Anexo 3 II ASAMBLEA PANAMERICANA DE ANIMACION MISIONERA SAN LORENZO – PARAGUAY, 14 – 18 DE ABRIL DE 2004 EL MISIONERO – LA MISIONERA Quiero comenzar profundizando sobre el ser misionero/a, señalando algunos cambios fundamentales en la comprensión de la misión; porque estos cambios tiene implicancias importantes en la manera que realizamos la misión (praxis misionero) y en la forma en que vivimos la misión (espiritualidad misionera). Señalaré tres aspectos de la comprensión de misión: I. Nueva comprensión de Misión 1. Origen de la misión En el pasado: se hablaba de la misión como siendo la misión de la Iglesia primitiva. La misión nacida del mandato de la Iglesia ha recibido del Señor: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos...” (Mt. 28, 19 –20). Este mandato daba a la Iglesia el poder de enviar a misioneros/as a todos los países de Misión. Era como si Cristo hubiera otorgado todo trabajo misionero a la Iglesia y después se retiró para el cielo. Desde esta visión, la Misión dependía casi totalmente de la Iglesia y de sus misioneros. Hasta daba la impresión de que el agente principal de la misión era la Iglesia y los misioneros. Actualmente: se habla de la Misión como la misión de Dios –Missio Dei. La misión se origina en la Trinidad. El Padre. El Hijo. El Espíritu Santo tiene la iniciativa de realizar su plan salvífico en el mundo. Ellos esperan la colaboración de los misioneros/as; Dios no deja de estar activamente presente en la Misión. Mientras hombres y mujeres colaboran en la misión de Dios por el seguimiento a Cristo y en el poder del Espíritu, el agente principal de la Misión es el Espíritu, como recuerda R.M. 21. 2. El ámbito de la Misión En el pasado: La misión estaba limitado a la Iglesia. Es decir, la misión hacía la Iglesia y estaba dirigida a la misma. El objetivo de la misión era la Iglesia y el proyecto de la Iglesia visible, donde ella todavía no estaba presente. Así se interpretaba el mandato misionero en Mt. 28, 19 –20 “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautizando en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, enseñando a cumplir todo lo que les mandé”. 1 Actualmente: la misión abarca toda la humanidad y la creación, no solamente la Iglesia. El objetivo de la misión no es la Iglesia en sí, sino mucho más en el plan salvífico de Dios, San Pablo habla del plan salvífico como “uniendo todo en Cristo”. Jesucristo proclamó como la “llegada del Reino de Dios”. El Apocalipsis lo presenta como un surgimiento de un nuevo cielo y nueva tierra y el desaparecimiento del primer cielo y primera tierra (Ap. 21, 1-4). La R.M. afirma que la presencia y la acción del Espíritu afecta no solamente a los individuos, sino también a la sociedad, la historia, y los pueblos, las culturas y las religiones. 3. Motivación de la Misión Pasado: la motivación misionera era de los no cristianos, sino eran bautizados y atraídos al seno de la Iglesia, corría riesgo de la perdición eterna. “Fuera de la Iglesia, no hay salvación) (“extra ecclesia nulla salus”)- esta era la convicción de los grandes misioneros para ir a tierras extranjeras. La misión era una tarea especial, reservada a un grupo específico de la Iglesia, conocidos como “Misioneros”. Hoy no tenemos esta misma visión del pasado. Creemos que Dios no abandonó ni abandonará a su pueblo. Así que no llevamos a Cristo, él ya está presente en las diferentes culturas. Cristo y su Espíritu está presente en todas partes antes de nosotros, inclusive de muchas maneras que aún no conocemos. Hoy la tarea misionera es fortalecer esta presencia y acción. Actualmente: la motivación de la misión se describe en términos de discipulado. La misión existe no porque necesitamos salvar a los no cristianos de la condenación eterna, sino porque somos