D2005-0497

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Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI
DECISIÓN DEL PANEL ADMINISTRATIVO
Sindic de Greuges de Catalunya contra D. Luis Toribio Troyano
Caso No. D2005-0497
1.
Las partes
Demandante: Sindic de Greuges de Catalunya, Barcelona, España, representada por
Doña Elia Sugrañes Coca, domiciliada en Barcelona, España.
Demandada: D. Luis Toribio Troyano, con domicilio en Sant Père de Ribes, Barcelona,
España.
2.
Los Nombres de Dominio y el Registro
La presente demanda tiene como objeto los nombres de dominio,
<sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org>.
La entidad registradora de los citados nombres de dominio es Registration
Technologies, Inc., con domicilio en 400 Putnam Pike, Suite D, #203, Smithfield,
Rhode Island 02917-2442, Estados Unidos de América.
3.
Iter procedimental
3.1.
Una demanda, de acuerdo con la “Política Uniforme de Solución de
Controversias en materia de Nombres de Dominio”, en lo sucesivo denominada
“Política Uniforme”, adoptada por ICANN el día 24 de octubre de 1999, y de
acuerdo con el Reglamento adoptado también por ese Organismo para desarrollo
de esa “Política Uniforme”, en lo sucesivo “el Reglamento “, fue presentada ante
el Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI, en lo sucesivo “el Centro de
Arbitraje”, el día 6 de mayo de 2005, por correo electrónico, confirmándose en
formato papel el 9 de mayo de 2005.
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4.
3.2.
Tras haber subsanado el Centro de Arbitraje algunos problemas con las señas de
contacto del demandado (al parecer incompletas en los datos de los dominios
controvertidos), el demandado procedió a dar contestación a la demanda
mediante escrito fechado el 21 de junio de 2005 y recibido por el Centro de
Arbitraje el 23 de junio de 2005.
3.3.
Mediante comunicación de 4 de julio de 2005 se designa como experto a
D. Luis H de Larramendi como panelista único, a quien se da traslado del
expediente completo.
Antecedentes de hecho
4.1. Los nombres de dominio <sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org> fueron
registrados el 2 de julio de 2004 a nombre del demandado Luis Toribio Troyano
(quien en los datos del dominio <sindicdegreuges.org> aparece mencionado como
Luis Troyano), encontrándose en vigor.
4.2. A través de los nombres de dominio controvertidos se accede a un sitio que
contiene declaraciones en favor de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y que
hace referencia a diversas reclamaciones y actividades de protesta emprendidas
por el demandado, quien se identifica facilitando sus datos personales.
4.3. La demandante, Sindic de Greuges de Catalunya, es una institución de carácter
público perteneciente a la Administración de la Generalitat de Cataluña (órgano de
gobierno de la Comunidad Autónoma española de Cataluña) creada legalmente
para tutelar y defender los derechos fundamentales y libertades públicas de los
ciudadanos. Se trata, en definitiva, de la figura que en Derecho nacional español
se denomina “Defensor del Pueblo”, y que también recibe distintas
denominaciones en otras Comunidades Autónomas españolas, como el “Justicia de
Aragón” en dicha Comunidad, el “Ararteko”, en la Comunidad Autónoma Vasca,
etc.
5.
Pretensiones de las partes
5.1.
Demandante
La demandante establece en su escrito:
-
Que el Sindic de Greuges de Catalunya es una institución de carácter público
creada mediante Ley 14/1984, de 20 de marzo, de conformidad a los previsto en
el artículo 35 del Estatuto de Autonomía de Cataluña para desempeñar las
atribuciones que tradicionalmente realiza la figura del “Defensor del Pueblo”.
-
Que con fecha 14 de abril de 2005 la demandante remitió al demandado un
burofax exigiéndole que transfiriese los nombres de dominio
<sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org> a la parte actora, requerimiento
que fue devuelvo al haber sido remitido a una dirección insuficiente, no obstante
coincidir tal dirección con la designada por el propio demandado en los datos de
los nombres de dominio objeto de controversia.
