Ciudad Universitaria

Anuncio
Ciudad universitaria
Presentacion
Desde el año de su inauguración en 1954, nuestra Ciudad Universitaria ha sido
considerada como una de las mas hermosas y modernas del mundo. Lo que hoy
conocemos como el campus central, --sus edificios, el concepto de su
construcción--, fue una proeza de la arquitectura mexicana y por lo mismo, desde
el comienzo, fue motivo de orgullo nacional, orgullo que nuestro pueblo se arrogó
íntimamente porque sabia que la nueva casa de la Universidad Nacional y su
destino, eran la cristalización de su propia utopía.
La fundación de las Ciudad Universitaria representó un parteaguas dentro de la
historia academica de la UNAM. Las nuevas instalaciones permitieron un
florecimiento sin precedentes en todas las áreas, y en algunas significó no solo un
cambio ventajoso sino un autentico alumbramiento. Tal fue el caso de la ciencia
organizada, que nació gracias a que los laboratorios y las nuevas condiciones
materiales la hicieron posible.
Con la inauguración de la Ciudad Universitaria empezo a construirse también, de
un modo mas definido, eso que hemos dado en llamar vida universitaria. En poco
tiempo y de manera definitiva se modificó el concepto "casa de estudios" y se
integraron en una verdadera comunidad los estudiantes, los académicos, las
autoridades y los trabajadores de la UNAM.
A Cuarenta años de su inauguracion, frente a la renovada sorpresa que sigue
siendo CU y a la vitalidad de su campus, difícilmente se puede hacer un ejercicio
de nostalgia. La Ciudad Universitaria está viva, lo está en su espíritu académico
pero lo está también artísticamente, en la noción de arte público que ella
contribuyó a definir y de la cual representa una alta culminación.
Este libro quiere contribuir a mejorar nuestra "lectura" de la ciudad
Universitaria. Es un recorrido por sus edificios, sus torres, sus esculturas, sus
murales, un recorrido que acude a la historia pero que no elude la pasión,
documentado pero fresco, como en una especie de museo vivo, de exposición
actuante.
Para quienes la hemos vivido, la Ciudad Universitaria queda como una impresión
sentimental y se yergue como un privilegio de la vista y de todos los sentidos. Los
universitarios la hemos vivido intensamente. Con igual intensidad, queremos
compartirla.
Impacto de CU de 1954
La Ciudad Universitaria es uno de los grandes proyectos
del México moderno, ciertamente que no el único a gran
escala, aunque sí el más conocido dadas la excelencia y
originalidad de sus soluciones arquitectónicas y
urbanísticas. Las imagenes de la Ciudad Universitaria lo
son tambien de este país, con tanta fuerza como la
arquitectura prehispanica, como los retablos de oro y de
piedra de la epoca virreinal o como las estructuras
metalicas del siglo XIX. Signo y símbolo de actualidad,
de impulso a la educación y como realización de alto
contenido; de interes social y de recia expresividad
estetica.
Como realización arquitectónica por una parte se
encuentra apegada a los postulados del "funcionalismo" o
"Escuela Racionalista Europea", en boga a partir del
término de la Segunda Guerra Mundial, momento de gran
optimismo en el avance de la humanidad, en el sí mismo, mientras que por otro lado se
trasluce el sentir que da la propia tierra. Contrapunto de equilibrio entre lo universal y lo
local, representado este último por el uso de materiales tradicionales con técnicas
modernas, por empleo del color y por la aplicación de murales, escuela pictórica que ya
había tenido inicio fecundo en otro edificio universitario, la antigua escuela de San
Ildefonso, cuna de la autonomía universitaria, en el centro de la Ciudad de México. El
tratamiento de los espacios exteriores, dada su generosidad en plazas, terrazas,
escalinatas..., debe considerarse también un aporte vernaculo.
Como es sabido, un proyecto de tales alcances no se improvisa, ni como idea de su
necesidad, ni como planteamiento de un programa de uso y de sus satisfactores
arquitectónicos, tampoco como procuración de financiamiento y menos aún como
realización arquitectónica. Se hace indispensable soñar y acariciar cada uno de los
componentes para lograr su cristalización. Es necesaria, ademas, la plena concurrencia de
intereses y voluntad política. Todas estas circunstancias convergieron para su desarrollo. Se
daría paso así a la universidad moderna.
Papel destacado le tocó a la entonces Escuela Nacional de Arquitectura donde como
antecedente, en l928, fue presentada una tesis profesional con el título de "Ciudad
Universitaria", elaborada por los pasantes Mauricio de María y Campos y Marcial Gutierrez
Camarena1. Era un momento de gran efervescencia política y por ende universitaria, se
habría de consolidar la autonomía de la universidad el 11 de julio de l929.
Si concebir la Ciudad Universitaria como una realidad habría de ser un proceso lento que
dió tiempo de ir asimilando poco a poco, su concreción también obligaría a cambios
profundos, desde luego hacia el interior de la
institución docente y en cuanto a su impacto con
respecto de la misma Ciudad de México. La
Universidad tradicional estaba estructurada en
escuelas separadas unas de las otras, la mayor parte
de ellas ubicadas en el casco viejo de la capital con
sede en antiguos edificios, entre los de mejor calidad
y magnitud de la que fuera llamada Ciudad de los
Palacios. Así el originalmente colegio de San
Ildefonso, sede de la Rectoría y de la Escuela
Nacional Preparatoria, donde muy recientemente, en
l993 se llevó a cabo la exposición "México,
esplendores de treinta siglos"; la antigua escuela de
Medicina en la Plaza de Santo Domingo, que cobijara
el Palacio de la Inquisición durante el siglo XVIII; La
Academia de San Carlos de la Nueva España, ubicada
en la calle de Academia, custodio de una valiosa
colección de numismatica y pinturas, libros y
grabados europeos antiguos, así como de
reproducciones de esculturas de grandes maestros del
Renacimiento italiano y sede de las Escuelas de Artes
Plasticas y de la Escuela Nacional de Arquitectura; el conocido Palacio de Minería, obra de
Manuel Tolsa, el gran escultor y arquitecto neoclasico, concebido como Colegio de Minas
en la época de la bonanza. El Templo de San Agustín, remota casa matriz de la órden,
convertido en Biblioteca Nacional. Dentro del mismo Palacio Nacional se ubicó un museo
universitario que contenía piezas de la importancia de la Piedra del Sol o Calendario
Azteca, mucho antes de que surgiera el Museo Nacional de Antropología e Historia.2
"Ante todo, debe tomarse en cuenta que, antes de la construcción de la Ciudad
Universitaria, la Universidad con sus edificios dispersos por todos los ambitos de la Ciudad
de México, era un ente moral, pero estaba muy lejos de ser un organismo físico integrado y,
como consecuencia, cada escuela se consideraba practicamente autónoma"3, apuntaban
Enrique del Moral y Mario Pani en l979.
Habría de ser muy diferente laborar en los nuevos edificios levantados en el Pedregal de
San Angel, edificios reunidos en un solo espacio aunque de suficiente amplitud para todos
ellos. Decía el filósofo doctor Samuel Ramos siendo director de la Facultad de Filosofía y
Letras, antes del cambio a las nuevas instalaciones que ..." la Ciudad Universitaria, no debe
ser esperada como un cambio de ubicación sino como un cambio de vida y un cambio de
mentalidad entre los alumnos y profesores de nuestra Institución"4.
Las escuelas situadas en el centro de la ciudad llevaban diariamente al lugar profesores y
estudiantes desde todos los extremos de la urbe y aún desde los estados cercanos, si es que
no habitaban en el llamado barrio universitario, repleto de fondas y casas de huéspedes
porque también había estudiantes de Oaxaca y Chiapas, de Chihuahua y Colima, así como
de algunos países centroamericanos. El centro era el lugar del comercio y de reunión en
cafés como el Tupinamba, Do Brasil, Campoamor, que más adelante alcanzarían la
Avenida Juarez: Sanborn's, Sorrento. Los despachos de los profesionistas se extendían con
las tiendas elegantes en las calles de Madero y Cinco de Mayo. Cuando los estudiantes
protestaban por alguna razón o sinrazón paraban un autobús en cualquier calle y se
bloqueaba el transito vehicular. Ya de por sí no era facil llegar desde San Cosme y la
Alameda, por la congestionada calle de Tacuba hasta la Academia de San Carlos, se tardaba
por lo menos una hora, sentado en el camión, viendo pasar la gente. Estamos hablando de
1953.
