D2001-1202

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Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI
DECISION DEL PANEL ADMINISTRATIVO
Heineken España, S.A. v. Domingo González Ruiz
Caso No. D2001-1202
1.
Las partes
La parte Demandante es Heineken España,S.A., compañía con domicilio social en
Sevilla, España.
La parte Demandada es Domingo González Ruiz, domiciliado en Sevilla, España.
2.
Nombre de dominio y entidad registradora
El nombre de dominio objeto de este procedimiento es <cruzcampo.net>.
El registrador de este nombre de dominio es Nominalia Internet,S.L. con domicilio en
Barcelona, España.
3.
Iter procedimental
3.1. Con fecha 3 de octubre de 2001 se presentó por vía electrónica en el Centro de
Mediación y Arbitraje de la OMPI (en adelante el “Centro”) una demanda de
acuerdo con la Política Uniforme de Solución de Controversias en Materia de
Nombres de Dominio de la ICANN (en lo sucesivo "Política"), el Reglamento de
la Política uniforme de solución de controversias en materia de nombres de
dominio (en lo sucesivo “Reglamento”), aprobados por la ICANN el
24 de octubre de 1999, y el Reglamento Adicional del Centro de Arbitraje y
Mediación de la OMPI (en lo sucesivo "Reglamento Adicional"). El
8 de octubre de 2001 se recibió la confirmación en papel. El Centro acusó recibo
de la demanda remitida por e-mail el 4 de octubre de 2001.
3.2. El Centro requirió el 5 de octubre de 2001 del Registrador Nominalia
Internet,S.L. la confirmación de los datos de registro de dominio
<cruzcampo.net>, recibiendo la confirmación el 18 de octubre de 2001.
3.3. El 18 de octubre de 2001 el Centro notificó al demandado la demanda y el
comienzo del procedimiento administrativo por courier (con anexos) y por correo
electrónico. El demandado contestó a la demanda el 7 de noviembre de 2001.
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3.4. Después de recibir la declaración de aceptación, independencia e imparcialidad
del señor Mario A. Sol Muntañola, el 28 de noviembre de 2001 el Centro lo
designó Panelista Único (el “Panel”), fijándose el 12 de diciembre de 2001 como
fecha límite para dictar la decisión.
3.5. No hubo presentaciones ulteriores de las partes. La demanda se hizo en español.
El demandado contestó en español. Además, el español es el idioma en que se
tramitaría eventualmente el caso ante la jurisdicción mutua elegida por la
demandante en la demanda que es la del domicilio del demandado (tribunales de
Sevilla, España). Por ello, conforme al Reglamento, Parágrafo 11, el Panel decide
que el procedimiento continúe en español.
4.
Hechos
Los siguientes hechos y circunstancias mencionados en la demanda y apoyados por sus
anexos, y no contestados, o constatados directamente por el Panelista se tienen por
verdaderos:
4.1. El grupo cruzcampo es considerado como la primera empresa cervecera de
España en cuanto a volumen de ventas. Fue fundada en 1904 cerca del histórico
templete extramuros que cobijaba una cruz de piedra conocida como "La Cruz del
Campo" de donde tomó el nombre. Actualmente es propiedad de la multinacional
holandesa Heineken, que la adquirió a su anterior propietaria, Guinnes. Es titular
de una marca comunitaria en clases 32, 33 y 42, de marcas internacionales y de
numerosas marcas nacionales, todas ellas con la denominación "cruzcampo". Se
trata de una marca notoria con notable repercusión en los medios de publicidad.
4.2. El demandado es titular del dominio <cruzcampo.net>, que corresponde a un sitio
web en construcción, en algún momento enlazado con una página que contiene
información sobre la Semana Santa en Sevilla, en general, y una referencia al
denominado "Templete de la Cruz del Campo", última "estación de penitencia",
en particular.
5.
Alegaciones de las partes
5.1
Demandante
(a)
Que el nombre de dominio <cruzcampo.net> es idéntico a la marca
"CRUZCAMPO" registrada por el demandante como Marca Comunitaria en las
clases 32, 33 y 42, como Marca Internacional en las clases 32 y 33 y con
extensión a 27 países, y como Marca Nacional española en al menos 18 clases del
Nomenclator internacional. Considera además, que se trata de una marca notoria,
aportando abundante prueba para probar este extremo, como informes de control
y análisis de publicidad efectuados por diversas empresas especializadas, los
volúmenes de inversión publicitaria realizada anualmente en televisión, prensa y
radio o los patrocionios que la marca efectúa.
