D2002-0575

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Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI
DECISIÓN DEL PANEL ADMINISTRATIVO
Organización Nacional de Ciegos Españoles, ONCE v. D. Francisco Jiménez
Bullón
Caso nº D2002-0575
1.
Las partes
1.1
Demandante: Organización Nacional de Ciegos Españoles, ONCE, con domicilio
en calle José Ortega y Gasset, 18, 45. Madrid. España.
El representante autorizado para el procedimiento administrativo es D. Javier
Abad Casado, Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, Despacho de
Abogados "J&A. GARRIGUES Y CÍA.S.R.C.", con domicilio profesional en
calle José Abascal, 45. 28003. Madrid. España.
1.2
Demandado: D. Francisco Jiménez Bullón, con domicilio en Avda. Federico
García Lorca, 2, 9º 2, 04004 Almería. España.
Como representante autorizado en este procedimiento figura el propio
demandado, que es quien firma la contestación a la demanda.
2.
El Nombre de Dominio y el Registro
2.1. La demanda tiene como objeto el nombre de dominio <once.org>.
2.2. La entidad registradora del nombre de dominio es Network Solutions,
Inc./Verisign, Inc. con domicilio en 487 East Middlefield Road, Mountain View.
California 94043. USA., como se acredita con el documento 4 de la demanda.
3.
Iter procedimental
3.1
Una demanda, de acuerdo con la “Política Uniforme de Solución de
Controversias en materia de Nombres de Dominio”, en adelante la “Política”,
según fue adoptada por ICANN el 26 de agosto de 1999, y de acuerdo con el
Reglamento igualmente adoptado por ICANN para esa Política Uniforme, en lo
sucesivo el "Reglamento”, fue presentada por vía electrónica ante el Centro de
Arbitraje y Mediación de la OMPI, en adelante, “el Centro”,
1
el día 23 de junio de 2002, acusándose recibo por el Centro ese mismo día.
El 27 de junio se comunicaron defectos en la demanda que fueron subsanados ese
día. La verificación registral el día 26 de junio.
4.
3.2
Se inició el procedimiento con la notificación de la demanda al demandado con
fecha 28 de junio de 2002, que respondió a la misma en el plazo establecido.
3.3
Finalmente, de acuerdo con la petición de la demandante y del demandado de que
la disputa fuera decidida por un Panel compuesto por un solo Miembro, el Centro
se dirigió a María Baylos para invitarle a servir como único Miembro del Grupo
de Expertos en el actual procedimiento.
3.4
Enviada la correspondiente declaración de imparcialidad e independencia, el
Centro designó a María Baylos como único panelista, el 25 de julio de 2002,
haciéndole llegar los escritos y documentación en cuanto estuvo disponible,
señalando como fecha para dictar la Resolución el 8 de agosto de 2002.
3.5
Idioma del procedimiento. Los escritos de demanda y contestación se presentaron
en lengua española, así como la mayoría de los documentos, y ambas partes
propusieron y razonaron la procedencia de tal lengua como idioma del
procedimiento. Por tanto, teniendo en cuenta estas circunstancias, el Panel,
haciendo uso de la facultad contenida en el artículo 11.a) del Reglamento, estima
que el español debe ser la lengua del procedimiento.
Antecedentes de hecho
Los siguientes hechos y circunstancias se tienen por acreditados, por estar apoyados por
documentos no impugnados o por ser afirmaciones de hecho no cuestionadas:
4.1. La demandante, la ORGANIZACIÓN NACIONAL DE CIEGOS, "ONCE", es
una entidad de Derecho Público que nace el 13 de diciembre de 1938 mediante
Decreto fundacional promulgado por el entonces Ministerio de la Gobernación,
por el que se unificaron las diferentes asociaciones de y para ciegos existentes
hasta entonces en España, como consta en el documento 1 de la demanda.
La demandante es titular de numerosos registros españoles de marca constituidas
exclusivamente por la denominación "ONCE" o que contienen tal denominación
de manera destacada, dentro de un conjunto gráfico-denominativo, como consta
en el documento 6 de la demanda, cuya situación de titularidad, fecha y vigencia
ha sido verificada por consulta del Panel a la base de datos on-line de la Oficina
Española de Patentes y Marcas, comprobando que la mayoría de ellos son de
fecha anterior al dominio de la demandada.
La marca "ONCE"" tiene la cualidad de renombrada no sólo en España sino en el
extranjero.