Las repercusiones simultaneas de la creación de Ciudad Universitaria con respecto de la
Ciudad de México se hicieron notar en un magno proyecto de vialidad que conllevaría un
fuerte crecimiento hacia la zona sur. La Ciudad Universitaria fue el gran detonador en la
expansión de la urbe, impulso que llegaría a crear, algo más adelante, un vacío en el centro
histórico de la ciudad con el consiguiente y paulatino abandono del lugar; vacío que
absorbió negocios y comercios que requerían de instalaciones baratas y que llenó las
azoteas de viviendas de l mina y de cartón. Centro histórico que ha sido muy difícil de
recuperar pero en el cual se trabaja arduamente a partir de l990, con el consenso de
autoridades y particulares; para ello fueron definitivas las acciones desencadenadas por la
destrucción del temblor de tierra de l985.
Su genesis arquitectonica
El decreto de expropiación de los terrenos del Pedregal de San Angel es de l943, fueron
recibidos en l946 por el rector de la U.N.A.M. doctor Salvador Zubirán. El 11 de
septiembre de l946 el doctor Salvador Zubirán constituyó la Comisión de la Ciudad
Universitaria, de la cual él era director, integrada por las siguientes dependencias y
personalidades: "la propia universidad representada por el arquitecto Enrique del Moral, la
Secretaría de Educación por el Dr. Fernando Orozco; la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público por Lic. Emigdio Martínez Adame; el gobierno del D.F. por el arquitecto Carlos
Obregón Santacilia, y la Secretaría de Salubridad y Asistencia por el arquitecto José
Villagran García"5. Entre sus obligaciones estaba formular los programas generales y los
particulares de los edificios de las escuelas, institutos y demás dependencias de la
universidad.
Se convocó a un concurso en el cual participaron la Escuela Nacional de Arquitectura, el
Colegio de Arquitectos de México y la Sociedad de Arquitectos Mexicanos;6 resultaría
vencedor el proyecto elaborado por el equipo de estudiantes Enrique Molinar, Teodoro
Gonzalez de León - quien por cierto, ahora, en julio de 1994, acaba de ser galardonado con
el Premio de la Academia Internacional de Arquitectura, en Sofía, Bulgaria- y Armando
Franco7. Una de las cualidades de este trabajo era considerar un área central peatonal que
más adelante, con el debido desarrollo, constituiría uno de los logros del proyecto general.
Otro acierto de esta labor estudiantil consistía en el rompimiento de los grandes ejes de
simetría que presentaban los demas concursantes y los proyectos anteriores, de alguna
manera apegados todavía a los postulados de la Escuela de Bellas Artes de París. Ambas
cualidades fueron tomadas en cuenta para el proyecto definitivo.
Los proyectos se presentaron en marzo de l947, con la asistencia del entonces Presidente de
la República, licenciado Miguel Aleman Valdés, gracias a cuyo impulso pudo realizarse la
edificación.Sin su voluntad y decisión la Ciudad Universitaria no hubiera existido, ni las
realizaciones que a partir de ella se han logrado.
"En el mes de junio de l947 el rector Zubiran organizó la Comisión Técnica Directora, en
substitución de la Comisión que había
funcionado hasta las postrimerías del régimen
del general Avila Camacho. Esta Comisión,
presidida por el rector, la constituían: el
arquitecto Villagran García, como su
representante ejecutivo; el licenciado Díaz
Cánovas, como representante personal del
Presidente de la República; el ingeniero
Alberto J. Flores, director de la Escuela
Nacional de Ingeniería, y el arquitecto Enrique
del Moral, director de la Escuela Nacional de
Arquitectura. Actuaba como secretario el
licenciado José María Luján. Esta Comisión
formalmente designó a los arquitectos Enrique
del Moral , Mario Pani y Mauricio M. Campos
como directores y coordinadores del proyecto
de conjunto, otorgandoles, asimismo, la
facultad de designar a todos los arquitectos que
se encargaran de los proyectos de las diversas
facultades, escuelas e institutos y de los otros
edificios que requiriera la Ciudad
Universitaria.
También realizó las gestiones para que las
diversas dependencias de la UNAM designaran a los asesores y consultores encargados de
formular los programas de necesidades de los edificios particulares"8.
Buena parte de los arquitectos de México quedaron relacionados con aquella magna obra,
dado que ademas de los directores del proyecto de conjunto, fueron asignadas ternas para
cada uno de los proyectos específicos, formadas por un arquitecto de reconocido prestigio,
otro de generación intermedia y uno mas joven en etapa de formación profesional y de
practica. Así, el plan maestro obligaba a oscilar de lo general a lo particular y viceversa, en
constante interacción uno con otro, para obtener la armonía visual y de funcionamiento
pretendidas. Asimismo, cada equipo de arquitectos realizaba reuniones constantes con los
asesores universitarios, quienes serían los futuros usuarios de las instalaciones. De la
calidad de estas coordinaciones, general y particular, habría de depender el resultado de la
realización.
Un síntoma que demuestra la seguridad del país en sí mismo fue la decisión de los
arquitectos mexicanos de que no interviniesen profesionistas del extranjero, esto se logró
por la propia génesis del proyecto desde la Escuela Nacional de Arquitectura. En algún
momento se llegó a hablar de una posible colaboración de Le Corbusier; no hubiera sido
malo contar en México con una obra de este gran arquitecto suizo-francés, de la misma
manera que contamos con una de Mies Van der Rohe, otro de los grandes de la Escuela
Racionalista Europea, me refiero a las oficinas de la planta Bacardí. Pero es que la historia
había obligado a traer arquitectos
de fuera, primero por la relación
natural novohispana con la
metrópoli y, más tarde, por la
influencia francesa e italiana. Un
ejemplo de ello es el Palacio de
Bellas Artes, del cual se
cumplieron cincuenta años de su
terminación en 1985, proyecto
del italiano Adamo Boari, más
tarde terminado por don Federico
Mariscal. Esto sucedía a solo
quince años antes de la
construcción de la Ciudad
Universitaria y muestra la
diferencia en la manera de
abordar las soluciones.
Con un enorme equipo de trabajo
se llegaría a un proyecto definitivo, que habría de ser publicado por Pani y del Moral en la
revistas Arquitectura, México, en septiembre de 1952, cuando estaba ya muy avanzada la
construcción de los edificios; de dicho proyecto no se realizarían el Aula Magna, ni las
habitaciones ni demás instalaciones para estudiantes. De los edificios para vivienda de
profesores y empleados administrativos, de los que mucho se habló, se construyó sólo uno
para profesores, próximo al Estadio Universitario, al costado poniente de la Avenida de los
Insurgentes.
La operatividad del proyecto se consiguió por medio de una triple organización que
consistía en un Patronato "formado por financieros que obtenía y manejaba los fondos
proporcionados por el gobierno federal"9, estaba presidido por el licenciado Carlos Novoa
entonces director del Banco de México; la Dirección del Proyecto de Conjunto a cargo de
los arquitectos Pani y del Moral, ante el fallecimiento de Mauricio M. Campos en 1949, y
la Gerencia General de Obras, a cuya cabeza quedó el arquitecto Carlos Lazo, auxiliado por
el ingeniero Enrique Bracamontes.
Una nota del licenciado Miguel Aleman Valdés, enviada a la redacción de la revista
Arquitectura, y publicada en el mismo número 39, resume los ideales de la fabrica, dice así:
"... todo saber es fatuidad si no rinde servicio, y los mejores conocimientos
son un arma mortal si no se emplean generosamente, para bien de la
humanidad entera en vez de para servir de instrumentos al egoísmo o a la
arrogancia de las naciones como de los indivíduos. En este recinto, que en lo
material resume un gran esfuerzo de la Patria, todo debe ser una
consagración constante al más noble de los principios que sirven de base a
las sociedades humanas: la igualdad de los hombres ante la majestad
suprema de la Ley. Sólo de este modo serán dignos de la Ciudad
Universitaria quienes gocen del privilegio de estudiar en sus aulas y
laboratorios, o de ocupar sus catedras.
La Ciudad Universitaria de México no es ostentación de pueblo rico, ni
alarde de nación poderosa. Muy por el contrario, es un esfuerzo de pueblo
que combate a la miseria todavía, y de nación que no se gloría de su fuerza.
Sorprender entonces la razón de tamaña grandiosidad. Pero si tenemos
conciencia de que aquí han de habitar nobles estímulos, profunda devoción y
consagración íntegra a la superación humana poco nos parecer lo que, de
sacrificio del país, estas construcciones significan. Ningún ideal nos parece
tan digno de nuestros tiempos, y ninguno tan prometedor de salvación para
la cultura, como éste a que dedicamos estas obras materiales: la dignidad del
género humano parejamente disfrutada sin distingos de raza, de creencias ni
de origen nacional.
