Cread Tunal Lidys Rocio Jara Contreras Tutoria 3 Ecosistemas Terrestres Los ecosistemas terrestres son aquellos en los que los animales y plantas viven en el suelo y en el aire. Allí encuentran todo lo que necesitan para vivir. Dependiendo de los factores abióticos de cada ecosistema, podemos definir distintos tipos de hábitat terrestres: desiertos, praderas y selvas. Los distintos vegetales y animales que habitan cada uno características de diferentes, ellos ya tienen que se han adaptado al hábitat en que viven. Cuando se producen cambios y alguna especie no puede adaptarse, muere pudiendo llegar a extinguirse. Desierto: Presenta muy pocas lluvias. El contenido de vapor de agua del aire es bajo y los cambios de temperatura son drásticos. Las noches son extremadamente frías y los días extremadamente calurosos. Viven poblaciones de plantas adaptadas a conservar agua, como los cactus. Los animales están adaptados a soportar cambios de temperaturas extremas, como ciertos reptiles (lagartos) e insectos. Tundra: Tiene un clima extremadamente frío. El suelo permanece helado durante gran parte del año. En el verano se descongela, pero pocos centímetros. Su lluviosidad es muy baja, por lo que reduce el crecimiento de organismos vivos. No hay árboles grandes, sólo plantas pequeñas (musgos, líquenes y otras especies arbóreas). La selva virgen es un bioma terrestre que se da en regiones intertropicales caracterizadas por una pluviosidad alta y uniformemente repartida, una Selva temperatura media elevada y una luminosidad abundante en el estrato superior. La vegetación y la fauna se hallan muy estratificadas. Las especies arbóreas son de gran altura, y sobre ellas se encuentran muchas plantas epifitas y trepadoras. También son muy abundantes los arbustos y las hierbas. Los animales presentan muchas adaptaciones: arborícolas, anfibios, trepadores. Taiga La bioma taiga, la mayor bioma en tierra, está llena de densos bosques, siempre verdes. Localizados al sur de la tundra en la parte norte de Europa, Asia y Norte América, estos bosques de árboles coníferos son también conocidos como bosques boreales. El invierno es muy frío y nevado en la taiga, con temperaturas promedios por debajo del punto de congelación. Aunque no es extraño que durante el verano las temperaturas lleguen a estar por debajo del punto de congelación. Su vegetación como arboles coníferos como el abeto y el abeto rojo o falso prosperan en este clima. Los árboles crecen muy cerca unos de otros. Eso los protege del frío y el viento. Su color obscuro hace que tengan un bajo albedo, absorbiendo con facilidad la energía solar, lo que los mantiene más cálidos. Hay algunas especies de árboles caducifolios (que pierden sus hojas con la estación del año) que pueden vivir en la taiga, incluyendo el abedul y el aspen pero no son comunes. Sabana: Las sabanas son Biomas de praderas tropicales. Presentan bosques abiertos y suelos con pastizales. Su lluviosidad es de dos a tres veces menor que la del bosque tropical. Hay estaciones secas y lluviosas. La vegetación consta de unos pocos árboles de floración anual y pastos Se encuentra en extensas regiones de África, Asia, Australia y América del Sur. En ellas predomina la vegetación herbácea. Sin embargo, no carecen de árboles, aunque éstos se encuentran dispersos. Estepas praderas: y Las estepas y las praderas son biomas que se da en regiones de pluviosidad irregular e intermitente. La vegetación se desarrolla en primavera y se agosta en verano. El estrato más abundante es el herbáceo, constituido principalmente por gramíneas y algunos árboles y matorrales dispersos. El clima es caluroso y seco en verano y frío en invierno. Bosques Mediterráneos: Se dan en regiones de clima mediterráneo, caracterizado por un verano cálido y seco y un invierno suave y poco lluvioso. Los árboles (encinas, alcornoques) suelen presentar hojas de epidermis gruesas para evitar pérdidas excesivas de agua, dad la sequedad del ambiente. En el bosque y en el matorral mediterráneo abundan las encinas, los alcornoques, los madroños y las zarzas, entre los que viven conejos, reptiles, insectos ardillas, jabalíes y aves. Este bioma suele ser utilizado por muchas aves migratorias como lugar de escala. Sucesión ecológica: se llama sucesión ecológica (también conocida como sucesión natural) a la evolución que de manera natural se produce en un ecosistema por su propia dinámica interna. El término alude a que su aspecto esencial es la sustitución en un ecosistema de unas especies por otras. La sucesión ecológica se pone en marcha cuando una causa natural o antropogénica (ligada a la intervención humana), despeja un espacio de las comunidades biológicas presentes en él o las altera gravemente. Biodiversidad: es la variedad de formas de vida en el planeta, incluyendo los ecosistemas terrestres, marinos y los complejos ecológicos de los que forman parte, más allá de la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y los ecosistemas. La biodiversidad varía según las distintas regiones ecológicas, y es mucho más alta en las zonas tropicales que en climas templados. Biomasa: es la cantidad de materia acumulada en un individuo, un nivel trófico, una población o un ecosistema. 