Además, la demandante es titular de los nombres de dominio <once.es> y
<once.info>, teniendo desde el primero la marca ONCE presencia en la red.
4.2
El demandado y titular del nombre de dominio en cuestión es
D. Francisco Jiménez Bullón, con domicilio en Avda. Federico García Lorca, 2,
9º 2, 04004 Almería (España) y es quien actualmente ostenta el nombre de
dominio cuya transferencia se solicita, según consta en el documento número 3 de
2
la demanda, donde figura como fecha de registro el 19 de marzo de 1998.
5.
Pretensiones de las partes
5.1. Demandante
La demandante afirma:
-
Que es una Corporación de Derecho Público que nace el
13 de diciembre de 1938 mediante Decreto fundacional promulgado por el
entonces Ministerio de la Gobernación, por el que se unificaron las
diferentes asociaciones de y para ciegos existentes hasta entonces en
España, estando tutelada por el Estado a través del Consejo de protectorado
integrado por los Ministerios de Economía, Hacienda, Trabajo y Asuntos
Sociales e Interior y estructurándose en tres áreas de gestión, conforme
consta todo ello en los documentos 1, 2 y 7 de la demanda.
-
Que colabora con las principales asociaciones de ámbito internacional que
integran a personas ciegas o deficientes visuales, como se recoge en el
folleto corporativo acompañado con el documento 7 de la demanda, siendo,
por tanto, conocida en los más diversos países, colaborando y participando
con Instituciones y Entidades afines en gran número de proyectos.
-
Que precisamente por esta razón las redes telemáticas juegan un papel
preponderante para el desarrollo de sus fines y que el nombre de dominio
<once.org> es el más adecuado para caracterizar su labor social a través de
Internet.
-
Que la marca ONCE además de encontrarse registrada en España mediante
numerosas marcas que constan en su documento 6 (antes referidas) es
notoriamente conocida en España y en el extranjero por la constante política
que desarrolla en beneficio de sus afiliados actuales o potenciales y
constituye un signo corporativo que debe proteger con independencia del
medio a través del cual un tercero lo pueda utilizar.
-
Que la fuerte implantación de la ORGANIZACIÓN NACIONAL DE
CIEGOS, "ONCE" en España y en el extranjero hace previsible que las
personas o entidades interesadas acudan a obtener información mediante el
dominio <once.org>, por lo que su interés en este dominio de primer nivel
es evidente ya que el dominio <once.es> del que es titular es más conocido
por los ciudadanos españoles.
-
Que por este motivo hay personas que aunque no sean auténticos "piratas de
la red" sino simples oportunistas que pretenden lucrarse a costa de terceros
mediante el registro de dominios que coinciden con prestigiosas marcas
para, después, intentar venderlos a los legítimos titulares o aprovecharse de
su notoriedad o renombre para atraer tráfico a su propio negocio en Internet
o simplemente, de manera premeditada, infringir los derechos de propiedad
industrial impidiendo que los titulares de marcas puedan acceder a los
diversos dominios genéricos.
-
Que el 26 de marzo de 2002 la demandante remitió una carta por correo
certificado al demandado (documento 9) informándole de los derechos de
3
marca a su favor y preguntándole las condiciones en las que estaría
dispuesto a transferir el nombre de dominio que, además, estaba carente de
contenido desde su registro.
-
Que el demandado, que es afiliado de la demandante, respondió
manifestando que no estaba dispuesto a transferir el dominio y que estaba
desarrollando un proyecto para posibilitar la integración de los ciegos en la
sociedad, sirviéndose de las nuevas tecnologías, mostrándose dispuesto a
ceder a la demandante el referido proyecto (documento 10).
-
Que a partir de ese momento la web del demandado que permanecía
inactiva fue dotada de contenido, como acredita el documento 11, por lo
que la demandante se pregunta si no será para intentar que se le ofrezca al
demandado una cantidad de dinero.
-
Que el dominio <once.org> es idéntico a las marcas "ONCE" y que la
nueva Ley española de Marcas, cuyo TÍTULO V, se encuentra en vigor por
virtud de lo dispuesto en la Disposición Final Tercera, establece la
protección de los titulares de marcas en España y, concretamente, la
facultad de prohibir a terceros que utilicen el signo protegido en redes de
comunicación y como nombre de dominio.
-
Que el demandado carece de derecho o interés legítimo respecto al nombre
de dominio ya que no posee una marca con esa denominación, no tienen
derecho a usarla, ni se le identifica en el mercado por ese nombre.
