N° 06-2013 Sesión extraordinaria de Corte Plena celebrada a las once horas cuarenta minutos del dieciocho de febrero del dos mil trece, con la asistencia de la Magistrada Villanueva, Presidenta en ejercicio; las Magistradas y los Magistrados Rivas, Solís, León, González, Escoto, Aguirre, Varela, Vega, Camacho, Ramírez, Arroyo, Pereira, Chinchilla, Arias, Calzada, Armijo, Jinesta, Cruz, Castillo, Rueda y la Suplente Roxana Salazar Cambronero. ARTÍCULO ÚNICO Documento 1858-2013 Ante el sentido fallecimiento del doctor Luis Paulino Mora Mora, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, acaecido el 17 de febrero en curso, con la presencia de su cuerpo yacente, la Presidenta en ejercicio, Magistrada Villanueva, dispone realizar un minuto de silencio en su memoria. Una vez transcurrido el minuto de silencio, expresa: ¡Muchas gracias, Don Luis Paulino! En representación de la Corte Suprema de Justicia y de todo el Poder Judicial costarricense, quiero dar las gracias a todas las personas que nos han dado sus muestras de solidaridad en estos momentos. Muchas Gracias también a todas las autoridades del gobierno de la República, encabezadas por la señora Presidenta, por su incondicional colaboración y soporte; y también nuestro más sentido agradecimiento para la familia Mora Lizano que en medio de su dolor ha permitido que también nosotros podamos expresar cuánto nos duele la partida de Don Luis Paulino. Hablar de don Luis Paulino en estos momentos de recogimiento y de comunión con el Señor me es sumamente difícil, pero las fuerzas que él demostró durante su vida son las que me impulsan a dirigirles este breve mensaje. La huella que dejó en el Poder Judicial la empezó a tallar desde muy joven como juez, y su notable desempeño le valió la obtención de una beca para cursar estudios superiores que culminaron con el grado de Doctor en la Universidad Complutense de Madrid. De regreso a Costa Rica y durante casi veinte años, combinó sus labores en la judicatura como juez Penal, Juez Superior y Magistrado de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. En mil novecientos ochenta y nueve es nombrado como Magistrado de la recién creada Sala Constitucional. Desde sus primeras sentencias dejó clara su vocación por los derechos humanos. Su pensamiento está plasmado en múltiples sentencias como fue, el reconocimiento de que la dignidad de la persona humana incluye el derecho a una muerte digna. Dejó huella al defender la Participación Política de la Mujer; el derecho de la mujer a la esterilización por razones terapéuticas (médicas) sin el consentimiento del esposo, como un derecho para tutelar su salud; o la igualdad jurídica entre hombres y mujeres. Exaltó la proclama de neutralidad perpetua y los instrumentos internacionales suscritos por el país como valor rector del ordenamiento jurídico al concebirla como un derecho fundamental de las y los costarricenses, derivado de la abolición del ejército. Afirmó que la familia, constituida por unión de hecho y bajo ciertas características, tiene igual tutela Constitucional que la de derecho. Don Luis Paulino rescató el valor de la Constitución Política como norma suprema con carácter vinculante. Su visión de una Constitución como instrumento vivo, dinámico, de primer orden y no como una ley de segunda categoría o documento con valor arqueológico, realmente vendría a moldear otra Costa Rica, una más a tono con sus valores y aspiraciones construidos históricamente por generaciones y resguardados en la Constitución. A través de sus sentencias permitió un acercamiento de la ciudadanía con los derechos consagrados en la Constitución Política y que ella no fuera simplemente un pedazo de papel. A partir de mil novecientos noventa y nueve asumió la Presidencia del Poder Judicial Costarricense, cargo que desempeñó hasta el último de sus días con la fortaleza y vigor que lo caracterizó, emprendiendo reformas sin precedentes para la institución. Para destacar algunos aspectos puntuales de su contribución, a sabiendas de que la lista de sus méritos es mucho más comprensiva, debo resaltar que su primer objetivo fue el cambio conceptual de ver la justicia como servicio público. Para ello se dio a la tarea de promover los cambios necesarios en las normas sustantivas y de procedimiento. Fue el propulsor de los principales cambios en materia penal, durante los últimos veinte años, en nuestro país; y no se puede olvidar el impulso que le dio a otras materias como la contencioso administrativa, la laboral y la de familia. Su visión no quedó sólo en este primer peldaño sino que se atrevió a implementar nuevos modelos de gestión de Despachos Judiciales: El número único de expediente; el expediente electrónico; la implementación de la oralidad para disminuir la burocracia judicial y lograr, a su vez, una mejor comunicación entre las partes y las y los jueces; la correcta utilización de las nuevas tecnologías de la información en la tramitación y resolución de los casos. Estos son sólo algunos de los proyectos con los que don Luis Paulino creyó firmemente en lograr una mejor y más pronta justicia. Finalmente, como lo fue toda su vida, la transparencia como uno de los atributos esenciales de la democracia frente a otras formas de gobierno; transparencia que, como nos lo explicaba, los Poderes Judiciales no están exentos de cumplimiento. Don Luis Paulino insistía en que el fundamento para ello es el reconocimiento de que no hay más poder soberano que el que le corresponde al pueblo: cualquier otro poder es delegado y sujeto a rendición de cuentas, incluido por supuesto el entregado al Poder Judicial. La justicia como servicio público, la oralidad, la transparencia y la independencia del Poder Judicial constituyeron las cuatro columnas sobre las que descansó su visión del Poder Judicial costarricense. Adecuar el Poder Judicial a los tiempos actuales; revisar su propia Ley Orgánica; dar el siguiente paso en los órganos auxiliares, y, conocido fue, su impulso para fortalecer la función acusatoria del Ministerio Público. Esa fue precisamente su intervención en la última sesión de Corte Plena hoy hace ocho días. Sólo una persona con un gran carisma y una vocación sin límite por la conciliación y la unidad pudo impulsar todos estos proyectos y llevar las riendas del Poder Judicial durante estos años. Pero Don Luis Paulino no fue solo un insigne jurista y Magistrado. También fue un hombre de fe; una persona orgullosa de sus vínculos con su tierra natal Puriscal; sus valores familiares. Fue una persona dedicada a su familia y su esposa. Logró encontrar el equilibrio que muchos buscamos entre la pasión por el trabajo y el amor por nuestros seres queridos. Ahora, que él ya no está, permanece y permanecerá su legado. En este recinto sagrado renovamos el compromiso como un solo cuerpo de continuar como un Poder Judicial unido, fuerte e independiente. ¡Muchas gracias don Luis Paulino!” -0- Se procede a realizar la guardia de honor por la señora Presidenta de la República y Ministros de Gobiernos; las señoras Magistradas y los señores Magistrados; Diputadas y Diputados; Magistrados y Magistradas del Tribunal Supremo de Elecciones; integrantes propietarios y suplentes del Consejo Superior, Directores del Poder Judicial, colaboradores del Magistrado Mora y Jefes departamentales. A las 12,00 horas la Presidenta en ejercicio, Magistrada Villanueva, concluye la sesión y se continúa con la guardia de honor.