Actividades del Tribunal de Justicia y del Tribunal de Primera

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J/00/8
Actividades del Tribunal de Justicia y del Tribunal de Primera
Instancia de las Comunidades Europeas
Semana del 6 al 10 de marzo de 2000
I.
SENTENCIAS
Tribunal de Justicia
Asunto C-386/98
Comisión de las Comunidades Europeas / República Italiana
Política social
Asunto C-358/98
Comisión de las Comunidades Europeas / República Italiana
Libre prestación de servicios
Asunto C-437/97
Evangelischer Krankenhausverein Wien / Abgabenberufungskommission Wien
Wein & Co. HandelsgesmbH / Oberösterreichische Landesregierung
Fiscalidad
Asunto C-355/98
Comisión de las Comunidades Europeas / Reino de Bélgica
Libre circulación de personas
Tribunal de Primera Instancia
Asunto T-10/99
Miguel Vicente Nuñez / Comisión de las Comunidades Europeas
Estatuto de los funcionarios
Asunto T-29/97
Alain Libéros / Comisión de las Comunidades Europeas
Estatuto de los funcionarios
II.
CONCLUSIONES
Asunto C-371/98
The Queen / Secretary of State for the Environment, Transport and the Regions, ex parte: First
Corporate Shipping Ltd
Asunto C-448/98
Ministère public / Jean-Pierre Guimont
Asunto C-261/98
Comisión de las Comunidades Europeas / República Portuguesa
Asunto C-412/98
Société Group Josi Reinsurance Company SA / Compagnie d'assurances Universal General
Insurance Company (UGIC)
III.
NUEVOS ASUNTOS
Tribunal de Justicia
IV.
COMUNICACIÓN
CONTRIBUCIÓN DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA Y DEL TRIBUNAL DE PRIMERA
INSTANCIA A LA CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL
18
Nueva forma de citar los artículos de los Tratados.
23
1.
SENTENCIAS
Tribunal de Justicia
Asunto C-386/98
Comisión de las Comunidades Europeas / República Italiana
Política social
9 de marzo de 2000
«Incumplimiento de Estado · Directiva 93/104/CE · Ordenación del tiempo de trabajo · No
adaptación del Derecho interno»
(Sala Segunda)
Mediante escrito presentado en la Secretaría del Tribunal de Justicia el 26 de octubre de 1998, la
Comisión de las Comunidades Europeas interpuso un recurso con el fin de que se declare que la
República Italiana ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud del Tratado CE, al
no adoptar las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para atenerse a
la Directiva 93/104/CE del Consejo, de 23 de noviembre de 1993, y/o al no haberlas comunicado
a la Comisión.
El artículo 18, apartado 1, letras a) y c), de la Directiva dispone que los Estados miembros
pondrán en vigor las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar
cumplimiento a lo dispuesto en la Directiva, a más tardar el 23 de noviembre de 1996, o se
asegurarán, a más tardar en dicha fecha, de que los interlocutores sociales establezcan las
disposiciones necesarias mediante convenio. Asimismo, señala que los Estados miembros
deberán adoptar todas las medidas necesarias para garantizar en todo momento los resultados
impuestos por la Directiva y que informarán de ello inmediatamente a la Comisión.
La República Italiana no niega el incumplimiento que se le imputa y sostiene que la normativa
que garantizará la adaptación completa de su ordenamiento jurídico a la Directiva está en vías de
aprobación, al tiempo que alega que la normativa nacional ya es conforme con ciertas
disposiciones de la Directiva y que el 11 de noviembre de 1997 los interlocutores sociales
firmaron una declaración común relativa a la ejecución de la Directiva, que se aplica ya de forma
general en el sector de la producción.
Por tanto, puesto que no se ha adaptado completamente el ordenamiento nacional a la Directiva
en el plazo señalado por ésta, debe considerarse fundado el recurso interpuesto por la Comisión.
El Tribunal de Justicia decidió:
«1)
La República Italiana ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud de la
Directiva 93/104/CE del Consejo, de 23 de noviembre de 1993, relativa a determinados
aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo, al no haber adoptado en el plazo
prescrito las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para
adaptar su Derecho interno a lo dispuesto en dicha Directiva.
2)
Condenar en costas a la República Italiana.»
El Abogado General Sr. F.G. Jacobs presentó sus conclusiones en audiencia pública de la
Sala Segunda el 16 de noviembre de 1999.
Propuso al Tribunal de Justicia que:
«1)
Declare que la República Italiana ha incumplido las obligaciones que le incumben en
virtud del Tratado CE y de la Directiva 93/104/CE del Consejo, de 23 de noviembre de
1993, relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo, al no haber
adoptado las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para
adaptar su Derecho interno a lo dispuesto en la mencionada Directiva o al no haberlas
notificado a la Comisión.
2)
Condene en costas a la República Italiana.»
Asunto C-358/98
Comisión de las Comunidades Europeas / República Italiana
Libre prestación de servicios
9 de marzo de 2000
«Incumplimiento de Estado · Prestaciones de servicios de limpieza, desinfección,
desinsectización, desratización y saneamiento · Empresas establecidas en otros Estados
miembros · Obligación de inscribirse en un Registro»
(Sala Cuarta)
Mediante escrito presentado en la Secretaría del Tribunal de Justicia el 2 de octubre de 1998, la
Comisión de las Comunidades Europeas interpuso un recurso con objeto de que se declare que la
República Italiana ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud del artículo 59 del
Tratado CE (actualmente artículo 49 CE, tras su modificación) al supeditar, con arreglo a los
artículos 1 y 6 de la Ley italiana n. 82, de 25 de enero de 1994 (en lo sucesivo, «Ley n. 82/94»)
la prestación de servicios de limpieza, desinfección, desinsectización, desratización y
saneamiento por parte de operadores establecidos en otros Estados miembros al requisito de que
éstos se hallen inscritos en los Registros previstos en el artículo 1 de la citada Ley.
Con carácter preliminar, la Comisión señala que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 1 de la
Ley n. 82/94 en relación con el artículo 8 de la Ley n. 580/93, todas las empresas de limpieza,
sea cual fuere la forma que revistan, tienen la obligación de inscribirse en el nuevo Registro de
empresas.
La Comisión alega que tanto la obligación de inscribirse en el Registro de empresas como las
graves sanciones previstas en caso de incumplimiento de la citada obligación contravienen
manifiestamente el artículo 59 del Tratado.
La Comisión considera, además, que la Ley n. 82/94 introduce una discriminación encubierta en
perjuicio de las empresas establecidas en los demás Estados miembros. En efecto, este requisito
en materia de inscripción conduce, en la práctica, a disuadir a las citadas empresas de ejercer en
Italia las actividades de limpieza contempladas en dicha Ley. Según la Comisión, es poco
probable que una empresa de otro Estado miembro soporte las obligaciones administrativas
necesarias para su inscripción en los Registros de empresas, así como el coste del «canon anual»
de inscripción con la única finalidad de prestar servicios de una forma más o menos ocasional y
puntual y, de cualquier forma, de una manera temporal e irregular.
Está acreditado, y el Gobierno italiano tampoco lo niega, que la Ley n. 82/94, por la generalidad
de sus términos, está destinada a aplicarse a cualquier prestatario de servicios, tanto si éste se
halla establecido en el territorio italiano como si no, y lo mismo si éste ofrece de una forma
ocasional o regular prestaciones de servicios en Italia. Más en particular, procede destacar que
esta legislación no excluye de su ámbito de aplicación al prestatario de servicios establecido en
un Estado miembro distinto de la República Italiana y que cumpla ya, conforme a la legislación
del Estado miembro de establecimiento, formalidades equivalentes a las exigidas por la Ley
italiana.
Según jurisprudencia bien consolidada, normas nacionales de esta índole no respetan las
disposiciones del artículo 59 del Tratado.
