Feijoo y su defensa necesaria

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El género femenino en la ilustración española: Feijoo y su defensa necesaria
El redescubrimiento de las capacidades intelectuales y estéticas del razonamiento
humano por parte de filósofos y artistas, empezó a desplazar a Dios como eje articulador
del pensamiento, razón y fundamento de las ideas, en un proceso que culminaría en la
ilustración, donde se abre espacio a un proyecto de transformación cultural que
reevaluaría, no sólo toda la estructura epistemológica de la sociedad, sino también su
construcción y estructura. Esta re-construcción, vendría a marcar una diferencia en la
forma en que hasta entonces se habían visto las capacidades intelectuales y
condicionamientos morales de la mujer frente a los del hombre y abriría la puerta para
una revisión de todas las categorías establecidas.
La controversia se hace inevitable, más cuando los siglos de tradición son
cuestionados y la homogeneidad de las ideas es inalcanzable. En Francia, cuna de
muchos de estos cambios ideológicos, Madame D’Èpinays sería una de las primeras
voces en entrar en discusión con su oposición a la idea de una mujer educada únicamente
para ser cabeza del hogar pero sin ninguna responsabilidad real dentro de la construcción
de la nueva sociedad, idea favorecida por varios de los pensadores de la época, incluido
Rousseau, para quienes las preocupaciones por el género femenino se centraban más en
otros aspectos, entre los que se contaba la marcada diferencia de clases sociales y los
derechos que dicha diferenciación otorgaba a algunas mujeres, debido a que tales
contrastes entraban en conflicto con los ideales de igualdad que debían extenderse a la
mujer.
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Es justo en medio de este debate, sumado a las problemáticas culturales, sociales
y políticas propias de España, que Benito Jerónimo Feijóo (1676-1764) realiza su trabajo
como escritor y filósofo. En su obra más representativa, El Teatro Crítico Universal, que
aparece entre 1726 y 1740 y está comprendida en su totalidad por ocho tomos
distribuidos en discursos, Feijóo emprende el análisis de las categorías humanas que
forman el teatro de la realidad, centrándose principalmente en la observación y la
analogía, herramientas que constituían la mejor representación del afán neoclásico por
establecer órdenes y clasificaciones racionales.
Uno de estos discursos, es el dedicado al tema del género femenino, en el cual
Feijóo, establece una serie de comparaciones para discutir la igualdad intelectual de la
mujer (más en la línea de Rousseau que de Madame D’Èpinays), que si bien resalta y
equipara a la mujer, nunca deja de considerarla como centro de la familia, aspecto que
resalta en la conclusión al señalar: “y así, que siempre será oprobio y vileza suya [los de
la mujer] conceder al hombre el dominio de su cuerpo, salvo cuando le autorice la
santidad del matrimonio” (Course Pack 18). En su discurso, el autor se desplaza desde
los aspectos morales a los histórico, usando repetidas veces la técnica de reducción al
absurdo (Reductio at absurdo), así como el constante cuestionamiento crítico de las
creencias y costumbres, lo cual le permite crear un retrato de la situación de la mujer en
el siglo XVIII, que apela a una necesaria defensa de sus capacidades frente a la errada
percepción del género que durante siglos se había estancado en el imaginario de la
humanidad.
El lineamiento ideológico de Feijóo en su defensa de la mujer, completamente
enmarcado por las condiciones de la ilustración, no es otro que el de propender por una
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igualdad: “Pero mi empeño no es persuadir la ventaja, sino la igualdad” (Course Pack 7).
Igualdad que, sin descuidar el papel central de la mujer en la educación y manutención
del núcleo familiar, se queda sin sustento, pues para el autor sigue siendo el hombre el
centro de la estructura social, y su papel dentro del proyecto ilustrado revierte una
importancia mucho mayor que la que tiene la mujer, aspecto que deja señalado cuando
dice: “las calidades en que exceden a las mujeres conducen para hacerlas mejores en sí
mismas; las prendas en que exceden a los hombres, los constituyen mejores; esto es más
útiles para el público” (10). De esta forma, y sin alejarse radicalmente de los parámetros
sociales, Feijóo entra a debatir muchos de los conceptos preestablecidos acerca del
género femenino en un trabajo pionero e incluso visionario en España, donde a partir de
una concepción filosófica enmarcada completamente en la ilustración y en la estética
neoclásica, cuestiona definitivamente un sistema de valores llamado a ser modificado
dentro de las perspectivas previsibles de la modernidad.
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BIBLIOGRAFÍA
Lewis, Elizabeth. “The Politics of Gender in Spain's Ilustración”. Mary Washington
Collage:Eighteenth-Century Studies 36.4 (2003): 577-579.
Bolufer Peruga , Mónica & Isabel Morant Deusa. “On Women's Reason, Education and
Love: Women and Men of the Enlightenment in Spain and France”. Gender &
History 10 (July 1998): 183.