-
Que el dominio en cuestión no fue usado hasta después de recibir la
reclamación, por lo que parece obvio que lo que se pretende es la venta
lucrativa del mismo o constituir un obstáculo para que la demandante pueda
registrarlo.
-
Que esa falta de interés legítimo y derecho evidencia la existencia de un
registro de mala fe, con el fin de perturbar el normal uso de la
denominación de la demandante, al igual que la tenencia pasiva del
dominio, hasta el momento de recibir la advertencia, pone de manifiesto un
uso de mala fe.
-
Que el nombre de dominio <once.org> debe ser transferido a la
demandante.
5.2. Demandado
El demandado al contestar a la demanda alega:
-
Que no tiene nada que objetar a la existencia de los registros de marca a
favor de la demandante, con anterioridad al registro del nombre de dominio
del que es titular.
-
Que la demandante también podía haberlo registrado al igual que hizo con
las marcas, y al no haberlo hecho ha abandonado su derecho para luego
ejercitarlo y pretender el dominio de quien lo obtuvo legítimamente.
-
Que es invidente y afiliado a la demandante desde hace 35 años por lo que
no se le puede llamar oportunista sino que tiene gran interés en las
4
actividades de aquella.
6.
-
Que la demandante tiene registrado el dominio <once.info> y no lo utiliza y
que el dominio <once.net> no está registrado a nombre de aquella y debía
haber pedido su transferencia.
-
Que no se encuentra probada la falta de contenido de su página web desde
el registro del dominio porque el documento que se acompaña a la demanda
es de marzo de 2002 y nada prueba respecto a los años anteriores.
-
Que no pretende negar los derechos de propiedad industrial de la
demandante sino justificar su conducta de buena fe al registrar el dominio
en cuestión ya que son varias las actividades que ha realizado a lo largo de
su vida para facilitar en lo posible la integración de los invidentes en la
sociedad, como lo acredita con los documentos 4, 5 y 6 de su contestación,
no habiendo nunca percibido cantidad por ello, como tampoco lo hizo
cuando ofreció su proyecto a la demandante.
-
Que sigue con la intención, si conserva el dominio después de este
procedimiento, de desarrollar su proyecto en el que lanzará este novedoso
sistema denominado "Virtual Vision Once" sin que este término "Once"
tenga nada que ver con la demandante, ofreciendo a los invidentes su idea
revolucionaria de visión en Internet, a través de una dirección fácilmente
accesible para ellos y que no perturbe los intereses de la demandante, que
podría continuar reflejando sus actividades a través de los demás dominios
que tiene inscritos.
-
Que, además, desde el dominio <once.org>, en su corta existencia, no se
viene ofreciendo ningún contenido que desprestigie o dañe la imagen de la
demandante ya que ni siquiera se la nombra.
-
Que por los motivos expuestos, solicita que el dominio <once.org> sea
mantenido a su nombre y se deniegue la transferencia solicitada.
Debate y conclusiones
6.1. Reglas aplicables
El apartado 15.a) del Reglamento encomienda al Panel la decisión de la demanda sobre
la base de:
-
Las manifestaciones y los documentos presentados por las partes.
-
Lo dispuesto en la Política y en el propio Reglamento
-
De acuerdo con cualesquiera reglas y principios de Derecho que el Panel
considere aplicables.
Teniendo en cuenta que la demandante es una entidad española y que sus
registros de marca son españoles y que el demandado es también de nacionalidad
y residencia españolas, son de especial atinencia, junto con las Reglas de la
Política, las Leyes y Principios del Derecho Nacional Español.
5
6.2
Consideraciones previas
a)
Ante todo, antes de exponer los razonamientos que fundamentan la presente
Decisión, el Panel quiere dejar constancia de que las Reglas de la Política y su
Reglamento son aplicables al caso ya que el demandado en el apartado IV de su
contestación entiende contradictorio que deba someterse a ellas pues registró el
dominio en fecha anterior a la adopción de las mismas. En efecto, el dominio es
de 19 de marzo de 1998 y la Política Uniforme de Solución de Controversias en
materia de Nombres de Dominio fue adoptada por ICANN el 26 de agosto de
1998. Sin embargo, no hay duda de la aplicabilidad de estas Reglas ya que en el
acuerdo de registro que suscribió el demandado aceptó someterse a la Política de
resolución de conflictos que esté en vigor para dicho Registrador. Esa situación
de vigencia no se refiere a la que estuviese en vigor en la fecha de registro sino la
que, en el momento de plantearse una controversia, fuera aplicable. En este caso,
como acredita el documento 5 de la demanda, se trata de la Política adoptada por
ICANN, que es la rige estos procedimientos administrativos.
b)
Los preceptos y principios de Derecho que a continuación se expresan tienen
interés porque de ellos se derivan los criterios que la Legislación interna común a
las partes aplica al registro de un nombre de dominio igual o confundible con una
marca registrada y a la necesaria conducta leal de los participantes en el mercado.
