SEMBREMOS CON ESPERANZA EDUCACION INFANTIL Nuestros pequeños recién están entrando en el mundo de la escuela y hoy se habla mucho de la necesidad de educar en valores, está claro que este aspecto es uno de los más difíciles de conseguir y también de llevar a cabo por ello deberíamos de tener claro algunos aspectos. No es fácil este reto por lo cual creemos que debemos sembrar con esperanza en nuestros alumnos es tarea de todos. Todos debemos contribuir al desarrollo de los mismos. Así que os animamos a llevar a cabo las siguientes actividades para fomentar un poco más aquello que intentamos motivar día a día en nuestras escuelas y entorno. OBJETIVOS • Despertar inquietud en el conocimiento de los valores tales como el compartir y la solidaridad. • Fomentar la aplicación de los mismos. • Comprender la importancia de la solidaridad en el mundo actual. • Expresar libremente los sentimientos, ideas, emociones... CONTENIDOS • Los valores, reflejados en la vida cotidiana sobre todo el de compartir y la solidaridad. • El compañerismo, un valor necesario en todas nuestras relaciones humanas. • La ayuda a los demás. • La esperanza y la solidaridad como pilar básico en nuestra sociedad actual. CRITERIOS DE EVALUACIÓN • Conocer el concepto de los valores trabajados y apreciarlos. • Implicarse de forma activa, en la medida de lo posible, poniéndolos en práctica en situaciones de su entorno más inmediato. ACTIVIDAD Contaremos a los niños el cuento de “Kiski, el príncipe de las semillas”. Después haremos solamente dos actividades. La primera consistirá en realizar semillas en una hoja de diferentes tamaños. En esas semillas los pequeños dibujaran o escribirán (si es posible) aquellas cosas que creen importante para ellos y también para los demás, (una sonrisa, un abrazo, un beso, la familia, un regalo...) Después las podemos colocar todas ellas en un sitio visible de la clase donde puedan visibilizarlo los niños. Y una segunda actividad consistiría en colorear la mascota de la campaña como ellos gusten y deseen, también sería bueno el colocarlas después en un lugar visible. KISKI, EL PRINCIPE DE LAS SEMILLAS Erase una vez un rey muy rico, tenía de todo, tenía tantas cosas en su reino que casi no le cabían en su gran palacio. También tenía tres hijos, uno el mayor otro el mediano y un tercero, el pequeño llamado Kiski. Tenía el pelo de color rojo igual que el color de su corazón y era muy conocido entre la gente por ser muy buena persona. Un día el rey hizo llamar a sus tres hijos para repartir todo lo que tenía entre ellos, quería darles todo lo que tenía. A su hijo mayor decidió darle el palacio de oro en el que vivía, todo el mundo se quedo muy sorprendido. Al hermano mediano decidió darle un saco lleno de piedras preciosas y oro tan grande como él, esto agrado mucho al hermano mediano, pues se convertiría tan rico como su hermano mayor. Por fin el rey llamo a Kiski, que llego algo tarde pues estaba jugando con sus amigos y cuando llego su padre el rey le dijo: coge este saco lleno de semillas. Y aunque sé, que es un regalo muy pequeño sé que con él serás muy feliz. Kiski se quedo algo sorprendido por el regalo de su padre pero lo acepto de buen grado y se quedó con él. Pero ¿qué haría él con ese saco de semillas? pensaba Kiski. De ahí al poco el rey murió y el hermano mayor se convirtió en rey así que los otros dos hermanos se fueron en busca de un sitio donde poder vivir. Kiski cogió su saco de semillas y se fue lejos del palacio. Andando andando, llegó a una tierra en la que la gente estaba muy triste, los niños no jugaban y los árboles no daban frutas. Un hombre se le acerco, era un agricultor. Le contó a Kiski que todos ellos habían plantado ese año muchas semillas pero que ninguna había dado fruto, así que ahora apenas tenían para poder comer. Kiski se puso a pensar en la familia de ese pobre agricultor y un segundo después se dio cuenta de que él tenía semillas nuevas. Sin dudarlo un momento Kiski abrió su saco y le dio algunas semillas al agricultor. Esa tarde planto las semillas que Kiski les había regalado y a la mañana siguiente al despertar vieron sorprendidos como habían nacido unas pequeñas plantas con semillas de oro. Ahora sí tendrían suficiente para poder vivir todos. Así que Kiski decidió repartir todas las semillas que tenía en ese saco con los habitantes de esa aldea y lo sorprendente es que cuantas más semillas repartía Kiski, más seguía teniendo en el saco. Así que esa tierra enseguida se lleno de alegría y decidieron invitar a Kiski a vivir con ellos nombrándole rey.