2
-
Que los nombres de dominio coinciden con la denominación oficial de la
demandante, Sindic de Greuges, denominación bajo la que desempeña de forma
pública y notoria su función y que es ampliamente conocida por los habitantes de
la Comunidad Autónoma de Cataluña, en la que reside el demandado.
-
Que, pese a que la demandante carece de registros de marca referidos a su
denominación, ha adquirido un derecho de marca sobre la misma como usuario de
un signo notorio, recordando al efecto que la legislación española vigente otorga
protección a las marcas notorias no registradas y que en la misma línea muchas de
las resoluciones dictadas por el Centro de Arbitraje de la OMPI con fundamento
en la Política Uniforme han reconocido la protección a las denominaciones
notorias no registradas.
-
Que el demandado carece de legitimidad para ser titular de los nombres de
dominio controvertidos al identificar la denominación Sindic de Greuges de forma
notoria a la parte actora y al remitir los nombres de dominio a la página web del
demandado, que además contiene numerosas alusiones negativas a diversas
instituciones públicas, sin que el apoyo a la lucha antiterrorista que se manifiesta
en la página web sea argumento suficiente de legitimación.
-
Que existió mala fe por parte del demandado en el registro y en el uso de los
nombres de dominio <sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org>, habida
cuenta de que, como residente en Cataluña, el demandado era plenamene
conocedor de la institución del Sindic de Greuges y que además ha registrado los
nombres de dominio con el fin de perturbar la actividad de la institución del
mismo nombre.
-
Que una prueba de la mala fe del demandado es el hecho de que haya registrado
otros nombres de dominio que reproducen otras marcas notorias o denominaciones
relacionadas con actividades de las instituciones públicas catalanas, hasta el punto
de que distintas decisiones del Centro de Arbitraje han decidido la transferencia
forzosa de tales nombres de dominio.
Por todo ello, la demandante solicita que le sean transferidos los nombres de dominio
<sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org>.
5.2.
El demandado
En su contestación a la demanda el demandado establece:
-
-
Que rechaza al demandante Sindic de Greuges de Cataluña como representante
del Defensor del Pueblo, porque no cumple los estatutos para los que fue creado.
Que el demandado es objeto de persecución y represalias por parte de la
demandante.
Que, mientras la parte actora no es titular de marcas registradas, el demandado sí
es titular de registros de marca españoles de denominación, “LEGITIMIDAD” y
“ZERO PATATERO”.
Que el demandado registró los dominios objeto de la controversia porque estaban
libres, pagando su correspondiente coste de registro, de forma totalmente legal y
usual, y que además los utiliza para dos buenas causas, como son (1) avisar del
peligro que para los ciudadanos representan algunas personas responsables de
empresas públicas de la Generalitat de Cataluña y (2) informar del compromiso
de todos los ciudadanos del reconocimiento de las víctimas del terrorismo.
3
-
-
6.
Que la parte actora está actuando con manifiesta mala fe al remitir su burofax y
la demanda a una dirección incorrecta, cuando por comunicaciones anteriores
entre las partes conocía perfectamente el verdadero domicilio del demandado.
Que debe declararse que la parte actora incurre en “reverse domain name
hijacking” al actuar de forma abusiva tratando de sustraer los nombres de
dominio controvertidos a un titular que los utiliza de buena fe.
Debate y conclusiones
6.1.
Cuestiones preliminares
El párrafo 15.a) del “Reglamento” encomienda al panel la decisión de la demanda sobre
la base de:
-
las manifestaciones y los documentos presentados por las partes,
lo dispuesto en la “Política Uniforme” y en el propio “Reglamento”, y
de acuerdo con cualesquiera reglas y principios del derecho que el panel
considere aplicables.
Teniendo en cuenta la común residencia en España de demandante y demandado son de
especial atinencia, junto con las reglas de la “Política Uniforme”, las leyes y principios
del derecho nacional español.