Contra las amenazas a la civilización que a diario se advierten, esta Ciudad
es un baluarte. Porque la civilización no perecer mientras en alguna parte del
mundo la sabiduría se entienda, como queremos que se entienda aquí, para
preparar disciplinadamente a hombres y mujeres imbuídos en la idea de que
el saber y los progresos intelectuales y científicos imponen, a quienes los
adquieren, una mayor responsabilidad de servicio para sus semejantes. El
Gobierno de la República está cumpliendo. Toca cumplir ahora a la
Universidad, haciéndose cada vez más digna del alojamiento que con
beneplácito del pueblo le ha edificado el Gobierno. Si no tuviéramos una
profunda confianza en que ello ser así, no encontraríamos satisfacción en
esta obra".10
A lo que yo agregaría ahora, en l994, a cuarenta años de la inauguración de la Ciudad
Universitaria, que los universitarios conscientes de nuestra responsabilidad, seguimos
cumpliendo. Con muchos otros compañeros tuve la fortuna de estrenar, en l954, las
instalaciones de la nueva Escuela Nacional de Arquitectura y vaya que había diferencia con
los vetustos salones de nuestra laberíntica, muy querida Academia de San Carlos.
Mucho habría que comentar acerca de los más de ciento diez profesionistas, entre
arquitectos e ingenieros, que aparecen en la lista de participantes publicada en 1952,
además de los nombrados en las diferentes comisiones previas a ésta y de algunos otros que
es necesario sumar. Entre todos ellos edificaron la arquitectura del país durante la mayor
parte del presente siglo, antes y después de la Ciudad Universitaria, ya fuera desde las aulas
o en la practica. Cabe destacar la calidad y eficiencia de la construcción, llevada a cabo
entre 1949 y 1952, para lo cual fue necesario crear toda una infraestructura industrial
adecuada a los nuevos requerimientos.
Colaboradores
CIUDAD UNIVERSITARIA DE MEXICO
EL PATRONATO
LIC. CARLOS NOVOA, Presidente Ejecutivo
LIC. EDUARDO SÚAREZ, Vocal
DAVID THIERRY, C. P. T., Vocal
LOS PROYECTISTAS
Proyecto de Conjunto:
MARIO PANI Y ENRIQUE DEL MORAL
Arquitectos Directores
EDIFICIOS
Rectoria:
Instituto de Geología:
Arq. Luis Martínez Negrete
Arq. Mario Pani
Arq. Juan Sorde Madaleno
Arq. Enrique del Moral
Arq. José Luis Certucha
Arq. Salvador Ortega Flores
Biblioteca Central:
Arq. Juan O'Gorman
Arq. Gustavo M. Saavedra
Arq. Juan Martínez de Velasco
Instituto de Biología:
Arq. Domingo García Ramos
Arq. Homero Martínez de Hoyos
Escuela de Medicina:
Unidad tipo habitacón:
Arq. Enrique Carral
Arq. Manuel Martínez Páez
Multifamiliar para maestros:
Arq. Mario Pani
Arq. Salvador Ortega Flores
Edificio de Departamento del Distrito
Federal para habitaciones de estudiantes:
Arq. Roberto Alvaez Espinosa
Arq. Jorge L. Medellín
Museo, Instituto de Arte y
Arq. Pedro Ramírez Vázquez
Arq. Antonio Serrato
Escuela de Arquitectura:
Arq. Ramón Torres
Arq. J. Martín Cadena
Arq. José Villagrán García
Escuela de Odontología:
Arq. Alfonso Liceaga
Arq. Carlos Reygadas
Arq. Xavier García Lascurain
Arq. Solvio Margain Gleason
Aula Magna:
Arq. Carlos Obregón Santacilia
Arq. Mauricio Gómez Mayorga
Facultad de Ciencias e Institutos:
Arq. Raúl Cacho
Arq. César Novoa
Escuela de Veterinaria:
Servicios Generales:
Arq. Félix Tena
Arq. Marcial Gutiérrez Camarena
Arq. Fernando Barbará Zetina
Arq. Manuel Pizarro
Arq. Carlos Solórzano
Pabellones de Fisica Nuclear,
Arq. Félix Sánchez Baylón
Rayos Cósmicos y Gravitación:
Arq. Enrique de la Mora
Arq. Emilio Méndez Llinas
Arq. Jesús Aguilar
Arq. Eugenio Peschard
Facultad de Filosofía y Letras e Institutos:
Ing. Roberto Medellín
Centro de Higiene:
Arq. Rolando Gutiérrez
Iglesia:
Arq. Ricardo de la Robina
Arq. Jorge González Reyna
Club Central:
Arq. Enrique Landa
Arq. Jorge Rubio
Arq. Manuel de la Colina
Arq. Eugenio Urquiza
Escuela de Jurisprudencia:
Arq. Carlos B. Zetina
PROYECTOS TÉCNICOS
Carreteras y estacionamientos:
Ing. Juan M. Durán
Arq. Alonso Mariscal
Campos Deportivos de Entrenamiento:
Ing. Jesús Domínguez
Arq. Ernesto Gómez Gallardo
vestidores de hombres y casetas aisladas:
Ing. Edmundo Rojas González
Escuela de Economía:
Arq. Vladimir Kaspé
Arq. José Hanhausen
Escuela de Comercio y Administración:
Arq. Mario Pani
Arq. Enrique del Moral
Baños y vestidores de mujeres y
Piscina de natación:
Arq. Augusto H. Alvárez
Arq. Félix T. Nuncio M.
Arq. Ramón Marcos
Arq. Ignacio López Bancalari
Escuela de Ciencias Políticas y Sociales:
Arq. Max Amábilis
Arq. Enrique Molinar
Estadio Olímpico:
Arq. Francisco Calderón
Arq. Augusto Pérez Palacios
Arq. David Muñoz
Arq. Jorge Bravo
Escuela de Ciencias Químicas:
Arq. Enrique Yáñez
Arq. Enrique Guerrero
Arq. Guillermo Rossel
Escuela de Ingeniería:
Arq. Francisco J. Serrano
Arq. Luis McGregor Krieger
Arq. Raúl Salinas
Frontones:
Arq. Alberto T. Arai
Casino y Gimnasio:
Arq. Antonio Pastrana
Arq. Raúl Fernández
Ing. Santiago Corro
Puentes y pasos a desnivel:
Arq. Santiago Greenham
Ing. Samuel Ruiz García
Agua y drenaje:
Ing. Alberto J. Flores
Ing. Alberto Barocio
Electrificacion:
Ing. Luis Mascott
Forestación y jardinería:
Ing. Luis Barragán
Ing. Alfonso Cuevas Alemán
Iluminación:
Ing. José Carlos Silva
Ing. Jorge Aguirre
Riego:
Ing. Jorge García Gómez
Arq. Fernando Pineda
ADMINISTRACIÓN Y EJECUCIÓN
ARQ. CARLOS LAZO, Gerente General
Ing. Luis E. Bracamontes, Gerente de Obras
Arq. Gustavo García Travesí, Gerente de Planes e Inversiones
Wilfrido Castillo Miranda, C. P. T. Dirección de Administración
Lic. René Cacheaux, Departamento Legal
Lic. Almiro P. de Morantinos. Gerente de Relaciones
SUPERVISORES
Ingenieros: Juan M. Durán, Jaime Diaduk, Mario Altuzarra, Armando Vega, Carlos Colinas,
Armando Gutiérrez Villanueva, Luis Galindo, Sergio Ceballos, Vidal Alonso, Jesús Domínguez,
Pedro Niño, Anastacio López, Leopoldo Lieberman y Eudoro Orozco.
Arq. Hilario Galguera (del Proyecto de Conjunto)
Arq. María Stella Flores. Jefe del Taller de Proyecto de Conjunto
Análisis del proyecto general
Son tres las partes fundamentales en que se jerarquiza el proyecto de conjunto:
1. Zona escolar, que comprende las secciones de Humanidades, Ciencias,
Ciencias Biológicas y Artes, además de los edificios comunes de Rectoría,
Biblioteca Central y Club Central.
2. Campos deportivos y
3. Estadio universitario.
Son varias las características del proyecto de conjunto original que han permitido que el
lugar continúe en uso mucho tiempo después.
1. Se aplicó la idea de "supermanzana" creada por los grandes urbanistas de
la primera mitad de este siglo,11 concebida como espacio para el peatón, lo
cual implica que planta baja de algunos edificios queda libre, o sea, sobre
columnas, para conseguir continuidad de los espacios abiertos. La
supermanzana general se subdividió en tres: zona escolar, campos
deportivos y Estadio Olímpico Universitario.
2. La ubicación enmedio de la zona escolar de una generosa área jardinada
como "campus central" a la manera de algunas universidades
norteamericanas e inglesas; en torno del "campus central" se situarían los
edificios, ya dentro del anillo de circulaciones.
3. La esplendidez de la concepción original y sus áreas generosas han
permitido diferir la saturación de las instalaciones en la mayor parte de los
lugares, porque, en contra de las iniciativas originales, ya hay zonas
densamente ocupadas.