(b)
Que puesto que ambas partes son residentes en España, y como han señalado
diversas resoluciones anteriores, es de aplicación la legislación nacional de
España. En consecuencia es aplicable la ley de Marcas 32/1988 de 10 de
noviembre, según la cual la demandante tiene el derecho a la exclusiva utilización
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de su denominación para identificar sus productos en el tráfico mercantil. En este
sentido se pronunciaba el caso “banesto.com” (D2000-0018).
(c)
Que el titular del dominio en debate no se identifica con una sociedad, producto o
servicio por el que pueda ser conocido, por lo que no dispone de ningún derecho
ni interés legítimo. Y si no es conocido presencialmente por tal denominación,
tampoco lo es virtualmente, pues tampoco existe página web en la que el
demandado realice una oferta seria de productos o servicios. Tan sólo existe una
web en construcción, por lo que no se aprecia una voluntad de iniciar una
actividad comercial legítima en el futuro. Tal extremo ha sido tratado
abundantemente en anteriores decisiones (citando las decisiones D2000-0057,
D2000-0059 y D2000-0143) como prueba de mala fe.
(d)
Que el mantenimiento de un sitio web en construcción durante más de un año, es
un indicio claro de la mala fe que preside la actividad del demandado (citando al
respecto la decisión D2000-0143).
(e)
Que el registro en sí mismo del nombre de dominio <cruzcampo.net> no
establece derechos o intereses legítimos para el registrante del dominio. El
demandado únicamente se ha limitado a registrar y mantener inactiva la sede web
correspondiente al nombre de dominio que se corresponde con una marca notoria
titularidad de la compañía demandante, denominación sobre la que no ostenta
derecho alguno ni interés.
(f)
El demandante tiene el convencimiento de que el nombre de dominio
<cruzcampo.net> ha sido registrado de mala fe con la única finalidad de obtener
un beneficio económico, tratando de invitar al demandante a realizar una oferta
económica al demandado a cambio del nombre de dominio <cruzcampo.net>. Tal
suposición halla su mejor sustento en el hecho de que la marca "CRUZCAMPO"
es notoria. Y puesto que el domicilio social del demandante está en Sevilla desde
1937, capital de la provincia en donde reside el demandado, debe inferirse el
conocimiento que este tenía de la notoriedad de la marca (citando al respecto las
decisiones D2000-0091 y D2000-0049).
(g)
Que el demandante ha recibido un mensaje de una persona denominada Antonio
G. que, identificándose como titular del dominio <cruzcampo.net>, ofrecía la
posibilidad de negociar la adquisición del referido dominio. Tras la recepción de
dicho correo, la dirección jurídica del demandante remitió como respuesta una
advertencia legal relativa a la normativa aplicable al caso. El demandado
respondió a su vez con otra nota en la que, a pesar de transmitir su falta de interés
económico en la materia, ponía de manifiesto su interés en "aclarar el asunto de la
forma más cordial y discreta posible". A juicio del demandante tal manifestación
es una clara alusión a la intención especulativa del demandante.
(h)
El demandante considera que existen suficientes evidencias de la mala fe del
demandado y de su falta de interés, por lo que el dominio <cruzcampo.net> debe
ser transferido a favor del demandante.
5.2
El demandado
(a)
Que el hecho de que el demandado no tenga la titularidad registral de la marca
controvertida no es obstáculo para que pueda defender un interés legítimo, pues si
la marca cervecera es conocidísima, no lo es menos el templete de la "Cruz del
Campo", última "Estación de Penitencia" de la Semana Santa sevillana. En este
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sentido, internet es un importante medio de comunicación que no se ha creado
únicamente con fines mercantiles o comerciales.
6.
(b)
Que la compañía cervecera adoptó su denominación precisamente a partir de la
relevancia religiosa de este monumento histórico, el templete en cuestión, y no al
contrario.