Los criterios reflejados junto con las reglas de la Política son los que servirán a
este Panel para dictar la presente Resolución.
Así, el Panel estima necesario dejar constancia de que se ha promulgado en España la
nueva Ley de Marcas 17/2001, de 7 de diciembre, publicada en el Boletín Oficial del
Estado Español de 8 de diciembre de 2001. Esta Ley, para la mayoría de las
Disposiciones que contiene, entrará en vigor el 31 de julio de 2002. Sin embargo, la
Disposición Final Tercera de la Ley, que se refiere, precisamente, al momento de
entrada en vigor de ésta, determina que
“lo previsto en el Título V, artículo 85, disposiciones adicionales tercera, cuarta,
octava, décima, undécima, decimotercera, decimocuarta, y decimoquinta, que entrarán
en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial del Estado”.
Así pues, concretamente, en lo que al presente procedimiento concierne de manera
directa, el Título V de la Ley, desde el día 9 de diciembre de 2001 se encuentra ya en
vigor en España. Este Título establece el “Contenido del derecho de marca”. Entre
otras disposiciones, el artículo 34 regula los derechos que el registro de una marca
confiere a su titular en España. Así, el referido artículo 34, en su apartado e), consagra
ya el derecho del titular de la marca para prohibir:
“usar el signo en redes de comunicación telemática y como nombre de dominio”
Es de tener en cuenta, también, que la Ley española de Competencia Desleal de 10 de
enero de 1991, sanciona como acto desleal, en su artículo 5, el desarrollo de una
actividad objetivamente contraria a la buena fe. El comportamiento calificado como
desleal por la Ley española no exige una intención voluntaria y consciente del propio
sujeto infractor sino que la conducta de éste ha de ser objetivamente contraria a las
mínimas exigencias de un comportamiento ético y conforme a los buenos usos y
prácticas mercantiles.
6.3. Examen de los presupuestos para la estimación de la demanda contenidos en
el apartado 4.a) de la Política Uniforme
6
El artículo 4.a) de la Política exige la concurrencia de los siguientes requisitos para que
la demanda sea admisible:
-
Que el nombre de dominio registrado por el demandado sea idéntico, u
ofrezca semejanza que produzca confusión con una marca de productos o
servicios sobre la que el demandante tenga derechos.
-
Que el demandado carezca de derecho o interés legítimo en relación con el
nombre de dominio y,
-
Que el nombre de dominio haya sido registrado y usado de mala fe.
6.3.1. Análisis de la identidad o semejanza entre el nombre de dominio y la marca
Para analizar la concurrencia de este primer requisito únicamente hay que considerar si
el nombre de dominio en cuestión es idéntico o confundible con la marca alegada por el
demandante.
La demandante es titular de numerosos registros españoles de marca que consisten
exclusivamente en el térmico "ONCE". Este término es idéntico al nombre de dominio
impugnado, <once.org>, con excepción de la partícula indicativa del primer nivel que
no es óbice para determinar la identidad. En efecto, en la comparación entre la marca y
el nombre de dominio, la inclusión en éste de los elementos .com, .es, .org, biz. etc,
indicadores del primer nivel, no pueden llegar a significar en absoluto una diferente
calificación en cuanto a la identidad o confundibilidad, como reiteradamente vienen
sosteniendo numerosas Resoluciones del Centro, puesto que el usuario internauta
únicamente centrará su atención en los elementos contenidos en el segundo nivel del
nombre de dominio.
Por otro lado, las marcas mixtas de la demandante contienen de manera destacada ese
mismo término "ONCE", lo que hace que el nombre de dominio sea confundible con
éstas.
El Panel entiende, por tanto, que la demandante ha probado la concurrencia del primer
requisito del artículo 4.a)i) de la Política.
6.3.2. Análisis de la posible existencia de derecho o interés legítimo por parte del
demandado sobre el nombre de dominio.
