Sr. Subsecretario Mario Giro Sra. Anna Sofia de Vergottini Honorables Diputados Sres. Embajadores Autoridades italianas y extranjeras presentes, Compatriotas chilenos, Amigas y Amigos Muchas gracias por acompañarnos hoy, en la casa de Chile en Italia, en esta jornada de recuerdo y reflexión. Hace cuarenta años, en la madrugada del 4 de noviembre de 1974, el cuerpo inerte de una joven chilena, Lumi Videla, de 26 años, estudiante de sociología y filosofía, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionario MIR, madre de Dagoberto (de entonces 4 años) y esposa de Sergio Pérez, él también militante del mismo movimiento, fue lanzado por agentes de represión de la dictadura a la Embajada italiana en Chile, en un hecho de horror que nos marcó profundamente como país y que también dejó una huella dolorosa en Italia, su pueblo y sus autoridades. Por eso, en forma contemporánea a esta jornada que estamos compartiendo aquí en Roma, la Embajada de Italia en Chile, está 1 conmemorando los cuarenta años de la muerte de Lumi Videla, recordándola plantando un olivo e inaugurando una escultura natural en su memoria. Como ustedes saben, en esa época oscura de la historia de Chile, la Embajada italiana era uno de los principales refugios para los perseguidos políticos. En esa circunstancia, la muerte de Lumi Videla y el posterior acto de arrojar su cuerpo a la Embajada constituía una doble amenaza por parte de los servicios de la represión: a los diplomáticos italianos y a los connacionales que estaban en asilados en la Embajada. Sin embargo, esta intimidación no doblegó a la delegación italiana ni a sus huéspedes chilenos, quienes no dudaron en seguir adelante. Como muestra de ello, quisiera rescatar las palabras del Jefe de Misión italiano, Tomaso de Vergottini a los refugiados chilenos en esos días: “Ustedes deben tener una certeza: que nosotros estamos aquí con ustedes. Asilo, para nosotros no es una palabra vacía, sino una palabra que compromete nuestras fuerzas y nuestro honor. Los protegeremos en todo momento!”. (pag. 177 “Cile: diario di un diplomático”, Tomaso de Vergottini). Desde los inicios de la dictadura, las agencias creadas especialmente para la represión y exterminio masivo de los opositores en Chile, 2 especialmente la DINA (policía secreta), fueron despiadadas en sus labores. Lo sucedido con Lumi Videla fue un ejemplo. Detenida el 21 de septiembre de 1974, pasó sus últimos días en el centro de tortura de José Domingo Cañas, donde falleció por asfixia el 3 de noviembre de ese año. La noche siguiente, su cuerpo delgado y con signos evidentes de tortura fue arrojado en el jardín de la Embajada italiana, donde fue reconocido por algunos de los propios refugiados. Posteriormente, se desvirtuaron las versiones absurdas creadas por el régimen militar y por la prensa de la época, coludida con el gobierno, para explicar la muerte de Lumi. En años pasados, los tribunales de justicia chilenos procesaron y condenaron a los culpables de los crímenes de Lumi Videla y de su marido, Sergio Pérez. Hoy sabemos quiénes fueron sus torturadores y asesinos y están cumpliendo condena, de por vida en la cárcel, por éste y muchos otros crímines. Chile dejó atrás la dictadura y trabajamos duro para construir un país más justo y fortalecer el estado de derecho a través de instituciones democráticas cada vez más sólidas. Inspirados en este ejemplo y otros, el respeto a los derechos humanos sigue siendo la tarea central que ha movido a todos los gobiernos democráticos chilenos a partir de 1990. 3 Amigos, conmemoramos hoy este hecho que une a Italia y Chile en el dolor y que nos vincula fuertemente en la solidaridad, amistad y defensa de nuestros pueblos a los Derechos Humanos. Ha pasado el tiempo y pese a que recordar no es un acto fácil, sentimos que es un deber hacerlo, que es necesario para mantener viva la memoria de Lumi Videla y de tantas otras víctimas de la dictadura. También porque es una manera de evitar que algo así vuelva a suceder en nuestro país. En Chile conocemos y valoramos el compromiso que Italia tiene con los Derechos Humanos, el que se renueva constantemente, haciéndose extensivo a las nuevas generaciones. Hace pocos días, el Alcalde de Roma, Ignazio Marino, me comentó que como parte del programa de Derechos Humanos del Municipio, tradicionalmente una delegación de escuelas romanas visita el campo de concentración de Auschwitz, con el fin de fomentar en los niños la tolerancia y el respeto. Siguiendo ese ejemplo, espero que algún día no muy lejano viajen estudiantes italianos a Chile a visitar el Museo de la Memoria en Santiago y conozcan en terreno nuestra dolorosa experiencia de una época que esperamos nunca más se vuelva a repetir. 4 Finalmente, mis agradecimientos a todos los gobiernos italianos que apoyaron la lucha por el retorno de la democracia en nuestro país y, especialmente, al Embajador Tomaso de Vergottini, a su señora Anna Sofia y al Embajador Emilio Barbarani. Termino estas palabras, invitándolos a asistir a la proyección de una parte del documental de la RAI “Il sogno infranto”, a presenciar el primer acto de la obra “Fermata n°9” de la compañía de teatro chilenoitaliana GAP y después a disfrutar de la música del grupo Chiloé. Terminaremos con un vino de honor al piso superior. Gracias a todos ustedes. Roma, 3 de Noviembre de 2014. 5