Existe un poblado en las afueras de Carolina del Norte,... mayoria de sus habitantes son gente pobre.Por eso, cuando el... Un joven, tras un sueño

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Un joven tras un sueño Por El soñador
Un joven, tras un sueño
Existe un poblado en las afueras de Carolina del Norte, se llama Nashvile. Es un pueblo pequeño y la
mayoria de sus habitantes son gente pobre.Por eso, cuando el joven Elías a sus 13 años tuvo la idea
de hacerse con uno de aquellos aparatos casi mágicos llamados cámaras fotográficas todos le tildaron
de loco.
Rápidamente los mayores le explicaron que aquel aparato costaba muy caro y existía algo que
Elías no podía olvidar: la condición de su padre. El muchacho es el hijo del alcohólico del pueblo, un
antiguo cerrajero que padecía de artritis y por esto tuvo que dejar su profesión convirtiéndose entre
copa y copa en lo que se había destilado de tanto alcohol. Solo quedaba del antiguo cerrajero un
hombre que golpeaba a su hijo cada vez que regresaba. La madre había fallecido en el parto, algo
que el padre en su ceguera alcohólica nunca le había perdonado a su hijo. El muchacho era trigueño,
de ojos pardos y a pesar de que era flaco como una escoba tenía cada músculo de su cuerpo listo para
la próxima pelea, pues había sido criado entre las peleas callejeras de los muchachos de Nasvile.
El joven tenía un sueño, y se propuso cumplirlo, Por eso un día parte sin mirar atrás. Faltan unos
años para que estalle la guerra civil norteamericana, el joven se dirige hacia Petersburg, enclave
sureño que en aquellos momentos se debatía en el hecho de aliarse al partido republicano o a la
comunidad del sur. Los hombres blancos eran en la realidad sureña los que tenían el control político
de la región, por lo que poco podían hacer las minorías.
Elías tenía otras ciudades mucho más cercanas hacia dónde dirigirse, pero se encontraba con una
problemática insalvable; en cada una de aquellas, llegaría a la ciudad con la simple opción de dormir
en las calles. En cambio, en Petersburg tenía una tía materna que le adoraba y que había tenido
varios enfrentamientos con su padre por la forma en que lo cuidaba. Se dirigió a Memphis por ser la
ciudad grande más cercana, y con el dinero que había ahorrado de sus pequeñas labores por aquí y
por allá logró comprarse un ticket para la parte de carga del tren, junto a esclavos libertos y gallinas
entre otras cosas.
Pudo hacer esto gracias a que la formación de varias compañías en la industria ferroviaria de las
ciudades, hacía más barato el pasaje entre dos grandes ciudades que la transportación entre una gran
ciudad y una más pequeña. También, gracias a un pequeño latrocinio de cierta bolsa que quedó fuera
de lugar cerca del joven.
De haberlo capturado le hubiese costado caro al joven Elías, pero por suerte pudo tomar el tren
hacia Petersburg, aunque desde los siete años no había visitado Petersburg cuando su padre era
cerrajero y llevaba al muchacho a visitar a su tía, había grabado aquellos momentos en su memoria, y
aunque Petersburg ha cambiado mucho logra dar después de varias horas de búsqueda con la casa de
su tía.
La tía Betty, como le decía desde pequeño, había envejecido mucho; vivía de los ahorros
obtenidos durante muchos años por la empresa de su marido. Este buen hombre le adoraba y su
fallecimiento había afectado mucho a la anciana señora. Recibió a Elías con los brazos abiertos y
pasaría los próximos cuatro años en aquella casa viviendo una felicidad que nunca sintió en la suya
propia.
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Al cumplir Elías los 18 años falleció la tía Betty dejando al joven con una pequeña herencia y con
el deseo de que el joven se hiciese doctor. Quizás lo hubiese sido algún día de haber seguido una
vida normal, pero la tensión política en todo el país era evidente. Los habitantes de Petersburg fueron
a elecciones en las cuales participó el joven Elías gracias a su nueva posición.
Elías, ahora mayor de edad, cumplió su sueño de comprarse una cámara fotográfica, y fundó su
primer estudio fotográfico, después de pasar aquel convulso año aprendiendo a utilizarla. La
profesión de fotógrafo en aquella época llevaba una paciencia extraordinaria, pues los habitantes de
la ciudad ignoraban el procedimiento básico necesario para tirarse una foto sin contar que las
cámaras eran muy rudimentarias y se necesitaban conocimientos químicos y un ayudante para su
funcionamiento.
Al estallar la guerra civil el negocio de Elías al igual que el de la mayoría de los habitantes de la
ciudad fue decayendo. La población no pensaba en fotografiarse cuando los padres de familia corrían
peligro de muerte en el campo de batalla. Por eso, no lo dudó dos veces cuando un estudio de mayor
tamaño lo reclutó para participar como fotógrafo de un periódico sureño en el campo de batalla.
Su niñez vagabundeando por Nashvile le había enseñado muchas cosas, pero su experiencia
quedó muy limitada al observar los detalles de la guerra. Vio allí como otros fotógrafos en el campo
de batalla hacían juego sucio con sus cámaras fotografiando cadáveres unionistas como si fuesen
confederados y el mismo cadáver era después fotografiado como unionista. Comprendió que las
cuadrillas de enterramiento de cadáveres no daban chance a los fotógrafos a fotografiar los campos
de batalla originales, pero, se juró a sí mismo que nunca haría algo así. Si algunas de sus fotos
quedaban para la historia serían reales, no falsas.