El Tribunal de Justicia decidió:
«1)
Declarar que la República Italiana ha incumplido las obligaciones que le incumben en
virtud del artículo 59 del Tratado CE (actualmente artículo 49 CE, tras su
modificación), al supeditar, con arreglo a los artículos 1 y 6 de la Ley italiana n. 82, de
25 de enero de 1994, la prestación de servicios de limpieza, desinfección,
desinsectización, desratización y saneamiento por parte de las empresas establecidas en
los demás Estados miembros al requisito de que éstas se hallen inscritas en los
Registros previstos en el artículo 1 de la citada Ley.
2)
Condenar en costas a la República Italiana.»
El Abogado General Sr. P. Léger presentó sus conclusiones en audiencia pública de la Sala
Cuarta el 18 de noviembre de 1999.
Propuso al Tribunal de Justicia que:
«1)
Declare que la República Italiana, al supeditar, con arreglo a los artículos 1 y 6 de la Ley
n. 82 de 25 de enero de 1994, la prestación de servicios de limpieza, desinfección,
desinsectización, desratización y saneamiento por parte de operadores establecidos en
otros Estados miembros distintos de Italia a la inscripción en los registros previstos en el
artículo 1 de dicha Ley, ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud del
artículo 59 del Tratado CE (actualmente artículo 49 CE, tras su modificación).
2)
Condene en costas a la República Italiana.»
Asunto C-437/97
Evangelischer Krankenhausverein Wien / Abgabenberufungskommission Wien
Wein & Co. HandelsgesmbH / Oberösterreichische Landesregierung
Fiscalidad
9 de marzo de 2000
Prejudicial
«Imposición indirecta · Impuesto municipal sobre las bebidas · Sexta Directiva sobre el IVA ·
Directiva 92/12/CEE»
(Sala Quinta)
Mediante resolución de 18 de diciembre de 1997, el Verwaltungsgerichtshof planteó tres
cuestiones prejudiciales acerca de la interpretación del artículo 33 de la Sexta Directiva
77/388/CEE del Consejo, de 17 de mayo de 1977, del artículo 3 de la Directiva 92/12/CEE del
Consejo, de 25 de febrero de 1992, y del artículo 92 del Tratado CE (actualmente artículo 87 CE,
tras su modificación).
Dichas cuestiones se plantearon en el marco de dos litigios entre, por una parte, el Evangelischer
Krankenhausverein Wien (en lo sucesivo, «EKW») y la Abgabenberufungskommission Wien
(autoridad vienesa competente para resolver en última instancia los litigios en materia de
recaudación de impuestos), y, por otra parte, la Wein & Co. HandelsgesmbH, antes Ikera
Warenhandelsgesellschaft mbH (en lo sucesivo, «Wein & Co.») y el Oberösterreichische
Landesregierung (Gobierno del Land de Alta Austria), acerca de la obligación de EKW y de
Wein & Co. de pagar un impuesto sobre las bebidas y los helados (Getränkesteuer; en lo
sucesivo, «impuesto sobre las bebidas»).
La Ley federal aplicable en el momento de la recaudación del impuesto sobre las bebidas en los
litigios de los procedimientos principales era la Finanzausgleichsgesetz de 1993 (Ley de
Compensación Financiera; en lo sucesivo «FAG»).
Los impuestos municipales que dieron origen a los litigios de los procedimientos principales
están regulados, por lo que se refiere a EKW, en la Wiener Getränkesteuergesetz 1992 (Ley del
Impuesto sobre las Bebidas de Viena de 1992; en lo sucesivo, «Wiener GStG») y en la Wiener
Getränkesteuerverordnung 1992 (Reglamento del Impuesto sobre las Bebidas de Viena de 1992;
en lo sucesivo, «Wiener GStV») y, por lo que se refiere a Wein & Co., en la
Oberösterreichisches Gemeinde-Getränkesteuergesetz (Ley del Impuesto municipal sobre las
Bebidas de Alta Austria; en lo sucesivo, «Oö GStG»). Aunque los impuestos municipales están
regulados por disposiciones regionales distintas, presentan características muy similares, de
forma que todos serán denominados «impuesto sobre las bebidas».
El EKW explota una cafetería en un hospital. La Abgabenbehörde Wien (autoridad vienesa
competente para la recaudación de impuestos) practicó una liquidación tributaria, con fecha de 6
de diciembre de 1996, por la que le exigió, con arreglo a la normativa fiscal vienesa, 309.995
ATS en concepto de impuesto sobre las bebidas por las ventas realizadas entre los meses de
enero de 1992 y octubre de 1996.
Wein & Co. es una sociedad dedicada a la comercialización de vinos, establecida en Leonding,
Alta Austria, a la que las autoridades municipales exigieron 417.628 ATS en concepto de
impuesto sobre las bebidas devengado en el período comprendido entre el 1 de diciembre de
1994 y el 31 de marzo de 1995.
El Verwaltungsgerichtshof duda de la compatibilidad del impuesto sobre las bebidas con la Sexta
Directiva y con la Directiva sobre los impuestos especiales. También se plantea si la exención
del impuesto de la que se beneficia la venta directa de vino en el lugar de producción constituye
una ayuda incompatible con el mercado común.
En estas circunstancias, el Verwaltungsgerichtshof decidió suspender los procedimientos y
plantear al Tribunal de Justicia varias cuestiones prejudiciales.
Sobre la primera cuestión
Mediante su primera cuestión, el órgano jurisdiccional remitente solicita, en esencia, que se
dilucide si el artículo 33, apartado 1, de la Sexta Directiva se opone al mantenimiento de un
tributo como el impuesto sobre las bebidas controvertido en los procedimientos principales.
El Tribunal de Justicia expone que el artículo 33 de la Sexta Directiva se opone al mantenimiento
o al establecimiento de derechos de registro u otros tipos de impuestos, derechos y tasas, que
presentan las características esenciales del IVA.
Procede destacar que un impuesto como el descrito por el órgano jurisdiccional remitente no
constituye un impuesto general, puesto que su objeto no es abarcar el conjunto de operaciones
económicas realizadas en el Estado miembro de que se trata. En efecto, de los artículos 14,
apartado 1, número 8, de la FAG, 1 del Wiener GStV y 1 de la Oö GStG, se deduce que el
impuesto sólo se aplica a una categoría limitada de bienes, al gravar exclusivamente la entrega a
título oneroso de helados, incluidas las frutas transformadas que contienen o las suministradas
con ellos, y de bebidas, comprendidos en ambos casos los envases y accesorios vendidos con
ellos.
En consecuencia, sin que sea necesario examinar las restantes características del impuesto sobre
las bebidas, procede responder a la primera cuestión que el artículo 33 de la Sexta Directiva, en
la versión de la Directiva 91/680, no se opone al mantenimiento de un tributo, como el impuesto
sobre las bebidas controvertido en los procedimientos principales.
Sobre la segunda cuestión
Mediante su segunda cuestión, el órgano jurisdiccional remitente solicita que se aclare, en
esencia, si el artículo 3, apartados 2 y 3, de la Directiva sobre los impuestos especiales se opone
al mantenimiento de un tributo como el impuesto sobre las bebidas vigente en Viena y en Alta
Austria en el momento de los hechos de los procedimientos principales.
El Tribunal de Justicia considera que procede hacer una distinción según que el impuesto sobre
las bebidas grave, por una parte, las bebidas no alcohólicas y los helados, y, por otra parte, las
bebidas alcohólicas.
Por lo que se refiere a un tributo como el impuesto municipal austriaco, en tanto que grava las
bebidas no alcohólicas y los helados, se deduce del artículo 3, apartado 3, de la Directiva sobre
los impuestos especiales, que los Estados miembros podrán mantener un impuesto que grave
productos distintos de los mencionados en el apartado 1, o prestaciones de servicios, y que no
tenga el carácter de impuesto sobre el volumen de negocios, si cumple el requisito de no dar
lugar, en el comercio entre Estados miembros, a formalidades relativas al cruce de fronteras.
