Finalidad de la Gestión Empresarial La finalidad de la gestión empresarial se enfoca en la constante necesidad de la sociedad de adquirir nuevos productos y servicios de calidad. El suministro de bienes y servicios de calidad es la obligación más elemental de una empresa. Para que una empresa sea exitosa, debe existir un nivel de armonía muy elevado entre los integrantes de ésta. La armonía beneficia el funcionamiento interno de la empresa, y por consiguiente incrementa la productividad. El éxito de una correcta gestión empresarial dependerá de algunos factores como por ejemplo: la localización, la competencia, el acceso a las fuentes de financiamiento, la calidad del producto, los canales de distribución, etc. Sin embargo, el empresario puede crear su propio modelo de gestión adaptándose a sus habilidades empresariales y recursos disponibles actuales y futuros. Para que haya éxito en una empresa es necesario que una persona desarrolle competencias; que sea capaz de solucionar problemas y obtener resultados de manera eficiente. La persona que es competente puede proporcionar evidencia; es decir, mostrar la posesión individual de un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que le permiten contar con una base para el desempeño eficaz dentro de una organización y le permita ejercer liderazgo. Una persona competente tiene una mente muy bien organizada y es capaz de adaptarse a las diferentes circunstancias que acontezcan en su vida diaria. Es indispensable la confianza en uno mismo y tener una actitud positiva en todo momento. También es importante saber trabajar en equipo porque un buen trabajo grupal nos permitirá tener información de nuestros contactos y obtener resultados de manera conjunta. ¿Cuál es la finalidad de la gestión empresarial? La finalidad de la gestión empresarial tiene como principal propósito los cambios tecnológicos que acontecen al mundo día con día. Estos cambios se derivan de la constante necesidad de la sociedad de obtener nuevos productos que sean actualizados, vanguardistas y a un precio considerable. La correcta gestión en una empresa se considera de suma importancia porque nos permite crear una estructura global de los mercados y por ende una mayor demanda de calidad y servicios en los productos. Gestionar adecuadamente una empresa implica lograr esfuerzos conjuntos, cumplir las metas y objetivos planteados, y obtener resultados satisfactorios. Lograr que el personal se sienta a gusto trabajando en la empresa y a gusto consigo mismo. Del párrafo anterior podemos concluir que gestionar adecuadamente una empresa, nos permite poner en práctica nuestros valores y generar un ambiente de confianza con el fin de ofrecer cada vez mejores servicios. Según Laborda1 (2004), “La gestión en una empresa puede ser analizada desde las ópticas de un proceso o de un sistema, que reconoce la existencia de tres etapas principales: planificación, dirección y control”. Estas tres etapas nos permiten obtener éxito en la empresa u organización, y mantenerlo. Existen ciertas pautas fundamentales que los empresarios o administradores deben tomar en cuenta para gestionar adecuadamente un negocio, como por ejemplo: Cuidar a los clientes y colaborar con ellos. Encontrar a los clientes que sean necesarios. Descubrir qué quieren nuestros clientes y averiguar cuáles son sus necesidades. Satisfacer las necesidades de nuestros clientes. Tener la capacidad de resolver problemas con los productos y servicios. El éxito de una correcta gestión empresarial dependerá de algunos factores como por ejemplo: la localización, la competencia, el acceso a las fuentes de financiamiento, la calidad del producto, los canales de distribución, etc. Sin embargo, el empresario puede crear su propio modelo de gestión adaptándose a sus habilidades empresariales y recursos disponibles actuales y futuros. Las personas que gestionan la empresa deben pensar primero qué es lo que quieren y luego hacerlo, siempre y cuando controlando lo que se había pensado hacer. Los gestores empresariales tienen la capacidad de: Desarrollar al trabajador. Incrementar la motivación del personal. Mejorar la ejecución de sus funciones, actividades y tareas. Incrementar la eficiencia en la empresa u organización. Los gestores