La expropiación es un medio forzoso del Estado para privar de la

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ESTUDIO R-1025- COMISIÓN NACIONAL DEL AGUA
Antecedentes
El día 3 de agosto de 2004, por medio de escrito libre s/n, el entonces peticionario promovió
ante la Unidad de enlace de la Comisión Nacional del Agua, una solicitud de acceso a aquella
información conducente a determinar:
a) Si el Decreto Expropiatorio del 10 de agosto de 1987 publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 12 de agosto del mismo año, afectó inmuebles dentro del municipio de Zumpango,
Estado de México;
b) De ser el caso, mencionar individualmente cada uno de los inmuebles afectados; la superficie
en que cada uno de ellos fue afectado y asignar aquellos datos (denominación, medidas, rumbos,
linderos, colindancias, etc.) que permitan su identificación y localización en un plano [sic].
Con fecha de 26 de agosto de 2004, el Gerente regional de aguas del Valle de México de la
Comisión Nacional del Agua —CONAGUA, en lo sucesivo—, respondió, respecto a la parte de
la solicitud, que:
el primer párrafo del ARTÍCULO PRIMERO del ‘DECRETO por el que por causa de utilidad pública
se expropia a favor del Gobierno Federal, una superficie aproximada de 6,700-00-00 hectáreas de
terrenos de propiedad particular que se incorporarán al riego y que se encuentran, comprendidas
dentro de las 30,000-00-00 hectáreas aproximadamente que constituyen el Distrito de Riego Los
Insurgentes”, publicado en el Diario Oficial de la Federación el día miércoles 12 de agosto de 1987,
se menciona entre otros, al municipio el cual usted cita en su solicitud [sic].
Por lo que respecta al inciso “b)” de su escrito de referencia [...] le informo que después de una
búsqueda exhaustiva en los archivos de esta Unidad Administrativa, no se encontró documento
que permita atender cabalmente su petición de “...mencionar individualmente cada uno de los
inmuebles afectados; la superficie en que cada uno de ellos fue afectado y asignar aquellos datos
(denominación, medidas, rumbos, linderos, colindancias, etc.) que permitan su identificación y
localización en un plano [sic].
Por lo anterior comunico a Usted que [...] en caso de persistir su interés, en la petición mencionada
en su escrito de referencia, le agradeceré proporcionar mayores datos o precisar elementos que
permitan nuevamente realizar una búsqueda, en los acervos documentales de esta Gerencia
Regional de Agual del Valle de México y Sistema Cutzamala [sic].
El peticionario interpuso recurso de revisión ante el IFAI por no quedar satisfecho con la
respuesta de la Comisión Nacional del Agua.
Estudio
El Comisionado ponente del presente recurso de revisión solicitó a la DGEI un análisis “sobre
los estudios de impacto de ese tipo de expropiaciones”. Al respecto, la DGEI estimo
conveniente realizar un marco introductorio el cual reseña brevemente el procedimiento de
expropiación en México. A tal efecto se revisó bibliografía especializada sobre la materia así
como las disposiciones jurídicas aplicables: la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la Ley de Expropiación, la Ley de Obras Públicas, la Ley de Aguas Nacionales, la
Ley Agraria, y la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica. En segundo lugar, la DGEI
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verificó el proceso de expropiación que por causa de utilidad pública ejerció el Estado
mexicano en diversos predios del estado de México para dar lugar al distrito de riego “Los
Insurgentes”. Al tenor, se compendiaron y analizaron diversos decretos publicados entre 1986
y 1989 en el Diario Oficial de la Federación en los cuales se alude al municipio de Zumpango
—objeto central de la litis del presente recurso de revisión—. Finalmente, la DGEI somete a
consideración diversas alternativas que pudieran coadyuvar a satisfacer los requerimientos de
acceso a la información.