No se ha negado, ni en el marco de los litigios de los asuntos principales ni ante el Tribunal de
Justicia, que el impuesto sobre las bebidas no alcohólicas y los helados cumple el requisito
anterior. Por tanto, dicho impuesto es compatible con el artículo 3, apartado 3, de la Directiva
sobre los impuestos especiales.
Por lo que se refiere a un tributo como el impuesto municipal austriaco, en tanto que grava las
bebidas alcohólicas, procede recordar que, conforme al artículo 3, apartado 2, de la Directiva
sobre los impuestos especiales, los productos mencionados en el apartado 1 del mismo artículo
(en el que están comprendidas las bebidas alcohólicas) podrán estar sujetos a impuestos
indirectos distintos del impuesto especial si, por una parte, persiguen una o varias finalidades
específicas, en el sentido de dicha disposición, y, por otra parte, respetan las normas impositivas
aplicables en relación con los impuestos especiales o con el IVA para la determinación de la base
imponible, la liquidación, el devengo y el control del impuesto.
Según el Gobierno austriaco, la finalidad específica del impuesto sobre las bebidas consiste en
reforzar la autonomía financiera de las entidades territoriales.
Pues bien, el aumento de la autonomía municipal mediante el reconocimiento de una potestad
tributaria constituye un objetivo puramente presupuestario, que no puede, por sí solo, constituir
una finalidad específica en el sentido del artículo 3, apartado 2, de la Directiva sobre los
impuestos especiales.
El Gobierno austriaco también sostuvo que la finalidad específica del impuesto sobre las bebidas
consiste en compensar las considerables cargas soportadas por los municipios debido a las
obligaciones que causa el turismo.
Pues bien, no se impone a los municipios ninguna afectación predeterminada y no existe una
relación con las infraestructuras turísticas o con el desarrollo del turismo, puesto que dicho
impuesto, que grava las bebidas con independencia del lugar en el que se consumen, también se
percibe en lugares no turísticos.
El Gobierno austriaco alegó, por último, que el impuesto tiene por objetivo proteger la salud
pública, porque incita al consumo de bebidas no alcohólicas, menos gravadas que las bebidas
alcohólicas.
A este respecto, se deduce del artículo 14, apartado 1, número 8, de la FAG, que la venta directa
de vino en Austria está exenta del impuesto sobre las bebidas, de forma que es discutible que
dicho impuesto tenga por objetivo disuadir del consumo de bebidas alcohólicas y persiga una
finalidad de protección de la salud pública.
En segundo término, procede examinar si un tributo como el impuesto que grava las bebidas
alcohólicas respeta las normas impositivas aplicables en relación con los impuestos especiales o
con el IVA para la determinación de la base imponible, la liquidación, el devengo y el control del
impuesto.
Procede, primeramente, destacar que las versiones lingüísticas del artículo 3, apartado 2, de la
Directiva sobre los impuestos especiales son divergentes.
En estas circunstancias, debe considerarse que el artículo 3, apartado 2, de la Directiva sobre los
impuestos especiales no exige a los Estados miembros el respeto de todas las normas relativas a
los impuestos especiales o al IVA en materia de determinación de la base imponible, la
liquidación, el devengo y el control del impuesto. Es suficiente que los impuestos especiales que
persigan finalidades específicas sean conformes, en estos puntos, con el sistema general de una u
otra de las citadas técnicas impositivas, tal como las regula la normativa comunitaria.
A este respecto, procede destacar que el impuesto sobre las bebidas no respeta el sistema general
de las normas relativas a los impuestos especiales sobre las bebidas alcohólicas. En efecto, se
aparta de los métodos de liquidación de los impuestos especiales puesto que su importe se
determina con relación al valor del producto, y no sobre la base del peso del producto, de la
cantidad del producto o del alcohol que contiene. Además, no cumple las normas relativas al
devengo de los impuestos especiales, dado que sólo es exigible en la fase de la venta al
consumidor, y no en el momento de la puesta al consumo como aparece definida en el artículo 6,
apartado 1, de la Directiva sobre los impuestos especiales.
El impuesto sobre las bebidas tampoco respeta el sistema general de las normas aplicables con
relación al IVA. Con independencia del hecho de que no es incompatible con el artículo 33 de la
Sexta Directiva, dicho impuesto no cumple las normas aplicables con relación al IVA por lo que
se refiere a las disposiciones sobre la liquidación y el devengo. En efecto, únicamente se percibe
en el momento de la venta al consumidor y no en cada fase del proceso de producción y de
distribución; además, se calcula sin deducción alguna del impuesto soportado anteriormente.
Sobre la tercera cuestión
Mediante su tercera cuestión, el órgano jurisdiccional remitente pregunta, en esencia, si la
exención del pago del impuesto sobre las bebidas, en el caso de la venta directa de vino al
consumidor final, constituye una ayuda de Estado incompatible con el Derecho comunitario.
El Tribunal de Justicia señala que la cuestión planteada no es pertinente para resolver los litigios
de los procedimientos principales, que se refieren a la obligación de EKW y de Wein & Co. de
pagar el impuesto sobre las bebidas por las operaciones de entrega a título oneroso de bebidas y
helados, y no a la cuestión de si la exención del pago de tal impuesto por la venta de vino
directamente en el lugar de producción constituye una ayuda de Estado incompatible con el
Tratado.
No procede, en consecuencia, responder a la tercera cuestión prejudicial.
Sobre la limitación en el tiempo de los efectos de la sentencia
En sus observaciones, el Gobierno austriaco recordó la facultad que tiene el Tribunal de Justicia,
en caso de que estime que un tributo como el impuesto sobre las bebidas es incompatible con las
disposiciones pertinentes del Derecho comunitario, de limitar los efectos en el tiempo de la
presente sentencia.
En apoyo de esta pretensión, el Gobierno austriaco llamó la atención del Tribunal de Justicia, en
primer lugar, sobre las catastróficas consecuencias financieras que tendría una sentencia que
ordenara devolver el impuesto que hubiera sido percibido indebidamente hasta la fecha. En
efecto, los municipios austriacos estarían obligados a hacer frente a un número incalculable de
solicitudes de devolución que no estarían en condiciones de asumir. Tal devolución sería difícil,
para empezar, por el número considerable de transacciones que han sido efectuadas, que se
cifrarían en millones. Además, los proveedores sujetos al impuesto sobre las bebidas han
repercutido, en el marco de sus actividades, el impuesto sobre los consumidores. Puesto que
estos últimos no conservan, en general, factura alguna de pago después de haber consumido una
bebida o un helado, no sería posible reembolsarles el impuesto. Finalmente, el Gobierno
austriaco alega, sin que este extremo haya sido rebatido, que los representantes de la Comisión le
garantizaron, durante las negociaciones de adhesión de la República de Austria a la Unión
Europea, que el impuesto sobre las bebidas era compatible con el Derecho comunitario.
El Tribunal de Justicia destaca, en primer lugar, que hasta la fecha no se había interpretado el
artículo 3, apartado 2, de la Directiva sobre los impuestos especiales en ninguna sentencia sobre
una cuestión prejudicial, y que, por lo tanto, el comportamiento de la Comisión pudo llevar al
Gobierno austriaco a estimar razonablemente que la normativa relativa al impuesto sobre las
bebidas alcohólicas era conforme con el Derecho comunitario.
En estas circunstancias, sin que sea necesario recordar el importe global controvertido, la falta de
prueba del pago o el número muy elevado de pequeñas transacciones de importes reducidos,
razones imperiosas de seguridad jurídica se oponen a que se cuestionen relaciones jurídicas que
han agotado sus efectos en el pasado, puesto que ello perturbaría retroactivamente el sistema de
financiación de los municipios austriacos.