La demandante alega que el demandado carece de derecho o interés legítimo porque no
es titular de una marca con la denominación que constituye el nombre de dominio; no
tiene autorización para usarla ni mantiene vínculo profesional o laboral con la titular de
la marca; tampoco es conocido en el mercado por ese nombre; y, además, ha mantenido
inactivo dicho dominio desde su registro y únicamente lo ha dotado de contenido
después de recibida la carta que la demandante le envió.
El demandado al contestar a la demanda alega que es invidente y afiliado de la
demandante desde hace 35 años y que precisamente por eso tiene verdadero interés
legítimo en dicho dominio ya que nunca ha pretendido desprestigiar a la demandante
sino desarrollar un proyecto beneficioso para todos los invidentes a través de una
página web fácilmente accesible y de nombre conocido por aquéllos y que está
dispuesto a colaborar en los proyectos y actividades de la demandante. Además afirma
que ese dominio podía haberlo registrado la demandante pero hizo dejación de este
7
derecho y por eso él lo registró legítimamente.
A juicio del Panel, estas manifestaciones no implican la existencia de interés legítimo o
derecho sobre el dominio sino, por el contrario, la falta de estos ya que lo cierto es que
el demandado reconoce que el derecho sobre la denominación "ONCE" pertenece a la
demandante y que tomó dicho término por ser conocido y de fácil uso para los
invidentes, habiéndolo registrado al comprobar que la demandante no lo había hecho.
Es evidente que no existe la obligación de registrar una marca como nombre de
dominio ni tampoco que haya que hacerlo en todos los dominios genéricos de primer
nivel pero el derecho a acceder al dominio, salvo que concurra alguna de las
circunstancias descritas en la regla 4.c) de la Política, corresponde al titular de la marca.
Un tercero no puede pretender un interés legítimo o derecho sobre un nombre de
dominio igual o confundible con una marca porque ésta no haya sido objeto de registro
como nombre de dominio o se encuentre libre alguna de las extensiones indicativas del
primer nivel genérico. Sin perjuicio de ello, el Panel se permite sugerir a la demandante
que hubiera sido deseable que registrara la extensión "info" puesto que manifiesta que
es la que más se acerca a sus actividades.
Es evidente, por tanto, que el demandado carece de derecho o interés legítimo sobre el
dominio <once.org>, cumpliéndose, por tanto, el segundo presupuesto del artículo
4.a)ii) de la Política.
6.3.3.Análisis de la posible existencia de mala fe en el registro y en el uso del
nombre de dominio objeto de este procedimiento
Son varios los elementos y circunstancias que hay que tener en cuenta para efectuar
este análisis.
a)
Registro de mala fe
La demandante afirma que ha existido mala fe en el registro porque el demandado, que
es afiliado suyo, conocía perfectamente su notoriedad y lo hizo para impedir que
accediera a él y para obtener un beneficio económico de una posible oferta de venta del
dominio, como hacen muchos oportunistas de la red.
El demandado alega que ningún ánimo de lucro presidió el registro que hizo con toda
buena fe con el fin de ofrecer un ambicioso proyecto a todos los invidentes y que buena
prueba de ello es que nunca ha obtenido cantidad alguna de los diversos proyectos y
colaboraciones para invidentes que ha realizado a lo largo de su vida y que ofreció a la
demandante cederle su proyecto gratuitamente.
A juicio del Panel, aunque sea muy loable la finalidad del proyecto que pretende
desarrollar el demandado, ello no justifica que haya elegido precisamente para
caracterizar su página una denominación idéntica a las renombradas marcas de la
demandante, haciendo caso omiso del derecho que sobre esa denominación tiene ésta,
como reconoce el propio demandado.
El demandado ha explicado que el motivo de elegir ese nombre fue el de que era ya
conocido por los invidentes gracias a la actividad y prestigio de la demandante, luego
en esta elección y posterior registro existió una consciencia de que se estaba
aprovechando de un nombre famoso y propiedad de un tercero, lo que, sin duda implica
mala fe en el registro, con independencia de la bondad del proyecto que el demandado
pretende desarrollar a través de este dominio. Es evidente que el demandado era
conocedor de que con un nombre famoso y familiar para los invidentes su proyecto
8
tendría mucho más éxito que si tuviera que darse a conocer a través de un nombre
nuevo y su página así sería mucho más visitada.