I.- Marco teórico general sobre expropiaciones en México
Se entiende por expropiación el “acto de despojar legalmente de una cosa a su propietario, por
motivos de utilidad pública, otorgándole una indemnización justa”.1 Toda expropiación se
realiza por “causa de utilidad pública”, lo cual significa que de aquella se debe obtener un
beneficio manifiesto y demostrado pericialmente; lo que se busca es que la beneficiaria de una
expropiación por causa de utilidad pública, sólo sea la colectividad donde ninguna otra
corporación pueda erigirse como sustituta de aquella. Grosso modo, se trata de una operación
del poder público (federal o estatal) por la cual éste impone a un particular la cesión de su
propiedad mediante ciertos requisitos, de los cuales el principal es la expropiación. 2
La expropiación está prevista en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
la Ley de Expropiación, la Ley de Obras Públicas, la Ley de Aguas Nacionales, la Ley Agraria,
la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica y en las Constituciones de las entidades
federativas.
El artículo 27º de la Constitución establece que:
[...]Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización. La
nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte
el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos
naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública,
cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de
vida de la población rural y urbana [...] Las leyes de la federación y de los estados en sus respectivas
jurisdicciones, determinarán los casos en que sea de utilidad pública la ocupación de la propiedad
privada, y de acuerdo con dichas leyes la autoridad administrativa hará la declaración correspondiente.
El precio que se fijará como indemnización a la cosa expropiada, se basará en la cantidad que como valor
fiscal de ella figure en las oficinas catastrales o recaudadoras, ya sea que éste valor haya sido manifestado por
el propietario o simplemente aceptado por él de un modo tácito por haber pagado sus contribuciones con esta
base.
Para que el gobierno federal pueda ejercer la expropiación de un inmueble en posesión de un
particular, debe, en todo caso, actualizar alguno de los supuestos de utilidad pública previstos
en el artículo 1º de la Ley de Expropiación, entre los cuales destacan:
I.- El establecimiento, explotación o conservación de un servicio público;
II.- La apertura, ampliación o alineamiento de calles, la construcción de calzadas, puentes, caminos y túneles
para facilitar el tránsito urbano y suburbano;
1
2
Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diccionario jurídico mexicano, México, UNAM-Porrúa, 1994.
Gabino Fraga, Derecho administrativo, tomo II, México, Porrúa, 1976.
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2
III.- El embellecimiento, ampliación y saneamiento de las poblaciones y puertos, la construcción de hospitales,
escuelas, parques, jardines, campos deportivos o de aterrizaje, construcciones de oficinas para el Gobierno
Federal y de cualquier obra destinada a prestar servicios de beneficio colectivo [...];
X.- Las medidas necesarias para evitar la destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad
pueda sufrir en perjuicio de la colectividad;
XI.-La creación o mejoramiento de centros de población y de sus fuentes propias de vida;
XII.- Los demás casos previstos por leyes especiales.
La expropiación se efectúa mediante un procedimiento administrativo que tiene forma de juicio.
El proceso de expropiación comienza con la integración del expediente administrativo y
culmina con la expedición del decreto correspondiente, en el cual se establece la
indemnización a la que tiene derecho el particular con base en los estudios y avalúos
periciales correspondientes, sufragados, en la mayoría de los casos por el erario federal o
estatal por medio de la Comisión Nacional de Avalúos de Bienes Nacionales (CABIN).
La expropiación de bienes inmuebles deriva en la construcción de proyectos, los cuales
normalmente comprenden diversas obras públicas que en la mayoría de los casos implican la
ocupación de superficies y la afectación de bienes —los cuales pueden ser distintos a la
tierra—. En todo caso, el proyecto que justifica la expropiación debe realizarse en el tiempo
estipulado en el decreto y en estricto apego al objetivo fijado en el mismo. De no ser así, el
particular puede ejercer acción administrativa en contra de la autoridad que expidió el decreto y
entablar un “Juicio de Nulidad” ante el Tribunal Federal de Justicia fiscal y administrativa.
La afectación que se ocasione directa o indirectamente por las obras del proyecto a desarrollar
debe ser considerada en la planeación y análisis del mismo. De manera previa debe definirse
las características de la afectación de superficies de acuerdo al uso que se pretenda
asignarles, según se trate de áreas de ocupación definitiva, áreas de ocupación temporal,
afectación de bienes distinto a la tierra o utilización de bancos de material.