En consecuencia, procede declarar que no se pueden invocar las disposiciones del artículo 3,
apartado 2, de la Directiva sobre los impuestos especiales en apoyo de demandas relativas a un
tributo como el impuesto sobre las bebidas alcohólicas, que se ha pagado o devengado antes de
la fecha de la presente sentencia, salvo por los demandantes que hayan iniciado una acción
judicial o hayan presentado una reclamación equivalente antes de esta fecha.
El Tribunal de Justicia declaró:
«1)
El artículo 33 de la Sexta Directiva 77/388/CEE del Consejo, de 17 de mayo de 1977,
en materia de armonización de las legislaciones de los Estados miembros relativas a los
impuestos sobre el volumen de negocios · Sistema común del Impuesto sobre el Valor
Añadido: base imponible uniforme, en la versión de la Directiva 91/680/CEE del
Consejo, de 16 de diciembre de 1991, que completa el sistema común del Impuesto
sobre el Valor Añadido y que modifica, con vistas a la abolición de las fronteras
fiscales, la Directiva 77/388, no se opone al mantenimiento de un tributo, como el
impuesto sobre las bebidas y los helados controvertido en los procedimientos
principales, que grava la entrega a título oneroso de helados, incluidas las frutas
transformadas que contienen o las suministradas con ellos, y de bebidas, comprendidos
en ambos casos los envases y accesorios vendidos con ellos.
2)
El artículo 3, apartado 3, de la Directiva 92/12/CEE del Consejo, de 25 de febrero de
1992, relativa al régimen general, tenencia, circulación y controles de los productos
objeto de impuestos especiales, no se opone al mantenimiento de un impuesto sobre las
bebidas no alcohólicas y los helados como el controvertido en los procedimientos
principales. El artículo 3, apartado 2, de dicha Directiva se opone al mantenimiento de
un impuesto sobre las bebidas alcohólicas como el controvertido en los procedimientos
principales.
3)
Las disposiciones del artículo 3, apartado 2, de la Directiva 92/12 no pueden invocarse
en apoyo de demandas relativas a un tributo como el impuesto sobre las bebidas
alcohólicas, que se ha pagado o devengado antes de la fecha de la presente sentencia,
salvo por los demandantes que hayan iniciado una acción judicial o hayan presentado
una reclamación equivalente antes de esta fecha.»
El Abogado General Sr. A. Saggio presentó sus conclusiones en audiencia pública de la
Sala Quinta el 1 de julio de 1999.
Propuso al Tribunal de Justicia que respondiese del siguiente modo:
«1)
2)
El artículo 33, apartado 1, de la Directiva 77/388/CEE del Consejo, de 17 de mayo de
1977, Sexta Directiva en materia de armonización de las legislaciones de los Estados
miembros relativas a los impuestos sobre el volumen de negocios · Sistema común del
Impuesto sobre el Valor Añadido: base imponible uniforme debe interpretarse en el
sentido de que no se opone al mantenimiento de un tributo que grava las entregas a título
oneroso de helados, incluidas las frutas transformadas o agregadas a los mismos, y de
bebidas, incluidos en ambos casos los envases o accesorios vendidos conjuntamente con
dichos productos, en una cuantía del 10 % de la contraprestación en el caso de los
helados y de las bebidas alcohólicas y del 5 % de la contraprestación en el caso de las
bebidas no alcohólicas.
a)
b)
3)
El artículo 3, apartado 2, de la Directiva 92/12/CEE del Consejo de 25 de febrero
de 1992 debe interpretarse en el sentido de que se opone al mantenimiento de un
tributo como el descrito en el apartado 1) supra.
El artículo 3, apartado 3, segunda frase, de la misma norma no se opone al
mantenimiento de dicho tributo en la medida en que grava las bebidas no
alcohólicas y los helados.
El artículo 92, apartado 1, del Tratado CE [actualmente artículo 87 CE, tras su
modificación] debe interpretarse en el sentido de que se opone a una normativa nacional
en virtud de la cual la venta directa de vino está exenta del impuesto sobre las bebidas.»
Asunto C-355/98
Comisión de las Comunidades Europeas / Reino de Bélgica
Libre circulación de personas
9 de marzo de 2000
«Incumplimiento de Estado · Libre circulación de trabajadores · Libertad de establecimiento ·
Libre prestación de servicios · Actividades de vigilancia y de seguridad · Exigencia de
autorización previa · Obligación para las personas jurídicas de tener su establecimiento de
explotación en el territorio nacional · Obligación para los directivos y empleados de residir en
el territorio nacional · Exigencia de una tarjeta de identificación expedida con arreglo a la
normativa nacional»
(Sala Quinta)
Mediante escrito presentado en la Secretaría el Tribunal de Justicia el 29 de septiembre de 1998,
la Comisión de las Comunidades Europeas interpuso un recurso con el fin de que se declare que
el Reino de Bélgica ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud de los artículos
48, 52 y 59 del Tratado CE (actualmente artículos 39 CE, 43 CE y 49 CE, tras su modificación),
al adoptar disposiciones en el marco de la Ley de 10 de abril de 1990 sobre las empresas de
vigilancia, sobre las empresas de seguridad y sobre los servicios internos de vigilancia
a)
que supeditan la explotación de una empresa contemplada por dicha Ley a una
autorización previa para la que se exigen varios requisitos, a saber:
·
la obligación de la empresa de vigilancia de tener un establecimiento de
explotación en Bélgica;
·
la obligación para las personas que
·
se ocupen de la dirección efectiva de una empresa de vigilancia, o de un servicio
interno de vigilancia, o
·
trabajen en una empresa de ese tipo o por cuenta de ella o estén destinadas a sus
actividades, a excepción del personal interno para fines administrativos o
logísticos,
de tener su domicilio o, en su defecto, su residencia habitual en Bélgica;
·
b)
la obligación de una empresa, establecida en otro Estado miembro, de obtener una
autorización, sin que se tomen en cuenta los justificantes y garantías ya
presentados por la empresa para el ejercicio de su actividad en el Estado miembro
de establecimiento;
que exigen, para cualquier persona que desee ejercer una actividad de vigilancia o prestar
un servicio interno de vigilancia en Bélgica, la obtención de una tarjeta de identificación
según dicha Ley.
El Tribunal de Justicia señala que, por lo que respecta a las disposiciones de la Ley en su
redacción vigente al término del plazo fijado en el dictamen motivado, que son el objeto del
presente recurso, el Gobierno belga no niega que constituyan restricciones a la libre circulación
de los trabajadores, a la libertad de establecimiento y a la libre prestación de servicios. Ahora
bien, sostiene que tales medidas están justificadas.
Con carácter previo, es preciso señalar que la excepción prevista en el artículo 55, párrafo
primero, del Tratado, en relación, en su caso, con el artículo 66 del Tratado, no es aplicable al
presente supuesto.
En efecto, según jurisprudencia reiterada, esta excepción debe limitarse a las actividades que,
consideradas en sí mismas, estén relacionadas directa y específicamente con el ejercicio del
poder público.
Por lo general, la actividad de las empresas de vigilancia o de seguridad y de los servicios
internos de vigilancia no está relacionada directa y específicamente con el ejercicio de poder
público y el Gobierno belga no ha presentado pruebas que acrediten lo contrario.
Sobre la obligación de tener el establecimiento de explotación en Bélgica
Hay que señalar que el requisito de que las empresas de vigilancia tengan su establecimiento de
explotación en Bélgica es contrario, de plano, a la libre prestación de servicios, al impedir que
empresas establecidas en otros Estados miembros presten sus servicios en Bélgica.
Dado que la alegación del Gobierno belga según la cual toda empresa de vigilancia puede
constituir una amenaza real y suficientemente grave para el orden público y la seguridad pública
carece manifiestamente de fundamento y que, en cualquier caso, no ha sido demostrada, tal
alegación no sirve para justificar la restricción a la libre prestación de servicios resultante de la
obligación, impuesta a las sociedades que exploten una empresa de este tipo, de tener su
establecimiento de explotación en Bélgica.