llamado a ser discípulas/os de Jesús. Seguir a Jesús es seguirlo en su misión de realizar el plan salvífico de Dios. Así que la misión no es solamente una tarea de un grupo especial de la Iglesia. Es tarea de todo cristiano, de todo seguidor/a de Jesús. Cada cristiano es un misionero: toda la Iglesia es misionera. Es fácil de entender que, mientras la antigua motivación el énfasis estaba en la necesidad de realizar tareas (hacer), la motivación actual de la misión señala en primer lugar ser discípulo (el Ser). II. Rasgos de la identidad del Misionero/a Actitudes misioneras contemporáneas: el cambio en la comprensión de misión tambien tiene consecuencias en las actitudes del misionero/a. Los cambios indican el lugar donde debe estar el misionero/a de hoy, da pautas sobre como debe ser realizado un trabajo misionero. Las actitudes principales se concretiza en la comprensión actual de la misión: contemplación, diálogo y humildad. Contemplación: la misión es la primera y principal misión de Dios. Su origen es la propia Trinidad, El Padre que envía al Hijo y Espíritu Santo para realizar su plan en el mundo. De ahí que nuestra participación en la misión es encuentro en el misterio – el misterio de Dios Uno y Trino que nos llama a compartir su vida y su gloria; - El misterio del plan salvífico de Dios para el mundo; - el misterio de la presencia y acción de Cristo y del Espíritu en el mundo. El primer desafío de la misión, es buscar, discernir y fortalecer la presencia de Cristo y la acción del Espíritu en el mundo. Sería imposible distinguir esta presencia y esta acción si no enfrentamos la misión a partir de una actitud contemplativa. 2 Contemplar es precisamente mirar, escuchar, aprender, discernir, responder, colaborar. Así siendo, el misionero/a no evangeliza en primer lugar haciendo cosas por el pueblo, pero estando junto a él y haciendo que ellos mismos sean protagonistas en la tarea misionera. El método misionero está marcado, no por la intensa actividad, sino por la presencia contemplativa en medio del pueblo de Dios. El misionero/a no están para explicar el misterio de Dios por medio de palabras y discursos. Sin embargo guiará al pueblo al misterio de Dios a través de señales y símbolos, en un clima de diálogo respetuoso. Se dará prioridad al ser misionero/a en lugar de hacer cosas misioneras. Conocimiento de la realidad Una de las características del misionero/a es el conocimiento de la realidad porque nos lleva al concreto de la vida – a la misión. A través de la realidad conocemos el clamor de los grupos, de las personas, del pueblo; sus dolores, sufrimientos, enfermedades y angustias. ¿Cómo llegamos a la realidad? Por el contacto con las personas, por el ver, oir. a) Yavé – Ex. 3, 7-10 (7) „Yo ví la miseria de mi pueblo“ „Oí su clamor...conocí su sufrimiento“ (8) „He bajado para liberar...y para hacerlo subir..“ (10) „Ve pues, yo te envío“ b) Profetas – Am. 4, 1 „escuhen estas palabras, vacas de Basan“ (4) Vayan al santuario de Betel para pecar...“ (6,1) „Ay de ustedes que viven...“ Miq. 2, 1-2 „Planean la injusticia y traman el mal...codician campos.. c) Jesús – Mt. 6, 1ss Hipócritas; 7, 7 –15 falsos profetas; 9, 36 viendo la multitud, Jesús tuvo compasión porque estaban tristes y abatidas como ovejas que no tiene pastor. Lc. – la ofrenda de la viuda pobre; Juan – la Samaritana; las Bodas de Caná, la sanación de la hija de Jairo, etc. Diálogo: Cristo y su espíritu actúan en todos los pueblos y culturas de modo desconocido mucho antes que el misionero/a llegara. La acción misionera no puede interrumpir este diálogo, pero puede fortalecer. Misión es entrar en el diálogo con lo que está aconteciendo entre Dios y el pueblo. El/la misionero/a debería cuidar mucho para no imponer su agenda, sino descubrir la agenda de Dios en este proceso de diálogo. La misión no es en primer lugar el proyecto del misionero/a, más bien es el proyecto de Dios. El/la misionero/a es un servidor del proyecto de Dios. El/la misionera debe respetar la libertad de Dios y la libertad del pueblo que está respondiendo a Dios a su modo. En el pasado los/as misooneras/os realizaba su tarea como si fuese dueño de la fe cristiana. Con una postura de diálogo, el/la misionero/a como un don recibido del otro y del Señor. El proceso de diálogo enriquecerá a ambos. 