Por otra parte, como se ha indicado más arriba, la Ley española de Competencia
Desleal, de 10 de enero de 1.991, sanciona como desleal en su artículo 5, el desarrollo
de una actividad objetivamente contraria a la buena fe sin que se exija una intención
voluntaria y consciente del propio sujeto infractor y en este caso existe por lo menos
esa conducta objetivamente contraria a las normas leales del mercado que exigen el
respeto a los derecho ajenos.
Además, como también se ha indicado, el artículo 34 la Ley española de Marcas,
faculta al titular de una marca que el signo registrado sea objeto de uso como nombre
de dominio por un tercero, sin su consentimiento.
A la vista de todo ello, es evidente que el demandado, al registrar como nombre de
dominio un vocablo prácticamente idéntico a las marcas renombradas de la
demandante, sin derecho o interés legítimo para ello, actuó de forma objetivamente
contraria a una elemental buena fe, impidiendo que la demandante refleje su marca
como nombre de dominio bajo cualquiera de los sufijos hasta ahora existentes.
El Panel concluye, por tanto, que el registro del nombre de dominio objeto de este
procedimiento ha sido efectuado de mala fe.
b)
Uso de mala fe
En cuanto a si además el uso de estos registros también lo es de mala fe, la demandada
alega que el dominio careció de contenido hasta después de enviada la carta de
advertencia y que en el momento de presentarse la demanda estaba dotado del
contenido que consta en su documento 11, lo cual implica mala fe pues el demandado
comenzó a usar el dominio para así intentar presionar a la demandante para su
adquisición.
El demandado niega que la prueba que ofrece la demandante demuestre que estaba
carente de contenido durante cuatro años y que, si la Resolución que recaiga en este
procedimiento lo permite, desarrollará el proyecto que tiene ideado al que accederán
más fácilmente los invidentes por hacerlo a través de un nombre conocido para ellos.
El Panel ha consultado la situación de la página del demandado antes de dictar esta
Decisión. El día 26 de julio aparecía una redirección automática a la página de la
entidad Telebase S.L., de la que el demandado es accionista y que ofrece servicios de
Internet. Pero el día 29 de julio, el demandado ha vuelto a modificar el contenido de su
página figurando, de nuevo, la referencia a su proyecto "Virtual Vision Once", como
aparecía en el documento 11 de la demanda, con la única diferencia de que mientras
que en dicho documento puede leerse "Virtual Vision by Once.org", actualmente se
indica "Virtual Vision at Once".
Como afirma el demandado, no hay constancia documental de la inactividad del
dominio antes del Acta notarial que constituye el referido documento 11 de la demanda,
pero tampoco ese contenido suponía gran actividad y el demandado no ha probado que
haya tenido una actividad mayor. Además el propio nombre del proyecto, "Virtual
Vision Once", aunque el demandado afirme que no alude a la demandante, es muy
sospechoso que precisamente coincida con el término de las renombradas marcas de
ésta y con su propio anagrama social.
9
Por otra parte ese cambio de contenido con redirección a una página que en nada alude
a las actividades del demandante con respecto a ese futuro desarrollo de su proyecto,
para volver pocos días después al mismo anuncio de dicho proyecto, pone de
manifiesto que para lo único que le ha servido al demandado este dominio durante más
de cuatro años, es para obstaculizar la posibilidad de que la demandante lo registre a su
nombre. Además la modificación introducida en la leyenda que contiene, a juicio del
Panel, agrava, si cabe, la situación ya que se hace una referencia general a "Once" sin
indicar, como antes, la extensión "org", por lo que se está usando de manera
indiscriminada la marca de la demandante para anunciar un proyecto en la red, lo que
también contraviene la legislación española común a las partes.
De acuerdo con todas estas circunstancias, este Panel concluye que por haberse
registrado y estarse usando de mala fe el nombre de dominio <once.org>, se cumple el
tercer y último requisito exigido en la Regla 4.a)iii) de la Política.
7.
Decisión
En base a los hechos y razones expuestas, el Panel resuelve que la demandante ha
probado, de acuerdo con el artículo 4, apartado a) de la Política, que concurren los tres
requisitos contemplados en dicho artículo y, en consecuencia, conforme a los apartados
4.i) de la Política y 15 del Reglamento, el Panel Administrativo ordena que el registro
del nombre de dominio <once.org> sea transferido a la entidad demandante
ORGANIZACIÓN NACIONAL DE CIEGOS ESPAÑOLES, "ONCE", como se
solicita en la demanda.
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María Baylos
Panelista Único
Fecha: 29 de julio de 2002
10
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