Sobre la obligación de residencia
La obligación de residencia impuesta tanto a los directivos como al personal de las empresas de
vigilancia y de servicios internos de vigilancia, a excepción del personal administrativo y
logístico, constituye un obstáculo a la libertad de establecimiento y a la libre circulación de
trabajadores.
Este requisito no puede encontrar justificación en la necesidad de examinar los antecedentes y la
conducta de las personas de que se trate.
En efecto, la necesidad de obtener información sobre la conducta de los directivos y del personal
puede cubrirse por medios menos restrictivos de la libertad de circulación, en su caso mediante la
cooperación entre las autoridades de los Estados miembros.
Además, pueden efectuarse controles y pueden imponerse sanciones a cualquier empresa
establecida en un Estado miembro, independientemente del lugar de residencia de sus directivos.
Sobre la exigencia de una autorización o de una homologación previas
Es jurisprudencia reiterada que una normativa nacional que supedita el ejercicio de determinadas
prestaciones de servicios en el territorio nacional, por parte de una empresa domiciliada en otro
Estado miembro, a la concesión de una autorización administrativa constituye una restricción a la
libre prestación de servicios a efectos del artículo 59 del Tratado.
Por lo que se refiere a la naturaleza específica de las actividades de vigilancia y de seguridad y a
la inexistencia de una normativa a nivel comunitario o en la mayoría de los Estados miembros,
invocadas por el Gobierno belga para justificar dicha exigencia, debe señalarse que, en cualquier
caso, la Ley va más allá de lo necesario para alcanzar el objetivo perseguido, que es el de
garantizar un control estricto de tales actividades.
Pues bien, al exigir a todas las empresas que reúnan los mismos requisitos para la obtención de
una autorización o de una homologación previas, la normativa belga excluye que se tengan en
cuenta las obligaciones a las que el prestador ya está sujeto en el Estado miembro donde está
establecido.
Sobre la exigencia de una tarjeta de identificación
Debe considerarse que el requisito de que todo miembro del personal de una empresa de
vigilancia o de un servicio interno de vigilancia deba estar en posesión de una tarjeta de
identificación, expedida por el Ministro de Interior belga, también constituye una restricción a la
libre prestación de servicios. En efecto, las formalidades para obtener dicha tarjeta de
identificación pueden hacer más onerosa la prestación de servicios transfronterizos.
Además, el prestador de un servicio que accede a otro Estado miembro debe estar en posesión de
una tarjeta de identidad o de un pasaporte. De lo anterior se desprende que la exigencia de un
documento de identidad adicional, expedido por el Ministro de Interior belga, es
desproporcionada en relación con la necesidad de garantizar la identificación de las personas de
que se trate.
El Tribunal de Justicia decidió:
«1)
El Reino de Bélgica ha incumplido las obligaciones que le incumben en virtud de los
artículos 48, 52 y 59 del Tratado CE (actualmente artículos 39 CE, 43 CE y 49 CE, tras
su modificación), al adoptar disposiciones en el marco de la Ley de 10 de abril de 1990
sobre las empresas de vigilancia, sobre las empresas de seguridad y sobre los servicios
internos de vigilancia,
a)
que supeditan la explotación de una empresa contemplada por dicha Ley a una
autorización previa para la que se exigen varios requisitos, a saber:
·
la obligación de la empresa de vigilancia de tener un establecimiento de
explotación en Bélgica;
·
la obligación para las personas que
·
se ocupen de la dirección efectiva de una empresa de vigilancia, o de un
servicio interno de vigilancia, o
·
trabajen en una empresa de ese tipo o por cuenta de ella o estén destinadas a
sus actividades, a excepción del personal interno para fines administrativos o
logísticos,
de tener su domicilio o, en su defecto, su residencia habitual en Bélgica;
2)
·
la obligación de una empresa, establecida en otro Estado miembro, de obtener
una autorización, sin que se tomen en cuenta los justificantes y garantías ya
presentados por la empresa para el ejercicio de su actividad en el Estado
miembro de establecimiento;
b)
que exigen, para cualquier persona que desee ejercer una actividad de
vigilancia o prestar un servicio interno de vigilancia en Bélgica, la obtención de
una tarjeta de identificación según dicha Ley.
Condenar en costas al Reino de Bélgica.»
El Abogado General Sr. F.G. Jacobs presentó sus conclusiones en audiencia pública de la
Sala Quinta el 16 de septiembre de 1999.
Propuso al Tribunal de Justicia:
«1)
Declarar que el Reino de Bélgica ha incumplido las obligaciones que le incumben en
virtud de los artículos 48, 52 y 59 del Tratado CE (tras su modificación, los actuales
artículos 39, 43 y 49 CE), al mantener en vigor la Ley de 10 de abril de 1990 sobre las
empresas de vigilancia, sobre las empresas de seguridad y sobre los servicios internos de
vigilancia, en la medida en que establece un sistema según el cual las empresas de
seguridad deben de tener su establecimiento de explotación en Bélgica, los directivos y el
personal de seguridad deben residir al menos de forma habitual en Bélgica, todos los
tipos de servicios de seguridad requieren una autorización previa y el personal de
seguridad que trabaja en Bélgica debe poseer una tarjeta de identificación expedida por
las autoridades belgas.
2)
Condenar en costas al Reino de Bélgica.»
Tribunal de Primera Instancia
Asunto T-10/99
Miguel Vicente Nuñez / Comisión de las Comunidades Europeas
Estatuto de los funcionarios
9 de marzo de 2000
«Funcionarios · Promoción · Examen comparativo de los méritos · Lista de funcionarios cuyos
méritos se estiman mayores · Lista de funcionarios promovidos · Informe de calificación · Falta
de motivación»
(Sala Tercera)
Asunto T-29/97
Alain Libéros / Comisión de las Comunidades Europeas
Estatuto de los funcionarios
9 de marzo de 2000
«Agente temporal · Clasificación en grado · Experiencia profesional»
(Órgano unipersonal)
2.
CONCLUSIONES
Asunto C-371/98
The Queen / Secretary of State for the Environment, Transport and the Regions, ex parte:
First Corporate Shipping Ltd
Prejudicial · High Court of Justice (Queen's Bench Division) · Interpretación del apartado 3 del
artículo 2 y del apartado 1 del artículo 4 de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo
de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres ·
Delimitación de las zonas de protección especial · Facultad de apreciación de los Estados
miembros · Consideraciones económicas, sociales y culturales · Severn Estuary
El Abogado General Sr. P. Léger presentó sus conclusiones en audiencia pública del
Tribunal de Justicia en Pleno el 7 de marzo de 2000.
Versión española aún no disponible.
Asunto C-448/98
Ministère public / Jean-Pierre Guimont
Prejudicial · Tribunal de police de Belley · Interpretación de lo dispuesto en la letra a) del
artículo 3 y en el artículo 30 y siguientes del Tratado CE (actualmente, artículos 3, 28 y
siguientes CE) · Normativa nacional que prohíbe fabricar o comercializar, bajo la denominación
«Emmenthal», un queso desprovisto de corteza
El Abogado General Sr. A. Saggio presentó sus conclusiones en audiencia pública del
Tribunal de Justicia en Pleno el 9 de marzo de 2000.
Versión española aún no disponible.
Asunto C-261/98
Comisión de las Comunidades Europeas / República Portuguesa
Incumplimiento de Estado · Directiva 76/464/CEE del Consejo, de 4 de mayo de 1976, relativa a
la contaminación causada por determinadas sustancias peligrosas vertidas en el medio acuático
de la Comunidad · No adopción de los programas previstos en el artículo 7 de la Directiva para
las sustancias de la Lista II
El Abogado General Sr. A. Saggio presentó sus conclusiones en audiencia pública de la
Sala Segunda el 9 de marzo de 2000.