3 La humildad Se acostumbraba decir que „los/as misioneros venían en la estrella de los colonizadores“. Era una época del „matrimonio“ entre la Iglesia y el Estado, cuando el trabajo misionero de la Iglesia era realizado bajo la mirada de los reyes y emperadores. Frailes y colonizadores estaban lado a lado, con la cruz para evangelizar a los nativos, pero también para meterlos a dominio extranjero. La evangelización se daba desde un postura del poder político y militar. Una versión moderna del mismo es la llegada de los misioneros – de los así llamados misioneros del primer mundo y del mundo occidental. Convencidos de una cultura superior, de una „civilización más elevada“ y de una „tecnología más avanzada“, iban a evangelizar a los pueblos del tercer mundo y a enseñarles a ser más cultos, más civilizados y más desarrollados. Eso tambien es evangelizar a través de una postura de poder; esta vez, de poder cultural, tecnológico y económico. Evangelizar a partir de una situación de poder parece no reconcilible con el evangelio. Revelaste a los pequelos (Mt. 11,25) Dios escoge al debil, necio...(1Cor. 1, 27-29) Mira al humilde y derriba...(Lc. 1, 46-55) Jesús de condiciçon divina (Fil. 2, 6-11) El misionero/a es invitado a evangelizar a partir de una experiencia de debilidad, de pequeñez, de himuldad... no necesita el poder económico, cultural, tecnológico....). El único poder es la palabra de Dios y del espíritu – este es poder del amor que se manifiesta en la auto entrega. III. Consecuencias para una espiritualidad misionera Los cambios fundamentales dela comprensión de misión tambien tiene consecuencias para una espiritualidad misionera. Ella es esencialmente un espiritualidad del discipulado, es decir, una espiritualidad de participación en la misión de Jesús y de su seguimiento en el camino de la proclamación de la Buena Nueva del Reino. Es una espiritualidad en la cual como Jesús, los discípulos buscan en primer lugar el Reino de Dios...(Mt. 6, 33). Una imagen del discipuldo que surge es de alquien que está tan imbuido de Jesús, que todas las cosas son secundarios. Para el discípula/o el único que importa es el Reino. Algunos ejemplos: - Dejame enterrar a mi padre (Lc. 9, 59 –60) Despedir de los míos (Lc. 9, 61 62). El Reino que es el absoluto para Jesús, tambien debe ser el absoluto para el discípula/o que sigue el maestro. 4 La espiritualidad del discipulado tiene dos elementos básicos: „el seguimiento del Señor“ y „éxodo con el Señor“. El seguimiento del Señor La idea de la espiritualidad en la vida religiosa, los términos del discipuldo no es nuevo. En el pasado el discipulado se entendía como „imitación de Cristo“, ahora se comprende como !seguimiento de Jesú. Esto significa un cambio en el enfoque: de Cristo resucitado a Cristo histórico. Este cambio es sugerido por el Conc. Vaticano II en el decreto Perfectae Caritatis. En el este decreto presenta una vida religios, como „ es seguimiento de Cristo tal como proponeel evangelio“ (PC). La frase „tal como lo propone el evangelio), generalmente se entiende como referencia al Jesús histórico. No se puede imitar a Jesús Resucitado, solamente se puede seguir a Jesús histórico, por eso ya no se hace ´énfasis en la imitación de las cualidades de