I.2.- Sobre el proceso de ejecución de la expropiación
De acuerdo con la Ley de Expropiación, para que éstas puedan efectuarse se requiere de la
integración del expediente administrativo, en el cual constan los estudios técnicos,
proyectos, planos y demás elementos que cada caso particular exija: “La Secretaría de
Estado, departamento administrativo o Gobierno del Distrito Federal según corresponda,
tramitará el expediente de expropiación, de ocupación temporal o de limitación de dominio y,
en su caso, el Ejecutivo Federal hará la declaratoria en el Decreto respectivo” (artículo 3). Esos
documentos justifican la necesidad de privar a un tercero de determinada propiedad por causas
de interés público y en los mismos se hace una descripción exacta del bien a expropiarse pues
la indemnización que se dará a cambio debe estar en perfecta consonancia con todas las
características del bien expropiado.
La declaración de utilidad pública en la materia de expropiación supone dos momentos distintos
dentro del procedimiento precedente a la expropiación: en el primero, la administración verifica
la existencia concreta de una necesidad general o de un requisito social que exige la
“satisfacción” de ciertas necesidades, es decir, advierte que se está en presencia de alguna de
las hipótesis previstas en el artículo 1º de la Ley de Expropiación. Al respecto, normalmente se
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3
expide un documento de declaratoria —genéricamente se denomina como “Decreto por el cual
se establece que la obra pública a construir o el bien X es de utilidad pública”— en el cual se
instituye que en un área determinada se requiere construir una obra de utilidad pública o que
determinado bien exige que se le declare de utilidad pública.
Por otro lado, la autoridad debe de identificar los bienes que por sus características o
cualidades son indispensables para la satisfacción del interés social y que, por ende, deben ser
objeto de la expropiación para ser destinado al fin que se persigue. De la conjunción de estos
dos momentos, esto es, de la adecuación del bien a los requerimientos sociales del caso
concreto, dependerá la constitucionalidad del acto expropiatrio, pues sólo puede decirse que
existe la utilidad pública cuando se explique razonadamente la necesidad de privar a una
persona de sus bienes para afectarlos a un destino distinto. Con atención a lo anterior,
normalmente se publica un documento —generalmente intitulado “Decreto por medio del cual
se establece que por causa de utilidad pública se ha de expropiar a favor del gobierno federal
determinada superficie o bien”. En ambos documentos declaratorios —o Decretos— se incluye
una descripción detallada del área territorial o del bien que comprende la obra así como una
descripción de las características de aquellos.
Posteriormente a la publicación de los anteriores Decretos se expide uno nuevo por medio del
cual se declara la expropiación de los bienes necesarios para la satisfacción de la obra
pública previamente justificada en los anteriores Decretos. “La declaratoria de expropiación se
hará mediante Decreto que se publicará en el Diario Oficial de la Federación y además se
notificará personalmente a quienes se cause perjuicio. Asimismo, en consonancia con el
artículo 4º de la Ley de Expropiación, se podrá notificar a los afectados, por medio de una
segunda publicación en el Diario Oficial de la Federación cuando se ignore su domicilio y por
ello no se les pueda notificar en forma personal. Para evitar incurrir en un acto inconstitucional,
éste artículo debe interpretarse en forma tal “que implique un absoluto respeto al derecho de
los gobernados de ser debida y adecuadamente notificados del decreto expropiatorio, a fin de
que estén en plena posibilidad legal de impugnar la expropiación como mejor proceda en
derecho”.3
Resultaría incorrecto suponer que con la expropiación se priva al gobernado de su derecho de
propiedad y se le deja sin nada, toda vez que a cambio del bien que necesita la comunidad se
queda con un derecho que le reconoce la Constitución: la indemnización. El artículo 20 de la
Ley de Expropiación aplicable en materia federal, dispone que “la autoridad expropiante fijará la
forma y los plazos en que la indemnización deberá pagarse, los que no abarcarán nunca un
periodo mayor de diez años”. Lo anterior está en consonancia con el artículo 27 Constitucional
en tanto que no deja en plena libertad a la autoridad para que cubra la indemnización en el
plazo de diez años; lo anterior significa que la autoridad tiene un plazo máximo de diez años
para pagarla.