1. Materia total de los seres que viven en un lugar determinado, expresada en peso por unidad de área o de volumen. 2. Materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía.1 La primera acepción se utiliza habitualmente en Ecología. La segunda acepción, más restringida, se refiere a la biomasa «útil» en términos energéticos formales: las plantas transforman la energía radiante del Sol en energía química a través de la fotosíntesis, y parte de esa energía química queda almacenada en forma de materia orgánica; la energía química de la biomasa puede recuperarse quemándola directamente o transformándola en combustible. Un equívoco muy común es confundir «materia orgánica» con «materia viva», pero basta considerar un árbol, en el que la mayor parte de la masa está muerta, para deshacer el equívoco; de hecho, es precisamente la biomasa «muerta» la que en el árbol resulta más útil en términos energéticos. Se trata de un debate importante en ecología, como muestra esta apreciación de Margalef (1980:12): Flujo de energía en los ecosistemas: Para que un ecosistema pueda funcionar, necesita de un aporte energético que llega a la biosfera en forma, principalmente de energía lumínica, la cual proviene del Sol y a la que se le llama comúnmente flujo de energía (algunos sistemas marinos excepcionales no obtienen energía del sol sino de fuentes hidrotermales).El flujo de energía es aprovechado por los productores primarios u organismos de compuestos orgánicos que, a su vez, utilizarán los consumidores primarios o herbívoros, de los cuales se alimentarán los consumidores secundarios o carnívoros. La cadena alimentaria característica: El ecosistema se mantiene en funcionamiento gracias al flujo de energía que va pasando de un nivel al siguiente. La energía fluye a través de la cadena alimentaria sólo en una dirección: va siempre desde el sol, a través de los productores a los descomponedores. La energía entra en el ecosistema en forma de energía luminosa y sale en forma de energía calorífica que ya no puede reutilizarse para mantener otro ecosistema en funcionamiento. Por esto no es posible un ciclo de la energía similar al de los elementos químicos. Flora y fauna de los bosques templados. Existe variedad de animales y plantas viviendo en este bioma. Las aves son también abundantes aquí, pues hay muchos insectos para alimentarse. Algunos de los tipos de aves que encontrará en los bosques templados son el águila y el cardenal. Algunos de los seres vivos más pequeños, incluyen el escorpión, hormigas y lombrices de tierra. También encontrará un buen número de grandes animales en el bioma del bosque templado caducifolio. Muchos de ellos, como el ciervo y el oso negro son herbívoros, otros como el zorro, se alimentan de otros animales en este bioma. El invierno puede ser muy frío y da lugar a una falta de alimentos. Muchas aves y otros animales migran de estas zonas durante los meses de invierno, otros animales en los bosques templados hibernan en los meses de invierno. Estos animales comen mucho antes de la hibernación y espesan su pelaje para mantener, saldrán de sus guaridas cuando sea primavera y la comida sea más abundante. Las ardillas almacenan alimentos como nueces para el invierno venidero, ellas trabajan duro para transportarlas cuando son abundantes, por lo que no se esfuerzan por encontrar comida cuando estas se vuelven escasas, las semillas y nueces que almacenan no se pudren debido a las bajas temperaturas del invierno en el bioma. EL CICLO DEL NITRÓGENO. En un ecosistema, complejo formado por una comunidad biótica y por agentes físicoquímicos íntimamente relacionados, el ciclo del nitrógeno es bastante complicado, porque las plantas lo toman combinado, formando unos determinados compuestos asimilables, es necesario para ello la presencia e intervención de microorganismos como las bacterias. Las plantas verdes absorben el nitrógeno bajo la forma de nitratos del suelo que luego se constituyen en aminoácidos. Los animales toman este nitrógeno que, con la muerte, putrefacción y descomposición ocasionada por las bacterias se desprende amoniaco que después es transformado en nitritos y finalmente en nitratos por las bacterias nitrificantes. El nitrógeno atmosférico también es utilizado directamente por ciertas bacterias, las cuales son capaces de fijar el nitrógeno e incorporarlo a la materia orgánica de la cual están constituidos. EL CICLO DEL CARBONO El carbono es un elemento químico que se encuentra en todas las moléculas orgánicas, se conoce como dióxido de carbono o anhídrido carbónico, además se encuentra en el agua y en el aire, es el producto final en el proceso de respiración ya que todos los seres vivos lo expulsamos al respirar. Mediante el proceso de fotosíntesis, las plantas verdes sintetizan materia orgánica y para ello utilizan carbono del ambiente para formar los glúcidos que están formados por átomos de carbono. Los productores y los consumidores cuando utilizan la energía que hay dentro de estos compuestos, el anhídrido carbónico es devuelto a la atmósfera y al agua por medio de la respiración celular y otras funciones biológicas donde sería utilizado nuevamente por las plantas verdes para incorporarlo a la materia orgánica y así continua el ciclo.