ACUÉRDATE DE TU CREADOR

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Iglesia de Dios. Guatemala C.A. Estudios Escriturales
Acuérdate de tu Creador.
ACUÉRDATE DE TU CREADOR
Este es el continuo llamamiento que se encuentra
registrado en la Sagrada Escritura; acuérdate de tu
Creador.
Pero especialmente en Eclesiastés 12:1-8, este mensaje
se encuentra ampliado y dedicado a la juventud.
El lenguaje simbólico de esta porción, describe
bellamente la forma en que la juventud va perdiendo
su hermosura, su vigor y su vida.
Entrando en materia
El capítulo 12 y versículo 1 del libro ya mencionado,
principia con una advertencia: “Y acuérdate de tu
Criador en los días de tu juventud, antes que vengan
los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas,
no tengo en ellos contentamiento”.
En la primavera de la vida no hay malos días, porque
no existen enfermedades, como dice Proverbios 20:29
“La gloria de los jóvenes es su fortaleza”.
Pero esa exuberancia no es eterna, en el correr de los
años, el vigor se termina y vienen los malos días, los
años en los cuales se dice:
no tengo en ellos
contentamiento.
La decadencia de nuestro cuerpo está descrita del
versículo 3 al 7. Analizaremos parte por parte para
comprender mejor el mensaje de Dios.
Las manos
Eclesiastés 12:3 “Cuando temblarán los guardas de la
casa”.
El versículo nos habla de los guardianes de una casa.
Principiaremos por entender quién es la casa. En 2ª.
Corintios 5:1, habla de la casa terrestre en el versículo 4
le llama tabernáculo y en el versículo 6 le llama
cuerpo.
Quiere decir que nuestro cuerpo simbólicamente es
una casa, puede leer también 2ª. Pedro 1:14 y 1ª.
Corintios 3:16.
Pues bien, los guardianes de esta casa, o sea de este
cuerpo, son las manos, las cuales movidas por los
nervios motores, defienden al cuerpo de cualquier
enemigo, de un animal, de un golpe, de una caída,
de perecer ahogados, etc...
En los años mozos, las manos tienen la suficiente
capacidad para defender al cuerpo, porque con ellas
se trabaja para subsistir, (Efesios 4:28), pero en la vejez,
las manos se debilitan, los nervios atrofiados las hacen
temblar, se vuelven incapacitados. Por lo tanto joven,
antes que tiemblen los guardas de tu casa ACUÉRDATE
DE TU CREADOR.
1
Los huesos
Eclesiastés 12:3 “Y se encorvarán los hombres fuertes”.
Los hombres fuertes de nuestro cuerpo son los huesos,
desde el frontal y parietal hasta el calcáneo y
metatarso. Son todos ellos los que sostienen y dan
forma anatómica a nuestro cuerpo.
El joven ciertamente tiene un cuerpo escultural, pero
esa gloria se termina, los años no pasan en vano y
lentamente se van encorvando, como decía el
salmista David: “Porque mi vida se va gastando de
dolor, y mis años de suspirar. Hace enflaquecido mi
fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han
consumido” (Salmo 31:10).
Joven, antes que tus
huesos se encorven, ACUÉRDATE DE TU CREADOR.
Sistema dental
Eclesiastés 12:3 “cesarán las muelas, porque han
disminuido”.
La versión de Nacar y Colunga, traduce así: “cesarán
de trabajar las muelas porque son pocas”.
Esto
simboliza al sistema dental.
Por muchos años los dientes y las muelas nos dan un
servicio excelente, toda vianda limpia y apetitosa
podemos comerla con satisfacción; pero al venir los
malos días cesarán de trabajar nuestras muelas,
rehusamos el alimento, nuestro sistema digestivo se
altera, nuestra facción se desfigura, nuestras encías
desnudas comprueban evidentemente que hemos
perdido el vigor de nuestros años. Antes que pierdas
tus perlas bucales, ACUÉRDATE DE TU CREADOR.
Los ojos
Eclesiastés 12:3 “Y se oscurecerán los que miran por las
ventanas”.
Es obvio que los que miran por las ventanas son los
ojos; las ventanas son los párpados que se abren y se
cierran para descubrir delante del humano el universo.
La Palabra de Dios dice que los ojos de los hombres
nunca están satisfechos (Proverbios 27:20). Son los
medios por los cuales estamos comunicándonos con lo
exterior.