(c)
Que en relación con el sitio web en construcción, el demandado ha venido
confeccionándolo en sus ratos libres, sin presiones publicitarias ni comerciales de
ningún tipo, y para no frustar las expectativas de los posibles internautas
interesados lo ha hecho en una página secundaria, no derivada, enlazada con la
principal (www.terra.es/personal2/alfaybeta/pagina1.html) hasta en tanto no esté
acabada. Su proyecto consiste en un foro divulgativo de la "Semana Santa" y de
la "Cultura cofrade sevillana".
(d)
Que en conexión con lo anterior, y como apunta la decisión D2001-0170 (Caso
vallehermoso.com), cualquier persona tiene derecho a expresar y divulgar
información sobre lo que le convenga y por el medio que sea, con la sola
condición de que se respeten los demás derechos y los derechos de los demás",
sin que parezca que en el presente caso se vean conculcados los derechos de la
empresa cervecera demandante, pues desde el dominio litigioso ni se vende
cerveza ni productos o servicios relacionados con bebida alguna.
(e)
Que de los correos electrónicos aportados por el demandante como "Documento
nº 17" no se puede pretender, como hace, extraer un ánimo especulativo y
consiguiente mala fe, por lo que deben ser impugnados. Primero por que se
desconoce quien pueda ser el tal Antonio G., pues en momento alguno se ha
autorizado a nadie para que se comunique con el demandante. Y segundo porque
la actitud del demandado no ha sido especulativa, y no se puede deducir tal
actitud extrapolando una frase de un escrito, como hace la demandante al
pretender que la frase final del correo de 11 de julio de 2001 sea una invitación a
la negociación. Y que incluso en el caso de que hubiera existido una oferta de
vender, por sí misma tampoco implicaría existencia de mala fe, si quien hace la
oferta tuviera un interés legítimo sobre el dominio.
(f)
Que el demandado entiende que no quedan probados ninguno de los requisitos de
la Política, por lo que solicita que la demanda sea íntegramente desestimada.
Debate y conclusiones
6.1 Reglas aplicables y cuestión previa
(a)
El apartado 15.a) del “Reglamento” encomienda al panel la decisión de la
demanda sobre la base de:
-
Las manifestaciones y los documentos presentados por las partes.
-
Lo dispuesto en la “Política” y en el propio “Reglamento”, y
-
De acuerdo con cualesquiera reglas y principios de Derecho que el panel
considere aplicables.
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(b)
Las normas o principios aplicables al procedimiento que no sean la Política, el
Reglamento y el Reglamento Adicional, no deben suponer un trato diferente o
desigual en relación con los nacionales de países que no sean parte en la
controversia concreta y cuyas normas o principios nacionales puedan ser
diferentes a los aplicados. En tal sentido, deberán aplicarse normas internacional
y convencionalmente uniformes, como también lo son las que rigen en el
procedimiento administrativo, y sólo en su defecto las legislaciones nacionales
podrán tenerse en cuenta a efectos interpretativos o aclaratorios.
(c)
De acuerdo con lo anterior y en el sentido apuntado, teniendo en cuenta la común
nacionalidad y domicilio españoles de la demandante y del demandado se tendrán
en cuenta, junto a las reglas de la política uniforme y demás normas y principios
convencionales aplicables, la ley de marcas española.
6.2
Examen de los requisitos para la posible estimación de la demanda
contenidos en el apartado 4.a) de la política uniforme
Estos son:
-
Que el nombre de dominio registrado por el demandado sea idéntico, u
ofrezca semejanza que produzca la confusión, con una marca de productos
o servicios sobre la que la demandante tenga derechos.
-
Que el demandado carezca de derechos o interés legítimo en relación con el
nombre de dominio, y
-
Que el nombre de dominio haya sido registrado y usado de mala fe.
El apartado 4 a) de la Política establece que el demandante deberá probar la presencia
de cada uno de los tres elementos, aunque el párrafo 4 c) de la Política parece que
invierta la carga de la prueba señalando un número abierto de posibilidades mediante
las cuales el demandado podrá demostrar su interés; este extremo debe entenderse así
ya que no se nos oculta la dificultad que para el demandante entraña probar el segundo
de los tres elementos, que consiste en una prueba negativa.