4. La acertada solución al anillo exterior de circulaciones, dejando entre las
vías de ida y de vuelta, zonas también jardinadas, de forma que el paisaje
nunca quedaba angustiado por las edificaciones. Desde el anillo exterior se
accede a los estacionamientos perimetrales, y de ellos a las entradas de los
edificios.
Como consecuencia de los aspectos mencionados se lograron perspectivas abiertas hacia el
área central y hacia las circulaciones de alrededor, de manera que todo el conjunto
constituye una "ciudad jardín". Lugar privilegiado porque permite una vida de calidad que
en nuestros días sería muy dificil, sino imposible de lograr, dados los altos costos
inmobiliarios y el crecimiento desorbitado de la población. Sería una grave equivocación
permitir que esta obra, que es el proyecto arquitectónico y de urbanización más
significativo de México durante el siglo XX, como trabajo de conjunto mejor redondeado,
fuese destruida mediante la densificación de la zona.
Abundando en las ideas anteriores, es importante recordar que la calidad y dimensiones de
las "áreas de servicios" de un proyecto arquitectónico, como en este caso lo son la vialidad
con sus puentes para pasos a desnivel, la ampliación de la Avenida de los Insurgentes y los
estacionamientos, determinan el uso correcto de los elementos "característicos del
programa arquitectónico" que aquí son fundamentalmente las aulas y laboratorios, es decir,
los lugares de convergencia de profesores y educandos. De no haberse manejado así estos
conceptos originalmente, desde hace tiempo que ya no cabríamos en el lugar, dado el
aumento de población estudiantil , de automóviles y de transito vehicular.
Otra cualidad del proyecto de conjunto, porque la arquitectura no es estática, es que ha
permitido el crecimiento de las instalaciones,12 algunas de ellas bien logradas y otras
equivocadas, porque no pensemos que aquellas superficies iniciales resuelven ya las
necesidades de actualidad que han sobrepasado en mucho las previsiones originales.13
Afortunadamente se contaba con superficie para crecimiento, contigua al proyecto de l954,
en el mismo Pedregal de San Angel, misma que fue aprovechada en parte, con el desarrollo
de dos circuitos sucesivos de instalaciones.
La escala humana
Una característica de los
edificios de la Ciudad
Universitaria, tanto de los
horizontales como de aquellos
que se desarrollan en altura,
consiste en un respeto absoluto
por la escala humana. Dadas la
magnitud del terreno y de los
edificios, así como la amplitud
de plazas y andadores hubiera
podido perderse fácilmente
dicha proporción, es decir, la
relación que existe entre el
cuerpo del hombre y la
dimensión de la arquitectura.
Sin embargo, aquí, la escala
está siempre presente, en las
medidas de los recuadros de los pavimentos, en el ancho de los andadores, en la presencia
de las amplias escalinatas que sirven para formar terrazas, absorver desniveles y subdividir
las que de otra manera pudieron haber sido distancias desangeladas, dada su magnitud, si
no hubiese existido precisamente el deseo de respetar "la escala humana".
La búsqueda consciente de este logro aparece en el siguiente parrafo de los proyectistas:
"Se llegó al detalle de eliminar la rampa como elemento de composición del conjunto -nos
explicaban Pani y del Moral-, por no permitir contrastes de luz y sombra y carecer de una
relación dimensional con el hombre; ambas condiciones que son características de la
escalinata, que fue usada".14
Pero es que no solo est presente la escala humana en el tratamiento de exteriores, los
edificios estan divididos en franjas horizontales que hacen evidentes los entrepisos porque
los distinguen de las cristaleras, así sucede, por ejemplo, en las torres de Humanidades y de
Ciencias, y en la misma Rectoría; también, por ejemplo, en los pasillos abiertos de los
varios pisos de la fachada sur de Ciencias Químicas, orientadas hacia el patio interior de la
escuela, alternan la franja horizontal cerrada de entrepiso y antepecho, con las tiras
horizontales abiertas, huecas, de los pasillos, en un rotundo y bien logrado contraste de
líneas de macizos y de huecos alternados, en horizontal, recurso que de manera semejante
se repite en otros edificios, como el de los ingenieros.
Es esta una voluntad del clasicismo, en la Ciudad Universitaria estamos en presencia de una
arquitectura clásica; clasicismo, claro esta, de la Escuela Racionalista Europea. No hay que
pensar que este respeto por las dimensiones del cuerpo del hombre haya sido una
condicionante de proyecto impuesta por los directores generales, sino más bien una de las
creencias de la época en cuanto a la formulación de la teoría de arquitectura que se seguía
en el momento, del funcionalismo. Cada uno de los arquitectos que participaron en los
proyectos individuales estaba convencido de la bondad de aquel postulado "de actualidad"
y lo seguía a pies juntillas. Es sabido que el gran teórico y difusor del funcionalismo en
México fue el arquitecto José Villagran García, maestro de muchas generaciones. Es
interesante observar estas cualidades con la perspectiva que nos da el tiempo, porque es
evidente que ya no se proyecta así; hoy en día, el manierismo y hasta el barroco imperan
sobre el sentir clasicista de los años cincuenta
Disposición de los volúmenes
Si observamos la composición del conjunto a partir
de la plaza del asta bandera, junto a la Avenida de
los Insurgentes, veremos que la Rectoría destaca
con su prisma esbelto por encima del juego de
plazas que descienden, a partir de ella, hacia la
zona escolar. A nivel inferior se encuentra la
Biblioteca hacia la izquierda y el Museo de
Ciencias y Artes a nuestra derecha, ligado a la
Facultad de Arquitectura como áreas de servicio
comunes que son. Estos volúmenes conforman una
plaza muy amplia de gran belleza.
Detras de la Biblioteca Central, y todavía más
abajo, se eleva la Torre de Humanidades, Rectoría,
Biblioteca y Torre que limitan en diagonal,
virtualmente, el área central del campus. A partir de
esta última surge el volúmen horizontal contínuo de
cuatro pisos, de más de trescientos metros de largo
que conforma el costado norte del campus central y
que proporciona unidad y término visual a la
composición. Este largo edificio es otro de los
grandes aciertos del proyecto.
De nuestro lado derecho, a partir del Museo de Ciencias y Artes, se encuentran las
facultades de Arquitectura, Ingeniería y el Instituto de Geología, construído poco
después, que limitan en secuencia continúa el costado sur del jardín central, el cual se
cierra al fondo con el volúmen transversal, frontal al observador, de la Torre de Ciencias
como su límpida silueta de prisma rectangular para poner límite a la composición.
Detras de la Torre de Ciencias se abre otra plaza que aunque amplia se percibe limitada,
debido a los volúmenes de los edificios de Medicina hacia el oriente, Odontología al
norte y Ciencias Químicas en su costado sur, cuatro facultades aisladas entre sí, resueltas
en elevación. Destaca entre todas ellas por su prestancia el edificio de Medicina. No
muestra esta plaza la claridad de composición que el "campus central"15. Hacia el
oriente, la Facultad de Medicina tiene el anfiteatro con un generoso estacionamiento a su
alrededor, estacionamiento que ha permitido laborar todos estos años sin
congestionamiento, en esta zona de la Ciudad Universitaria; esta es otra de las vistas
características de la Ciudad Universitaria de l954. El enorme y bien logrado edificio de
la Facultad de Medicina proporciona respaldo y término a la composición arquitectónica
del conjunto formado por el campus central y la plaza de las Ciencias.
En el proyecto original las dos plazas se relacionaban entre sí mejor que actualmente, en
primer lugar porque la Torre de Ciencias se elevaba sobre planta libre, esto es, sobre
columnas, que permitía la visión y el paso, y porque no existían los infames agregados
de la Facultad de Derecho, o de Ciencias Políticas y Sociales, que invaden el "campus
central" cortando las perspectivas. Estas alteraciones dividieron en dos lo que había sido
un proyecto unitario.
Resumiendo, la volumetría de los edificios y por lo tanto del conjunto, se logra a base de
prismas rectangulares de gran nitidez en sus formas, equilibrados en juegos de
horizontales y verticales. Se tuvo especial cuidado en situar los edificios altos como
limitantes del espacio arquitectónico para evitar que se diluyeran las perspectivas,
creando puntos focales que jerarquizaran los espacios, puntos o ejes de referencia, los
principales son la secuencia diagonal de Rectoría con la Biblioteca y la Torre de
Humanidades y las transversales son la Torre de Ciencias y el edificio de Medicina, este
último remata toda la composición con mucho acierto, se nota en él la presencia de un
buen arquitecto.
