto inmoral. ¿Qué es más perjudicial para la niña, para el progenitor víctima y para la misma sociedad? i. Denuncia por prevaricato al no interpretar adecuadamente y aplicar violentamente los artículos 3° (a vivir en un ambiente sano), 4° (integridad psíquica), 6° (personalidad) y 8° (a vivir en una familia) del CNA, por p Quepa señalar como último punto la posición (inexplicable) del Ministerio Público de no apelar la Resolución del Expediente 2992-97. ¿Debemos considerar que estuvo de acuerdo el Fiscal Superior con el fallo?, ¿Debemos considerar que el Ministerio Público avala los quiebres de los parámetros morales en el país?, ¿Debemos considerar que la “legalidad”, premisa de la institución, sólo está resguardada en el ámbito penal?, ¿Por qué no se apeló al fallo, si generalmente los fiscales siempre apelan a todo? B. Deformación del concepto “interés superior del niño” Si bien el concepto del “interés superior del niño” no está limitada dogmáticamente, la base para esta flexibilidad conceptual radica en el axioma romano “Omnis definitio in iure periculosa est” (Toda definición es peligrosa en derecho). Sin embargo, al parecer la jurisprudencia limita este parámetro normativo a factores económicos y al vínculo materno-filial, sin considerar otros factores, como la violencia familiar provocada por los progenitores. Bajo estas consideraciones, los juzgados provocan o incrementan situaciones de: - Obstrucción del vínculo paterno filial. Síndrome de Alienación Parental. Disminución del desarrollo psicológico social-familiar en el niño/adolescente. Si el niño/adolescente no es “parte” procesal, difícilmente los magistrados considerarán sus derechos en el desarrollo judicial del caso particular. C. Permisibilidad e impunidad en la comisión de faltas morales. Resulta sorprendente entender el contenido del Expediente Nº 299297 (a pesar del año de su expedición y de su mala sistematización bibliográfica, es útil el análisis por cuanto es una fuente actual de información) al admitir como válido una relación de dos elementos contrapuestos: - Conducta moral de un progenitor adultero. Continuidad de la tenencia a favor del progenitor adultero. Si observamos el inciso c) artículo 75 del CNA (“ejemplos que corrompan”), en la actualidad, la Sala no hubiera tenido otra opción que conceder la variación de la tenencia a favor del padre, por cuanto la convivencia o adulterio de la madre puede ubicarse perfectamente dentro de los alcances descritos. Si no es factible este argumento, se admitiría que los adulterios puedan ser considerados ejemplos morales válidos hacia los hijos; o provocar un falso mensaje a la ciudadanía, en particular a las mujeres casadas: “sé adúltera, no te pasará nada, te quedas con los hijos y encima te dan alimentos”,7 provocando no sólo la distorsión en la impartición de justicia sino también un detrimento en el desarrollo psicológico del menor sin importar su edad. Situación que podría provocar una victimización mayor para el caso de los varones, quienes verán negadas todas sus pretensiones de tener la tenencia de sus hijos, ante la conducta adultera y acreditada de la madre. ¿El derecho permite un abuso de derecho? Lamentablemente no estamos en el ámbito del análisis de la jurisprudencia generada por las vocales Carmen Julia Cabello El autor no plantea la suspensión de los derechos a la mujer (madre) adúltera, sólo hace hincapié en la variación de la tenencia, por cuanto no tiene los parámetros morales para ejercer tal derecho; de esta manera se equipara la protección de los niños, cuando al padre se le suspenden sus derechos al encontrársele responsable de adulterio. 7 Matamala y Janet Tello Gilardi con el CNA vigente, por ello no haremos mayores comentarios. 12. EFECTOS ANÁLISIS PROCESALES PROVOCADOS POR EL A. Nulidad de las resoluciones emitidas Si los fundamentos que sustentan los dictámenes fiscales y resoluciones judiciales han tomado en consideración las jurisprudencias contenidas en el análisis de este trabajo, cualquier parte afectada, bien puede plantear la nulidad de las mismas, por cuanto el fundamento lógico no existe y el sustento jurídico no está basado en derecho. Si las resoluciones emitidas pueden ser materia de impugnación, consideramos que no debería plantearse quejas contra los magistrados, por cuanto están exceptuados de responsabilidad, si consideramos que tienen poca capacitación en este ámbito y tienen doctrina y jurisprudencia referencial equivocada. Que, en este sentido, la queja no prosperaría porque la ignorancia no puede ser equiparada con un actuar doloso tendiente a perjudicar a una parte en un caso judicial. En todo caso para garantizar su responsabilidad, ante los pedidos de nulidad