El precepto constitucional no exige que la indemnización sea cubierta con anterioridad al acto
posesorio del bien expropiado, pues si bien la expropiación por causa de utilidad pública como
acto de soberanía responde a necesidades sociales urgentes, éstas podrían resultar afectadas
3
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Garantía de Audiencia en materia de expropiación, México, Suprema
Corte de Justicia de la Nación, 1999.
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o insatisfechas si no pudiese disponerse del bien hasta que se cubriera la indemnización,
“cuando que los derechos y necesidades de índole social se encuentran por encima del
derecho subjetivo meramente individual del afectado por el acto expropiatorio, de ser
compensado por la privación o limitación que tal acto implica”.4 La exigencia constitucional
consiste, por ende, en cubrir la indemnización en un plazo razonable tomando en cuenta el
tiempo necesario para determinar su monto y entregarlo al afectado. Lo anterior con la finalidad
de que la compensación que para éste representa se ciña a las características del bien, con la
salvedad de que cuando el Estado expropie para llenar una función social de urgente
realización y sus condiciones económicas no permitan el pago de la indemnización en las
condiciones mencionadas, pueda ordenarse tal pago dentro de las posibilidades del Erario
pues, de nueva cuenta, en este supuesto, la satisfacción de la necesidad social se encuentra
encima del derecho del afectado a ser resarcido del perjuicio que ocasiona el acto
expropiatorio.
El monto de la indemnización es fijado invariablemente por la Comisión Nacional de Avalúos de
Bienes Nacionales (CABIN) y, por lo general, se realiza con base en el análisis catastral. La
expropiación se constituye como el medio más drástico que tienen los gobiernos de allegarse
bienes inmuebles. Por esta razón, casi a manera de regla genérica, siempre antes de una
expropiación existe una negociación, Cabe aclarar que el gobierno goza de un periodo de
gracia de cinco años para utilizar el bien expropiado en su totalidad, de lo contrario, la parte no
utilizada podrá ser devuelta al dueño original mediante la reversión.
El monto indemnizatorio, con motivo de actos de expropiación está dispuesto en el artículo 27
de la Constitución y en las leyes de Expropiación y Agraria.
Artículo 27.- La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio
nacional corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el
dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada. Las expropiaciones sólo
podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización.
Fracción VI.- Los Estados y el Distrito Federal, lo mismo que los municipios de toda la República,
tendrán plena capacidad para adquirir y poseer todos los bienes raíces necesarios para los servicios
públicos. Las leyes de la Federación y de los Estados en sus respectivas jurisdicciones,
determinarán los casos en que sea de utilidad la ocupación de la propiedad privada, y de acuerdo
con dichas leyes la autoridad administrativa hará la declaración correspondiente. El precio que se
fijará como indemnización a la cosa expropiada, se basará en la cantidad que como valor
fiscal de ella figure en las oficinas catastrales o recaudadoras, ya sea que este valor haya sido
manifestado por el propietario o simplemente aceptado por él de un modo tácito por haber
pagado sus contribuciones con esta base. El exceso de valor o el demérito que haya tenido la
propiedad particular por las mejoras o deterioros ocurridos con posterioridad a la fecha de la
asignación del valor fiscal será lo único que deberá quedar sujeto a juicio pericial y a resolución
judicial. Esto mismo se observará cuando se trate de objetos cuyo valor no esté fijado en las oficinas
rentísticas.