Por décadas los hacemos trabajar incansablemente,
pero llega el momento en que estos se rinden, le ataca
la presbicia, o la opacidad del cristalino, o cuantas
otras enfermedades más que les hacen oscurecer,
antes que lleguen las tinieblas a tus ojos, joven,
acuérdate de tu creador, como dice Proverbios 23:26
“Miren tus ojos por mis caminos”.
No dediques la luz de tu vista a la diversión satánica,
no la desgastes en el cine o en lecturas inmorales, pon
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Acuérdate de tu Creador.
tus ojos en la ley de Dios, y di como el salmista “Abre
tus ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Salmo
119:18).
La voz
Eclesiastés 12:4 “Y las puertas de afuera se cerrarán,
por la bajeza de la voz de la muela; y levantaráse a la
voz del ave y todas las hijas de canción serán
humilladas”.
Las puertas de afuera por donde sale el medio para
comunicarnos con el mundo exterior son los labios. Así
leemos en el Salmo 141:3 “Pon, oh Jehová, guarda a
mi boca: Guarda la puerta de mis labios”.
El humano se comunica con sus prójimos por medio de
la voz. En los años juveniles, ¡Cuán sonora es la voz!, en
ella, es tan melodiosa y tan dulce, y en él, es tan fuerte
y tan clara, pero llega el momento en que las hijas de
canción son humilladas, es decir, cuando los órganos y
fibras de la voz resultan insuficientes.
Esta humillación es en la vejez, cuando el anciano no
puede cantar, cuando los resfríos le enmudecen.
Joven amigo, ACUÉRDATE DE TU CREADOR, antes que
pierdas la fuerza de tu voz. Aprovecha el don que Dios
te ha dado, usa tu voz para el bien, que tus palabras
sean sanas, edificantes, no manches el don
convirtiendo tu lenguaje en palabras soeces.
No cantes canciones mundanas, porque están
inspiradas por Satanás, alaba al Creador con salmos,
con himnos espirituales (Colosenses 3:16).
No entregues tu canto a los ídolos del mundo, al
diosecillo del amor; el Divino Maestro dijo: “no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan
17:1).
Usa tu voz para predicar la Palabra de Jehová, el
Señor necesita obreros que pregonen su justicia, que
anuncien el reino de Dios. Hazlo antes que sea
demasiado tarde.
Los pies
Eclesiastés 12:5 “Cuando también temerán de lo alto, y
los tropezones en el camino”.
El joven por lo regular se ve empujado por el deseo de
conquista, de escalar los montes más elevados, de
aventurar en los volcanes de eternas nieves.
Pero ese ímpetu desaparece al avanzar la edad, los
pies renuncian a la osadía, ahora temen a los
tropezones en el camino.
El entusiasmo a las excursiones finalizó, ahora desean
estar en reposo, con suaves sandalias.
2
Antes que sus pies se entorpezcan ACUÉRDATE DE TU
CREADOR. Recuerda que Jehová aborrece los pies
presurosos que corren al mal (Proverbios 6:18). Úsalos
al servicio de la justicia, y recuerda que: “Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian el bien”
(Isaías 52:7).
Las canas
Eclesiastés 12:5 “Y florecerá el almendro”.
El almendro es un árbol rosáceo de flores blancas o
rosadas, originario de Asia.
Estas flores blancas
simbolizan las canas del humano. También nuestras
cabezas florecen y aunque muchas personas jóvenes
parcialmente encanecen, llega el momento en que
toda su cabeza tiende a florecer.
Estimado joven, antes que tu cabeza muestre hilos de
plata, ACUÉRDATE DE TU CREADOR.
Las enfermedades multiplicadas
Eclesiastés 12:5 “Y se agravará la langosta”.
La langosta común en Palestina era el insecto
ortóptero saltador, el cual se multiplica de tal modo
que suele formar espesas nubes que destrozan
comarcas enteras. Se presenta en forma de plaga
devastadora. Esto simboliza las enfermedades en el
anciano, las cuales como plaga invaden el cuerpo
decrépito. Joven, antes que vengan los achaques, de
los oídos, nariz, garganta, corazón, hígado, etc...,
ACUÉRDATE DE TU CREADOR.
La falta de apetito
Eclesiastés 12:5 “Y perderase el apetito”.
Al ser acosado el hombre por la plaga de
enfermedades, pierde toda clase de apetito, la
comida le es abominable, en esta forma empieza a
perder todo su vigor, sus energías se van agotando
porque el hombre va a la casa de su siglo.
Columna Vertebral
Eclesiastés 12:6 “Antes que la cadena de plata se
quiebre”.