El estadio universitario
Rectoría se yergue dominante en vertical, como ya decíamos, sobre un extraordinario
juego de plazas, las cuales se prolongan hacia el poniente a través de pasos a desnivel,
por debajo de la Avenida de los Insurgentes, y se continúan en el amplísimo vestíbulo
que circunda el Estadio Olímpico Universitario. Su punto focal desde los túneles es el
centro del talud con los murales en relieve de Diego Rivera.
La explanada exterior del Estadio Universitario sube con inclinación hasta el arranque de
los taludes del cuerpo principal, de manera que se logra continuidad entre el pavimento y
los costados del volumen que sale de la tierra, circular y suave, de la misma manera que
surgen los crateres de los volcanes del Valle de México. Alrededor del cuerpo del
estadio se situó una ancha plataforma de desaforo peatonal, rodeada por los
estacionamientos, todo ello dentro del circuito vehicular, produce una amplia extensión
que llega hasta la zona arbolada perimetral.
En el Estadio Universitario se llevaron a cabo las competencias de atletismo de los
Juegos de la XIX Olimpiada, en l968, en cuya Memoria Oficial se resalta que, para
dicho evento, "Las modificaciones hechas en el Estadio Olímpico fueron realizadas por
un equipo de arquitectos encabezados por Augusto Pérez Palacios -que había sido
proyectista del edificio- ...incluyeron la instalación de un pebetero, de nuevas torres de
iluminación, de una pista de tartan y del marcador electrónico. Las tribunas fueron
rediseñadas y agrandadas, se reacondicionó el campo y se instaló nuevo drenaje. El
"palomar" fue agrandado y equipado para la prensa".16
El contraste en
altura de toda esta
estructura
deportiva lo
constituyen los
elevados postes
que sostienen los
juegos de baterías
luminosas. Por
encima del
volumen ubicado
al poniente surge el
"palomar" de los
periodistas y de la
televisión, en voladizo continuo en un buen tramo de su perímetro curvilíneo. Formas
elegantes, reposadas, de curvatura continua, de superficies convexas por el exterior y
cóncavas por dentro, y la ligereza de la hilera de las cabinas para la prensa. Las líneas y
superficies del edificio prolongan suavemente las de la explanada circundante.
Debía ser, además, un edificio económico, "...Esa economía se ha obtenido mediante un
diseño que suprime la costosa estructura de concreto, sustituyéndola por el sistema de
terraplenes, sobre los que se sentarán las graderías. Con ello, a medida que se extrae el
tepetate del cono central invertido, se va depositando sobre los terraplenes (con) el
aprovechamiento maximo de los materiales...El revestimiento exterior se hará a base de
piedra obtenida en el mismo sitio en que se construye el Estadio".17 Con dicho
recubrimiento que impide la penetración de agua se estabilizan los rellenos de tierra. Los
túneles de acceso perforan los mencionados terraplenes.
Visitas
Antes de entrar de lleno a los recorridos que hemos preparado para estas visitas guiadas, es
conveniente citar algunos de los juicios de la crítica arquitectónica con respecto del lugar que nos
ocupa:
"Confiamos en que la vida útil de la Ciudad
Universitaria ser larga y que así habrá de
permanecer al servicio de los fines de la
Universidad; por ello... se deben preservar sus
valores arquitectónicos asegurando un desarrollo
armónico que garantice su integridad y
coherencia"
Jorge Fernandez Varela.18
"Sin duda alguna la Ciudad Universitaria es y la
considero así, el más amplio y claro exponente de
la dirección que parece haber tomado ya el
movimiento arquitectónico mexicano. Me
impresiona no tal sólo el volumen que representa
sinó también la rapidez de la realización y la
organización..."
"...la Ciudad Universitaria, por su grandeza y
posibilidades se convierte en un nuevo laboratorio
del muralismo mexicano".
Antonio Rodríguez, 1970.21
"La Ciudad Universitaria es la obra más
representativa de la arquitectura contemporanea
de México...merecen especial atención los
frontones y el gran estadio, -este último- resulta
ser...una de las obras notables de la arquitectura
mexicana contemporanea".
Enrique Yañez, 1990.22
Richard Neutra, 1952.19
"Transcurridos veinticinco años de la
construcción de la Ciudad Universitaria cabe
afirmar que ésta ha sido una de las obras de
arquitectura más importantes que se han realizado
en México...dentro de la arquitectura mundial, la
realización de la Ciudad Universitaria colocó a
México en un lugar prominente."
"La Ciudad Universitaria, equilibrio de la técnica
y la belleza, es decir, de la ciencia y las
humanidades; conjunto de edificios y de
ambiciones monumentales, artísticas y de
proyección cultural y científica para el futuro, se
presenta desde el punto de vista arquitectónico, la
mayor búsqueda de originalidad e integración
plastica que nuestro siglo ha realizado en
México."
Clementina Díaz y de Ovando, 197923
Pani y del Moral, 197920
Visita 1
Rectoría
El volumen de Rectoría surge en elevación,
enmedio de un sabio juego de plazas escalonadas
que recuerda los amplios espacios abiertos de la
arquitectura prehispánica y de los conjuntos
conventuales del siglo XVI novohispano.
"Para el muralismo exterior hay un nuevo tipo de
expectador, observador activo -decía Siqueiros-,
cuyo radio visual...es infinitamente mayor y más
complejo que el del antiguo examinador de
murales inteiores. No es posible una composición
frontal de la pared exterior sin reducir el valor
plástico de la pintura", por ello en Rectoría los
murales se realizan en relieves que acentúan las
diversas perspectivas logradas simultáneamente.
24
El cuerpo horizontal de Rectoría cobijaba
inicialmente la gran sala de atención a
estudiantes, aquí aparece por el exterior,
reflejado en un espejo de agua, mostrando
materiales vernáculos como lo es el alabastro o
"tecali". Este edificio se complementa con tres
murales exteriores de David Alfaro Siqueiros.
Biblioteca Central
El arquitecto y pintor Juan O'Gorman ideó
los murales de la Biblioteca Central,
dividió la historia de México en cuatro
épocas y desarrolló una en cada fachada:
prehispánica, virreinal, mundo
contemporáneo y México actual. El prisma
cerrado para el acervo bibliográfico asienta
sobre el cuerpo horizontal de las salas de
lectura y demás servicios al público. (EM)
Esquina superior del edificio y detalle del
mosaico, elaborado con piedras de colores
traidas de diversos lugares del país. (IIE)
La vista de la Biblioteca Central desde la plaza
intermedia de Rectoría ofrece andadores lisos de
color rojo, con recuadros de piedra brasa
obtenida en el lugar; entre las piedras,
originalmente descubiertas, creció el cesped, que
hoy conforma tupida alfombra y llegó a cubrir las
piedras casi por completo. (JBAH)
En el basamento se desarrollan temas
escultóricos de inspiración prehispánica, y
aunque en el mundo mesoamericano los
materiales estaban estucados y coloreados , aquí
se dejó la piedra a la vista para aprovechar su
textura como elemento expresivo estético y
obtener continuidad con el pavimento exterior,
también rugoso. (ByL)
Humanidades
El largo edificio de Humanidades, con más de trescientos metros de longitud y cuatro pisos de altura, cierra el
costado norte del "campus central". La disposición en una sola línea de la Facultad de Filosofía y Letras, con
sus anexos e Institutos, y las escuelas de Jurisprudencia, Economía y Ciencias Políticas y Sociales, se debe a
la necesidad de crear un bloque contínuo que diera continuidad al proyecto de conjunto. A continuación,
dispuesta en paralelo y ligeramente remetida, se encuentra la Facultad de Contaduría y Administración.
(JBAH)
El prisma de la Torre de Humanidades juega su
armonía de proporciones con los volúmenes de la
Biblioteca Central y de Rectoría, aún cuando su
orientación conlleva un intenso asoleamiento de
las áreas útiles interiores, lo cual las hace
incómodas en horarios determinados. (EM)
Los pavimentos exteriores fueron tratados como
una amplia terraza para acentuar la penetración
del exterior en los edificios, ya que la planta baja
se elevaba originalmente sobre columnas. Son
acertadas las cualidades rugosas de estos
pavimentos, su color y las divisiones en
recuadros, necesarias por el fraguado del
concreto y por proporcionar la escala humana tan
necesaria en estos amplios espacios. (ByL)
Club Central
El proyecto original contaba con el llamado Club Central situado en posición central en el campus, en el
costado sur, daba servicio de restaurante y cafetería y era útil en caso de congresos y reuniones. Sería un
acierto recuperar su uso primitivo, con su arquitectura original que era de calidad. El uso inadecuado que
algunos estudiantes hicieron de las instalaciones motivó la cancelación de los espacios y un destino deferente
que no ha dejado de producir una serie de parches y mutilaciones sucesivas que hacen irreconocible su origen.