Cristo, más bien en seguir la cpráctica de Jesus cuando estaba anunciando el Reino. El discipulado no es simple,mente imitación de Jesú histórico, porque los desafíos de su epoca, su respuesta no puede ser copiadas en nuestro tiempo. Es necesario un seguimiento creativo de Jesús, que corresponde a nuestro actuar en nuesta vida. En el contexto de nuestro tiempo como la préactica y la vida Jesús en su tiempo. Discipulado significa recrear y no solamente repasar la caminata de Jesús. En esta espiritualidad nuestra relación con Jesús es una relación intersujetiva, una relación de sujeto a sujeto, como si estuviésemos juntos a Jesús compartiendo su visión del mundo y la promesa de un mundo nuevo. Jesús es nuestro compañero de misión. Tampoco quiere decir que Jesús no debe ser objeto de nuestra contemplación, él es objeto de nuestra misión cuando damos tiempo para la misión, para saborear nuestro caminar con él en la misión. Jesús está con nosotros cuando contemplamos, sino tambien cuamdo proclamamos el reino. De hecho, nuestro encuentro con Jesus en la contemplación se enriquese mucho más, si lo sentimos junto a nosotros en la misión. En el seguimiento a Jesús llegamos a conocer. Exodo con el Señor Cuando comenzamos a seguir al Señor y caminar con él, nos damos cuenta que este caminar es en realidad un „éxodo“. Aún mas, todo el ministerio de Jesús proclamando el Reino era un éxodo- hasta los pobres y los oprimidos, los marginados y excluidos, los pecadores y los religiosamente impuros de su tiempo. „Exodo“, en otras palabras, hasta las situacione de frontera de su tiempo. En realidad este éxodo ya comienza en la encarnación, cuando el Verbo Divino hizo su éxodo hasta la humanida para convertirse en Verbo encarnado. El alcanza su plenitud con la muerte y resurrección de jesus, cuando pasó a la plenituda de vida con el padre. Toda la vida y la práctica de Jesús fue un gran misterio pascual. 5 Por eso, seguir al Señor es éxodo (el pasar). En el contexto de un seguimiento cretivo de Jesús, hoy día significa „pasar“ a otras culturas, „pasar“ al dialogo „pasar“ hasta los pobres. Así, inculturación, diálogo interreligioso y liberación son tres momentos privilegiuados de participación del éxodo del Señor. Son tre maneras privilegiadas de vivir el misterio pascual. 6 MUJERES EN MISIÓN Y PARA LA MISIÓN. 1). SSpS movimiento de mujeres proféticas (Cf.John Prior,SVD/CG/2002) Una persona que hace los votos es “alguien capaz de oír”: el Evangelio, a los otros y el mundo. Como congregación misionera Internacional y transcultural tenemos necesidad de estar unidas a nuestro Pueblo totalmente inmersas entre aquellos que viven en la periferia de la sociedad, haciendo un análisis más amplio de las causas del sufrimiento: Social, Cultural, Económico, Político y Religioso. Mirando la actitud de Bush y Blair percibimos que los sentimientos son reprimidos y el amor es desplazado. Constituye un liderazgo patriarcal que toma decisiones “objetivas”, esto es sin emociones y pragmáticas. El resultado es el conflicto, control, opresión. El sistema patriarcal y las jerarquía saben quien tiene el poder, que es correcto. Este mundo “fácil” tiene poco futuro. Tenemos que preocuparnos con aquello que el pueblo siente a partir de lo que hacemos. Quien ya sabe todo no aprende más, quien busca una verdad mayor florecerá y vivirá en plenitud. Mirando la violencia y opresión en el mundo y las crisis en la Iglesia podemos decir que estamos enfrentando un opresor común llamado sistema patriarcal. Cuestionar el patriarcalismo es cuestionar nuestros valores fundamentales, nuestra identidad personal y cultural, nuestra humanidad y nuestra fe como cristianos. Cuestionar el patriarcalismo no es solamente una preocupación de las SSpS, es una cuestión que no aparece solamente