Por otra parte, por el mismo motivo, el Panel ha decidido dictar la presente resolución
en español, idioma en el que también las partes han formulado sus correspondientes
escritos.
6.2. Examen de los presupuestos para la estimación de la demanda contenidos en
el párrafo 4.a) de la Política Uniforme.
Estos son:
que el nombre de dominio registrado por el demandado sea idéntico, u ofrezca
semejanza que produzca la confusión, con una marca de productos o servicios
sobre la que el demandante tenga derechos, y
que el demandado carezca de derecho o interés legítimo en relación con el
nombre de dominio, y
que el nombre de dominio haya sido registrado y usado de mala fe.
6.2.1.
Semejanza entre el nombre de dominio y las marcas
La demandante no es titular de ningún registro de marca sobre su denominación Sindic
de Greuges, por lo que en primer lugar será necesario determinar si pese a ello ostenta
un derecho de marca como usuario de un signo conocido que pueda calificarse como
marca notoria.
En efecto, las marcas notorias no registradas se encuentran protegidas en España en
virtud del artículo 6º bis del Convenio de la Unión de París, al que expresamente se
remiten además tanto la vigente Ley de Marcas española de 2001 como el Reglamento
40/1994 sobre la Marca Comunitaria.
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Asimismo, hay que señalar que las decisiones del Centro de Arbitraje han otorgado en
numerosas ocasiones protección a marcas notorias y denominaciones oficiales de
instituciones que, si bien no habían sido registradas, merecían protección como marca
en virtud de la legislación nacional aplicable.
En este sentido, la demandante ha acreditado que la institución Sindic de Greuges goza
de un claro carácter notorio en la región de Cataluña, domicilio común de las partes, y
que la presencia de dicha denominación en la vida pública catalana, medios de
comunicación, etc. es continua. Es más, del propio contenido de la página web del
demandado se deriva un reconocimiento expreso de su conocimiento sobre dicha
institución, pues precisamente se contienen críticas expresas al funcionamiento del
Sindic de Greuges.
Un supuesto muy semejante fue el evaluado en el caso OMPI No. D2003-1004,
Generalitat de Catalunya v. Luis Toribio Troyano (el mismo demandado). En el mismo,
el Experto señaló lo siguiente:
“Al respecto, entiende el Panel que negar el carácter notorio, extendidamente
conocido, de la institución de la Generalitat de Catalunya (el demandante)
sería tanto como negar el carácter reconocido, el general conocimiento que
del Gobierno español pueda tener un individuo medianamente formado
residente en España, o el de cualquiera de los órganos ejecutivos o
legislativos existentes en cada una de las Comunidades Autónomas de España
para sus respectivos residentes. En este sentido, entiende el Panel que resulta
incongruente alegar, como hace el Demandado, que un residente en Cataluña
no conoce la institución de la Generalitat, habida cuenta de las inversiones
efectuadas por la misma y su presencia institucional en la sociedad y en la
actividad general de Cataluña. Por consiguiente, el Panel considera que la
Generalitat de Catalunya desarrolla una actividad notoria, sobre la base de
esa denominación, la cual, por lo tanto, adquiere el carácter de marca
notoria.”
También en este caso, dada la notoriedad en España, y en particular en Cataluña, de la
institución Sindic de Greuges, es obligado reconocer a la demandante un derecho de
marca sobre dicha denominación.
Partiendo de tal premisa, es evidente que concurre el primero de los requisitos
establecidos en el párrafo 4.a.i) de la Política Uniforme, pues existe una identidad entre
la marca Sindic de Greuges y los nombres de dominio controvertidos.
6.2.2.