formulados, deberán adecuar las resoluciones conforme a los parámetros que determina el CNA. B. Variación de la tendencia en los contenidos de las futuras resoluciones Si la jurisprudencia vinculante y referencial actual no tiene un fundamento que valide su continuidad, los magistrados están en la responsabilidad de adecuar sus preceptos y dogmas jurídicos (y sociales) a los nuevos parámetros tuitivos de derechos (de todas las partes involucradas), considerar como elemento referencial los informes periciales respecto de la integridad física y psicológica de los menores, garantizar de manera inmediata la paz social y para el caso particular de los problemas en el ámbito familiar llamar la atención a los progenitores infractores, a fin de evitar ampliar o extender los problemas sociales a un ámbito jurisdiccional. 13. CONCLUSIONES. A pesar de que se ha consultado una bibliografía amplia, los errores conceptuales tanto en el ámbito civil como penal constituye un elemento degenerativo de la tendencia jurisdiccional en el desarrollo del delito de sustracción de menores. El delito de sustracción de menores constituye un tipo penal insuficiente en el ámbito de la prestación de garantías a la protección del bien jurídico “patria potestad”, el cual corresponde a los dos progenitores. Existe una corriente jurisprudencial espuria que requiere ser modificada, sobre la base de los parámetros constitucionales, debido proceso, tutela judicial efectiva, pero sobre todo a la lógica natural. * BIBLIOGRAFÍA REFERENCIAL. Nota: La bibliografía consultada es accesible a todo el público magistrado, letrado y académico; Se ha excluido toda referencia generada por el autor del trabajo para evitar una distorsión en las conclusiones y se ha establecido como límite temporal de análisis la bibliografía publicada a partir del año 2000. 1. Federico Mesinas Montero. “El código penal jurisprudencia”. Lima: Gaceta Jurídica, mayo 2007. 2. Legis. “Régimen Penal Peruano”. Bogotá: Legis, abril 2007. (abril 2007-abril en su 2008) 3. Vladimir Somocurcio Quiñones. “El deudor alimentario: ¿construyendo un nuevo enemigo?” En: IUS, doctrina y práctica. Nº 2/2007, Lima: Grijley, 2007. 4. José Luis Castillo Alva. “Jurisprudencia Penal. Sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la República”. (Tomos I, II y III). Lima: Grijley, 2006. 5. Constante Carlos Ávalos Rodríguez y Mery Elizabeth Robles Briceño “Jurisprudencia penal del Tribunal Constitucional”. Lima: Gaceta Jurídica, mayo 2006 (1º edición). 6. Miguel Pérez Arroyo. “La evolución de la Jurisprudencia penal en el Perú”. (Tomos I, II y III). Lima: San Marcos, julio 2006. 7. César San Martín. “Jurisprudencia y precedente penal vinculante: Selección de Ejecutorias de la Corte Suprema”. (Tomos I y II) Lima: Palestra, noviembre 2006. 8. Lidia Arnau Raventós. “Derecho de doctrina”. Trujillo: Normas legales, 2006. familia comparado: 9. Luis Miguel Reyna Alfaro. “Jurisprudencia penal constitucional. Selección de Sentencia del Tribunal Constitucional relevantes en materia penal, procesal penal y de ejecución penal (2000-2004) sumilladas y, resumidas” Lima: Jurista editores, mayo 2005. 10. Hernán Felipe Coral Talciani. “Derecho y derechos de la familia”. Lima: Grijley, 2005. 11. Constante Carlos Ávalos Rodríguez y de Mery Elizabeth Robles Briceño. “Modernas tendencias dogmáticas en la jurisprudencia penal de la Corte Suprema”. Lima: Gaceta Jurídica, 2005. 12. Pedro Mejía Salas. “Tenencia y régimen de visitas”. Lima: LEJ, 2005. 13. Luis Miguel Reyna Alfaro. “Delitos contra la Familia”. Lima: Gaceta Jurídica, 2004. 14. Francisco Chirinos Soto. “Código Penal. Comentado concordado anotado humillado jurisprudencia normas complementarias”. Lima: Rodhas, 2004. 2º edición. 15. Enrique Varsi Rospigliosi. “Divorcio, filiación y patria potestad”. Lima: Grijley, 2004. 16. Yuri Vega Mere. “Las nuevas fronteras del derecho de familia”. Trujillo: Normas Legales, 2003. 17. Enrique Varsi Rospigliosi. “Régimen de visitas”. Lima: Gaceta Jurídica, 2003. 18. Reiner Chocano Rodríguez y Víctor Valladolid Zeta. “Jurisprudencia penal. Ejecutorias penales de la Corte Suprema de Justicia (1997-2001). Lima: Instituto Peruano de Ciencias Penales, 2002. 19. Dino Carlos Caro Coria. “Código Penal. Actuales tendencias jurisprudenciales de la práctica penal”. Lima: Gaceta Jurídica, agosto 2002. 20. Carlos Ramos Núñez. “Cómo hacer una tesis de derecho (y no envejecer en el intento)” Lima: Gaceta Jurídica, 2002. 21. Alex Plácido Vilcachagua. “Manual de derecho de familia: novedoso método de estudio funcional del derecho de familia” Lima: Gaceta Jurídica, 2001. 22. Alex Plácido Vilcachagua. "Compendio de legislación sobre familia y menores”. Lima: Gaceta Jurídica, 2001.