en la Iglesia Católica, sino también en todas las tradiciones de fe, en los movimientos sociopoliticos. Esta es una cuestión que afecta el mundo entero. Ella no desaparecerá; enfrentando podremos caminar juntos; si fuera ignorada explotaría como un volcán. La dureza de la cultura patriarcal y la jerarquía de la Iglesia sin sentimientos nos obliga a cuestionar la imagen de Dios que tenemos, el pecado personal y social, la guerra y el militarismo, el racismo y el conflicto étnico, la violencia contra los niños de la calle, los afectados del HIV/SIDA, los ancianos no aceptados, el pueblo luchando para vivir su fe en la Iglesia, en la sociedad y en el mundo patriarcal. Patriarcalismo El sistema que da al hombre el privilegio y el rol dominador. Tiene sus raíces en el principio de la historia de la humanidad y continua a través de los tiempos. Traspasa las culturas, clases sociales, religiones. Fue incorporado en todos los sistemas de relaciones sociales. Se volvió normativo para los hombres y para las mujeres. Es aceptado como algo natural. Es una categoría analítica. DESIGUALDAD: 7 El origen está en la sexualidad (sexo). Afecta todas las áreas de la vida. Justifica una diferencia de poder educación y trabajo entre hombres y mujeres por criterios biológicos físicos. Nos revela la desigualdad de género. La diferencia corresponde a los intereses sociales culturales y económicas. DOMINACIÓN: Por la apropiación del trabajo de la mujer Por ser objeto sexual Es justificada por la diferencia física. Sociedad justifica su relación con la mujer: Aristóteles: “debemos considerar el carácter de las mujeres como sufriendo de una deficiencia natural. Platón agradece a los dioses por haber sido creado libre, no esclavo, hombre y no mujer. La Biblia presenta a la mujer sacada de la costilla de Adán. Código Romano – la mujer es el sexo débil – restringe sus derechos. La mujer es un animal que no es ni firme ni estable. Es deber y derecho del hombre mantenerlo esclava. Feudalismo – la mujer es medio reproductor de brazos destinados a producir y a defender la tierra. Tomás de Aquino – La mujer es un hombre incompleto. Sociedad Capitalista: la mujer genera herederos para la propiedad; no tiene derecho a tomar parte de las decisiones de la familia y de la sociedad. La operario – dependencia del marido y del patrón; doble jornada de trabajo (fuera y dentro de la casa). La humanidad se vuelve masculina y el hombre define la mujer a partir de sí mismo y de sus propios intereses. La organización de las mujeres busca la liberación de las mujeres del yugo que las mantiene dominadas y explotadas durante millones de años. MUJERES EN MISIÓN Y PARA LA MISIÓN Aspectos de reflexión del 12 Capitulo General. 2002 8 Queremos repasar la reflexión conclusiva del 12 capítulo general sobre la misión de las SSpS la cual presenta aspectos pertinentes para nuestro ser y hacer misionero como mujeres. Relación del Rostro Femenino de Dios: nuestro discipulado en y para la misión surge de nuestra relación de amor con Dios y se transmite en nuestro relacionamiento en la comunidad y la misión, nos esforzamos por responder en forma creativa y compasiva a situaciones concretas, como mujeres discípulas hacemos visible el rostro femenino de Dios (46) VOTOS – DIMENSIÓN MISIONERA: nuestra promesa de amor a Dios es una elección de por vida que transforma y libera. Centrada en la persona de Jesús, la vivencia de los consejos Evangélicos determina todo lo que somos y hacemos, mientras compartimos su misión en el contexto de las realidades del mundo de hoy. Por su misma naturaleza, los votos son una invitación que tienen como centro la Buena Nueva (46) Nuestra vivencia de los votos...y nuestra respuesta al amor gratuito de Dios. Estamos ancladas en Dios quien se relaciona