El artículo transcrito, sienta las bases jurídicas de la propiedad en su conjunto, mencionando el
procedimiento establecido en ordenamientos secundarios, para que la propiedad, tanto la
privada como la social, puedan ser afectadas bajo mecanismos de utilidad pública decretados
por el Ejecutivo Federal. Al efecto, la Ley de Expropiación, prevé, en su artículo 10 que “el
4
Ibid
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5
precio que se fijará como indemnización por el bien expropiado, será equivalente al valor
comercial que se fije sin que pueda ser inferior, en el caso de bienes inmuebles, al valor
fiscal que figure en las oficinas catastrales o recaudadoras”.5
En el apartado correspondiente a los artículos transitorios de la Ley en comento, se señala:
Primero: El presente Decreto entrará en vigor el 1° de enero de 1994.
Tercero: La reforma al artículo 10 de la Ley de Expropiación, se aplicará a las expropiaciones que se
realicen a partir de la entrada en vigor del presente Decreto.
Es importante destacar, que anterior a la reforma de referencia, respecto de bienes inmuebles
de propiedad privada, se acataba el mandato constitucional, que señala que dichas
afectaciones deberían ser pagadas de conformidad con el valor fiscal que de ellas
figurara en las oficinas catastrales o recaudadoras, en el entendido de que ese valor
hubiere sido manifestado por el propietario o simplemente aceptado por él de un modo
tácito por haber pagado sus contribuciones con esa base. En consecuencia, a partir del 1°
de enero de 1994, la citada Ley, prescribió que dicho valor se sustituyera por un valor
comercial. Por otra parte, conviene señalar los valores que se toman en consideración
tratándose de afectaciones a la propiedad social (ejidal y comunal). Al respecto, la Ley Agraria,
en su artículo 94 establece que:
La expropiación deberá tramitarse ante la Secretaría de la Reforma Agraria. Deberá hacerse por
decreto presidencial que determine la causa de utilidad pública y los bienes por expropiar y mediante
indemnización. El monto de la indemnización será determinado por la Comisión de Avalúos de
Bienes Nacionales, atendiendo al valor comercial de los bienes expropiados.
En materia de expropiación no rige la garantía de previa audiencia consagrada en el artículo 14
de la Constitución Federal, porque ese requisito no está comprendido entre los que señala el
artículo 27 de la Carta Magna y no puede admitirse que exista contradicción entre las
disposiciones contenidas en ambos preceptos, por ser evidente que el primero de ellos
establece una regla general para derechos subjetivos, mientras que el segundo ampara
garantías sociales, que por su propia naturaleza, están por encima de los derechos individuales
a los que restringe en su alcance liberal, en términos del artículo 1º de la propia Ley
Fundamental.
II.- Expropiación que dio lugar al distrito de riego “Los Insurgentes”
En consonancia con el artículo 3º de la Ley de Expropiación, la entonces Secretaría de
Agricultura y Recursos Hidráulicos —SARH, en lo sucesivo—, se constituyó como la
dependencia del Ejecutivo encargada de tramitar los expedientes de expropiación, de
ocupación temporal o delimitación de dominio del distrito de riego “Los Insurgentes”. Lo
anterior quedó asentado en el “Decreto por causa de utilidad pública para la creación del
Distrito de Riego ‘Los Insurgentes’”—publicado éste en el DOF del día 11 de agosto de 1987. y
en el “Decreto por el que por causa de utilidad pública se expropia en favor del Gobierno
5
Véase el sitio electrónico www.cabin.gob.mx.
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Federal una superficie aproximada de 6,700-00-00 hectáreas de terrenos de propiedad
particular que se incorporarán al riego y que se encuentran comprendidas dentro de las
30,000-00-00 hectáreas, aproximadamente, que constituyen el distrito de riego Los
Insurgentes”. En este sentido, como se mencionó en el marco teórico general, el paso previo a
la declaración de expropiación consistió en la declaratoria de utilidad pública y en la
designación de la autoridad competente para ejercerla.