empresariales toman decisiones importantes y eligen entre alternativas diversas. La calidad de estas decisiones determina su eficacia para la solución de problemas. La capacidad de los gestores en la toma de decisiones para adoptar una determinada línea de acción influye en su capacidad analítica. La capacidad analítica se identifica, en realidad, con las habilidades de diagnosticar y evaluar lo que nos rodea. Es necesaria para la comprensión del problema y para desarrollar un plan de acción. Sin pericia analítica, no pueden abrigarse esperanzas de éxito a largo plazo. Dado que los gestores realizan gran parte de su trabajo con ayuda de otras personas, su capacidad para trabajar con otros, comunicarse adecuadamente con ellos, entenderlos y comprenderlos es vital. 1 Laborda Castillo, L. (2004). Fundamentos de Gestión Empresarial. (3° ed). Argentina: Valleta Las capacidades para tratar con las personas que nos rodean son esenciales en todos y cada uno de los niveles de la organización: son el reflejo de la capacidad de liderazgo de un buen gestor. Para que exista el liderazgo en una empresa u organización es necesario que se desarrollen competencias. Para Spencer & Spencer2, define competencia como "Una característica subyacente de un individuo que está causalmente relacionada con un rendimiento efectivo o superior en una situación o trabajo”. Las competencias se pueden clasificar en: Competencias de logro y acción. Competencias de ayuda y servicio. Competencias de influencia. Competencias gerenciales. Competencias cognoscitivas. Competencia de eficacia personal. Una persona que desarrolla competencias es capaz de solucionar problemas y obtener resultados de manera eficiente. La persona que es competente puede proporcionar evidencia; es decir, mostrar la posesión individual de un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que le permiten contar con una base para el desempeño eficaz dentro de una organización y le permita ejercer liderazgo. persona competente tiene una mente muy bien organizada y es capaz de adaptarse a las diferentes circunstancias que acontezcan en su vida diaria. Es indispensable la confianza en uno mismo y tener una actitud positiva en todo momento. También es importante saber trabajar en equipo porque un buen trabajo grupal nos permitirá tener información de nuestros contactos y obtener resultados de manera conjunta. Una de las normas que debe tener toda persona que ejerce liderazgo es tratar a los demás como le gustaría que la tratasen. Ponerse en el lugar de la gente que nos rodea nos permite tener un panorama amplio, y con el paso del tiempo se va adquiriendo el hábito de observar la debida consideración por los demás. Otro aspecto importante relacionado con la finalidad de la gestión empresarial es la motivación. El empresario que triunfa gestiona su habilidad para lograr motivar a sus trabajadores. 2 Spencer & Spencer (1993). Definición de Competencias. Disponible en red: http://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/complab/doc/otros/sel_efe/i.htm Una De acuerdo a Slim3 (2008), Las motivaciones más comunes entre empresario y trabajador son: Fomentar el amor propio en sus trabajadores. Mantener informado al personal. Mantenerse en contacto. Hablar del problema, no de la persona. Motivar a los trabajadores y aconsejarlos les ayuda a tener ideas originales y ponerlas en práctica. Tratar a los trabajadores constantemente y preocuparse por ellos y estar pendientes, nos permite fortalecer sus cualidades y corregir sus debilidades. Crear un ambiente de confianza entre los gestores y trabajadores es esencial porque mejoran sus habilidades interpersonales y laborales y sus estados mentales y emociones. Para que exista la confianza es importante llevar a cabo una comunicación eficaz porque nos permite conseguir compromisos y sobre todo resultados mediante la superación personal. En conclusión, la finalidad de la gestión empresarial debe tener en cuenta cinco aspectos principales: 3 La misión y la visión de la empresa u organización. Los objetivos y las metas. Una estructura global de los mercados. Comunicación eficaz. Calidad y mejores servicios. Slim, Helú, C. (2007). Un Empresario Ejemplar. Disponible en red: http://www.carlosslim.com/biografia.html