con nosotras de manera personal e íntima, pues somos llamadas y enviadas a continuar la misión junto con Jesús. Los votos son signos de la presencia de Dios y proclama un silencioso y evidente mensaje a nuestra sociedad. Caracterizada por el incremento del individualismo, consumismo y la falta de compromiso y fidelidad (53) Por nuestro voto de castidad consagrada somos llamadas en forma particular a la sensibilidad para con las mujeres que sufren pérdida de dignidad a causa de la explotación y manipulación (Cf.C208.2) Por nuestra libertad responsable y nuestro servicio alegre llegamos a ser una presencia reconciliadora en situaciones de frontera. Colaboramos con otras organizaciones y apoyamos los esfuerzos que promueven el perdón y la reconciliación entre los diferentes grupos (54) DISCIPULADO: Una primera condición de nuestra vida de discipulado es el encuentro personal y profundo con Jesús y su Abba. Esto nos conduce a un crecimiento en la relación de amor con las divinas personas, lo que nos alimenta y fluye hacia los demás, nutriendo la vida de toda nuestras relaciones. Dejar que Dios nos ame, nos llene de una libertad interior y una autoestima que nos capacita para amar a todos de forma inclusiva, para servir con alegría y para encontrar una armonía contemplativa entre nuestro ser y quehacer.(48) Como Discípulas somos llamadas a estar con Jesús y a ser enviadas por él (Cf.Mc.3,14). Una con Jesús, fomentamos una apertura auténtica a la realidad y una actitud de escucha al Espíritu, abandonándonos a la voluntad del Padre. Solo en un espíritu de contemplación, oración y discernimiento podemos enfrentar las situaciones más difíciles y desafiantes de nuestra misión hoy, dejando que Dios se revele en éstas mismas situaciones (48) La vida en comunidad es intrínseca a nuestra identidad como misioneras SSpS, vivimos nuestro discipulado en comunidad. (59) CUALIDADES FEMENINAS: La presencia acogedora, aceptación mutua de nuestras fuerzas y debilidades, permite relacionamientos que nos llevan a crecer. Este entendimiento es un testimonio y una orientación en la construcción de la comunión en la misión. 9 NUESTRA PRESENCIA EN EL MUNDO DE HOY La presencia de una comunidad misionera de diversidad cultural. Muchas de nuestras comunidades son pequeñas, interculturales; diversas en estructuras y apostolados (52) MISIÓN: Fluye de nuestra Espiritualidad Trinitaria y hace parte de la esencia de lo que somos. Como comunidades de mujeres proféticas nos ponemos a disposición de la misión de la Iglesia de proclamar la Buena Nueva de Jesús a todas las naciones y de dar a conocer el amor salvífico de Dios uno y Trino(Cf.Prólogo Const.) Nuestras Comunidades deben proclamar al mundo que las personas adquieren su dignidad y valor no solo por lo que posee sino por lo que son (54) Comprendemos la misión como relacionamiento y testimonio de vida.(55) Buscar formas nuevas y más significativas para la misión – Formas que respondan a situaciones concretas, y al mismo tiempo formas que no solo traten los síntomas de la pobreza y la justicia, sino que aborden las causas. (55) SOMOS MUJERES: Crecer en el llamado como mujeres misioneras proféticas y encontrar maneras de vivir este llamado con más conciencia (55) Estamos desafiadas a cultivar actitudes de disponibilidad para ser enviadas y un espíritu pionero, así como también a la perseverancia en situaciones de misión que son especialmente difíciles (55) En misión (55) Religiosa misionera (62) DESAFÍOS MISIONEROS PARA NOSOTRAS HOY: Estar presente en las realidades del mundo globalizado como comunidad de discípulas de Jesús en misión (58) Respuesta efectiva a las preocupaciones y necesidades urgentes en nuestros tiempos (58) No estamos inmune al impacto de la globalización(58) Somos urgidas a