Jornadas Profesionales

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La Jornada de la Cámara Agraria Provincial fue la protagonista de la
Jornadas Profesionales organizadas el domingo 10 de septiembre en la 23 Feria
Internacional Agropecuaria de Castilla y León y 18 Exposición Internacional de
Ganado Puro y ha estado dedicada al futuro de los cultivos energéticos en España
para la producción de Bioetanol.
Francisco Amarillo, director general de Desarrollo Rural del Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación inauguró la Jornada afirmando que “hay algunos
mensajes que hay que empezar a dejar claros en el campo agroenergético, es decir
los biocombustibles, cultivos para producir bioetanol o para producir biodiésel. Lo
primero es que ésta es una demanda mundial ligada a los gases de efecto invernadero
y es obligado el que se produzca un descenso de gases y uno de los instrumentos
más importantes que hay en el transporte es la producción de combustibles. Con ello
además cumplimos el Protocolo de Kyoto al que se ha adherido la Unión Europea con
dos directivas en marcha de obligado cumplimiento. Así que alcanzar para el año 2010
el 5,75 por cierto en las mezclas de todos los carburantes para el transporte que sean
de biodiésel o de bioetanol es una obligación y además está recogida en el Plan
Energético Nacional. De lo que se trata es que se abre una puerta nueva, el objetivo
para el 2010 podemos y debemos alcanzarlo antes, lo debemos alcanzar para el 2008.
Y para el 2010 tenemos que ejercer nuevas presiones para que alcancemos
aproximadamente un 10 por ciento como porcentaje mínimo de la mezcla. Esto,
además, hay que independizarlo del precio del barril del petróleo, es verdad que nos
viene bien, desde el punto de vista agrario, unos precios elevados del barril, pero
aunque esto no fuese así, la obligación de producir este cambio se deriva de
elementos básicos de carácter medio ambiental, relacionados con el cambio climático.
Después hay una segunda parte respecto al tratamiento que tienen los cultivos
agroenergéticos en la Unión Europea. Estamos presionando desde el Gobierno, con
nuestros representantes en la Unión Europea y junto con otros países, para que lo 45
euros por hectárea, que es la subvención que tienen los cultivos energéticos, sea
ampliamente superada. Y para que, por otro lado, también se rompa el techo de millón
y medio de hectáreas y pasemos por lo menos a dos millones y medio y si fuese
posible a tres en toda la Unión Europea”.
El director general de Desarrollo Rural hizo hincapié en que “es importante que
todo el proceso que ahora se inicia, en el cual estamos en estos momentos
comenzando y por lo tanto queda todo por hacer, lo orientemos de tal manera que el
sector agrario productor no se limite a producir materia prima, es decir, los
agricultores, sobre todo los organizados a través de las Opas, las cooperativas , no
sólo deben de producir la colza, aceite para el biodiésel, cereales y remolacha para el
bioetanol, sino que tienen que entrar en el proceso de transformación. Deben tener
instalaciones industriales para poder hacer ellos biodiésel y bioetanol y deben entrar
en la distribución directa al público en general. Este es un tren que no debe y no puede
perder el sector agrario y en estos momentos estamos haciendo los cimientos para
que esto ocurra así”.
Finalmente Francisco Amarillo recalcó que “es importante pensar en que las
subvenciones son necesarias para arrancar, pero en la mecánica de precios que se
fije, los precios tienen que ser lo suficientemente remuneradores primero, para que los
mismos productos puedan competir con la industria alimentaria y en segundo lugar,
para que se pueda competir y pueda ser rentable por sí mismo. Tiene que haber un
tratamiento específico fiscal para los biocombustibles que estén producidos en suelo
del Estado español, de tal manera que eso sea un acicate más en todos para que la
producción nacional de biocombustibles pueda expandirse”.
Otro de los participantes en las jornadas de la Cámara Agraria fue Roberto
Provedo, técnico del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, cuya exposición
estuvo dirigida a las investigaciones y estudios que se están realizando sobre “los
cultivos energéticos y los biocultivos como una alternativa al campo en Castilla y León.
