EL ORIGEN DEL HOMBRE En el campo mÃ-tico mencionaremos de forma breve dos de los mitos mas conocidos que hablan acerca de la Creación de los primeros hombres. El primer mito a tratar es el siguiente: El códice del Vaticano A 3738, nos menciona la historia de los cuatro primeros dioses, hijos de Ometecuhtli, OmecÃ-huatl, habiendo hecho ya el fuego y el sol, y luego se hizo al hombre y a una mujer a los cuales llamaron Oxomoco y Cipactonal y que de ellos nacerÃ-an los macehuales y que trabajarÃ-a la tierra para su bienestar. El mito de Oxomoco, Cipactónal, que de varias maneras relaciona al origen del hombre con los cuatro primeros dioses o más directamente con Ometecuhtli (señor de la dualidad).1 Hallándose otra narración por completo opuesta y diferente conservada entre otras por Mendieta que la atribuye a la de tezcuco. En el segundo mito, nos dice que el origen del hombre se relaciona con un hecho divino en donde el cual interviene el sol y otros factores que producen el nacimiento del mismo, transcribiendo dicho texto al pie de la letra: Dicen que estando el sol a la hora de las nueve, hecho una flecha en el dicho termino (Acolman: Que esta en termino de tezcuco de Lenguas y de México cinco) e hizo un hoyo, del cual salió un hombre que fue el primero no teniendo mas cuerpo, que de los sobacos arriba y que después salió de allÃ- una mujer entera, y preguntándonos como han engendrado aquel hombre pues el no tenia cuerpo entero dijeron su desatino y suciedad que no es para aquÃ-2. Lo que Mendieta llama desatino rehusándose a transcribirlo veladamente lo deja ver otros textos como los que publico Garibay y en su épica Náhuatl que nos dice que un buen dÃ-a muy de mañana lanza el sol una flecha desde el cielo fue a dar en la casa de los espejos y del hueco que abrió nació un hombre y una mujer, ambos de cuerpos incompletos, solo del tórax hacia arriba, e iban y venÃ-an por los campos como gorriones, que unidos engendraron a un hijo que fue la raÃ-z de los hombres. El enfoque religioso se menciona cuando se a lude la creación del hombre a la divinidad de Quetzalcoatl cuando narra el viaje que esté hizo a Mictlan, en busca de los huesos preciosos para crear de nuevo a los hombres. Después de que los dioses se reunieron en Teotihuacan, y se creo el sol, se refirieron a quien iba a habitar la tierra. Y es en donde se dice que Quetzalcoatl viajo a Mictlan para buscar esos huesos preciosos que formarÃ-an parte de los primeros habitantes de la tierra y las peripecias que tuvo que pasar para recuperarlos. Delas más emblemáticas experiencias y pruebas que tuvo que pasar Quetzalcoatl fue la de hacer sonar un caracol sin agujeros y lo logro y la segunda fue que tuvo que morir transitoriamente para después recuperar esos huesos preciosos e ir a Tomoanchan el lugar del origen de cuanto existe. En resumen de manera poética se va desglosando la creación del hombre relacionado con el principio supremo Ometéotl en Tomoanchan, donde la acción de Cihuacóatl, dispone la materia que luego fecunda con su sangre de Quetzalcoatl. La concepción del nuevo ser humano, inventado por el saber de Ometéotl, se pregunta el sabio náhuatl ¿no se debió también a la terminación del mismo señor y señora de la dualidad? Y nótese que al 1 decir que el principio dual determino, afirmo o quito al hombre, sé esta repitiendo una vez mas la doctrina que nos encontramos al estudiar la idea náhuatl de la divinidad Ometéotl es el del origen de todo generando−concibiendo determina aquÃ- las cosas los hombres a existir.3 El enfoque filosófico lo encontramos cuando nos menciona que la transmisión de la palabra a los descendientes es básica para demostrar como fue la creación del hombre y asÃ- decidir cual es la correcta. El texto citado concluye debió ser transmitida la palabra O sea que la tradición oral, enseñaba de memoria con la ayuda de códices en los Calmécac conservando una profunda coherencia transmitió la palabra que relaciona la generación−concepción cósmica de Ometéotl con el origen del hombre. Este es como más concisamente aun le repite otro texto al pensamiento náhuatl acerca de la procedencia del genero humano. Llego el hombre y lo envió acá nuestra madre, nuestro padre el señor y la señora de la dualidad4 DOCTRINA NAHUATL ACERCA DE LA PERSONA Varios son los problemas que en este punto se plantea la filosofÃ-a náhuatl. En primer termino esta el ya aludido de la verdad misma del hombre. Luego el de su concepción de la persona humana, el de su querer o albedrÃ-o y por fin el no menos apremiante del destino del hombre asÃ- como de su eventual supervivencia mas allá de la muerte. En este apartado trataremos los dos primeros temas mas Ã-ntimamente ligados entre sÃ-: la doctrina náhuatl acerca de la personalidad y la verdad del hombre. En la parte filosófica de la