hacer una relectura de los signos de los tiempos y entrar en sintonía con la acción del Espíritu y desafiadas a encontrar formas nuevas que hagan visible el rostro femenino de Dios, priorizamos nuestros apostolados y tratamos de descubrir como hacer relevante nuestra presencia misionera. (58) Profundizar la comprensión de nuestro ser mujer (62) Los trabajos con las mujeres marginadas (62) Las portadoras VIH/SIDA (63) 10 Combatir la causa de difusión de VIH/SIDA(63) SITUACIÓN DE LAS MUJERES: a) Ad intra necesidad de profundizar la comprensión de nosotras mismas como mujeres consagradas, que valoran la contribución de las mujeres como mujeres a la Iglesia y a la sociedad (62) b) Ad extra Nos identificamos con las mujeres de todo el mundo y vemos la importancia de trabajar juntas para tratar con problemáticas específicas de marginación, degradación y abuso de las mujeres (62) MUJERES QUE ANUNCIAN LA VIDA Y ALIMENTAN LA ESPERANZA: (Adelaida Sueiro Cabrera-Guatemala 27/12/03) La irrupción de los pobres en la sociedad y la Iglesia es un hecho mayor en la historia reciente de nuestros pueblos. Nos permite descubrir la riqueza y complejidad de estos sujetos históricos que van ganando en identidad y dejan ver su rostro esculpido por sus culturas, etnias, género, edad, sus condiciones sociales de vida, de trabajo por su fe en Dios. En medio de todos ellos nos aparece el rostro de las mujeres pobres. Estas mujeres han logrado despertar en ellas mismas la fuerza que les permite enfrentar la condición de pobreza que desconoce y niega su dignidad de persona. En esta misma experiencia de liberación, las mujeres han ido descubriendo su fe en Dios como una fuente de agua viva que impulsa el compromiso por la vida y la esperanza de acabar definitivamente por la pobreza. En la Iglesia, donde las mujeres han estado siempre presentes, aunque de manera silenciosa y anónima, y más de una vez relegadas por su condición de mujeres, hoy día se vive como una novedad la presencia de la mujer asumiendo responsabilidades eclesiales, dando dinamismo y vitalidad a la vida eclesial, abriendo nuevos caminos al trabajo pastoral y a la misión evangelizadora. La fe en Dios se hace gesto concreto y solidario en el compromiso de las mujeres que multiplican su presencia y derraman su ternura en la pastoral de salud, en la catequesis familiar, en los comedores populares, en los comités de defensa de los derechos humanos y en muchas otras instancias. En las comunidades cristianas han encontrado un espacio para reflexionar sobre su vida a la luz de la palabra del Señor y para celebrar su fe. La experiencia de fe de las mujeres pobres, su compromiso, su oración y su hablar de Dios se nos presentan como un campo de reflexión teológica que ayuda a percibir en su ser mujer dimensiones nuevas del misterio inagotable de Dios. Las mujeres descubren que dar a luz a sus hijos es signo de una maternidad más grande, cuidar, desarrollar y defender la vida entera de la humanidad. Dar de comer, dar de beber, vestir al desnudo, visitar al que está en la cárcel (Mt. 25), es decir, encontrar a Cristo en el pobre es el camino para anunciar y entrar al Reino de Dios. Camino que, como ya lo decía Francisco de Asís, está abierto para hombres y mujeres: “Somos...madres cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo por el amor divino y por una conciencia pura y sincera, y lo 11 damos a luz por las obras santas, que deber ser luz para el ejemplo de otros”. Las mujeres guardan la reserva de ternura, coraje y esperanza de la humanidad. Este compromiso solidario y eficaz en las mujeres cristianas enriquece y desafía a la Iglesia tanto en su misión profética de denuncia de la pobreza, violencia y muerte como el anuncio del Reino de Dios y su exigencia histórica de justicia. 12