Sabemos que la columna vertebral está formada por
vértebras cervicales, dorsales y lumbares. Estas forman
una especie de cadena, identificada aquí como una
cadena de plata.
Y efectivamente para nosotros los humanos tiene un
valor tal, pues ella es como su mismo nombre lo indica,
una columna que sostiene a la caja craneana en ella
se apoyan las clavículas y costillas.
Es a la vez la que une el torax con las extremidades
inferiores, por medio del huesos iliaco.
Iglesia de Dios. Guatemala C.A. Estudios Escriturales
Acuérdate de tu Creador.
Quiere decir que ella es en verdad como una cadena
de plata que debemos estimar en todo lo que vale. Y
antes que rompa su energía, ACUÉRDATE DE TU
CREADOR.
La cabeza
Eclesiastés 12:6 “Y se rompa el cuenco de oro”.
Es aceptable que entre los metales el oro es de más
estima, y el versículo nos habla de un cuenco de oro,
este símbolo a la parte de más valor en el cuerpo
humano, la cabeza.
Las facultades mentales en la juventud están en
perfectas condiciones, son estas facultades lo que le
hace ser a imagen de Dios según Génesis 1:26.
De las criaturas humanas solamente el hombre está
dotado de inteligencia, su cabeza está llena de oro,
pero del oro simbólico que es la sabiduría.
Cuantas cosas hermosas han hecho los siervos de Dios
al hacer buen uso de esa inteligencia. Y tú joven
hermano puedes hacer lo mismo, ocupar tu
mentalidad para el bien, al servicio del Señor.
Antes que se rompa ese cuenco de oro, antes que
pierdas la memoria, antes que se roma el sentido de la
concentración y de la razón, ACUÉRDATE DE TU
CREADOR. Antes que sea demasiado tarde ríndete al
servicio de aquel que te ha dado la vida, no llenes ese
cuenco de oro de pensamientos materialistas, deja
que en ese cuenco se manifieste la mano de Cristo (1ª.
Corintios 2:16).
El corazón
Eclesiastés 12:6 “Y el cántaro se quiebre junto a la
fuente”.
Los cántaros en el tiempo del ayer eran muy usados
para el servicio del agua. Este cántaro representa el
corazón; él como un cántaro se llena y se vacía
continuamente de sangre, es el órgano principal de la
circulación de la sangre.
Sabemos que suS latidos se pueden contar por miles
durante un día, es un incansable cántaro que nos
prodiga vida.
Pero llega el momento en la vejez que se quiebra, sus
funciones no son normales hasta que al fin detiene su
marcha.
Estimado joven, antes que tu corazón deje de
funcionar ACUÉRDATE DE TU CREADOR.
El
mandamiento grande de Dios es este: “Amarás al
Señor tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y
de toda tu mente”. (Mateo 22:37).
3
El Señor pide un amor con todo el corazón, es decir
con todo el sentimiento de toda una vida. En cada
latido allí debe estar nuestro amor para el Creador.
El sistema circulatorio
Eclesiastés 12:6 “Y la rueda sea rota sobre el pozo”.
Esta rueda es el sistema circulatorio, el cual forma una
rueda en el organismo, porque recorre de pies a
cabeza; constantemente en nuestro organismo existe
una continua circulación, esto denota vida.
Todo cuerpo viviente se mueve y dentro del organismo
humano hay movimiento, y esto especialmente en la
juventud, cuando está en toda su fuerza la rueda de la
vida. Pero llega el momento en que esa rueda es rota,
al fin ese movimiento se detiene y el hombre va a la
casa de su siglo.
El sepulcro
Eclesiastés 12:5 (penúltima parte) y versículo 7 “Porque
el hombre va a la casa de su siglo, y el polvo se torne a
la tierra, como era, y el espíritu se vuelva a Dios que lo
dio”.
La casa del siglo es el sepulcro, es allí donde el hombre
termina su meta, como decía Job “Si yo espero, el
sepulcro es mi casa: haré mi cama en las tinieblas”.
Esa es nuestra residencia final hasta el día del juicio,
pues sabemos que vendrá el día en que todos los que
están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios y los
que hicieron bien saldrán a resurrección de vida, mas
los que hicieron mal a resurrección de condenación
(Juan 5:28-29)
Cuando el anciano lleno de canas y plagado de
enfermedades da el espíritu es decir el hálito de vida,
entonces vuelve al polvo de donde fue tomado,
conforme la sentencia Divina (Génesis 3:19).
Estimado joven, antes que el polvo te reclame,
ACUÉRDATE DE TU CREADOR. Él quiere darte vida y
vida en abundancia.
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