En ambos decretos se establece que la obra a realizar es de utilidad pública y se describen
ciertas características de la obra:
Se inicia en la planta de bombeo "Miguel Hidalgo", por el Canal Santo Tomás hasta encontrar el
Canal Costera pasando por la compuerta Tlalchuila, hasta encontrar el camino Melchor OcampoZumpango, continuando por éste hasta encontrar el camino del Gran Canal, después, siguiendo
por éste hasta encontrar el río de las avenidas de Pachuca, después siguiendo por éste hasta
encontrar el río de las avenidas de Pachuca, después siguiendo por éste en dirección aguas bajo
hasta encontrar la planta de bombeo denominada "Zumpango Bajo", por último siguiendo por el
Canal Santo Tomás hasta llegar a nuestro punto inicial.
En el mismo se establece que para mayor precisión, la superficie a mencionada está señalada
en el plano oficial No. 1200-C-2715 de fecha mayo de 1986. “Dentro del perímetro contenido
en el plano que se menciona en el párrafo inmediato anterior, se localizarán debidamente las
6,700-00-00 hectáreas que son objeto de la presente medida expropiatoria”. Asimismo en el
artículo séptimo del decreto se establece el uso que se le dará a las 6700-00-00 hectáreas a
expropiar.6
De acuerdo con el artículo tercero de éste decreto:
La Secretaría [de Agricultura y Recurso Hidráulicos] formulará el plano catastral de tierras,
complementadolo con el censo de propietarios o poseedores de tierras de propiedad
particular y en base a éste se integrará antes de entrar en operación las obras, el padrón de
usuarios. Para este fin, los afectados tendrán un plazo de 90 días contados a partir de la
publicación en el Diario Oficial de la Federación, del presente Ordenamiento para manifestar ante la
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos sus derechos de propiedad o posesión sobre los
predios, mismos que deberán estar plenamente identificados, acompañando a su manifestación los
documentos probatorios de sus derechos [sic].
La SARH, en tanto autoridad competente para avanzar la expropiación tenía la obligación de
integrar los respectivos expedientes administrativos. Asimismo, de acuerdo con lo estipulado
en el artículo 2º del Decreto de Creación del Distrito de Riego “Los Insurgentes”, toda aquella
información relativa a los inmuebles afectados, entre otros, en el municipio de Zumpango, se
encontraban en “el Plano Oficial No 1200-C2715 de mayo de 1986, de la Secretaría de
Agricultura y Recursos Hidráulicos, en el que se localizan debidamente las 6700-00-00
6
ARTICULO SEPTIMO.-Las tierras que se adquieran por el presente Ordenamiento, de conformidad con lo que
señalan el artículo 50 de la Ley Federal de Aguas, se destinarán conforme al siguiente orden de prelación:
a).-A construir las obras e instalaciones y establecer los servicios públicos necesarios en el Distrito de Riego:
b).-Reacomodar a los ejidatarios, comuneros, propietarios y poseedores de buena fe, afectados por las obras;
c).-Compensar en su caso a los pequeños propietarios o poseedores de buena fe, cuyos bienes sean expropiados
para integrar la zona de riego; y
d).-Para satisfacer necesidades agrarias.
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hectáreas que son objeto de medida expropiatoria”. Ese plano, así como todos los
relacionados con los subsecuentes Decretos, “[estaban] a disposición de los interesados, para
su consulta en las oficinas de dicha Secretaría de Estado, en la ciudad de México, Distrito
Federal, y en la de Metepec, Estado de México”.
Por otro lado, el papel de la SARH como autoridad competente para tramitar la expropiación
quedó asentado en tanto en ésta recayó la obligación de realizar las indemnizaciones
correspondientes:
ARTICULO QUINTO.- El monto de las indemnizaciones en efectivo, se cubrirá con cargo al
presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, o mediante compensación en
especie a elección de los afectados en los términos del artículo 52 de la Ley Federal de Aguas.
El peticionario emitió la solicitud de acceso a la información a la Comisión Nacional de Agua; lo
anterior tiene sentido debido a que por decreto del Ejecutivo, la SARH dio lugar a las actuales
SAGARPA y SEMARNAT. La Comisión Nacional del Agua (CNA) es un órgano
desconcentrado de ésta última y se creó en 1989 a partir de la desaparición de la de la SARH.