(ByL)
Campus
Un amplio jardín constituye el centro del
proyecto arquitectónico, el llamado "campus
central", a cuyo alrededor se ubican los edificios
escolares. Son múltiples y cambiantes las vistas
que en él se producen debido al desarrollo de la
jardinería y de los macizos arbolados. Es un área
de esparcimiento muy necesaria para el buen uso
de la Ciudad Universitaria. (JBAH)
Visita 2
Ciencias
El conjunto arquitectónico de la Facultad de Ciencias se proyectó con un edificio horizontal, de planta en "U",
y otro alto, la original Torre de Ciencias, denominada hoy Torre Dos de Humanidades, mientras que el
primero es conocido como Edificio de Posgrado y de la Dirección General de Intercambio Académico. Con el
paso del tiempo y de las necesidades, muchos de los edificios originales han cambiado de uso y ha sido
necesario situar algunas de las instituciones en edificios fuera del campus de 1954.
La Torre de Ciencias es de gran pureza
geométrica, muy esbelta, con un tico de remate
superior que aumenta la impresión de ligereza
del edificio. Las fachadas anchas se dividen en
horizontales mediante el señalamiento de los
entrepisos con material distinto al de las
cristaleras que llegan de piso a techo.
Originalmente la planta inferior era libre, ahora
está cerrada, antes proporcionaba continuidad a
campus y plaza de Ciencias, ahora separa los
espacios. (EM)
El edificio bajo del conjunto de Ciencias se
complementa con los murales de José Chávez
Morado que son "La Conquista de la Energía" en
el frente del auditorio. En el muro de la planta
baja del mismo auditorio pintó diversos
personajes que intervinieron en la construcción
del edificio. En el patio interior se encuentra el
mural llamado "El Retorno de Quetzalcóatl",
alegoría de las culturas que inciden en el México
contemporaneo. (ByL)
En este mural de Chavez Morado aparecen los arquitectos Eugenio Peschard, Félix Sanchez y Raul Cacho,
autores del proyecto, en un restirador o mesa de trabajo, mientras que Carlos Lazo, administrador y
constructor general, muestra el avance de las obras a Carlos Novoa, Presidente Ejecutivo del Patronato de
Ciudad Universitaria. 25 (IIE)
En la plazuela ubicada en el
costado oriente de la Torre de
Ciencias se situaba una
excepcional escultura por su
calidad y adecuación al entorno,
creada por Rodrigo Arenas
Betancourt, conocida como
"Prometeo". Según Pani y del
Moral "Para ubicar la escultura y
darle las correctas dimensiones en
relación con la obra
arquitectónica, Arenas Betancourt
estudió, por primera vez
conjuntamente con los arquitectos,
las proporciones aureas para
lograr una armonía que era
facilmente perceptible".
Inexplicablemente, sin ningún
respeto a la creación plastica, fue
cambiada de lugar. Debería
reinstalarse en su sitio.
Rayos Cosmicos
El proyecto del pabellón de Rayos Cósmicos es
debido a los arquitectos Jorge Gonzalez Reyna y
Félix Candela. Es otra de las creaciones de la
Ciudad Universitaria conocida en todo el orbe.
"Las estructuras de cascarón son desarrolladas en
México por Félix Candela...La obra más
trascendental por su perfección y delicadeza es el
Pabellón de Rayos Cósmicos en la Universidad
de México" 26. Dicho cascarón tiene un espesor
de solamente 1.5 cm. en las partes centrales.
(ByL-Felix Candela)
Medicina
La Facultad de Medicina ha sido
tradicionalmente la que más demanda ha tenido
por parte del estudiantado, aún cuando los cursos
avanzados se llevan en hospitales que no están en
la Ciudad Universitaria; por eso sus instalaciones
son de gran magnitud. El edificio de Medicina es
otro de los proyectos que destacan en el lugar,
con él se cierra la composición volumétrica
general por la parte oriental del campus, forma el
respaldo de la Ciudad Universitaria.
Son varios los edificios que componen Medicina,
el situado a lo largo, según el eje oriente
poniente, remata hacia el campus con un muro
ciego de cinco pisos de altura, superficie que fue
aprovechada para un enorme mural exterior, obra
de Francisco Eppens. Esta obra pictórica es el
punto culminante de la composición
arquitectónica de la Plaza de las Ciencias. (ByL)
Parteluces de la fachada poniente del edificio
principal de Medicina (EM)
Vista posterior del edificio principal de
Medicina, con el auditorio en medio del jardín
del estacionamiento. (ByL)
Detalles arquitectonicos de los edificios de
Medicina. (ByL)
Visita 3
Ciencias Químicas
El arquitecto Enrique Yáñez, otro de los pioneros
de la arquitectura moderna en México, que
encabezaba la terna del proyecto de Ciencias
Químicas, dejó escrito lo siguiente: El diseño de
la escuela de Ciencias Químicas partió de la
situación existente en la vieja escuela ubicada en
Tacuba. En esta, se tenía un gran número de
pabellones aislados...correspondientes a los
diversos laboratorios en los que los equipos e
instalaciones especializados en cada uno eran
determinantes. Esta disposición...pudo
transformarse en un edificio compacto de cuatro
niveles, compuestos por unidades tipo de
laboratorios -en los cuales- se asimilaron
condiciones de espacios que parecían tan
disímbolos en principio. En la planta baja en
cambio, con libertad que estableció contrastes
volumétricos, acordes con exigencias
particulares, se dispusieron las demás partes del
programa". 27 (EM; JBAH)
Ingenieria
Maqueta del edificio original y dos vistas.
El edificio de 1954 de la Facultad de Ingeniería
contemplaba tres volúmenes diferentes para las
tres actividades fundamentales de la docencia,
asaber: áreas teórica, de experimentación e
investigación y la de aplicación, resueltos por
medio de un elegante proyecto. La diversidad de
ramas de la ingeniería, la demanda creciente del
estudiantado y la necesidad de ponerse al día en
las investigaciones han motivado que sea una de
las facultades de la UNAM que más crecieron.
Al edificio original se le hicieron ampliaciones
desafortunadas, que deforman el sentido original
de aquella arquitectura excepcional. Aún así, el
edificio de 1954 es espléndido, cuenta con bien
logrados patios y un paso elevado a través de un
puente.
Visita 4
Zona Comercial
Entre los servicios comunes de la Ciudad
Universitaria se cuenta la terminal que era de
autobuses y el estacionamiento ubicados en la
esquina de la supermanzana principal, anexos al
Museo Universitario de Ciencia y Artes y muy
próximos a Rectoría. Cuenta con zona comercial
y muy próximos a Rectoría. Cuenta con zona
comercial con servicios de Librería Universitaria,
Correos, fotocopiado, papelería, etcétera. Desde
esta sección surgen los andadores techados que
intercomunican el campus central. Otra línea de
andadores lleva desde Rectoría hasta
Humanidades. La trabelosa en zigzag que cubre
el antiguo apeadero de autobuses es la primera de
este tipo de estructuras que se construyó en
México. Es digna de conservarse. La utilización
de esta superficie como estacionamiento ha
impedido la saturación de esta zona, que puede
convertirse en conflictiva por su proximidad a la
Avenida de los Insurgentes. No hay estudiante
que no conozca esta zona comercial. (JBAH Y
ByL)
Frente al Museo Universitario, hacia la plaza,
con los andadores de la zona descubierta y de la
zona comercial
Museo Universitario
de Arte Contemporáneo
Una exposición de Arte Moderno (MUCA)
El Museo Universitario de Ciencias y Artes
inicia la sección dedicada a las Artes, se trata de
un local grande, techado con diente de sierra, en
el cual se montan exposiciones de Arte y de los
más diversos temas. Está considerado como uno
de los mejores del país, dada la calidad de sus
exposiciones y de la museografía que allí se
genera. Debe ser visita obligada.
Arquitectura
El vestíbulo de la Facultad de Arquitectura es de
acertadas proporciones, comunica a la Facultad
con su biblioteca y su sala de exposiciones,
además de con el teatro Carlos Lazo y con el
Museo Universitario de Ciencias y Artes. Se
sitúa con la entrada principal hacia la plaza de
Rectoría, frente a la Biblioteca Central.
Recientemente fue remodelado, lo cual acentúa
su amplitud y sus proporciones. Aquí
presentamos una vista de la plaza a través del
descanso de la escalera principal que conduce a
la Dirección de la Facultad.
La Facultad de Arquitectura fue proyectada con
un amplio cuerpo vestibular del cual se parte a
los niveles de aulas para materias teóricas y hacia
la dirección; con ocho talleres, pequeños
edificios independientes, de dos pisos cada uno,
entre zonas jardinadas. Ante el aumento de la
población estudiantil se hizo necesario ampliar
las instalaciones con un cuerpo de cuatro niveles,
ubicado entre el cuerpo de aulas y los talleres. La
ampliación se debe a los autores del proyecto
original, arquitectos José Villagran García ,
Xavier García Lascurain y Alfonso Liceaga, por
lo cual forma cuerpo con la primera
construcción.