Posible existencia de derechos o intereses legítimos a favor del demandado
titular del nombre de dominio objeto de este procedimiento
Es inadmisible la afirmación del demandado en el sentido de que registra los nombres
de dominio porque están libres, lo que significa que a nadie le interesan, y paga su
correspondiente coste de registro. Como se señala en la decisión dictada en el caso
OMPI No. D2000-0018, Banco Español de Crédito, S.A. v. Miguel Duarte Perry Vidal
Taveira, la aceptación de tal afirmación implicaría hacer supuesto de la cuestión, y
lógicamente dejaría sin razón de ser la existencia de la Política Uniforme.
Tampoco acredita la existencia de derechos o intereses legítimos por parte del
demandado su afirmación de que utiliza los nombres de dominio para “dos buenas
causas”, como son avisar del peligro que representa para los ciudadanos el que haya
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incompetentes en un puesto de Director General de una empresa pública e informar del
compromiso que todos tenemos con las víctimas del terrorismo (en las palabras propias
del demandado), pues estos fines, por muy plausibles que puedan ser, no justifican la
utilización como nombres de dominio de una denominación que identifica a una
institución pública ajena al demandado. Al respecto es preciso señalar que este
procedimiento no puede pronunciarse sobre el contenido de las páginas web, sino
únicamente sobre si resulta aceptable la utilización de los nombres de dominio
controvertidos.
En efecto, no corresponde a este Experto valorar el contenido de la página web del
demandado, pero en cualquier caso el legítimo (y hasta necesario en una democracia
sana) derecho de crítica y la libertad de expresión no legitiman la utilización como
nombre de dominio de una denominación que para la generalidad del público identifica
a otra persona o entidad, máxime si ésta es una institución pública como la demandante.
Como se recordaba en la decisión dictada en el caso OMPI No. D2001-0570, Fadesa
Inmobiliaria, S.A. v. Flemming Madsen:
“No es función de este procedimiento la de establecer límites a la libertad de
expresión y de crítica del demandado. Tal labor debe ser efectuada por otras
instituciones, como el Juzgado español que está conociendo de la controversia
penal entre ambas partes y con base en normas distintas de las que rigen este
procedimiento. Sin embargo, es claro que el legítimo ejercicio del derecho a la
libertad de expresión no justifica en absoluto la adopción de un nombre de
dominio idéntico a la marca notoria de un tercero, con el riesgo consiguiente de
que los usuarios de Internet se vean inducidos al error de considerar que el
nombre de dominio en cuestión designa el sitio web del titular de la marca.”
En la misma línea, en la resolución OMPI No. D2000-0299, Marty and Pat Roberts,
Inc. v. Bill Keith, se establece:
“...El derecho a expresar los propios puntos de vista no es lo mismo que el
derecho a usar el nombre de otro para identificarse uno mismo como la fuente de
estos puntos de vista. Uno puede ser perfectamente libre de expresar sus puntos
de vista acerca de la calidad o características de la información del New York
Times o de la revista Time. Eso no se traduce, sin embargo, en un derecho a
identificarse uno mismo como el New York Times o la revista Time.”
“Cuando un usuario de Internet busca la marca del demandante, encontrará la
dirección del sitio del demandado. No hay nada en el nombre de dominio que
indique que el sitio está dedicado a criticar al demandante, aun cuando esta
crítica es evidente cuando se visita el sitio del demandado. Al usar la marca del
demandante, el demandado desvía tráfico de Internet hacia su propio sitio,
privando por ese medio al demandante de visitas de usuarios de Internet.”
Por último, cabe señalar que los registros de marca cuya titularidad acredita el
demandado se refieren a denominaciones que no guardan ninguna relación con los
dominios impugnados.
En definitiva, el demandado no ha acreditado la existencia de derechos o intereses
legítimos para adoptar los nombres de dominio objeto de controversia, por lo que se
considera que también concurre el segundo de los requisitos contenidos en el párrafo 4.a
de la Política Uniforme.
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6.2.3.