Versión española aún no disponible.
Asunto C-412/98
Société Group Josi Reinsurance Company SA / Compagnie d'assurances Universal General
Insurance Company (UGIC)
Prejudicial · Cour d'appel de Versailles · Interpretación del Convenio de Bruselas, artículos 2, 3
y 5 · Ámbito de aplicación personal · Demandante domiciliado en un Estado no contratante
(Canadá) · Demandante domiciliado en un Estado contratante ·Interpretación del Convenio de
Bruselas, artículo 7 y siguientes · Competencia en materia de seguros · Inclusión o no del
reaseguro
El Abogado General Sr. N. Fennelly presentó sus conclusiones en audiencia pública de la
Sala Sexta el 9 de marzo de 2000.
Versión española aún no disponible.
3.
NUEVOS ASUNTOS
Tribunal de Justicia
Asunto C-512/99
Alemania / Comisión
Anulación de la Decisión K (1999) 3490 endg. de la Comisión, de 26 de octubre de 1999, por la
que se rechazan las disposiciones proyectadas por Alemania más restrictivas que las previstas en
la Directiva 97/69/CE de la Comisión, de 5 de diciembre de 1997, por la que se adapta al
progreso técnico por 23a vez la Directiva 67/548/CEE del Consejo, relativa a la aproximación de
las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas en materia de clasificación, envasado
y etiquetado de las sustancias peligrosas · «Novedades científicas» (artículo 95, apartado 5, CE) ·
«Problema específico del Estado miembro de que se trate» (artículo 95, apartado 5, CE)
Asunto C-513/99
Stagecoach Finland / Helsingin kaupunki y HKL-Bussiliikenne
Prejudicial · Korkein hallinto-oikeus · Interpretación de los artículos 2, apartados 1, 2 y 4, y 34,
apartado 1, de la Directiva 93/38/CEE del Consejo, de 14 de junio de 1993, sobre coordinación
de los procedimientos de adjudicación de contratos en los sectores del agua, de la energía, de los
transportes y de las telecomunicaciones, y del artículo 36, apartado 1, de la Directiva 92/50/CEE
del Consejo, de 18 de junio de 1992, sobre coordinación de los procedimientos de adjudicación
de los contratos públicos de servicio · Ámbitos de aplicación respectivos de las Directivas:
municipio adjudicador que organiza los servicios de transporte en autobús al que pertenece una
entidad, económicamente independiente, que participa como licitador · Consideración de
criterios relativos a la protección del medio ambiente para determinar la oferta económicamente
más ventajosa · Procedencia cuando la entidad municipal licitadora se ajusta más fácilmente a
dichos criterios
Asunto C-514/99
Francia / Comisión
Anulación de la decisión de la Comisión por la que ésta se negó a modificar o a revocar la
Decisión 1999/514/CE de la Comisión, por la que se fija la fecha en la que, de conformidad con
el apartado 5 del artículo 6 de la Decisión 98/256/CE, puede iniciarse la expedición desde el
Reino Unido de productos bovinos con arreglo al régimen de exportación basado en una fecha ·
Decisión «conocida» en virtud de la declaración de un miembro de la Comisión y,
posteriormente, en virtud de un requerimiento al Estado miembro · Principio de precaución en
materia de salud pública · Apreciación de los riesgos · Defecto de motivación
Asuntos acumulados C-515/99, C-527/99 a C-540/99
Hans Reisch y otros / Bürgermeister
Grundverkehrsbeauftragter des Landes Salzburg
der
Landeshauptstadt
Salzburg,
Prejudicial · Unabhängiger Verwaltungssenat Salzburg · Interpretación de los artículos 73 B y
siguientes del Tratado CE (actualmente, artículos 56 CE y siguientes) · Normativa nacional en
virtud de la cual la adquisición de bienes inmuebles queda sujeta a una declaración de que no
serán usados como residencia secundaria y a la confirmación de esta declaración por la autoridad
competente · Régimen encubierto de aprobación previa
Asunto C-516/99
Walter Schmid / Finanzamt für den 9., 18. und 19. Bezirk in Wien
Prejudicial · Berufungssenat de la Finanzlandesdirektion für Wien, Niederösterreich und
Burgenland · Interpretación de los artículos 73 B y 73 D del Tratado CE (actualmente, artículos
56 y 58 CE) · Normativa nacional en materia de tributación de los dividendos distribuidos ·
Aplicación de un tipo impositivo del 25 %, con efecto liberatorio, a los dividendos de origen
nacional y de un tipo que puede llegar al 50 %, sin efecto liberatorio, para los dividendos de
origen extranjero
Asunto C-517/99
Merz & Krell GmbH & Co / Deutsches Patentamt
Prejudicial · Bundespatentgericht · Interpretación del artículo 3, apartado 1, letra d), de la
Directiva 89/104/CEE del Consejo, de 21 de diciembre de 1988, Primera Directiva relativa a la
aproximación de las legislaciones de los Estados miembros en materia de marcas · Marcas que se
compongan exclusivamente de signos o indicaciones que se hayan convertido en habituales en el
lenguaje común o en las costumbres leales y constantes del comercio · Exigencia o no de que
exista una relación directa entre dichos signos o indicaciones y los productos de que se trate
Asunto C-518/99
Richard Gaillard / Alaya Chekili
Prejudicial · Cour d'appel de Bruxelles · Interpretación del artículo 16, número 1, letra a), del
Convenio de Bruselas · Concepto de «en materia de derechos reales inmobiliarios» · Acción de
resolución de la venta de un inmueble y en pago de los daños e intereses a consecuencia de esta
resolución
Asuntos acumulados C-519/99 a C-526/99
Anton Lassacher, Anton Schäfer y otros / Grundverkehrsbeauftragter des Landes
Salzburg, Grundverkehrslandeskommission des Landes Salzburg
Véase el asunto C-515/99
Asuntos acumulados C-541/99, C-542/99
Cape Snc / Idealservice Srl
Idealservice MN RE Sas / O.M.A.I. Srl
Prejudicial · Giudice di Pace di Viadana · Interpretación de artículo 2, letra b), de la Directiva
93/13/CEE del Consejo, de 15 de abril de 1993, sobre las cláusulas abusivas en los contratos
celebrados con consumidores · Concepto de consumidor · Empresa que celebra un contrato tipo
con otra empresa para la adquisición de bienes o la obtención de servicios en beneficio exclusivo
de sus propios empleados
Asunto C-1/00
Comisión / Francia
Incumplimiento de Estado · Artículos 28 y 10 del Tratado CE · Negativa a adoptar las medidas
necesarias para dar cumplimiento a la Decisión 98/256/CE del Consejo de 16 de marzo de 1998
relativa a medidas de emergencia en materia de protección contra la encefalopatía espongiforme
bovina y por la que se modifica la Decisión 94/474/CE y se deroga la Decisión 96/239/CE, y a la
Decisión 1999/514/CE de la Comisión, de 23 de julio de 1999, por la que se fija la fecha en la
que, de conformidad con el apartado 5 del artículo 6 de la Decisión 98/256/CE, puede iniciarse la
expedición desde el Reino Unido de productos bovinos con arreglo al régimen de exportación
basado en una fecha
Asunto C-2/00
Michael Hölterhoff / Ulrich Freiesleben
Prejudicial · Oberlandesgericht Düsseldorf · Interpretación del artículo 5, apartado 1, letras a) y
b), de la Primera Directiva 89/104/CEE del Consejo, de 21 de diciembre de 1988, relativa a la
aproximación de las legislaciones de los Estados Miembros en materia de marcas · Uso de la
marca susceptible de ser prohibido por su titular · Uso para indicar las cualidades específicas de
la mercancía (y no su procedencia de una determinada empresa)
Asunto C-3/00
Dinamarca / Comisión
Anulación de la Decisión K (1999) 3416 mediante la cual la Comisión se negó a aprobar las
disposiciones nacionales por las que se introducen excepciones a la Directiva 95/2/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de febrero de 1995, relativa a aditivos alimentarios
distintos de los colorantes y edulcorantes · Artículo 100 A, apartado 4, del Tratado CE
(actualmente artículo 95 CE, tras su modificación) · Requisitos para el mantenimiento de
disposiciones nacionales por las que se introducen excepciones a una medida de armonización,
justificadas por la protección de la salud
Asunto C-4/00
Comisión / Francia
Incumplimiento de Estado · Artículos 43 y 48 del Tratado CE (actualmente artículos 43 CE y 48
CE, tras su modificación) · Requisitos de atribución del pabellón francés a buques de la marina
mercante · Requisitos de nacionalidad de los titulares del capital social y de los administradores
4.