lectura nos menciona que la personalidad del hombre es su esencia, es decir aquello que lo constituye y que lo hace diferente a los demás. La pregunta formulada explÃ-citamente por los tlamatinime acerca de la verdad del hombre, en principio se puede decir que el origen del hombre se relaciona con Ometéotl, se encontró la primera raÃ-z fundamentadora de la verdad de los seres humanos5 En el rito náhuatl del matrimonio, consistente en atar la tilma o capa del hombre con el huipilli o camisa de la mujer tal como esta la grafica en el Códice Mendocino, y en medio de una serie larga de recomendaciones aparecen varias el siguiente difracismo, dirigido aquÃ- a los recién casados y empleado como termino personal para retenerse a aquellos con quienes se habla. Daré pena a vuestros rostros, a vuestros corazones...6 Hago reverencia a vuestros rostros, a vuestros corazones... Lo anterior significa que no por que el hombre se vista quiere decir que su esencia cambia, con ropa o sin ropa sigue siendo el mismo, su esencia no cambia a pesar de lo que sucede a su alrededor y más bien se complementa. Hallándonos aquÃ- ante un difracismo del tipo de flor y canto. El filosofo náhuatl es quien enseña a la gente adquirir y desarrollar un rostro (te−ix−cui−tiani, te−ix−tumani) por lo tanto el sentido de la palabra rostro (ix−tli) aplicado al yo de la gente obviamente no debe entenderse aquÃ- anatómica, sino metafóricamente como lo mas caracterÃ-stico, lo que saca del anonimato a un ser humano, rostro es pues para los tlamatinime la manifestación de un yo que se ha ido adquiriendo y desarrollando por la educación 2 y con la experiencia misma. El engañador o sofista se dice que es quien pierde a los rostros ajenos, asÃ- como quien los hace desviarse, el que mediante engaños pierde a las personas. Como conclusión que rostro connota aquÃ- lo que caracteriza la naturaleza mas intima del yo peculiar de cada hombre, es decir lo que diferencian de unos a otros. En este sentido, enseñar a tomar rostro y humanizar el querer de sus educandos parecen haber sido la meta buscada por los maestros de Calmécac y es que solo tomando un autentico rostro y corazón en cada hombre, es cuando este mismo llega a su propia verdad y a lo que lo define. Únicamente asÃ- encontrarÃ-a al fin la senda que lleva a lo verdadero en la tierra a la respuesta con flores y cantos que ofrece un velado sentido al misterio de vivir y sufrir en tlalticpac sobre la tierra.7 El misterio mas profundo del sufrimiento y como es la mejor forma de vivir, pues se dice que para saber vivir primero hay que sufrir. el problema del albedrÃ-o humano La concepción náhuatl de la persona: rostro y corazón, nos estemos ahora con uno de los más serios problemas que puedan presentarse al hombre de todos los tiempos a su libertad o destino fatal. El destino del humano predecible en función Tonalámatl o libro adivinatorio. Para poder pronunciar sus presagios los Tonalpaunque o sacerdotes adivinos debÃ-an combinar o interpretar la resultante de todos los varios factores que podrÃ-an influir en u dÃ-a determinado también por la combinación particular de numero y signo asÃ- como su consagración a la divinidad en especial. Y es de especial interés decir que cuando tocaba a alguien bajar a la tierra, a este mundo (nacer) en un dÃ-a muy nefasto, entonces para aminorar este destino, o aun cambiarlo la tonalpautique debÃ-an señalar para la ceremonia del bautismo e imposición de nombre una fecha lo suficientemente propicia como para neutralizar los augurios funestos del nacimiento. Y es importante recalcar que según este texto la explicación del irle a uno bien o de merecer solo humillación y destrucción, esta precisamente en amonestarse asÃ- mismo (mo−notza). Es este el cuadro en que se describen filosóficamente las relaciones del hombre y su albedrÃ-o con la debilidad en cuya mano estamos8. Como este texto hay otros que pudieron deducirse en una exposición destinada exclusivamente a estudiar este tema en el pensamiento náhuatl. AquÃ- creemos suficiente lo que se ha dicho para mostrar como a pesar de la pared de fatalismo del tonalpohuallÃ-, tuvieran conciencia los tlamatinime de la importancia de libre albedrÃ-o de la gente que puede y debe humanizarse. 1 Portilla, Miguel de León. FilosofÃ-a Náhuatl, Editorial UNAM, México 1983, Pág. 181. 2 Mendieta, Fray Gerónimo, Historia Eclesiástica, Volumen 1. Pág. 182 3 Códice Florentino, Libro VI, fol, 148, r.; AP I, 36. 4 Ibidem 3 5 Portilla, Miguel de León. FilosofÃ-a Náhuatl, Editorial UNAM, México 1983, Pág. 190 6 Huehuetlatolli, Documento A, publicado por A.M.Garibay, en Tlalocan, t. I p. 38; API, 41. 7 Portilla, Miguel de León. FilosofÃ-a Náhuatl, Editorial UNAM, México 1983, Pág. 192 8 Portilla, Miguel de León. FilosofÃ-a Náhuatl, Editorial UNAM, México 1983, Pág. 202 4