Estamos trabajando con varios cultivos que se pueden adaptar a Castilla y León, tanto
los tradicionales como nuevos cultivos. Dentro de los tradicionales están los cultivos
oleaginosos, como las nuevas variedades de colza y de girasol para ver qué
variedades se adaptan mejor a las diferentes comarcas de Castilla y León y rinden con
una calidad en el aceite que demanda la industria del biodiésel. También en cultivos
tradicionales estamos trabajando en un proyecto europeo de cultivo de cereales, para
ver qué variedades tiene mayor contenido de almidón que es lo que demanda la
industria del bioetanol. Después están los cultivos nuevos que no son alimentarios.
Estamos trabajando con tres: el cardo que es un cultivo de secano, la pataca que es
un cultivo azucarado del que se puede obtener bioetanol y el sorgo papelero, ambos
cultivos de regadío. Estudiamos su adaptación a Castilla y León ya que son cultivos
tropicales, cuales son las mejores técnicas para cultivarlos, las mejores variedades,
qué necesidades tienen en riegos y en fertilizantes y sobre todo qué potencial
productivo tienen”.
En cuanto a las labores de cultivo y su preparación añadió que “son similares a
cualquier otro, hay que estudiar las necesidades de riego y la fecha de siembra que
mejor se adapta a cada comarca porque eso es complicado todavía. Señalar que
hemos observado que hay algún problema en la recolección, ya que son cultivos que
producen gran cantidad de biomasa, así, el sorgo papelero puede tener entre 90 y 130
toneladas de materia verde, de forraje por hectárea, y eso es una gran cantidad que
hay que mover por hectárea. Por tanto, se están realizando pruebas con distintas
máquinas a ver de cual se obtiene mayor rendimiento. Con la pataca, hasta ahora se
estaban recolectando los tubérculos que es donde se acumula el azúcar, pero esta
operación cuesta mucho realizarla y habría que hacerla en los meses de invierno,
enero o febrero, así que se está estudiando como evoluciona el azúcar desde los tallos
a los tubérculos para determinar cuál es el momento de mayor concentración de
azúcar en ellos y así recolectar los tallos en lugar de los tubérculos”.
Ignacio Cañaveral, responsable de contratación en Tierras de Retirada
(TTRR) y Cultivos Energéticos (CCEE) fue el tercer participante del día de hoy. Su
exposición se enfocó al futuro de los cultivos en España, así subrayó que “con la
nueva reforma de la PAC, el sector agrario tiene buenas oportunidades que se ofrecen
en este nuevo sector de los biocarburantes para producir bioetanol. La intención es
empezar a abrirle al sector la gran oportunidad que se le presenta y, sobre todo, a la
sociedad española para cumplir con los objetivos que marca el Protocolo de Kyoto y
atender a esta demanda industrial, tan novedosa, que hace que el agricultor para
nosotros sea una pieza fundamental. El agricultor ahora mismo tiene un gran
desconocimiento y sobre todo una gran incertidumbre por la reforma de la PAC. Hasta
ahora siempre se ha movido por unos impulsos que le ha marcado la PAC y nosotros
vemos ahora que aparece una oportunidad nueva y hay una alternativa diferente a lo
que habitualmente se venía haciendo”.
Finalmente añadió que “lo que estamos demandando es una participación más
intensa del agricultor, se tendría que empezar a olvidar un poco de las ayudas, las
subvenciones y empezar a valorar esto como una solución que en definitiva es una
solución para todos, para el resto de la sociedad, y queremos que el agricultor forme
parte de este negocio, como ocurre en otros países, formar parte de la cadena de
valor del biocarburante, como empresa. En definitiva tiene que empezar a dejar de
pensar localmente y pensar mucho más globalmente y unirse al carro de la industria, y
sobre todo darse cuenta de la oportunidad que se le presenta hoy en día de
introducirse en un negocio como es el etanol como sustitutivo del petróleo. El agricultor
tiene esa gran oportunidad, tiene la materia prima y tiene en sus manos la decisión de,
ahora más que nunca, actuar como una sola persona, las asociaciones agrarias tienen
que actuar en la misma línea para que todos unidos consigamos alcanzar el objetivo
que marca el Plan de Energías Renovables”.
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