Visita 5
Alberca
La alberca cubre los aspectos de piscinas de
entrenamiento, recreo y enseñanza, así como
instalaciones para competencias y espectaculos,
cuenta con zonas jardinadas y terrazas para tomar
el sol, además de tribunas para 6,100
espectadores y con todos los servicios necesarios
de baños, vestidores, calderas, palcos, cuartos de
descanso, de espera, etcétera. Se extiende en una
superficie de 19,000 metros cuadrados. La
solución arquitectónica cubre el aspecto de
belleza y armonía. Se ubica en la zona deportiva,
junto al Circuito Escolar. Junto a la alberca, se
edificaron los edificios de vestidores para
mujeres y para hombres, prestan servicio a los
usuarios de los campos deportivos.
Perspectiva del conjunto y dos vistas de la
alberca (ByL)
Frontones
"La presentación de los frontones -su aspectoconstituyó uno de los más celebrados aciertos de
la Ciudad Universitaria, al haberse optado por la
forma de piramide truncada para las paredes
envolventes, labradas éstas con piedra volcanica
del lugar, lo que tendría, en suma, el poder de
sugerir inmediatamente la armonía con los viejos
motivos del paisaje del Valle de México, que son
varios crateres emergentes, además de remitir a
las formas habituales de los basamentos que
sirvieron a los templos del mundo indígena
prehispanico".
Pedro Rojas, 1979.29
Uno de los frontones, gradería del fronton cerrado y el
gimnasio. (ByL)
Estadio Universitario
"Para el acceso inmediato al estadio fueron
proyectados 48 túneles de longitud variable entre
los ocho y los 60 metros, capaces para desalojar
el recinto en menos de 20 minutos. De los
vomitorios, el público pasaría al plano de los
estacionamientos, directamente o por medio de
rampas naturales o envolventes. Un Túnel de
maratón, en el extremo norte, serviría de entrada
a los atletas en desfile abierto".
Pedro Rojas, 1979. 30
Planta y vista General (CESU)
Interior (EM). Costado exterior con vista hacia
la Ciudad Universitaria y mural de Diego Rivera
(ByL)
Perspectiva de actualidad
La Ciudad Universitaria de 1954 sigue vigente en 1994, prestando servicio, aún cuando
fuese proyectada para 20,000 estudiantes, tomando la previsión de un desarrollo futuro
de 30,000 universitarios. Sin embargo, la demanda de estudios superiores creció de
manera acelerada; entre 1966 y 1970 la población ascendió a 60,000. En 1984 se
manejaba una cifra de 300,000 integrantes en la comunidad universitaria.31
Se comprenderá que a cuarenta años de distancia, las necesidades de educación y de uso
han aumentado considerablemente ante el crecimiento demográfico y el desarrollo del
país. Ha sido necesario ampliar las instalaciones en terrenos del pedregal ubicados al sur
de la Ciudad Universitaria original; también la universidad se ha expandido hacia otros
puntos de la Ciudad de México e incluso hacia el interior de la República, creando
centros de investigación como el observatorio astronómico de San Pedro Mártir en Baja
California; los barcos oceanográficos El Puma y "Justo Sierra"; ecología en los Tuxtlas,
Veracruz y en la selva de Chiapas, etcétera.
Algunos de los centros docentes ya dejaron totalmente sus locales del campus central de
1954, otros los siguen usando aunque se han ampliado hacia la zona exterior. Lo que ha
sido modificado en la mayor parte de los casos es el interior de los edificios, porque su
destino ha cambiado o por la introducción de nuevas tecnologías en la arquitectura, la
enseñanza o la investigación.
En los terrenos del Pedregal de San Angel se han levantado dos circuitos vehiculares
más, siguiendo las normas de los originales, que abrazan zonas de edificios nuevos. Lo
que no se siguió en estos casos es un plan maestro como el que diera origen a la CU 54,
así que los nuevos inmuebles, algunos de ellos de muy buena calidad individual, no
obedecen en su ubicación a normas de desarrollo armónico previamente establecidas;
esto conlleva cierto desorden y el peligro de saturación ya que en cualquier momento
pudieran surgir solicitudes para llenar las pocas áreas descubiertas que van quedando.
Para seguir refiriéndonos al proyecto de 1954 y a la vista del plano de 1992 elaborado
por el Instituto de Geografía de la UNAM, que es el último publicado, en el cual nos
estamos basando, observamos el desmedido aumento de estacionamientos, no solo en el
interior de la supermanzana principal, sinó hasta los terrenos exteriores del circuito
vehicular, con lo cual deja de cumplirse el postulado inicial de que los peatones no
deben cruzar las vías de automóviles y viceversa.
La tendencia actual de saturación, que se hace
presente en la sección de humanidades donde ya se
edificó una biblioteca con letrero descomunal que
dice: biblioteca, lo mismo que podía decir farmacia
o mueblería, aquí si se equivocaron. Está muy
avanzada la construcción de otra, ambas sobre las
áreas de los primitivos estacionamientos. Estas
tendencias conducen a un hacinamiento semejante
al del centro de la Ciudad de México, que si allí
puede resultar bien, por sus propias razones
históricas, con los edificios alineados con las
calles; pero que no es, de ninguna manera, el
urbanismo preconizado por la Ciudad Universitaria
de 1954, que también tiene las suyas. Se perdieron
las áreas abiertas, en lugar de jardines, concreto y
cristal. Claro que este concepto contradice la idea
original de ciudad jardín que hizo de la Ciudad
Universitaria de México, en lo arquitectónico, una
de las mejores del orbe.
No hay duda de que a muchos de los estudiantes de la Universidad actual se les brinda
ocasión de acceder a espacios vitales muy superiores a los de su cotidianeidad, quien
sabe si ellos están conscientes de ello, y que, probablemente, a muchos de ellos no
volver a presentarseles una situación semejante, ya que la vida se vuelve cada vez más
competida y difícil. Nuestras ciudades están cada vez más sobrepobladas y los espacios
individuales tienden a reducirse. Proporcionar mejores ambientes también forma parte de
la educación que debemos ofrecerles, al fin y al cabo están en la Universidad por un
deseo de superación.
"Qué sentido tiene la crítica apuntada en los parrafos anteriores? Al revisar con una
perspectiva de cuarenta años de distancia el proyecto de la Ciudad Universitaria de 1954,
constatamos en él una serie de cualidades que deben ser preservadas al maximo, que son
irrepetibles, por el bien de nuestro centro docente, de la arquitectura de México durante
el siglo XX, y claro esta para que por el bien del país, ya que nuestra competencia como
universitarios que somos, nuestra representatividad, abarca el ambito nacional. También
por el simbolismo que porta la Ciudad Universitaria de 1954, para el centro docente y
para la nación.
Esta ocasión para comparar lo que era y la actualidad, es ideal para analizar diferencias y
observar lo que se ha ganado y lo que se ha perdido; diferencias que se hacen evidentes,
lo único que hemos hecho aquí es expresar algunas con palabras. Además, una de
nuestras tareas, sino es que la principal, es valorar aquello que tenemos y difundirlo, para
crear conciencia en quienes no son especialistas en la materia. Recordar los fines con
que fue concebida puede ayudarnos a revivir aquellos conceptos que, a fuerza de
disfrutarlos todos los días, podríamos llegar a olvidar, "aquello que de puro sabido se
olvida", que decía don Miguel de Unamuno.
Al sur de la Ciudad de México, la Ciudad Universitaria surgió sola, estaba aislada, entre
los pueblos de San Angel y Tlalpan más lejos, mucho más lejos del lado de fuera; en un
lugar donde se llegó a pensar difícil la vida: en el Pedregal. Hay quienes negaban la
posibilidad de que aquel páramo pudiera llegar a ser habitado, "ni siquiera los arboles se
darían". Y se hicieron pruebas y los arboles se dieron. La necesidad de crecimiento de la
Ciudad de México no se había hecho patente todavía, pero es que, pienso yo, nadie había
tenido necesidad de ocupar aquel lugar. Es muy probable que por ello, haya sido posible
concebir en grande la Ciudad Universitaria.
En aquella época, todavía se hacían presentes en el lugar los volcanes por encima del
horizonte, el Popo y el Ixtla allí estaban, no había más que estirar la mano para
alcanzarlos. Era lo natural, a nadie extrañaba, allí habían estado siempre. Cuando ya
estamos lejos de aquel México, todavía más de campo que de ciudad, provinciano,
aquilatamos su valor. La Ciudad Universitaria simboliza el despertar de un México
consciente de su capacidad. Lanzamiento a futuro.