Aquí entra en escena una persona importante para nuestra historia; la joven Alicia. Esta muchacha
era ayudante del cirujano, y Elías la había conocido cada vez que ayudaba a transportar heridos al
pequeño hospital de campaña. Como los demás fotógrafos no perdían el tiempo en estas cosas, y se
la pasaban a la caza de una buena fotografía, la joven sintió admiración por aquel muchacho. Cuando
le preguntó, ¿por qué era el único fotógrafo que lo hacía?, le respondió que le gustaría si llegara el
caso, que alguien lo hiciese por él.
La joven sonrió; era su sonrisa lo que más le gustaba a Elías, era mulata de ojos negros y aunque
no tuviera la cintura característica de su raza era bellísima. A los pocos días de conocerla Elías
comenzó a cortejarla pero a la primera frase de sus intenciones la joven le planteó lo siguiente:
—No soy libre de elegir señor, soy esclava del señor Tobías Smith, el cual llega mañana. Es
hermano del coronel Anderson y si descubre que me ha dicho estas palabras pueden matarlo.
Elías se disculpó del incidente, era sureño y como tal respetaba las tradiciones del Sur, pero no
iba a dejar esto así. Averiguó con un colega si era cierto lo que la joven decía, este se lo confirmó
planteándole además que el tal Tobías usaba a la joven como esclava sexual. Aunque era una táctica
común en el Sur fue parte de la campaña republicana para desprestigiar a los sureños.
Elías trato de comportarse como un caballero sureño y al día siguiente intentó entrar en
negociaciones con el tal Tobías. Pero este era un hombre ruin que disfrutaba del asco que provocaba
en la joven y con total impunidad la hacía suya todas las noches. Le habían dado informes de que el
fotógrafo había estado en esos días muy cerca de la joven y esto no le gustó nada. La discusión tomó
términos alarmantes hasta el término en que Tobías le retó a un duelo. Aunque no era esta la
intención de Elías no podía rechazar una invitación como aquella o hubiese quedado como un
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cobarde frente a toda la tropa. El duelo se haría al día siguiente en el bosque cercano al campamento.
Esa noche Alicia escapó de su barraca y se introdujo en la tienda de Elías.
—Cuando el joven le preguntó, si estaba segura de lo que iba hacer la joven exclamó.
—¡ Si vas a morir por mí al menos no será sin haberme conocido!
La piel de Ébano de la joven relucía ante la luz de la lámpara. Ella sonrió para sus adentros al
comprender que era la primera vez que Elías conocía a una mujer: Después se maldijo así misma al
pensar que le costaría la vida al joven fotógrafo; Sabía que su amo era un soldado experimentado
pero se dijo a si misma que nada podía hacer.
Día Siguiente:
Según las reglas de la época el ofendido escogería armas por lo que Elías escogió dos revólveres,
sabía que sus posibilidades frente al contrario eran escasas por lo que decidió la forma más rápida de
morir. El joven iba a la muerte con total resignación, pero con la moral en alto. No dejaba de
observar a la joven mulata, la quería con locura, los testigos dieron la orden de separarse, los
contendientes dieron los pasos reglamentarios, cuando un disparo echó por tierra a Tobías. Los
testigos observaron claramente que no había sido el joven quien disparase. De pronto una algarabía
pasó de boca en boca por todo el campamento.
—¡A las armas! ¡A las armas! Gritaban todos en el campamento. El ejército de la unión
comenzaba a rodear el enclave sureño. los testigos olvidaron por un momento el duelo y recordaron
que su puesto estaba al frente de las tropas que comandaban, hecho este que el coronel Anderson no
les perdonaría nunca.
Alicia se acercó a Elías que todavía estaba sin saber qué hacer, pues llegó a pensar que a esa hora
estaría muerto. La joven le gritó.
—¡Rápido, escapemos!
—Pero, ¿a dónde vamos?
—Tenemos que llegar al norte, es donde único estaremos a salvo.
Los jóvenes huyeron bosque adentro, por suerte iban en contra del teatro de operaciones. Después
de andar varias horas llegaron a una pequeña ciudad que tenía comunicación ferroviaria. La joven se
hizo pasar por la esclava de Elías por lo que después de viajar varios días juntos y tras habérsele
agotado los recursos al joven llegaron a Petersburg.
Esos cuatro días el campamento había estado bajo ataque norteño por lo que las partidas enviadas
por el coronel Anderson para capturar a la esclava fugitiva no pudieron pasar el cerco. El joven
extrajo su herencia y ambos tomaron el ferrocarril hacia el Norte.
Cuando el empleado del tren al llegar a la primera ciudad fronteriza le explicó al joven que en aquel
estado no se aceptaba la esclavitud, la joven mulata le respondió.
Hace cuatro días que soy libre. ¿No es así Elías?
Sí, mi amor, pero dime una cosa. ¿Fuiste tú quién le disparó a Tobías?
—Tú estabas dispuesto a todo por mí. ¿No es así?
—¡Por supuesto que sí!
—Pues yo también.
Las señoras del vagón se escandalizaron cuando vieron a los jóvenes besarse en pleno tren.
Nada, cosas de la Guerra Civil.
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Notas: La existencia de varios pueblos norteamericanos llamados Nashville podría crear
confusiones a la hora de establecer un posible mapa Histórico por lo que he optado por el poblado
ficticio Nasvile. Mis disculpas por las posibles molestias ocasionadas.
Durante la Guerra Civil Norteamericana, se hicieron grabados para la prensa escrita, de las
fotografías tomadas en el campo de batalla; debido a que la tecnología de la época impedía publicar
las fotos, en su diseño original.
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