COMUNICACIÓN
CONTRIBUCIÓN DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA Y DEL TRIBUNAL DE PRIMERA
INSTANCIA A LA CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL
El Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia desean llamar la atención de los
Estados miembros y de las Instituciones sobre la importancia de que la Conferencia
Intergubernamental decida sobre ciertas modificaciones de los Tratados que permitirán al
sistema jurisdiccional de la Unión Europea continuar desempeñando en condiciones
satisfactorias la misión que tiene atribuida.
El buen funcionamiento de este sistema jurisdiccional depende del número de miembros
de los órganos jurisdiccionales, pero también de las facilidades de que dispongan éstos
para adaptarse a la evolución de su actividad. El presente documento, que
deliberadamente deja al margen la cuestión de la composición de los órganos
jurisdiccionales, se concentra en las reglas de atribución de competencia y en las normas
procesales que figuran en los Tratados y que, en opinión de esta Institución, deberían ser
modificadas.
El Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia se remiten, en cuanto al análisis
de la situación actual, a su documento de reflexión de mayo de 1999 sobre el futuro del
sistema jurisdiccional de la Unión Europea, y observan que las tendencias señaladas en
aquel documento se han visto, entre tanto, confirmadas. En la presente contribución se
limitarán a presentar las propuestas de modificación del Tratado CE cuya adopción
consideran prioritaria.
El Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia no ignoran el interés de otras
propuestas que figuran, entre otros documentos, en el informe del grupo de reflexión
sobre el futuro del sistema jurisdiccional de las Comunidades Europeas presentado a la
Comisión en enero de 2000. Conciben las propuestas contenidas en la presente
contribución, no como el resultado de la reflexión emprendida sobre la Justicia
comunitaria del mañana, reflexión que debe seguir su curso, sino como medidas mínimas
destinadas a ofrecer a la Institución la flexibilidad necesaria para poder adaptarse de
forma inmediata al crecimiento y la diversificación de su función.
I.
EXPLICACIÓN DE LAS MODIFICACIONES DEL TRATADO CE
PROPUESTAS POR EL TRIBUNAL DE JUSTICIA Y EL TRIBUNAL DE
PRIMERA INSTANCIA
En el tercer capítulo de su documento de reflexión sobre el futuro del sistema
jurisdiccional de la Unión Europea, transmitido al Consejo el 10 de mayo de 1999, el
Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia enumeraban ciertas adaptaciones
que no afectaban a la arquitectura judicial de la Comunidad y que, por consiguiente,
podían adoptarse sin mayor dilación, aunque suponían una modificación de normas
contenidas en los Tratados. Las propuestas presentadas al respecto consistían en la
atribución al Tribunal de Justicia y al Tribunal de Primera Instancia de la facultad de
modificar por sí mismos sus respectivos Reglamentos de Procedimiento, en la
introducción de un mecanismo de filtrado de los recursos de casación contra las
sentencias del Tribunal de Primera Instancia y en la adaptación del modo de tramitar el
contencioso en materia de función pública comunitaria.
Las modificaciones del Tratado CE que se sugieren a continuación son la materialización
de estas tres propuestas.
Las modificaciones incluyen asimismo dos sugerencias del informe del Grupo de
reflexión creado por la Comisión que han sido aprobadas por el Tribunal de Justicia y el
Tribunal de Primera Instancia. En primer lugar, se trata de prever la posibilidad de que,
en su momento y para ciertas materias pertenecientes a «contenciosos específicos», el
Consejo decida por unanimidad, según el procedimiento descrito en el apartado 2 del
artículo 225, atribuir al Tribunal de Primera Instancia competencia para responder a
cuestiones prejudiciales. La segunda sugerencia es permitir que, en materias como la
propiedad industrial y comercial, y a semejanza del contencioso sobre función pública
comunitaria, se atribuya a salas de recurso competencia jurisdiccional para dirimir litigios
antes de que éstos sean sometidos al Tribunal de Primera Instancia y, posteriormente, al
Tribunal de Justicia.
1.
Procedimiento de modificación de los Reglamentos de Procedimiento
La exigencia de la aprobación unánime del Consejo para cualquier modificación de los
Reglamentos de Procedimiento del Tribunal de Justicia y del Tribunal de Primera
Instancia puede convertirse, en una Unión ampliada, en un factor de rigidez perjudicial
para la necesaria adaptación de los órganos jurisdiccionales a sus nuevas tareas, rigidez
tanto menos necesaria si se tiene en cuenta que la mayoría de las disposiciones procesales
que presentan una especial importancia, desde el punto de vista institucional o político,
figuran en el Estatuto. Obsérvese además que otros órganos jurisdiccionales, como el
Tribunal Internacional de Justicia o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, adoptan
por sí mismos sus reglamentos de procedimiento.
Por estos motivos, el Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia proponen,
con carácter principal, suprimir, al final del párrafo tercero del artículo 245 y al final del
apartado 4 del artículo 225, los términos: «Dicho reglamento requerirá la aprobación
unánime del Consejo».
Con carácter subsidiario, proponen que, en los dos artículos mencionados, la frase
suprimida se sustituya por la frase siguiente: «Dicho reglamento requerirá la aprobación
del Consejo», o bien por la frase: «Dicho reglamento requerirá la aprobación del Consejo,
que decidirá por mayoría cualificada».
Esta medida podría, en su caso, acompañarse de la inclusión en el Título III del Estatuto
de aquellas normas procesales que aún no figuren en él y que, a juicio de las Instituciones
o los Estados miembros, deban reservarse a la competencia y decisión unánime del
Consejo.
2.
Filtrado de los recursos de casación
La propuesta del Tribunal de Justicia y del Tribunal de Primera Instancia es permitir que,
en ciertos casos, el Tribunal de Justicia pueda restringir la posibilidad de interponer
recursos de casación contra las resoluciones dictadas por el Tribunal de Primera
Instancia. Así ocurriría, en particular, cuando, como en el caso de la marca comunitaria o,
de aceptarse la propuesta formulada en el apartado 4, en los litigios en materia de función
pública, el asunto hubiera sido ya examinado por una instancia de recurso que resuelva
conforme a Derecho y, posteriormente, por el Tribunal de Primera Instancia.
La modificación consistiría en suprimir en la primera frase del apartado 1 del artículo 225
los términos: «sin perjuicio de un recurso ante el Tribunal de Justicia limitado a las
cuestiones de Derecho y en las condiciones establecidas por el Estatuto», y en añadir al
final del apartado una nueva frase que aclare que las resoluciones del Tribunal de Primera
Instancia podrán ser objeto de un recurso de casación con los límites y en las condiciones
que se fijen en el Estatuto.
Esta fórmula mantiene, en principio, la afirmación del derecho a recurrir en casación,
pero permite que el Consejo, por unanimidad y a petición del Tribunal de Justicia, previa
consulta al Parlamento Europeo y a la Comisión, modifique el Título IV del Estatuto y
determine respecto a qué categorías de asuntos puede establecerse un filtrado de los
recursos de casación.
3.