6.2.1 Identidad o similitud entre el nombre de dominio y la marca
Pocas dudas cabe respecto a la identidad entre las denominaciones enfrentadas. La
denominación social de la demandante, objeto de numerosas marcas nacionales
españolas, una marca comunitaria y diversas marcas internacionales, es idéntica letra
por letra a la denominación que el demandado utiliza en su dominio <cruzcampo.net>,
sin que el Panel considere necesario razonar una vez más sobre la irrelevancia distintiva
de la partícula correspondiente al gTLD sobre la que tantas decisiones ya se han
pronunciado.
La demandante ha probado el requisito de la Política, Parágrafo 4(a)(i).
6.2.2 Posible existencia de derechos o intereses legítimos por parte del demandado
titular del nombre de dominio
Es cierta la argumentación que efectúa el demandado relativa a que internet es un
importante medio de comunicación que no se ha creado únicamente con fines
mercantiles o comerciales y que la inexistencia de marcas no es obstáculo para que se
pueda defender un interés legítimo. Pero no por ello dejan de existir conflictos de
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intereses cuando un signo distintivo es idéntico a un nombre de dominio. En el presente
caso, ambas partes muestran un interés determinado, claramente comercial el del
demandante, divulgativo de la cultura religiosa sevillana (según afirma) el del
demandado. Por lo tanto sí existe colisión, aunque no exista una relación de
competencia.
De otra parte, parece claro que la denominación trae causa de un conocido monumento,
el "Templete de la Cruz del Campo". Pero el primero en utilizar esa denominación a
través del régimen establecido para los signos distintivos fue el demandante, mucho
antes de que el demandado mostrara algún interés sobre la misma. Y además, sobre la
base de tal denominación creó otra de fantasía, cual es "cruzcampo". Y ello a pesar de
las afirmaciones del demandado, quien afirma que tal denominación es como
"popularmente" se conoce al templete. Pero no lo ha probado.
De la documentación que aporta el propio demandado, y que señala como documentos
números 1, 2 y 3, se desprende abundante información sobre la Semana Santa en
Sevilla. En varios momentos de la lectura aparece el "Templete de la Cruz del Campo",
pero en ningún caso el "Templete Cruzcampo". De la misma forma, tales documentos,
divulgativos de la Semana Santa, son fácilmente accesibles en la red, y ninguno de ellos
está almacenado en un sitio web bajo dominio alusivo a la fiesta cristiana, sino bajo
nombres de dominio como <antonioburgos.com>, <fie.us.es> o <maga.tripod.com>.
El Panel efectúa la anterior reflexión para analizar el alegado interés, y su proyección
sobre la particular configuración denominativa del dominio en cuestión.
De una parte no se justifica plenamente el interés por el dominio cuando se pretende
que el sitio web es divulgativo de la Semana Santa sevillana. Al menos la explicación
no es convincente para este Panel. Podrían utilizarse otras muchas, ya que el objeto del
interés del demandado parece ser la Semana Santa, y no el "Templete" en concreto. De
otra parte, en este caso, y a diferencia de lo que ocurría en el caso D2001-0170
(vallehermoso.com), citado por el demandado, el nombre de dominio no se identifica
plenamente con el monumento del que, según afirma el demandado, toma el nombre. El
"Templete de la Cruz del Campo" es susceptible de ser registrado como dominio
<cruzdelcampo.com>, por ejemplo, o <templetecruzdelcampo.es>, en consecuencia no
se entiende muy bien porqué utiliza la contracción "cruzcampo" que el demandante ha
hecho famosa.
De la misma forma, y a diferencia de lo que ocurría en el caso de referencia citado por
el demandado, el sitio web <cruzcampo.net> no dispone de contenido alguno. Según el
demandante es un sitio en construcción sin contenido alguno. Según el demandado es
un sitio en construcción que remite mediante un enlace a la página
<http://www.terra.es/personal2/alfaybeta/MarcoIndex.htm>, en la que se ofrece
información sobre la Semana Santa sevillana. El Panel ha podido comprobar que, al día
de la fecha, tan solo conduce a una página inaccesible, aunque en la página citada por el
demandado el Panel ha comprobado que es cierto que existe información sobre la
Semana Santa sevillana.
En todo caso, tomando la opción más favorable para el demandado, no puede
entenderse que tras más de un año, la página, aunque siga en construcción, no refleje
contenido alguno sobre su pretendido fin. Y precisamente la existencia y
funcionamiento de esa página colgada en el servidor de <terra.es> es una clara muestra
del poco interés que el dominio <cruzcampo.net> tiene para el propio demandado.