Hoy las cosas han cambiado, heredamos aquello y lo hicimos crecer con el trabajo de
todos los días, contra todos los vientos. Junto al asta bandera de la Avenida de los
Insurgentes, lugar de las citas, está Rectoría, por allí pasaron el eminente cardiólogo
Ignacio Chávez, a quien pretendieron quitar de enmedio porque no cedió; luego entró el
ejército, era impresionante encontrarse de frente con los cañones de los tanques
apuntando hacia el automóvil. Enseguida el ingeniero Javier Barros Sierra y los
universitarios ganarían la paz y una aurora de mayores libertades. Gonzalez Casanova y
Guillermo Soberón habrían de seguir edificando la Universidad.
Todo esto ha sido la Ciudad Universitaria, en lo arquitectónico y más alla de la
arquitectura, aunque teniéndola como centro y punto de partida. Aún cuando el smog no
permita ver los volcanes más que en días muy contados.
Retomando el tema del urbanismo, la Ciudad Universitaria sigue siendo lugar de
excepción con la Avenida Insurgentes arbolada en ambos lados, casi hasta el Periférico,
sin construcciones que ahoguen la calle. Hoy por hoy es uno de los mejores tramos
vehiculares con que cuenta la Ciudad, entre zonas dénsamente construidas. Ojala que no
se le ocurra a nadie cerrar las perspectivas.
El circuito de la supermanzana principal de Ciudad Universitaria sigue abierto en playas
de estacionamiento y jardines, tanto en la esquina noroeste con el hermoso jardín que
antecede a la Facultad de Filosofía y Letras, donde no se edificó, por suerte, el Aula
Magna. También en la esquina suroeste, la de la zona comercial y donde estuviera la
terminal de autobuses, ahora estacionamiento muy necesario, por cierto que hace falta en
la Ciudad Universitaria un estacionamiento para camiones de turistas. Asimismo, hacia
el oriente, en el estacionamiento de Médicina. Son los tres espacios amplios abiertos, los
únicos no saturados, que todavía permiten que aparezca desahogada la supermanzana
principal y que, de alguna manera, junto con las plazas escalonadas de Rectoría y el
Campus Central, todavía se pueda disfrutar el proyecto original de 1954, que sigue
siendo uno de los mejores para la docencia a nivel internacional.
Una zona que no sólo ha sido conservada, sinó mejorada, es la del Estadio Universitario,
ya que dado su uso y la concurrencia de masas de público considerables, requiere de las
grandes extensiones peatonales y de estacionamiento con que fue concebida, es la sede
del equipo Pumas de la UNAM. Aún cuando la supermanzana de la zona deportiva
original ha sido invadida en buena parte, se han abierto campos deportivos entre la
Avenida de los Insurgentes y el Estadio Universitario, con lo cual las áreas se han
ampliado.
El desarrollo de la Ciudad Universitaria, hacia el sur, lo constituyen el Centro Cultural
Universitario, con la Ciudad de la Investigación en Humanidades y el Museo de Ciencias
UNIVERSUM, lugares lúdicos de esparcimiento en torno de las artes, de las ciencias y
de todo el conocimiento. Se conforma con la Sala de Conciertos Nezahualtcóyotl, una de
las más modernas en cuanto a disposición de sus elementos y calidad de su acústica; otro
edificio que contiene la sala de danza Miguel Covarrubias y la de música Carlos Chávez,
con dos salas cinematográficas y las oficinas de la Coordinación de Difusión Cultural.
Cuenta con una librería y una cafetería muy bien ubicadas. Todo ello conforma un
conjunto armónico que se complementa con el pequeño edificio que ocupa el Centro
Universitario de Teatro.
La Unidad Bibliográfica cierra el Centro Cultural Universitario por el norte,
recientemente ampliada, en 1993, con el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional;
custodia la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional, y cobija al Centro de
Estudios Sobre la Universidad. Cuenta con dos lugares extensos para la escultura
monumental transitable, el Paseo Escultórico con seis obras de otros tantos artistas y la
original escultura denominada Serpientes del Pedregal; la culminación de esta sección es
el llamado Espacio Escultórico, algo separado de las otras creaciones visuales. Entre los
autores con obra en el lugar se cuentan Rufino Tamayo, Sebastian, Hersúa, Helen
Escobedo, Manuel Felgueres, Carlos Mérida y Matías Goeritz, y entre los arquitectos,
Orso Núñez, Arcadio Artis Spriú, Manuel Medina y Arturo Treviño. El Centro Cultural
Universitario, dadas la calidad de su arquitectura y de las actividades que en él se
desarrollan, no puede dejar de visitarse.
Bibliografía








Arquitectura, México. Número dedicado a la Ciudad Universitaria. Revista número
39. Septiembre de 1952. Textos de María Stella Flores, Luis Garrido, Antonio
Acevedo et al. México 1952. Véase Pani y del Moral.
Artigas Juan B. Los edificios de la UNAM, en Memoria del Segundo Encuentro
sobre Historia de la Universidad. Coordinación de Humanidades. Centro de
Estudios Sobre la Universidad, UNAM. México, 1986.
_____ Centro Cultural Universitario, visita guiada en torno de su Arquitectura.
Coordinación de Difusión Cultural, Coordinación de Ciencias y Coordinación de
Humanidades. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1994.
Cervantes, Luis de. Crónica Arquitectónica. Ed. CIMSA, México D.F. 1952.
Díaz y de Ovando, Clementina. La Ciudad Universitaria de México, Reseña
Histórica 1929-1955. Tomo I, prólogo de Miguel León Portilla. Volumen X de la
Colección Cincuentenario de la Autonomía. UNAM, México 1979.
Faber, Colin. Las estructuras de Candela. Traducido por Miguel M. Echegaray.
Compañía Editora Continental S.A., México D.F. 1970.
García Barragan, Elisa. La Ciudad Universitaria de México, Reseña Histórica
1956-1979. Tomo II. Volumen X de la Colección Cincuentenario de la Autonomía.
UNAM, México 1979.
García de León, Carlos y Armando Sanchez Enriquez et al. Guía de la Ciudad
Universitaria. Instituto de Geografía, UNAM, México 1993.
Guía Universitaria. Secretaría Administrativa de la Universidad Nacional
Autónoma de México. UNAM, México 1994.













Islas García, Luis. Ciudad Universitaria. Edición para el VIII Congreso
Panamericano de Arquitectura. Colección Anahuac-Arte Mexicano, Vol. 29.
Ediciones de Arte. México D.F. 1952.
Kobeh Hedere, Raul. Crecimiento de la Universidad. Plano Regulador. Conferencia
del ciclo Cincuentenario de la Autonomía y Arquitectura de la Universidad, que
tuvo verificativo en julio de 1979 en el Curso Vivo de Arte de la UNAM, bajo la
dirección de Juan B. Artigas. Inédito.
_____ Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas. Dirección General de Obras.
UNAM. México 1980
Lazo, Carlos. Pensamiento y destino de la Ciudad Universitaria de México. Miguel
Angel Porrua, México 1983.
Linares, Mercedes, recopiladora; revisado por Justino Fernández. Murales, Murales,
Murales. Dirección General de Intercambio Académico y Cultural, Dirección
General de Publicaciones. Edición Trilingüe. UNAM, México 1967.
Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1980-1981. Dirección General de
Obras, UNAM, México. S/f.
Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1982. Dirección General de Obras,
UNAM, México. S/f.
Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1985-1986. Dirección General de
Obras, UNAM, México. S/f.
Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1987-1988. Dirección General de
Obras, UNAM, México. S/f.
Moral, Enrique del, y Mario Pani. La Construcción de la Ciudad Universitaria del
Pedregal. Concepto, programa y planeación arquitectónica. Prólogo de Jorge
Fernández Varela. Volumen XII de la Colección del Cincuentenario de la
Autonomía. UNAM, México 1979.
_____ Arquitectura, México, Revista número 39. Dedicado a la Ciudad
Universitaria, Septiembre de 1952, Editorial Arquitectura, México 1952.
Reed, Alma. La Universidad Nacional de México. Historia de la Ciudad
Universitaria. Traducción de Jesús Amaya Topete. Editores Asociados, México
D.F. 1954(?).
Rodriguez, Antonio. El Hombre en Llamas. Historia de la pintura mural en México.
Thames and Hudson, London, 1970.
Rojas, Pedro. La Ciudad Universitaria a la época de su construcción. Centro de
Estudios Sobre la Universidad, UNAM, México 1979.
Yañez, Enrique. Del Funcionalismo al Post-Racionalismo, Ensayo sobre la
Arquitectura Contemporánea en México. Universidad Autónoma Metropolitana.
Ed. Limusa, SA de CV., México 1990.
Descargar