Posible existencia de mala fe en el registro y uso del nombre de dominio
controvertido
Como se ha señalado, la demandante ha acreditado que el Sindic de Greuges es una
institución conocida en Cataluña. Del mismo modo, del propio contenido de la página
web del demandado se desprende el reconocimiento de tal circunstancia.
Asimismo, ha quedado acreditado que el demandado está utilizando los nombres de
dominio con el fin de criticar de forma muy rotunda a diversas instituciones y empresas
públicas, entre las que se encuentra la propia demandante. De todo ello se desprende
con absoluta claridad que el demandado registró los nombres de dominio
<sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org> con el fin de alojar un sitio web de
contenido crítico y denigratorio para la demandante, evitando con ello al mismo tiempo
que la propia parte actora pudiera registrar los correspondientes nombres de dominio,
que naturalmente le corresponderían al ser notoriamente conocido como Sindic de
Greuges. Como se señalaba en la decisión dictada en el caso OMPI No. D2001-0570,
Fadesa Inmobiliaria, S.A. v. Flemming Madsen, antes mencionado:
“Por ello, y como igualmente se señala en la repetidamente citada decisión, se
cumple igualmente la circunstancia contenida en el parágrafo 4.b.iv de la
Política Uniforme, por cuanto la adopción del nombre de dominio idéntico con
la marca del demandante, denominación con la que éste además es conocido,
implica la intención deliberada de derivar a internautas que busquen
precisamente a la demandante a un sitio web propio del demandado que se está
utilizando activamente en perjuicio del demandante. En este sentido, aunque no
concurra un ánimo de lucro “directo” por parte del demandado, es obvio que la
utilización del nombre de dominio controvertido busca el deliberado propósito
de perjudicar comercialmente a la demandante, circunstancia negativa que a
juicio de este Panel resulta perfectamente equivalente al ánimo de lucro presente
en la redacción del citado parágrafo 4.b.iv de la Política Uniforme.”
También cabe mencionar sin duda como prueba de la mala fe en la que incurre el
demandado la circunstancia de que el Centro de Arbitraje ya ha dictado varias
decisiones en su contra reconociendo la existencia de ciberocupación, entre las que
pueden citarse las decisiones dictadas en el caso No. D2002-1096
<barcelonactiva.com>, D2003-0438 <aguasdebarcelona.biz> o D20031004 <generalitatdecatalunya.net>. Ello implica la concurrencia indudable de la
circunstancia acreditativa de la mala fe que recoge el párrafo 4.b.ii de la Política
Uniforme, al existir de forma clara una conducta habitual del demandado en la misma
línea que ya ha ocasionado incluso diversas decisiones en su contra.
Por lo demás, las alegaciones desarrolladas por el demandado acerca de una supuesta
modificación del número de código postal por el demandante en sus comunicaciones, que, a su entender, pondrían de manifiesto una evidente mala fe de la parte actoraresultan en realidad irrelevantes para el fondo del asunto, pues en definitiva el Centro de
Arbitraje ha adoptado todas las medidas necesarias para que el demandado tuviera pleno
conocimiento de la demanda, y de hecho el demandado ha presentado un escrito de
contestación a la demanda ampliamente documentado en el que efectivamente ha tenido
ocasión de ejercitar su derecho de defensa.
Por ello, el Panel considera igualmente acreditada la concurrencia de mala fe en el
registro y uso de los nombres de dominio objeto de controversia.
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7.
Decisión
El Panel decide, por todas las razones expuestas anteriormente, que los nombres de
dominio <sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org> son confundibles con las
marcas del demandante, que dicho registro se produjo sin existir derecho o interés
legítimo alguno, y que el registro y uso de dicho nombre de dominio ha sido llevado a
cabo de mala fe.
En consecuencia, el Panel ordena la transferencia de los nombres de dominio
<sindicdegreuges.com> y <sindicdegreuges.org> a la demandante, rechazando
lógicamente la pretensión del demandado de que existe “reverse domain name
hijacking”.
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Luis H. de Larramendi
Panelista Único
18 julio 2005
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