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Por otra parte es cierto que, como el propio demandado asegura, la red ofrece la
posibilidad de hacer un uso no comercial de un nombre de dominio. Es decir, el interés
no tiene por que ser exclusivamente comercial. Tal hecho permite la posibilidad de
difundir información sin ambiciones de signo económico. Pero cuando tal posibilidad
se alega en relación con un nombre de dominio idéntico a una marca notoria, la labor
del Panel debe consistir en averiguar si tal alegación se hace en fraude del titular de la
denominación famosa o si existe un verdadero interés que pueda justificar y, en su caso,
mantener, tal colisión.
Por lo que antes se ha dicho, y por lo que a continuación se dirá, no parece que este sea
el caso.
La marca "cruzcampo" es notoria. Ambos contendientes residen en el misma provincia.
Se debe inferir y considerar probado que el demandado conocía de antemano la
denominación registrada del demandante. Así las cosas, cuando una marca es notoria,
su protección se refuerza automáticamente. Y no por razones de política económica, si
no símplemente porque la propia potencia de la marca exige que quien la utilice sin
autorización o licencia de su titular tenga razones de mucho peso que permitan
justificar tal utilización. Existe un deber de diligencia mínimo que obliga a apartarse del
rumbo tomado por las marcas notorias cuando quien pretende utilizar una contra el
signo registrado es persona del mismo sector, cosa que no ocurre en el presente caso.
Pero sí debe exigirse esa mínima diligencia a todas las personas cuando el signo de que
se trata es de gran consumo y popular, ergo, de sobras conocido (Casos D2000-0091 y
D2000-0049).
La demandante ha probado el requisito de la Política, Parágrafo 4(a)(ii).
6.2.3 Posible existencia de mala fe en el registro y uso del nombre de dominio
El mero registro no puede atribuir derechos, en caso contrario se colapsaría la
posibilidad de hacer valer derechos prioritarios en todos los casos. Para que tales
derechos surjan, el panel considera que el registro debe estar efectuado válidamente, y
ello implica que debe existir un interés serio y legítimo. En caso contrario, de no
concurrir ese interés, podría existir mala fe.
En el presente caso, de la evidente notoriedad de la marca "cruzcampo" junto con el
hecho de que el demandado reside en la provincia donde el demandante tiene su sede
social, y que es territorio abonado por su prestigio o -al menos- por su actividad
publicitaria y comercial, debe inferirse que el demandado tenía perfecto conocimiento
de la previa existencia de la marca cervecera.
Tal extremo, junto con lo que se ha dicho relativo a que el Panel no ve la precisa
relación que el demandado trata de comunicar entre su afición, si no devoción, por la
Semana Santa sevillana y la necesidad de identificar esta con el aludido templete, así
como las diferencias existentes entre el nombre completo del templete y su registro
como dominio utilizando la contracción "cruzcampo", obliga a pensar en la existencia
de mala fe.
El Panel desconoce las intenciones del demandado. Sin embargo, la falta de interés y/o
derecho sobre la denominación registrada como nombre de dominio por su parte,
evidencian la existencia de un registro efectuado de mala fe, en el ánimo -como pocode perturbar el normal uso de la denominación del demandante.
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De la misma forma, la falta de uso perceptible del dominio litigioso más de un año
después de su inscripción, y a falta de una justificación convincente, no puede sino
interpretarse como uso de mala fe. En efecto, la falta de uso obliga a descartar las
circunstancias de uso de buena fe, o de uso leal o no comercial descritas en la Política,
Parágrafos 4(c)(i) y 4(c)(iii).
La demandante ha probado el requisito de la Política, Parágrafo 4(a)(iii).
7.
Decisión
En base a la fundamentación anteriormente expuesta el Panel resuelve que el
demandante ha probado, de acuerdo con el artículo 4 apartado a) de la Política
Uniforme que concurren los tres requisitos contemplados en dicho apartado y,
consiguientemente ordena que el registro del nombre de dominio <cruzcampo.net> sea
transferido al demandante.
_________________________
Mario A. Sol Muntañola
Panelista Único
Fecha: 12 de diciembre de 2001
Page 8
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