Posibilidad de atribuir competencias prejudiciales al Tribunal de Primera
Instancia
La presente propuesta permitiría, en caso necesario, confiar al Tribunal de Primera
Instancia, mediante modificación del Estatuto, la tarea de responder a las cuestiones
prejudiciales que planteasen los órganos jurisdiccionales nacionales en ciertos
contenciosos circunscritos y específicos en los que el interés comunitario no exigiera
reservar tal función exclusivamente al Tribunal de Justicia.
Las resoluciones dictadas por el Tribunal de Primera Instancia en ejercicio de esta
competencia no serían recurribles en casación, ya que, de lo contrario, se alargaría
excesivamente el procedimiento prejudicial. Sin embargo, en las condiciones que se
establezcan, el Tribunal de Justicia debería poder examinar la decisión prejudicial del
Tribunal de Primera Instancia en aquellos casos, por definición, excepcionales, en los que
un nuevo examen de la cuestión resultara necesario para salvaguardar la unidad y la
coherencia del Derecho comunitario.
4.
Adaptación de la tramitación del contencioso en materia de función pública
Para permitir una mejor utilización de los recursos del Tribunal de Primera Instancia y
limitar los recursos de casación ante el Tribunal de Justicia, se propone que los litigios
entre la Comunidad y sus agentes se sometan obligatoriamente a una sala de recurso,
facultada para resolver conforme a Derecho, antes de poder plantearse ante el Tribunal de
Primera Instancia.
Esta sala, como ha sugerido el Grupo de trabajo creado por la Comisión, tendría carácter
jurisdiccional, con el fin de ofrecer a los agentes que son parte del litigio las garantías
procesales necesarias. Ello permitiría restringir el ejercicio del recurso de casación ante el
Tribunal de Justicia contra las sentencias que el Tribunal de Primera Instancia dictaría, en
realidad, en segunda instancia.
El carácter jurisdiccional de la sala de recurso no debería impedirle actuar asimismo
como órgano de conciliación.
5.
Posibilidad de crear otras salas de recurso de carácter jurisdiccional
La inexistencia de base jurídica en el Tratado hace que actualmente sea problemática la
creación, mediante actos de Derecho derivado, de instancias de carácter jurisdiccional.
Ahora bien, tales instancias responden a una necesidad ya observada o previsible,
especialmente en materia de Derecho de la propiedad industrial y comercial, como ha
señalado el informe del Grupo de reflexión creado por la Comisión. La ambigüedad en
cuanto al estatuto de estas instancias impediría conocer con la necesaria claridad los
recursos existentes contra sus decisiones.
Se propone insertar en el Tratado la base jurídica necesaria añadiendo un nuevo apartado
al artículo 236, que en su apartado 1 atribuiría, precisamente, competencia a una sala de
recurso en materia de función pública.
II.
TEXTO MODIFICADO DE LOS ARTÍCULOS
AFECTADOS POR LAS PROPUESTAS
DEL
TRATADO
CE
ARTÍCULO 225
1.
Se agrega al Tribunal de Justicia un Tribunal encargado de conocer en primera instancia
de las categorías de recursos definidas en las condiciones establecidas en el apartado 3.
Las resoluciones adoptadas por el Tribunal de Primera Instancia sobre tales recursos
podrán ser objeto de un recurso de casación ante el Tribunal de Justicia, limitado a las
cuestiones de Derecho, con los límites y en las condiciones que se fijen en el Estatuto
según el procedimiento previsto en el apartado 3.
2.
Asimismo podrá atribuirse al Tribunal de Primera Instancia competencia para conocer de
cuestiones prejudiciales, planteadas en virtud del artículo 234, en ciertas materias
definidas en las condiciones establecidas en el apartado 3. Las decisiones prejudiciales
del Tribunal de Primera Instancia podrán ser examinadas por el Tribunal de Justicia, con
los límites y en las condiciones que se fijen en el Estatuto según el procedimiento
previsto en el apartado 3, si el Tribunal de Justicia lo estimare necesario para garantizar la
unidad y la coherencia del Derecho comunitario.
3.
A instancia del Tribunal de Justicia y previa consulta al Parlamento Europeo y a la
Comisión, el Consejo determinará por unanimidad las categorías de recursos
contempladas en el apartado 1, la lista de materias a las que se refiere el apartado 2 y la
composición del Tribunal de Primera Instancia, y aprobará las adaptaciones y
disposiciones complementarias del Estatuto del Tribunal de Justicia que sean precisas.
Salvo decisión en contrario del Consejo, las disposiciones del presente Tratado relativas
al Tribunal de Justicia, y en particular las disposiciones del Protocolo sobre el Estatuto
del Tribunal de Justicia, serán aplicables al Tribunal de Primera Instancia.
4.
Los miembros del Tribunal de Primera Instancia serán elegidos entre personas que
ofrezcan absolutas garantías de independencia y que posean la capacidad necesaria para
el ejercicio de funciones jurisdiccionales; serán designadas de común acuerdo por los
Gobiernos de los Estados miembros por un período de seis años. Cada tres años tendrá
lugar una renovación parcial. Los miembros salientes podrán ser nuevamente designados.
5.
El Tribunal de Primera Instancia establecerá su reglamento de procedimiento de acuerdo
con el Tribunal de Justicia. [Dicho reglamento requerirá la aprobación del Consejo.]
[Dicho reglamento requerirá la aprobación del Consejo, que decidirá por mayoría
cualificada.]
ARTÍCULO 236
1.
Será competente para pronunciarse sobre los litigios entre la Comunidad y sus agentes
una Sala de Recurso, cuya composición y régimen de funcionamiento fijará el Consejo en
las condiciones previstas en el artículo 283. Las decisiones de la Sala podrán ser
recurridas ante el Tribunal de Justicia en las condiciones que establezca el Estatuto de los
Funcionarios o que resulten del régimen aplicable a los demás agentes.
2.
En las condiciones establecidas en el apartado 3 del artículo 225, podrán crearse otras
Salas de Recurso, encargadas de ejercer en primera instancia, en ciertos ámbitos
específicos, competencias jurisdiccionales en virtud del presente Tratado o de actos
adoptados en ejecución de él. Las decisiones de estas Salas podrán ser recurridas ante el
Tribunal de Justicia en las condiciones fijadas por el Estatuto del Tribunal de Justicia
según el procedimiento previsto en el apartado 3 del artículo 225.
ARTÍCULO 245
El Estatuto del Tribunal de Justicia se fijará en un protocolo independiente.
El Consejo, por unanimidad, a petición del Tribunal de Justicia y previa consulta a la Comisión y
al Parlamento Europeo, podrá modificar las disposiciones del título III del Estatuto.
El Tribunal de Justicia establecerá su reglamento de procedimiento. [Dicho reglamento requerirá
la aprobación del Consejo.] [Dicho reglamento requerirá la aprobación del Consejo, que decidirá
por mayoría cualificada.]
Luxemburgo, 25 de febrero de 2000
Nueva forma de citar los artículos de los Tratados.
Recuérdese que los números 21/99 y 22/99 del Boletín de Actividades contienen una nota
informativa sobre la nueva forma de citar los artículos de los Tratados en los textos del Tribunal
de Justicia y del Tribunal de Primera Instancia.
(1)
1:
Este boletín lo prepara la División de Prensa e Información del Tribunal de Justicia
(L-2925 Luxemburgo) para proporcionar a los lectores una información rápida
sobre el trabajo de la Institución. No obstante, el único texto auténtico de las
sentencias y de las conclusiones es el publicado posteriormente en la «Recopilación
de la Jurisprudencia del Tribunal de Justicia y del Tribunal de Primera Instancia».
La información contenida en este boletín puede ser reproducida como tal, con
mención de su fuente.
Lengua original: francés
Cierre de la redacción: 10.03.2000
N. de catálogo: QD-AC-00-008-ES-C
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