Se cumplen 80 años desde que en los días 17 y 18 de julio de 1936 un grupo de militares facciosos intentaron dar un golpe de Estado contra el Gobierno republicano surgido de unas elecciones democráticas recientes. A pesar de que la reacción popular y del Gobierno hizo fracasar el golpe en la mayor parte de las plazas y ciudades, los facciosos lograron hacerse con algunos puntos desde los que, con la ayuda militar de las potencias fascistas, impusieron una guerra que desembocó en una dictadura de 40 años. Hoy, transcurridos 40 años de régimen democrático, los vestigios de la dictadura aún siguen permanentes en algunas instituciones y en las calles de pueblos y ciudades, de forma destacada en Madrid. Asociaciones memorialistas de la Comunidad de Madrid, adscritas al Encuentro Estatal de Colectivos de Memoria Histórica y de Víctimas del Franquismo, algunas de las cuales vienen desarrollando desde hace años protestas contra este estado de cosas, han procedido a colocar en las calles de destacados criminales e ideólogos de la represión fascista, en lugar de las placas con sus nombres que deshonran esas vías, las denominaciones que se ajustarían más a una ciudad democrática, con exaltación de valores como la libertad, la igualdad, y el reconocimiento a las víctimas del franquismo. Este año esperamos que los nuevos ayuntamientos, con más de un año de gestión, consideren nuestra acción como un estímulo para concluir la tarea que se ha propuesto de modificación del callejero con la eliminación total de golpistas, asesinos y represores. Del mismo modo instamos a todas las instituciones democráticas que manifiesten en términos formales su condena y repulsa a la dictadura franquista. Lo que esperamos en primer término del Ayuntamiento de Madrid. Confiamos en que 2016 sea el último año en que algunas calles de Madrid recuerden y festejen la crueldad fascista haciendo de nuestra ciudad una anomalía histórica incomprensible en los demás países democráticos.