Estrategias de riego y fertilización en el cultivo de arroz Héctor

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Estrategias de riego y fertilización en el cultivo de arroz
Héctor Javier Pirchi
En el año 2003, cuando culmine con las actividades académicas de mi carrera universitaria en
la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, comencé a trabajar en
el cultivo de arroz. Al inicio de la zafra 2003/2004 me incorporé al INTA Concepción del
Uruguay con el objetivo de adquirir experiencia en actividades de investigación y desarrollo en
este cultivo. Las actividades con las que comencé fueron muy diversas ya que participé de la
mayoría de las líneas de trabajo que se encontraban en marcha por aquellos años, pero dentro
de todas estas, el trabajo que se estaba realizando en tolerancia a estrés hídrico fue el que
marco el rumbo de mis actividades en el futuro.
Mis primeros trabajos en estrés hídrico se concentraron en el estudio del
comportamiento y la respuesta que tenían diferentes cultivares y líneas del programa de
mejoramiento del INTA Concepcion del Uruguay frente a condiciones de estrés por déficit
hídrico. Se realizaron evaluaciones de características morfo-fisiológicas de las plantas, que
sirvieron para entender la respuesta relativa a una condición testigo (sin limitaciones hídricas).
Este trabajo nos entregó información sobre el comportamiento de genotipos con buenas
características agronómicas frente a condiciones de estrés hídrico, además esto sería el
insumo de futuros trabajos de investigación.
Otra de las actividades sustantivas que realice esa campaña fue el trabajo que evaluó
la respuesta que tenían diversos cultivares y líneas del programa de mejoramiento frente a la
fertilización con diferentes dosis de urea. En estos ensayos evaluamos la respuesta a la
fertilización nitrogenada como la eficiencia en la utilización del fertilizante aplicado (kg arroz /
kg N aplicado), encontrando variabilidad genotípica en la respuesta al agregado de fertilizante.
A partir de aquí, además de evaluar estas variables en forma independiente,
comenzamos a trabajar en ensayos controlados en los que se pudiera evaluar la interacción
entre diferentes condiciones de humedad de suelo y el agregado de urea como fertilizante
nitrogenado.
Como se señaló anteriormente, con la información obtenida en las evaluaciones de
genotipos en condiciones de riego deficitario, se diseñaron diferentes sistemas de riego con el
objetivo de hacer un uso más eficiente del agua sin que se vea disminuido el potencial
productivo de los genotipos. Además se agregó en cada situación de riego la variable
fertilización nitrogenada en la que se contaba con una parcela testigo (sin nitrógeno) y una con
agregado de fertilizante (90 kg N/ha) aplicado en etapas tempranas del cultivo (macollaje).
Los sistemas de riego a evaluar consistieron en someter al cultivo a condiciones de
estrés hídrico leve, en diferentes momentos de la ontogenia de la planta, y evaluar de esta
manera, tanto el comportamiento de los genotipos ensayados como el consumo de agua en
cada situación de riego. Los sistemas de riego evaluados fueron cuatro, el primero fue un
sistema convencional en el que se comenzaba a inundar a partir de los 30-35 días desde de la
emergencia del cultivo y se mantenía esta condición hasta la cosecha del mismo, el segundo
consistió en retrasar la inundación del lote hasta la diferenciación de meristemas
reproductivos y a partir de aquí mantener la inundación hasta la cosecha (en el periodo
comprendido entre macollaje y diferenciación de meristemas se regó el cultivo con baños de
un día de duración), en el tercer sistema de riego, la etapa inicial fue igual al segundo sistema,
pero se introdujo la variante de dejar de inundar el lote a los 15 días post floración y mantener
el cultivo con baños de un día de duración desde aquí hasta la cosecha, el cuarto sistema
evaluado consistió en regar el cultivo durante todo su ciclo mediante baños, evitando la
inundación permanente en todo momento. En cada uno de estos sistemas de riego se registró
el volumen de agua utilizado y el nivel de productividad de los genotipos.
De los resultados obtenidos en estos ensayos se determinó que bajo ninguna
circunstancia el cultivo debe someterse a un déficit hídrico en el periodo comprendido entre
diferenciación de meristemas reproductivos y 15 días pos-floración, ya que este periodo es
crítico en la definición de los componentes de rendimiento y por lo tanto cualquier condición
de estrés para la planta en este momento tendrá un fuerte impacto en el rendimiento final.
Para el caso del tercer sistema de riego propuesto, en el que se retrasó la inundación
hasta la diferenciación de meristemas reproductivos y se dejo de inundar 15 días postfloración, resultó ser el sistema que generó los mayores niveles de ahorro de agua, 8150 m3/ha
vs. 13000 m3/ha en el sistema convencional, y además sin mermas en los niveles de
productividad. A este sistema se le dio el nombre “Control Parcial de Flujo de Agua” (CPFA).
Este tipo de ensayo se repitió durante cinco años en forma experimental para luego
comenzar las evaluaciones en situación de campo. Al principio, durante la evaluación a campo
se tomaron superficies pequeñas (aproximadamente 10 ha) para poder ajustar el manejo del
agua. En la actualidad se realizan más de 2000 ha con este sistema, lo que generó que se
incremente la eficiencia en el uso del agua por unidad de superficie.
En los ensayos con condiciones controladas que se evaluaron distintas dosis y
momentos de fertilización nitrogenada, se midió el efecto que tiene el sistema de riego sobre
el nitrógeno aplicado. En estos se observó que el momento de aplicación del fertilizante en el
que se registraron las mayores eficiencias de uso es al macollaje, y dentro de las dosis
evaluadas, la aplicación de 100 kg N/ha es la máxima en la que se obtienen altos niveles de
respuesta al fertilizante. La dinámica de este nutriente en el nuevo sistema de riego es el
objeto de estudio en la actualidad.
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