La creación de la CNA supuso la transferencia a ésta de los recursos materiales, humanos y
físicos de la Subsecretaría de Infraestructura Hidráulica. Si se acepta como correcta la premisa
de que la CNA replicó la estructura de aquella Subsecretaría, se puede presumir que en la
SARH había una unidad administrativa encargada de llevar algún registro de los bienes
afectados por expropiaciones destinadas a obras hidráulicas.
De acuerdo con el Reglamento interior de la SEMARNAT (artículo 53), la Subdirección General
de Programas Rurales y Participación Social está encargada de:
II.- Elaborar el censo de inmuebles y bienes distintos a la tierra que resulten afectados en la
construcción de obras hidráulicas, así como tramitar los expedientes para la expropiación de
inmuebles o su adquisición por la vía del derecho privado [...];
IV.- Elaborar y mantener actualizado el inventario de los inmuebles ocupados con obras e
instalaciones hidráulicas a cargo de la Comisión Nacional del Agua, así como proponer, ante las
autoridades competentes, su desincorporación cuando no sean de utilidad para la realización de sus
fines [...]
Se entiende que ésta Subdirección es relevante en materia de competencia debido a que en la
respuesta emitida por la CNA a la solicitud de acceso a la información se le envió a aquella
una copia.
Nótese bien que en audiencia celebrada en día 20 de octubre de 2004 entre representantes de
la CNA y el IFAI, los primeros manifestaron que “la entidad ha realizado búsquedas en
diversas áreas administrativas, como la jurídica y Gerencias regionales y estatales; sin
embargo no ha encontrado la información en los términos solicitados por el recurrente”. Lo
anterior implica la CNA cuenta con información, la cual, si bien difiere de los términos
solicitados por el recurrente se puede sustituir a fin de aproximarse en mayor medida a las
demandas de la solicitud de acceso.
La información solicitada por el recurrente podría encontrarse en:
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a) El plano catastral de tierras a partir del cual se generó el censo de propietarios que, de
acuerdo al artículo tercero del decreto de expropiación publicado en el diario Oficial de la
Federación los días 12 y 13 de Agosto de 1987, debió elaborar la Secretaria de Agricultura y
Recursos Hidráulicos. Aunque existe la posibilidad de que entre todos los nombres contenidos
en el censo de propietarios existieran algunos que no fueron expropiados, muestra una
aproximación de aquellos bienes sujetos de la medida expropiatoria.
b) Los documentos que contienen información concerniente a los avalúos realizado por la
Comisión de Avalúos de Bienes Nacionales de las propiedades sujetas de expropiación para la
construcción de las obras que comprenden el Distrito de riego “los Insurgentes”. Si bien la
SARH no generó un documento similar, lo obtuvo de CABIN debido a que la primera, con base
en los cálculos de la Comisión, procedió a pagar las indemnizaciones correspondientes. Es
posible suponer que el avalúo de CABIN no es general, sino que realizó una avalúo para cada
caso particular, debido a que las características de cada predio pueden variar según su
localización, dimensión y valores y bienes agregados.
c) Los documentos que contienen la información referente al pago de la SARH respecto de las
indemnizaciones por concepto de bienes expropiados en el municipio de Zumpango para la
construcción de las obras que comprenden el distrito de riego “Los Insurgentes”. Lo anterior se
justifica en consonancia con el artículo quinto del decreto de expropiación el cual establece
que las indemnizaciones se debían sufragar en función del presupuesto de la SARH; al
momento de pagar las indemnizaciones a los propietarios se debió firmar un recibo de pago a
nombre de alguna persona física o moral en particular.
Por otra parte, después de pagar la indemnización de los bienes expropiados se debió asentar
ante autoridad competente el traslado de dominio de los bienes inmuebles que fueron
pagados para poder escriturarlos como de la Federación lo que supone su inscripción en el
Registro Público de la Propiedad, o en caso de que se hubiese tratado de ejidos, ante el
Registro Agrario Nacional.
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